Una "niña" de la secundaria

En una época difícil; dando clases en una secundaria publica en un grupo de 2 de secundaria, uno especialmente difícil, reprobó el 40 % de los alumnos lo que me obligo a darles tareas extras para poder rescatar a algunos y bajar ese porcentaje que no me favorecería después.

Una de las alumnas, Lilia; estaba en el grupo de irrecuperables, era problemática, bastante platicadora, casi nunca traía las tareas, y de acuerdo con la trabajadora social venia de un hogar dividido (su padre había abandonado a su familia para irse con otra mujer, su madre emigro a los estados unidos, era la menor de 3 hermanas de las cuales las mayores estaban casadas (viviendo cerca de la madre) y vivía sola en una casa no lejos de la escuela), inteligente pues solo en mi clase estaba reprobada, tenia 11 años, con un cuerpo en pleno desarrollo (delgadita, 1.40 de alto, pechos pequeños pero redonditos; traserito pequeño, redondo, y respingón; piernas un poco delgadas pero sin desentonar y unos brazos delicados).

Se presento el martes a presentar su examen, vestida todavía en su uniforme de porrista debido a que el partido se fue a tiempos extras y no pudo cambiarse. El uniforme era todo de licra blanca pegado al cuerpo de una sola pieza, dejaba un hombro descubierto, tenia mangas largas que llegaban hasta la muñeca con un pequeño arillo para que un dedo de la mano evitara que se recorrieran, en la parte de abajo formaba un pequeño short, que apenas cubría el comienzo de las piernas, con una faldita simulada que apenas si alcanzaba el fin de sus nalgas, dejándome apreciar por lo pegado y la cercanía que no llevaba ropa intima pues se notaban sus pequeños pezones y no se formaba las tradicionales marcas V de la pantaleta en su traserito.

Su frente adornada por perlas de sudor; que había mojado la parte frontal del vestido transparentando la tela y dejando ver el nacimiento de sus pequeños senos como su espalda hasta donde terminaba pues la faldita cubría todo lo demás.

Dejo su mochila en el suelo, sacando sus útiles, le entregue sus exámenes y le pedí su mochila "No vaya a ser que quieras hacer trampa", "Ay maestro, como cree". Me la entrego pero sin cerrar. Me senté a sus espaldas y me puse a revisar exámenes, sin embargo al poco rato por un descuido le di un pequeño puntapié a la mochila; concentrada en su examen Lilia no se percato de lo ocurrido, me agache y jale la mochila y reacomode lo que se había salido.

Como no tenía nada que pesara mucho casi todo lo que había en el compartimiento más grande se salió, metí el suéter azul marino del uniforme y encima arroje un pantalón de tela de esos pegados al cuerpo, un top deportivo, una tanga (por cierto muy sexy) y una playera pegada todo de color rojo y un video en su caja, fijándome bien de que estuviera distraída abrí el estuche y pude sin ser muy obvio leer una letra C donde va la clasificación. Un poco mas de atrevimiento me revelo que era una película si bien no porno si de imágenes bastante explicitas.

Me entrego el primer examen y lo empecé a calificar en cuanto ella continuo con el siguiente, cuando me entrego los dos exámenes comente sus respuestas constatando que sabia del tema, sin embargo era su nerviosismo a la hora de contestar la traicionaba; Aprobó ambos exámenes con un 8, que con un poco de "Ándele maestro no sea malito", inclinarse, y posar sugerente ante mí subieron a un 9.

Para cuando salimos de la escuela ya era tarde, ya estaba oscureciendo. "Maestro ¿me puede dejar en mi casa por que me da miedo mi calle?". Accedí sin pensarlo mucho pues era normal que en la noche la ciudad no fuera segura y por la oportunidad de echarme un pequeño taco de ojo, oportunidad que se cebo aunque no del todo al ponerse sobre el uniforme el pantalón y encima de los hombros el suéter azul.

La acompañe caminando a su casa y cuando estábamos en el frente de su puerta y nos despedíamos, comenzó una pelea entre dos pandillas rivales, aventando piedras, botellas y palos, abrió la puerta rápidamente y nos refugiamos en su casa.

El suéter se cayo afuera y se oían los gritos de pelea y dolor. Nos refugiamos atrás de un sofá, bastante asustada se acurruco en mi y la cubrí en mis brazos con un abrazo. Al sentir el contacto de su cuerpo con el mío sentí toda esa excitación reprimida despertar, poniendo en posición de firmes parte de mi. Al traer un pantalón cómodo y holgado estoy seguro de que lo sintió crecer, sin embargo ella solo se oprimía hacia mi. Su hombro quedo cerca de mi boca y empecé a oler su aroma y eso me estaba acelerando, acerque mi cabeza a su cuello para que sintiera mi respiración y en ese momento note como temblaba y su respiración se agitaba, sin poderme contener le di un pequeño beso en su hombro descubierto y con mis labios acaricie todo el recorrido hasta su cuello, su respuesta fue un gemido ahogado.

Sabiendo que le había gustado, empecé a probar su piel, acariciando con mis labios su hombro y cuello, saboreándolo con mi lengua, ella volteo la cara y le di un beso que al principio fue solo con sus labios mientras mi lengua acariciaba los suyos hasta que los abrió y acaricie su lengua. Se quedaba quieta mientras que la besaba y mis manos ya habían descubierto su otro hombro y acariciaban sus pezones por encima de la poca tela, la acomode de forma que mis piernas y brazos la rodeaban ofreciéndome toda su espalda y dejando mis manos en libertad de acariciarla toda.

Mientras saboreaba sus hombros poco a poco le fui bajando su uniforme hasta dejar descubierto su pecho, ayudándola a sacarse las mangas, ahora mis manos acariciaban sus senos sin tocar sus pezones, permitiendo que mi boca, labios y lengua acariciaran su espalda. Ya sin importar nada mas me quite la camisa y deje que nuestras pieles se acariciaran solas moviéndome para acomodarla mejor. Le baje aun mas el uniforme y haciendo que se apoyara un poco en mis piernas se levanto un poco del piso, haciendo fuerza con mis dedos para deslizar su uniforme y pantalón; quedando desnuda y sin dejar que se bajara aun desabroche mi pantalón y baje toda mi ropa para que ella me ayudara a quitármela.

Así ya desnudos seguí acariciándola teniendo mi pené atrapado entre sus nalgas. Temblaba de emoción lo cual hacia que sintiera la gloria en la tierra, mientras mis manos acariciaban sus pezones y una empezaba a acariciar por encima aquel ansiado tesoro que se ocultaba a mi todavía pero que estaba ya totalmente húmedo y listo para recibirme.

Tal fue mi excitación que no logre contenerme y acariciándole los senos le pedí que se levantara un poco dejando que mi pené pudiera rozar la entrada a su cielo y mientras la acariciaba así empezó quedamente a jadear cada vez mas fuerte hasta que en un momento de su interior broto gran cantidad de liquido que mojo mi entrepierna lubricando completamente mi pené.

Deseaba hacerla mía, penetrar en su vagina pero no quería correr el riesgo de embarazarla así que dirigí mi pené todo mojado hacia su otra intimidad y la empecé a acariciar por encima, eso hizo que empezara a jadear aun más fuerte, en un momento mi pené se acomodo en su ano y le fallaron un poco las fuerzas permitiendo que entrara la punta del mismo; que sensación me apretaba deliciosamente y era tal su excitación que experimento un orgasmo apretando con su ano mi pené suave y rítmicamente. Cambie la posición de mis manos y en lugar de sostener sus senos los tomaron y la atraje hacia mi haciendo que mi pené penetrara todo lo que pudiera, ella se acomodó de tal manera que todo mi pené fue absorbido. Nos quedamos unos segundos así yo disfrutando esa sensación de encierro tan deliciosa, se quedo quieta por unos minutos y yo hice fuerza para que mi pené se moviera dentro de ella a lo que respondió lanzándose hacia mi para que pudiera hacerlo mas cómodamente y apretándome ella al mismo tiempo, tuvo otro orgasmo que baño nuestras entrepiernas y lubrico un poco mas permitiéndome empezar a levantarla y dejarla bajar de nuevo para un sabroso mete saca del cual ella se hizo cargo con un ritmo cada vez mayor. Hasta que ya no pude aguantar más, la atraje hacia mí, bese su cuello, apreté sus senos pegándome lo más posible; mientras ella empujaba con su traserito para que entrara todo; me vine dentro de ella sintiendo como el semen recorría el interior de mi pené para depositarse en sus entrañas y la humedad que brotaba de ella.

Nos quedamos quietos hasta que mi pené fue perdiendo su fuerza y salió de ella suavemente. Lilia se volteo hacia mi, me dio un fuerte beso en el cual nuestras lenguas se reencontraron. Me abrazo y empezó a besarme suavemente diciéndome que se sentía cansada. En un momento me dijo que se estaba mejor y deseaba dormir en su cuarto. La tome como el novio carga a la novia y la lleva al lecho nupcial.

Ya en su cama me dijo que tendría que esperar aun un poco mas pues se oían a las fuerzas del orden afuera y si salía seria arrestado. Me acosté con ella y al estar tan cansado como en mucho tiempo no estaba me quede rápidamente dormido con ella a mi lado. Al otro día desperté tan descansado y feliz como en mucho tiempo no había logrado, note que ella estaba a mi lado aun dormida con una sonrisa en la boca y su cuerpecito desnudo pegado al mío me excito de nuevo y sin sentir remordimiento alguno cortar sus sueños me dispuse a despertarla.

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