NOTA DEL AUTOR:

Lo que aquí se cuenta es algo que tiene partes tanto de la realidad como de ficción. Si alguien se siente afectado por los contenidos de este relato, deje un comentario y veré si se puede arreglar. Espero que sea de su agrado; estoy abierto a sus críticas... así veré si puedo seguir así, mejorar, o dejarlo...

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Estábamos ese día, en aquel espacio reservado solo para los dos, para aquella ocasión, ella, Isabel, una preciosura de 19 añitos... blanca, 1.65 de estatura, cabello negro, buen cuerpo... venía de estudiar en la universidad, llevaba puesta una minifalda y una blusita blanca... rápidamente, los dos allí, solos y deseosos el uno del otro... el ambiente se empezó a acalorar...

Se sentó en una silla y empezó a rozar su mano derecha por entre sus muslos, con la intención de masturbarse...

I: ¿Sabes? Me encanta masturbarme... ¿¿A ti te gusta??

S: Ajá – fue lo único que pude decirle.

I: ¿¿Has visto a una mujer masturbándose??

S: ...No.

I: ¿Y lo haces muy seguido bebe? Es delicioso...

S: ...Pues sí...

De pronto, me acerqué a ella y empecé a subirle su faldita; quería hacérselo por debajo d la falda

I: Mmmmmmhh.... síííííí... Pero házmelo con la lengüita...

Le subí más su falda y empecé a chuparle su conchita... disfrutando cada instante... mientras lo hacía, desanudé su blusita y luego le acaricié las tetas...

I: ¡¡Mmmm que ricooooooooooooo!! ¡¡Debes tenerla de buen tamaño... me encanta un hombre que tiene su pene grande!!

S: ¿Sí...?

I: Me encanta sentirte rozar tus labios en mi conchita.... Ahhhhh... Me humedece

La sentía, estaba muy húmeda, y sentía que al mismo tiempo, ella se frotaba tu clítoris... sentí cuando ella me entregó todos sus fluidos... con un rico sabor... Ahora estaba desnudo adelante suyo... sin pensarlo, cogió mi pene... y me hizo una paja bien rica con mis manos, luego lo tomó en su boca... esa mamada fue toda una experiencia que realmente me gustó...

Luego me puse atrás suyo y le apreté las tetas... le frotaba sus pezones muy suavemente, al mismo tiempo que intentaba penetrarla... ella estaba muy mojadita y húmeda, así que no fue mucho esfuerzo

- Me encantaría sentirte dentro...

S: Quiero hacerte sentir como una mujer de verdad....

Entraba y sale de ella mientras le producía un orgasmo rico, a su parecer...porque estaba gimiendo de placer... mientras le bombeaba su vagina muy húmeda... al sentir que me iba a venir, se la saqué... y se la metí por el culo... allí, empecé a entrar y salir muy despacio...

I: No te desesperes...despacito... bien apretadito... síííííííííí... la estoy sintiendo todita dentro de mí...

Entraba y salía... muy despacio... ella solo lo disfrutaba...

I: ¡¡Sííííí me encanta!! ¡¡Te siento, te siento!! ¡¡Continúa... no te detengas!!

La estaba partiendo en dos con los movimientos, mientras se movía disfrutándolo todo... gritando como desesperada...

S: ¡¡Ya estoy por acabar!!

I: ¡¡Ssííííí... quiero sentir tu lechitaaaa!!

Entonces acabé adentro de su cola y se la dejé llena... luego ella se vino...

I: ¡¡¡Me vengo... sííííí... sííííí!!!

S: ¿Terminaste?

I: Sííííí... hmmm que ricooo... me gustooo... qué ricooo...

S: ¿Qué tal estuvo?

I: Excelente............

S: Qué bueno... ¿Cómo quedaste?

I: Me encantó... estoy satisfecha... mmmmmmm... mmmmmmm...

Fue una experiencia que nos agradó, conversamos un buen rato sobre nosotros y lo mucho que nos gustó, pero así, como llegamos allí, luego nos perdimos cada quien en su propia vida, lejos de aquella computadora que nos había hecho sentir esa fantasía como nuestra; y es que todo eso no había sido más que una sesión de cibersexo, así como muchas otras que, tal vez, ni se cuenten o se pierden entre los recuerdos...