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Una colegiala de secundaria (2)

en Jovencit@s

Una niña de la secundaria en su primera noche disco.

Propiamente en las secundarias a los alumnos no se les organizan discotecas sino mas bien tardeadas disco. En una de esas tardeadas la primera en la cual participaba como un maestro, donde fungimos como chaperones; situación más difícil de lo que podría parecer; pasaron cosas que me indicaron con una señal tamaño cartel espectacular que las alumnas que consideraba niñas inocentes eran en realidad mujeres en plena sensualidad despertando sus instintos y controlando impulsos tan fuertes que en muchas ocasiones las llevan a cometer locuras.

Celi era una alumna de primer año que siempre venia con una falda hasta debajo de la rodilla, mayas o mayones de tela gruesa blanca, camisas polo siempre con una camiseta debajo, siempre con el pelo recogido, sin una gota de maquillaje y unos lentes que más parecían los de un abuelo a los de una niña casi joven de 11 años.

Si bien Celi nunca vestía provocativamente, y era muy recatada, en mas de una ocasión había adivinado que debajo de tanta ropa habría una linda figura con unas piernas torneadas, un traserito redondo y paradito, una cintura estrecha, con un pecho adornado con unos delicados senos redondos, enmarcados por una espalda delicada, y rematados con una linda cara angelical que apreciaba cuando limpiaba sus lentes.

Ese día podían traer otra ropa que no fuera el uniforme, y llego vestida igual que siempre solo que ahora la falda y las mayas eran negras, y la camisa era de un rosa apagado.

En algún momento pusieron Rock de los 60’s para que muchos de los estudiantes ya fueran saliendo pues casi daban ya las 7 PM, la maniobra tuvo éxito pues muchos no gustaban mas que de la música grupera, y solo quedaron de 700 como unos 30 alumnos al cabo de un rato. Celi en un momento en el cual yo ya estaba decidido a irme también me pidió que bailáramos pues le gustaba esa música y ningún compañero suyo la sabia bailar. Le dije que si pero que teníamos que ir a la pista pues estábamos en el descanso de la escalera en el segundo piso.

Es que me da pena y como ya casi no hay gente, mejor bailamos un poquito aquí sale.

Esta bien si así lo quieres, hoy es su día (del estudiante).

Bailamos inocentemente unos 30 minutos, cuando ya para finalizar el baile con casi solo maestros pusieron música romántica, yo la abrace y empezamos a bailar pegado; note que se sonrojo y la tranquilice diciéndole que era solo un baile y que bailaba muy bien.

Bailábamos tan pegados que a la segunda canción baje un poco la mano para alcanzar el principio de sus nalgas y para mi sorpresa se pego un poco mas a mí y puso una mano a la misma altura. La baje un poco mas junto con mi otra mano para abarcar su traserito tan hermoso y seguimos bailando viéndonos casi de frente cuando seguí el impulso de darle un beso suave en la boca.

Ella abrió los labios un poco y me correspondió cuando mi lengua acarició su lengua. Seguimos así abrazados y besándonos cuando la música se acabo y el director daba gracias a los maestros por su participación y diciéndole a los pocos alumnos que quedaban que disfrutaran su fin de semana.

Salimos de la escuela alumnos y maestros, yo la acompañe a su casa e íbamos de manita sudada. Deteniéndonos en cada lugar oscuro para besarnos. Poco a poco me fui atreviendo a mas y sobre su camisa rosa acaricie sus senos, o debajo de su falda sus piernas y nalgas enfundadas en unas mayas de lycra negras. Sentía como temblaba y en muchas ocasiones se sobresaltaba y me abrazaba muy fuerte besándome en la boca.

En otro lugar oscuro metí las manos debajo de su falda para acariciar por encima el triangulo donde se encuentra el mayor tesoro de una mujer. A lo cual respondió con un pequeño gemido.

Pasamos un hotel y junto a este estaba su casa; en ese momento desee meterme con ella al hotel pero como la convencería. Sumido en mis pensamientos la abrace antes de dejar que se fuera a su casa cuando me dijo.

El techo de mi casa queda a la altura de las escaleras de emergencia del hotel; renta una habitación y espérame en el pasillo para que me abras la ventana.

Sin darme tiempo a reaccionar, se dio la vuelta y corriendo se metió a su casa donde se oyó por lo bajo el recibimiento de su mama. Sin dar crédito todavía a mis oídos decidí rentar una habitación y quedarme ahí, así sí no venia podía llamar a alguna "amiga nocturna" para apaciguar mi calentura por una niña.

Me metí al hotel y mas o menos calculando pedí una habitación en el segundo piso. Me dieron la 205 que quedaba junto a la ventana donde se accesaba a las escaleras de emergencia. Pague mi habitación de antemano, compre que tomar y me metí al cuarto sentándome cerca de la puerta emparejada que dejaba ver si alguien se acercaba a esa ventana.

Pasaron como una hora con quince minutos cuando vi una manita apoyada en el vidrio y los lentes de Celi asomarse. Inmediatamente abrí la puerta y la deje entrar rápidamente a mi habitación.

Estaba vestida igual, la bese suavemente y me confeso rápidamente:

Estoy libre toda la noche para ti, trátame suave por favor es mi primera vez.

No te preocupes pero hay que cuidarnos para que no quedes embarazada

Aun no he tenido mi primera sangre.

Estaba que ya no cabía del deseo, el cuerpo de un angelito se me ofrecía cuando estaba poseído por un demonio llamado lujuria impulsado por cosas que no comprendía y que no busque entender.

Nos paramos en medio del cuarto, la bese le quite los lentes y poco a poco baje a su cuello y disfrute de ese sabor saladito y dulce de una piel virginal. Le levante la camisa rosa encontrándome debajo un top de deportes, seguí acariciando su espalda mientras besaba su cuello y hombros. Le dije que se quedara quieta y empecé a besar su pecho bajando poco a poco hacia sus senos. Se estremecía, gemía un poco y temblaba con cada contacto a su piel.

Desprendí el broche delantero del top y observe un par de senos pequeños como un puño con un pezón café grande adornándolos, como si fueran un helado los lamí con paciencia y pasión para recorrerlos todos y disfrutar al final de esa cereza tan sabrosa que chupe y apreté con mis labios. Baje un poco hacia su estomago y arrodillándome me entretuve en su ombligo, cuando sus manos fueron hacia mi pelo y lo acariciaban mientras se quejaba un poco y se quedo quieta disfrutando su primer orgasmo.

Cerro sus ojos y en ese momento me separe un poco, me quite la corbata, la camisa y el pantalón quedando solo en el bóxer ajustado que traía. Me pase a su espalda y la comencé a besar y acariciar para recorrerla y de vez en cuando con mis manos acariciar sus senos, estomago, costados y cuello dejando que mi piel y su piel se conocieran un poco. Me pegaba a ella y sentía como le gustaba pues pegaba su traserito a mí haciendo que encendiera.

Tome mi corbata y le dije suavemente "Cierra los ojos y no te asustes"

Cerro los ojos y la vende para que no pudiera observar nada. Me desnude ahora confiado y me arrodille atrás en su espalda, desabroche un botón, corrí el cierre y deje caer su falda. Acaricie con mis manos todo lo que estaba cubierto desde los pies hasta casi el estomago por ese mayón pegado. Acto seguido se lo fui bajando lentamente dejando al descubierto sus pantaletas negras, sin encaje y completamente lisas.

Empecé a recorrer sus piernas primero por enfrente subiendo lentamente hasta su entrepierna, cuando llegue a su pantaleta lamí primero por encima, haciendo que ahora gimiera ruidosamente, rompí sus pantaletas de un tirón y las arroje lejos, me acerque ahora piel a piel y mis labios besaron sus labios vaginales, chupándolos y mordiéndolos un poco con mis labios mientras mi lengua recorría su abertura hasta encontrar en la parte mas escondida un botoncito saldado el cual acaricie con mi lengua alternadamente mientras intentaba meterla lo mas dentro de ella que pudiera.

Pronto no pudo mas y con sus manos empezó a acariciarse los senos mientras gemía cada vez mas fuerte y me brindaba el placer de saborear un segundo orgasmo mientras aun era "virgen". Las piernas le temblaban y sentí que por poco se caía así que guié sus manos hacia una cómoda que había en el cuarto para que se apoyara. Se apoyo de frente a la cómoda enseñándome en plenitud ese lindo traserito redondo, paradito y pequeño, así que cuando aun no se recuperaba bien con mis manos tome sus nalguitas las masaje, las bese y saboree, para irme acercando a la separación que existe entre ellas y con mi lengua moje su ano y presione un poco para arrancarle un gran gemido, lo seguí acariciando superficialmente hasta que tuvo otro orgasmo aunque mas tenue.

Deseándola aun mas acerque una silla, la levante de donde estaba apoyada, la bese pegando mi cuerpo al suyo que ahora estaba adornado con múltiples perlas de sudor.

Mi pené quedaba a la altura de su estomago, y así pegados me acerque a la silla y me senté. Le pedí que abriera sus piernas y se acercara así lo hizo, quedando su entrada al cielo junto a la punta de mi pené. La tome de la cadera y la fui penetrando mientras la jalaba hacia mi, cuando de repente sentí una pequeña resistencia que fue rápidamente rota pues Celi no quería mas que sentirse completamente una mujer, era maravillosa esa sensación de estrechez pues a cada estremecimiento que ella tenia a mi me hacia sentir la gloria. Ya completamente penetrada sentí como ya estaba hasta el fondo pues mi pené topaba otra vez con algo cuando hacíamos algún movimiento.

La tome de la cadera y guié su movimiento frotando nuestras entrepiernas para acariciar con mis testículos sus nalgas. Cuando dejo de quejarse y un par de lagrimas habían ya surcado su cara empezamos los dos un movimiento primero guiado por mis manos luego por su iniciativa de mete y saca primero muy lento y suave que le arrancaba suspiros hasta tornarse un cabalgar frenético que la hacia gritar de placer. Mientras mi boca se saciaba de nuevo con sus pechos.

Después de un largo rato entrando y saliendo ella se pego lo mas a mi y empecé a sentir ahora como toda ella se estremecía en un orgasmo que hacia que su vagina apretara mi pené esporádicamente haciendo que no aguantara mas y me viniera abundantemente en ella.

Se desplomo en mi mientras la abrazaba y sentía como mi pené después de un segundo de ponerse blando se endurecía de nuevo al sentir las contracciones intimas de Celi. Tanto era mi deseo que seguí moviéndome dentro de ella mientras aun se recuperaba.

Me pare con ella abrazada aun penetrándola. Me separe lentamente de ella y la hice apoyarse ahora en la cama, temblando como estaba empecé a pasear mi pené en la separación de sus nalguitas hasta localizar bien su ano y sin mucho preámbulo se lo fui metiendo lentamente. Era alucinante, entrar fue dificil, a la vez que terriblemente excitante. Llegue hasta lo mas que pude y quedándome quieto mientras acariciaba con mis manos sus senos y su entrada al cielo espere hasta que tomara la iniciativa que tomo al inclinarse un poco para entrar mas al fondo.

Sin mucho pensar la tome en un mete y saca prolongado lo mas que pude hasta que explote dentro de ella mientras sentía como se estremecía y oía sus gritos.

Abrazados sobre la cama me prometió no decir nada si algún otro día repetíamos.

Sigo viendo a Celi frecuentemente en esa habitación pues ya convencí al dueño de rentarla indefinidamente.

Celi ha cambiado mucho su forma de vestir pues aunque los lentes son los mismos, ahora se pone camisas que casi son transparentes, brasieres muy sugerentes, medias hasta la rodilla, tangas de encaje, y su falda es de las mas cortas de la escuela.

Te gusto mi historia, quieres decirme algo envíame tus comentarios a loco_sexy_04@hotmail.com