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Una salida con amigos.

en Amor filial

 Esto me paso hace dos semanas...

Un grupo de amigos exactamente 8 íbamos de acampada cerca de un lago en los adentros del bosque 4 chicas Jordana, Nerea, Rosana y Angie (yo) y 4 chicos Raúl, Andrés, José y Luis (mi novio). 

Lo que se dice una salida en parejas, una semana antes de la acampada Luis y yo discutimos acabando el ruptura, no me encontraba bien y decidí no ir cuando dos días antes de la salida mi hermano llego del ejercito, estaba muy cambiado. David (que así se llama mi hermano) y yo no nos llevamos muy bien, casi siempre discutimos y por que hubiera llegado del ejercito la cosa no iba a cambiar, sin embargo decidimos que iríamos juntos a la acampada era eso o quedarnos con nuestros padres.

Mis padres se convencerían de que estoy bien y no me darían más el coñazo y mi hermano conseguiría que dejaran de agobiarle.

Así que eso fue lo que hicimos preparemos equipaje la mayoría ropa deportiva y comida. Cargamos el coche de mis padres y fuimos al lugar de encuentro. Todos estaban a la hora prevista así que salimos pronto y nos pusimos en marcha fueron unas dos horas y media en coche solo hicimos una parada.

Al llegar allí nos pusimos a montar las tiendas de campaña, el resto del día lo pasemos gastando bromas, hablando entre nosotros y haciendo el ganso.

Al llegar altas horas de la madrugada, nos retiramos a dormir algunos estaban borrachos, mi hermano no bebió y yo tome un par de chupitos. Entre en mi tienda me acomode dentro de mi saco y me disponía a dormir, cuando la oscuridad de la noche, los ruidos del bosque, estar yo sola en mi tienda provoco mi miedo y me asuste.

Salí de la tienda, ilumine con mi móvil y fui a buscar a mi amiga Rosana, recapacite estaba con su novio durmiendo no se iba a venir conmigo la cosa estaba clara, me dirige a la tienda de mi hermano y entre en ella.

- Dey, Dey - Le di un par de toquecitos en el hombro.

- ¿Que pasa..? - Me pregunto mientras se estiraba y salivaba su boca.

- Tengo miedo, no quiero dormir sola, ven a mi tienda. - Dije sabiendo que su respuesta seria que no.

Alzó su brazo mientras agarraba parte de su saco indicando que me echara a su lado. Me sorprendió pero me refugie a su lado con rapidez, volvió a bajar su mano y me cubrió con el saco, es de los que utilizaba con el ejercito y era muy grande.

- No eres ninguna niña para tener miedo.

- Si pues ya ves lo tengo. - Le dije mientras me apoyaba sobre su pecho.

- ¿Por que habéis roto Luis y tú? Parece buen tipo. - Dijo mientras me rodeaba la cintura.

- Falta de entendimiento, son demasiadas las cosas en las que discrepamos por completo.

- Vamos que no se le levanta - Dijo riendo.

- No, no es eso claro que se le levanta.

- Aun es peor es un picha floja - Dijo rompiendo a carcajadas.

- Todo tiene que ver con el sexo ¿O que?

- Todo tiene que ver con lo que veo pequeña.

- ¿Y que ves? - Pregunté curiosa.

- Veo a toda una mujer que estaba con un piltrafa. Las personas hablan por si solas no es necesario un croquis.

- Así que yo hablo por si sola. - Dije riendo.

- Hablando en serio ¿Te satisfacía en la cama? - Su mirada era pícara y sus ojos verdes me intimidaron un poco.

- Supongo que si Dey - Dije mientras le apartaba la mirada.

- ¿Supones? - Dijo levantando una ceja.

- No he estado con otro chico que no sea él. - Le aclare - Así que supongo que si, me gustaba lo que me hacia.

Un silencio se formo entre nosotros mi hermano lo rompió...

- Estas preciosa - Susurro...

Le dedique una sonrisa y me abrace más a él, me abrazo con suavidad se fue acercando poco a poco a mi hasta besar mi boca con suavidad.

- Dey ¿Qué haces? - Le aparte con brusquedad posando mi mano sobre su pecho.

Volvió a besar mis labios, se echo sobre mi sujetando mis manos por encima de mi cabeza y comenzó a besar mi cuello.

- Dey basta - He de reconocer que le dije que parara pero no le aparte. 

Continuo besando mi cuello sujetando mis manos sin mucho esfuerzo, volvió a poner su rostro frente al mio, respiramos y guardamos silencio, se retiro de encima mía y quedo acostado boca arriba.

- Lo siento pequeña, esto nunca ha pasado. - Cerró sus ojos, sabia que no dormía pero decidí cerrar mis ojos y dormir, me costo bastante conciliar el sueño no podía quitarme de la cabeza lo que acababa de ocurrir, pero lo que más me inquietaba era que me habían gustado sus besos. 

A la mañana siguiente nos desperezabamos y aseabamos, para ir a explorar el lugar el bosque era hermoso, caminamos por él y después de un rato de senderismo, las parejas fueron separandose y perdiéndose por él. 

Al quedarnos a solas mi hermano y yo, se creo un silencio un tanto incomodó que rompió mi hermano...

- ¿Oyes eso? - Dijo mientras se detenía.

- ¿El qué? - Pregunte con curiosa.

- Hay una cascada por aquí cerca. ¿Lo oyes? Ven vamos. 

Llegamos hasta una cascada que era un poco más grande de lo que me imaginé, el lugar era precioso, todo un paisaje.

Mi hermano se quitó su ropa, dejando solo sus calzoncillos y se tiró al agua sin pensarlo dos veces.

- El agua esta perfecta, un poco fría pero una vez que estas dentro no lo notas. - Dijo mientras estaba dentro.

- No he traído bikini - le dije.

- Yo tampoco o crees que esto es un bañador - Dijo mi hermano irónico.

Comencé a quitarme el pantalón corto que llevaba puesto y la camiseta de tirantes quedé con unas bragas negras y un sujetador negro. Metí uno de mi pies al agua para ver como estaba, la note muy fría.

- Vamos venga - Me insistía mi hermano desde dentro.

- Espera vale, esta fría.

- Con el calor que hace, vamos Angie.

David salió del agua, pude fijarme en su pecho marcado y en sus abdominales, sus piernas estaban marcadas y musculadas, enseguida supuse que era debido al deporte que habría hecho durante todo este tiempo, quite mi mirada de su cuerpo no quería que se enterara, vino corriendo hacia a mi y agarrandome fuimos los dos al agua. Cuando al fin asome mi cabeza a la superficie...

- ¡Imbécil! - Le insulte enfadada.

- Vamos peque no te hubieras metido en la vida - Dijo riendo.

Estuvimos nadando y demás, hasta que un visto y no visto, no encontraba a mi hermano por ninguna parte.

- ¡DAVID! ¡DAVID! ¡DEY! Joder no tiene gracia. - Dije empezando asustarme.

- ¿¡Qué coño te pasa!? - Lo vi tras de mi.

- ¿Dónde te habías metido? Joder.

- ¿Te has asustado? - Dijo con picardía.

- ¿Dónde estabas?

- Mira ven conmigo aquí. - Le seguí 

Debajo de la cascada había un trozo de agua que llegaba el agua por la cintura y era más cálida, era como una especie de cueva, un rescodo muy tranquilo y desde no te veían. Tampoco había nadie en el lugar.

- Lo ves, ¿A que esta guapo? - dijo mi hermano.

- Si, esta chulo. - Me gire para ver el lugar y me senté sobre una piedra lisa para quedar mirando a mi hermano. Este quitó la mirada de inmediato cuando me gire.

- ¿Qué pasa? 

- Nada - Se acercó a mi sonriendo.

- Quiero hablar contigo sobre lo que paso anoche. - Le dije algo insegura.

- De acuerdo... - Dijo mientras tragaba saliva.

- Esta noche apenas he dormido pensando en eso, quiero que sepas que me gusto. - Mi hermano cambio la expresión que paso a ser un tanto sorprendida - Pero no puede volver a ocurrir eres mi hermano, dejemoslo en que no eres el chico adecuado ¿De acuerdo?

Se acercó más a mi y me cogió de la cintura puso su boca pegada a mi oreja - Por eso mismo Angie, dime un solo chico que pueda quererte más que yo, dime uno solo... - Se separó de mi oído y se quedó mirandome frente a frente.

Me quedé callada y quité mi mirada de la suya, puso su mano en mi barbilla e hizo que mirara hacia el, me besó con cariño, yo seguía sentada sobre la roca lo que hacia que mi hermano estuviera de pie a la misma altura que yo. Se pego más a mi y mis piernas quedaron cada una a cada lado de su cuerpo.

- ¿Tú quieres? - Preguntó David acariciando mi cintura. Le mire con deseo sus caricias me gustan, desabroche mi sujetador mostrando mi pecho son de un tamaño normal con el pezón y la aureola rosados y pequeños. El rostro de felicidad de mi hermano me dejo claro que le gusto, acto seguido se metió mi pezón en la boca, lo agarro con sus dientes sin hacerme daño y pasaba su lengua con rapidez por él mientras que el otro lo agarraba con sus dedos. Mis pezones estaban erectos y mi entrepierna se empezaba a humedecer.

- Mmmmm... David... - No pude evitar suspirar.

Me quitó las bragas y acarició con dos de sus dedos mi rajita que ya estaba bastante lubricada, se quitó su boxer entonces pude verle un miembro muy considerable con venas marcadas y un grosor que me dio un poco de respeto, era mucho más grande que la de mi exnovio.

Se agacho y comenzó a lamer mi clítoris, me eche sobre la piedra apoyando mis pies en su espalda y continuo su lengua se metía dentro de mi como si me estuviera penetrando abrió mis labios vaginales y pasaba su lengua desde mi clítoris hasta mi ano, realmente me estaba poniendo muy cachonda introdució un dedo en mi vagina mientras continuaba lamiendo mi clítoris en ese momento me hizo llegar al clímax tuve un orgasmo increíble me retuve gritar no me fiaba si alguien de nuestros amigos podía oírme. Separo su boca de mi rajita, yo volví a incorporarme en la piedra, puso la cabeza de su polla en la entrada de mi coñito y cuando se disponía a penetrar.

- ¡Espera! ¡Espera! - Dijo algo alarmada.

- ¿Qué te pasa? - Me pregunto preocupado.

- Deje de tomar la píldora desde que rompí con Luis. 

- Oh, joder. 

- ¿No tienes preservativo? - Le pregunte.

- Si tengo pero esta en el coche. En la otra punta del bosque.

- Podemos seguir esta noche.

- Yo quiero seguir ahora.

- No voy a dejar que te vayas así. - Le dije mientras cogía su polla y bajaba de la piedra. - Se acomodo en un rescodo de la cueva y me agache frente a mi hermano, el agua me cubría hasta mitad de mi espalda. Comencé a lamer el miembro de mi hermano, desde sus huevos hasta la cabeza y la introducí en mi boca, me metí hasta la mitad de su polla, notaba su cabeza en mi garganta ese miembro era descomunal me ponía a cien, empecé introducirla y sacarla con rapidez como si estuviera follandome, el ritmo continuo aumentado, empecé a sentir como palpitaba en mi boca y como el cuerpo de David se tensaba, sus gemidos iban en aumento, sacó su miembro de mi boca y se corrió en mis tetas, fue buena la cantidad de lefa que derramo sobre mi.

Me agarró de los hombros y me besó, estuvimos un rato más besándonos y abrazandonos completamente desnudos durante un rato.

Después nos vestimos y decidimos volver donde habíamos acampado...