DIA 3

Cuando dio por terminada la formación de grupos nos dirigimos a nuestras salas, las cuales se podían clasificar de celdas para mediante el suplicio obtener el placer. El grupo de la maestra quedo formado por dos mujeres a las que nombro como Ariel y Calipso, un hombre llamado Fobos, la maestra y   un servidor. Dentro de nuestra celda llamo a Ariel y Calipso para decirles que había escuchado como se burlaban de su compañera a la cual yo había reventado su culito, les recordó a ellas que simplemente eran sus últimas pupilas y hasta el momento su entrenamiento fuera suave, muy suave. Pero después de su forma de actuar esa suavidad en el trato se había acabado, sus burlas las debían pagar y ya verían como no iban a menospreciar nunca más a sus compañeros, les advirtió que no tendrían derecho al uso de la barra ni ningún otro tipo de alivio que normalmente se les administraría en el botiquín, esa sería su recompensa por su prepotencia.

Les ordeno empezar a comerme la polla ya que la quería dura y firme para probarla y comprobar si eran ciertas las afirmaciones sobre mí, además necesitaba que una polla volviera a reventarla puesto que hacía años que no encontraba un hombre capaz de someterla, su único consuelo eran sus monstruosos juguetes los cuales no le proporcionaban cariño, eran fríos e inhumanos, sin sentimientos.  Si  lo que les había oído a su expupilas era cierto quería comprobarlo en persona, disfrutar y volverse sentir viva de nuevo. Aquella era uno de las razones por las cuales organizaba los encuentros, esto le permitía buscar sin dar explicaciones.

Transcurridos diez minutos consiguieron su objetivo,  mi polla relucía y permanecia firme y dura, la maestra les ordeno que follaran con Fobos, me quería para ella sola, comenzó por chuparme la polla para apreciar mejor su tamaño, al mismo tiempo se masturbaba para lograr humedecerse y la penetración fuera más sencilla, ese era su plan, no el mío. Con su coño empapado me pidió que la penetrara fuerte y sin contemplaciones, no lo hice, comenze por lamer su coñito chupando su jugos para terminar secándoselo con unas bragas sin propietaria, ese fue el momento de penetrarla, despacio al inicio, ella reculaba de mi polla ya que le dolía e irritaba su sexo, a veces jadeaba y otras gritaba, lo único cierto es que la muy puta disfrutaba. Viendo el progreso de mi polla decidí clavársela entera de un solo golpe, soltó un grito al que sus pupilas reaccionaron preguntando que le sucedía, les ordeno que siguieran con Fobos, ella estaba disfrutando como hacia tiempo que no lo lograba y cuanto más sufriera mas gozaba.

Después de media hora me corrí en su interior, por su parte había notado al menos tres corridas, las cuales quemaban mi polla con lo cual decidí llenarla de semen y así poder sacarla fuera y llamar a Ariel para que la limpiara y dejara de quemarme.  Estando satisfecha  la maestra físicamente le faltaba la satisfacción perversa con lo cual decidió que yo debía de ser su objetivo no fuera a ejercer como amo dominante al haber conseguido que  ella gritase de satisfacción,  ordeno a Calipso y Ariel que me amarrasen al potro y separasen mis piernas atándolas a las argollas del suelo, obedecieron y esperaron mas instrucciones, estaban pendientes de las ordenes, la maestra llamo a Fobos para que se colocara delante de mi ofreciéndome su falo para que se lo comiese, nunca antes lo había hecho, supuse que no sería peor que el coño de alguna dama , alguno de los cuales no debía de conocer el uso y virtudes del jabón.  Seguía las instrucciones que me ofrecían las chicas de cómo hacerlo tanto para dar el máximo placer como para acelerar el proceso y conseguir la eyaculación, era un tema en el cual estaban muy instruidas. La maestra disfrutaba teniéndome en esa situación, ya llevaba como diez minuto y la polla de Fobos había escupido liquido pre seminal y por sus pulsaciones estaba listo para descargar, en ese momento la maestra le ordeno detenerse, le costó cortar en el momento en el que estaba , a punto de culminar.

Llamo a Calipso ordenándole que me practicara un beso negro muy húmedo, que me lubricara bien para introducirme dedos y dilatarme el ano, disfrute de este suplicio para mi sumamente placentero a pesar de creer que sería lo contrario, la maestra observaba lo que sucedía mientras tenia a Ariel lamiendo sus tetas y masturbando su coño. Cuando considero la dilatación suficiente le dio orden a Fobos de que reventara mi culo, no me escaparía ni podría negarme, formaba parte del juego, me culeo de lo lindo, al empezar molestaba más que dolía. Llevaba unos minutos aplicándose duramente y a ritmo constante, cada vez disfrutaba mas y estaba a punto de correrme, en esa situación la maestra se agacho frente al potro quedando su rostro frente el glande de mi polla, ordeno a Fobos que aumentase la intensidad quería recibir mi leche en su rostro, cosa que ocurrió casi al momento. Fue una de las mayores corridas de mi vida, fue tal cantidad de semen que el cuerpo de la maestra esta chorreando desde el pelo hasta los tobillos, era una mujer con vestido de semen, sus pupilas comenzaron a lamer cada centímetro de su cuerpo sin dejar ni el menor rastro de semen, la excitación de Fobos concluyo depositando su semen en el interior de mi culo. Al retirarse la maestra se  ocupo de que no se perdiera ni la más mínima gota dejando mi culo brillante con su saliva.

Por último hizo que falláramos a sus pupilas al mismo tiempo por sus dos orificios, Fobos se ocupaba de su coño mientras yo les reventaba el culo, terminaron agotadas e incapaces de andar con las piernas juntas, ni tan siquiera podían calzarse los zapatos ya que no eran capaces de mantener el equilibrio.