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Aventura mexicana

en Zoofilia

AVENTURA MEXICANA

Por: NEMESY

Hace un año, por motivos de trabajo, debí desplazarme a México, para mí que no me gusta volar fue un calvario y un suplicio estar dentro de aquel avión casi 6 horas, pero después de unas atenciones muy buenas por parte de las azafatas, el viaje llego a su fin. Era la primera vez que estaba en ese país, así que todo era desconocido y además un poco complicado, hablamos el mismo idioma pero el significado de las palabras es distinto, así que hay que estar muy atento a lo que dices.

A la salida de la terminal, tome un taxi para que me llevara a un céntrico hotel de la ciudad, de camino pude comprobar que tienen los mismos problemas de tráfico que en mi país, así que me recosté y empecé a ojear un periódico local que alguien me había dado, no sé dónde. Leyendo por encima me llamo la atención un anuncio que decía:

  • Mujer de mediana edad se ofrece para pasear a perros de cualquier raza, además los puede asear y cuidar a domicilio por temporadas. Precio y horario a convenir. Llamar al 555.555.555 a cualquier hora.

La verdad que me llamo poderosamente la atención. Quería conseguir en México un perro para traerlo a mi país, con la intención de cruzarlo con perras europeas, así que como estaría varios meses, me vendría bien alguien que se ocupara del perro mientras yo estuviera trabajando en mi medio, la fotografía.

Al fin llegamos al hotel, me registre y en cuanto llegue a la habitación agarre el teléfono y llame a la anunciante. Una voz de mujer muy suave me contesto, pregunte por el anuncio del periódico y me dijo que era ella la indicada, después de una breve introducción y los saludos de rigor, acordamos vernos en el hotel en una hora, ella vivía cerca y se podía desplazar sin ningún problema.

Yo me duche y prepare, para bajar al restaurante a comer algo y hacer tiempo hasta que llegara. Pasada la hora y con una puntualidad a la inglesa, un botones me avisa de que una señora me reclama en recepción. Cuando me dirigía hacia la recepción la vi por detrás, era una señora no muy alta, 1,65 cm. más o menos, aparentaba estar rellenita unos 90 o 95 kilos, que tenia bien repartidos dando la impresión de ser una persona muy fuerte, su pelo era corto y oscuro, y su culito aparentaba estar en su sitio y bastante redondito, al llegar hasta ella y darse la vuelta , vi a una mujer de mediana edad, con gafas que le daba un aire muy interesante, los pechos no eran muy grandes pero se marcaban muy bien, me saludo muy amablemente y su voz era muy sensual, casi susurraba las palabras, era un placer oírla y verla.

Después del saludo de rigor, nos sentamos y me contó cosas de ella, era recién separada de un hombre que aunque era muy buena persona, no le daba lo que ella necesitaba, tenía dos hijos y salía adelante con su trabajo de cocinera para un particular y paseando perros. Yo le explique mi proyecto y que tenía la intención de conseguir un perro para llevarlo a mi país. Me pregunto qué tiempo me quedaría a lo que le conteste que aproximadamente tres meses, entonces me dijo que porque no me mudaba a un apartamento, que era más económico y podía tener al perro conmigo. Me pareció muy buena idea y le pedí si me lo podía arreglar, a lo que contesto que en ese mismo día me lo prepararía todo.

Después de arreglar todas las formalidades de trabajo se fue comentándome que estaríamos en contacto. Y así fue, tres horas más tarde, me llamaron de recepción avisándome que la señora preguntaba por mí, yo estaba con una bata del hotel y recién salido de la bañera ya que el calor era muy fuerte, así que le pedí si podía subir. A los pocos minutos estaba tras mi puerta, tocando con cierta insistencia.

  • Hola Verónica, ¡parece que viene con prisas!
  • Señor Joe, es mi naturaleza, siempre estoy algo alterada, pero ya se irá acostumbrando, vera que no soy peligrosa, pero si eficiente.
  • No lo dudo, pero hace mucho calor para estar con premuras, ¿no cree?
  • No, yo no estoy apurada, tengo calor, mucho calor y eso hace que este siempre excitada.
  • Pues una ducha no le caería mal como hice yo y tranquilícese un poco.
  • ¿Me lo permite? ¿no le importa que me duche en su baño?
  • En absoluto, puede usar el baño y lo que desee, y si quiere le froto la espalda. Dije en tono irónico mientras sonreía,
  • Pues muchas gracias, acepto su invitación con mucho placer.

Dicho esto y se fue al baño. Yo la verdad que no me esperaba que lo hiciera pero hacia muchísimo calor y me pareció algo lógico su deseo de darse una ducha.

  • Señor Joe, ¿puede venir un momento? Me dijo desde el baño.
  • Enseguida. Conteste algo extrañado y dirigiéndome a la puerta del baño. ¿Qué le sucede? ¿Hay algo mal?
  • No, no señor Joe, pero ya que se ofreció a frotarme la espalda, quería aprovechar, hace mucho que nadie me lo hace. La puerta está abierta y puede pasar.

No me lo esperaba, era la primera vez que un comentario ridículo, me salía tan bien. Así que entre, ella estaba desnuda en la ducha dándome la espalda que como dije antes, terminaba en un precioso culo muy bien puesto y apretado, su piel aunque no muy morena, se notaba tersa y firme, su cuerpo era rellenito sin llegar a ser gorda y respiraba sexo por todos lados. Me acerque tome el jabón y empecé a frotarle la espalda como habíamos acordado.

  • Le he buscado un apartamento en mi edificio, no tiene problemas con el perro y si quiere yo le atenderé a usted también, me haré cargo de su comida y la limpieza que necesite. ¿le parece bien?
  • Me parece bien, pero ¿Cuánto me va a costar?
  • Con eso no hay problema, usted valora lo que hago y me paga lo que crea conveniente por mis servicios. Y en ese momento se giro, quedando frente a mí.

Mi pene dio un salto, de repente se encontró con un cuerpo desnudo en frente, inesperado y por sorpresa, pero lo mejor era que el cuerpo estaba terriblemente bien, sus senos no grandes pero firmes, una barriguita que la hacía muy sexy, sus caderas, más bien anchas, un sexo bien afeitado y muy rosadito, muy grande y con una pelvis muy abultada. Realmente estaba muy apetecible. Yo como tenía el jabón en la mano, disimuladamente, seguí enjabonándola ahora por delante, empecé en su estomago y poco a poco fui hacia arriba hasta llegar a sus tetas. Ella hablaba, me pareció entender que estaba planeando algo, pero yo no la escuchaba, estaba concentrado en aquel cuerpo que ya me tenía a mil. De pronto noto que se hace el silencio, la miro y me doy cuenta que esta callada y mirándome fijamente.

  • Parece que no me estaba escuchando, estaba concentrado en su tarea.
  • Perdón, disculpe Verónica, pero suelo concentrarme en lo que hago.
  • Ya me doy cuenta, ¿y si entra no estará más cómodo para que siga enjabonándome?
  • Si no le importa, ya estoy otra vez muy caliente.

Se hizo a un lado y me dejo entrar con ella, cuando me quite la bata, sin decir nada más, me agarro por la polla, que ya estaba muy dura, jugó con ella unos minutos y se arrodillo para metérsela en la boca y empezar a chapármela con tantas ganas que casi me la arranca. Lo hacía demasiado bien, pasaba su lengua con mucha maestría desde la punta , hasta el tronco, una y otra vez, cuando llegaba a la punta, intentaba meter su lengua dentro de mi polla y era electrizante, con su mano apretaba en la base y presionaba contra mi próstata haciendo que cada vez la polla estuviera más dura, luego como si quisiera que no me corriera, bajaba hasta mis testículos, allí los besaba, chupaba y mordía, haciéndome ver todo el firmamento, lo que no me esperaba es que siguiera hacia atrás y sentir su lengua en la entrada de mi culo, fue una experiencia nueva y tan deliciosa que no pude aguantar, le agarre la cabeza y se la metí en la boca, donde me corrí con sumo placer. Luego me senté en la bañera y la invite a sentarse en mi cara, cuando mi boca llego a su sexo, se me lleno de saliva, se me hizo agua, era un sabor delicioso, indescriptible, le abrí un poco los labios y mi boca entro en su coño, lo tenía rasurado así que lo pelos de mi bigote rozaban su clítoris, a cada roce ella daba un pequeño grito y saltaba de placer, mientras yo la apretaba mas contra mi cara, quería entrar lo más profundo que podía, llegar a la fuente de ese liquido tan sabroso que me volvió loco, ella se clavaba más y más en mi boca que ya estaba llena de rico néctar y que no podía parar de beber. De pronto la boca se me inundo, parecía un tsunami, no podía tragar tanto liquido, estaba muy caliente y casi me ahogaba, aguante lo que pude y trague hasta quedar saciado, ella con algunos gritos un muchos jadeos había llegado al orgasmo, en mi cara y boca, un acabado bestial.

Cuando nos recuperamos un poco, nos besamos, ella tenía una boca muy cálida, su lengua era muy larga y casi entraba hasta mi garganta, jugaba con mi lengua y la revisaba de una punta a la otra. Fue el beso más apasionado que me han dado. Luego nos terminamos de duchar y entre juegos nos vestimos para ir a ver el apartamento.

El edificio era algo antiguo pero estaba muy limpio y con la pintura nueva, mi apartamento estaba en la primera planta y el de verónica en la planta baja, así que pasamos primero por su apartamento para recoger unas cosas y después fuimos al mío. Era pequeño, con los muebles necesario y muy ventilado, tenía una muy buena iluminación natural y estaba muy limpio. Verónica me conto que hacía poco que lo dejaron y después de unas pequeñas reparaciones y limpieza estaba listo para que yo entrara. Tenía dos habitaciones, en una estaba un dormitorio de esos clásicos, con la cama muy alta, y en el baño no había bañera. Cuando me senté para probar la cama, verónica se puso encima de mi apoyando su sexo contra el mío, casi notaba el calor que desprendía, así que le pregunte.

  • ¿Te hace falta otra ducha?
  • Otra ducha y una comida de coño como me distes antes, nunca había sentido tanto placer y ese bigote no se te ocurra quitártelo, es una maravilla, se clava en mi clítoris y me hace ver las estrellas.
  • No te preocupes que no me lo quito. ¿Me puedo quedar a dormir aquí esta noche?
  • Si quieres, claro que puedes, pero como ya tienes la habitación pensé que te quedarías en el hotel.
  • No, prefiero aquí. Te invito a cenar y me ayudas con la mudanza esta noche.

No hizo falta decir más nada, bueno, ella con un gran beso me quiso decir que estaba de acuerdo. Al salir quiso que viera su apartamento, cuando entre vi que era muy parecido al mío, solo que este estaba mejor amueblado, de repente un ladrido llamo mi atención y seguidamente apareció un perro. Era un caniche gigante, que rápidamente se acerco a mí para olerme. Yo acostumbrado a los perros ni me inmute, lo deje que me oliera y que diera vueltas a mi alrededor, cuando se canso de dar vueltas se fue a un rincón donde se tumbo.

Nos fuimos al hotel e hicimos la mudanza, luego decidimos cenar en su apartamento y eso hicimos. Después de la cena, Verónica me quiso mostrar las cosas que le había enseñado a su perro.

  • Te voy a enseñar lo bien adiestrado que esta.
  • Vamos a ver si me asombras.
  • Estoy segura de que esto no lo has visto nunca. Te vas a poner muy caliente.

Yo puse cara de sorpresa y mire muy atento a lo que hacía Verónica. Llamo al perro, se sentó en el suelo y abrió las piernas, no llevaba braguitas y eso si me sorprendió, el perro se acerco y rápidamente le empezó a lamer el sexo, ella se empezaba a retorcer de placer, el perro insistía con mucha fuerza, era tanta que la empujaba hacia atrás, hasta que llego a la pared, entonces como si fuera su ultimo alimento le metió el hocico a Verónica en el coño, de una manera tan brutal que me parecía la iba a partir en cualquier momento, ella gritaba de placer y lo animaba a que la clavara más.

  • AAAAAAAAAAAAAHHHHH, sigue cariño, cómetelo todo, no dejes nada, sécame toda mi corrida, MMMMMMMMMMMMM, que placer me das, me vuelves loca, AAAAAAAAAAAAAAAAAUUUUUUUUUUUUUUCCCCCCHHHHHHHHHHHHHHHHH.

El perro no paraba y a cada palabra de ella, mas apretaba él, le estaba rompiendo el sexo, la está casi violando. Yo al principio me altere un poco, pero vi que ella controlaba la situación así que, me recosté y disfrute. Continuó la violación un poco mas y fue el perro quien después de retroceder y con mucha suavidad y destreza, fue empujando a Verónica hasta que le dio la vuelta dejándola a cuatro patas y con su sexo bien a la vista. Rápidamente la monto, sus pata delanteros la agarraron con mucha fuerza por las caderas y con tanta presión que se las enterraba en su estomago, muy despacio empezó a empujar, buscaba la entrada, su larga polla tocaba los alrededores del sexo de Verónica, parecía que se había olvidado del sitio donde él sentía más placer y lo buscaba cada vez de forma más desesperada, hasta que acertó, la punta de su polla entro tímidamente en el culo que tenía delante, Verónica al notar la presión, se relajo como aceptando al intruso de su culo y esperando la entrada forzosa de esa gran polla.

Verónica solo respiro hondo, sabía que le dolería, que al principio su culo se abriría de forma brutal, pero lo aceptaba, lo quería así y se preparaba para recibirlo, sabía que el placer iba a ser maravilloso y que su culo y ella disfrutarían esa descomunal follada. El perro de golpe y dando un fuerte empujón la clavó hasta el fondo, ella solo suspiro, empezó el mete y saca a una velocidad que no había visto antes, era tan rápido que casi no se veía, ella solo suspiraba, y el perro jadeaba con la lengua fuera, fueron unos minutos interminables hasta que ella dio un pequeño grito y el perro paro, le había metido la bola y se estaban corriendo como perro y perra. Ella agacho la cabeza y el quedo trabado, al poco tiempo y de manera muy hábil él se giro y quedaron culo con culo, pero él seguía corriéndose dentro de Verónica que estaba como en otro mundo, su cara era de placer sin límites y creo que sus orgasmos eran muy abundantes. El perro siguió abotonado del culo de Verónica, ella apretaba para que no se le saliera y terminara de echarle toda se leche dentro de ella.

  • AAAAAAAAAAAAAAAAAAH, que placer, me ha dado su mejor cogida y todavía está acabando dentro de mi culo, siento su leche hasta mi garganta, tengo toda mi barriguita llena de él.
  • Ha sido una gran follada Verónica.
  • Siiiiiii, pero no te veo con cara de asombro, lo habías visto antes.
  • Cariño soy zoofilico!!! , así que esto es algo que veo con mucha frecuencia, pero tengo que decirte que nunca he visto a un perro moverse tan rápido.
  • Siiiiiiiiii, a veces me quema de tanto que se le calienta la polla, pero me gusta, me vuelve loca de placer, sigue acabando dentro de mí, me sigue llenando de su lechita.
  • Y estará así un rato verdad.
  • Ayer me tuvo más de media hora y AAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHH, me hizo acabar más de diez veces. Me destroza pero cada vez que me la mete en el culito MMMMMMMMMMMMMMMMM me vuelve loca de placer y me hace acabar muchas veces.

Me fui hacia ella y me tumbe, me deslice por debajo de ella que se quedo extrañada y sorprendida sin saber lo que yo iba a hacer, le dije que hiciera su pelvis hacia abajo y que me besara, en ese momento, cuándo nuestras lenguas se unieron en su boca, le metí mi polla en su sexo que a estar tan mojado entro rápidamente hasta el fondo, ella del placer me mordió la lengua e eso hizo que mi erección creciera más. Tenía dos pollas dentro de ella, estaba llena de pollas calientes y empezó a moverse, su sexo no paraba de chorrear sus muchas corridas y ahora eran más seguidas, ya no jadeaba, solo respiraba como podía, era una perra a la que estaban ensartando con dos pollas y que no paraban de correrse dentro de ella. Creo que perdió la consciencia de tanto placer, yo la besaba, le metía mi lengua en su boca, pero Verónica ya no me respondía, sus corridas eran tantas que finalmente se desvaneció por el placer.

Pasados unos minutos, note como el perro con un sube tirón salía del interior de Verónica, yo permanecía con mi polla en su sexo, así que note como un gran chorro de liquido caliente me escurría por la polla hasta mis testículos, era parte de la gran corrida del perro. Verónica reaccionó, creo que noto como salían de su culo y me dijo.

  • No se te ocurra sacar tu polla de mi, todavía no por favor, la quiero dentro un ratito más, hasta que salga sola, ¿me das ese gusto?
  • En este momento la polla que tienes dentro de ti es toda tuya, así que puedes hacer con ella lo que te plazca y ella aguante claro.
  • ¿En serio que es mía, puedo hacerle lo que quiera?
  • Si es solo tuya.

Se empezó a mover, dentro y fuera, su sexo estaba muy caliente y casi me quemaba, notaba sus jugos que salían de su interior muy calientes y saliéndose a cada movimiento, escurriendo pos mis testículos hasta mi culo, había logrado en muy poco tiempo que mi polla se recuperara, entonces se la saco y rápidamente se la metió en su boca. Empezó a chupar con tanta fuerza que creí me la arrancaba, luego se la metía hasta el fondo, notaba como bajaba por su garganta y rápidamente se la sacaba y me pasaba la lengua por la punta , intentando meterla por el agujerito, eso me hacia estremecer, me estimulaba las ganas de orinar y se lo dije.

  • Si sigues haciendo eso no solo me harás correr, además mearé en tu boca.
  • Quiero todo de ti, absolutamente todo. Dijo metiéndose la polla otra vez hasta el fondo de su boca.

De repente noto como una lengua me lame los testículos, me sorprendí, mire y vi al perro que se puso entre mis piernas para ayudar a su dueña. Parecía una competición sentía las dos lenguas, me senté y vi como sus lenguas me limpiaban, me secaban, me volvían loco de placer, por momentos la lengua del perro desaparecía en la boca de Verónica, para luego ella meterse mi polla de nuevo en la boca. Entre lo caliente que era la visión y lo que me hacían entre los dos, me corrí de nuevo, cosa que ella no dejo escapar, se metió la polla tan adentro que me estaba corriendo directamente en su garganta, luego siguió chupando para sacar las últimas gotas, la saco y empezó a meter otra vez su lengua en el agujerito de la punta, eso, me dio ganas de mear, cuando se lo dije, volvió a metérsela hasta el fondo y mi meada entro completa en su estomago. Se la saco y termino de limpiar las gotitas que se le escaparon, a continuación puso su cara y abrió la boca para que el perro le limpiara su boca y la cara.

Después de descansar un rato, nos levantamos y entre juego y caricias nos aseamos y salimos para hacer turismo, la verdad es que los meses que pase en ese lindo país fueron inolvidables y sus gentes son maravillosas. Cierto es que me traje muchos buenos recuerdos y fantásticas aventuras que si lo desean les relatare otro día.

Un cordial saludo y darles las gracias por sus e-mails y comentarios, espero y deseo que le guste este nuevo relato.

Permitan que este relato se lo dedique a una gran mujer.

Para Verónica de México con todo mi cariño, sabes que estás en mi corazón.

JOE

NEMESY