Tuve que apremiar el trabajo para cumplir con todas, algunas me dieron sorpresas y a otras se las di yo pero en general estaba muy satisfecho.
Le demostré a mi abuela de que iba aprendiendo aunque aún iba a recibir muchas sorpresas, pero como la familia…
Cuando yo creía que todo era color de rosa aprendí que todas las personas no son iguales y a cada una hay que tratarlas como se merecen.
Los encargos iban saliendo pero los pedidos llegaban sin cesar, me costaba esforzarme mucho para cumplir pero tenía buena voluntad y las clientas quedaban satisfechas.
Ya tenía demasiados encargos y debía terminarlos pero me tuve que organizar para cumplir con todas.
La clientela aumentaba y eso no era mala señal pero se acumulaba el trabajo y las clientas no tenían reparos en probar mis habilidades.
Mis habilidades con la aguja y el dedal iban paralelas a mi ampliación de conocimiento con las féminas, una cosa iba unida a la otra y yo cumplía mi sueño.
Parecía que había encontrado mi destino, la aguja y el dedal no sólo eran mis amigos, también eran mis compañeros de aventuras.
Parecía que había encontrado mi destino, la aguja y el dedal no sólo eran mis amigos, también eran mis compañeros de aventuras.
Ya ultimamos los detalles de la partida y volvimos muy a nuestro pesar a casa, ahora nos quedaba la tarea de preparar la llegada de mi familia argentina para pasar una temporada en España
Los regalos que nos trajo Gerta de Francia fueron un éxito, especialmente el vestido para Corina pero las noticias de la inminente vuelta a España precipitaron las cosas.
Con el encuentro casual con Marga y después con Malena me había despedido de las dos personas que mejor me llevaba y aunque sabía que seguramente no las volvería a ver siempre me quedaba la esperanza de que fuera la penúltima.
Con los preparativos para la vuelta a España iba despidiéndome de las amistades que había hecho en La Argentina, incluso ofreciéndome de recadero de regalos para una paisana, estaba decidido a agradecer a todos el trato que me habían dispensado.
Con los últimos planes mi hijo y Corina habían puesto en marcha los preparativos para el traslado, para mí fue una inyección de adrenalina, hasta ahora había vivido experiencias muy gratificantes pero no quería defraudar a nadie y quedar como un señor antes del regreso.
A la vuelta de Colonia estaba muy contento, cruzar el Río de la Plata, conocer a la tía y la prima de Corina me gustó mucho, las chicas estaban preocupadas pero cuando volvimos se habían quedado mucho más satisfechas, a Corina le encantó.
Sin tenerlo previsto hice un viaje a Colonia en Uruguay, allí me esperaban nuevas experiencias a la vez que bonitos paisajes.
Una de las cosas que más me agradaron y me sorprendieron fue la amistad y complicidad que surgió entre mi mujer Elena y mi nuera Corina, yo seguía con mis ganas de viajar y conocer gente nueva…
En Tucumán me iba a reunir con mi hijo o eso creía yo pero ya era hora de volver y lo hicimos, había pasado unos días muy agitados y un descanso en casa me vendría muy bien, sabía que me esperaba la familia.
Reconozco que soy una friki de la Navidad, de siempre la he festejado pero como ahora no…
La familiaridad inocente con mi vecina se acabó de momento y me enseñó un mundo desconocido para mí.
De Salta he visto muchas maravillas, alguna de 1.70 con ojos grises, otras más de vértigo (o no) como el Tren a las Nubes por los Andes, ahora me dirijo a Tucumán, tengo mucho interés en ver qué hay de bueno.
Mi llegada a Salta fue un poco accidentada y la sorpresa que me esperaba al conocer a la hermana de Dora fue mayúscula, mis horizontes se iban ampliando y de paso hacía turismo.
Lo normal desgraciadamente es que los divorcios sean traumáticos como mínimo pero en mi caso fue providencial, mis padres me han dado una vida muy feliz.
Estaba muy preocupado por Malena, no estaba nada bien, tenía problemas matrimoniales pero el problema real (por lo menos para mí) era que se había quedado preñada, por suerte mi hijo me invitó a que hiciera una escapada con él.
Las mujeres de mi familia me cuidaban y estaban pendientes de mí, yo se lo agradecía en lo que podía, con Malena tuve que hablar para consolarla en sus problemas…