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A punto de ser abuela

en Gays

★  ★  ★  [Conversaciones de hombre a mujer]

 

-Tranquila mujer que como mucho le estaría haciendo una paja- Le dije a mi hermana mientras intentaba reprimir una sonora carcajada.

 

- ¡Una paja, los cojones! Él le estaba tocando las tetas y ella le tenía la mano toda metida en el pantalón. Si no llego a entrar en ese momento ya sería abuela.

 

-Hay que joderse con tu hijo, y eso que parecía tonto- Le reproché a mi hermana ya sin poderme contener la risa

 

-Dime que hablaras con él.

 

- ¿De queeeeeé?

 

-Pues de qué va a ser Ramón, de cómo se ponen los condones y eso

 

-Ya le habrán explicado en el instituto

 

- ¿Qué le van a explicar si cuando le he dado la caja esta mañana no sabía ni lo que eran?

 

He reído de nuevo.

 

Mi hermana ha vuelto a hablar.

 

-Me ha preguntado el cretino que si eran chicles, cuando los ha sacado y se ha puesto a apretarlos con el dedo

 

Esta vez ella también se estaba riendo

 

-No puedo creer que le hayas comprado una caja de condones a tu hijo para que se folle a su novia

 

-Calla, calla que todavía me muero de la vergüenza que he pasado esta mañana en la farmacia. El Benito se creía que eran para mí y ha empezado a decirme que sí que calladito me lo tenía y que cuanto tiempo llevo con novio. Al final le he tenido que soltar una fresca

 

-Si es que este pueblo está lleno de gente impresentable. Unos cotillas son todos- Le dije a mi hermana para animarla.

 

-No me cambies de tema Ramón y prométeme que hablaras con él de esto. Mira que le he dicho que se pase después del partido por tu casa

 

-Si es que me da algo de pereza.

-Ni pereza ni ostias. Me ha preguntado. Quería saber cómo se ponían y entenderás que no me iba a poner yo ahí a explicarle

 

-Claro y por eso me lo mandas a mí para que lo enseñe a ponerse los condones en la polla.

 

-Es tu ahijado- me reprochó mi hermana

 

-Y tu su madre

 

-Me la debes

 

El mero hecho de recordarme esa promesa que le hice en su día hizo que todo mi ser flaqueara.

 

- ¿Y qué le digo?

 

-No sé, tú al menos eres hombre sabrás mejor como mantener una conversación de ese tipo con el chico. A mí, es que con solo pensarlo me pongo de los nervios

 

★  ★  ★  [Conversaciones de hombre a hombre]

 

- ¿Cómo estás?

 

-Bien

 

- ¿Qué tal el partido?

 

-Bien

 

- ¿Quieres ducharte antes o después de cenar?

 

-No gracias, me he duchado en los vestuarios, antes de venirme para aquí.

 

Volvimos a quedar callados

 

-Voy a pedir una pizza. Pero si quieres otra cosa para cenar tengo que salir a comprarla antes de que cierren.

 

-No una pizza está bien, ¡pero que no le pongan orégano!

 

-Ok una pizza sin orégano para el marqués- contesté mientras descolgaba el teléfono aun dudando en si todo aquello iba a terminar bien o mal

 

- ¿Por qué tengo que dormir aquí? -me preguntó mientras soltaba la mochila en el recibidor y me seguía hasta el comedor

 

-Ya te lo he explicado antes. Tu madre quiere que tú y yo hablemos y cree que es mejor si no tenemos que estar pendientes de la hora y eso. Además, a ti te viene bien también porque el instituto está aquí al lado ¿no?

 

-Eso si

 

Mientras lo miraba comencé a hablar con los de la pizzería y de una forma algo mecánica fui listando el pedido.

 

Mi sobrino venía con un pantalón deportivo y una camiseta naranja con la publicidad de una empresa local. Esa debía de ser la equipación de fútbol sala del equipo en el que jugaba. Era más que normal que teniendo ese porte y sobretodo ese físico, tuviera a la novia medio loca.

 

“Tenía que hablar con él esa tarde noche sobre cómo se ponían los condones ¡Sí o Sí!”

 

Al colgar decidí ir directamente al grano:

 

-Tu madre me ha explicado que te pilló con tu novia jugando a los “médicos”

 

-Ya le he dicho que no fue nada. A veces es que se vuelve como loca cuando ve lo que no es. ¿sabes que me ha comprado una caja de condones y todo? -me preguntó indignado mientras señalaba a su mochila de entrenar.

 

“Los condones debía llevarlos ahí”

 

-Por eso estas aquí. Quiere que te explique cómo se usan

 

- ¡Pues cómo se van a usar poniéndotelos en la polla y ya está!

 

Mi sobrino parecía tenerlo claro por eso terminé diciendo:

 

- Al menos la teoría te la sabes. Entonces no hay problema-Le dije

 

“¡Si sabía yo que no iba a hacer falta mi intervención en este asunto!”-Pensé para mi antes de escuchar:

 

-Lo que no entiendo es como se logra que la polla se te ponga dura con esa cosa tan pegajosa ahí puesta

 

★  ★  ★  [Más duro de lo que parece]

 

- ¿Cuantas veces lo has intentado?

 

-Dos

 

-No es mucho. Quizás debas intentarlo alguna vez más

 

Me miró frustrado antes de decirme:

 

-La primera vez se me bajo nada más sacármela. Intenté ponerla dura otra vez después de rasgar el precinto, pero no hubó manera

 

-Estarías nervioso.

 

-Muchísimo y más con ella ahí mirando que parecía que estaba viéndome operar un tipo a corazón abierto.

 

- ¿Quién mi hermana?

 

-No, joder mi novia. Cuando le dije que mi madre me había comprado condones, se puso a dar palmaditas y quiso que lo hiciéramos, pero al ver como no podía ponérmelo empezó a reírse y a decir que si no sabía. ¡Que sí era un patán y que con esas manazas no lo lograría nunca! ¡Al final acabamos casi peleados después de que terminara mandándola a la mierda!

 

- ¿Y la otra vez?

 

-Fue en casa de un colega, que dijo que el sí sabía, pero por poco acabamos a tortas también

 

- ¿Y eso?

 

-Pues que va a ser que el subnormal pretendía que nos hiciéramos una paja juntos. ¡Lo hicimos después de desnudarnos y sentarnos en el sofá a ver una porno!... Y va el tío cuando me vio todo empitonado y me dijo que probara a ponérmelo, mientras el mismo abría el condón

 

Me miró como dudando, pero con un gesto afirmativo de mi cabeza le pedí que continuara

 

-Lo hice rápido y logré calzármelo sin que se me bajara. Estaba eufórico.

 

-Se la enseñaba y hasta dejé que me la tocara.

 

-No se me bajaba la erección y ambos reímos triunfantes, pero como después…

 

- ¿Después qué? - Le pregunté al ver cómo se callaba

 

-Que va el subnormal y se pone culo en pompa y me dice que se la meta por detrás.

 

- ¿Tu amigo?

 

-Sí, puedes creerlo. ¡Maricón perdido!

 

Empecé a reírme nerviosamente.

 

“Si mi sobrino supiera”

 

-El caso es que empecé a decirle de todo y el gilipollas dice que como lo cuente en algún sitio ira diciendo que el que me dio por el culo fue él a mí. Como es mucho más popular seguro que lo creen a él, antes que a mí.

 

-Tampoco deberías darle mucha coba al tema. Ya que has dicho, que él no contara nada si tu no dices nada tampoco- Le dije yo para tranquilizarlo

 

-Pero el caso es que todavía sigo sin poder saber lo que es follar-me contestó algo frustrado

 

-Tranquilo que ya verás como la próxima vez, no te pones así de nervioso y consigues darle a tu novia con todo el rabo.

 

Sonrió agradecido al escuchar mis palabras de ánimo

 

-Eso espero, pero es que hay una cosa más

 

- ¿Mas de qué?

 

-Es por lo que me dijo mi amigo cuando me vio la polla.

 

- ¿Qué le pasa a tu polla? ¿Tienes fimosis o algo?

 

-No, no. Eso no. Es porque es, según él, muy grande, no solo en longitud, y me dijo que esos condones me entraban tan mal porque no eran de mi talla.

 

Realmente ese chico tenía un problemón, pero el ruido del portero anunciando la llegada de la pizza me hizo que partiera hacía la puerta en busca del alimento que pretendíamos

 

★  ★  ★  [Viejos conocidos]

 

El silencio era más que incómodo entre los tres y eso se notaba.

 

El chico de la pizza había resultado ser un viejo conocido mío. Bueno más bien de mi rabo ya que eran frecuentes nuestros encuentros furtivos en una zona de descanso cercana a nuestra localidad.

 

Sin embargo, no podía saber cuál sería la relación entre mi sobrino y ese muchacho ya que solo se miraron sorprendidos cuando la puerta se abrió y tras pronunciar un inaudible

 

-Hola

 

Se quedaron callados el resto del tiempo

 

-No sabía que repartieras pizzas-Le dije al chico mientras le daba el dinero para que me cambiara.

 

Pretendía relajar un poco el ambiente de tensión, pero esta vez la sorpresa en la cara del muchacho se hizo mucho más notable y mi vergüenza por la indiscreción se apoderó de mi ser.

 

-Sí. Mi padre es el dueño de la pizzería y yo le ayudo entre semana con el reparto.

 

Lo miré sin decir nada, pues ya sabía de sobra lo que solía hacer los sábados y domingos cuando quedaba libre en esos menesteres.

 

-Quédate con la vuelta- Le dije

 

Sin darme las gracias siquiera, se giró en busca de la oscuridad de la noche mientras yo cerraba la puerta aliviado de no tener que hablar más con ese chico.

 

De todas las veces en las que habíamos coincidido y habíamos follado esta era la vez en la que más habíamos hablado

 

“El cruising es lo que tiene. Casi nunca sabes nada del tío al que te follas”

 

- ¿Lo conocías? -me preguntó mi sobrino

 

- ¿Quién yo?

 

- Sí tú- me contestó con esa inquisitorial mirada

 

-De verlo alguna vez de fiesta en la capital. Creo que una vez se vinó conmigo en el coche porque no pudo pillar autobús de vuelta. ¿por qué lo dices?- Le pregunté a la evasiva

 

-Es amigo mío

 

-Ahhhhhh- Le dije esperando secretamente que ese pizzero jamás le contara lo que hacía su tío algunas veces con él.

 

- ¡Ese es el maricón! - me contestó antes de ver cómo se me caía la caja con la pizza al suelo

 

★  ★  ★  [El “indidente”]

 

-Tío Ramón. ¡No puedo dormir!

 

Me incorporé en mi cama y al verlo apoyado en el quicio de la puerta de mi habitación decidí dar la luz para invitarlo a entrar.

 

- ¿Por qué no? -le pregunté

 

-Supongo que será por la cama y eso. Es la primera vez que duermo fuera de casa.

 

-Tranquilo que cuando empieces a follarte a tu novia y duermas con ella en su cama después ya verás cómo te terminas acostumbrando

 

Se sentó en mi cama y me sonrió nervioso. También al hacerlo miró discretamente hacía mi calzoncillo.

 

- ¿De verdad no te sientes mal por lo que ha pasado? -me preguntó

 

- ¿Sentirme mal por qué?

 

-Bueno, porque al final con la tontería del condón y que si no se me ponía dura ni a la de tres para ponérmelo, has acabado chupándome la polla.

 

-Tampoco ha sido nada. Solo han sido dos o tres sacudidas las que le he dado a tu rabo y te la he chupado un poco para ponértela más dura. ¡A mí no me ha importado hacerlo, la verdad! -Le contesté intentando quitarle hierro al asunto

 

-Ya, pero es que eso que has hecho, es de maricones.

 

-Sí, pero al menos no me he puesto culo en pompa como tu amigo para pedirme que me folles.

 

Sonrió nervioso y volvió a mirar hacía mi calzoncillo

 

- ¿Puedo dormir aquí contigo? - me preguntó

 

-Claro- le dije.

 

Le hice un lado en la cama y tras notar como se tumbaba en ella apagué la luz de la habitación.

 

Dos o tres minutos trascurrieron mientras nuestras respiraciones nos advertían de que ninguno de los dos podía dormir esa noche.

 

-Tío Ramón

 

- ¿Qué?

 

- ¡Tú eres maricón!, ¿verdad?

 

- ¿Por qué lo dices?

 

-Porque llevo ya un rato pensando, en que nunca te he visto con una mujer y además conocías a mi amigo que también lo es, …

 

Lo interrumpí para decirle:

 

-Si no hace falta que sigas. Lo soy, pero no pasa nada

 

- ¿Mi madre lo sabe?

 

-Claro que lo sabe

 

- ¿Entonces porque me ha enviado aquí a dormir contigo?

 

Encendí la luz bastante enfadado para reprocharle:

 

-Mira José Luis. Tu madre sabe que me gustan los hombres y te ha enviado aquí no para que te folle ni para que tú me folles a mí, sino para que te explique cómo cojones se pone un condón. De lo único que me arrepiento ahora mismo es de haber terminado haciendo lo que no debería, pero espero que lo olvidemos ambos y nunca bajo ningún concepto volvamos a hablar acerca de ese pequeño “incidente” que ha tenido lugar en el salón comedor.

 

-No te he dado las gracias. Por ayudarme con lo del condón, digo- acabó diciéndome

 

-No es nada. Ya te he dicho que la próxima vez no tendrás problemas. ¡Al final has visto que no es tan difícil!

 

-Ya, pero, es que a mí no me importaría que volviéramos a repetirlo. ¡Mira cómo se me ha puesto la polla con solo pensar en ello! - me contestó mi sobrino mientras se agarraba el paquete de una forma un tanto obscena

 

★  ★  ★  [El “reincidente”]

 

- ¿Quítate los calzoncillos? - Le dije

 

“No podía creerlo, pero José Luis estaba tanto o más interesado que yo en tener una relación de ese tipo conmigo”

 

“¡No había más que ver la impaciencia con la que se quitaba el calzoncillo!”

 

Agarré su polla mientras le decía:

 

-Tenía razón tu amigo. Es muy grande. Por eso te entran los condones con tanta dificultad.

 

-No he visto la tuya- me dijo él mientras miraba hacia mi abultado paquete y se dejaba hacer la paja

 

Tiré del elástico de mi slip y esta saltó por los aires.

 

- ¡Boing! - dijo mi sobrino al ver mi rabo balancearse

 

Sonreí complacido y seguí con la paja.

 

- ¿Puedo tocarla? - me preguntó

 

-Adelante- le dije yo mientras me arrodillaba a la altura de sus manos y dejaba que me hiciera una paja, al igual que en esos momentos hacía yo con él

 

-Vaya cacho polla tienes tito Ramón

 

- ¡Es solo igual que la tuya solo que más gorda!

 

- ¡Ya, no veas!

 

-Se te pondrá igual cuando cumplas unos años. Las pollas primero crecen en longitud y después engordan.

 

- ¿De verdad? ¿cómo lo sabes?

 

-Porque por genética, supongo, a los dos nos ha tocado tener un rabo como este.

 

Al decírselo aproveché para meterme su duro pollón en mi boca. Los veintidós centímetros de su rabo vibraron al notar las primeras caricias de mi lengua.

 

-Madre mía. ¡esto es la ostia! - suspiró el al sentirse mamado, de nuevo

 

Lo miré con media polla metida en la boca y afirmé un poco con la cabeza.

 

Seguí chupando, aunque normalmente suelo adoptar el rol de activo, más que nada por pura obligación de la sociedad, ya que cuando hago cruising y los tíos me ven la polla casi ninguno quiere acabar de activo.

 

Comienzan entonces los cánticos y alabanzas, …

 

- ¡Que si vaya rabo tienes, colega, que si me vas a romper el culo con él!

 

“Así que al final acabo empujando en lugar de terminar de receptor”

 

-A mí también me gustaría probar a que sabe tu polla- me terminó por decir José Luis mientras me la arrebataba de entre los labios

 

Agradecido por su gesto me incorporé en la cama mientras le decía:

 

-Tengo una posición ideal para eso ¡Se llama 69!¡Tú quédate, así como estás! Yo me pongo encima pero girado. ¿ves? Ahora solo tienes que hacer lo que quieras con mi polla. Puedes cogerla, ¡así muy bien!, ¡Pajéarmela! ¡También puedes lamerla!, ohhhhhh, siiiiii, ohhhhh, puedes, ohhhhh,  chuparme los huevos o tragártela, ahhhh, … ¡si eso está bien!...¡Muy, muyyyyyy, biennnnn!

 

Dos cuerpos sudorosos, completamente entregados en la búsqueda de su propio placer y a la vez agradecidos por las sensaciones. Empeñados en ofrecerle al otro lo mismo que ellos sentían en sus propias carnes, es lo que hubieran visto las mentes cerradas y arcaicas.

 

“¿Qué problema hay en el sexo, sea el que sea, cuando solo busca eso?”

 

Pajeaba la polla de José Luis, la lamía y engullía casi con el mismo ritmo y cadencia con la que sentía ese placer en la mía propia.

 

-Ahhh, tío me voy a correr otra vez como sigas- me dijo en un grito a la desesperada

 

-Bueno. Córrete. ¡No me importa!

 

-Es que si he venido aquí hasta tu cama. Es porque quería follar, o por lo menos intentarlo- me reprochó dudando

 

-Entonces, ya que estamos así y en esta posición quiero que me vayas haciendo en el culo lo mismo que te vaya yo haciendo a ti.

 

Lamía entonces su ojete que palpitaba como si el mismo corazón estuviera latiendo ahí escondido al otro lado de esos pliegues rosados.

 

Dejé que mis dedos jugaran con esa gruta. Entraban y salían mientras mi boca era alimentada por esos jugos gloriosos y sabrosos que salían de su polla.

 

Estuvimos asi por mas de diez minutos, chupando nuestros culos y a su vez nuestras pollas. Juagando con esos dedos de forma incansable. Robándonos el uno al otro unos gemidos que hacían que ambos no fuéramos excitando cada vez más.

 

Mis piernas flaqueaban al notar como los curiosos dedos de José Luis me hurgaban en el ojete imitando una conducta que ambos nos tenía locos de ganas por ser penetrados.

 

- ¡No puedo más!¡Tienes que follarme!-Le dije

 

- ¿Cómo? ¿yo a ti? - me preguntó algo decepcionado al ver cómo me tiraba sobre la cama y levantaba mis piernas al cielo para mostrarle mi ojete vibrando como nunca por las ganas

 

-Si no te preocupes. Después lo intentaremos con tu culo, pero al menos dame bien dado para que veas primero como va esto.

 

Lo vi pajearse el rabo, como dudando. Esa polla me iba a romper por dentro, pero la ocasión merecía la pena

 

- ¿Y los condones?

 

-Déjate de ostias ya y métemela hasta los huevos. ¡Que mientras me folles a mí no habrá peligro de que hagamos a tu madre abuela!