Dando clases en la secundaria y estando en un tiempo económicamente difícil; además de mis clases normales acepte suplir al maestro de educación física por el resto del semestre debido a que sufrió una lesión.

Mi primera clase fue el martes a las 12 del día con un grupo de tercero el cual estaba conformado por casi puras mujeres; las cuales enfundadas en sus trajes de deportes holgados no dejaban apreciar sus cuerpos, aunque se podía adivinar las suaves formas de algunas de esas bellezas al agacharse o estirarse. Después del calentamiento que lo único que hizo fue que me decepcionara; pues esperaba que algunas se despojaran de las sudaderas cosa que no sucedió. Las dividí por equipos según el deporte que practicaban, tome lista y me fui con cada equipo a revisar su entrenamiento.

El equipo de básquet femenino tenia 10 integrantes y participaba en los torneos locales obteniendo resultados apenas satisfactorios. Terminada la clase las cite en la tarde en el auditorio municipal. Muy por el contrario a la clase que había pasado, las bellas chicas llegaron con shorts de lycra, camisas ajustadas o tops que permitían apreciar sus formas de una manera excitante.

Empezamos el entrenamiento con un calentamiento breve, cuando llego corriendo la capitana, de complexión atlética, unas piernas tersas bien delineadas con unas rodillas delicadas, una cintura bien delimitada que enmarcaba un precioso trasero que se movió acompasadamente, apenas cubierto con un mini short que al pasar junto a mí, delato que no traía ropa interior; Unas deliciosos pezones juveniles atrapados en una camisa polo suelta que por su movimiento delataban la falta del brasier. Oliendo a un suave perfume tomo su lugar y sin hablar empezó con el entrenamiento.

Siguieron los ejercicios de flexión, con lo cual les ordene tocar las puntas de sus pies, doblar las rodillas y volver a levantarse, pasando por detrás de las chicas para disfrutar de la imagen de sus sabrosos traseritos moviéndose. Al pasar detrás de la capitana no resistí la tentación y disimuladamente puse mi mano para que cuando se levantara acariciara distraídamente su hermoso trasero que destacaba entre todos los demás. Cuando se levanto y sintió el contacto, no se alejo sino que al contrario sentí como se restregaba en mi mano al bajar nuevamente.

Otro de los ejercicios era acostarse levantar las piernas y flexionarse hasta tocar el piso con las puntas de los pies; todas las integrantes del equipo lo hacían muy bien pero a la capitana le faltaba un poco para llegar al piso por lo cual la ayude tomando con mi mano izquierda su tobillo bajándolo un poco, mientras con mi mano derecha la colocaba disimuladamente y fuera de la vista de las demás sobre los labios de su tesoro presionando suavemente y recorriéndolos, haciendo flexiones continuas para que alcanzara mas el piso, oía como su respiración era mas fuerte, sus pezones se notaban aun más y comenzaba a sentir un poco húmeda mi mano derecha.

Decidí que la practica del día fuera de ejercicios uno contra uno así que forme parejas les preste un balón a cada una y el ejercicio era de robo de balón y bote del mismo. Me senté a observar tan bello espectáculo y para disimular mi erección. Cuando termino el ejercicio las puse a correr tramos cortos a velocidad y termine la practica.

Cuando todas las chicas se fueron la capitana tenia que quedarse a discutir tácticas conmigo, pero decidí que ese día era mejor otra cosa más interesante. La capitana me tenia ardiendo y no quería que se me fuera viva.

Tome un balón, y se lo di, empezó a jugar ella tratando de esconder el balón y yo mas que buscarlo decidí buscar su lindo trasero con mi mano, lo acariciaba pasando mi mano sobre sus nalgas, agarrando una con mi mano y apretándola levemente cuando estábamos muy cerca, y al meter la mano por el balón varias veces acaricie su tesoro.

Estaba yo muy excitado tanto que mi erección era evidente. Le dije descansa unos minutos, y déjame cerrar pues ya se acerca la hora de salir. (Lo cual era mentira, nos habían prestado el auditorio para la practica a puerta cerrada por lo cual yo podía cerrar la puerta y nadie nos molestaría sino hasta muy tarde que llegara el velador)

Cuando regrese la sabrosa capitana estaba haciendo otra vez el ejercicio de acostarse, estirar las piernas y flexionarse hasta tocar el piso con la punta de los pies. Yo mas descaradamente me puse a ayudarla, coloque una mano sobre los labios de su tesoro ahora mas marcado y la otra entre sus nalgas sobre su ano y empecé con un movimiento adelante atrás acariciándola y masturbándola sobre la ropa.

Después de unos minutos que disfrutamos ambos se paro y estaba muy agitada, sin dejar que dijera nada la bese y la acaricien toda llevando una mano a su hermoso trasero atrapándolo y atrayéndolo a mí para que sintiera mi erección así como una mano a su espalda para aprisionarla y sentir como su pecho se oprimía con el mío.

Ella solo se dejaba llevar y sus manos me rodearon, besándola aun le saque la camisa y le fui bajando su short, así mismo ella me ayudó a quitarme mi playera, el pants y mi ropa interior.

Ambos desnudos nos acariciábamos completamente, y nos fuimos acostando, me acomode de lado y nos hicimos un sabrosísimo 69, empecé a probarla lentamente y poco a poco fui metiendo mas mi lengua comiéndome ese delicioso néctar sintiendo como gemía, mientras mis manos masajeaban su lindo trasero y su muy escondido ano. Mientras tanto ella probaba dándole largos besos a mí pené y parando esporádicamente a gemir lo que me ponía a mil. Cuando le llegó su orgasmo me lo comí todo pero me reserve yo.

Me acosté y ella me montó empezando a cabalgarme con un ritmo pausado mientras yo le acariciaba sus pechos y ocasionalmente cuando se agachaba para acariciar su espalda mientras la besaba. Después yo me incorpore al movimiento provocando que la penetración fuera más profunda y sabrosa, pues aparte de moverme arriba abajo, cuando mi pené estaba hasta el fondo me movía de un lado a otro reconociendo su interior. Así seguimos durante un rato hasta que a los dos nos llegó un sabrosísimo orgasmo el cual ella anunció con sus gemidos.

Nos acostamos uno junto al otro mientras nos recuperábamos, la tenia abrazada y acariciaba su cuerpo mientras nos besábamos. Pronto recupere fuerza pero quería llevar a cabo mis morbosos pensamientos del entrenamiento.

Le pedí que hiciera el ejercicio de las piernas, lo hizo y al flexionarse levanto la cadera la cual quedo en alto con la entrada al cielo apuntando hacia el techo. Pase sobre ella la tome del nacimiento de cadera, la empuje un poco mas hacia mí y me acerque hundiendo mi pené al apoyarlo contra sus labios exteriores. La penetración fue profunda y muy sabrosa. Tome sus nalgas y las empecé a mover adelante y atrás mientras yo disfrutaba de tan rica sensación, pues al tener las piernas juntas me apretaba delicioso; ella jadeaba riquísimo mientras con sus manos acariciaba mis piernas; el movimiento hizo que se fuera mojando su tesoro y con una mano seguí el movimiento mientras que con otra fui mojando su ano; pronto metí un dedo suavemente; Así que cuando la acercaba a mi pené la penetraba al fondo, mi dedo salía y cuando se alejaba de mi y mi pené abandonaba su tesoro mi dedo invadía su otra intimidad.

Pronto se quedo callada y con un solo grito ahogado mas esa sensación tan sabrosa en mi pené y mi dedo me anunció otro orgasmo.

Me aleje y la ayude a levantarse y mientras la acariciaba le pregunte que si estaba dispuesta a continuar a lo que respondió "Soy tuya, hazme de todo". Entonces le pedí que se tocara con las manos la punta de los dedos, y tomándola de la cadera le metí mi pené en su ano que estaba listo para recibirme, empezamos un movimiento de mete y saca delicioso mientras gemía imparablemente, pronto llegue al orgasmo y la bañe por dentro tanto que le escurrió por entre las piernas, mientras sentía esa agradable sensación de su orgasmo.

Nos acostamos de nuevo, descansamos mientras nos acariciamos, yo la vestí a ella recorriendo todo su cuerpo y masturbándola antes de terminar y ella hizo lo mismo conmigo. Salimos del auditorio y cada vez que hay practica la discusión de tácticas con la capitana es mi parte preferida pues hacemos todos los ejercicios de una forma exhaustiva y deliciosa.

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