EL GATO CON BOTAS
Era el Gato con Botas
un minino muy fiel
y su amo, ante él,
parecía un babotas.
Con sus artes ignotas
consiguió que el doncel
fuera el dueño de aquel
reino en tierras remotas.
Y el inquieto minino,
que en todo era un chingón,
fue a cumplir su destino,
pues tenía el cabrón
el deseo ladino
¡de cogerse a un león!
LOS TRES COCHINITOS Y EL LOBO
A los tres cochinitos cazó el lobo
después de mil intentos fracasados;
pero antes de comerlos en adobo
quiso verlos en su verga bien clavados.
Primero al cochinito violinista
el culo de un envite le clavó;
la leche a borbotones, el flautista.
mamándole la verga le sacó;
al verle con la lanza ya escurrida
el otro, que anhelaba una cogida,
de nuevo la entiesó experimentado.
El lobo, agradeciendo la atención,
le llegó a la garganta su lanzón
dejándolo cual pollo rostizado.
EL TRAJE INVISIBLE DEL REY
Al rey, un traje invisible
ofrecióle un sastre hacer,
al que sólo podían ver
los de verga muy temible.
Aquello no era imposible
porque en el reino, coger,
se hacía desde el nacer,
aunque parezca increíble.
Y como ninguna dama
cumplir podía el requisito,
querían al rey en la cama,
pues lo veían desnudito
con un vergón, que gran fama
tuvo de ser exquisito.