Durante la tarde de cine con sus amigas, Tamara acaba siendo objeto de burla de éstas. Pero no hay nada que una madre no pueda curar.
La vi levantarse tras terminar y cortando un trozo de papel, vi como se limpiaba mientras se mantenía el camisón remangado por los muslos. Aparté instintivamente la mirada, cuando noté que ella se dio cuenta de que la estaba viendo
Sandra y yo profundizamos más en nuestra especial relación, disfrutando de nuestros cuerpos y del calor excitante del incesto. Tras hablarlo con ella y darle vueltas, decidimos intentar hacer su fantasía sexual realidad: Un trío que conste de nosotros y de su mejor amiga y amante, Judith.
Una madre sale de cena con sus amigas, se emborracha y vuelve a casa acompañada por los amigos de sus hijos. Amor filial, sexo no consentido, chantaje, son parte de los alicientes de este relato.
Recibí un mensaje al whatsapp, era Sandra y decía:’’Hola papi, me ha gustado mucho el regalo que me has dejado en la puerta esta mañana, te quiero’’ y seguidamente me envió una foto suya, un selfie, ella sin ropa, solo llevaba el tanga manchado de semen.
Aquella noche también hacía calor así que nos echamos en el colchón hinchable en la terraza. Me desperté de madrugada y como la noche anterior me acurruqué contra ella, pegándome a su espalda cuando comenzó a refrescar.
Carmen tiene que darle muchas explicaciones a su hija.
Las relaciones que tenía con mis primas iba haciéndose cada día más intensa, a la vecina Emi también la fui conociendo cada vez más pero la verdadera sorpresa fue ver a mis tíos en su salsa, pues me llevé una sorpresa agradable.
¡Pero hijo, qué haces! — dijo mi madre, para desgracia mía. Muy nervioso me giré e intenté explicarme. — ¡Verás mamá, esto no es lo que parece! —frase típica en estas situaciones.
Madre e hija de vacaciones, nuevas y excitantes experiencias
Una jovencita, muda, recibe una carta erótica y busca que le hagan lo que le dicen que le harán después de secuestrarla.
¡La madre de Luisa se enteró de lo que había hecho con su hija! Ahora amenaza con decírselo a mi madre, no sé qué hacer, así que huyo de casa avergonzado y paso la noche fuera... Ya por la mañana regreso a casa, ¡mi madre me abraza y llora! ¡No sabe nada! Me pregunto por qué no se lo habrá dicho...
Los besos son deliciosos y también, adictivos. Cuando das uno, quedas enganchado de manera irremediable y no quieres parar. Eso es lo que le pasó a Hector y a su hermana.
Encarados en la postura del misionero, con ella apenas a unos palmos de mi cara, contemplé cómo gesticulaba ante mis acometidas, cómo el placer se reflejaba en su rostro, un dulce placer, el que le nos proporcionábamos mútuamente mientras nuestros cuerpos conectaban.
Morbo a raudales con toda la familia.
La historia de un incesto entre un padre y una hija muy especial
De como unas vacaciones familiares, circunstancialmente van desembocando en el nudismo y los intercambios familiares liberales de una forma que jamás pudimos imaginar.
Volví al pueblo para celebrar el primer cumpleaños de mi hijo, me llevé alguna sorpresa y algún disgusto también, al volver a Madrid sentí una liberación pues era donde yo era yo mismo.
Una vez la enfermera se hubo marchado, me puse a preparar un desayuno pantagruélico: vitaminas, proteínas, glúcidos y lípidos. La señora Diaz lo había dejado muy claro: era muy importante que David comiera muy bien estos dias para poder regenerar su piel y fortalecer su organismo. Para fortalecer su... ¿Más todavía?
Las cochinadas que mi amiga La Isa sigue haciendo con su hija.
El amor ¿es cosa de dos? Adriana sin querer se involucra en una situación confusa donde puede quedar en el medio
Bajé de nuevo las manos y desabroché sus shorts. Introduje una mano con dificultad bajo sus bragas y alcancé la suave vellosidad de su pubis...
De un golpe de riñón le metí la cabeza. De su garganta salió un grito de dolor: ¡¡Ayyyyyyy!! Rompió a llorar...
Me va a costar hacer una cronología de lo que pasó entre el momento en que le ofrecí mi chochito como entrante hasta el momento en qué tuve que levantarme deprisa y corriendo para abrir a la enfermera antes de que ésta alertase a los vecinos. Pero vamos a intentarlo
Alicia llega a su casa cansada y estresada del trabajo. Por suerte para ella, en casa le aguarda su hija con quien disfrutará de una noche que le hará olvidarse del trabajo y el estres.