La semana había comenzado de los más tranquila, estaba mirando el correo general de la empresa para todo el personal, en uno de los avisos se nos informaba de que en próximas fechas iba a realizarse el control médico periódico de la empresa, el día y la hora se notificaría por parte del encargado en los distintos centros de trabajo, era obligatorio y vinculante con el trabajo, en caso de no realizarlo sería procedente el despido sin indemnización.

Mi cabeza últimamente no pensaba en otro cosa que no fuera el sexo y como ser humillada, el aviso me había dado una idea, vulgar, humillante y algo descabellada, por no decir una locura. Con esa  idea en mi mente llame a Tete para que viniera a mi despacho. En menos de cinco minutos se presento preguntándome que me pasaba y que le quería. Le expuse mi idea con todo lujo de detalles de la siguiente forma:

Ya has leído el aviso del reconocimiento obligatorio pues he tenido una idea, como el reconocimiento es obligatorio podíamos incluir en él una prueba de fertilidad de los operarios y como les afecta el ambiente en el sitio trabajo, algo normal y  lógico para un estudio de  calidad de la empresa. Con este pretexto solicitaríamos muestras de semen a nuestros operarios y por la fiabilidad del estudio deberían de ser obtenidas en el centro de trabajo y bajo la supervisión de personal de la empresa en este caso nosotras, la toma de muestras se podría obtener follandonos por el culo, por el coño, haciéndoles una mamada o cascándoles una paja, eso sí con condón, por un lado tendríamos la muestra y por otro no nos arriesgamos a contraer enfermedades. Te imaginas siendo follada por un numero de operarios sin poder decirles cómo ni por donde, siendo utilizadas como simples maquinas de ordeñar.

En ese momento Tete jadeo diciéndome que se había corrido solo con pensarlo, no se podía imaginar una humillación más agradable y sucia, ser utilizado su cuerpo sin importar la persona.  También le dije que nosotras dos solas no íbamos a poder, nos tocaban más de cien pollas por cabeza y ponía en duda que nuestros cuerpos resistiesen, le comente que podríamos llamar a la maestra, seguro que a ella le gustara y aun es más puta que nosotras. Dicho esto la llame y le conté lo mismo,  su respuesta fue que era una idea brillante y por qué no se le habría ocurrido a ella ni a ninguna de sus pupilas, me pregunto si Tete estaba al tanto y le respondí que si, al estar con él manos libres Tete le dijo que la idea era tan buena que mientras se la contaba se había corrido solo con pensarlo, la maestra le respondió que ella también y ahora mismo tenia a Fobos entre las piernas limpiándole el coño  y tan pronto colgara el teléfono se lo iba a follar a dolor.

Lo cierto es que de tanto contarlo mi tanga estaba empapado y mi falda húmeda, solo pensar en tanta polla humillándome necesitaba un alivio inmediato y aprovechando la presencia de Tete nos dimos un homenaje comiéndonos nuestros respectivos coños hasta orgasmar las dos casi al unisonó, como era habitual humedecer la ropa, tenía en el armario de la oficina siempre ropa limpia, toda precaución era poca con una compañera tan salida y pervertida como Tete. Éramos tal para cual, putas y pervertidas, sin límites para el placer.

Tomada la decisión buscamos la forma de plantearlo a la dirección de la empresa a través de los cauces normales, en caso de respuesta negativa siempre habría solución, en ese caso la maestra lo conseguiría sin esfuerzo, el poder de la sumisión era enorme.