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Violación en una casa abandonada

en Jovencit@s

Violación en una casa abandonada

La oigo entrar a la casa; llamando a las personas que según ella viven aquí; pasa y con aparente valentía se dirige al cuarto de invitados.

Quita las colchas a la cama, retira las cobijas; recatadamente se cambia quitándose su camisa, jeans y brasier; para ponerse una pijama de camisa rosa y pantalón negro amplio muy juvenil.

Por la casa ya no vacía ruge el sonido del aire de la tormenta que se acerca; y otro sonido parecido pero diferente; de contenido amenazador como la respiración de un predador.

Sin poder dormir, acurrucada en su cama se refugia, se tapa la cara con la cobija pero sigue el mismo sonido penetrando en su cabeza - Es el aire – piensa y desde ese momento se equivoca.

Las almohadas están sobre su cabeza para amortiguar el ruido; sin efecto alguno.

Se duerme y la observo, se revuelve en la cama y no descansa, de su boca solo salen frases inconexas.

La rodeo y sin mas que el frió a mi alrededor me delata; dejo que la sensación invada su piel, delatado cuando se le pone la piel de gallina.

Despierta y cierra la ventana, su respiración es un vaho de vapor; se tapa de pies a cabeza y se duerme en un sueño intranquilo.

Mi decisión crece; dejo que el cuarto se entibie, y me acerco retiro suavemente las cobijas, tomo la sabana y la rompo de manera suave sin hacer ruido; con los jirones amarro gentilmente sus muñecas y sus piernas a la cama; la cama es resistente y en cuanto se mueva los nudos se apretaran.

Tiene el sueño pesado es una delicia tocarla sobre la ropa, sus pezones se notan en la camisa y los acaricio suavemente; se mueve un poco pero no despierta; con un dedo los recorro suavemente, hago círculos sobre sus senos y palpo suavemente la tela que los protege; bajo mi dedo suavemente y lo llevo a su entrepierna y acaricio suavemente sobre el pantalón del pijama. Se mueve un poco mas, y respira agitado.

Es hora de mas; ¿cuanto tiempo ha pasado?; no lo recuerdo, no importa, el presente es delicioso y hay que disfrutarlo.

Apago todas las luces alrededor de la habitación; aseguro la puerta suavemente; cierro las persianas y apago la vela del crucifijo para que la total oscuridad reine; estoy ya listo sin ataduras ni estorbos para disfrutar de mi regalo.

Rompo con el filo de la daga su pantalón, lo difícil fue el resorte, pero no ha desperdado. La camisa cortando el frente y las mangas y ha quedado desnuda.

El aire frió se cuela de nuevo desde el fondo de mi ser y hace que su piel se ericé y los pezones se levanten.

Corto el ultimo pedazo de tela sobre su cuerpo, un calzón pequeño y blanco.

Un grito anuncia que he comenzado mi placer, es delicioso sentir su cuerpo, fue difícil entrar y en cuanto lo sintió despertó pero muy tarde las ataduras cumplieron su función y estoy hundido en ella brinco salgo y vuelvo a entrar, se mueve, se resiste, pero eso solo hace mayor mi placer.

Desesperadamente busca ver quien la somete pero la oscuridad es tal que pareciera que no ha abierto los ojos.

Disfruto de sus movimientos, me apodero de sus pezones y los muerdo suavemente, no tengo prisa y la noche es larga.

Me vengo con fuerza y sigo en batalla; la levanto le pongo una cobija doblada debajo; es difícil pero lo logro; tomo un nuevo aliento y me vuelvo a introducir en su caliente intimidad ahora mas lubricada, se sigue moviendo y me encanta, se resiste, cuando noto que su temperatura sube; su cuerpo la traiciona es delicioso ver su carita de sufrimiento y placer; cuando alcanza el goce máximo, aprovecho su momentánea debilidad y penetro su ano comienzo con un ritmo sostenido y obtengo mi placer mientras ella toma el suyo.

Un rayo la tormenta comienza; jadea esta gozando su cuerpo le gusta ser violada; de repente la un rayo alumbra aun mas pasando las cortinas y permitiéndole ver la figura maltrecha de un cráneo sobre un cuerpo al cual le faltan pedazos y que muestra señas de putrefacción. Su grito ensordecería a cualquiera pero la noche es joven y me encanta que se resista he esperado 50 años pero valió la pena.