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Casos reales: 1 - Juliana

en Amor filial

NOTA DEL AUTOR:

Lo que aquí se cuenta es algo que tiene partes tanto de la realidad, como de ficción. En estos casos, los nombres han sido cambiados para no comprometer a los personajes reales. Si alguien se siente afectado por los contenidos de este relato, deje un comentario y veré si se puede arreglar. Espero que sea de su agrado...

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CASOS REALES: 1 - JULIANA

Mi nombre es Juliana, tengo 14 años y soy morena, alta, de cabello negro enroscado hasta más abajo de los hombros, con culo grande, senos pequeños y piernas flacas,... una lindura de mujer...

Lo siguiente ocurrió en la navidad del 2004, había ido a la casa de mis tíos. Me alegró reencontrarme con los familiares que no veía desde hacía tiempo, pero entre todos, me alegró más volver a ver a mi primo Alex, el cual ahora tenía 17 años; en especial porque él fue mi primer novio, cuando yo tenía 7 y él 10 y vivíamos cerca uno del otro; sin embargo, cuando ella tenía 11 terminamos nuestra relación porque él tuvo que irse a la zona donde vive actualmente, por eso no nos habiamos visto en años. A pesar de todo, yo no me había olvidado de él, y estaba segura de que él tampoco me había olvidado...

Llegué con mi madre y luego de los saludos a los familiares, estuve conversando con Alex por un largo rato sobre lo que habían sido nuestras vidas desde la última vez que nos vimos; hace como 3 años. Mientras estábamos en ello, recordábamos cómo había sido ese "noviazgo" infantil que tuvimos, todo inocente, y viéndonos ahora... me imaginé que luego de ese día, ya no nos veríamos en años, y se notaba que tanto él como yo estaban dispuestos a tener un "recuerdo", y que fuera hasta las últimas consecuencias... y no era solo yo... también pude ver en su mirada ese deseo que él sentía por mí, solo que ninguno de los dos se animaba a decírselo al otro.

 

Y la situación fue favorable para nosotros: como faltaban algunas cosas para la celebración, los mayores salieron a comprar lo necesario. En la casa solo se quedaron los pequeños, que dormían en un cuarto del segundo piso, Alex, su hermana Sandra, de 16 años en ese entonces, y yo. Nos habían dicho que al regresar, les repartirían sus regalos a los primos más pequeños, y los paquetes estaban guardados en el sótano, así que teníamos que llevarlos a la sala. Decidí hacerlo rápido para seguir conversando con Alex, y como no podia sola, tuve que pedirle un poco de ayuda.

Él entró y fue allí que, mientras me agaché para recoger algunos paquetes que estaban allí, sentí cómo dos manos grandes que la agarraban de la cintura y algo como duro que me apuntaba por entre las piernas, entonces me di cuenta de que al agacharme, con la faldita que llevaba puesta, me dejaba todo expuesto. En ese momento me sentia asustada, porque todo ocurrió así sin previo aviso, sin embargo, el saber que se trataba de Alex me confortó rápidamente y me hacía querer que pase de todo.

A: ¡Mira lo que has hecho...!

Quedamos unos segundos asi, yo agachada con todo mi culo expuesto hacia él, quien en ese momento me apuntaba con su miembro, que se le notaba que lo tenia tieso. Luego él tomó la iniciativa y empezo a acariciar mi cuerpo suavemente, transmitiendome una sensación muy placentera, entonces se paró y nos miramos a los ojos... viéndolo así como era en ese momento, realmente estaba mejor que la ultima vez que nos vimos

A: Juliana... estas preciosa, primita...

J: Alex... yo ...

A: No digas nada...

J: Sí... ahhhh...

Fue alli que me besó con ternura... esa sensacion me gustó mucho, entonces le respondí el beso y estuvimos un buen rato unidos así... luego él se separó un poco y empezó a deshacer los nudos de mi blusita, y luego, me la quitó y la tiró al piso, mientras con un suave tirón hizo caer mi falda y, al mismo tiempo, me desabrochó el sujetador y lo tiró por allí. Entonces sentí que me besaba los pechos, mientras me acariciaba los muslos... en ese momento sentía una enorme excitación... ya tenía ganas de que empiece a hacerme algo...

J: Vamos.. Alex... hazme tuya... aquí... y ahora...

A: ¿Eso quieres?... vamos... sácamela...

Apenas puse la mano encima de su bulto sentí miedo y retiré la mano.

A: Tranquila... Juliana, ya te acostumbrarás a tenerla entre tus manos... ahora, cuando la tenga afuera, quiero que me la beses y te la chupes todita, ¿entiendes?

J: Sí, Alex... lo haré, pero quiero que me lo hagas ya...

A: Lo prometo...

Entonces él se metió su mano en su pantalón y sacó su pene... realmente era una cosa enorme con venas, él guió mi mano para tocárselo y se sentía muy duro y caliente, sin embargo, me sentía un poco insegura porque no sabía si tremenda cosa iría a entrar en mí... y si lo hacía, sería muy doloroso... ¿Pero no era eso lo que quería desde hacía tiempo? Estar a solas con mi primo que tanto deseaba... los dos a punto de hacer el amor, aunque sea en un sótano y casi a oscuras... no importaba el lugar o el dolor que iría a sentir, solo el que por fin se cumpliría lo que esperaba... y pudo ser... si no fuera porque cuando estaba agachándome para chuparle su tronco, Sandra se apareció en la puerta del sótano y mientras bajaba viéndonos, se empezaba a desabrochar su blusa...

S: ¿Qué hacen allí? ¿Puedo participar?

J: No creo que-

A: Sí, Sandra, ven aquí, hermanita...

No podía soportar ver cómo Sandra me había arruinado mi sueño... ahora estaban ellos dos abrazándose y besándose... me indigné y empecé a recoger mi ropa que estaba tirada en el piso, mientras él le había bajado el cierre de sus pantaloncitos a Sandra y le empezaba a chupar su vagina. Me vestí rápidamente y cargué algunos paquetes hacia la sala, y los dejé allí, Cuando llegué a la puerta, ocurrió algo que me dejó destrozada por completo...

S: ¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAHH HHHHHHHHHH!!!

A: ¡Tranquila, preciosa.... muevete mas... asííííí... qué rico...!

Él le estaba haciendo el amor con muchas más ganas de las que pensé que me lo haría. Con esa imagen en mi mente, me fui a la sala a dejar los paquetes y lloré mucho por lo que me había hecho... esperé a que los demás lleguen para empezar con la celebración. Luego de unos 10 minutos salieron del sótano como si nada hubiera pasado, aunque a Sandra se le notaba que caminaba con cierta dificultad.

A pesar de lo ocurrido, durante la celebración familiar Alex intentó convencerme de hacerlo de una vez, pero no me podía olvidar de lo que había pasado. Sin embargo, más tarde me armé de valor e intenté buscarlo para salir con él y hacerlo a escondidas, pero mis ùltimas ilusiones murieron cuando lo vi con Sandra otra vez en el sótano: nuevamente estaban haciendo el amor.

Desde ese entonces, ya no quiero nada con él; fue una ilusión y ya se terminó. Ahora su familia vive cerca de mi casa y de vez en cuando nos vemos, sin embargo, todos nuestros encuentros terminan en discusión porque cada vez que se acerca a mí es con la intención de querer besarme; cree que es el único hombre en el mundo para mí, pero se equivoca, porque ya no me gusta como antes, en realidad, ahora es solo un fastidio.