El martes pasó algo similar. Nuevamente en el salón de pool , yo estaba jugando con un tipo, cuando al termino de la mesa , fui al baño. En este, me encontré un hombre de unos 48 años, pelo algo cano, alto y muy fornido. Se notaba con un par de tragos de más, casi todos bebían ahí y colocándome al lado de él, me coloque a mear. De inmediato le miré la verga encontrándome con una buena herramienta, mucho más grande que la mía. Al parecer no fui muy disimulado, por que el tipo de inmediato se dio cuenta que lo estaba haciendo.
- ¿ a ver .. que pasa?
- Nada
- ¿acaso te gustó lo que viste?
- ( … No dije nada , me dio una mescla de vergüenza y de miedo , al no saber como el tipo reaccionaría, quizás hasta de forma violenta )
El tipo no dijo nada mas, se la sacude, la guarda y me da una mirada que no supe como tomar. Se lava las manos y sin mirarme, mirándome al espejo me dice:
- Si la quieres, espérame afuera en la esquina en 20 minutos
No dije nada, solo lo miré, quizás con qué cara, pero el sonrió y se marcho. No sabía si había sido una broma, o si diría algo afuera a sus amigos, la cosa es que con algo de vergüenza volví, jugué la mesa más rápida de mi vida y en 15 minutos ya estaba pagando la mesa y marchándome del local. Apenas voltee para ver al tipo que aun jugaba pero que de todas formas me hecho una disimulada mirada. No sabía qué hacer, si quedarme o marcharme. El tipo no era mal agestado, pero era mucho más grande que yo, me daba miedo que me fuera hacer algo, pero me calentaba la imagen de esa tremenda verga que había visto en el baño. Prendí un cigarro mirando fijamente a la puerta del local a ver si salía el tipo, estaba nervioso a punto de irme cuando de repente aparece, prendiendo un cigarro, ve en que esquina estaba yo y comienza a caminar hacia mí. Era un poco más alto que yo, rostro serio y mucho más robusto. Se acerca a mí como si nada, ya con la confianza que nadie lo escuchaba y de frentón me pregunta que quería.
- Y bueno .. ya estamos acá .. ¿qué andas buscando?
- Chuparla … ( no sé de donde saque fuerzas para decirlo tan claro y directamente )
- Ok , estamos bien , a mi no me gusta hacerlo … ¿te parece que vamos en mi auto por ahí?
- Ok
A pocos metros tenía estacionado su auto, bastante normal. Me abrió la puerta desde adentro y apenas me subí, lo puso en movimiento. Me dijo que iríamos a un lugar donde no llegara la policía. A medio camino, paso a comprar un pack de cervezas, me paso una a mí y otra para él. Me hizo preguntas de donde venia, mi edad, mi nombre, mientras salía un poco de la ciudad, adentrándose a una especia de bosque fuera de la carretera. Alumbrados solo por la luz de la luna, abrió una nueva cerveza, reclinó su asiento hacia atrás y se sacó su enorme verga.
Todo era muy directo, sin preámbulos, ante mi mirada expectante. No hubo nada más que decir, ahora era mi turno de proceder. Estiré la mano y se la agarré, aun estaba algo morcilla, pero de todas formas era grande, admirando el grosor y el largo de esa enorme verga. Comencé a mastúrbalo, lentamente, sin dejar de mirar el tremendo pedazo de carne que tenía en mis manos, que fue creciendo rápidamente hasta lograr un tamaño descomunal. No me aguanté más y cumplí una de mis fantasías, de llevarme una verga a la boca , ¡ y que verga !
Con arte y maestría, la tome muy suavemente, la rocé con los labios, sintiendo el olor de la misma, un olor algo fuerte, pero no desagradable. Luego abro un poco mi boca y me metí solo la cabeza, como jugando con ella, como a mí me gustaba que me lo hicieran, hasta que sentí su mano apoyada sobre mi cabeza, en clara señal de lo que quería. Ya de una, abrí más la boca y me la engullí por completo, tomándola fuertemente de la base, metiéndome toda esa tranca en la boca.
Una y otra vez mi cabeza subía y bajaba chupándole la verga al tipo, que poco a poco comenzó a quejarse. Con toda soltura, abrió una nueva lata de cerveza , prendió un cigarro y comenzó a fumar y a tomar, mientras yo se la chupaba con todas mis ganas. Debo reconocer que me gusto mucho, estaba muy excitado sintiendo como mi boca se llenaba de carne y con gran fuerza se la succionaba.
Ya pasado unos quince minutos, mi placer era evidente, no se la soltaba ni un instante, admirando el tremendo pedazo que tenía en mis manos, pasándomelo por la cara, le apretaba las bolas con una mano y con la otra lo masturbaba muy fuertemente a pedido de él, que a cada rato me decía lo bien que lo hacía.
Me imaginaba que en cualquier momento podría recibir su descarga en la boca, pero no me importaba nada, estaba tan caliente que me daba lo mismo si eso pasaba, pero el tipo, como un rey aguantaba mis chupadas casi sin dar indicios de querer acabar. Para mí era mejor ya que la chupada se prolongaba más y mas.
Incluso me dijo si quería tomarme un descanso, me incorporé en el asiento y me tome una cerveza, mientras conversábamos. Me preguntó si era gay, le dije la verdad, que solo había querido experimentar, que era mi primera vez, que no era de la ciudad y que solo estaba probando cosas nuevas. Me preguntó si me gustaría que me la metiera y de frentón le dije que no, riéndome, que su verga era enorme y que nunca jamás en la vida, me entraría. Me preguntó si me había gustado y no pude ocultarle que sí, que jamás había pensado debutar con una verga tan grande, que me había gustado.
Me terminé mi cerveza y volví a lo que estaba haciendo un poco más calmado aun, pero de todas formas disfrutando. Ya se la tomaba con ambas manos y se la succionaba con todas mis fuerzas, hasta que el tipo comenzó a quejarse un poco mas diciéndome que ya estaba casi listo y me dijo que me avisaría cuando estuviese por acabar. Sabía que ya faltaba poco para conseguir mi objetivo, no sabía si sacarla de mi boca y terminar masturbándolo, sintiendo su verga correrse en mi mano o mantener mi boca ahí y probar que se sentía recibir el semen de este extraño directo en mi boca. No me daba asco, pero si me daba miedo de ahogarme y terminar vomitando.
Estaba en estas dudas cuando mi compañero comenzó a quejarse mas y mas fuerte, advirtiéndome lo que venía. Sentí como se retorcía, como aguantaba su quejido y sin pensarlo otra vez, me saqué la verga de la boca, pero la dejé abierta a pocos centímetros de su verga para recibir su lechada.
Fue increíble, tan grande como su verga fue su acabada. De ese enorme pitón comenzó a brotar un flujo interminable de semen, debo haber contado 4 o 5 chorros que fueron a parar directamente a mi boca, sintiéndola inundada con este liquido espeso , que ya no pude recibir más y sacando mi boca , el resto salió disparado por mi cara mi, pelo hasta el techo del auto me imagino yo, sin soltársela nunca y masturbándolo lenta pero fuertemente mientras su verga seguía escupiendo semen a diestra y siniestra.
No sabía si tragar o no, pero opte por escupirlo sobre sus piernas, sin embargo tuve que tragar saliva y un buen poco debe haberse ido por mi garganta sintiendo el espeso y agrio sabor que me llegó a raspar la garganta.
No me gustó su sabor, pero tampoco me desagrado. De todas maneras me volví a meter esa enorme cosa a la boca, tragando un poco más, para saborearlo bien , mientras el tipo ya se relajaba por completo dejando que este putito le limpiara la verga.
Rendido quedó en su asiento, mientras yo, cual puta barata, me acomodaba en el mío, preguntándole si tenía algo con que limpiarme. Me paso un rollo de papel confort de la guantera y me limpié lo mejor que pude.
Nos reímos un poco de la situación, abrió la ultima cerveza que tuvimos que compartir y se puso de inmediato en marcha. En el trayecto, bajé el vidrio para sentir un poco de aire fresco, sintiendo en mi cara restos de semen que me la hacían tirante. Una y otra vez me limpie la cara, me tocaba el pelo pensando que ahí también podría haber evidencia de lo que había pasado, hasta que llegamos a la ciudad y me dejó en una calle poco transitada, ya cuando el reloj marcaba las 01:30 de la mañana, ( dia de semana ) . Caminé rápidamente hacia mi hotel y apurado me acosté ya que al otro día tenía que trabajar, pero contento de haber cumplido una de mis fantasías con semejante Piton en la boca.
Continuara .....