Esta tarde tienes el guapo subido...

Estas ahí sentado, con el mando de la televisión en tu mano derecha y tu cabeza recostada sobre el sofá, mirando con atención esa aburrida película de sobremesa que es totalmente infumable, en silencio, mientras piensas que sigo dormida.

Llevo despierta solo dos minutos, escondida entre los cojines te observo en secreto y veo el color canela de tu mirada, ojos grandes, despiertos...

He debido descansar bastante bien en la siesta, porque siento un cosquilleo por todo mi cuerpo que me hace frágil a cualquier mínimo roce con una fibra textil. Simplemente al enfocar mi objetivo sobre tus manos, parece que el sol ha salido entre mis piernas, y comienza el deshielo después del gélido invierno...

No estaría nada mal que te levantaras y comenzaras a besar mi cuello...

Pero no lo harás, en un descuido he visto como has girado la vista y tus ojos se han llenado de ternura, cálida y protectora, muy lejana a la lujuria sexual...

Yo no me rindo tan fácilmente amor, quiero ver como tu cariño y protección se convierten en pasión desenfrenada con sutiles movimientos...

Sería sencillo incorporarme, ponerme en pie y regalarte mi dulce sonrisa, sería sencillo acercarme lentamente y tintar mi mirada de infantil picardía. También lo sería besar tus labios con ese toque de "salsa de la casa" que activa los resortes de tu excitación, y para que decirte una caricia por tu torso desnudo mientras susurrante ensalzo tus oidos...

Pero cariño... yo quiero que seas tu quien me busque a mi...

Me giró, dándote la espalda, simulando que estoy sumida en un sueño profundo, hundo mi cabeza entre los suaves y mullidos cojines, y dejo mi espalda cubierta por una larga camiseta de algodón ante tu vista... mis piernas revoltosas se han entrelazado para acabar entreabiertas enganchadas por encima del tanga gris que llevo...

Me consta que habrás girado la vista para ver si me he despertado, lo que no puedo saber es si tus ojos se habrán quedado prendados observando el comienzo de mis redondas nalgas que estoy exponiendo para tu deleite...

Solo espero que no me cubras con la manta...

Tras unos minutos y otro ligero movimiento, mi camiseta ha quedado retorcida alrededor de mi cintura, mientras que mis muslos entre abiertos, y mi torso pegado a los asientos del sofa, dejan mi desnudez ante tu vista...

Sé que no resistes verme bocabajo...

Los rayos de sol entran por la terraza de nuestro pequeño saloncito, siento el calor... no sé que hora será, probablemente las cinco y media o seis de la tarde... mmm... que estupenda hora para hacer el amor...

El silencio es sepulcral, has apagado la tele, todo funciona tal y como está previsto, me estoy excitando muchísimo... siento como los siete pecados capitales se apoderan de mi.......

Dicen que los pecado capitales se denominan así, no por la magnitud de los mismos, sino porque son capaces de originar muchos más... son algo así como la fuente principal del mal...

Que tendrá el mal, que resulta un complemento perfecto, para la pasión y el sexo?

Me encanta seducirte sin que te des cuenta, o que te la des y te dejes seducir... Me encanta creer que no eres consciente. Dejo, que tu, mi presa, te creas cazador... esos que cazan no por placer, sino por necesidad...

Quiero que pienses que eres tu quien anda perdido por mi pasión, aunque yo me muera de excitación en estos momentos al abrir los ojos y encontrarte a mi lado, aunque tus manos me produzcan placeres jamás soñados, aunque te desee con desenfreno... me invade la SOBERBIA... y la dejo actuar...

Estas a mi lado ya, tú mano se ha posado sobre la cara interna de mi muslo... mmm... siento tu calor, está muy tibia, como si el torrente sanguíneo pasara abundante y rápido por la extremidad... Al final, eres tu quien inicia el contacto físico, mientras piensas inocentemente, que duermo.

Entre tanto, estoy tumbada en silencio, siento el palpitar entre mis piernas de lo que sé que ahora vendrá, de eso que me vuelve loca y me sube a las estrellas... de lo que me hace pedir más y más y más...

Qué pasión siento al notar el tacto de tus dedos casi rozando mi sexo, la misma que ahora ves en mi mirada, cuando me giro con mi más sensual sonrisa para recibirte con el deseo palpitante...

Se incrementa al ver tus ojos, y poco a poco observar como agachas tu cuerpo hacia el mío. Como se abren tus labios, esos, que sí que son "pecado" con todas sus letras, y se fusionan, empapándose en uno solo. Sabes a dulzor, a desenfreno, a sueños, a excitación, a amor y a sexo....

Me vuelve loca mordisquear tu labio inferior mientras me besas, apresarlo sofisticadamente con mis dientes mientras tus afrodisiacos ojos se ceban en mi...

Colorear con mi lengua cada parte de tu boca, dando brillo y pasión a tus instintos...

Me pierden tus manos, recorriendo mi cuello con prisa, muy apresuradas, como si llegaran tarde al más importante acto social, mientras, besas profundamente mi boca y clavas las yemas de tus dedos en mi cuero cabelludo separando todos mis cabellos como si de ellos me agarraras...

La LUJURIA de perder el control, de mientras mi sexo se empapa preparándose para ti sentir la desesperación de no saber que hacer, para darte más, para sorprenderte... la desesperación de una excitación que me invade...

Te has tumbado sobre mi y yo me giró para quedar sobre tí, huelo tu piel, ese olor que no existe en ninguna perfumería, droguería, tienda de alimentación. Ese olor que no se parece al campo, ni al mar, ni a la montaña, ni a la ciudad... ese olor que solo lo tienes tú....

Y que ahora se desprende especialmente y de forma más intensa alrededor de tu cuello... ese aroma me incita a chuparte, a lamerte...

Recorrer sobre nuestro sillón cada milímetro de tu piel, alternando chupaditas con mordiscos, desde el cuello descendiendo por los hombros. Llegando a tu torso, un pecho ancho, bien formado, que dejo atrás la niñez y las formas juveniles para convertirse en lo que a mi más me gusta... un pecho varonil, decorado por esas dos tetillas, que cada vez que rozo con la base de mi lengua con suavidad, te erizan las terminaciones nerviosas, obligándote a cerrar los ojos y expulsar un bajito y estremecedor gritito de placer...

Tampoco sabes a carne, ni pescado, ni dulce, ni salado, no sabes ácido, ni picante..., sabes a pasión... que cada vez se va tornando más cálida, desde el cuello hasta tu vientre sube la temperatura hasta que, abrasas la punta de mi excitada lengua, provocando que mi cuerpo descargue su calor a través de fluidos ardientes entre mis piernas...

Como te dejas hacer... mmm... sabes que cuando estoy hambrienta la GULA me vuelve imparable...

En tu vientre pierdo la cabeza, mi boca empapada y llena de tu sabor se prepara para el gran festín. Ante mis ojos tu sexo brilla, desprendiendo un aroma que siempre será reconocible para mis sentidos ... y como un imán atraído por su polo opuesto me acerco sin control hacia la punta de él...

Mi boca se abre, se llena de ti, impregna mis labios del símbolo de nuestro cortejo. Tú, tumbado, dejas que sea yo la que me ocupe de tu placer. Me encanta cuando no participas y te quedas quieto, observando como sale y entra de mi boca, llenándola tanto que me obliga a coger aire cada cierto tiempo para descansar la mandíbula...

Es genial su calor, dejar que los movimientos sean suaves, y juguetear con mi lengua sobre la punta, mientras, riegas mi paladar por el sistema de goteo con tus fértiles líquidos...

Parece que disfrutas... se te escucha jadear mientras los rayos de sol que entran por la terraza cotillean nuestro numerito y te hacen cosquillas en tu tripita...

Me pica, me escuece, me altera mi ansioso sexo, que palpita y deja gotitas y un hilo de humedad por toda la tapicería del sillón, tú pareces feliz, tienes la polla muy hinchada y la cara de gozar hasta límites insospechados... yo también quiero!

La ENVIDIA nace de mis entrañas, más bien de mi impotencia, del desazón, del calor...

Mientras sigo metiendome todo tu sexo hasta el fondo sin sacarla del interior, me incorporo como puedo y, quito mi tanga ante tu atenta mirada... siento como aun se endurece más... No lo dudo, voy a girar mi cuerpo, apoyar mi vientre sobre tu torso y dejar mi vulva empapada, inflamada y sonrosada sobre tus labios para que calmes mi malestar....

Simultáneamente nos damos placer, nada más que noto tus labios tan cerca de mi, creo que me voy a derretir... con mis labios aprieto fuerte tu sexo, y paso mis manos por tus testículos....

Tus manos rápidas y ansiosas apartan mis pliegues vaginales a cada lado, dejando mi sexo a un perfecto reconocimiento de tu lengua, en un momento giro mi cabeza y veo tus labios y parte de tu cara brillantes y empapados de mi...

Definitivamente cielo, hoy estás con el guapo subido... tienes un no sé qué que me vuelve loca cariño...

De cerca observo lo hinchado que estás... sueño con introducirla dentro de mi... con sentirla abrirse paso entre las contracciones que no paran de sucederse entre los labios de él...

Y pensando en eso me esmero, mi boca succiona tu sexo, se centra en la cabeza del mismo mientras acaricio con mi mano la gruesa base, de arriba abajo... de repente siento como clavas tu boca hasta el fondo de mi vulva, puedo sentir hasta tus dientes.... mientras, en mi boca, brota tu tibia pasión...

Creo que me voy a derretir, mis palpitaciones se aceleran, miró hacia la terraza y veo como un vecino cuela su curiosa vista entre nuestras entreabiertas cortinas, me excita... pero a la vez, llena de desesperación, desearía que viniera a nuestro salón y fuera él quien me metiera su hinchado sexo. Necesito sentir algo entre mis piernas y tú no has sido capaz de esperar... La IRA y desesperación se apoderan de mi cuerpo....

Tus jadeos hacen cosquillas a mis húmedos pliegues y enseguida introduces dos de tus dedos en mi interior. Con alguna de las gotas del elixir de tu orgasmo sobre mis labios pongo en vertical mi cuerpo y voto sobre tus dedos...

No puedo parar de jadear, acaricio mi clítoris inflamado con furia, dándole intermitentemente pequeños azotitos con la palma de mi mano, a la vez que sus dedos rozan todo mi interior y se corvan en busca de ese puntito que tanto me hace disfrutar....

Estoy agotada, pero no puedo parar de moverme, deseo llegar al orgasmo ya, miró al frente y observo como desde la terraza ese abuelete se acaricia la entrepierna... despierta en mi una sonrisa...

Me deshago de la camiseta y me quedo desnuda, tú mano desocupada hasta ese momento recorre mis nalgas, no puedes verme, pero yo siento mis pechos botar, con los pezones muy erectos, llena de excitación mi sexo apresa tus dedos y entonces... llega el orgasmo... contracciones aceleradas, rítmicas y persistentes que me llenan de placer y me hacen caer rendida y desnuda junto a tu suave piel...

Tu beso me recibe en el plano horizontal... abrazada a tu torso apoyo mi carrillo sobre ti y con una sonrisa quedo en estado de letargo, de PEREZA, un estado en el que no quiero hablar, no quiero moverme... solo dejar que tu respiración sea la que de vida a mis sentidos, y tu corazón, con su palpitar, el que de nuevo avive mis fuegos...

Si... te has quedado dormido mi amor...

Para que este regalo tenga sentido espero que despiertes mientras yo estoy en la ducha, ya me ocuparé de hacer ruido para sobresaltarte....

Así es como enciendes mi lado del mal, ese que dices que no tengo... ese que dices que en mi no existe.

Ha sido una delicia cada milésima de segundo de placer...

Siete pecados capitales, siete en mi carta, en mi streptease de sentimientos y sensaciones falta uno... no lo has echado en falta cariño? ...

La AVARICIA, esta sensación que implica querer más y más y más...

...ser insaciable...

... poseída por un deseo irrefrenable que me provocas a diario y especialmente esos días que... tienes el guapo subido...

La avaricia no sabe de tiempo, ni de lugares... hace un rato en el salón...ahora...

...en la ducha?...

Te espero cielo...