miprimita.com

Final sin Retorno 10

en Hetero: Infidelidad

La pregunta seguramente venía con segunda, a mí esto de imaginarme a mi esposa en una fiesta llena de hombres que iban a la caza de cualquier chica que se deje me parecía irreal; seguramente Cristina estaría en casa con una buena copa de vino y mirando alguna peli, esperando mis mensajes o mi llamada, atenta a cada reacción mía. Pero ¿cómo saberlo sin poner en duda dónde estaba y con quién?

Esteban 23:30 - "Pues si no estás segura, mejor no hacerlo"

Cristina 23:31 - "Tienes razón mi amor, mejor le digo que no."

Al menos pude convencer a Cristina de no ir a los cuartos de atrás, donde seguro varias parejas estarían desnudas, follando en una gran orgía donde no se reconocería más que una masa de carne llena de piernas, tetas, pollas y coños. La sola imaginación de una visión así hizo que mi verga sintiese la punzada del guardián que mi esposa había colocado. Pasaron los minutos y no sabía nada, por lo que al final me animé a responder.

Cristina 23:50 - "Siguen en el bar? No tomes mucho... "

Mi esposa no me contestó, ahí me di cuenta de todo. Ella y Susana seguro que estaban en casa y que habían decidido hacerme creer que habían salido. Eso era realmente lo que sucedía, ahora me daba cuenta; ellas estarán tratando de sacarme de quicio y enloquecerme, pero no se los permitiré, si querían hacerme creer que harían tanta guarrada como me lo podía imaginar, pues que la hagan, o que la imaginen que eso es igual.

Cristina 00:16 - "Al final me convenció... Entramos, había mucha gente y no dejaban usar el móvil. La cosa es de locos..."

Esteban 00:16 - "Y qué pasó? ¿Qué viste?"

Le iba a seguir la corriente, seguro que esta vez no me atraparán con sus actuaciones. Si mostraba los celos que aquella situación me estaba provocando, seguro que me dejan sin sexo al menos un año.

Cristina 00:17 - "Miramos a muchas parejas, estaban follando como locos. Ni se dieron cuenta que entramos."

Esteban 00:17 - "Y qué pasó?"

Cristina 00:17 - "Estábamos mirando cuando un tipo se nos acercó y quiso abordarnos... pero al final me dio susto y salí corriendo."

Bueno, pensé que al menos hasta en la imaginación guarda algo de cordura para no engañarme. Ya hubiera sido el colmo que nada más entrar se fuese con el primero que encontrara.

Esteban 00:17 - "Y van a salir de ese lugar ahora?"

Cristina 00:17 - "Susana quiere ir a la parte de arriba, me dijo que quiere mostrarme algo más."

Esteban 00:17 - "Pero que hay arriba?"

No me contestó inmediatamente, estaba con el corazón desbordado y el móvil en mi mano, si al final era sólo un engaño, había provocado en mí un grado de excitación muy alto y pese a que sabía que no era real, no dejaba de avivar en mí una angustia y una ansiedad que me impedía casi respirar.

Esteban 00:30 - "Mi amor,¿ qué pasó? Salieron ya del bar?"

No contestó tampoco, pero pensé seguir el juego, seguro que ahora me dirán que salieron a la pista y que estaban bailando con dos strippers que trabajan ahí... o que las han sobado en una esquina del bar.

Esteban 00:47 - "No quiero que tomes mucho... Ya sabes que no resistes el alcohol."

Pasó mucho tiempo y ya cuando pensaba que seguro estaba Cristina sola en casa y pensando dejarme en vilo al final y que había caído dormida, me contestó.

Cristina 01:27 - "Lo siento amor... lo siento... "

Esteban 01:27 - "Mi amor... Qué pasó?"

Cristina 01:27 - "Yo no quise... Pero Susana."

Esteban 01:28 - "Mi amor, que pasó con Susana?"

Justo cuando pensaba llamar a mi esposa a ver qué sucedía recibí otro mensaje de nuestra "querida" terapeuta.

Susana 01:28 - "Hola Esteban, creo que Cristina está muy emocionada ahora y no podrá responder, deja que se tranquilice y conversen mañana. Ahora solo te digo que estamos bien y que ya regresamos a casa."

Esteban 01:28 - "Susana? Que paso? Dónde está mi esposa?"

Susana 01:28 - "No te preocupes... Todo está bien. Nada fuera de lo que hemos charlado... Deja que mañana te lo cuente todo. No te preocupes por nada, mañana conversan todo."

Sus palabras dejaban un sabor aún más agridulce en mi boca. ¿Qué había pasado realmente si fueron o no a ese lugar? La intriga me estaba matando. Y si realmente fueron, ¿que había pasado allí para dejar a mi esposa en ese grado de angustia? ¿Por qué y de qué me pedía perdón? Envié dos mensajes más a Cristina, pero ni siquiera llegaron, seguro su móvil estaba apagado.

Las horas pasaron muy lentamente hasta que finalmente llegó el momento de nuestro encuentro por internet, por mi parte había recuperado la tranquilidad aunque sí había intentado comunicarme sin éxito con Cristina. Estaba seguro que estaban intentando tomarme el pelo nuevamente, seguro que todo el drama era para hacerme creer algo que al fin de cuentas terminaba siendo falso, que se lo habían inventado las dos tomándose un café y claro ahora aprovechando que yo ni siquiera podía ver qué sucedió y mucho menos comprobar para desmontar su falsedad.

Con todas mis cavilaciones previas hora estaba preparado, se iban a enterar ese par de chicas que no podían jugar con mi mente como ellas quisieran y que me digan lo que me digan no iba a mostrarles más que pura “comprensión”; mi plan era sencillo, les iba a seguir la corriente de manera que no me altere nada de lo que me digan, así podré lograr tener ventaja y evitar que me manipulen como ya habían hecho antes.

Tras conectarnos, podía ver a Cristina muy extraña, seguramente era parte del plan, pero realmente se la veía muy contrariada por algo, pese a eso estaba muy amorosa y atenta, por lo que al final supuse que era porque tenía algo más que decirme y que tal vez no se atrevía.

Cristina se encontraba en ropa interior de manera que podía ver todas sus curvas mientras como una leona se sentaba en la cama ronroneándome y susurrándome palabras de cariño. Por mi parte igualmente me encontraba en bóxer, y aunque aún no me había sacado el dichoso aparato, estaba muy cómodo viéndola y escuchándola.

La conversación se inició como siempre, hablando de nuestro día a día y al final de todo un poco; hasta que no tuvimos más remedio que abordar el tema que nos preocupaba.

_... me dejaron bien preocupado ayer mi amor - dije mientras estábamos recostados cada uno en nuestra cama, tan juntos por la pantalla y tan lejos en la distancia. - se pasaron con lo de ir a ese bar o antro o como lo quieras llamar.

_No tenías por qué preocuparte mi vida... Realmente fue algo muy excitante y a la vez sórdido... Pero no había ningún peligro de qué preocuparse, ¿quién querría hacerle daño a unas niñas buenas como nosotras? je je.

_¿O sea solo estuvieron fisgoneando por ahí? -dije haciéndome el interesante y mostrando aparente indiferencia - Seguro se dieron un buen banquete de ojos viendo a las parejas follando y por supuesto que más de uno debió intentar aprovechar la situación para acostarse con ustedes.

_Ya creo que lo intentaron mi amor, pero jamás aceptamos hacer nada… ahí, ese lugar era demasiado sórdido... je je.

_¿O sea lo hicieron en otro lugar? - me dejaba llevar, desde mi interior ya no tenía esa ira de saber que había estado haciendo mi esposa, estaba claro que me estaba probando y yo por supuesto iba a pasar.

_Claro… aquello no era el lugar... al inicio me dio mucho miedo, pero Susana me convenció de que nada sucedería siempre que yo no quisiera. Pero para contártelo primero habrá que quitar mi guardián de tu pollita...

_¿Mi pollita?

_Pues si... es que es una pollita toda temerosa mientras la está cuidada por mi guardián...

_Entonces abre este aparato del demonio para que te enseñe que no es una pollita... -dije picado en mi orgullo, como venía a atreverse a llamarla pollita, que aunque tampoco es de asombro, no deja de ser una buena herramienta que en tantas ocasiones me ha hecho sentir orgulloso.

_Muéstramela... -dijo mientras con su celular abría el candado y liberaba mi polla, que apenas sintió la libertad comenzó a ganar volumen y fuerza.- ¿Acaso esta te parece una pollita?

_Uuuy está muy rica así... - me contestó mientras su mano se perdía entre sus piernas, mirándo directamente a mi verga - Se la ve muy alegre estando libre... y tienes razón no parece ya una pollita, pero tampoco un buen pollón… jejeje.

_Le encanta estar en libertad y estaría lista para clavártela cuando quieras mi amor... Y mira que ésta muy buena polla te ha dado muchas horas de placer.

_Siii está muy rica pero que muy rica... pero aún así sigue siendo una pollita...porque te he de contar que ayer en la sala del fondo vi unas... unas enormes pollas... muuuucho más grandes que esta pollita.

De repente algo se quebró en mi mente, de repente pude imaginar claramente la cara de estupefacción que debió haber tenido Cristina al ver como un desconocido se follaba con una tremenda verga a una bella chica. Me la imaginé relamiendo sus labios, tocando su coño y sobando sus tetas mientras miraba la escena... Pero claro, todo estaba en su imaginación, ella aún no me había comentado nada, no sabía que había visto... o peor aún no sabía que había sentido si es que había visto o había sentido algo, ¿todo era su imaginación o no? Todo esto estaba comenzando a quebrar mi convicción.

_Pero,¿ eran muy grandes? - pregunté sin saber por qué tenía un nudo en mi garganta ni tampoco por qué mi verga estaba a punto de estallar en mi mano.

_Siiii... - dijo Cristina mientras frotaba su coño con sus manos, haciendo sonar claramente cómo se encontraba completamente húmedo. - Muuuuy grandes mi amor... y follaban muy duro... hacían gritar a las chicas...

_¿Las oíste gritar?

_Sii mi amor... gritaban muy fuerte, en cada embestida gritaban como si las fueran a matar... Y me excité mucho... Me excité mucho mirándolas, oyéndolas incluso su olor me hacía excitar... olían a sexo, a placer, a lujuria...

La mano de Cristina estaba frotando fuertemente la entrepierna al tiempo que yo me encontraba sobándome lentamente, mirándola, sintiendo su excitación. Pero claro esto apenas estaba empezando y la noche nos iba a dar para mucho más.

_De repente se nos acercó un tipo... Un tipo alto fuerte y completamente desnudo...

_¿Y qué pasó? ¿Qué hicieron?

_Al principio me asusté... Pensé que se abalanzaría sobre nosotras... Pero al final solo nos invitó a sentarnos con él, yo no quise de primera... pero Susana insistió para que nos sentáramos junto a aquel fortachón… cuando estuvimos una a cada lado, estaba muy nerviosa, no sabía que podría suceder, no sabía qué pensar, de repente me entró un ataque de pánico y al final salí corriendo mi amor... No pude resistir, no sabía qué hacer, me sentía muy incómoda… pero a la vez muy excitada.

Menuda imaginación gastaba mi esposa, justo cuando estaba pensando que me iba a soltar que Susana se folló a aquel tipo mientras ella veía todo con lujos de detalles, me cuenta que salió corriendo como una gatita asustada, pero claro, esto no termina aquí y seguramente habría sucedido muchas cosas más.

_Y entonces... ¿Salieron juntas de ahí o Susana se quedó con el tipo?

_Yo salí primero y después de unos minutos Susana me acompañó fuera... creo que ella si quería quedarse para follarse a ese tipo, pero al final se resignó a dejarlo y salimos a la barra. Todo era muy extraño mi amor, a unos metros tras unas puertas había mucha gente desnuda y follando como si el mundo se acabara y nosotras estábamos sentadas en el bar tomando algo para bajar la calentura. Ahí fue que te envié el mensaje, ¿lo recuerdas?

_Claro que recuerdo tus mensajes... Aun me tienen loco de lo que había pasado. - dije siguiendo el juego de mi esposa, que a pesar de todo llegaba a ser muy excitante.

Pues entonces Susana me invitó a ir con ella a la parte de arriba, no me quiso dar muchas explicaciones, pero me insistió mucho en ir. Yo estaba confundida, temerosa pero a la vez muy excitada por lo que estaba sucediendo a nuestro alrededor. Al final de todo me convenció que no estábamos haciendo nada más que mirar y que podríamos encontrarnos con algo digno de verse allí.

_¿Y a la final fueron? ¿Y qué había arriba?

_Al inicio no lo sabía mi amor… te juro que no sabía nada... Pero ya subiendo allí pude observar como varios hombres nos seguían mientras íbamos por las escaleras; al inicio supuse que sería algún tipo de espectáculo, pero nada de eso, era algo completamente diferente... Cuando subimos había dos puertas una de chicas y otra de chicos. Al inicio no entendí y pensé que incluso podía ser algún tipo de baño aunque para el de chicos había un portero que vigilaba la entrada, mientras que para el de las chicas no había nadie que estuviera pendiente de que alguna se colara.

_Y entonces de que se trataba... - Su relato me estaba dejando muy preocupado y ansioso, ya que no imaginaba lo que había imaginado mi tierna esposa.

_Entramos al de chicas, era un cuarto no muy ancho pero si largo, tenía siete cubículos a media luz de un lado de la pared, ahí justo en la mitad de cada uno se encontraba un agujero que permitía comunicarse con la otra habitación... Y donde los hombres del otro lado introducían sus vergas en el agujero y desde este lado las chicas podían chupárselos.

Yo si sabía de qué se trataba, ese era un Glory Hole; mi esposa y Susana se suponía habían visitado una fiesta, pero ese lugar estaba lleno de muchas sorpresas, seguro ese espacio estaba destinado a dar rienda suelta a placeres prohibidos entre los asistentes, seguro era donde los chicos pudieran disfrutar de una buena mamada por parte de una chica que han visto abajo, sin la necesidad de saber si efectivamente era ella o no, pero también era el lugar donde las chicas tenían la oportunidad de chupar tantas pollas como quisieran hasta poder hartarse.

_¿Y qué hicieron? - pregunté, tocándome la polla que en estos momentos me traicionaba y se mostraba en todo su esplendor, lista para entrar en acción, aunque mi compañera se encontrara tan lejos.

_Yo me asuste mi amor... nunca había conocido nada así. De inicio vimos que dos chicas estaban en los primeros cubículos, ellas ni nos tomaron en cuenta ya que cada una estaba probando unas buenas pollas. Yo quise salir de inmediato, pero Susana me tomó de la mano y me dijo que la observara.

_Susana se acomodó en un lugar vacío y encendió una luz, pronto por uno de los agujeros que nos separaba del cuarto de chicos pude ver como aparecía una polla muy firme y lista para ser chupada. Ella me indicó que aprendiera y se puso a chupar esa polla como si se le fuera el alma en ello, la besaba y la mordía mientras hacía una paja con su mano. Me quedé helada mirando la escena, sin poder moverme, estaba terriblemente excitada ya que nunca me pude imaginar que sería tan fácil tener cientos de pollas en mis labios en tan poco tiempo.

Pronto me puse a imaginar de igual forma a Cristina mirando la escena a media luz, tres mujeres prestas a chupar cuantas pollas se les atravesara por su boca. Seguramente la escena podría haber sido de lo más excitante de no ser porque el rostro de una de las chicas podría haber sido el de mi esposa que con ojos totalmente abiertos contemplaba como las otras mujeres daban y recibían placer. Por mi parte me había quedado completamente mudo ante la escena, mi esposa estaba haciéndose un dedo mientras me detallaba cada una de las situaciones que había vivido y que yo imaginaba en la ficción, mientras que mi mano la acompañaba a igual velocidad sujetando mi polla.

_Unos minutos después el chico al que Susana estaba pajeando se corrió fuertemente, su blanco esperma explotó pero no en el rostro de ella sino que lo dirigió la polla contra la pared de manera que tras unas pocas maniobras más hizo que se agotara completamente la provisión de leche del chico que tan pronto terminó retiró su polla ahora ya flácida y agotada.

Mientras mi esposa me comentaba todo esto, yo estaba a mil; el relato de lo que supuestamente habían hecho me había calentado tremendamente. La imaginación de mi esposa era muy fructífera y aunque seguro que Susana le había hablado de estos lugares, no podía negar que ella le ponía esa mezcla de pasión que era lo que me volvía loco. Pero algo me parecía extraño, muchos detalles, mucho morbo era lo que me transmitía sin que apenas yo pudiera digerirlo; tal vez no era del todo falso todo aquello y la duda se instaló en mí.

_Pronto Susana limpió sus manos con una toallita desechable que estaba dispuesta para eso en el cubículo. Con mucha tranquilidad ella me miró y me preguntó qué me había parecido. Le contesté que muy excitante y que era muy buena mamadora, pero que deseaba irme. Ella me sonrió un poco y sin hacerme mayor caso volvió a encender prender la luz de manera que otra polla ingresó al cubículo. Esta vez era una más delgada que la anterior aunque del mismo tamaño, pero eso no hizo mella en Susana que con el mismo fervor comenzó a chuparla. De pronto en medio de su labor, se separó del chico y tomando mi mano hizo que me acercara aún más a la escena, hasta que quedé a escasos centímetros de la polla del chico, mientras Susana seguía chupando y pajeándolo con mucha habilidad.

_Te juro que estaba como hipnotizada mi amor... - continuaba contándome Cristina, mientras su mano se deslizaba suavemente por entre sus piernas más fuertemente a la vez que la mía aprisionaba mi verga y la pajeaba cada vez más rápido pero sin la intención de correrme tan pronto, supongo que algo más había sucedido con mi esposa o imaginado por ella y que por tanto faltaba mucho más de la historia que contar.

_Podía ver como esa polla ahora se deslizaba suavemente por la boca de Susana, que hábilmente pajeaba al chico con gran maestría.

_Seguro era un chico muy afortunado... -avancé a decir sin que mi esposa ni siquiera lo notara ya que apenas si me escuchaba.

_El muchacho pronto dio espasmos, iba a correrse muy pronto, pero esta vez Susana tomó la verga del chico con una mano y con la otra tomó la mía llevándola directa a la polla del chico, casi obligándome a hacerle una paja, hasta que un minuto después el chico se corriera manchándonos de semen nuestras manos. Estaba realmente muy caliente, no era una polla muy grande o gruesa y tampoco nos había inundado de semen, pero yo estaba terriblemente excitada, podía sentir como mi coño estaba desbordado de flujos, estaba como loca, quería más...

Al igual que ella, mientras mi esposa seguía contándome, mi excitación llegaba a niveles difíciles de poder controlar, veía a mi esposa en la pantalla del ordenador masturbarse lentamente mientras contaba su aventura en aquel sitio, pero lo que más me excitaba era su capacidad de adentrarse y adentrarme en su imaginación, tanto que incluso pensé por unos segundos que no estaba imaginando nada, que efectivamente ella estuvo ahí, que tomó la verga del chico y la pajeó hasta que sus manos quedaron impregnadas de su semen; claro que pronto me convencía que no era así, pero y ¿si fue real?

_Cuando se corrió, - continuó mi esposa - el chico se retiró de inmediato ya con una polla bastante desinflada por el esfuerzo que había realizado. Justo en ese momento, Susana tomó mi mano y limpió los restos con su boca, no usó una toallita, la limpió justo con su lengua mientras me miraba a los ojos. Yo estaba como hipnotizada de verla tan excitada como yo, que no me di cuenta cuando ella presionó nuevamente el botón y una nueva polla ingresó segundos después. Era una polla muy diferente, esta era una polla enorme, muy gruesa, venosa, dura, era... era temible.

_La dos nos quedamos mirándola a la vez, hasta que de inmediato Susana la tomó con su mano y comenzó a pajearla lentamente; mientras tanto yo me había quedado fascinada y sin poder moverme, estaba completamente hipnotizada hasta que sentí como una mano me jalo hacia abajo haciéndome arrodillar en aquel lugar, dejando mi rostro a escasos centímetros de aquella jugosa polla que se mostraba toda poderosa frente a mí; mi mano pronto sustituyó a la de Susana y comencé a pajearla delicadamente hasta que en un momento dado, otra mano se posó en la base de mi cabeza y comenzó lentamente a empujar mi rostro, mi boca hacia la punta de aquella polla, que completamente dura esperaba por el placer que aquel agujero ofrecía a quienes se atrevían a poner su verga dentro.

_No supe el momento en que sucedió, pero solo comencé a sentir como cada vez se hacía cada vez más grande ante mis ojos, hasta que perdí la perspectiva, yo atiné solamente a abrir mi boca, sabía lo que sucedería por lo que finalmente cerré mis ojos y solo atiné a sentirla entre mis labios, estaba caliente... muy caliente… la mano que me sujetaba no paró e hizo que aquella deliciosa polla se deslizara dentro de mi boca hasta el fondo de mi garganta, haciendo que mi lengua ardiera con la misma flama que inundaba de fuerza a aquella poderosa verga.

_Cerré mis labios lentamente hasta que pude sentirla llenando mi boca por completo, sentí como ahora con mis dos manos sujeté aquella enorme polla y cuando reaccioné ya había comenzado a mamarla muy lentamente, pero en ese instante perdí el control y comencé a succionarla como si la vida se me fuera en ello, la chupé con toda la fuerza y ganas que tenía en ese momento, que eran enormes… desde ahí ya no supe de mi…

_No supe cuánto tiempo estuve así, pero cuando me di cuenta aquella polla estaba a punto de estallar, quise zafarme mi amor, de veras que quise... pero la mano que aún sostenía mi cabeza no me lo permitió, apretó fuertemente mi rostro y mi boca sobre aquella polla y me forzó a sentir como me inundaba, como llenaba mi boca con todo el semen que pudo dar, al principio pensé que no quería, pero tras la primera sensación me di cuenta que eso era lo que deseaba en realidad... lo necesitaba... y lo tomé todo... tomé hasta la última gota...

_Pero tú nunca... - dije extasiado en su relato, pero completamente anonadado con sus palabras. - A mí nunca...

_Lo siento mi amor... Lo siento mucho... hubiera querido hacerlo antes contigo... pero fue más fuerte que yo... No pude resistirlo.

_Tu... y ¿qué pasó después? - dije recuperándome, ya que por un instante mis celos comenzaron a llenar mi pecho, aquella escena me había sobrepasado completamente y estuve a punto de estallar, pero recordé que era todo puro teatro y que no debía estallar, pero ¿y si no lo era?

_No recuerdo mi amor, te juro que no supe que sucedió después... o bueno si lo sé... sé que hubieron más... no recuerdo cuantas, pero segura que estuve mamando pollas durante todo el tiempo que permanecimos en ese sitio, me di cuenta pues unas terminaron en mi rostro, otras en mis manos y seguro que al menos una más en mi boca... Eso lo sé porque cuando reaccioné tras tener un terrible orgasmo, una polla estaba enterrada en mi boca descargando toda su leche dentro de mi garganta nuevamente, mis manos tenían el flujo de otros hombres y mi rostro tenía rastros de haber recibido aún más; estaba hecha un desastre, pero tremendamente feliz y... satisfecha.

Al igual que la imagen que me presentaba, yo terminé con mis manos cubiertas de mi propia leche; impregnada entre mis dedos pude sentirla caliente, abundante... dolorosa. Tanto por el placer tan acumulado que estuve soportando como por el placer lastimero que me hacía el imaginar a mi esposa arrodillada en un glory hole mamando cuanta polla se presente ante sus ojos y tomando la simiente de desconocidos, cuando hasta ahora no había probado la mía...

Mientras tanto Cristina estaba completamente desatada, masturbándose con toda la velocidad que su mano derecha le permitían, mientras que con la otra pellizcaba sus pezones con una presión tal que parecían que iba a arrancárselos. Al final también ella estaba a corriéndose sin ningún pudor, seguramente viviendo en su mente todo lo que me había contado, o tal vez recordándolo... No lo sabía y eso era lo peor.

En ese momento ya no pude seguir... me sentí muy mal, por una parte había tenido un orgasmo tremendamente fuerte, pero entre mis manos recorría una sensación de traición que no podía explicar. No sabía nada de lo que realmente estaba sucediendo, si era verdad o no y lo que es peor no podía negar que había disfrutado junto a mi esposa de aquella situación. Esto me había desbordado, no me sentía con fuerza ni con la claridad de poder mirar a mi esposa a los ojos después de haberme corrido con su relato y creo que pensar que sería verdad hacía que mi estómago se contrajera de forma dolorosa.

Veía a mi esposa, directamente recostada y recuperándose del fuerte orgasmo que había tenido, sus piernas aún temblaban y su respiración estaba cortada, pero la podía ver feliz, alegre... hermosa... No pude más y desconecté violentamente el internet quedándome solo nuevamente en la habitación a miles de kilómetros de mi esposa; necesitaba pensar y analizar todo lo que me había contado ella, necesitaba imaginarme que no era verdad, porque la sola idea de que aquello hubiera sucedido me causaba un dolor terrible, difícil de soportar.

Me bañé en agua muy fría y dejé a un lado el maldito aparato que tanto malestar me causaba, no podía seguir con él ahora y tampoco quería escuchar nada de nada, necesitaba pensar solo, por lo que al final decidí apagar el teléfono y quedarme en la ducha tanto tiempo como fuera necesario para pensar en lo que estaba sucediendo en mi matrimonio y en mi vida.

Al día siguiente ya algo más recuperado encendí mi teléfono y pude ver una gran cantidad de mensajes de mi esposa, que preocupada por mi desconexión estaba buscando la forma de comunicarse conmigo. Aduje que había existido un fallo en el internet del hotel donde estaba hospedado y que al final me había quedado dormido sin poder conectarme nuevamente, no sé si me creyó completamente pero al menos no me preguntó nada más y me dejó nuevamente solo con mis pensamientos.

Estaba bastante molesto y no sabía con quién en concreto, si con mi esposa por haber pensado o peor realizado tremenda acción con aquellos tipos, con Susana por llevarnos por estos caminos o conmigo mismo por ingenuo al creer en ellas. Por el momento lo único claro que tenía era que no quería hablar con Cristina en esas condiciones, pero tras su insistencia y al haber creído ya controlado mi mal humor me creí fuerte para llamarla, perocon lo que no contaba era que durante la tarde, Susana me sorprendió llamándome antes y aprovechando esa cordura que creía tener contesté. Ella al inicio se portó con la profesionalidad de siempre, pero había algo que no me cuadraba en su voz.

_... y al final ¿te has corrido imaginando cómo fue? - preguntó Susana tras el largo interrogatorio, parte por parte de todo lo que mi esposa la noche anterior me había relatado. Susana había seguido cada una de mis reacciones y claro está había tomado en cuenta todo lo que Cristina le había dicho anteriormente.

_Si, OK... me corrí como un mono... - dije aparentando cooperar pero ya llegando a molestarme por tantas cosas que casi me había obligado a contarle.

_Me alegro de que lo reconozcas Esteban, pero vamos avanzando, al final ¿por qué te has desconectado? Y no me vengas con eso de que el internet se cayó porque no me lo creo, algo seguro sentiste y eso es justo lo que estoy buscando que saques a la luz. Eso es justo lo que debes enfrentar para que sea positivo el tratamiento y para poder liberarte de esos celos que pueden ser tan destructivos. Vamos Esteban, asume tus sentimientos y las sensaciones que viviste…

_¿Por qué no has de creerlo? - había planificado las respuestas, lo había pensado toda la tarde, aunque claro siempre es más fácil pensarlo que hacerlo- Sí, eso fue lo que pasó... se desconectó... ya sabes por aquí no...

_Tienes que ser sincero contigo mismo Esteban, es tu oportunidad de superar esos traumas que tienes y esa inseguridad... Este es el momento de liberarte de todo, de liberarte de todas tus trabas para ser libre; deja atrás esos sentimientos de rabia que te fuerzan a comportarte de una forma que no te ayuda a ser mejor... vamos Esteban.

_¿Cómo podría liberarme asumiendo cosas así?

_Sencillo, reconoce que sentiste rabia al escuchar lo que dijo Cristina, reconoce que disfrutaste escuchándola y finalmente acepta que a pesar de todo lo que sabes ahora, la sigues amando y que nada de lo que ha sucedido ha cambiado tu amor por Cristina; con eso consigues liberarte de la carga de creer que posees o de que eres dueño de tu esposa ya que eso no es verdad, ella es tu compañera, tu amiga y cómplice, pero no te pertenece y cuando lo asumas serás libre para disfrutar de ella y con ella.

Un golpe bajo, eso fue lo que sentí en el momento que me lo dijo, Susana seguramente había querido llegar a este punto, en ese momento tuve la conciencia de que aquellas dos mujeres me habían estado manipulando mucho más de lo que había pensado, todo esto para hacer que reaccione de acuerdo a la idea que ellas querían implantar en mi mente; pero si efectivamente reconocerlo hace que me sienta tranquilo y libre... estaba nuevamente hecho un lío.

No sabía si lo que Cristina me había contado era cierto o no, pero al fin y al cabo yo lo sentí como real y eso hizo que mis sentimientos surgieran del fondo de mi ser y estos pese a lo que decía Susana, era algo que aún no comprendía. Una desesperación inundó mi cuerpo y mi mente, necesitaba pensar y la voz de Susana no me dejaba en paz, me presionaba y me obligaba a llevar mi pensamiento por lados que me asustaban demasiado.

_No se Susana... no lo sé... Tengo que pensar... lo siento...- dije mientras me disponía a desconectar la sesión.

_Esteban no te descon... - fue lo último que pude escuchar de ella

Mi cabeza estaba por estallar y encima de todo no sabía si podía concentrarme en el arduo trabajo que tenía por delante. Pero como las cosas siempre que se complican lo hacen en todos los aspectos, pues tuve que soportar otro jarro de agua fría que me hizo espabilar.

Mi relación laboral con Lixue era fantástica y aunque era una máquina para trabajar, había estado muy distraída y preocupada durante esos últimos días, pero hoy si se había pasado, estaba completamente errática y muy inquieta; como yo también estuve completamente mal en esos momento, creo que no me di cuenta de lo que venía.

Ya una hora tras el fin de la jornada estaba aún frente a mi computador, tratando de no pensar en nada y avanzar con el proyecto pero de repente, Lixue se aproximó a mi puesto y en ese preciso momento vi que su actitud estaba muy decidida y enfocada, cosa que me pareció extraña pensando en lo rara que había estado los días anteriores.

_Tengo que hablar contigo... Necesito ayuda. -me soltó a bocajarro Lixuan tan pronto se situó junto a mí. - Es algo privado, pero solo tú puedes ayudar.

_Claro... pero ¿Quieres salir de aquí? Podemos conversar en el café de abajo.

_Si por favor.

Fuimos los dos juntos, se percibía una tensión bastante inusual con lo sucedido minutos antes; no sabía qué esperar ahora de esta niña, que seguramente tenía algún problema con su novio suponía yo. Pero al fin de cuentas, que pintaba yo ante esa situación. Salimos al café y sentándonos en una mesita apartada, pedimos nuestras bebidas y me dispuse a escucharla.

_... todo, todo está mal en mi vida - me decía una Lixue que a pesar de estar preocupada, contenía sus lágrimas de desesperación.- Nadie me ayudará si no hago algo yo misma...

Ella me contó que su madre insistía en casarla con un hombre, hijo de un tipo rico del que seguro heredaría sus propiedades, pero que era todo un inútil y, además vicioso, pero costumbre y en ese lugar eso era muy importante aún. Por otra parte, su novio Enlai, había dejado pasar la oportunidad de casarse con ella debido a que no tenía el suficiente dinero para ello y prefirió irse lejos, dejándola sola y ahora a merced de sus padres, que seguramente la obligarían a casarse con el hombre a quien no amaba. Esta situación venía pasando durante los últimos días y había llegado a este punto culminante en el que ella necesitaba una solución y para esto buscaba mi ayuda.

_Pero al fin de cuentas niña, en que puedo yo ayudarte... -le dije tras no entender qué podía aportar alguien como yo- no creo que pueda hablar con tus padres, dudo mucho que me escuchen.

_No es eso Esteban, - me dijo preocupada aunque muy decidida - necesito que te conviertas en mi Qíngrén.

_¿En tu qué?

_En mi amante... Debes convertirte en mi amante, en alguien que se responsabilice de mí... y me lleve a vivir al extranjero con él...

_Pero Lixue, me pides algo serio, crees que tu madre se lo creerá... cuando le digas que eres mi amante... No creo que sea una mujer tonta.

_Deberá creerlo... porque lo que te pido no es para que lo finjamos... te pido que en verdad lo seas... y que cuando te vayas, me lleves contigo... Así al llegar a tu país, podremos separarnos, pero mientras tanto yo seré tu amante con todas las reglas que aquí se practican...

_Pero Lixue, yo estoy casado... no puedo... Tal vez si fuera solo fingido, pero incluso así no creo que sea correcto... Aparte que mi esposa jamás estaría de acuerdo con algo así.

_Tu esposa no se enterará si no se lo dices tú, yo tampoco lo haré. No poder fingirlo, eso sería deshonra mis padres y para mí. Si tú tomarme por tu amante, mi partida será honorable y podré regresar cuando quiera, pero si todo es una mentira sería una mujer despreciable...

_Pero igual te digo, tal vez nadie podría enterarse...

_Lo sabría yo... -dijo la hermosa chica que hasta ese momento me ayudaba con la traducción y que si yo aceptaba se podría convertir en mi amante.-

_No lo sé... Lixue... es algo muy serio...

_Piénsalo Esteban, si aceptas tendrás todos los derechos sobre mí... al igual que las obligaciones mientras estamos aquí, ya cuando estemos en tu país ser diferente...

Nos despedimos, ella con una clara idea de escapar de todo y una ruta clara hacia su futuro, yo en cambio a más de mis problemas ahora tenía un dilema moral que no sabía cómo le contaría a mi esposa; esta idea tan descabellada que tenía la chica me estaba empezando a dar una mala espina, incluso pensé no decirle absolutamente nada, ya que al menos durante unos minutos no vi la forma de abordar este tema para que de alguna forma suene razonable. Cómo se le explica a la esposa que otra mujer quiere que uno se vuelva su amante, aunque sea para salvarle de un casamiento forzado, al principio suena razonable, pero y si después todo se vuelve una trampa o algo así, no sabía que pensar.

Lo único que tenía completamente claro era que yo no era un adonis que se acuesta con cuanta mujer se pone en frente, solo era un mortal con más hueso que carne, que suerte pudo enamorar a una bella mujer como Cristina y que al fin de cuentas no tiene este tipo de oportunidades ni siquiera en una novela de ficción. Ahora mi vida se había complicado de la noche a la mañana, mi mente ya no estaba en sus cabales, estaba delirando entre problemas que estaban por cambiar el curso de mi vida y lo peor de todo era que los reconocía claramente, aunque no podía encontrarles solución.

Si mis celos seguían así con Cristina, mi vida se convertiría en un desastre y lo entendía, estaba seguro que no estaba curándome con esta maldita terapia, lo que aquellas dos mujeres estaban era amaestrándome y lo peor de todo es que al no tener forma de confirmar que lo que me decían era verdad o no, eso terminaba por romperme la cabeza. Ahora para completar esto aparece esta chiquilla que se le ocurre convertirme en su tabla de salvamento para escapar de una vida que la atrapaba, proponiéndome un trato que de ser verdad a cualquier mortal en sus cinco sentidos lo haría quedar como un idiota si no aceptaba, pero por otra parte, ¿y si lo que pretendía era engañarme para luego extorsionarme? Eestaba completamente loco con tantas cosas, por lo que lo mejor fue tomar dos tragos bien cargados e ir a dormir como una piedra.

Al día siguiente habilité nuevamente mi conexión para hablar con Cristina a la hora de siempre, habían sido dos días en los que la había evitado a toda costa, bloqueé sus mensajes y no leí el correo, estaba tan lejos que desaparecer no me fue difícil, pero al final tenía que charlar con ella nuevamente, lo que no me esperaba era que al fin de cuentas no estaba tan recuperado como lo creía.

_... ¿Por qué no has querido hablar conmigo?... - mi esposa hablaba con seguridad, me sorprendía la tranquilidad con la que manejaba lo que yo pensaba sería una crisis - ¿Acaso te molestó lo que te conté o lo mejor era no contártelo?

_No lo sé... creo que al final sí, estoy molesto contigo por todo lo que me contaste, pienso que si me dijiste la verdad creo que has ido demasiado lejos con la terapia de Susana y en cambio sí me has engañado… pues peor, creo que lo único que ustedes hacen es jugar conmigo como su marioneta, adiestrándome y condicionándome como si fuera una rata de laboratorio... Al final de cuentas, siento que me tratan como un idiota con el que pueden jugar a placer.

_No digas eso... No pienso que seas un idiota... - dijo Cristina muy calmada, creo incluso que tenía un aire de reto - Creo que se nos ha ido de las manos...

_¿Entonces fue verdad? - dije exaltado y con la voz en un hilo. - Cristina, por amor de Dios, dime la verdad por una vez... ¿Acaso realmente ocurrió todo lo que me dijiste?

_Tiene alguna diferencia que así sea... - dijo Cristina tan calmada como siempre. - No creo que hubiera sido para tanto...

_Como que no fuera para tanto... si me cuentas que te has pasado una noche chupando cuanta polla se te presenta en frente... ¿Cómo no va a ser para tanto?

_Reconoce que solo son celos mi amor... - dijo manteniendo la calma siempre - Susana me dijo que debías reconocer esto... Me dijo que si te presionaba lo suficiente seguro sentirías celos... Eso es justo lo que debes sentir ahora Esteban…

_Por favor, no juegues de nuevo conmigo Cristina... por favor ya déjate de esas cosas...

_¿Acaso dudas de todo lo que te he contado mi amor?

_Pues... sí, no te creo en absoluto - respondí ya exacerbado - no creo que hayas podido hacer nada de eso... Tú no serías capaz de... bueno, tú no eres tan put...

_Vamos dilo completo, no soy tan puta... O sea no es que me creas o no, sino que no me crees capaz de ser tan puta... solamente es eso verdad... - el tono de voz de Cristina había cambiado sobremanera, aquella última palabra había cambiado todo, ahora ella sí que estaba enojada, la reconocía perfectamente.

_Si... -calmé mis ánimos, pero noté como aquello había hecho rabiar a mi esposa hasta el centro de su hígado - te conozco y sé que no serías capaz de hacer algo así...

_Y si sabes que no soy tan puta, si dices que tanto me conoces, si piensas que no soy capaz... porque diablos no tienes confianza en mí? ¿Porque te la pasas celándome por todo y por nada a todas horas? Si me conoces ¿por qué no crees lo que te acabo de decir?, ¿acaso crees que soy una mentirosa y que te engaño hasta con la luz del sol? No Esteban... no, lo que en realidad me quisiste decir es que no soy lo suficientemente puta para hacerlo pero si para irme con cuántos hombres crees que pudiera irme, para eso si soy una puta... pero cuando te cuento lo que he hecho no soy capaz...

_Esteban eres un miserable y un idiota, pero ahora lo entiendo, lo que pasa es que me consideras a mí como una idiota a la cual hay que controlar y mantener a raya, que pese a que es incapaz de hacer nada no hay que darle ni un milímetro de cuerda para poder controlarla y tenerla a raya... Tú eres el controlador y machista, que busca únicamente tenerme a bajo su sombra y su dominio para que puedas lucirme como si fuera un trofeo de feria… Pero esto no… no va mas…

_Y ahora con eso justificas todas las cosas que han hecho tú y Susana… ¿Por eso han estado como unas putas en aquel lugar? – Yo igualmente perdí la razón y me enfrasqué en una pelea que no tenía visos de poder ganar.

_Eres un idiota... todo fue un juego… Me escuchas TODO… como los que habíamos preparado antes, pero tú no entiendes nada y sigues siendo un celoso, inseguro e imbécil... que solo busca controlarme para tenerme a su lado como un mueble al que nadie puede ni siquiera ver. Pero claro como tú no te enteras de nada, pues ni siquiera se te pasó por la mente que todo ha sido para que puedas liberar tus sentidos y los aprendas a controlar; pero claro lo que mejor se te ocurrió fue creerme que soy una puta que se va con el primero que encuentra y que encima te lo cuenta con detalles… Hay que ser tarado para no darse cuenta…

_Y como creerte ahora... me dices que fue un juego, pero bien pudiera haber sido todo lo contrario y...

_Ves... te escuchas tú mismo... ahora tampoco me crees cuando te digo que solo fue un juego que hicimos contigo... No, no Esteban, no hicimos nada, solo fueron palabras y fantasías... Pero claro ni eso puedes reconocer y me dices que soy una puta... Pero ahora te vas a enterar...

_Pero Cristina...

Ahora fue ella quien con estas últimas palabras cerró la llamada, ahora fue ella quien me dejó a mí hablando solo frente a un ordenador al otro lado del mundo. Toda la furia, los celos y la desconfianza que había tenido se habían ido al traste, ahora la que realmente estaba enojada era mi esposa, tal vez con algo de razón o no, pero ahora no importaba.

Mi furia por la supuesta manipulación a la que estaba siendo sometido, pronto se disipó en lo que realmente había sucedido, eso era nuevamente parte del tratamiento y nuevamente me sentía como un idiota. Solo pensaba la forma en la que ahora iba yo arreglar todo esto, con un mundo de por medio, ahora era yo quien tenía el problema de cómo hablar con mi esposa, que seguramente me bloqueará como yo hice con ella...

El tiempo pasó y ahora ni el trabajo podía quitarme de la mente todo lo que estaba sucediendo en mi matrimonio, estúpidamente intenté contactar con ella, quien como yo había hecho ahora me ignoraba por completo, incluso nuestra psicóloga no daba muestras de vida y tan solo me respondía con mensajes que ya se contactaría conmigo, que tuviera paciencia. Solo tras tres días de estar sin saber nada de ellas y tras haber intentado de todo para que me contestara, le envié mensajes llamadas, incluso un buqué de flores a domicilio, pero ni así; pero de pronto lo vi, había algo que tal vez pudiera funcionar.

Me costó un tiempo tomar valor y animarme, pero al final con todo lo que ello implicaba tome aquel maldito candado que durante algunos días había pasado tirado en el baño y haciendo de tripas corazón volví a colocármelo por mi propia cuenta nuevamente. Tal vez este sería el mensaje que pudiera llegar a Cristina, ahora solo sería cuestión de que si realmente ella estaba o no dispuesta a escucharme y entenderme. Era sábado y aún sin respuesta me mantuve preso por aquel aparato infernal que me martirizaba y me llevaba al sufrimiento, pero consciente de que esa sería la única manera de lograr que Cristina entendiera que no quería perderla, que si ella me daba una oportunidad podría realmente salir victorioso o tal vez moriría en el intento.

Llegó la hora en la que usualmente nos comunicábamos, yo estuve conectado durante 10 minutos esperando que ella pudiera conectarse antes, pero tras 15 minutos pasados empecé a comprender que tal vez no había sido suficiente; incluso me planteé el que ella no haya visto esta última y desesperada boya de salvación que tanto dolor me estaba generando. Pero cuando estaba por perder la esperanza y desconectarme, vi como aparecía un mensaje de Cristina al otro lado del mundo. Muy pronto su rostro apareció en escena, se la veía preciosa como siempre, su rostro y su vestido bien arreglado, como pude imaginar nada guardaba su vestimenta con lo que se suponía debíamos hacer en estos momentos que debíamos dedicarnos al placer mutuo, ahora estábamos listos para algo más.

Se podía apreciar que llevaba un vestido muy lindo que ella tenía aunque no lo usaba casi nunca, le quedaba de infarto y esa era la causa por la que yo me oponía cada vez que ella se lo ponía; mostraba claramente su figura y principalmente su trasero, exaltándolo hasta su plenitud ya que podía observarse claramente cada uno de sus mejores ángulos.

_Hola amor... ¿cómo estás? - me apresuré en saludarla, notablemente alegre de que ella se contactara.-

_Vi que te pusiste nuevamente el candado... -mi esposa iba al grano directamente, su voz aunque tranquila, mostraba lo dura que podía llegar a ser y claro lo enfadada que aún estaba conmigo- ¿Porque lo has hecho?

_Porque me importas, me importa nuestro matrimonio y no quiero perderte... Por qué más podría ser.

_Si realmente yo te importara no me hubieras insultado de aquella forma Esteban. Esto ya ha sido la gota que ha derramado el vaso, ha sido suficiente... No creo que podamos seguir así... Yo creo que seguir así no tiene sentido, nos estamos haciendo daño…– me lo dijo sin exhalarse ni mostrarse rabiosa.

_Cristina... - mi sangre se me heló, la situación que siempre había temido se presentaba ante mí en forma de una pesadilla de sangre y hueso, mi esposa me miraba como si lo nuestro ya no tuviera sentido- ¿Qué quieres decir?

_Que no puedo más, no puedo más con esto... No he parado de pensar si realmente este matrimonio tiene futuro o no Esteban, si bien es cierto que has tratado de luchar contra esta maldita manía tuya de celarme por todo y te lo reconozco, por otra parte creo que también te está afectando terriblemente y está aflorando lo peor de ti y yo ya no sé si te estoy ayudando o solo entorpeciendo. Tal vez lo mejor sea que cada uno nos vayamos por mejores caminos y encontremos la felicidad separados.

_Pero, yo lo intento mi amor... Te juro que yo lo intento con toda mi alma... Pero a veces es más fuerte que yo.

_Lo se Esteban y lo siento mucho yo también y justo por eso estoy aquí, tras pensarlo un millón de veces... Ahora creo que en definitiva tenemos dos opciones; primero y la que creo que es la mejor es que ahora mismo debemos divorciarnos y dejar que cada uno vaya por su propio camino, para que dejemos que esto no se empeore y acabemos aun haciéndonos más daño.

Yo me quedé completamente helado, esto estaba ya fuera de control; mi esposa estaba decidida a terminar todo lo que habíamos construido, ya la idea de separarnos se había puesto en la mesa, pero nunca antes con tanta certeza de que sucedería. De no ser por haber estado sentado, creo que me hubieran fallado las piernas de inmediato. Pero había otra opción, una a la que habría de aferrarme a como fuera lugar, aunque por alguna razón eso me aterraba.

_¿Y la otra? - pregunté casi como un susurro, con miedo a que fuera peor de lo que me imaginaba.

_Pues Susana me ha convencido de que podemos intentar con otra... aunque creo que no sea la mejor idea, pero si queremos llegar a arreglar nuestro matrimonio, tal vez sea lo único que pudiera hacerlo de una vez... o acabar con lo nuestro de igual forma… De lo que me ha convencido Susana, es algo que entiendo resultará doloroso para todos, pero que si lo manejamos como personas maduras puede llegar a arreglar el desastre que ahora es nuestro matrimonio.

_Aceptaré cualquier cosa por no perderte... Lo que quieras.

_No aceptes antes Esteban… he conversado largamente con Susana y me ha dado una esperanza de que aún tenemos forma de arreglar nuestro matrimonio, esto ya no será un tratamiento ni mucho menos, ahora será una última oportunidad para arreglarlo o para alejarnos para siempre… creo que es una decisión muy dura y lo que nos espera será muy doloroso, pero será lo último que hagamos para salvar nuestro matrimonio...

_¿Pero qué debemos hacer?

_Vamos a divorciarnos... temporalmente.

_¿Cómo? No te entiendo.

_Vamos a darnos un tiempo para pensar y asimilar si realmente debemos seguir, pero no solamente eso, deberá ser una separación real, para nosotros y para el mundo nosotros estaremos divorciados, de manera que asumamos todas las consecuencias que esto conlleva... Tras un buen tiempo de separación volveremos a conversar y ahí nos podremos dar cuenta de si efectivamente podemos o no seguir como pareja, ahí será cuando definamos si nuestro amor puede salvarse y volvemos a ser un matrimonio o si lo mejor será seguir separarnos para siempre.

_¿Y cuánto tiempo estaríamos separados? - pregunté, mientras me guardaba la duda que más me estaba carcomiendo-

_Susana dijo que deberá ser de al menos 6 meses, cree será el tiempo suficiente para poder reencontrarnos como pareja o separarnos como amigos. Me convenció cuando me dijo que será un poco más fácil ya que tú aún estarás un par de meses más en el exterior y nos dará algún tiempo para estar solos, pero cuando regreses las cosas deberán ser diferentes.

_No quiero perderte mi amor, te esperaré todo el tiempo que necesites... -dije para mi antes que para ella, trataba de darme ánimo, pero claro estaba algo que no cuadraba, era algo que me asustaba pensar y que prefería mejor no saber.

_No es tan fácil mi amor... - sus palabras de cariño ahora me sonaron a gloria, pero mi esposa se mostraba apesadumbrada, aunque decidida a todo - No es todo... Y justo eso es lo que realmente hará que podamos o no volver juntos... Ten en cuenta que para todos estaremos separados, para nuestra familia, amigos y demás, estaremos separados y como tal deberemos seguir adelante con nuestras vidas... legalmente no vamos a hacer absolutamente nada, pero para todo el mundo creerá que estamos divorciados.

_Si, si, lo que sea mi amor... lo que sea por no perderte... -Estaba y sonaba desesperado.

_No lo digas tan pronto... Susana me lo he explicado bien y tú debes estar completamente claro en lo que va a suceder Esteban... Tanto tú como yo deberemos seguir con nuestras vidas; seguiremos adelante como si realmente estemos separados, Ella puso mucho énfasis en esto, me indicó que quiere que nos consideremos ambos como personas divorciadas y libres de tomar nuevas opciones...

_Pero no entiendo...

_Pues eso... que si quieres podrás estar con alguna otra mujer durante ese período, yo lo deberé tomar como tal y al final del tiempo que nos demos, no habrá reclamos y no habrá peleas ni echarnos en cara por lo que pudo haber sucedido durante nuestra separación. Tendremos que contarnos todo lo que hemos hecho y solo cuando nos hayamos contado todo, decidiremos si seguimos juntos o no.

_¿Y tú? - pregunté sabiendo exactamente que la respuesta era igual, aunque con la esperanza de que no lo fuera, por una parte rogué por que las condiciones no fueran iguales, pero al final debí haberme ahorrado esa súplica- ¿También tendrás esas condiciones?

_Conmigo... será algo diferente... - al principio creí que ella decidiría si tenía o no alguien más, pero que se mantendría todo en plan algo de tonteo pero nada más… iluso de mí. - En principio yo también deberé seguir con mi vida como una mujer divorciada y ante todos trabajo, amigos y familia, lo que si deberá ser diferente es que mientras tú tienes la opción de estar con otra persona, pues yo no...

_¿A qué te refieres? - dije en aliviado en un principio, pero al final la realidad me golpeo justo en el estómago.

_Pues yo no tengo la opción... Susana me ha dicho que yo obligatoriamente tengo que buscar una persona durante ese tiempo... Yo tendré que entablar una relación con otro hombre, con todo lo que esto conlleva... Y si al final de nuestra separación, aún me consideras como el amor de tu vida y tu compañera hasta el fin de tus días, y yo estimo lo mismo contigo, seguiremos juntos, en caso contrario, nos separaremos.

_Pero... - ahí lo entendí todo, está ya no sería una prueba, esto iba a ser una realidad, tendría que alejarme de mi esposa para que otro hombre se meta en su vida y claro en su cama para que después de que todo haya pasado poder sentarnos y decidir si podemos o no seguir juntos.- Creo que esto es un terrible error...

_Yo igual… pero el error creo está en que aún seguimos casados Esteban… Aunque yo te ame, no creo que algo de esto salga bien, pero es una opción que me parece que pudiera salvarnos.

_¿Y si al final tú decides quedarte con el hombre en lugar de conmigo? ¿Qué pasaría si te enamoras de él?

_Es parte del riesgo que corremos mi amor... y piensa que tú también puedes elegir dejarme tras saber que ya no eres el único que me ha follado desde que nos casamos o tal vez encuentres a otra mujer que te llene más que yo... Lo único que podré estar segura después de esto es que si me aceptas tú sabrás que yo estoy contigo porque quiero y porque te amo y yo sabré que estás conmigo porque igualmente estás enamorado de mí y que esos celos estúpidos ya no podrán estar presentes en nuestra vida nunca más; tras eso podremos ser una familia con una enorme casa y muchos hijos o definitivamente buscar nuevos horizontes cada cual por su lado...

Mi sangre se heló, no podía ni siquiera pestañear. Estaba casi catatónico de la sorpresa que me estaba dando mi esposa, pero algo en el fondo de mi me decía que si no aprovechaba esta última oportunidad, lo mejor sería dejar que mi esposa se marche y rehaga su vida con un hombre que la ame más que yo... Pero sabía, en el fondo, que eso no podría suceder, yo la amo completamente y no pienso dejar que otro hombre gane el corazón de mi esposa.

_Tengo mucho miedo... tengo miedo de perderte, que te hayas cansado de mí y que encuentres otro hombre que te de lo que yo no he sabido ni podido darte. Te amo con todo mi corazón y si al final esta es mi última oportunidad... la tomo.

_Yo también te amo con todo mi corazón y quiero que seamos la familia que tanto hemos soñado... pero no puedo vivir con tu inseguridad y tus celos enfermizos... Yo también tengo miedo mi amor... miedo a que llegado el día me desprecies y aunque te siga amando tenga que dejarte ir... tengo miedo de que ya no me ames tanto como ahora, miedo a que encuentres alguien más... pero si tú haces tú mejor esfuerzo y me juras que me seguirás amando... pues prometo que si volvemos a estar juntos será con un amor nuevo y muchísimo más intenso que antes.

En ese instante ella tomó su teléfono y a miles de kilómetros de distancia abrió el candado que me sujetaba a ella y me liberó; pero también se liberó de mí y de mis inseguridades y celos, se liberó de todo lo que yo le estaba dando y principalmente ganó su paz y tranquilidad para ser la mujer que ella siempre fue y que yo le había quitado debido a mis miedos y celos.

_Te amo... - fue la último que dijo mientras colgaba la conexión y me dejaba con la boca completamente abierta y el corazón comprimido.-

Creo que hasta una hora después pude realmente asimilar todo y llorar, llorar como nunca lo había hecho, llorar hasta casi desfallecer; había perdido a mi esposa, tal vez solo durante unos meses, pero podría ser también para siempre. Me sentí complemente solo y abandonado al otro lado del mundo, sin amigos o familia, tan solo gente con la que trabajaba... y claro también estaba Lixue.