Placentero y cruel castigo (2)

¿Cuándo es suficiente?, ¿Alguien lo sabe realmente?, al menos yo siempre he pensado que suficiente no es cuando estas satisfecho sino que además estas completo y con un placentero sentido de relajación, esto aplicado a todos los sentidos de la pregunta pues es fácil saber que cuando no sabes cuando es suficiente simplemente te envicias. Sin embargo dicen algunos refranes que el exceso es un camino a la sabiduría.

Tal cuento en el relato anterior mi compañera vestida únicamente por un mallon negro y una camisa del mismo color hasta medio muslo, pelo suelto, descalza, de un traserito hermoso, pechos discretos y bien formados; me había dado un placentero y cruel castigo al yo perder en un juego en el que habíamos apostado, sin embargo por azares del destino me tocaba ahora un momento después aplicar el castigo.

Aun exhausto comente

Permanecimos en silencio en esa posición mientras nos tomábamos el refresco que había quedado por una hora fácilmente pues ambos estábamos cansados, sin embargo yo había notado que sobre el mueble trinchador brillaban cuatro pares de esposas, de las cuales tres ya habían sido usadas en mi junto a esa venda que impide realmente el paso de la luz.

Una idea perversa cruzo mi mente y empecé a revisar la sala hasta darme cuenta de que la cocina tenia un adorno de herraje que formaba un macizo arco alrededor de la puerta redondeada en su parte superior adornado con flores de hierro y lamina, con refuerzos de varilla para completar y dar fuerza al mismo.

Me levante suavemente, fui hasta el trinchador y tome la venda

Y suavemente le puse la venda sobre los ojos, ella se acomodo en el sofá y yo hincado frente de ella la empecé a besar, suavemente después me recorrí hacia su cuello besándolo de forma calmada para tomar el cuello de la camisa y estirarlo para descubrir un hombro y recorrerlo entre besos y mi lengua, para entretenerme un poco en el para luego saborear de la misma manera el otro.

Le alce la camisa, y con un poco de su ayuda se la quite, entonces me dirigí a uno de sus senos, lo empecé a besar recorriendo desde sus orillas en circulo hasta su pezón sin prisa, saboreando el azúcar que se había impregnado hacia un poco mas de hora y media cuando yo era el castigado. Saboree el sabor de la azúcar con el de su piel por un rato y luego me pase al otro seno al cual recorrí a lengüetazo puro hasta dejarlo completamente saboreado y me entretuve a jugar con su pezón utilizando mi lengua.

Empecé a bajar a su estomago, luego le baje un poco el mallon y su ombligo fue saboreado con mucha calma, para poder bajarle un poco mas el mallon hasta casi medio muslo descubriendo ese tesoro tan bello.

Me arrodille ante ella y le quite por completo el mallon para luego acercar mi boca, y con mis labios empecé a acariciarla dándole besos largos y suaves probándola y humedeciéndola – Ahhh – ¿Te lastimo? – Nooo – y su mano se poso sobre mi pelo; en ese preciso instante me separe un poco me pare frente a ella tome una de sus manos y la dirigí hacia el arco y la espose, hice lo mismo con la otra mano y los pies, quedando ella a mi merced.

Después retomando mi posición anterior me puse a besar por fuera su entrepierna, ella empezó a quejarse de forma ahogada, poco a poco mi lengua empezó a recorrer esa división y saborearla, poco después mi lengua se hundía en su intimidad intentando recorrerla al máximo, metía mi lengua a lo mas profundo y succionaba todo aquel licor que sabia tan rico, y que me excitaba aun mas. Metía mi lengua hasta dentro para sacarla poco a poco y estarla besando solo por fuera, para luego volver a introducirla y recorrer todo aquel manjar. Mi excitación estaba creciendo y para poder aprovecharla al máximo, tome su trasero con mis manos y o aprisione hacia mi boca para que no pudiera escaparse de ese prolongado beso. Mi amiga empezó a gritar ahogadamente y pronto tuvo un estremecimiento en todo su cuerpo y aquel licor fue tanto que no pude con todo el y parte recorrió mi cuello.

Me aleje un poco y me desnude completamente, en lo que su respiración iba normalizándose me acerque a ella y aunque mi excitación era demasiada quería excitarla aun mas, tome la botella de refresco frió con un tercio de contenido, lo destape. Y derrame un pequeño chorrito en su hombro, ella dio un pequeño brinco y suspiro fuertemente en cuanto mi lengua recorrió desde su muslo hasta su hombro limpiando y tomándome el refresco.

Seguí con el otro hombro haciendo que el liquido ahora corriera por su pecho interceptándolo justo abajo del ombligo. Un poco mas en uno de sus senos que no deje que se recorriera, un poco en un muslo, otro poco en donde termina la espalda, otro poco en su nalga, y al final un poco entre la separación entre las dos nalgas que deje correr hasta su ano, donde lo intercepte y empecé a juguetear con mi lengua cerca de el pero sin tocarlo, hasta que de repente mi lengua lo acaricio por fuera y en ese momento me separe.

Sudando ella incansablemente la abrase por atrás poniendo mi pene en la separación de su trasero mientras mis manos la recorrían suavemente primero sus hombros, sus senos, su estomago, sus muslos y al final su entrepierna. Así estuve un momento hasta que me separe de nuevo para ir por el banco que anteriormente había utilizado mi compañera.

Lo puse frente a ella, y me senté, sus senos quedaron a la altura y los bese con ternura mientras que con la punta de mi pene rozaba su entrepierna, a los pocos minutos, la punta de mi pene entro y en ese momento empuje para que entrara todo, y apoyando mis manos en el banco hacia el movimiento para que entrara y saliera, ella me ayudaba moviendo la cadera, lo que no espero es que estando completamente adentro empecé a mover mi cuerpo para que mi pene se moviera dentro de ella.

Empezó a sudar de nuevo y a estremecerse cada vez mas rápido y de repente tuvo otro orgasmo, sin salirme moví una de mis piernas de forma que mis piernas quedaban alrededor de una de las suyas y mi tórax cerca de la otra pierna y empecé de nuevo con el movimiento de mi cuerpo, en ese momento tuvo otro orgasmo que la estremeció y dio un pequeño grito pero bastante fuerte, tenso su cuerpo y pasados unos segundos de unas deliciosas contracciones se aflojo toda de tal manera que si no fuera por las esposas se hubiera caído.

Me coloque detrás de ella, puse el banquito me acomode y como estaba ya relajada me acomode en su ano, mi pene entro ahí con relativa dificultad, y la atraje toda hacia mi, apartando un poco sus nalgas para poder entrar al máximo, fue delicioso sentir como me apretó, me quede quieto un momento y luego empiece a mover mi cadera en un ritmo lento que acelerare, cuando no pude aguantar y dentro de ella deje mi propio néctar momento en que ella se estremece de nuevo y da un pequeño grito.

Me visto rápidamente, recojo su ropa y la pongo cerca, libero sus pies y le pongo yo el mallon, libero sus manos y le pongo su playera, le quito la venda de los ojos, la abrazo, le doy un beso que me responde salvajemente, la levanto, y me dirijo al sofá de tres asientos, la acuesto y vuelvo ocupar mi lugar donde mi pierna se convierte en almohada de nuevo. Después de unos momentos le pregunto

Continuara ....