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Sexo en la fábrica abandonada

en Gays

★  ★  ★  [Arcade Games]

 

- Javi.

 

- ¿Qué?

 

- Esta mañana le he cogido otra revista porno a mi hermano.

 

Antes de girarse hacia el joven que le estaba hablando Javier se sonrió de forma un tanto maliciosa, pero al darse la vuelta hacía el chico lo hizó con un gesto en su cara un poco hostil.

 

- Vale, dámela y luego la veo

 

Javi siguió mirando al muchacho, estaba nervioso, intentando esconder bajo su cazadora algo que debía de ser la mencionada revista.

 

El resto de los jóvenes que los rodeaban en esa sala de máquinas recreativas, seguían a lo suyo, golpeando de forma algo violenta los botoncitos de las otras máquinas, con las que jugaban.

 

El chico miraba también hacía los otros chicos algo nervioso como temiendo que si alguno se daba cuenta de lo que llevaba ahí escondido, bajo su cazadora, tendría problemas.

 

“Se burlarían de él. O peor, se abalanzarían hacía donde estaba para robarle alguna de esas hojas. Si llegaban a romper esa revista o manchaban alguna de sus hojas no podría llegar a explicarlo”

 

Por eso agarró con mucha más fuerza el bulto que escondía bajo la cazadora.

 

- No está mirando ninguno, dámela ahora-Javi alargó la mano para coger la revista, pero el otro joven dio un paso atrás.

 

- Prefiero que la veamos juntos-dijo

 

Javier lo escrutó con la mirada durante unos instantes antes de volver con cierta indiferencia a su partida a medio terminar.

 

- ¡Esta tarde no puedo! - dijo

 

- Ahhhh- contestó el muchacho visiblemente decepcionado

 

- Otro día te la traes. ¡Hoy no me voy de aquí sin haberme pasado el nivel cuarenta y cinco!

 

Javi volvió, de esa desconsiderada forma, a jugar otra vez con la máquina.

 

“Después de todo lo que había arriesgado para conseguir esa revista y al final iba a ser para nada”-pensó

 

Al ver cómo casi lo ignoraban el chico insistió:

 

- Tengo que devolverla a su sitio para que mi hermano no note que se la he cogido

 

Javi se giró para ver la profunda cara de decepción en el rostro del joven chaval.

 

- Mis padres están en mi casa. No podemos ir allí esta tarde …Cómo no quieras que vayamos a la tuya-dijo un Javi más que indiferente

 

El joven se volvió a agitar algo nervioso, quizás rememorando los viciosos acontecimientos que tuvieron lugar en esa casa cuando compartió con Javi la visión de otra revista porno.

 

Le contestó:

 

- ¡No podemos! Mi hermano me ha dicho que iba a estar allí toda la tarde. En la fábrica de piensos, en la que trabaja, le han puesto el turno de noche esta semana.

 

Javi miró al joven sorprendido en parte de todas las cosas que estaba dispuesto a hacer con tal de terminar comiéndose una polla.

 

“Asumía riesgos convirtiéndose en un ladrón. Preguntaba más de la cuenta en su casa acerca de los hábitos de su hermano y ahora iba a buscarlo a él a ese salón de máquinas recreativas.”

 

- Pues entonces tendrás que guardarla o esconderla en el descampado para que podamos verla otro día-Le contestó Javi mientras se giraba para golpear con virulencia la máquina de tipo Arcade en la que estaba jugando esa interminable partida de Tetris

 

- Podemos ir a verla a la vieja fábrica de harinas que hay junto a las vías-le contestó el chico casi a la desesperada

 

Javi se giró molesto, acababa de perder la partida. Quizás fuera por culpa de la distracción, por eso le dijo:

 

- ¿No pretenderás que te folle en un sitio como ese, con todos esos cascotes y toda esa mierda tirada por el suelo?

 

Ambos miraron nerviosos hacia los demás chicos del local. Al hablar Javi había alzado la voz y temieron que alguno de los allí presentes hubiera escuchado tal salida de tono.

 

“Por suerte, para ambos, no fue así”

 

- No, no. Sólo te la chuparé, … si quieres, claro-Le contestó un chico cada vez más nervioso

 

Bajo el vaquero de Javi, su juvenil polla dio un respingo.

 

- Tampoco te creas que me apetece mucho-Le contestó

 

- Esta vez intentaré tragarme toda la leche que pueda-le insistió un chico visiblemente nervioso

 

- Sí, eso lo dices ahora. Pero luego, bien que no paras de escupirla-Le reprochó Javi más que molesto porque derrocharan de esa forma su esencia vital

 

- Está bien. También dejaré que me la metas un poco.

 

- ¿Sin gritos?

 

- Lo intentaré

 

- Mira que siempre me dices lo mismo y cuando empiezo a hacerlo chillas más que mi padre cuando se pone a ver el fútbol.

 

- Es que me escuece cuando aprietas. Y también me duele mucho después- confesó

 

Javi se giró para sonreírle de nuevo.

 

- Sin embargo, que te den por el culo, te gusta ¿verdad?

 

- Bueno sí. -contestó rojo como un tomate el chico, en parte por la vergüenza que estaba pasando al reconocerse ante su amigo de esa forma

 

- Yo prefiero que me la mames. A veces no hay forma de poder clavártela con tanta queja

 

- ¡Si no fuera tan gorda! - se quejó el chico

 

En ese momento, de una forma un poco descarada, Javi se llevó la mano al paquete.

 

- Tampoco la tengo tan grande.

 

- ¡Vamos que no! … ¡Si es casi el doble de grande que la mía!

 

- Ya te irá creciendo, no debes agobiarte mucho con eso. ¡Todavía eres pequeño!

 

El joven maricón, mientras veía como su compañero se recolocaba orgulloso la polla de la que ambos hablaban, volvió a hablar:

 

- Dejaré que me la metas un poco, pero si te digo que me la saques, ¡lo haces!, que sino al final me termina doliendo el culo un montón

 

- ¿Me la chuparas entonces?

 

- Bueno.

 

- ¿Sin protestas y sin decir que te da mucho asco?

 

- Lo intentaré

 

- No me vale con que lo intentarás. ¡o me prometes que lo vas a hacer o no me voy a ningún sitio contigo!

 

- Está bien, si vamos a la fábrica esta tarde, dejaré que me la metas por el culo y te la chuparé todo el tiempo que quieras-Le terminó por susurrar el joven a Javi en la oreja para que esta vez no lo oyera nadie de los que allí estaban

 

- Venga, vale. Espérame junto a la fuente que ahora voy a recogerte con la moto-Le respondió Javi golpeando con brusquedad el botón de inicio

 

- ¿No podemos irnos ya? -preguntó el chico y al ver como lo miraban matizó:

 

- Pronto empezara a oscurecer y tampoco quiero que se nos haga de noche allí en esa fábrica.

 

- ¿Qué quieres que me vean saliendo de aquí contigo? - Esta vez en su contestación se veía a un Javi notablemente cabreado

 

- Tampoco pasa nada. Somos amigos ¿no? -Le contestó el muchacho

 

- ¡No chaval!, amigo mío es tu hermano. Tú solo eres un maricón que la comes de escándalo y que te dejas dar por el culo, hasta que encuentre novia.

 

El joven al verse tratado de esa forma agachó su cabeza avergonzado

 

Javi siguió hablando:

 

- Tarde o temprano se terminará sabiendo eso en el pueblo y no quiero que, cuando pase, me relacionen contigo.

 

El chico podía haberse dado la vuelta y haber abandonado a ese subnormal, dejándolo con todas las ganas, pero en lugar de eso le contesto:

 

- Te espero allí, pero no tardes mucho ¿vale?

 

- Un par de partidas más y voy para allá-Le contestó un Javi indiferente mientras introducía una nueva moneda en la máquina recreativa

 

★  ★  ★  [Pasar de nivel]

 

Ambos conocían la vieja fábrica como la palma de su mano. Por eso corrieron hacía el edificio principal con cierta rapidez, cuando atravesaron el hueco que tiempo atrás, otras personas, habían hecho en el muro exterior.

 

Habían jugado allí desde bien pequeños y ahora lo habían convertido en una especie de picadero ocasional cuando no tenían ninguna de las casas de los padres de ambos disponibles.

 

Javi era alto, bastante bien formado y muy guapo. De cuerpo estaba bastante bien, jugaba al fútbol en el equipo local y tenía unas piernas musculadas, los brazos también estaban bien formados y no tenía nada de barriga.

 

Era, por su aspecto físico, el típico chuleta de pueblo que se llevaba a las tías de calle.

 

Follar no follaba tanto, aunque presumía de ello. Tenía una buena polla, a pesar de su todavía joven edad. Diecisiete centímetros de un rabo bastante curvado, pero que se ponía duro como una piedra cuando comenzabas a darle lametones

 

El otro chico era más bien bajito, y también jugaba al fútbol en las categorías inferiores. Era algo más delgado que Javi y siempre iba peinado con el pelo de la cabeza de punta para aparentar más altura.

 

- Era más maricón que un palomo cojo- Javi se lo decía mucho mientras se lo follaba.

 

Era también, además de un experto comepollas, hermano del mejor amigo de Javi, así se habían conocido, y con el tiempo su vida en común había derivado en eso.

 

Vivían en ese pueblo una relación a escondidas.

 

Quedando en la casa del uno o del otro para hablar de los entrenamientos y más tarde empezar a hacer toda clase de guarradas y cochinadas.

 

Javi adoptaba un rol más activo. El otro chico siempre era el pasivo, el que se dejaba hacer y hacía con la polla del otro todo lo que Javi le iba indicando

 

Y, algunas veces, como esta de la que os hablo, corrían riesgos innecesarios solo por echar un polvo

 

- Desnúdate deprisa- Le dijo Javi mientras el comenzaba también a abrirse la hebilla del cinturón que sujetaba su vaquero

 

El chico no lo dudó ni un segundo y a pesar de que el frescor del atardecer comenzaba a hacerse más que notable se quedó completamente en pelotas antes de que Javi se desabotonara la camisa de rayas que llevaba puesta

 

- ¿Tú no piensas hacerlo? -Le preguntó el chico mientras intentaba caminar desnudo por entre los cascotes hacía donde estaba Javi. Iba sobándose y a su vez pajeando su dura y juvenil polla, sin importarle tampoco mucho en qué lugar de esa nave había dejado tiradas sus prendas

 

- ¿Qué quieres que se me manchen los pantalones de polvo, con toda esta mierda que hay en el suelo?

 

- Yo he dejado la ropa colgada en unos hierros que hay por allí.

 

El chico intentó explicarle donde quedaba ese improvisado perchero, pero Javi no estaba por la labor.

 

- ¡Aquel lugar está lleno de telarañas!

 

- Tampoco hay tantas, además, como queda cerca esa ventana, hay bastante más luz que aquí.

 

- Prefiero este sitio. Si se entra desde la calle no se nos vería tanto y tendríamos tiempo para vestirnos.

 

A veces mientras estaban allí escuchaban las voces de los jóvenes que como ellos habían empezado a ir a jugar a ese lugar prohibido. Les daba entonces, el tiempo justo para vestirse y también para comenzar a lanzarles piedras a esos críos para que no volvieran nunca.

 

Ahora que había conseguido conquistar para ellos ese lugar no estaban dispuestos a dejar que nuevos colonos terminaran ocupándolo.

 

- Esos chicos no vendrán hoy, tienen catequesis los martes.

 

- Por si acaso- dijo un más que prudente Javi

 

- Aquí tienes la revista.

 

El joven le entregó por fin la revista porno a Javi, que con los ojos llenos de vicio comenzó a hojearla.

 

- Venga arrodíllate y cómeme el rabo-Le sugirió Javi mientras iba pasando las páginas con cierta indiferencia

 

- ¿No quieres que nos acerquemos a las ventanas para que la veas mejor?

 

- ¿Para qué? si con esta poca luz que hay aquí apenas se puede ver nada. -Le reprochó Javi al zagal que arrodillado entre sus piernas comenzaba a sobarle el empitonado bulto que había bajo su calzoncillo.

 

El chico después de sacarle el rabo y empezar a pajearlo para terminar poniéndoselo bien duro, lo animó a seguir buscando

 

- En esta salen unos tíos con unas pollas que no veas

 

- ¡Eso solo te interesa a ti maricón! Yo solo la quiero para ver las tetas y los coños de las tías que salen en las fotos.

 

Al que mamaba polla, no le importó que lo volvieran a insultar de esa forma y cuando se sacó el rabo de la boca, comenzó a pajearlo un poco. Lo haría, para lograr que toda la saliva se esparciera bien por ese sabroso nabo.

 

- Está ¡guapa, guapa! - murmuró un Javi indiferente a lo que le hacían, mientras seguía pasando páginas

 

- Hay al final unas fotos donde salen dos buzos follándose a una rubia en la playa con unas tetas enormes-Le explicó el mamón

 

Javi buscó el reportaje fotográfico del que le hablaban, pero apenas podía apreciarlo debido a la escasa luz.

 

- ¡Déjalo!, ya la veré luego en casa. Ahora chúpamela bien y no hables tanto, quiero correrme rápido porque tampoco vamos a estar aquí todo el día

 

★  ★  ★  [Aparecen los monstruos]

 

Cuando ambos mozos malgastaban sus tardes quemando monedas en las máquinas recreativas, gritaban como locos cuando aparecían esos monstruos en la pantalla del videojuego.

 

Cuando la dificultad era extrema y el dinero que portaban en sus bolsillos era suficiente solían participar en pareja para poder derrotarlos.

 

Pero esta vez a pesar de que los gritos también tuvieron lugar, la forma en la que ambos afrontaron el reto fue bien diferente.

 

Esos dos hombres aparecieron de pronto entre la oscuridad justo cuando Javi estaba comenzando a clavar su dura polla en el ansioso y expectante ojete del joven.

 

Podríamos decir que Javi tuvo suerte pues al ir medio vestido logró escapar a la carrera cuando escuchó los primeros pasos.

 

Pero el más joven se quedó primero preguntando en voz alta a su colega para ver qué pasaba y cuando vio a esas dos oscuras figuras e intentó levantarse para correr también, no logró ni dar dos pasos sin que fuera fuertemente agarrado

 

Chilló y gritó. También pronunció el nombre de Javi, advirtiendo al chico que corría intentando escapar fuera del edificio, que esos tipos malvados lo habían agarrado.

 

Los brazos que lo sujetaban entraban por su espalda y haciéndole presión en el cuello le hacían bastante daño, pero a pesar de sus gritos no dejaban de apretar.

 

Escuchó las risas mientras se retorcía, iba completamente desnudo, haciendo que su suave piel se arañara con las sucias ropas que portaban esos seres.

 

Hablaban, como los villanos de los videojuegos, un idioma distinto.

 

Gorgojaban y murmuraban cosas incoherentes. Puede que fueran árabes, pues no logró entender ninguna palabra

 

- ¡Javi, ayúdame! ¡No te vayas!  -terminó gritándole a esa sombra que se alejaba en la distancia

 

Los monstruos se rieron otra vez y agarraron su cara. Con un mechero la iluminaron y al hacerlo pudo ver en la contraluz brevemente el rostro del que iba a ser uno de sus agresores.

 

Eso le asustó más y comenzó a retorcerse de nuevo, pero el que lo sujetaba desde atrás lo tenía bien cogido.

 

Lejos de sorprenderse de haberlo hallado desnudo los dos tipos, decidieron aprovecharse y comenzaron a sobar burdamente ese cuerpo desnudo y lampiño.

 

Tocaron su polla y al encontrarla un poco morcillona rieron de nuevo.

 

- Siempre se me pone así- intentó excusarse, pero esos dos monstruos hicieron caso omiso a sus palabras

 

El de atrás le propinaba fuertes azotes en el culo, mientras entre risas le contaba al otro lo que pensaba hacer con él

 

Hablaban en árabe, pero era más que evidente que tenían las mismas intenciones que Javi, pero seguramente con pollas más grandes.

 

Notó como le sobaban el culo y se alarmó cuando ese moro iluminó con el mechero una de las imágenes de la revista. La aproximó hasta su cara donde vio con claridad a esa rubia comiéndose con la boca bien abierta los dos pollones que esos buzos lucían orgullos ante el objetivo del fotógrafo.

 

Muchas veces había fantaseado con comerse dos pollas a la vez, pero solo había tenido la oportunidad de hacerlo con la de Javi.

 

Ahora que suponía que su amigo corría en busca de ayuda debía de superar ese reto.

 

Intentó levantarse del suelo, pero los golpes que recibía al hacerlo le obligaron a mantenerse arrodillado

 

Fue forzado a acercar su rostro hasta la entrepierna de uno de esos dos tipos y una polla morcillona y oscura se empezó a restregar por su cara.

 

Pensó en Javi.

 

"Aquella polla cuando engordara sería mucho más grande que la de su colega"

 

Intentó girarse para ver si su primer captor también se había abierto el pantalón, pero no pudo hacerlo ya que esas dos manos que le presionaban con fuerza en los hombros le obligaron a girar la cara para que buscara esa polla.

 

El pito se restregaba e iba engordando por momentos mientras continuaba escuchando esas palabras en árabe

 

Pensó en la imagen de la revista y mientras cerraba los ojos abrió ligeramente los labios.

 

Pensó de nuevo en los buzos y en esa rubia que había ofrecido su coño a los hombres mientras tostaba su cuerpo al sol.

 

Estos hombres de las fotos no habían tenido más remedio que salir del agua.

 

Sus dientes, al estar cerrados, evitaban la introducción de ese nabo. Pero recibió una ostia que no hizo otra cosa que animarlo a colaborar

 

“Saladas debía de estar las pollas de esos tipos de la revista cuando la chica comenzara a chupárselas”.

 

“¿Cómo sería el sabor de las pollas de estos hombres tan malvados?”-Pensó mientras cerraba los ojos de nuevo y abría por fin la boca.

 

Escuchó un suspiro de satisfacción. Al igual que hacía Javi cuando su polla entraba en su boca esos tipos también gozaban dándole de mamar polla

 

El sabor no fue para nada desagradable por eso agarrando con cierta decisión esa polla, al igual que hacía con el joystick de las máquinas recreativas, lo descapulló y mientras lo pajeaba continúo chupándolo.

 

Al sacársela de la boca para recuperar el aliento sonreía al igual que hacía la rubia de la revista.

 

Él joven también tenía el pelo rubio como la chica de la revista y aunque no lo tenía tan largo, si disponía de algo bien largo y gordo con lo que jugar.

 

Lamió los huevos del hombre y volvió a chupar esa polla y aunque no entendía el árabe supo que lo estaba haciendo bien, pues el moro comenzó a reírse mientras hablaba con el otro acerca de ello.

 

Le estaría contando a su colega que el chico iba a ser de los que colaboraran

 

Tanteando con la otra mano comenzó a subir por la pierna de su primer captor, hasta rozar el abultado paquete del hombre que lo sujetaba

 

La apretó con fuerza y escuchó de nuevo una risa

 

Bajó la cremallera del pantalón y con cierta dificultad, al tener ya una polla en su boca, extrajo la otra al exterior de la noche que los rodeaba

 

El otro reía como un niño chico al ver como con cierta pericia ese joven le comía el nabo. Tampoco se quejó mucho cuando vió como durante unos breves segundos el chico se giraba para desabrochar la bragueta de su colega.

 

Los escuchó de nuevo hablar en árabe.

 

"Posiblemente le estuviera advirtiendo a su amigo de lo placentera que iba a ser la sensación cuando notara como esa boca glotona y viciosa empezara a hacer el trabajito"

 

El muchacho, ignorando el miedo que debería sentir, pajeo ambas pollas.

 

“Gordas, duras ¡Enormes!”

 

Intentó imaginárselos como buzos

 

“Al menos habrían salido del mar jugándose durante el trayecto la vida en una patera. ¡Qué menos que alguien como él les diera el recibimiento que merecían!”

 

Lamía pues, agradecido esas pollas, las engullía y pajeaba, alternando de una a la otra y escuchando gemidos y frases en árabe que no entendía

 

Había decidido que el colaborar iba a ser su mejor vía de escape.

 

Cuando Javi diera con ayuda y la policía acudiera para rescatarlo, tendría como prueba la visión escandalizada de los agentes.

 

Bastaría eso para que esos dos desaprensivos dieran de bruces con sus huesos en la cárcel y él y Javi volverían a reconquistar esa abandonada fábrica de harinas

 

“La fábrica de harinas una vez más, sería para ellos dos solos”

 

Sus padres tendrían que creerlo, habían ido allí para matar pájaros como hacían desde bien pequeños y esos dos tipos que por lo visto ahora vivían de ocupas allí se habían terminado sobrepasando con él.

 

- ¡Vaya dos “cacho” pollas que tenéis hijos de puta! -Les terminó reprochando a sus dos violadores aun sabiendo de sobra que no era entendido

 

Los dos moros aprovecharon para golpear con las chorreantes pollas en su cara y también para irse desnudando cuando la boca del chico mamaba la polla del otro.

 

Tiraron sus ropas al suelo, sin que a ellos pareciera importarles el que esos pantalones y esas sucias camisetas se mancharan más de lo que ya estaban.

 

Cuando lo pusieron a cuatro patas, tirado sobre esas ropas que ejercerían de colchón durante la penetración, pensó de nuevo en Javi.

 

"Llevaba quince o veinte minutos comiéndose esas dos pollas y su amigo no parecía encontrar la ayuda que necesitaba"

 

- ¡Ah joder! -Les gritó a esos dos al notar como intentaban meterle un dedo en el ojete sin lubricar ni nada

 

“Tendré que dejar que me follen un poco también antes de que llegue Javi con los guardias”-Pensó de nuevo con cierta resignación.

 

Se ensalivó los dedos y comenzó a restregarlos en su ojete. Sabía que eso lo haría todo mucho más fácil y se esmeró un poco en ello

 

El moro que se arrodilló delante de su cara lo agarró por el cuello y le obligó a tragarse de nuevo el chorreante nabo.

 

Esta polla era ligeramente la más pequeña de las dos por lo que dedujo que el nabo que se estaba restregando en esos momentos por su raja era el más gordo.

 

- Folladme despacio, por favor-Les rogó al notar como su ojete comenzaba a ser presionado.

 

El nabo entró medianamente bien al principio, quizás ayudado por la saliva, pero pronto hizo tope. En lugar de desistir y quejarse como hacía Javi el hombre volvió a empujar.

 

- ¡Para, para ahhhhh! -Gritó, pero la polla que se había sacado de la boca para poder hacerlo le volvió a entrar en la boca

 

Notó, entonces, como esas manos abrían sus cachetes y seguían empujando.

 

“¡Ahhhhh cómo duele!”-Pensó mientras chupaba con desesperación esa polla

 

Aquello que le estaban metiendo en el culo era interminable, muy muy largo. Demasiado gordo, como para poder describirlo.

 

- ¡Para ya joder! Esa polla no me va a entrar nunca. ¡Es demasiado gorda! -Les gritó de nuevo a esos monstruos

 

No lo entendieron y escuchó sus risas, por eso acabó gritando al notarse penetrado.

 

- ¿Javi joder cuanto te falta?

 

El de atrás no se quedó mucho tiempo parado después de terminar metiendo ese pollón hasta los huevos.

 

Empezó a darle polla, a un ritmo infernal. Ese rabo entraba y salía de su ardiente ojete casi a la misma velocidad con la que una locomotora se adentra dentro de un túnel.

 

- ¡Los buzos no se follaban a la chica así! -protestó de nuevo

 

La polla del de adelante, volvió a servir de mordaza y desesperado comenzó a mamarla.

 

Intentó hacerlo poniendo la misma cara de vicio que ponía esa chica, la de la revista, cuando era follada por detrás y obligada a comerse una polla por delante, pero supo al instante que a esos dos árabes les importaba bien poco la cara que el pusiera.

 

"¡No voy a poder ni andar, cuando estos dos salvajes terminen conmigo!"-pensó al ver como las embestidas que le daban por detrás no solo le estaba rompiendo el ojete, sino que también le iban a dejar el culo hecho una tronera.

 

“Menos mal que me han enganchado a mí y no al pobre de Javi. Le hubieran destrozado con estas pollas”- volvió a pensar en un gesto de consideración hacia su amigo

 

Diez minutos más pasaron y esos dos monstruos no parecían perder resistencia alguna.

 

En los videojuegos todo era más fácil pues una barra de color rojo te iba indicando lo que le quedaba de vida a cada villano antes de terminar por derrotarlo.

 

Pero en esta fábrica donde estaba siendo follado, la única vida que se perdía era la suya.

 

- ¡Dios como me escuece! -gritaba al techo de esa nave de vez en cuando.

 

A cuatro patas dejaba que alguna de sus manos se fuera para atrás para abrirse el culo. La pollas de esos tipos le entraban aún más dentro y el gustazo que sentía al notarse abierto en dos se prolongaba.

 

- ¡Pero no me la saques ahora cabrón! -le gritaba al tipo que apartándose hacía un lado dejaba que fuera su colega el que la metiera en su lugar.

 

Ambos se rieron y comenzaron alternativamente a encular al chico que ya no sabía que polla entraba o salía y cual se pajeaba a su lado esperando para entrar

 

- ¡Ostias ya, parad ya joder!... ¡que con tanto cambio de turno no os vais a correr nunca! -volvió a gritarles

 

Se abría el culo para hacer que esas pollas, fueran de quien fueran se le clavaran bien adentro y hasta los huevos.

 

Si en esa oscuridad en la que se encontraba sumido hubieran decidido follarlo también esos dos policías que no venían en su rescate, el chico no se hubiera dado ni cuenta.

 

Y posiblemente, les habría dicho lo mismo que les decía a esos dos moros.

 

- ¡Acabar ya joder, que me vais a reventar el culo!

 

Entonces…

 

Uno de esos monstruos rugió, al igual que hacían en los videojuegos cuando estaban a punto de ser derrotados.

 

Después de hacerlo se dejó caer sobre su cuerpo y clavando las uñas en la desnuda espalda dejó que la vibrante polla se descargara bien descargada en interior del ano ardiente que la acogía.

 

- ¡Menos mal! ¡uno menos! -gritó el chico mientras se pajeaba frenéticamente su dura polla

 

Cuando el villano, se apartó y desapareció, no lanzó monedas al aire para recoger, ni vidas que había que acopiar antes de que el programa arcade la máquina recreativa les pasara a otra nueva pantalla, por eso el chico, permaneció arrodillado mientras se tocaba el ojete y esperaba paciente a que el otro tipo se descargara también dentro.

 

Instantes después, volvió a ocupar el hueco dejado el otro rabo.

 

Supó por la forma en la que su culo volvía a resentirse que la polla más grande había sido la última en llegar al orgasmo.

 

Por suerte el semen del colega hacía de lubricante natural y el inmenso rabo de veintiséis centímetros se deslizaba con grandísima facilidad.

 

Dentro, fuera

 

Dentro, fuera

 

Dentro, fuera

 

Ese era el movimiento de ataque con el que se derrotaban con facilidad a algunos villanos cuando se jugaba al “Street fighter”, pero en este caso el que no dejaba de resentirse y ponerse cada vez más rojo era su ojete.

 

"Este se va a correr también y el hijo de puta del Javi sigue sin aparecer"-Pensó al ver como el otro moro comenzaba a respirar cada vez más entrecortadamente.

 

No le hizo falta pensarlo más, pues sus temores se vieron prontamente confirmados al notar como dentro de su culo algo espeso y caliente volvía a quemarlo de nuevo.

 

★  ★  ★  [¿Continue? 5, 4, 3, 2, 1, …]

 

Permaneció un rato así, tirado en el suelo, desnudo, notando como el culo le ardía y deseando que algo o alguien le ayudara a incorporarse.

 

Su raja no dejaba de vibrar y de escupir semen. Ahora quien quisiera podría introducir dentro de ella las monedas que se requerían para poder continuar la partida

 

Miró hacia las dos figuras oscuras que delante de él lo observaban.

 

- ¡Me habéis roto el culo cabrones! -Les reprochó mientras terminaba por pajearse

 

Se rieron y se dieron la vuelta, dejándolo solo en aquella nave y con la frustración que se siente cuando has sido derrotado a mitad del juego

 

Acabó por vestirse.

 

Se juró que no volvería a hacerlo más

 

Sin embargo, cuando salió de esa fábrica, andando de forma un tanto delatadora, no dejaba de darle vueltas a esas palabras que instantes antes de terminar de vestirse le había terminado soltando uno de los árabes.

 

- ¡Eres una buena puta! Vuelve a “viernos” cuando quieras más “piolla”

 

No había ninguna duda por la forma y la dificultad con la que se lo habían dicho, que esos tipos conocían medianamente mal el idioma.

 

Se sintió avergonzado entonces por haberlos animado a hacerlo y tuvo la certeza de que de haber sabido desde un principio de que esos hombres lo entendían plenamente, jamás se hubiera comportado de esa forma tan sucia y cochina

 

Por suerte para él, jamás volvería a esa fábrica y por ende nunca más tendría que jugar a ese perverso juego

 

Epílogo ★  ★  ★  [Game Over]

 

El joven entró en los recreativos una semana después bastante alegre, pero la cara le cambió de pronto cuando vio a Javi allí jugando al Tetris como si nada.

 

- Hola- le dijo al acercarse

 

- Hola

 

- ¿Qué haces?

 

- Ya ves aquí echando un buen pique- le contestó Javi mientras golpeaba los botones de la máquina sin mirarlo siquiera.

 

- Vale-Le reprochó el chico, mientras se daba la vuelta para dejarlo allí jugando

 

- Al final, no me has contado lo que pasó en la fábrica el otro día. ¿Te dejaron ir? -Preguntó Javi

 

- Sí

 

- ¡Mejor!, vaya susto nos dieron ¿No?

 

- Sí, sí.

 

- ¿No te harían nada?

 

Esta vez Javi se había girado para mirarlo por primera vez, por eso cuando vio a su amigo lleno de ira en su mirada volvió la vista rápidamente a la pantalla.

 

- No, no. Se rieron de mí y eso y luego tras dejar que me vistiera me marché. Pensaba que estarías en la puerta esperándome o que habrías ido en busca de ayuda.

 

- ¡Calla, calla!, que con el cague que me entró por si estas personas me conocían ni me esperé siquiera. Menos mal que cuando me alejaba los escuché hablar y vi que no eran de aquí. Eran árabes, ¿no?

 

- Sí, eso creo

 

- Por lo menos no contaran a nadie que nos vieron juntos. ¡Algo bueno tenía que tener el que nos pillaran dos moros haciendo eso! ¿no?

 

- Sí, si

 

- ¿Quieres que vayamos ahora después a mi casa? - Le preguntó Javi al ver como su partida acababa de terminar y la maquinita empezaba a emitir la música que presagiaba el final inminente de algo que nunca debió de haber empezado

 

- ¿A tu casa para qué? -Le preguntó el chico más ofendido que nunca

 

- Mis padres no están- Le contestó Javi mientras se rascaba la cabeza

 

- ¿Y qué pasa porque no estén tus padres?

 

- Bueno, ya sabes, podemos hablar un rato de lo que paso y nos reímos un poco y eso. Allí no nos molestará nadie

 

- Claro y después dejaras que te la chupe y solo si te apetece me darás también por el culo.

 

Se miraron durante unos segundos.

 

Después Javi fue el que habló

 

- Bueno, no hace falta. Podemos empezar por hacernos solo unas pajas y ya después vamos viendo.

 

- Mira Javi, no quiero verte más. Eres un hijoputa y un cabrón y por más que le doy vueltas no logro entender por qué me has hecho esto

 

- ¿Hecho el que subnormal? - Le recriminó Javi mientras lo empujaba y lo lanzaba con fuerza contra una de las máquinas.

 

Todo el mundo entonces en los recreativos se quedó mirando. También el dueño del local que acostumbrado a ver peleas entre los adolescentes por culpa de alguna partida mal terminada decidió echarlos del local.

 

Al verse en la calle el chico empezó a correr.

 

No se paró a escupir sobre el fingido "lo siento" que le pronunciaba Javi mientras se intentaba encender un cigarrillo.

 

Entre lágrimas comenzó a correr y cuando dejó de hacerlo no se sorprendió al verse junto al imponente y casi derruido edificio.

 

Todavía mirando hacia atrás y comprobando que nadie desde el pueblo lo había seguido comenzó a levantar las piedras que había en el suelo bajo las cuales se escondía una revista porno.

 

Estaba metida dentro de una bolsa de plástico para evitar que el agua de lluvia la mojara y la dejara inservible.

 

Comenzó a pasar despreocupadamente las páginas.

 

Estas habían sido rotas en algunos lugares. Jamás podría devolvérsela a su hermano sin que este se diera cuenta y le preguntara que cojones había hecho con ella para que su revista porno terminara de esa precaria forma

 

Miró de nuevo hacía el edificio. El silencio que lo envolvía era sepulcral, posiblemente esos tipos ni siquiera estarían allí.

 

Había pensado en ir a denunciarlos, pero tuvo miedo de que contaran en su declaración de que antes de follárselo a él, ese chico ya estaba follando con otro muchacho.

 

“¿Cómo le podría explicar eso a sus padres?”

 

Busco una fotografía entre todas las de la revista y se la quedó mirando un rato.

 

“Y si contaban también las cosas que el mismo les había dicho, mientras se la clavaban. ¿Qué pensarían de él entonces los policías?”

 

Alzó la vista hacía la fábrica y después miró hacía el pueblo.

 

En el Javi estaría paseando con su nueva y recién estrenada novia. Rubia como él, con casi la misma edad que él, pero sin ser él.

 

Jamás Javi reconocería que le gustaban los hombres. El si estaba dispuesto a hacerlo, pero posiblemente, no había llegado su momento.

 

“Sin embargo, si podía seguir siendo follado, las veces que quisiera”

 

“Sin protestas, reproches, ni más historias”

 

Miró a ese edificio y después a la fotografía. En ella los dos buzos clavaban ambas pollas a la vez en la mujer. Una por el coño, la otra por el ojete.

 

“Pensó de nuevo en que aquel era un juego peligroso, pero llevaba una semana pajeándose sin descanso mientras rememoraba su última partida”

 

Terminó por cruzar las vías del tren y atravesando el hueco en el muro, acabó adentrándose en el edificio.

 

Halló en su interior a tres personas, intentando calentar algo de comida en una lata. Lo miraron incrédulos durante unos segundos y comenzaron a hablar en árabe.

 

Al parecer estaban poniendo al día a ese tercero acerca de quién era yo.

 

Los vi sonreír cuando saqué de debajo de mi cazadora dos bocadillos de tortilla francesa que había comprado para ellos en un bar cercano.

 

Me excusé diciéndoles que no sabía que eran tres personas las que vivían allí, cuando los vi acercarse.

 

- De haberlo sabido hubiera traído un bocadillo más- intenté decirles.

 

Su respuesta me descolocó todavía más.

 

- No chico guapo, aquí no estamos solo los tres. "Viviemos" ocho personas.

 

“Alarmado alcé la vista hacía la vieja fábrica deseando que no estuvieran en su interior los hombres que faltaban”

 

- Los Domingos estamos aquí todos porque no "se trabajia". Todos aquí hombres. ¡Todos con “piolla”! -me confirmó uno de ellos mientras se agarraba el paquete

 

Dejé que sus burdas y ansiosas manos me desnudaran y dejé también que me condujeran hacía el interior del edificio donde me presentarían a los otros.

 

Nerviosamente, sujeta en mis manos, llevaba la revista porno mientras pensaba en que en ninguna de esas fotografías aparecían tantos hombres a la vez.

 

Mi polla dio un respingo cuando entré en la amplia nave y vi una multitud de cuerpos desparramados en el suelo

 

Había llegado el momento de que me dejara de copiar las fingidas imágenes de placer que aparecían en las revistas y que comenzara a escribir mi propia historia.

 

Dejé que me besaran y me manosearan. Javi nunca me había acariciado de esa forma y esos hombres al hacerlo hacían que mi excitación y deseo fuera en aumento

 

Un pene duro y palpitante se comenzó a restregar en mi raja trasera y mis manos se agarraron con fuerza a las otras dos pollas que me conducían hacía el lugar en el que los cuerpos de esos árabes comenzaban a incorporarse.

 

- ¡El chico maricón ha vuelto! -gritaron.

 

Formando un extraño eco esas palabras recorrieron la nave

 

- Sí, y no pienso irme de aquí hasta que os hartéis de follarme- acabé soltando mientras me dejaba rodear por esos cuerpos llenos de vicio