Mina observaba, no sin admiración, la colección de armas de Vlad. El vampiro había salido unos instantes en busca de unas copas. Mina pasó la mano con admiración por las paredes. Un brazo de rodeó la cintura y unos labios le besaron en el cuello. Mina cerró los ojos.

-Hola, mi príncipe.

-Mina...

Drácula pasó su mano por sus pechos, recorriendo cada curva, cada recoveco... Le besó en el brazo, luego en el hombro y llegó al cuello, allí donde podía notar las palpitaciones de su acelerado corazón. Vlad se relamió los labios, ansiando su sangre. Mina se dio la vuelta y le besó; mientras que con una mano desabrochaba su camisa, la otra rozaba lascivamente su pantalón.

El vampiro le quitó suavemente el vestido, dejándola desnuda. Vlad la abrazó y le besó en cuello y en el lóbulo de la oreja.

-Mi príncipe...

Mina le quitó la camisa, dejando al descubierto un magnífico pecho, blanco como el mármol. Besó a Vlad, mientras el recorría su clítoris con una mano y con la otra acariciaba su pecho. Mina gimió y en seguida notó como se humedecía. Vladimir se deshizo de los pantalones y los calzoncillos, la penetró -Mina gimió de placer- mientras le mordía en el cuello, consiguiendo tan preciada sangre.

Mina se apoyó en la pared, mientras Vlad la penetraba.

-Más fuerte, mi príncipe.-Le suplicó Mina

Drácula, obedeciendo a Mina, la embistió con más fuerza, haciendo que Mina gimiese sin poder controlarse. El la levantó y ella cruzó las piernas tras su espalda.

-Así, así...

Vlad le besó en el cuello, en el pecho, mordisqueando sus pezones.

-Me vengo....-Dijo entre gemidos Mina.

-Aguanta un poco, Mina.-Le respondió Vlad, con su acento transilvano.

-No... puedo... ¡Oh, Dios!Vlad...

Drácula por su parte, había aumentado la velocidad, y se había agarrado a Mina como un náufrago se agarra a un salvavidas.-¡Dios santo!-Gritó, al llegar al clímax

-¡Por Lucifer!-Gimió de placer Vlad, mientras le volvía a morder en el cuello a Mina, aumentando el placer de ambos.