miprimita.com

Final sin Retorno 14

en Hetero: Infidelidad

No se si el resultado del sorteo fue a favor o en mi contra, la cosa es que yo tenía que escuchar primero lo que tenía que decirme Cristina.

_Bueno, ¿por dónde empezar?... - con cierto nerviosismo o tensión inició su relato mi esposa-.

_Creo que cuando acepté el darnos esta última oportunidad, consideré que sería lo mejor para los dos. La última vez que hablamos estuvimos a medio mundo de distancia, no sólo en lo físico sino en lo emocional, no sabes cuánto hubiera deseado que estuvieras junto a mí, aunque sólo hubiera sido para darte un último abrazo, un sincero y muy fuerte abrazo y ahora me dirijo a ti, con una consulta en mis labios… ¿cómo pudimos llegar a esto?

_Al inicio te odié cuando me insultaste, no podía creer que me hubieras tratado así aun sabiendo que todo lo que te había dicho eran solamente fantasías. Todo lo habíamos preparado Susana y yo para forzar tu resistencia a límites insostenibles que seguramente no podrías superar, pero que al analizarlo después pudieras darte cuenta que los sentimientos que habías sufrido no eran más que producto de tu imaginación y que nada ocurrió.

_Tras nuestra pelea estaba realmente enfadada y no veía otra salida que la ruptura o separación definitiva, estaba lista a dejar todo atrás, pero por Susana me di cuenta de que debía luchar por lo nuestro, que tú eras un buen hombre y que al igual que todos tienes problemas e inseguridades y que las cosas que dijiste no las sentías en tu interior. Me convenció para darnos una oportunidad diferente pues nos veríamos obligados a divorciados, al menos momentáneamente. Cuando me contó el propósito de todo esto, me quedé en estado de shock, ya que las condiciones que nos impondría me parecían muy desproporcionadas e incluso desquiciadas.

_Ahí fue cuando Susana me aclaró que debíamos dar un paso más, sacar y hacer realidad todos los miedos que tú sientes y por los que te muestras tan celoso. El primero, a que yo te abandone o que terminemos por separarnos, eso es algo que tú siempre habías tenido como uno de tus miedos más profundos. El segundo miedo es el que me pueda fijar en otro hombre, que encuentre alguien mejor que tú y que me vuelva su amante, ese es una inseguridad que Susana me hizo entender y que ahora era el momento de confrontar directamente… Esa fue la parte más dura para mí, porque yo nunca me había planteado serte infiel ni mucho menos y ahora tendría que buscar a alguien con quien compartir mi vida durante unos pocos meses, pero que te enfrentaría con una realidad muy dura… Y la tercera el saber que finalmente fui de otro hombre, al inicio pensé que no debería contarte nada de nosotros, pero Susana me indicó que efectivamente este paso sería el que te liberará de todo en este momento, ya que yo estaría aquí dispuesta a confesar todo lo sucedido y a volver contigo.

_Pero yo también tenía mis miedos. No aceptaba la idea de que te pudieras acostar o incluso vivir con otra mujer, eso me causaba un terror tan intenso que llegaba a paralizarme. Por más que lo pensaba no podía imaginar que estuvieras en otros brazos, que otros labios recorrieran tu boca o que otros dedos surcaran tu piel, no soportaba la idea que tus manos toquen a alguien más, con Susana hablé mucho sobre esto y ella me explicó que era natural estos sentimientos siempre y cuando fueran fundados, como en esta ocasión, pero que tenía que ser fuerte y aprender a superar mis miedos y mis celos de la misma forma que tú estabas trabajando en los tuyos. Que tanto tú y yo estábamos en una situación borde y debíamos emplear medidas iguales para poder superarlo.

_Cuando finalmente nos separamos, no sé cómo expresarte cuán desorientada me encontraba al estar nuevamente libre y aunque yo no lo aceptaba, la insistencia de Susana para que aprovechase el tiempo que tenía, ya que sería muy corto, para conseguir lo que nos proponíamos, fue un empujón emocional que me hizo seguir adelante en el proceso de encontrar a otra persona con la cual involucrarme. Pronto, en mi ambiente de trabajo y Julio en particular, se enteraron de que nos habíamos separado y claro, no tardaron en abordarme muchos tipos, intentando pescar a la esposa desconsolada donde por supuesto Julio estaría entre los primeros. También se encontraba Ricardo, que al enterarse que habíamos roto, también quiso abordarme y lograr algo conmigo, pero al fin de cuentas no me convencía ninguno de los dos para poder entablar ninguna relación.

_Conversé intensamente con Susana y aunque a mí me parecía una idea bastante arriesgada decidí que le daría una oportunidad a Julio ya que era una persona completamente diferente a ti tanto en lo físico como en su personalidad. Era algo más viejo, su apariencia no tenía nada que ver con la tuya y principalmente su carácter en nada podía compararse contigo. Es cierto que él era mucho más atractivo que tú y esa era una de las principales cualidades que Susana me recomendó, según me dijo eso te daría clara muestra de que yo no me casé contigo por tu físico sino por quien eres. No tenía referencia alguna a cómo sería en la cama, pero nos arriesgaríamos a que las cosas pudieran salir bien ya que entre nosotros había mucha química.

_Las dos primeras semanas estuve tonteando con él aunque para ser sincera me parecía algo difícil ya que al menos, al inicio, hice el papel de mujer ofendida y herida, aunque creo que realmente sí me sentía como tal; con pretexto de olvidarte me invitó a salir a bailar y me encontré con algo que realmente no esperaba, Julio era un excelente bailarín y realmente me entusiasmé mucho con él hasta el punto de llegar a darle un pequeño piquito después de aquella salida. Eso supongo que le dio muchas alas ya que durante la siguiente semana no paraba de adularme y ensalzarme, por lo que Susana me recomendó que aprovechara y me liberara de mis miedos a estar con otro hombre.

_A la semana siguiente... bueno salimos de fiesta por el lanzamiento de nuestro trabajo y realmente nos fue estupendamente, estábamos muy emocionados en la agencia, de manera que en la fiesta de presentación muchos de mis compañeros y yo misma nos excedimos un poco con el alcohol, tanto que apenas si conseguimos llegar a nuestro apartamento, algunas chicas estaban muy borrachas de manera que terminaron dormidas en nuestra habitación, otros quedaron recostados aquí y bueno... yo pensé que si debía suceder algo con Julio, ese podía ser un buen momento, ya que se había comportado muy bien durante ese tiempo.

_Al inicio estaba muy confundida y con muchas dudas, pero tomé valor y al final acepté estar con él... Lo siento mi amor... sé que escuchar todo esto es muy duro para ti y aunque hubiera creído que no era necesario que lo supieras voy a contarte todo por encargo directo de Susana ya que ella misma me dijo que esto era algo innegociable si queremos dejar todo esto atrás.

 

Por mi parte estaba atónito ante el relato de mi esposa, en mi cuaderno apenas si había anotado el nombre de Julio, más como un ícono que como para necesitar recordarlo. Ver el rostro de mi esposa me hizo pensar cuantas salidas y cuanto esfuerzo me costó el conquistarla y como aquella persona en unas pocas salidas había conseguido tener una oportunidad con mi esposa. En ese momento algo que no había sentido desde hacía algún tiempo floreció en mi pecho, pero había aprendido a matarlo, liberé mi mente y mi cuerpo para aceptar lo sucedido y si era posible tener la oportunidad de conquistar nuevamente a mi esposa, claro está que eso es lo que veía más improbable.

 

_Esa primera noche creo que fue un antes y un después en mi relación con Julio; él demostró ser una persona muy diferente al que supuse, era un hombre de mundo, buen conversador, muy hábil y experimentado en la cama. Y aunque creo que no sería necesario... sin embargo Susana me aconsejó y en el fondo creo que me exigió que te confiese que lo disfruté, ese y cada uno de los encuentros que tuve con él... además - dijo mi esposa poniéndose aún más nerviosa - he de confesar que algo que también me impresionó es que tenía una polla muy... muy… imponente.

 

En otro tiempo creo que hubiera saltado a la yugular de la mujer que amaba, para poder evitar que siguiera hablando, pero ahora quería saber, necesitaba conocer que había sucedido y superar cualquier rastro de duda que aún pudiera tener sobre los planes que tenía para mi vida futura. Pero esta última frase de Cristina me hacía pensar que tal vez me había hecho demasiadas ilusiones referentes a poder seguir con ella, estaba claro que aquel hombre la había seducido y aparte de todo la había deslumbrado con sus maneras y su atractivo, pero esta segunda cosa era algo que yo jamás hubiera podido hacer.

 

_La primera vez que la tuve entre mis labios fue algo completamente nuevo para mí, no me pude resistir y tuve que disfrutarla hasta el fin... Esa noche fue la primera vez que me folló, lo hizo en el cuarto de invitados, mientras algunas de nuestras amigas estaban en el otro cuarto. Era algo ilícito, pecaminoso... excitante, algo que no había probado desde hacía mucho tiempo, que aunque no ansiaba gozar, lo gocé. Pero claro tras ese primer encuentro las diferencias entre ustedes estuvieron marcadas casi instantáneamente.

_Después de aquella primera vez, me di cuenta lo mucho que había disfrutado acostándome con Julio y sabía que él sería el elegido para sustituirte en mi cama durante nuestra separación forzada durante los siguientes meses. Para ser sincera en todo, también he de confesar que en ese momento te odie, con todas mis fuerzas te odie, por haberme obligado o bueno… forzado indirectamente, a tener que estar con él, porque a pesar de lo mucho que había disfrutado acostándome con Julio, no lo amaba, únicamente había sido sexo sin amor, aunque él creo que no lo consideraba así.

_Pero tras ese instante en el que odie todo lo que sucedía, también me sentí muy satisfecha con mi decisión e incluso imaginé algunas cosas que seguramente sucederían en un futuro cercano junto a Julio, en mi mente vinieron las imágenes de como sería despertar a su lado o como sería presentarme como su pareja, todo era una mezcla de emociones contradictorias; he de confesar también que me sentía muy satisfecha tras tantos días de no haber tenido sexo, pero por otro lado te extrañé y hubiera querido que fueras tú quien estuviera allí en la cama de invitados, todo era muy extraño y al final no pude resistirme y te envié un mensaje...

 

_"TE AMO, hoy más que nunca… no lo olvides jamás." -dije sin apenas pensarlo- ya sabía que había sucedido.

_Si… ese mismo - me dijo mi esposa mientras me miraba asombrada del cómo podía saber que en ese momento lo que se suponía había pasado en nuestro departamento-

_Tras ese mensaje las cosas estuvieron claras para mí, te amaba y aunque me encontraba por acostarme con otro hombre en nuestra casa, pude sentirte junto a mi corazón… Me respondiste al minuto siguiente... Tan pronto como leí tu mensaje entré en la habitación donde Julio ya dormía, exhausto por el licor y por haberme follado minutos antes… no pudo contenerme y lloré en silencio sobre la cama, junto a otro hombre… y te imaginé, te sentí tan cerca de mí ya que me respondiste al instante... te imaginé en la cama de tu departamento pendiente del teléfono ante un mensaje mío mientras yo estaba acostándome con otro y me sentí fatal. Me sentí como una golfa que te engañaba, aunque ambos sabíamos que eso debía suceder en algún momento, pero ninguna de mis reflexiones me ayudó, ninguna me hizo sentir mejor. Apenas si pude recomponerme al día siguiente y aunque con Julio las cosas comenzaron a organizarse no fue hasta cuatro semanas después cuando me fui a vivir con él.

 

_Durante este tiempo me acosté con él, pues no voy a mentirte, claro que lo hice; comencé a aprender de él cosas que no había descubierto contigo y aunque no lo creas no me refiero a nada sexual, y aunque Julio era un muy buen amante y tenía una polla singularmente poderosa, no había nada que me hiciera sentir que fuese mejor que tú en la cama. Pero su mente y su trato si eran diferentes, él era mucho más intrépido y arriesgado y eso era lo que más me impresionó cuando pude convivir un poco más con él y eso fue algo que no había esperado sentir.

 

_Con Julio salíamos a menudo y claro follábamos casi siempre que lo hacíamos, con frecuencia en algún lugar lejos de nuestras respectivas casa o departamento, ya sea un motel, su auto o incluso en algún restaurant. Pasadas unas semanas Julio me propuso vivir juntos, ese día me sorprendí ante su propuesta, llegando incluso a rehusarme el hacer algo así tan pronto, pero Susana me indicó que solo quedaban cuatro meses para poder cumplir con el plan previsto y si quería que la convivencia con él sirviera para algo, debía apresurarme ya que apenas quedaba tiempo para que pueda llegar a comparar en forma clara el vivir junto a Julio y el vivir contigo, si dejaba pasar el tiempo no podría mostrarme la persona que realmente se revela cuando el sexo ya no es lo más importante y solo ya sirve para ocultar las cosas desagradables que se revelan en una pareja cuando viven juntos.

 

_Al final decidí que lo mejor sería que yo me marchara con él a su apartamento. Por qué lo hice, pues por dos razones, primero porque yo no quería compartir con otra persona algo que era tuyo y mío y segundo él no querría jamás vivir en un departamento más pequeño y menos amueblado como el nuestro. Y bueno, al final de todo llegó el día en que me quedé junto a él, en su casa como una nueva pareja.

_Ya desde la primera noche en la que dormimos juntos, fue algo que me costó digerir, habíamos disfrutado de una cena excelente y al final nos encontrábamos muy excitados ante la posibilidad de poder dormir en la misma cama sin necesidad de tener que regresar a casa la siguiente mañana, por lo que durante la cena Julio se puso sumamente fogoso, llegando a proponerme que me quedase completamente desnuda bajo mi vestido, muy nerviosa y excitada lo hice por primera vez, a la vez que me hizo sentir como una puta y descubrí que me gustaba; en este ambiente y ante mi predisposición, Julio se sentía incluso con más confianza para poder pedirme otras cosas y alentarme a vivir otras situaciones más pervertidas y arriesgadas, al final de la cena había logrado magrearme y casi follarme en el parking del restaurant, cosa que he de confesar él adora.

_Cuando llegamos al departamento me sentía extremada excitada, lo que aprovechó Julio para follarme, lo hizo con una desatada furia y poder, me hizo sentir una mujer muy diferente y apasionada, sexi y pervertida; pude sentir su sexo invadiéndome una vez más, pero con todo el placer acumulado me arrancó tantos orgasmos como jamás había tenido, pero justo cuando al final de la noche mi cuerpo se abandonaba al placer del descanso y la laxitud tras esa batalla de pasión, Julio aprovechó ese abandono de todos mis sentidos para clavarme su polla directo entre mis labios y eyacular hasta la última gota dentro de mi boca, obligándome a tragar toda su leche. Eso que a él le provocó tanto placer, a mí me dio la certeza de que aquel hombre no tendría ningún reparo en hacer conmigo cualquier cosa que a él se le antojara y de repente comprendí cuán diferente era hacer el amor e incluso follar contigo, allí entendí lo que Susana me había dicho de que las diferencias entre tú y cualquier otro debían obligarme a pensar y a entender qué tipo de hombre era cada uno de ustedes…

 

Vi como Susana me miraba atenta, mientras terminaba la primera parte de su relato, que si no fue completamente nuevo para mí, me presentó algo que no conocía en su relación con quien yo pensaba que era la persona que Cristina había elegido como su nuevo compañero. Nuestra psicóloga, seguro que conocía esta parte de la historia, pero claro jamás lo había hecho mirando mis reacciones y el impacto que esto tenía en mí. Creo que llegado el momento se convenció que nada más podía sacar observándome, por lo que dio por terminada la primera parte del relato de mi esposa.

 

_Ahora es tu turno Esteban... - dijo Susana mientras Cristina tomaba un vaso de agua de un solo trago. - Cuéntanos qué sucedió durante vuestra separación.

 

Al inicio pensé que lo mejor sería evitar tener que contarles el capítulo de como los vi pero si en realidad tendría alguna oportunidad con ella creí que debía contarlo todo... y realmente había mucho que contar.

 

_No pensé que tendría que contar esto, pero creo que será lo mejor. Tras las dos primeras semanas de nuestra separación me encontraba fatal, estaba destrozado, me estaba volviendo loco tan lejos de ti y sin saber mayor cosa, de manera que me volqué en el trabajo consiguiendo unos días de descanso, conseguido ese tiempo decidí venir a verte... Es cierto que rompía con nuestro pacto o acuerdo, pero necesitaba verte, me encontraba realmente loco de deseo por tratar de recomponer todo lo nuestro. Llegué el fin de semana del lanzamiento de tu proyecto aunque el vuelo se retrasó tanto que apenas y llegué a la madrugada.

 

Susana y Cristina me miraban con desconcierto y espanto, ya que esto no lo conocía nadie salvo Lixue, meses atrás. Seguro que se imaginaron que conocía las cosas que habían sucedido pero esperaban a que me sincerase y conocer todos los detalles.

 

_No debí haber estado aquí, pero en ese momento no pensaba con serenidad, motivo por el que me enteré de primera mano de todo lo que ocurrió en nuestro departamento...

_¿Pero por qué...? - empezó a preguntar Cristina pero de inmediato Susana aplacó su consulta indicándole que debía hacerlo después.

_He de confesar que viví la peor noche de mi vida, cuando entre al departamento y, tras múltiples dudas, descubrí que te encontrabas con Julio en el cuarto de invitados, siento confesar que como cualquier ladrón entré a nuestro departamento para poder espiarte, para verte y saber qué hacías, pero la verdad me enfrentó con el dilema donde enfrenté a mis celos al saberte a ciencia cierta en brazos de otro hombre, terminé desolado al escuchar tus gemidos en aquella habitación y como finalmente con aquel orgasmo terminó tu primer encuentro con quien se convertiría en tu amante.

 

No veía a Cristina directo a los ojos hasta ese momento, pero cuando levanté mi mirada para encontrarme con la suya, pude ver como sus ojos estaban inundados de lágrimas y su rostro estaba paralizado del asombro y terror al saber que yo era plenamente consciente de lo que había sucedido entre ella y Julio.

_Yo… nunca quise…

_Deja que continúe…

_Cuando recibí tu mensaje estaba bajando del edificio, bajaba sin esperanza y con intención de terminar con mi vida lanzándome por aquella barandilla que limitaba nuestro edificio, bajaba sin la más mínima esperanza ni deseo de volver contigo y fue cuando escuché el teléfono; si me dices que estuve cerca de ti... pues es cierto aunque en una forma muy diferente a la que te imaginaste, pero al menos ese mensaje me dio la fuerza y el ánimo necesario para seguir adelante y luchar por cambiar un presente tan negro y amargo. A mi regreso a China, me sentía desorientado, perdido, consciente de que si algo había en este mundo que me ayudara a salir de ese profundo agujero en el que estaba, no debería de ser al otro lado del mundo donde yo me encontraba.

_Siendo sincero durante mi viaje de regreso y principalmente cuando bajé del avión no encontraba una razón para vivir, pensaba seriamente en ir y comprar tanto alcohol como pueda y emborracharme hasta morir, pues eso era lo que quería; no sabía cómo ni cuándo había tirado mi vida a la basura, cómo por mis malditos celos me había hecho perder a alguien tan especial como tú, dejando que ahora otro, seguramente mejor que yo, ocupe mi lugar en tu corazón y en nuestra cama, eso me estaba atormentando y realmente lo único que quería era dejar de pensar y sentir, deseaba con toda mi alma morir...

_Solo unos días después y tras luchar contra mi locura por dejarlo todo y volver junto a ti para tratar de evitar que siguieras con Julio, recibí una extraña y dura propuesta para ayudar a una buena amiga… en mi desesperación la acepté. En un principio la propuesta era que yo debía hacer todo lo que fuera para que ella pudiera emigrar, salir de su país con su novio y a cambio de mis servicios yo recibiría entrenamiento y preparación en una clase de yoga muy singular y específico. Ese trato lo sellé con la garantía, de quien se convertiría en mi maestra, de que tras los meses que duraría mi estancia ella forjaría en mi un hombre nuevo, que podría convivir y superar todos los frentes que estaban presente en mi vida, pero siendo consciente de que el precio a pagar sería muy alto, tan alto que podría costarme más que mi vida... mi buen juicio o el camino a la locura.

_El entrenamiento empezó inmediatamente, así como también los trámites que debía hacer para que mi amiga pudiera obtener los papeles necesarios para salir. Lixue fue quien me brindó el entrenamiento, ella había practicado estas artes durante muchos años y era una maestra consumada en todo lo referente a la práctica y espiritualidad que conlleva este proceso; le conté todo lo que había sucedido entre tú y yo hasta ese momento, incluyendo el episodio de mi visita malograda y mis intenciones de terminar mi vida, ella no me juzgó, no me consoló ni siquiera intentó empatizar conmigo, pero logró compenetrar en mi ser y entender todo lo que había sucedido con nosotros, mis sentimientos y emociones, mis contradicciones, las dudas, la sensación de traición… por lo que inmediatamente se enfocó en aclarar mi mente y mi cuerpo para direccionar mi energía en algo muy diferente.

_Esto lo debes saber por parte de Susana, ya que le comenté como había iniciado todo este proceso, pero había algo más que mi maestra me pidió mantener en silencio hasta el día de hoy y que una vez terminado todo es necesario que sepas… desde el mismo día que acepté el trato, Lixue se convirtió en mi amante; aunque no lo hubiera creído así, eso era una parte fundamental en el poder que la meditación puede ejercer sobre el cuerpo y encaminarlo en una forma diferente para que pueda ayudarme en primer lugar con mi autocontrol.

_También creo que será difícil escuchar esto, pero he de decirte que con Lixue desde el primer momento nos compenetramos en una forma extraña y muy profunda, al inicio el sexo que yo quería mantener era el que nosotros habíamos practicado toda nuestra vida, pero ella con paciencia fue cambiando mi forma de proceder y mi forma de concebirlo. En primera instancia nunca teníamos ni caricias ni besos, el sexo entre nosotros llegó a ser espiritual, algo impensable en mi vida, cómo era posible llegar a imaginar que el sexo y la meditación llegaba a ser algo tan profundo en mi mente.

_Las sesiones con ella no eran simplemente un acto de follar, eran un conjunto de rituales previos que eran evaluados y considerados en cada momento, cada movimiento era meditado y llevado a cabo con comprensión y efectividad, la respiración era controlada para lograr el resultado necesario para llegar al grado de sentir que tu corazón casi llega a detenerse mientras sientes tu mente controlar cada músculo de tu cuerpo.

_El encontrar conciencia en el cuerpo y la mente, me libero... Las charlas que teníamos antes y después del sexo con Lixue me permitieron entender y poner en práctica la trascendencia de la liberación, uno a uno fueron rompiéndose los afectos y deseos de posesión que guardaba... y por fin pude entender todo lo que Susana me había querido explicar de otra forma, de una forma dura e incluso llegando a ser cruel y aunque ahora lo pueda entender, en aquel momento destrozaba toda mi convicción como persona y todos mis equivocados valores como hombre.

_Aprendí... y creo que eso fue lo principal. Comencé a redescubrir mi cuerpo, a entenderlo, de la misma forma que lo hice con mi mente y descubrí que el sexo y el placer pueden llegar a representar algo mucho más espiritual, que llene completamente a las personas que lo practican y que puedan de esta forma conseguir trascender por su práctica. Por otro lado dejé mis ataduras y mis miedos, dejé atrás el miedo a sentirme bien conmigo mismo, el miedo que tenía de verme al lado de alguien tan espectacular como tú... y rompí con el miedo a perderte... Porque eso era lo que más me atemorizaba y dolía, lo que generaba en mí los celos tan infundados y destructivos que llevaba dentro de mí.

_Las sesiones de sexo fueron estructurándose de tal forma que afectaran lo menos posible a mi trabajo, de manera que pude terminar el proyecto sin mayor problema, por lo que al final pude dedicarme casi por completo a ello. Pero claro, tú te preguntarás si al final disfruté de aquel aprendizaje, pues no puedo negarlo, la experiencia con la que Lixue me estaba adiestrando era profunda, desconcertante, e incluso gratificante en ese momento, me hacía vacilar en lo que el sexo puede llegar a ser para una persona, pero claro ella llevaba mucho años practicándolo y yo apenas lo había descubierto hace unas semanas, por lo que mi enseñanza fue muy acelerada, dándome algunas veces solo las pautas para poder continuar por mis propios pies. Todo fue extremadamente satisfactorio en ello, el sexo con ella era fantástico y me enloquecía el poder llegar a culminar cada sesión en orgasmos cada vez más profundos y duraderos.

_Al inicio de mi práctica era inevitable compararte con ella, tú salías ganando en el aspecto físico, Lixue era mucho menos atractiva que tú, su físico, su piel e incluso su olor era tan diferente que incluso llegué a pensar que podía no llegar a disfrutar con ella tanto como disfrutaba el sexo contigo, pero su saber y sus habilidades en la cama y fuera de ella eran completamente superiores. Ella disfrutaba lo que quería, sin importarle mi cuerpo o lo que yo hacía, al inicio me hacía sentir como si tan solo fuera una polla pegada en una silla sin sentimientos, pero al final entendí que lo que ella estaba haciendo era enseñarme a disfrutar de mí mismo antes que disfrutar de la persona que estuviera a mi lado. Este entendimiento tan difícil de explicar, causó en mí una impresión tan fuerte que rompió todos los moldes de mi pensamiento.

_Porque al final estaba claro, tanto tú como yo podríamos disfrutar de nosotros mismos, siempre y cuando nos sintamos bien internamente; yo no lo hacía y de ahí mi frustración por no disfrutar de mí mismo. Y te culpaba a ti, y te castigaba con mis celos por esa falta de amor interno que no permitía disfrutar cuando estaba contigo. Ahí se rompió una barrera hasta ahora infranqueable en mi interior, algo que apresaba mi mente y me obligaba a querer castigarte. Así aprendí a amarme y disfrutar de mi cuerpo mientras tenía sexo y eso me permitió elevar mi autocontrol y el placer que podía dar y recibir. Al fin había visto la luz de un cambio interno muy profundo en mi mente y eso me hacía pensar que tal vez sí podría crear un nuevo yo que me lleve a recuperar tu amor en algún momento.

 

Pude ver nuevamente la cara de asombro que tenía Cristina y Susana, que escuchaban creo que fascinadas el efecto que el sexo con Lixue había generado en mí, algo que seguramente había querido Susana lograr con su tratamiento al reconocer que yo era igual o mejor que cualquiera otro y que no debía sentirme menos que nadie al estar junto a una chica tan bella como Cristina, lo había conseguido mi maestra con el sexo y el placer que ambos habíamos disfrutado.

 

_Bien, bien... gracias Esteban, creo que está bien hasta ahí... ha sido muy esclarecedor la forma en la que has mostrado tu avance en ese cambio interno y en tu forma de ver el mundo, creo que me deja más consciente de los cambios que has sufrido... ahora creo que debes seguir tú Cristina - dijo Susana un poco pálida, aunque guardando su profesionalidad. – Toma algo de agua para que puedas recuperarte…

_Estoy algo sorprendida... tengo muchas preguntas... - dijo Cristina mirándome directamente - pero entiendo que ya las haré cuando sea el momento …

Creo que para ambas eso era una noticia muy extraña, yo había comentado con Susana tiempo atrás que estaba asistiendo a sesiones de meditación, pero claro eso era lo que yo pensaba que iba a realizar en un inicio, era un taller de meditación y crecimiento espiritual, pero obviamente fue mucho más allá, pronto entendí que todo era parte de un todo donde el sexo y la espiritualidad tenían mucho en común y se mezclaban hasta amalgamar un cambio tan significativo en una persona. Recordaba como con Lixue había disfrutado de unas sesiones extremadamente sensuales y tórridas, pero claro creo que ya tendría oportunidad de comentarlas.

 

_Continuando con mi relato, pues cuando decidí ir a vivir con Julio las cosas empezaron muy bien, él es un hombre que gusta mucho de disfrutar los placeres de la vida sin complicarse y pronto entendí que el disfrutar de estos placeres es su principal meta en la vida y que nada que lo distraiga de ella es bienvenido, en eso estaba claro que la sensualidad y el erotismo que le gusta llevar con su pareja era primordial, tanto que me dejó completamente perpleja ya que no lo había vivido con nadie más antes. Las situaciones que día a día fueron sucediendo me llevaron a plantearme cuántas cosas había por descubrir y cuánto él podría enseñarme.

_Recuerdo que una noche tras ir a un lujoso restaurante, nos aprovechamos de la bebida hasta el punto que los comentarios terminaron siendo completamente sexuales, Julio de pronto me propuso quedar sin ropa interior, algo que de pensarlo antes me hubiera parecido algo insulso, vulgar y torpe, sin embargo, en ese momento, con las copas y la charla que llevábamos, me pareció divertido y excitante. Lo hice, me levanté de la mesita donde nos encontrábamos, fui al baño y retiré de mi cuerpo tanto el sujetador como mis bragas, dejando mi cuerpo despojado enfundado únicamente en mi vestido, que aunque no era nada vulgar era muy muy corto y dejaba a la vista un escote generoso y mi sexo desnudo.

_Julio no hizo mayor comentario y siguió comportándose como si tal cosa, pero durante el resto de la velada yo no podía dejar de pensar que estaba desnuda, excitada, salvaje en todos sus sentidos…, sabía que la tela del vestido era muy delgada por lo que de forma contradictoria, al mismo tiempo me daba mucha vergüenza de que se y pudiera transparentar mi cuerpo, pese a que sabía que no era así. Miraba por doquier intentando descubrir las miradas de los hombres que se encontraban cerca e imaginaba que me miraban y me deseaban, y claro Julio también estaba pendiente de todos y cada uno de mis movimientos y de cada insinuación que podía delatar cuán excitada me encontraba. Esa noche descubrí cómo era el sentirse deseada sin compromiso, me sentí tremendamente sexy y bueno… excitada hasta hacerme pensar que podía manchar el asiento donde me encontraba de tanto flujo como salía de mi vagina. El final de la noche no pudo terminar más que con una buena follada, pero no fue en el departamento, ni siquiera en un motel cercano, esa noche fui suya en el parqueadero del restaurant, donde cualquiera pudo habernos visto...

 

Recordé como la había observado en otro lugar así, seguramente ya había llegado a ser algo común entre ellos el hacerlo en lugares públicos. Me sentí mal conmigo mismo, por no haber podido o sabido sacar antes esa faceta tan sensual y sexual de mi esposa pese a los años que habíamos convivido, mi rostro lo reflejó de inmediato, porque ella miraba justo a mis ojos, al centro de mi alma. Y creo que lo entendió de inmediato y sintió la misma pena de no haber podido disfrutar entre nosotros de aquel despertar.

 

_Nunca hubiera hecho algo así contigo... Saberme desnuda te hubiera excitado, pero jamás me hubieras permitido exhibirme así contigo; en ese momento no lo pensé, solo lo disfruté y adoré poder hacerlo y me alegré de tener un hombre que me incitara a hacer realidad aquella locura. Creo que había sido algo que tenía pendiente entre mis deseos ocultos y que no los había reconocido o tal vez que no me había atrevido a confesar, ni siquiera conmigo misma. Ya después me lamenté no haberlo podido compartir contigo y te soy sincera me molesté mucho... me enojé contigo y conmigo misma por cumplir estas y otras fantasías con otro hombre diferente al que realmente amaba.

_La relación con Julio iba bien, pero también he de decirlo que era como era... Él jamás se cortaba con cuanta mujer se le cruzaba en su camino, así como jamás se oponía a satisfacer sus deseos y caprichos, como tampoco pensaba en las consecuencias que aquellos comportamientos podían genera en nuestra relación... Él no era como tú, que estabas mucho más pendiente de mí que de ti mismo... Eso hizo que empezáramos a tener algunos problemas ya que como su novia oficial el tener que soportar que esté coqueteando con otras chicas me producía malestar y digamos que celos, pero no aquellos de una mujer enamorada, tal vez enfado por tener que enfrentar la decepción que me provocaba cada vez que lo pillaba en cualquier situación comprometida, actuando él como si nada sucediera. No lo amaba y por tanto tampoco me dolían sus infidelidades, pero no iba a permitir quedar como una cornuda, así que hablé con él hasta que finalmente me comprendió.

_También he de contar que en otra ocasión pude compartir con Julio una visita a un bar junto a todos los integrantes del grupo, nos divertimos y entre copas y copas nos encontramos ya algo mareados para seguir con la fiesta, mientras regresábamos a casa de madrugada me sentía cada vez más y más excitada, los bailes y roces que habíamos tenido antes de salir, las sensaciones de placer y deseo se encontraban a flor de piel por lo que no pudimos llegar ni siquiera al departamento ya que en el ascensor de su edificio, Julio hizo que me arrodillase y abriendo su pantalón me mostró claramente la señal de lo que quería. Y al final lo consiguió, terminé arrodillada chupando su polla con tal ansia que me parecía que terminaría arrancándosela de su cuerpo. De pronto, la puerta del ascensor se abrió, mostrándonos en pleno acto a una pareja que al igual que nosotros llegaba en ese momento.

_Julio me obligó a seguir chupando su polla, mientras la pareja nos miraba directamente, embobados ante la escena e incluso magreándose entre ellos. No se movieron sino tan solo para acariciarse, mientras tanto yo concentrada en Julio, mamaba su polla como si la vida se me fuera en ello. Pronto la situación llegó a su clímax, la pareja vio como mi boca era inundada del caliente esperma de mi pareja, que entre ahogados gemidos llegaba al orgasmo entre mis dedos y mis labios. Y yo sin que mediara nada más que mi deseo lamía y disfrutaba de cada gota de aquella leche que inundaba mi boca… esa fue la primera vez que realmente disfruté del placer de tomar el esperma caliente de un hombre y del exhibicionismo… y no fue la última. Nos paramos y ante mi asombro la pareja había desaparecido, dejándonos nuevamente solos en el ascensor, por lo que al final corrimos al departamento a disfrutar de la noche…

_No quiero sonar cruel, pero estos dos episodios son los que en parte han hecho que pueda ser tolerable mi permanencia con Julio, con él pude cumplir fantasías que nunca había considerado, pero que siempre habían estado en mi mente, pero aquel sexo tan salvaje no se comparaba con un diario vivir lleno de desplantes, humillaciones y demás hirientes comentarios que Julio realizaba y que de no ser por el sexo tan fantástico que teníamos, difícilmente hubiera podido soportar.

 

Yo estaba aturdido, no sabía de las fantasías y deseos de mi esposa y claro, el escucharlos de su propia boca me producía una extrañeza mayor. El saber que ella hubiera podido compartir conmigo eso y que yo lo perdí por culpa mía y de mis celos, dolió... hace tiempo que no había sentido ese dolor de perdida ya que creí haber superado todo lo que pudiera suceder, pero no fue así... lo bueno es que sabía cómo recuperarme y quitarlo de mi mente y de mi corazón.

 

Pero había algo más, en este momento mi esposa había declarado algo que es fundamental, ella en ningún momento se conectó sentimentalmente con Julio, si al final solo llegó a ser sexo y aunque me dolía pensar en ello, Cristina tan solo disfrutaba de como la follaba, no estaba enamorada de él.

 

_Bien... gracias Cristina ahora, volvamos con Esteban. – por favor continúa con tu relato que creo que algunas cosas pendientes nos permitirán descubrir el motivo de un cambio tan radical en ti.

_Estoy también muy sorprendido y dolido... aunque no debería - dije manteniendo mi calma y aplicando todo lo que había aprendido. - pero creo que en un punto me lo merecía... por mis celos y por mi falta de confianza… pero por otro lado no creo que hubiera sido justo creer que conmigo no hubieras podido hacerlo… pero ahora ya no importa…

_Por mi parte el trabajo que llevaba con Lixue durante el primer mes me había descubierto un mundo diferente y aunque parece extraño allí realmente comencé a entender y querer a mi cuerpo. Fui sometido a rigurosas sesiones de entrenamiento físico, llevé a mi cuerpo hasta el límite del cansancio y del dolor, lo agoté hasta el máximo con trabajos de fuerza y resistencia, aprecié todo lo que realmente podía hacer con él y me encantó. Entendí que mi cuerpo era lo único realmente mío, que el resto de cosas eran tan solo ilusión y que buscar el poseer, lo único que me causaría era un sentido de perdida tarde o temprano.

_Al termino de aquel segundo mes, la charla con Lixue me despertó la consciencia de que eso era lo que yo hacía contigo... quería tenerte, que fueras mía, que estuvieras bajo mi dominio... Por eso el miedo a perderte a que te fueras con otro... allí, con mi cuerpo completamente agotado, con mis músculos adoloridos y mi mente clara comprendí que nunca fuiste ni serás mía, que tan solo podía ofrecerte mi cuerpo y mente como compañeros de viaje en esta tierra, que si somos almas gemelas transitaremos juntos hacia la eternidad, pero que jamás podré tenerte o poseerte, así como tampoco tú jamás me podrás tener a mí...

_Pero había algo que aún no había trabajado y que también había causado tanto dolor; esto era mi ira, mi fastidio, mi enojo. Lixue me enseño que el autocontrol era la clave de la liberación de la ira, pero no para reprimirla sino para impulsarla hacia nuevos objetivos y desviarla de las cosas que me hacían daño. Y aunque suena complejo, me lo enseñó follando...

_En las sesiones de sexo con Lixue fui aprendiendo a controlar mis impulsos, a controlar mi cuerpo y de esta forma sacar toda mi ira, pero no como suele hacerse siendo violento o posesivo, sino llevando el control del acto y desfogando la misma en el placer que le puedes dar a otro, sentir el placer de otro, generar una pasión y lujuria sin límites y disfrutar junto a la otra persona de ello, creo que fue lo más importante. Lixue me folló como ninguna otra mujer lo había hecho y para ser sincero me enseño a follar como si fuera un primerizo; me ayudó a potenciar mi fuerza sexual y mi capacidad de dar placer como nunca lo había hecho.

 

Pude ver los ojos de Cristina mientras contaba todo aquello y creo que vi rencor, casi similar al que yo sentí al saber que ella había cumplido aquellas fantasías en brazos de otro... mi esposa también estuvo entre las pocas mujeres con las que me había acostado, pero como ella misma me estaba diciendo ambos habíamos aprendido del mundo. Lo que ahora será muy duro es poder reconciliarnos, perdonarnos y seguir adelante, tal vez juntos como personas diferentes o tal vez separados como ya me imaginaba que ocurriría.

_Si sientes curiosidad de si durante ese tiempo hice el amor con alguien... pues mi respuesta sería que ni un solo día. Tuve sexo, aunque creo que ni eso lo hice con más personas... solo con Lixue y otra chica más, una novata al igual que yo; una noche, una prueba, frente a frente nos encontramos para practicar lo aprendido, diferentes maestros nos llevaron a este encuentro donde pudimos demostrar que dentro del sexo las cosas podían ser muy sensuales pero también tremendamente serias y espirituales.

_Más que sexo fue una lucha, una pelea en la que nuestros cuerpos se esmeraban en dar placer al otro, un combate en el que primero tuviera un orgasmo perdería... Durante dos horas estuvimos retorciendo nuestros cuerpos y gozando de nuestras artes, sin que ninguno de nosotros soltara a su presa. Aquella bella joven con la que estaba, había llevado su arte amatorio a límites insospechados para mí hasta ese momento. Yo apenas si llevaba unos pocos meses practicándolo pero en cambio tuve una excelente maestra, por lo que tras torturarme durante mucho tiempo en un gran esfuerzo gané la contienda y forcé a aquella chica a un orgasmo monumental, casi dejándola extenuada en el suelo mientras recuperaba el aliento... No sabré nunca su nombre y creo que ni la reconocería en la calle, pero el tener sexo con ella me mostró que el hombre que había iniciado ese viaje era muy diferente al que salió de esa cama.

_Sé que suena duro o incluso impersonal lo que he hecho, pero no me arrepiento. A partir de ahí supe que era una mejor versión de mí mismo, que tenía autocontrol y enfoque, que jamás en la vida algo podría hacer que pierda los estribos, que podía controlar mi cuerpo y mi mente, mis emociones, mis sentimientos, mis impulsos, la pasión, el dolor, el miedo… que todos y cada uno de esas sensaciones serían mías y de nadie más. Pero también recapacité y entendí todo lo que había perdido contigo, que a pesar de todo el amor que me brindaste yo solo te cause daño y dolor, soledad al fin y al cabo, que con mis típicos excesos y reclamos socavaba lo más valioso que había tenido... tu amor.

_Y lo acepté... acepté haberte perdido, me convencí que ahora en brazos de otro hombre, más apuesto, con más dinero, más exitoso y más... de mundo de ese mundo que yo no pude darte, de ese mundo que te deslumbró, con ese, yo no podía competir; pero no me avergoncé, solo reaccioné y supe que te había perdido pero que debía seguir adelante, me llevaría esto que había ganado para obtener una vida mejor, una vida muy lejos de ti...

 

Gracias Esteban... ahora si gustan podemos hacer una pausa... Las cosas que han dicho aquí suenan terriblemente duras, pero nos muestran los diferentes caminos que ambos han seguido para encontrarnos aquí nuevamente. Son dos personas diferentes pero que aunque no lo crean siguen amándose… ¿Están bien tras escuchar todo lo que han dicho?

 

_Yo estoy bien... -dije tomando un bocado más de agua- aunque creo necesitar un cigarrillo.

 

_A mi denme un minuto... voy al baño. - dijo Cristina mientras se levantaba, en ese momento noté que estaba afectada, ella siempre ha sido alguien muy fuerte y decidida, pero creo que no esperaba nada de lo que estaba escuchando. No me alegré ni mucho menos, pero era lo que había sucedido y si habíamos de ser sinceros, lo sería hasta el final.

 

Me quedé solo con Susana, estaba claro que ella hubiera preferido saberlo todo esto antes de nuestra reunión pero ni ella era mi amiga ni yo me encontraba en condiciones de contárselo. Su mirada reflejaba la contradicción frente a lo que esperaba y la realidad incontestable.

 

_¿Te sorprende lo que he dicho? - pregunté a Susana, mientras ella intentaba hilar una frase que no encontraba-

_Sabía que tu mejoría se había debido a todas las clases de yoga... Intuía que ahora estarías mucho más fuerte para escuchar lo que Cristina tenía que decir... Ella temía que cuando la escuchases volvieran tus comportamientos y terminaras por mandarlo todo a la mierda, aunque suene mal por vulgar pero así es como ella se sentía antes de nuestro encuentro... Pero le insistí en contar todo lo que había sucedido y que afrontase también lo que tú pudieras haber hecho con otras personas... Pero jamás me imaginé nada de esto...

_Pero si seguí tu consejo... Me dijiste que aprovechara el tiempo para mejorar... Y creo que lo he conseguido...

_No lo sé Esteban... Reconozco que eres distinto, pero no sé si has mejorado, nos falta aún una parte más y creo que será la más dura... Pensé que a estas alturas si tenías que estallar ya lo hubieras hecho... pero no conté con que lo que tenías que decir fuera tan duro para Cristina también...

_Lo sé... Aunque ambos sabemos que aún falta lo peor... ¿verdad?

_Si... y observándote creo que Cristina tendrá que escuchar algo muy doloroso, aunque no me imagino que pueda ser.

_Gracias por esperar... ya podemos continuar. - dijo Cristina algo recompuesta aunque creo haber visto en sus ojos no sé si tristeza, desolación, rencor… o tal vez como a mi… miedo.

_Muy bien Cristina, ahora ya podemos continuar...