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Relato gay

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Micro relato

 

Ya era mi décima noche, en aquel caserón que estaba perdido por la mano de Dios, no había quien viviera ahí, no había Internet, ni cobertura en el móvil, solo televisión y lo peor de todo aquello es que no podías ni hacerte una paja, porque con más de 15 familiares en la misma casa se enteraría hasta el chihuahua de mi tía. Que por cierto que asco me daba aquella pequeña rata lamelo todo.

El día había sido muy largo y aburrido pero como era nochebuena, la familia preparo una cena de reyes y bebidas de todas las clases. A las 2 de la madrugada nadie estaba ya sereno, fue mi oportunidad. Salí de la dichosa casa y me dirigí a un pequeño comercio donde tenia teléfono, era como para emergencias o algo así, pero el gordo que estaba en la garita dormía y fue fácil colarme.

- Richard, ¿donde estas? - Dije al descolgar de manera silenciosa para que el mamarracho de la garita no se despertara.

- ¿Tú que crees? Pues con la familia.

- A mi eso me importa una mierda, quiero que me eches un polvo.

- Pero Jimmy ¿Ahora?

- Si ahora, joder ¿vas a venir o no?

- No se Jimmy, esta toda la familia.

- Joder Richard, ¿y con quién te crees que estaba yo con los reyes magos? De haber estado con ellos me lo hubiera montado con el negro.

- Tienes ganas ¿eh? - Dijo con tono juguetón.

- Si y tú me estas sacando de quicio, ¿vas a venir o no?

- ¿Al pueblo eso donde me llevaste en verano?

- Si, te dejo que el cerdito valiente se va a despertar.

- ¿Qué dices Jimmy?

Colgué, salí de aquel puesto de emergencia y me dirigí de vuelta a la casa sin muchas ganas. Nadie se dio cuenta de que me había ido pero la asquerosa rata de mi tía comenzó a ladrar, que parecía aquello que estaban pisando un pito. Le dí una patada y fue a parar a la cocina, con tanto jaleo mi tía no se enteró. Los minutos corrían en el reloj y ni rastro de Richard, cuando creí que no venía y ya me encontraba maldiciéndole constantemente, ví su coche afuera. Salí anticipándome a que llegara a la puerta.

- ¡Joder que frío que hace aquí coño!

- Si por eso te he llamado para que me calientes, vamos a la casa de invitados que allí no hay nadie.

Lo guíe de manera automática debido a lo acostumbrado que estaba aquella casa...

- No enciendas ninguna luz, le dije quitandole la ropa a tientas.

- Joder me has hecho hacerme un montón de kilómetros déjame verte.

- Que no es por eso, no quiero que vean luz en la casa, vamos. - Entramos en la habitación desnudándonos mutuamente. Lamió a base de bien mis pezones sin parar una y otra vez hasta ponerme mas empitonado que Jennifer Lopez antes de salir a uno de sus conciertos, continuo bajando por mi cuerpo hasta llegar a mi polla que a esas alturas ya estaba jurando bandera y comenzó con el trabajito, Joder notar toda su boca llena de mi carne me estaba poniendo muy cachondo y cada vez lubricaba más. Allí podía notarle subir y bajar por mi polla notaba como se perdía en su boca, desde luego que haciendo mamadas era buenísimo pero yo tenía ganas de que me follara, claro que después de 10 días a pan y agua no era de extrañar.

- Uffff.... aaahhh.... Richard no seas cabrón follame ya. Uffffffff

Escuche su risa maliciosa y me dijo que para follarme debería trabajarmelo. Me puse arriba de él y comencé a succionar su polla de manera rápida y marcando bastante con mis dientes, mientras le pajeaba la base, cada vez más rápido, llegó momento que la sentía en mi garganta y parecía gustarle porque no paraba de gemir. Me la saqué de la boca y me senté sobre ella dejando caer mi cuerpo de golpe sobre el suyo...

- Aaarrrrggggg - ambos gemimos.

- mmmmmmm nene sigue... - Haciendo caso a su petición me levanté y volví a dejarme caer de manera suave y seguida disfrutando como su polla abría mi culo, sentía esa sensación de placer por todo mi cuerpo. Y comencé aumentar el ritmo, allí estaba to cabalgando sobre él, desfogandome en su polla, comenzó a pajearme mientras yo continuaba cabalgando.

- Aaaaaarrrg vamos nene, asi uuuuuffffffffff así así - Después de decir eso golpeo con fuerza uno de mis nalgas que hizo que sonará en toda la habitación.

- AAAarrrrrggggg - Yo apretaba más mi culo al adentrar aquella barra de carne en mi interior, dios me encanta su rabo. Continué follando con él así, hasta que decidió ponerse sobre mí, acostándome sobre la cama me giró dejándome boca abajo y con él encima, comenzó a lamer mi agujero apretando fuerte mis nalgas y abriéndolas, para facilitarle la tarea me puse en pompa, su lengua me penetraba bien el agujero y también me lamió los huevos. Encañono su polla en la entrada de mi agujero y de una estocada me la metió.

- Aaaaaaarrrrrrrgggggg!!!!! - Me agarré con fuerza al cabezal de la cama. Mientras este empezó a embestirme notaba sus pelotas dando contra mí y su ruido constante, ese " plasf plasf plaf", la cama también pegaba contra la pared sin parar y mi culo cada vez estaba más caliente.

- Ufffffffffff..... - gemía él también, yo no pare de hacerlo en ni un momento. Se dejó caer sobre mi dejando su polla dentro y todo su peso sobre mí.

- aargggg... ufffff .... ahora siiiiii!!!!!!!! Joder....... - Me giró sobre la cama y abrió mis piernas, acto seguido volvió a metermela y continuo embistiendo.

- Si, si , si.... Jodido cabrón dame más fuerte ... aaarggggg - Dije prácticamente gritándole. El comenzó a embestirme mas rápido y comencé a correrme, esas embestidas estaban haciendo que me corriera que placentero era cuando conseguía aquello, llenando mi vientre de semen, Richard bajo enseguida a comerme los morros y bajo a mi vientre a lamer el semen, volvió a morrearme llenando la boca de los dos y continuo follándome. Así estuvo un rato más mientras yo ya me encontraba en el séptimo cielo y no quería bajar. Pero ya sabes que cuanto más alto subes la hostia es más grande, empecé a notar los chorros de semen dentro de mi culo, caliente y espeso.

- Oh joder no te corras todavía sigue follándome jodido cabrón.

- Oooooohhh!! aaahhh, - Después de gemir cayó sobre mí agotado, exhausto. Quita le dije quitándome de encima.

- ¿Qué coño pasa?

- A la mierda cabrón, te llamo para que me eches un polvo y solo me duras un asalto.

- ¿Y qué esperabas llevo los mismos días que tú sin follar? - Me dijo desde la cama.

- Va, voy a el baño y luego me voy tu haz lo que quieras.- Dije mientras cogía mi ropa que estaba tirada por el suelo, me metí al baño me lave rápido y salí ya vestido, cuando salí Richard ya no estaba. Volví a casa a pasar lo que quedaba de noche con la familia, aunque me quedé sobado en el sofá y que ironía el dichoso perruno de mi tía amaneció sobre mí.