miprimita.com

Mi hijo, mi cuidador 5

en Amor filial

Ya ha pasado bastante tiempo desde que me retiraron las vendas. David y yo nos pasábamos el día juntos. El amor familiar había alcanzado otro nivel. Cuando se estubo preparando para la selectividad volví a quedar con algunos de mis "amigos" para poder dejarle la casa solo y que se centrara en lo suyo. Al volver siempre me hacía que le contara lo que había hecho, lo que había mamado y cómo me habían follado mientras él me penetraba totalmente excitado. Además, desde que le había comido y follado el culito el día que volvimos del hospital, mi hijo se había enganchado a que su mamá jugara con su culo. Continuamente me pedía que le metiera los dedos en el culo mientras le mamaba la polla.

La selectividad pasó y mi hijo consiguió entrar en la Universidad de Málaga para estudiar informática de sistemas. Ya estábamos en noviembre y se acercaba su cumpleaños. Me dijo que había invitado a unos amigos de la facultad a pasar la tarde en casa y yo pensaba un buen regalo para él.

La mañana de su cumpleaños, lo primero que vió al abrir los ojos fue a su madre pasando la lengua por su polla.

- Felicidades mi amor.

- Mmm que bien empieza el día.

Le sonreí con adoración mientras mi mano subía y bajaba por su polla que ya estaba totalmente erecta. Bajé la mirada y fui engulléndola poco a poco en mi garganta hasta que mi nariz tocó con su piel. Luego empecé a mamársela más rápido mientras la saliva caía de mi boca y mi garganta soltaba esos sonidos que sabía que ponían muy cachondo a mi hijo.

Poco después, mi hijo empezó a abrir y levantar las piernas. Sonreí con su polla en la boca. La saqué poco a poco dejando caer una buena cantidad de saliva que cayó sobre sus huevos, le sonreí y bajé con mi lengua fuera para que la viera bien en busca de su culo. Empecé a darle los lametones en su entrada, que sabía que tanto le gustaban, y agarré su polla para pajearlo mientras le lamía bien. Pronto tuvo el culo brillante de saliva y la polla como una maldita roca. Era increible cómo se le ponía cuando le hacía aquello.

- Joder mamá, joder me corro...

Volví a subir rápidamente y me metí su polla en la boca. Empecé a mamarla con ansia y segundos después noté como mi hijo se corría dentro mientras yo tragaba lo que podía y parte se me escurría por la comisura de los labios. Cuando terminó me guardé en la boca una buena cantidad, saqué su polla de mi boca y le enseñé su semen dentro de mi boca, sonreí y me lo tragué. Subí por su cuerpo y le besé en los labios. Era otra cosa que a mi hijo no le importaba, que le besara en la boca aún con pequeños restos de semen en los labios. Me dejé caer a su lado y le abracé.

- ¿A qué hora venían tus amigos?

- Sobre las cinco.

- ¿Sólo chicos o alguna chica?

- Pues la verdad es que vienen algunas chicas de la clase, hay una que me gusta bastante.

- ¿Ah si? Pues ya me dirás quién es.

Me levanté de la cama y empecé a vestirme.

- ¿Vas a algún lado?- Me preguntó David poniéndose de lado y con la polla semidura en la mano.

Me mordí el labio deseando volver a la cama pero tenía un plan para su cumpleaños.

- Si, tengo que ir de compras. Estaré aquí para las dos y comer contigo.

- Vale, yo prepararé la comida.- Me dijo mientras se levantaba y salía desnudo de la habitación.

Me puse uno vaqueros, un jersey y el abrigo y salí a la calle. Cogí el coche y me dirigí al centro. Otra cosa que disfrutaba más desde el accidente, conducir. Consulté el navegador con la dirección que había buscado el día anterior, encontré el sitio y aparqué. Quedé alucinada cuando entré al sex-shop. Me pregunté porqué nunca había visitado alguno durante tantos años y empecé a curiosearlo todo. Empecé a sentirme excitada por los objetos que iba cogiendo a la vez que imaginaba su uso, y además por las miradas nada disimuladas de un cuarentón que estaba también curioseando y el chaval que llevaba la tienda. 

Miré la hora en el móvil con las mejillas encendidas y pensé que tenía tiempo. Abrí el whatsapp.

 

" Pedro estoy en el centro. ¿Estás en casa? Estoy muy cachonda y quiero verte"

Si, así hablaba yo con mis amantes. Directa y al grano. A ellos les encantaba.

" Aquí estoy nena. ¿Voy preparando la cámara?"

Uff, la cámara. Joder cómo me ponía este hombre. Volví a mirar la hora.

" Prepárala, pero hoy no tengo tanto tiempo"

" Ok. Date prisa nena"

Dejé el dildo descomunal que tenía en las manos y cogí rápidamente lo que había ido a buscar. Fui al mostrador, pagué y volví al coche.

Llegué al bloque de pisos de Pedro y llamé. Nada más entrar me echó las manos al culo y empezó a comerme la boca. Pedro es el mayor de mis amantes, un hombre de cuarenta años guapísimo, con un cuerpo algo fofo pero bonito y además era un morboso de cuidado y me ponía muy cachonda.

- ¿Que tal nena? Que bonita sorpresa.

- Venga guapo, vamos al lío que tengo prisa.

- Oh, me ofende que sólo me quieras para una cosa.- Me dijo con una sonrisa que me derretía mientras metía su mano bajo mi jersey y me agarraba una teta.

- Jajaja, si , si. Te veo muy ofendido.

Volvió a besarme.

- Venga vamos a prepararnos.

Pedro era el hombre con el que a veces emitía por webcam. La primera vez que acepté hacerlo me dio mucha vergüenza, pero pronto los comentarios de los chicos me hicieron relajarme. Casi siempre que quedaba con él poníamos la cam.

Fuimos a su habitación y sacó mis cosas. Una falda roja muy corta, una camisa blanca y una máscara que cubría desde la nariz hacia arriba para tapar la mitad de mi rostro. Volvimos al salón y nos sentamos en el sofá donde ya tenía la cámara y el ordenador preparados. Empezó la emisión.

Poco a poco empezaron a llegar los mirones. Yo sonreía y saludaba a los que me saludaban mientras Pedro sobaba mis tetas por encima de la camisa. El primer día me había dicho que sólo podían escribir los usuarios con fichas para gastar y que debía ser buena con ellos. En cuestión de minutos el chat estaba lleno de gente, Pedro me levantó la falda dejando ver mi coño y me introdujo un lush, un dispositivo conectado para que cuando los mirones dieran monedas vibrara en mi interior. Nada más meterlo empezaron a llegar las aportaciones y yo empecé a gemir mientras aquel maravilloso aparato me follaba y tuve que recostarme en el sofa y llevarme una mano a mi entrepierna cuando alguien dio una buena cantidad de monedas y el aparato empezó a vibrar muy fuerte y durante bastante tiempo.

Pedro, ami lado, charlaba con los mirones y se había sacado la polla que masajeaba mientras acariciaba mis tetas ocultas. Cuando él consideró que las "donaciones" fueron suficientes me abrió los botones de mi camisa liberando mis tetas y las agarró para mostrárselas a nuestro público. Yo tenía el coño chorreando, el aparato no paraba de vibrar. Pedro siempre lo ponía para que la más mínima donación lo activara para que estuviera siempre funcionando. Se puso de pie y me acercó la polla a la cara. 

No tardé ni dos segundos en abrir la boca para que empezara a follársela a su antojo. Ante el espectáculo los mirones siguieron dando dinero. Ya no pude más y me levanté la falda para acariciarme el coño y sacar y meter el lush de mi interior mientras gemía con la polla de Pedro en la boca y la saliva se me escapaba cayendo sobre mis tetas y la camisa. 

Después de un buen rato sacó su polla de mi garganta y se colocó detrás del sofá. Me agarró los brazos y mantuvo sujetos detrás de mi cabeza mientras instaba a los mirones a torturarme. Las donaciones no tardaron en empezar a llegar. Primero fueron flojitas hasta que dos pajilleros se picaron y empezarón a donar grandes cantidades. Yo me retorcía en el sofá intentando no cerrar las piernas por el bien del show y Pedro se reía y me sujetaba mis manos que intentaban liberarse para meter los dedos en mi coño.

- ¡Ahhhh, jodeeer! ¡Hijos de puta que gusto, joder! ¡Cabrones!

Pedro volvió frente al sofá, me cogió de la cintura y me dio la vuelta. No se ni cuántas veces me había corrido ya y era prácticamente una muñeca para su disfrute. Apoyé los brazos en el respaldo del sofá y Pedro me levantó el culo y empezó a escupir y a pasar su dedo por mi entrada. Después se puso de pie sobre mi para que todos vieran y empezó a meterme la polla por el culo. Empezó poco a poco mientras yo temblaba por el lush cada vez que algún mirón donaba. Pronto la tuvo dentro y empezó a follarme con fuerza. Ante aquella visión, las vibraciones volvieron con fuerza. Las piernas me temblaban sin control y yo mordía el respaldo del sofá, gritando, gimiendo e insultando mientras Pedro me sodomizaba con una potencia brutal. El placer que sentía en mi culo por parte de su polla y en el coño por parte de los mirones me tenía casi desvanecida. Volví a correrme entre gritos y Pedro sacó la polla de mi culo a lo que aproveché para acariciarme mi maltratado agujero y mi coñito.

Me dejé caer en el sofá totalmente destrozada. Con la camisa abierta y la falda arremangada por mi cintura. Desde antes del accidente no había visitado a Pedro, pero es que las sesiones con aquel macho no las agauntaba tan seguidas.

Empecé a escuchar cómo Pedro agradecía al que más había donado y le preguntaba dónde quería que se corriera. El tipo dijo que en la cara. Siempre elegían la cara. Pedro me agarró del brazo y me hizo poner de rodillas en el suelo, agarró la cámara del trípode y empezó a grabarme desde arriba mientras me metía la polla en la boca para que terminara el show. Le mamé la polla mientras gemía por el lush, estaba agotada y empezaba a dolerme el coño de tanta vibración. Poco después se agarró la polla, la sacó de mi boca y empezó a correrse sobre mis labios, sobre la máscara y dentro de mi boca.

Volvió a colocar la cámara, apagó la aplicación del lush y me ayudó a levantarme del suelo. Me sentó en el sofá y me sacó el lush del coño. Estaba completamente empapado de mis corridas. Me lo acercó a la boca y lo introdujo en ella para que lo saboreara. Luego nos despedimos de los mirones. Algunos preguntaban cuando íbamos a emitir de nuevo. Él les contestó que no teníamos fechas fijas y les dio su cuenta de twitter para avisar de los shows. Luego apagó la transmisión y se echó encima de mi besándome con ansia.

- Te he echado de menos Elena.

- Yo también. A ti y a los pajilleros jajaja.

- ¿Te quedás a comer?

- No puedo, es el cumpleaños de mi hijo y he quedo para comer con él a las dos.

- Cariño si ya son más de las dos.

- ¡Joder!

Salí corriendo a la habitación entre las risas de Pedro. Me vestí a toda prisa, le besé y prometí que vendría a verlo pronto.

- ¡Hola cariño, perdona ahora voy a comer!- Dije cuando entré en casa corriendo.

Fui a mi habitación, metí las bolsas del sex shop en el armario y fui al encuentro de David.

- ¿Dónde has estado?- Me preguntó cuando llegué al salón.

- Pues he ido a comprar tu regalo...y luego he ido a ver a un amigo.- Nunca le mentía a mi hijo.

- ¿Ah si?¿Qué amigo?

- A Pedro.

- ¿Pedro? Ese no me suena.

- Hacía mucho que no lo veía.

- ¿Y qué habéis estado haciendo tú y Pedro?.

- Me preguntó mientras llevaba mi mano hacia su polla por encima del pantalón.

- Te lo cuento pero a mi manera.- Le dije apretándole el paquete

- No es justo. ¡En mi cumpleaños! Pero de acuerdo.

Le desabroché y bajé el pantalón y los calzoncillos, yo me desnudé entera y me senté en el sofá bien abierta.

- Empieza a masturbarte.

Sonreí al verle obedeerme y empecé a relatar la historia mientras acariciaba mi cuerpo. No me penetré porque notaba el coño un poco irritado. Mi hijo literalmente babeaba mientras le contaba la historia.

- Córrete delante de mi en el suelo que ya llega el final.

Seguí mi historia y me lamí los labios al ver los chorros de semen caer en el suelo mientras mi hijo gemía y se levantaba sobre las puntas de los pies. Me preguntó por su regalo mientras me sobaba las tetas y le prometí que después de la fiesta lo tendría.

Engullí mi comida rápidamente mientras David limpiaba el semen del suelo y me fui corriendo a ducharme y ponerme presentable antes de que llegaran los amigos y amigas de mi hijo. Cuando me contó lo de la fiesta me sorprendió que me quisiera allí pero no podía decirle que no.

El timbre sonó cuando me retocaba el maquillaje. Fui a la cocina y empecé a llevar al salón las bebidas y los aperitivos que mi hijo había ido preparando. Desde luego alcohol no iba a faltar en casa en varios días. Los invitados fueron llegando. David me presentó a Paula cuando llegó, una chica muy mona con las tetas algo pequeñas pero un culo envidiable. Era la chica que le gustaba a David y por cómo me preguntaba por él y lo que se esforzaba en caerme bien deduje que a ella también le gustaba.

La fiesta fue avanzando. Yo disfrutaba con las historias de los chicos que, debido al alcohol, cada vez eran más subidas de tono. Me lo estaba pasando genial e hice caso omiso en varias ocasiones cuando dos de ellos se quedaban embobados con mi escote o cuando uno me puso la mano en la pierna aprovechando que mi hijo había ido al baño.

Fui a la cocina a por más hielo y Paula me siguió.

- ¿Te ayudo en algo Elena?

- Gracias, cielo. Coge unos cuantos vasos más de ahí arriba y ese bol verde.

Me fijo más de la cuenta en su culo cuando se estiró para coger los vasos. Era algo bajita. Al cogerlos me miró y las dos sonreimos.

- ¿Algo más?- Me dijo antes de salir.

- No, nada. Muchas gracias.

Acompañé el "muchas gracias" con un buen apretón en su nalga cuando se dio la vuelta para irse. En mi mente iba a darle una palmada pero en el fondo estaba deseando coger ese culo. La chica dio un respingo y me miró un poco sorprendida y extrañada. Yo le sonreí y me di la vuelta para seguir echando hielo en la cubitera. Esperaba que no le dijera nada a David.

Sobre las ocho anuncié que me iba a mi habitación. Hubo algunas palabras de protesta, sobre todos de los mirones, les sonreí a todos y me fui a mi habitación.

Cerré, me desnudé, abrí el armario y saqué el regalo de mi hijo.

Empecé poniéndome el arnés. Me lo ajusté sobre el coñito y apreté bien las correas. La polla de goma se balanceaba con mis movimientos. Una bonita polla de látex, bastante larga pero no muy gruesa. Esta noche si que iba a disfrutar mi hijo cuando jugara con su culo.

Después me puse las botas largas de cuero y unas tiras también de cuero sobre el pecho que se cruzaban sobre él dejando mis tetas entre medias. Todo el conjunto era de cuero negro excepto la polla que era color carne.

Me tumbé en la cama y me puse sin sonido en el móvil agunos videos de mujeres con arnés para entretenerme y aprender algo mientras mi hijo despachaba a los amigos.

La fiesta que debía terminar a las nueve se alargó hasta las diez. Escuchaba las palabras de despedida, los choques de manos, los besos en las mejillas y por fin el mejor sonido de todos, la puerta cerrándose y el silencio. Agarré mi polla con la mano y adopté la pose más sexy que pude. A los pocos segundo se abrió la puerta.

- !Mamá!

- Hola cielo, ¿te gusta tú regalo?

- Joder mamá estás increible...¿pero y esa polla? No se yo si...

- ¿No te gusta que mamá juegue con tu culo?- Le pregunté haciendo pucheros.

- Si me gusta...

- Perfecto.

Me levanté y fui hacia él. Le eché los brazos al cuello y empecé a comerle la boca con ansia. Le agarré una mano y la lleve a mi polla.

- Pajea a mamá cariño.

- Si mamá.

Mire hacia abajo y me encantó el efecto de ver a mi hijo masajeando mi polla. Notaba como el coño empezaba a humedecerse por el morbo de la escena.

- Ahora agáchate y cómemela.

- ¿Cómo?

- Vamos, hazlo.

David se agachó frente a mi y empezó a lamer la polla. Poco después empezó a mamarla mientras yo le acariciaba la cabeza.

- Retira las manos putita.- Le dije. Sabía que tenía que ir poco a poco con el vocabulario y la dominación con él.

Mi hijo soltó su mano, le agarré de la nuca y empecé a follarme su boca poco a poco mientras pellizcaba uno de mis pezones, muy despacio, sólo para ver hasta donde tragaba. Por lo visto si le fueran los tíos sería un buen mamador. Le ayudé a levantarse y lo desnudé. Su polla saltó cuando bajé sus pantalones.

- Vaya parece que te gusta la polla de mamá.- Le dije acariciando la suya.

Le llevé a la cama de la mano y lo hice ponerse boca abajo. Metí las manos y levanté su culo para tenerlo para mi.

- Mamá, espera...no se...

Se cayó en cuanto mi lengua entró en contacto con su ano. Le hice la comida de culo más sucia que haya hecho nunca. Escupía, lamía, volvía a escupir, hundía mi lengua todo lo que podía. Cuando terminé su culo estaba empapado en mi saliva. Metí la mano entre sus piernas y le agarré la polla. Sonreí al descubrirla como una roca. Empecé a pajearlo lentamente mientras empezaba a jugar con sus dedos en mi culo. Poco después llegó el momento. Me coloqué detrás de él y agarré mi polla con la mano mientras colocaba la otra en su nalga. Reposé aquel cipote de látex en la entrada de su culo y empecé a empujar lentamente. Mi hijo soltaba pequeños gruñidos pero no hacía ademán de querer que aquello acabara. Yo estaba fascinada y cachonda viendo como el culo de mi hijo engullía mi cipote. Cuando entró supe por experiencia que lo peor había terminado. Eché un poco más de saliva en el tronco de mi polla y seguí sodomizando a mi hijo. Pronto tuve mi polla en su interior. Empecé a moverme metiendo y sacando la polla de su culo mientras mi hijo gemía de placer.

Me incliné sobre él y le agarré de la parte de arriba del pelo.

- Prepárate putita.- Le susurré.

Empecé a follármelo con ganas. Mi hijo gritaba mientras yo veía su culo tragarse mi polla una y otra vez. Tenía los pezones tan duros que me dolían al mínimo contacto. Poco después le dije que se diera la vuelta y se tumbara boca arriba.

- ¿Seguimos?

Movió la cabeza arriba y abajo por toda respuesta. Volví a colocar mi polla en la entrada de su culo y esta vez embestí con fuerza. Empecé a follarme el culo de mi hijo con ganas mientras veía su polla menearse de un lado a otro. Poco después decidí que ya era bastante para una primera vez. Empecé a meter y sacar mi polla muy muy lentamente y agarré la suya. Empecé a pajearle mientras me follaba su culo con dulzura. Pronto su polla volvió a ponerse durísima.

- Eso es amor, córrete mientras mamá te folla. Mamá quiere ver tu polla correrse mientras te da por el culo.

Aceleré el ritmo de la paja y sólo un poco el de la follada. Pronto David empezó a jadear y los chorros de semen empezaron a salir de su polla cayendo sobre su abdomen y su pecho. Le masajeé los huevos y saqué mi polla de su culo mientras mi hijo respiraba profundamente con los ojos cerrados. Pero quedaba yo.

Me quité el arnés y lamí y saboreé el semen de su pecho. David abrió los ojos para mirarme y pasé una pierna sobre su cuerpo, subí un poco más y le coloqué el coño en la cara. Mi hijo empezó a darme lametazos en mi rajita mientras yo jugaba con mis tetas. Poco después me dejé caer sobre su cara. Su lengua se enterraba dentro de mi coño mientras yo gemía y lo frotaba por su boca. David me levantaba el culo con sus manos para tomar el aire y lo volvía a dejar caer. Estaba tan cachonda que fue una comida de coño bastante corta. Empecé a gritar y a tirarme de los doloridos pezones mientras me corría sobre cara de mi hijo.

Finalmente me bajé y me acosté a su lado.

- Feliz cumpleaños amor.

- Gracias mamá. Me ha gustado mucho tu regalo.

Le besé en la boca notando el sabor de mi coño.

- Lo imaginaba. En Navidades lo volveré a sacar.

- Me van a gustar mucho las fiestas a partir de ahora. Ah, tienes que pasarme en enlace de la página donde emites con Pedro.

- Jajaja, claro que si amor.

Nos abrazamos hasta quedarnos dormidos mientras pensaba que mi hijo era el mejor de mis amantes. Tenía los vicios y los fetiches de todos en uno.

Continuará...

Elenasaga6@gmail.com