Capítulo 8: Demasiado tarde Diana se aterroriza, decide dcontarle a su padre que está pasando... demasiado tarde...
La verdad es que nunca he sido nada devota. Pero debo reconocer que la Semana Santa vallisoletana compunge mis vísceras, tanto, que creo que todas ellas se concentran en un solo centímetro cuadrado de mi cuerpo, apelmazadas las unas con las otras...
No se trata de una simple infidelidad física. Julio disfruta rozando los límites del riesgo, sueña con correrse pegado a Natalia, y convierte la convivencia diaria en un juego constante de perversión...
Vivo amarrada al reloj, pendiente de no retrasarme en mi llegada a casa, descuelgo el teléfono durante unos cinco o diez minutos para no ser interrumpida por nada ni nadie.
Esto no es un relato, no es erótico, ni siquiera festivo. Es una cura terapeútica... Martín Gaite lo denominaba en una de sus obra "streptease en solitario".
La fiesta había resultado mucho más alocada de lo que ella pensaba. Juan cumplía 46 años, era un hombre tremendamente atractivo, que sabía llevar cada uno de sus aniversarios con una gran dosis de seducción. Cada arruga de su piel añadía más atractivo a su persona.
Mientras veo como muerde la esquina de la redonda pasta siento como con sus sutiles movimientos me vuelven a engatusar. En el borde de su labio inferior queda una gotita mínima, pero perceptible para mis sentidos, de mermelada de frambuesa. Como si tuviera una fiera dentro de la boca tengo que apretar muy fuerte las mandíbulas para no dispararme hasta el almíbar de su boca, engullir su pedazo de lujuriosa carne entre mis dientes y cubrirla de mi pasión.
Ese 18 abril era su 32 cumpleaños, llevaba tiempo pensándolo y no me sentía muy animada con la idea, tenía miedo de que mi decisión pudiera crear un quebranto en la relación que manteníamos Ismael y yo desde hace tres años.
Aquel resultó ser un otoño que de nuevo pasaba página...
Dicen que los pecado capitales se denominan así, no por la magnitud de los mismos, sino porque son capaces de originar muchos más... son algo así como la fuente principal del mal...
La importancia de la seducción...
Solo quiero disponer de su cuerpo, mientras, que su dulce cara con ese trasfondo de sensualidad y picardía me diga con los labios no y con la hoguera de sus pupilas si...
Me encantó ver como era otra a la que se follaba delante de mis ojos... no lo entiendo, pero en lucía me veía a mi y me encantaba...
Lo siento de veras, no puedo frenarme es ella quien me lleva, necesito más placer, aun más del que me estás dando... que impotencia es la que siento cuando grito entre tus llantos...
Cuando quise reaccionar, mi boca estaba amordazada con la ropa interior de mi hermana mientras él parecía disfrutar con tan repugnante perversión entre grotescas carcajadas...
... para... para ya!... no me mires así!... con los años que te saco eres capaz de hacerme sentir incomoda...
La cara de su novio se puso muy colorada, agarrado a mis pechos los succionaba mientras no quitaba la vista de mi mano, y la cara de su novia, partida en dos por el sexo de David y derretida de placer por mis dedos que dabán tobitas en su clítoris...
A ti... que mientras me amabas yo solo jugaba en la ruleta del placer, y lo pintaba de amistad, con el corazón cerrado y el cuerpo desnudo abierto a las caricias...
Que tendrá un relato, que cuando en tus manos cae no es un cuento erótico para mi sino un excitante y real aventura sexual contigo...
Oh Diossssss... no quiero escuchar más... mi mayor fantasía se ha convertido en mi peor pesadilla... que alguien me devuelva mi cuerpo, mi cabeza y... mi despedida de soltera!!!
Quiero beber de la vida, del manantial de tu corazón, llenar de besos tu cuerpo, y con mis labios húmedos de pasión hacer brillar tu piel.
Desde el tragaluz parece que puedo sentirlo de la misma manera, como nunca más lo volví a vivir, si más intenso, más salvaje, o más romántico, más enamorado... pero nunca jamás de aquella manera.
...voy a comprarme una nueva vida, comprare mi integridad, mi conciencia, comprare la felicidad...
...con mi dedo le hago un gesto de silencio posándolo sobre los labios y salgo de la habitación con mi sexo deshinchado y mi mente curada de esa peligrosa enfermedad que es la locura temporal...
...me encanta irme con su cabeza entre mis piernas, y su lengua introduciéndose dentro de mi dilatada vagina rebañando los últimos retazos de placer que desprende mi ser...