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Nuestra unión 2

en Hetero: General

 Regrese a mi cabaña, me di una ducha y me puse ropa de deporte siempre vestía de sport. Salí a ver a mis amigos y jugamos un partido de fútbol.

La semana transcurrió mas o menos así haciendo actividades por la mañana, estando con los amigos por la tarde e Irene me había vuelto a chupar la polla, pero esta vez lo hizo en el bosque. La verdad que se paso la semana entera calentandome, cuando tenía ocasión se sentaba sobre mi rozando su culo redondo y respingon contra mi bulto o me ponía sus tetas en la cara. Como era de esperar yo ansiaba que llegara el viernes para poder acostarme con ella.

Era viernes por la mañana las chicas andaban como locas por lo del baile. Irene iba a ir acompañada de Leo otro de los populares por así catagolizarlo, a mi me da igual con quien fuera si después del baile cumplía lo acordado. Una de las cosas que menos me gustaba de la dichosa fiestecita es que tenia que llevar traje, me puse un pantalón de vestir blanco, chaqueta en blanca, camisa negra, cinturón negro y zapatos negros. Me fui a la fiesta y lo primero que vi fue a un montón de parejitas acaramelados en la pista con música apropiada para ello, me fui a servirme una copa y rápidamente entable conversación con algunos de mis compañeros de clase. El baile se me hizo eterno, pero por fin acabo. Fue a despedirme de Xia antes de irme de allí, pero no la encontré por ninguna parte, pudo ver a Thomas que estaba morreandose con Ana, fui hacia donde estaba él y le toqué el hombro el se giró. Acto seguido le di un puñetazo en la nariz que provocó que el fuera al suelo y una vez allí continúe golpeándole se defendió pero la verdad pegaba como una nena. Mi amigo Aitor me sacó de allí a empujones prácticamente.

- Pasa de ese gilipollas. - Me dijo una vez fuera.

- Ese hijo de puta cree que Xia es una cualquiera, que puede hacerle lo que quiera o que. - Le dije enfadado.

- ¡Ey! Tranquilizate a sido Xia quien le ha dejado.

- ¿De verdad? Creí que...

- Ya, ya que la estaba engañando - Dijo cortando mis palabras.

- ¿Sabes donde esta Xia? 

- Ni idea, la ultima vez que la he visto ha sido antes del baile y estaba por allí. - Dijo mientras señalaba con el dedo a la entrada del bosque.

Sin decir nada fui en esa dirección y me adentre en el bosque, estaba oscuro y no podía apreciar mucho, al llegar al lago pude ver a Xia pegada a él, iluminando con el móvil llegué hasta ella y me senté a su lado.

- ¿Cómo estas?

- Ya ves, tenías razón Thomas es un capullo. - Dijo limpiando las lágrimas de la cara.

- ¿Qué ha ocurrido?

- Quería que antes de ir al baile lo hiciéramos, pero el ha sido muy, muy...

- ...cerdo - Le dije terminando su frase.

- ¡Si! Ha sido un imbécil.

- No te deprimas por alguien que no merece la pena, no habría sabido ni como empezar. Eres muy madura y él esta acostumbrado a ir con niñatas.

- Yo creía que él era el chico ideal para mi, pero me equivocado.

- Pero eso no se planea nena a no ser que lo tengas claro. ¿Te apetece quedarte a dormir hoy conmigo? Podemos ver alguna película y comer porquerías. - Dije riendo.

- Vale, no quiere verle. - Se giró hacía donde estaba yo y me dio la mano.

- Vamos nena. - En ese momento el móvil comenzó a sonarme era Irene. Le dije que no podía ser, se enfado mucho y sus palabras fueron : '' ¿Pero que te has creído? Vete a la mierda. '' Acto seguido me colgó. La verdad que fue comprensible por parte de ella y decidí callar y aguantar sus insultos. Cuando colgué...

- Te he chafado tus planes ¿Eh?

- No nena, anda vamos.

- Voy a pasar por mi cabaña para coger mi maleta y mi ropa.

- De acuerdo nena.

Entré a mi cabaña guarde la caja de preservativos que tenia sobre la mesilla de noche y prepare fruta, chucherías, patatas fritas y chocolatinas. Xia llegó con su maleta y se metió al baño para cambiarse y quitarse el vestido de fiesta que llevaba puesto, salió del baño con un pantalón gris corto y una camiseta de tirante blancas.

- ¿Qué película vamos a ver? - Dijo mientras se sentaba sobre la cama.

- Pues la que quieras, que halla en el disco duro. - Le dije mientras comía patatas fritas.

- Vale, voy a ver - Se puso a mirar entre las 300 que habían y se decidió por una comedia de Eddie murphy. - Ya se cual.

- Ves poniéndola que yo me pongo cómodo. - Le dije.

Puso la película, mientras yo me quité la camisa y los zapatos.

Me quité el pantalón, quedando en boxer y me puse un pantalón corto que me llegaba por encima de la rodilla de los búfalos.

Ella se acomodo acurrucandose a mi lado y pase mi mano por debajo de su nuca. Cuando la película ya estaba avanzada perdí el hilo, Xia empezó acariciarme el pecho y el abdomen, me distrage ella continuaba de arriba a bajo paseando su mano por mi torso, mientras miraba la película.

Le rodee la cintura con mi brazo, se quedó por completo pegada a mi subió una de sus piernas por encima de la mía. Me encantaba tenerla junto a mi y viendo que ella no rechazó que la abrazara, le agarre con más fuerza contra mi cuerpo, ella respondió de la misma manera.

Continúe acariciandola pero esta pase mis manos pasaron por su vientre, su cadera y sus muslos, no se separó de mi ni un instante, continuo abrazando mi pecho y pasando uno de sus brazos por detrás de mi nuca. Después de un rato así se acostó sobre mi abierta de piernas su sexo se restregaba contra el mio, poniéndola erecta.

Continuo moviendo su cadera sobre la mía, Xia podía notar con claridad mi bulto, mis manos tocaban sus piernas, su culo, su cadera, su pecho... Se paseaban por todo su cuerpo, al igual que las suyas por el mio. 

Le acaricie su trasero y baje mi mano hasta su vagina le acariciaba por encima del pantalón y empezaba a notar su respiración agitada en mi oreja, sus pezones erectos contra mi pecho. Estábamos sudando y nuestras manos tenían vida propia, pero notar su rajita contra mi bulto me estaba poniendo cardíaco.

Comenzaron a tocar la puerta insistentemente y a golpearla.

- Abre Xia se que estas ahí, cariño perdoname. - El tonto de Thomas que oportuno. Me puse el paquete bien para que se notará lo menos posible y fui abrirle, antes de abrir...

- ¿Qué vas hacer? - Le pregunté a Xia.

- Edward pase de él, no quiero que nos molesten - Esas palabras me dieron carta blanca. Abrí la puerta y agarre a Thomas por la pechera. Le amenace y le dije que se marchara, mi intención no era pegarle de nuevo y parece que él tampoco quería porque se largo.

Volví a entrar a la cabaña y apague la televisión, solo nos iluminaba una luz tenue de la lamparilla de la mesilla de noche. Xia estaba sentada en la cama, me eché también sobre ella y la besé en los labios, mi lengua encontró la suya, pude saborear su saliva donde movimientos circulares en el interior de su boca.

- Edward... Yo... - Susurró ella.

- Ssshhh... Nena quiero amarte. - Corté sus palabras.

- Edward no lo he hecho...

- Lo se nena, lo se. ¿Confías en mí? - Le susurre entre beso y beso.

- Nunca dejaré de hacerlo. - Agachó su mirada.

- Mirame nena - Me miró a los ojos. - Te quiero princesa. - Me sonrió, me beso y me abrazó estábamos los dos sentados y caímos sobre la cama. Sus piernas abrazaron mi cadera, mientras nos besabamos apasionadamente. Agarre su camiseta y se la quité dejando a relucir su escote con un sujetador blanco, desabroche su sostén, su pecho me maravilló, jugué con sus pechos con mi boca sentía como sus pezones se endurecían y ella comenzaba a dar pequeños gemidos. Tenía la aureola color café pequeña, al igual que sus pezones.

Baje hasta su vientre donde me entretuve besandola y al fin llegué a su intimidad, estaba húmeda, puso sus piernas por encima de mi espalda, lamia toda su vagina que esta allí abierta expuesta para mi, al acariciar su clítoris con mi lengua notaba como se estremecia y sus piernas presionaban mi espalda. Sus gemidos eran constantes, sus manos presionaban mi cabeza y comenzó a pedirme que no parara, continúe lamiendo su clítoris, metiendo mi lengua por su agujero húmedo, los gemidos eran más fuerte, puse una mano en su vientre, noté como se endurecía. Impregnó mi boca de sus fluidos, llegó al éxtasis y me dio a probar su dulce néctar.

Cuando alce la vista vi su cuerpo sudoroso y su pecho agitado. Seguí besando su vagina y subí por su cuerpo, volví a recorrer sus pechos y al fin hallé sus labios, mi miembro rozaba su clítoris constantemente mientras nos besabamos.

Me puse el preservativo, coloqué la punta de mi sexo en la entrada del suyo y me dispuse a penetrar, costó un poco pero la cabeza entró, me quedé parado y ella suspiró...

Empuje un poco más sin llegar a la mitad de mi miembro, ella jadeó.

- Duele... Aaaah... Edward...

- La primera vez es normal, vamos a seguir poco a poco, vale nena. - Intenté tranquilizarla porque la vi algo nerviosa.

- Vale... - Suspiró.

Introduje un poco más costó bastante pero acabe consiguiendolo la mitad de mi miembro estaba dentro de ella, que soltaba algún quejido que otro. Comencé a besarla en los labios mientras seguía adentrando mi pene en su interior, al fin mi pelvis se pegó a su cuerpo, me quedé quieto dentro de ella, noté como sus piernas temblaban y su respiración era agitada por un estado de nerviosismo.

Sin moverme le acaricie el cuerpo y la besé de nuevo.

- Eres preciosa mi amor. Te quiero- Le susurre.

- Yo también, sigue cielo. - Su tono era más relajado que al principio.

- ¿Te duele mucho? 

- Me duele si pero no quiero que pares.

Comencé a sacar mi miembro de dentro de ella con suavidad, dejé solo la cabeza dentro para volver a penetrar de nuevo iba despacio pero firme. Volví a sentir nuestros cuerpos unidos y volví a ver mi miembro dentro de su cuerpo, la volví a sacar de nuevo pero esta vez un poco más rápido, así varias veces hasta que...

- Edward cariño me duele mucho. 

Saqué mi miembro de su interior.

- No quiero dejarte así. - Me dijo angustiada.

- Tranquila. - Le dije sobre la cama, me levanté y me fui al baño me masturbe hasta acabar y me lave. Cuando yo salí del baño con el boxer, ella entró y escuché la ducha, las sábanas estaban manchadas de sangre las cambie antes de que ella saliera y puse música suave.

Salió del cuarto de baño solo con sus braguitas, se echó a mi lado y me abrazó.

- ¿Estas bien? - le pregunté.

- Si... 

Me abrazó con más fuerza, le correspondí de la misma manera, estuvimos un rato echados sobre la cama abrazados, besándonos, sentir su cuerpo con tan solo su sexo cubierto me encantaba esa sensación de piel con piel y enredar su pelo entre mis manos.

Empezamos a besarnos de nuevo, sus manos rodeaban mi nuca y mis brazos su cuerpo. Susurros caricias y besos, mi excitación aumento considerablemente, llevó sus manos al elástico de mi boxer y poco a poco me los quitó, hice lo mismo con sus braguitas, su intimidad estaba húmeda, las yemas de mis dedos acariciarón su clítoris, ella reaccionaba y me besaba más intensamente. La guíe con mis manos y ella quedó boca abajo sobre la cama, fui directo a su sexo y comencé a lamerlo, ella abría sus piernas y me facilitaba la tarea, pasee mi lengua por su clítoris, continúe hasta su ano y llegué hasta sus riñones, mi lengua recorrió su espalda y llegué a su nuca, la besé apartando su cabello con suavidad.

Mi pecho se pegó a su espalda, mis dedos se entrelazaban con los míos, con mis piernas abrí un poco más las suyas, cogí un preservativo y me lo puse, coloqué la punta de mi miembro en la entrada de su vagina y la penetre poco a poco. 

Mi herramienta se deslizaba bien en su interior, ella estaba más relajada, pegué mi cuerpo al suyo, volví hacer lo mismo, saqué mi miembro y lo volví a introducir.

- Aaaamm... 

- ¿Te duele? - Le susurre al oído.

- No - Me sonrió mientras llevaba mi mano a su pecho. - Sigue... - Me susurró, mientras se mordió su labio inferior.

Bese su espalda y empecé a mover con más rapidez mi cadera, notaba muy apretadita y mojada su rajita, sus gemidos comenzaron a ser constantes al igual que la penetración, el sudor se hacía de notar. 

Comenzó a gemir mucho más fuerte y después de esos gemidos tan sonoros, noté como su sexo se mojaba mucho más. Se quedó tendida sobre la cama con la respiración agitada, me acosté de costado a su lado y pasé su pierna por encima de mi continuaba pegado a su espalda pero esta vez de costado sobre la cama, podía besarla con más facilidad y lamer sus pechos mientras la penetraba con rapidez...

- No... Aaaaaaaammm... Pares... Aaaah... Sigue... Mmmmm... No pares... Mmmm cielo... ¡Aaaarh! - Me decía cosas así constantemente.

- Mmmmm... ¡Nenaaa! ... ¿Te gusta? Aaa... - Le respondí con la respiración agitada. Sentía que mi corazón iba a mil.

Cambiamos de postura ella se encontraba sobre la cama boca arriba y yo sobre ella, los besos no cesaron y su mirada era cómplice con la mía. 

El ritmo de las embestidas aumento, ella gemía con más frecuencia sentía que estaba a punto de alcanzar otro orgasmo, mi penetración se hizo más brusca y constante ella gemía, supe que llegó al éxtasis cuando noté su vagina muy húmeda me arañó, sus uñas fueron desde mis paletillas se pasearon hacía abajo pasando por mis costados y llegaron hasta mis costillas y sus piernas agarraron más mi cintura.

- Sssshhh - Puso sus manos sobre mi pecho y me apoyó sobre la cama boca arriba, se sentó sobre mi, ahora era ella quien marcaba el ritmo, mientras mis manos tocaban su cuerpo, cabalgaba sobre mi de manera frenética, el vaivén de sus pechos, sus nalgas alzandose sobre mi, introduciéndose toda mi carne dentro de ella, estaba en el paraíso, mis manos sobre su cadera.

Mi cuerpo se comenzó a tensar, notaba mi respiración agitada como aumentaba, los gemidos de ella aceleraba mi excitación y al fin entre gemidos de los llegamos al orgasmo, cuando se acostó a mi lado me quité el preservativo y haciéndole un nudo lo tiré. Volví a la cama no abrazamos completamente desnudos, por la ventana comenzaba a entrar claridad estaba amaneciendo y nosotros apunto de dormir. 

Nos quedamos dormidos y esa fue la despedida de la excursión de fin de curso.

Por la tarde ya con las maletas hechas esperando que llegara el autocar, sumergido en mis pensamientos supe que estaba enamorado de ella y ni siquiera sabia si ella me correspondía...