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Zoofotgrafo (8)

en Zoofilia

ZOOFOTOGRAFO 8

Hoy les hablare de mi (con perdón), quizás no sea un relato muy interesante, pero les aseguro que ……………………. Bueno sigan leyendo y se enteraran.

Como saben, me llamo Joe, tengo ya algunos años (no muchos), soy más bien feo (no mucho), algo gordito (no mucho y estoy a régimen), vivo en España (más bien cerca), me dedico a la fotografía, estoy divorciado (POR SI LES INTERESA A ELLAS), soy etero (no he querido probar alternativas), soy zoofilico y ya está, no quieran saberlo todo. Hace algún tiempo conocí a Mary (primer relato de la serie), que me introdujo en este mundo y desde entonces mi sexualidad es toda una odisea, es decir, no sé cómo, donde, con quien o cuando voy a follar. Algunos me envidiaran pero les aseguro que hay días que ……… bueno, imagínense.

Ahora nos retrasaremos algo de tiempo y les relatare como aprendí, lo que se dé la zoofilia.

Un día al poco de conocer a Mary, llama y me dice.

  • Joe ¿te apetece acompañarme a una escuela de zoofilia?
  • ¿Cómo?, ¿una escuela? Le conteste de manera incrédula.
  • Siiiiii, una escuela. Me voy unos días y me gustaría que me acompañaras.
  • Claro que voy.
  • Ok, prepara ropa pera unos días y te recojo para ir al aeropuerto.

No había terminado de hablar y yo ya tenía el equipaje preparado. "una escuela de zoofilia" se repetía una y otra vez en mi cabeza.

Me recogió, estaba esplendida, vestía un treja muy vaporoso, de esos que si soplas un poco se le levanta, abierto por delante con solo unos botones sujetando la fina tela, parecía que en cualquier momento se iba a quedar desnuda, sus tetas se marcaban completamente a través del minúsculo sujetador que solo le tapaba el pezón dejando fuera media aureola, sentada en el coche, el traje abierto hasta más arriba de los muslos, podía verse una finísima tela que casi no podía tapar se precioso sexo, estaba impresionante. Yo al admirar todo aquello, no pude aguantar así que allí mismo en el coche la senté encima de mí y le ensarte la polla hasta el tronco, ella gimió agradeciéndome la follada inesperada, con el movimiento del coche el ritmo no podía ser acompasado así que lo disfrutamos tremendamente, casi legando al aeropuerto tuvimos un orgasmo, no fue espectacular pero si lo suficiente para calmar los ánimos. Viajamos a una ciudad del país y luego nos desplazamos en coche hasta un remoto pueblo entre montañas, allí nos esperaban dos personas. Después de las presentaciones de rigor, Mary me explico.

  • Ellos son Bartolo y María, son los responsables de la finca donde está la escuela y llevan más de 20 años enseñando a personas y animales. Son los que te van a adiestrar a ti, para que seas un buen zoofilico.

Ellos eran físicamente normales, del montón, como yo, ningún atractivo especial, quizás lo único que destacaba era el brillo de sus ojos, deban la impresión que eran dos personas muy felices. A mí me hacia tanta ilusión lo que me avían dicho que les pregunte.

  • ¿Cuándo empezamos?. Dándole a entender a Mary que me había quedado con ganas.
  • ¿Tienes prisa? Me pregunto María
  • Bueno, prisa lo que se dice prisa…….. si
  • Esta misma noche, si quiere Mary.
  • Ok. Contesto Mary con una gran sonrisa de complicidad.

Cuando llegamos a "la escuela", me llevaron a una cabaña, solo tenía una gran habitación con forma redondeada, el piso estaba acolchado como un tatami, nos quitamos los zapatos al entrar. Alrededor de la habitación y pegado a las paredes, había asiento de madera, dando la impresión que en ese recinto solían entrar grupos de personas. Mary se fue a un baño contiguo y cuando regreso solo traía puesto un minúsculo tanga y un precioso sujetador. Bartolo le pregunto.

  • ¿De uno en uno primero?
  • ¿Cuantos son?
  • En total seis son los que se tienen que examinar.
  • Ok, de uno en uno, pero empieza por el más pequeño.

Bartolo se fue y a los pocos minutos entro con un pequeño caniche blanco en la mano. Enseguida pensé, que podía hacer ese perrito con una mujer acostumbrada a un gran danés, una sonrisa vino a mis labios, cosa de la que Mary se percato.

  • ¿De qué te ríes Joe?
  • No sé qué vas a hacer con esa miniatura, como no te lo metas entero por el coño, no creo que vayas a tener muchos orgasmos.
  • ¿Sabes que este lo pido primero porque es el que más orgasmos me va a dar?

En aquel entonces, todavía no había aprendido a callarme y a no valorar lo que no conocía. Mary se tumbo en el suelo, soltaron al caniche que se acercó hasta ella, sentándose justo a su lado, esperaba que le diera las ordenes para empezar, ella le dijo algo y el perrito se acerco hasta su boca, empezó a pasarle la lengua por los labios, muy despacio, muy suave, cada vez más rápido, estaba obligando a Mary a abrir su boca, insistía tanto hasta que lo consiguió, lo hacía tan rápido que casi no se le veía la lengua que entraba y salía de la boca de ella. Mary gemía, abría y cerraba su boca pero el perro cada vez entraba mas dentro de ella, ya no podo mas, la estaba asfixiando con un beso tan profundo, que el placer era tremendo, ella sujetándolo por la cabeza, lo aparto de su boca para darle otra orden, este al oírla se sentó de nuevo, ella respiro profundamente, me sonrió y dio otra orden, pero el caniche no se movió, repito la orden y de nuevo la ignoro, seguidamente se quito el sujetador, repitió la orden y ahora sí, el perrito se acercó a los pezones de ella que estaban muy grandes y puntiagudos, es como el pico de una gran montaña, aun estando tumbada se mantenían apuntando hacia el cielo, empezó a lamerlos, mordisqueándolos de manera muy suave, ella cada vez estaba más cachonda y gemía con más fuerza, el perrito sabía lo que hacía, mordía muy suave el pezón y luego lo lamia de abajo hacia arriba, cada lametón la hacía estremecer, intentaba a garrarle la cabeza pero el saltaba a la otra teta y repetía en proceso, mordisco y lametón, así una y otra vez, una de las veces parece que no calculo bien la fuerza del mordisco y apretó demasiado, ella dio un grito muy fuerte y pude ver como se su coño salía un pequeño pero con fuerza, chorro de sus jugos, había tenido un orgasmo.

De pronto Mary ya no resiste mas, da una orden, el perro se sienta, ella como puede, temblándole las piernas, se pone en pie y me dice.

  • ¿Qué te parece?
  • Ha sido estupendo, es asombroso como responde a tus órdenes.
  • Te distes cuenta que no me toco hasta que no me quite el sujetador.
  • Si, es muy curioso y muy listo.
  • Esta adiestrado paro hacerlo solo si lo ve su objetivo y cuando empieza es terrible, se mueve muy deprisa.
  • Muy interesante y práctico, solo hay que tener cuidado en las playas de nudistas.

Se rieron unos minutos imaginando al pobre perro con tantas tetas en una playa. Mary se quito el minúsculo tanga, que le tapaba su precioso sexo, bien peladito, con una minúscula cantidad de pelo en lo más alto de la pelvis y que dejaba ver su clítoris enorme, se tumbo de nuevo y espero un minuto, después dio un orden, el perro fue hacia el sexo de ella, se tumbo entre sus piernas, olio y empezó a pasar la lengua muy despacio, lo estaba haciendo con mucha calma y a conciencia, así estuvo durante unos minutos, Mary dio un grito y dijo.

  • Pero bueno ¿Qué le habéis enseñado a este pequeño carbón?
  • Lo que nos pidió el cliente.
  • Dirás la clienta.
  • No, es un regalo en su 25 aniversario para una señora de su amado esposo.
  • Joe, toma nota, ya sabes que regalarme.
  • ¿En nuestro 25 aniversario? Pregunte
  • Bueno, hay que esperar mucho, mejor en mi cumpleaños.

Ella se tumbo otra vez y el caniche que había permanecido sentado durante el rato que ella se levanto, rápidamente volvió a meterse entre sus pierna, pero ahora se movía mas rápido, Bartolo dijo algo y el caniche empezó a buscar la entrada del coño que tenía delante, escarbaba con la nariz, apartaba los labios lamiendo hacia los lados y como sabiendo donde estaba el clítoris, lo lamia con mas suavidad durante unos segundos y se volvía a los labios. Mary cada ve gritaba mas, sus ojos se tornaban blancos, se cuerpo se retorcía de placer, desde que la conocía nunca la había visto así, estaba teniendo un sinfín de orgasmos. Me acerque más para ver mejor las maniobras que hacia aquella lengua con patas (y ver si aprendo algo), me doy cuenta de que le está metiendo todo el hocico en el coño, cada vez los pelos salen más mojados de los jugos de ella, que grita de placer. El perro sigue, es imparable, parece una maquina, es incansable, ya el hocico le chorea los orgasmos de Mary que no puede gesticular palabras, solo grita de placer, hasta que en un momento, dice algo así como "paraloooo","quitamelooooo", "no puedo más", Bartolo rápidamente agarra al perro y lo separa de ella que queda en el suelo retorciéndose con un orgasmo interminable. Un pequeño charco quedo debajo de ella como muestra de los orgasmos que el caniche le avía producido. Se llevaron al perro al baño de al lado, donde lo estuvo aseando para después irse y regresar con otro perro.

El nuevo amante de Mary, era un fino pastor alemán, se daba mucho porte, entro y sentó el culo frente a ella que todavía trataba de recuperarse.

  • ¿Quién es este? Pregunto Mary casi con un poco de temor a la respuesta.
  • Este es el de la viuda:
  • ¡Oh! No, este ahora no.
  • Ahora sí, tienes el sexo muy mojado así que será mejor para ti.
  • Ok, vamos chiquitín monta y hazme gozar. Le dijo al perro, que al oírla se apresuro a montarla y dar dos fuertes empujones.
  • ¡Ayyyyyyyyyyyyyyyy!, hijo de mala madreeeeeeeeee, este cabronazo me está rompiendo. Grito Mary.
  • Es imposible, tienes el coño chorreando de tus orgasmos.
  • Si, si, el coño lo tengo chorreando, pero es que este desgraciado me la metió de un tirón por el culo. Grito Mary.

Nosotros nos empezamos a reír cosa que el enfado aun más, María le dijo.

  • Lo hace todo muy bien solo que a veces se equivoca de agujero, pero nos parece bien ya que así es más emocionante la sorpresa.
  • Guapita ¿te ha sorprendido con el coño empapado y el culo seco? Pregunto Mary
  • La verdad es que no, yo porsiacaso uso vaselina.

Mary gruño algo más que no entendimos y le dijo a perro que se sentara, este muy obediente le saco su larga polla del culo y se sentó, poniendo una cara desconsolada y triste. Bartolo se lo llevo y trajo un doberman.

  • Joe, por favor mírame el culo, y dime si estoy sangrando. Me dijo colocándose a cuatro patas y levantando su precioso culito.
  • Estate quieta y te lo podrás ver tu misma. Le conteste mientras le sacaba una foto muy de cerca, donde se veía claramente su agujero.
  • ¡A qué bien!, me voy a ver mi culo después de ser casi violado.
  • Mira no hay daños aparentes, está un poco rojito per es totalmente usable.
  • Haber, haber, ok parece que no hay sangre, pero de usarlo tú esta noche, puedes olvidarte.

Se levanto y se tumbo en uno de los asientos que estaban alrededor de la sala, dejando la cabeza por fuera, colgando. Llamo al doberman, este se acerco, subió sus patas delanteras al asiento y dejo su polla a la altura de la boca de ella. La abrió y se metió lo poco que asomaba de la polla, el perro al sentir la boca, empezó a empujar despacio, se notaba como la polla iba creciendo y entraba más y mas, Mary tragaba aquella polla hasta el tronco, el perro se la estaba follando por la boca. Poco después veo como el perro empuja más fuerte, pretende meterle la bola en la boca, pero ella no se lo permite, noto como ella se está tragando la corrida de perro, es tanta que una parte se le escapa entre los labios cosa que María, aprovecha y sentándose en el suelo, va pasándole su lengua por la cara de Mary. La escena es tan caliente que hace poner ya totalmente dura mi polla. Cuando el doberman termina, Bartolo se lo lleva y Mary nos dice.

  • ¿Este de quién es?
  • De la chica joven, la que no quiere ser desvirgada todavía.
  • Bartolo quieres traerme uno que me follo bien el coño, que esta tan caliente que ni con hielo se enfría esta noche.
  • ¿Quieres al mastín o al danés?
  • ¿El mastín la tiene más grande? Y sin esperar respuesta agrego. Al mastín.

Entre las dos prepararon un cajón no muy alto pero sí bastante largo, me llamo la atención una especie de escalón que tenia a los lados. No pregunte que era o para serbia por miedo a parecer ignorante, así que esperé acontecimientos. El mastín apareció, "traía a Bartolo de la correa", cuando vio a Mary, apuro el paso hacia ella que le dijo con una voz fuerte y muy severa.

  • Siéntate.

Y nos sentamos los dos. Ella se rio por mi tontería, se acerco a mí y me beso. Después me dijo.

  • Siempre me haces lo mismo, delante de ti no puedo estar enfadada. No me hagas reír cuando estoy trabajando.
  • ¿Coño! Esto es trabajar para ti. Pues entonces te cambio el trabajo.
  • Joe ¿tu ha visto la polla de este perro?

Me agache, mire, vi, me asuste, solo de verla me dolía el culo, muy callado me senté y cerré la bocaza.

Mary se tumbo boca abajo en el cajón, llamo al perro que poniendo sus patas delanteras en los escalones, tenía su gran polla frente al coño de ella. El perro estaba quieto, no empujaba ni intentaba meter su todavía "pequeña" polla dentro de Mary, que esperaba sin moverse para ver lo que hacia él.

  • Te puedes quedar así todo lo que quieras, el no va a moverse sino para correrse. Dijo María con mucho orgullo.

Y efectivamente, después de un rato sin moverse nadie, Mary agarro la tranca del perro y se la empezó a meter en su todavía mojado coño. La polla según entraba iba creciendo y cada vez era más grande, aquel dominio de la situación ponía mas cachonda aun a Mary, que volvía a gritar de placer, el mastín parecía disecado, no movía sino los ojos para parpadear, todo el trabajo lo estaba haciendo Mary, se estaba follando con la ya enorme tranca del perro, que en ese momento , justo cuando ella se la estaba metiendo hasta el fondo, dio un empujón, metiéndole su gran bola, el coño se expandió, los labios se abrieron al máximo, la estaba rompiendo de lo grande que era, ella grito de nuevo, luego gimió, susurro y al fin no se le entendía nada, estaba en otra dimensión, de su sexo salía chorros de leche que le escurría por los muslos, María (no sé por qué, a lo mejor no quería que se manchara el suelo), se agacho por detrás y empezó a beber de aquellos jugos que se escapaban. Mary y el mastín estaban trabados (abotonados), este intentaba darse la vuelta, pero su enorme tamaño no le dejaba, ella hace un esfuerzo, lo levanta con su espalda y clavándose aun más la gran polla que tenia dentro, empuja al perro hacia atrás, hasta quedar fuera del cajón, cae al suelo dejando su culo muy levantado, luego pasando entre las patas de él, logra ponerse culo con culo. Estaba exhausta, su respiración era ansiosa, pero quería más.

  • Joe si quieres follarme el culo, tiene que ser ahora, quiero dos pollas dentro de mí.
  • Un par de fotos mas y voy.

Demasiado tarde, no había terminado yo de hablar y Bartolo que pasando una pierna por encima de ellos, se coloco y le ensarto la polla por el culo sin ninguna contemplación hasta los huevos , ella volvió a gritar, no sé si de dolor o placer, tenía dos pollas dentro de ella que se movían adentro y fuera de manera rítmica, profunda, toda ella estaba llena de pollas bueno casi toda, María mientras se avía tumbado debajo y estaba chupándole el clítoris a Mary, además de beberse todos los jugos que salían de dentro de ella. La foto era espectacular, así que puse la cámara a control remoto la coloque en el trípode y metí mi polla en la boca de Mary, ella no se lo esperaba, de un buen empujón le ensarte mi polla hasta el tronco, sentí como le bajaba por la garganta, ella estaba feliz ahora si estaba llena de pollas, era el centro de nuestras atenciones, el perro que avía descubierto el coño de María bajo se cabeza, se lo estaba lamiendo hasta hacerla gritar de placer, Bartolo bombeaba cada vez más fuerte en el culo de ella y yo que no podía dejar de enterrarle mi polla hasta la garganta. Creo que nos corrimos todos a la vez, todos gritamos, bueno menos Mary, que se tragaba mi leche por la como podía, la corrida de de Bartolo por el culo y la del perro por su coño, era la perra reina de la casa, rebosaba leche por todos lados.

Pasaron unos minutos y todos fuimos saliendo de Mary, cayendo al suelo exhaustos de tanto placer, el ultimo en sacarla fue el perro, saliendo detrás un gran chorro de jugos sexuales a los que María no hizo ningún asco y se los bebió.

Aviamos pasado casi toda la noche follando, estábamos cansados llenos de restos de leche, y tumbados sobre un suelo que aunque acolchado, estaba frio y un poco duro, así y todo Mary se acerco hasta mí, me beso con gran pasión y me dijo.

  • No me pienso mover de aquí, voy a dormir llena de leche por todos mis agujeros, ¿duermes a mi lado?
  • Claro que sí, pero si dentro de un rato notas algo en el coño, no te preocupes soy yo, es que me estoy calentando otra vez.
  • Sabes perfectamente que siempre eres bien venido en el agujero que tú quieras, solo tienes que servirte y darte mucho gusto.
  • Gracias cariño. Y que nos queda cuando nos levantemos. Pregunte
  • Tres perros los caballos y el gorila. Contesto María
  • ¿Un gorila? ¿tienes un gorila?
  • Joe, cuando nos levantemos. Dijo Mary para acabar la charla

Y nos dormimos.

Según sus comentarios, dicen que en mi último relato, parece que tengo prisa, no hay suficiente morbo, no explico más las situaciones y sobre todo, el relato no es cachondo. Creo que tienen razón, yo noto que lo explico poco, el motivo es que lo veo, y me ahorro explicaciones por que yo estoy viendo la situación. No obstante sus comentarios me han servido para repasar más exhaustivamente mis relatos y darles todas las explicaciones de las que me acuerdo. Le agradezco todos los comentarios y las valoraciones, que me dejan.

nemesy@live.com para lo que se les ofrezca

Un saludo, JOE