EL HALLOWEEN DE LOS MONSTRUOS.
Para celebrar el día
en que los muertos festejan
y sus frías tumbas dejan
para bailar de alegría,
se pensó en una reunión
en que los monstruos se unieran
y contentos departieran
entrándole al vacilón.
Por eso se les enviaron
a todos invitaciones
y así, sus ocupaciones,
al recibirlas dejaron.
Y aceptaron con el alma,
pues parecida pachanga,
no la sacan de la manga
ni yendo a bailar a Chalma.
El Monstruo de la Laguna
cubierta de chapopote,
armó tremendo borlote,
pues antes no fue a ninguna.
Y sabiendo que al jolgorio
irían los más horribles,
lanzó unos indefinibles
gruñidos de repertorio.
También se le envío su cita
al Jinete Sin Cabeza,
quien no es ninguna belleza
cuando del cuello la quita.
Se vino a todo correr
montando caballo brioso,
gritándole, escandaloso,
a quien lo llegaba a ver.
La Momia Egipcia también
fue una invitada de honor,
llegando oliendo a alcanfor,
que la conserva muy bien,
estrenando nuevas vendas,
cubriéndole hasta las cejas,
en vez de aquellas muy viejas
que compró en egipcias tiendas.
El Hombre Lobo, lanzando
zarpazo por todos lados,
llegó con desafinados
aullidos "del otro bando",
pues aunque se ha comprobado
que es hombre de pelo en pecho,
también (no es chisme) es un hecho
que ya se ha afeminado.
Los Zombies de Haití
no se quedaron parados
y al saberse ya invitados
se reunieron allí.
Les costó algo de trabajo
llegar, pues ellos son lentos,
mas no se andan con cuentos
tratando de armar relajo.
A la Transilvania oscura
llegó sudando el cartero,
untado de ajos el cuero,
pues su misión era dura.
A drácula, el conde alado,
quien viviera en su tenebroso
castillo, con un gran foso,
le encantó ser invitado.
Y demostrando el gran gusto
que le dio ser invitado,
dejó seco a nuestro enviado,
después de darle un buen susto.
Al monstruo horrible y gigante,
de Frankestein creación,
dimos doble invitación
(llevó al Doc de acompañante).
Y para aguantar mejor
el desgaste de energías,
se cargó las baterías
con el "tungar" del doctor.
Aunque no es nada monstruoso,
pues en sus tiempos fue guapo,
invitamos al famoso
Don Juan, que dijo: "me escapo,
pues Doña Inés no me deja
y tengo que convencerla,
mimarla y enternecerla
pá que no arrugue la ceja".
Para que hubieran parejas
de los monstruos invitados,
mandamos unos recados
a un grupo de brujas viejas,
pero esto, condicionado
a que cambiaran su aspecto,
pues era lo más correcto
siendo el femenino lado.
Ellas no pusieron peros
y en aquelarre diabólico,
Satán sufrió de un gran cólico,
al verlas cual reales "cueros".
Llegaron pues a la fiesta
con grande coquetería
y crearon, con brujería,
una satánica orquesta.
El baile fue amenizado
por el grupo musical
y así, todo el infernal
repertorio, fue bailado.
Duró, pues, este convivio,
hasta que todos, cansados,
retiráronse agotados,
respirando con alivio.
Al que llevamos en coche
pues no se pudo parar,
fue a Frankie, que todo dar,
bailó todita la noche.
Drácula se fue volando
hasta su lejano país,
pero se llevó a la "Miss"
que lo estaba acompañando.
El Hombre Lobo, a las viejas
no hizo caso y se pasó
la noche, hasta que acabó,
depilándose las cejas.
Don Juan todavía no acierta
a saber que le pasó,
pues en su casa encontró
sus maletas en la puerta.
Despertó teniendo una
atroz sed, tan espantosa,
que el Monstruo sintió sabrosa
el agua da la laguna.
Terminóse así el fiestón
de estos monstruos destrampados,
que se fueron, encantados
del tremendo vacilón,
ofreciéndonos volver,
aunque no se les invite,
porque ya no hay quien les quite
de lo bailado el placer.
Reportó: EL DUENDE VACILADOR
Copiado de la pagina nocturna de Sociales del periódico anual "LA VOZ DE ULTRATUMBA".