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La sorpresa de mi hijo 3

en Amor filial

Dejé a mi hijo tumbado en la cama mientras disfrutaba relajado de los momentos después de la mamada. Paseaba desnuda por la habitación mientras preparaba las cosas para irnos a la playa. Sobaba mis tetas ante su mirada y me agachaba siempre que tenía que recoger algo de manera que Marcos tuviera una buena imagen de mi coño.  Cuando terminé de prepararme ya lo tenía de nuevo con la polla como una roca.

- Vamos, ponte el bañador y vamos a la playa. 

"Vamos, levántate, desnúdame y fóllame" Dijo mi voz de puta en mi cabeza.

Un poco decepcionada, me quedé mirando a mi hijo mientras se vestía. Aún era pronto para que empezara a tomar la iniciativa, pero ya le enseñaría a tratar a una mujer.

Cuando llegamos a la playa aún era bastante temprano. Fuimos andando por la orilla para alejarnos de donde la gente suele ponerse para buscar algún sitio algo más íntimo. Cuando nos alejamos bastante de la zona habitual, colocamos nuestras cosas y saqué la crema protectora y me tumbé boca abajo pidiéndole a Marcos que me le echara por la espalda.

- Cariño, cuando he visto tu polla de nuevo dura pensaba que querrías quedarte un rato más en la habitación.- Le dije mientras notaba sus manos masajeando mi espalda.

- Jo, claro que quería, pero como has dicho que bajaramos...

- Te dije que durante las vacaciones tu y yo somos pareja así que toma nota, cielo. A las mujeres nos gusta que sus hombres tomen la iniciativa, a mi me encanta sentir que mi hombre está excitado con mi cuerpo y me gusta que me demuestre lo cachondo que está por mi lanzándose a mi cuerpo y follándome sin yo pedirlo.

- Vale mamá, lo tendré en cuenta.

- Y para entrarle a una chica vale lo mismo. Que la chica que te guste vea que eres un hombre que va a saber lo que hacer con ella. Cariño, a las mujeres nos gusta que se nos trate con cariño en el día a día y que nuestro hombre tenga su punto dominante en la cama.

"Venga, joder, empieza a meterme mano, más claro no te lo puedo decir"

- Muy bien mamá, gracias por los consejos. Así que a mi mujer le gusta que su hombre domine la situación ¿no?- Respondió mientras desabrochaba la parte de arriba de mi bikini.

- Mmmm, lo has entendido bien.

Siguió extendiendo crema por mi espalda a la vez que iba acariciando las partes de mis tetas accesibles en aquella posición. Después bajó sus manos acariciando mi espalda hasta llegar a mi culo y se deleitó sobándomelo todo lo que quiso.

- Esto ya está mamá, date la vuelta.

Miré hacia los lados para comprobar que no hubiera nadie cerca. Ya se veían algunas personas pero estaban bastante alejadas de nosotros. Me dí la vuelta y me tumbé, mostrándole a mi hijo mis tetas mientras le sonreía. Enseguida echó sobre mi pecho un chorro de crema solar y empezó a sobar mis tetas mientras lo esparcía por mi cuerpo. Yo soltaba pequeños gemidos cada vez que pellizcaba mis pezones. Poco después me dijo que ya estaba y se tumbó en su toalla.

"Este chico es tonto"

Alargué la mano y le agarré la polla por encima del bañador. Mi hijo abrió los ojos y se quedó mirando mi mano, seguramente esperando que le pajeara.

- ¿Te gusta cuando mamá te pajea, Marcos?.- Movió su cabeza indicando que si.- ¿ Y te gusta que mamá te chupe la polla?.- Misma respuesta.- Pues mamá va dejar de hacerte todo eso si no empiezas a escuchar lo que mamá te dice.- Y solté su polla, me puse las gafas de sol y me quedé tumbada.

Por el rabillo del ojo, observé como Marcos se mordía el labio como pensando que era lo que tenía que hacer. Finalmente se recostó a mi lado y empezó a tocar mis tetas y a pellizcarme los pezones. Yo seguía sin decir nada, sólo volvía a gemir mientras lo hacía y pronto su boca se acercó a mi teta y empezó a mamar de ella. Acaricié su cabeza para indicarle que me gustaba lo que hacía y disimuladamente comencé a abrir mis piernas.

- Amor, mete los dedos en el coñito de mamá.- susurré en su oido.

Marcos apartó el tanga de mi bikini y empezó a meter sus dedos en mi ya mojada raja, mientras su boca soltaba mi pezón y metía su lengua en mi boca.

" Vaya, al fin está despertando el macho que hay en mi hijo"

Su mano aceleraba el ritmo, pero eran movimientos torpes como los de la noche anterior. Dejé de besarle para mirarle a los ojos mientras cogía su mano y la sacaba de mi interior

- Mira el coño de mamá, cielo. Te voy a enseñar a masturbar a una mujer.

Me quité el tanga, quedándome desnuda en aquella playa. Tendría que darme prisa, ya había gente algo más cerca que la última vez que miré y una cosa era enseñar las tetas y otra tener el coño al aire. Me abrí de piernas y mi hijo se puso delante mía. Empecé a abrir mi coño mientras Marcos no perdía detalle y lo iba tocando todo mientras le explicaba. Frotaba mi clítoris y luego le decía a él que me lo hiciera y le enseñé que, aparte de meter los dedos, debía rozar con las paredes para dar más placer. Cuando lo dejé hacer yo ya estaba cachonda perdida y él había tomado buena nota, porque pronto tuve que poner mi mano sobre mi boca para tapar un grito mientras me corría. Me quedé tumbada en la toalla con las piernas temblando y acariciando mis tetas.

- Joder, Marcos, que rápido aprendes.

- Tengo una buena maestra. Tómate unos minutos para recuperarte que ahora me toca a mi.

Lo miré sonriéndole. Por fin iba aprendiendo a tomar lo que es suyo en vez de esperar a recibirlo. Volví a ponerme el tanga y me recosté a su lado mientras le comía la boca. Había descubierto que practicar sexo con mi hijo me resultaba más natural de lo que creía. Era muy excitante, pero lo que más cachonda me ponía era comerle la boca, parecía que aquello fuera más prohibido que hacerle una paja o mamarle la polla y me ponía a mil notar nuestras lenguas fundiéndose. Bajé un poco su bañador para liberar aquella preciosa polla y empecé a subir y bajar mi mano mientras miraba su brillante capullo. Mi hijo miraba la mano de su madre pajeándole y empezó a gemir mientras tocaba mis tetas. Estaba deseando chupar aquella polla pero eso llegaría después. Poco después observé los abdominales de mi hijo tensarse y me quedé mirando como los chorros de leche caliente salían de su glande y caían sobre su abdomen y mi mano. Seguí masajeándole lentamente para sacar todo su semen y me lamí la mano saboreando la corrida de mi hijo. Saqué una toallita de mi neceser y le limpié amorosamente el destrozo, para tumbarnos uno al lado del otro disfrutando de las vacaciones.

Desde aquel momento ya todo cambió. Mi hijo me comía la boca en el momento más inesperado o acariciaba mi entrepierna. Me dijo que me quedara en topless y le obedecí encantada asi que de vez cuando notaba su boca en una de mis tetas. 

"Has despertado al macho, puta. Sigue calentándolo y métele una buena follada cuando volváis"

Pronto la gente que bajaba a la playa llegó demasiado cerca de nosotros y mi hijo tuvo que empezar a controlarse. Sacamos algo para comer y seguimos tumbados mientras notaba las caricias furtivas de Marcos sobre mi cuerpo. Al cabo de un rato aquellas caricias me supieron a poco, necesitaba notar las manos de mi hijo abusando de mi cuerpo y le dije que nos fueramos al agua.

Nos alejamos de la orilla hasta que casi no hacíamos pie y mi hijo me agarró mis tetas por detrás mientras mordía mi cuello. Joder, cómo había aprendido mi hijo a excitar a su hembra. Tanteé por su bañador y agarré su polla mientras notaba sus dedos pellizcando mis pezones y mi coño iba humedeciéndose. Saqué su polla del bañador y la restregaba contra mi culo mientras que él metía una mano por mi tanga y acariciaba mi coñito.

- Mamá, vamonos ya a la habitación. Quiero follarte.

Me giré para quedar frente a él y empecé a comerle la boca mientras le pajeaba.

- Vaya, ¿ya no te vale con la mano y la boca de mamá?.- Le dije pícaramente para provocarle a que me dijera obscenidades.

- Tu mano y tu boca son geniales, mamá. Pero quiero meter mi polla en tu coñito.- Me dijo mientras volvía a meter sus dedos dentro de mi.

- ¿Ah si? ¿Quieres el coñito de mamá?¿ Y qué pasa con mi culo?

Mi hijo se quedó mirándome un poco bloqueado.

"Te estás pasando puta. Demasiado rápido"

- Joder, mamá. Claro que quiero follar tu culo.

Le volví a besar, le cogí la mano y volvimos a la orilla para recoger nuestras cosas.

Cuando llegamos a la habitación, mi hijo no podía apartar sus manos de mi. Me quitó la ropa con ansia y empezó a chupar msi tetas frenéticamente cuando me tuvo completamente desnuda.

"En este estado se va a correr nada más metertela. Vas a tener que relajarlo antes de empezar"

Lo tumbé en la cama y me lancé directamente a por su polla. La envolví con mis labios y empecé a mamársela mientras soltaba pequeños gemidos para excitarlo al máximo. Mi hijo me agarraba la cabeza sin parar de resoplar mientras sus huevos se iban llenando con la saliva que escapaba de mi boca.

- Joder, mamá, para o voy a correrme.

Al escucharlo empecé a acelerar el ritmo de la mamada, clavándome su polla en la garganta hasta que oí su grito y noté los chorros de semen derramarse por mi boca. Lo tragué todo y lamí bien su polla para no dejarme ni una gota.

- Ahora estarás más preparado para lo que viene a continuación.- Le dije sin dejar de masajear su polla.

Subí por su cuerpo dejando mi coño a la altura de su polla flácida y empecé a comerle la boca y a darle de mamar mis tetas.

- Eso es amor, chupa las tetas de mamá. Me vuelves loca cuando lo haces.

Pronto empecé a notar su polla presionar contra mi vagina y volví a bajar a pajearle mientras le chupaba sus huevos para devolverle a su polla todo su esplendor. Cuando la tuve de nuevo apunto volví a subir abriéndome de piernas y apuntando aquel precioso falo a la entrada de mi coñito.

- Prepárate amor. Te va a encantar. Agarra el culo de mamá.

Empecé a bajar poco a poco, metiéndome aquella polla maravillosa en mi interior mientras veía como mi hijo cerraba los ojos, dejándose llevar por el placer.

"Joder, por fin. Ya tengo la polla de mi hijo hurgando en mi interior"

Comencé una suave cabalgada mientras acariciaba los pectorales de Marcos y sentía todo el esplendor de su polla dentro de mi. Joder, menuda gozada estar desvirgando a mi hijo. Marcos, soltó mi culo para masajear mis tetas mientras miraba hacia abajo para ver como su polla entraba y salía de su madre.

-¿Te gusta lo que ves, cielo?

- Joder, mamá, esto es la ostia. Me encanta tenerla dentro.

Sonreí mientras aceleraba el ritmo de la cabalgada a la vez que ponía saliva en mi mano y empezaba a esparcirla por mi culo para empezar a dilatarlo. Marcos solotó un pequeño gruñido de protesta cuando saqué su polla de mi coño para luego contener la respiración mientras su miembro se abría paso por mis entrañas. Cuando tuve su polla completamente dentro de mi culo, me recliné hacia atrás colocando las manos en la cama, mientras subía y bajaba mis caderas para que mi hijo tuviera un plano perfecto de su polla sodomizando el culo de mamá.

-Ohhh joder mamá, si eso es, sigue.

- Ohh, joder Marcos, menuda polla tienes hijo. Acaricia mi coño, mete tus dedos mientras follas el culito de mamá.

Los dedos de mi hijo entraron en mi coño encharcado provocando unos gemidos escándalosos por mi parte. Empecé a acelerar la follada notando como la polla de mi hijo me reventaba el culo.

- Ohh, joder mi niño. Sigue, mamá esta a punto de correrse.

- Yo también me corro mamá, te voy a llenar el culo de leche.

Marcos empezó a resoplar y empecé a sentir como mi culo recibía los trallazos de semen de mi hijo mientras yo frotaba mi coño y me corría gritando como una loca. Cuando mi orgasmo se relajó, empecé a sacar su polla de mi culo y notaba como su leche caía sobre su abdomen y su miembro. Mi hijo se levantó para ir a limpiarse mientras yo me tumbaba en la cama y volvía a introducir mis dedos en mi coño.

"Ya tienes lo que querías puta. Se acabó la excusa de enseñar a tu hijo. Disfruta del recuerdo de estos días" Decía mi conciencia en mi cabeza.

" Y una mierda. Esa polla es mía y si él quiere, este mojado coño es todo suyo" Respondía la puta incestuosa que había despertado dentro de mi.

Abrí los ojos y vi a Marcos masajeando su polla mientras me observaba. Era increible que después de dos corridas en tan poco tiempo la polla de mi hijo estuviera otra vez casi lista para la tercera.

- Bueno, cariño. Ya sabes como tratar a una mujer y como follártela. Las clases de mamá han terminado.- Le dije mientras no paraba de masturbarme delante suya.

" Por favor, Marcos, sigue follándote a tu madre. Destroza a mamá durante todas las vacaciones. Necesito seguir disfrutando de tu polla"

- Ni hablar.- respondió mi hijo mientras me pellizacaba un pezón.- Las vacaciones no han terminado y debo seguir satisfaciendo a mi mujer.

Sonreí mientras mi hijo se subía encima de mi y me clavaba su enorme polla de un sólo golpe.

El resto de vacaciones fueron una sesión de sexo detrás de otra. Encontramos una pequeña cala donde pudimos follar al aire libre y bañarnos desnudos, el resto del tiempo lo pasábamos en la habitación aumentando la experiencia de mi hijo con las mujeres.

El último día, mientras estábamos recogiendo, mi hijo se acercó a mi y me besó.

- Mamá, dime que esto no se acabado.

- Pero Marcos, he disfrutado mucho de las vacaciones, ya lo sabes. Pero todo esto empezó para que te soltaras con las chicas y tuvieras una novia de tu edad. No puedes pasarte el resto de tu vida follando con tu madre.

- Vale. Pues no me pasaré el resto de mi vida follando "sólo" con mi madre.

Mi coño se humedeció prácticamente al instante al escuchar su réplica.

" Dile que no, puta. Que se busque una novia y que mantenga el recuerdo de estas semanas como tú deberías hacer"

- De acuerdo, hagamos un trato.- "Eres una puta"- Búscate una novia este semestre y ya hablaremos cuando vuelvas a casa para las vacaciones de Navidad.

- Hecho.- Me contestó él volviendo a meter su lengua en mi boca.

Durante el semestre, Marcos y yo nos llamábamos casi a diario. Cuando su compañero de habitación no estaba, usábamos skype para masturbarnos uno delante del otro. Mi hijo seguía yendo al gimnasio y su cuerpo me volvía loca. Me encantaba ver su polla eyaculando en sus duros abdominales mientras yo alcanzaba el orgasmo. Cerca de un mes antes de las vacaciones me dijo que había conocido a una chica y habían empezado a salir juntos. 

- Se llama Laura. Es una chica preciosa y muy divertida. Es increible como han funcionado las vacaciones, mamá.

Yo no sabía si sería verdad o si mi hijo sólo quería follarme durante las navidades pero evidentemente me importaba una mierda. Al poco de separarnos, me di cuenta de que el sexo con mi marido, auqnue satisfactorio, no me complacía tanto como el morbo del incesto con mi hijo.

- Mira, te paso una foto.

Resulta que era verdad. Laura era una chica preciosa y en la foto salía besándose con Marcos.

- Es preciosa, cariño.- Le dije un poco triste. En el fondo sabía que si se enamoraba, no tendría sentido seguir con el trato.

- Pues ahora quiero recordarte nuestro acuerdo. Estoy deseando llegar a casa para follarte.- Me dijo mientras sacaba su polla y empezaba a masturbarse.

- Pensaba que si te echabas novia no ibas a seguir adelante con el pacto.- Le respondí mientras sacaba mis tetas.

- Me gusta mucho, pero ya te dije que no por eso iba a dejarte mamá. Te quiero mucho y me encanta follar contigo.

- A mi también hijo.- Le dije mientras acariciaba mi coñito.- Pero cuando vengas tu padre estará por aquí. 

- ¿Mi padre el que casi ni me mira porque piensa que su hijo es maricón? No le digas que tengo novia, que siga pensando que soy gay, mientras me follo a su mujer en su propia casa.

"Menudo macho has creado, puta. Ya te habla como si tu opinión no importara. Sabe que te tiene totalmente sometida"

- Joder, Marcos. Que bien te sentaron las vacaciones.- Le dije mientras escuchaba los chapoteos de mi coño.

- Ya lo verás cuando llegue, mamá.

El día en que volvió Marcos, fui al aeropuerto sola. No me costó convencer a mi marido de que me acompañara a recoger a su hijo "gay". Cuando lo vi aparecer, juro que noté como mi coño vibraba de la emoción. Se acercó a mi sonriendo y me besó en las mejillas.

- Venga mamá, vamos a casa.- Me dijo mientras disimuladamente pasaba su mano por mi culo.

- Había pensado que podríamos parar con el coche en algún sitio apartado. Estoy deseando volver a saborear tu polla.- Le susurré al oido.

- Claro que sí.- Me dijo cogiéndome la mano y empezando a andar.- Tenemos que hablar de mi regalo de Navidad.

- ¿Y eso? Ya te he comprado algo.- Le dije, sabiendo perfectamente que iba a pedirme algo sexual.

- Me parece bien. Pero aparte quiero como regalo tu cuerpo enteramente a mis deseos durante un día entero. Sin preguntas ni protestas, simplemente obedecerás.

Le sonreí mientras asentía y juntos fuimos hasta el coche para empezar una Navidad inolvidable.

Continuará...