GRADUACION
Para lograr, sexuales, tus favores,
tomé un curso de joder muy avanzado,
pues no era cosa de dejar a un lado
el coño tuyo y tus demás primores.
Leí todo lo que eróticos autores
habían escrito y quizá experimentado,
incluido el Kama Sutra, practicado,
por quienes ya son grandes jodedores.
Aplicándome así, con gran derroche,
llegué, desde un oscuro noviciado,
a cerrar finalmente el áureo broche,
y aunque quedé rendido y deslechado,
puedo decirles, que sólo en una noche,
¡hice mi maestría y doctorado!