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1976 UNAS VACACIONES DIFERENTES: Parte 7

en Grandes Relatos

De la entrega anterior....

Ambos nos metimos a la ducha donde nos jabonamos mutuamente, ella de pronto se inclinó y me besa la verga con sus sensuales labios, luego se agacha y la traga chupándola, mi cansada herramienta nuevamente cobra vida, mirándome a los ojos esboza una sonrisa con mi tiesa verga casi tragada hasta la mitad, dejándome ver lo feliz que estaba, al poco andar nuevamente me corro en su boca, yo estaba tan extasiado que  ni intenté advertirle que me corría, se lo tragó todo, mi simiente ahora era parte de ella. Tía María se incorpora pasándome sus tetas por mi pecho, me besa,  nuevamente estoy sintiendo el gusto de mi propio semen, pienso “espero que no me quede gustando este sabor” y sonrío.

  • De que te ríes
  • De lo bien que lo he pasado, miento un poco.
  • Bien, tenemos que vestirnos por que en cualquier momento pueden regresar y debo terminar la comida.

Capítulo 7: Sin Vergüenza

Una vez bañado y listo voy a comprar lo encargado por mi tía, aprovecho de acudir a la farmacia cercana, lleno de vergüenza me acerco al mostrador donde una señora de aproximadamente unos cincuenta años me pregunta que deseo, que mala suerte la mía, ¡no hay ningún varón!, con una voz casi imperceptible apenas le contesto

  • Condones
  • ¿Qué?, me dijo la mujer al no escucharme
  • Condones, respondí subiendo el volumen, varios clientes me miraron sonriendo divertidos por la situación
  • ¿De qué tamaño?,  
  • ¿Por qué tan alto? pensé. No sé,….¿no son estándar?
  • No, los hay normales, grandes y extra grandes,  me parece que lo hace de adrede
  • Creo que grandes estará bien,
  • ¿De qué tipo?
  • ¿Cómo de qué tipo?
  • Con lubricación, porosos, súper delgados,… tú dirás.
  • Con lubricación, recordando el culo de tía María

Cuando salí de la farmacia sentí que todo el mundo me miraba, nunca me había sentido tan avergonzado, pensaba que todos se horrorizaban de que estuviese comprando condones y que si mi madre lo supiera, me condenaría al destierro o algo así, y si me confesaba en la iglesia con el cura,  este me condenaría al infierno. Llegando a la casa me calmé y escondí los condones en mi habitación, dándome cuenta que ya todas mis “parientas” estaban en casa; entre a saludarlas y sin saber por qué me puse colorado, era como vergüenza retroactiva, pero nadie lo notó.

Por la tarde todos fuimos a la playa, el sol había salido con intensidad, ninguna nube lo cubre, Ani me pide que le ponga factor protector en la espalda, por lo que comencé a aplicar la bendita crema y luego a entretenerme con su espalda, le pasé por los laterales de sus magníficas tetas y después me dediqué a sus piernas, pero en esta oportunidad seguí subiendo por las duras nalgas de mi prima, esta acción no fue pasada por alto por Catalina, al terminar de aplicar la dichosa crema, me mira y con su carita angelical llena de una mirada pícara me pide exactamente lo mismo. Me dirijo a ella y me instalo a su lado, comenzando a aplicar la crema pero con una pequeña diferencia, en esta oportunidad mis dedos suben por el breve  culo traspasando la frontera de género del ya diminuto bikini, ella solo me mira, por lo que solo la miro y le guiño un ojo, se pone colorada y esconde su cabeza entre sus brazos. Termino la faena y me doy cuenta que Ani me mira con furia, parece que me vigilaba y se dio cuenta de lo profundo y excesivas que fueron mis caricias en el culito de su prima y ahora contendora.

Luego de ser descubierto por Ani, sin siquiera inmutarme o darme por aludido, comienzo a aplicarles a casi todas el mismo tratamiento, con las excepciones de las “parientas” que encuentro que son más inalcanzables o que simplemente considero que no se prestarán para tanto toqueteo, en resumen tía Pilar y Roxanita. Ustedes podrán pensar que todos los hombres que caminan por esta tierra les sería placentero realizar esta tarea, están en lo cierto, pero resulta muy cansador y demasiado excitante; pero pese a lo cansador, profundizo la aplicación del factor protector en tía María de la misma forma que lo realicé en Catalina, le sobé el culo como si estuviera amasando pan, ese hermoso culo que ya poseí, ella no dice nada, ni siquiera me miró, solo noté que agitó su respiración, tal vez pensando en lo acontecido entre los dos, luego fui por mi tía madrina, procedo igual, tampoco se inmutó o dijo algo, disfrutando en silenciosa complicidad conmigo. Ani no me ha despegado un ojo en ningún momento, pese a ser observado por mi amada prima, el morbo y la calentura pueden más, me muevo para finalizar mi azarosa tarea con tía Cristina, tengo mis dudas sobre su reacción pero le aplico el mismo tratamiento, ella al sentir mi osada invasión levanta la cara y cruza su mirada conmigo, le sostengo esa hermosa mirada en que asoma una mezcla de ira contenida y deseo, no dejo de amasarle el breve culito, como si mi intrusión fuese de lo más normal, casi como si no estuviera haciendo algo tan pervertido, tía Cristina se relaja y no dice nada.

Al rato de haber terminado tan brutal faena, alguien dijo que nos bañáramos, creo quetodos aceptamos, enfrentamos la gélidas aguas con valentía, para entrar en calor nadamos y empezamos a jugar, cuando todos nos juntamos pasada la rompiente de las olas y con el agua al cuello, nuevamente aprovecho cualquier excusa para tocar a casi todas sus “parientas”, a Ani pese a su enojo le toqueteo descaradamente el culo, a tía María las tetas, a mi madrina Silvia las tetas y el culo, a Catalina le repito el culo, a  Cristina el culo y las tetas, ella nuevamente me mira con sus gélidos ojos de gata, como queriendo gritarme o decirme algo, pero misteriosamente se contiene.

Después de la intensa tarde de playa, todos volvemos a ducharnos y cambiarnos para cenar y jugar a las cartas, somos tantos que debemos jugar hasta con tres barajas, cada vez que lo hacemos son maratónicas sesiones en que siempre apostamos los típicos garbanzos o porotos en vez de fichas, no me va mal, pero la que gana la partida es tía Pilar, ella está llena de dicha y alegremente dice que desde siempre jugó con su madre, mi abuela que en paz descanse, junto con las enfermeras para pasar los días y tardes que estuvo a su cuidado y por ese motivo era muy buena en ello, todas ríen, llega la hora de irse a dormir y mi madrina me dice:

  • Quiero hablar contigo en privado.
  • Bueno madrina ¿en mi cuarto?
  • Sí, está bien, vamos, espéranos un poco le dice a su hija Ani.

Una vez adentro mi tía cierra la puerta y la abrazo por detrás tomándola por la cintura, ella se resiste un poco, pero le agarro sus tetas y se las amaso con tanto descaro como en la playa mientras le beso el cuello, ella con una voz furiosa me dice:

  • Eres un salido, ayer me envergaste, hoy me sobaste el culo en la playa y ahora me sobajeas, esto tiene que parar.
  • Pero madrina es que estás muy rica y no puedo resistirme.
  • ¿También atacas a Ani?, ¡quiero saberlo!!
  • ¿Te ha dicho algo? le pregunto mientras le saco las tetas del sujetador y le estimulo sus pezones, ella deja por fin deja de resistirse.
  • No, pero ya sé que eres un salido y sé que tienes algo con Cristina.
  • Estas equivocada con tía Cristina y no me he tirado a tu hija si eso preguntas.
  • Sí,...bueno nooo...no hagas eso me dice
  • Pero lo voy a hacer como a ti te gusta, me atrevo a decir, mientras le bajo las braguitas hasta el suelo y le colocaba mi verga entre sus piernas.
  • Déjame, no me la metas, no está bien.
  • Madrina hable más despacio, nos pueden escuchar los vecinos.
  • Entonces déjame.
  • ¡No!!, se la meteré porque estoy súper caliente, tanto como usted

Mi madrina separó las piernas lentamente cuando sintió mi pujante verga, como dijo el personaje del Cavo del 8, fue sin querer queriendo, me agaché un poco y se la metí completa sin pausa alguna, comencé un mete saca sin apuros pero persistente sin dejar de amasarle sus tetas que eran mi obsesión con ella, mi madrina ya no decía nada, tampoco se oponía, solo gemía.

En un instante algo cambió, a diferencia de la vez anterior, ahora ella cooperaba acompasando mi ritmo para profundizar la entrada de mi verga en su coño, cada estocada era más profunda y la sentía como si su coño quisiera estrujarla, sus gemidos eran altos a pesar de mis insistencia de la posible existencia de vecinos indiscretos, ahora sus pezones se convertían en verdaderos garbanzos entre mis dedos, ella en un momento en que nuestra que su calentura era máxima me dice:

  • Me gusta por delante, así sentiré tu verga en  mi porotito, refiriéndose a su clítoris.
  • Bien madrina, sin decir más se la sacó y luego la llevo a la cama de Ani donde tendiéndola se la meto por delante aprovechando de chuparle las tetas con desesperación, los dos estábamos entregados a la pasión, en un momento y sin dejar de tirármela, le digo casi en forma irracional, aquí me tiraré a su hija como me la estoy tirando, luego le haré el culito como se lo haré a ella.
  • Mmmmm….eres un cabrón degenerado, sin dejar de seguir el frenético compás….de pronto, me dice, me corro, me corro, ¡dame más fuerte!!

Al escuchar su total entrega y la claudicación de todas las barreras morales que tenía, profundicé mis acometidas si eso es posible, se la meto todo lo que puedo, la incrusto a fondo en cada estocada y le masajeo las tetas con gran pasión  y algo de dureza, para luego corrernos los dos casi al unísono.

  • Ya no puedo más…..¡Ay de mi!! …otra vez me has tentado cabrón.
  • Qué bueno, así seremos cada vez más unidos, le respondió con inusitada seguridad.
  • Lo que dijiste de mi Ani ¿es cierto?, ¿eso quieres?
  • Si, ella es mi sueño de siempre y la voy tener entre mis brazos y mi corazón, porque ella es maravillosa y la quiero como a ninguna otra le dije con total seriedad.
  • Pero así y todo te sirves de las otras cabroncete.
  • Es que todas son tan bellas y no sé qué me pasa que vivo caliente desde que iniciamos el viaje.
  • Así lo veo y sentí…..creo que ya no te lo puedo impedir, solo trátala bien y no la hagas sufrir, respondió con algo de culpa y tristeza.
  • En eso no te preocupes madrina, así lo haré.

Mi madrina se fue, yo me puse el pijama, Ani llegó unos 15 minutos después y aún con la ira acumulada de la tarde, era tal su furia que me pegó con sus puños cerrados en el pecho y el brazo, su enojo era total y casi a gritos preguntó:

  •  Estúpido salido ¿qué tanto hablabas con mi madre?
  • Hablamos de ti y que te tratara bien, que no te haga daño.
  • ¿Qué quieres decir?,
  • Que hoy serás mía.
  • ¿Eso hablaron? preguntó espantada, dejando de agredirme.
  • Si, le dije que te quería mucho y que te haría mía.
  • ¿En serio? y ¿¡¡no te dijo nada!!!???
  • Solo lo que oíste.
  • Pero pensará que soy una cualquiera, dijo llorando
  • No, sabe que eres una chica maravillosa y que yo te quiero mucho, le dije abrazándola.
  •  ¿Entonces no se molestó?
  • No, ella comprende que yo soy irresistible, jajaja
  • Estúpido engreído me dices eso y te aprovechas de todas, sobajeándolas como si fueran putas, incluso a mi madre le has sobado las tetas, volvió a aflorar su furia.
  • Calma mi niña, a la única que amo por sobre todas es a ti, no hay otra más que tú, a ellas solo les doy algo de placer que necesitan.
  • ¿Desde cuando te has convertido en un experto Casanova?
  • Solo desde ahora, pero he notado que todas están faltas de sexo y como soy el único hombre disponible, no necesito ser Casanova para tener sexo con ellas.
  • ¿Has tenido sexo con ellas?
  • No con todas.
  • ¿Con cuales?
  • Con tu madre y tía María
  • ¡Con mi madre!!!!
  • Y tía María, pero no grites tanto que todo el edificio se enterará.
  • No puede ser mi madre no engañaría a papá.
  • No quiero entrar en detalles, pero algunos miembros masculinos de la familia buscan satisfacción en otros lados y abandonan sus propios pagos.
  • ¿Mi papá le pone cornamenta a mamá?.
  • Sí, pero igual las ama.
  • No puede ser, decía llorando….¿cómo puede ser tan infeliz?
  • Vamos que no es para morirse, tus padres te quieren a pesar de todo.
  • Bueno ya que estoy autorizada a perder mi virginidad contigo….partamos, besándolo con furia y pasión mientras le abrazaba.
  • Oye tranquila, además se más silenciosa, si no los vecinos se van a quejar,

Comencé a acariciarla toda, como también a besarla mientras la desnudaba, ella me ayudaba en mi cometido junto con darme caricias y desnudarse. Diría que había sentimientos encontrados de furia, odio y amor, en ese momento me di cuenta que lo que estábamos haciendo no era un acto de amor, más parecía una venganza o furia incontenida:

  • Para Ani, esto no está bien…para un momento, tu primera vez no puede ser así. Si no te calmas y haces las paces con tu corazón, no podemos seguir.
  • Pero que dices, ¡me estás rechazando?, ¿por qué no rechazaste a las otras?, ¿por qué mi padre no rechazó a las otras?, ¿es que todos los hombres son iguales?.
  • Si te estoy rechazando, es tarde para llorar sobre la leche derramada, no podemos hacer el amor si estás colérica y furiosa, por mucho que lo desee y te ame, prefiero no hacerte nada,
  • Pero te estoy dando pie a que hagas lo que quieras, dijo entre llantos.
  •  Tu primera vez no debe estar asociada a un mal recuerdo, tras lo cual me subí a mi litera la cual no había prácticamente ocupado y me acosté

Ella quedó estupefacta y entre llantos se acostó, su llanto duró casi una hora, tiempo en que me sentí como el peor ser humano del mundo, me di cuenta que mi lujuria había pasado por sobre los sentimientos de mi amada, solo cuando  sentí su respiración acompasada de una Ani dormida, vencida por el sueño, pude conciliar el mío. 

De pronto sin saber la hora que vivía, sentí un cuerpo cálido a mi lado, aún tenía sueño y solo atiné a pegarme a la pared como ya estaba acostumbrado, no reflexioné o lo relacioné con lo sucedido unas horas antes, realmente desperté bastante rato después y pude darme cuenta que Ani dormía a mi lado en el segundo nivel de la litera, esbocé una sonrisa que nadie vio y la abracé metiendo mi enhiesta verga entre las piernas, tocándole la rajita del Monte de Venus, no sé cuanto habrá pasado pero pienso que a lo menos una hora, sentí que me besaban una de mis manos con que la abrazaba:

  • Veo que estamos despertando le dije con una ternura que nunca antes había sentido
  • Sí, ¿me perdonas por mi enojo?
  • Te perdono, pero creo que soy yo el que debe pedir perdón por lo que he hecho.
  • Hiciste lo que cualquier hombre hubiese hecho, el problema es que soy celosa.
  • Pero igual perdóname.
  • Estas perdonado….ahora hazme el amor y estarás totalmente perdonado

Comencé a besarla con delicadeza y le acaricié todo lo que tenía a mi alcance y que pensaba que era acariciable, de alguna forma intenté compensar mis deslices con las otras “parientas”, Ani empezó a gemir cuando alcancé su coñito, era como un ensueño, tal vez lo fue, intenté bajarle el pantalón del pijama pero la cama era muy pequeña tanto que casi nos caemos.

  • Debemos bajar si no queremos morir en el intento dijo Ani sonriendo
  • Si, bajemos

Ya estando abajo la desnudé casi al mismo tiempo que me quitaba la ropa, ambos nos miramos embelesados, el frio de la madrugada nos puso la piel de gallina, al  miraron al sentir su piel tan erizada como la mía, le dije riéndome:

  • Metámonos a la cama, si no, no sobreviviremos para contarlo.
  • No le pienso contar a nadie que perdí la virginidad el día de hoy
  • Creo que tu madre lo sabrá.
  • Bueno…a ella sí.

 Las caricias continuaron en la cama donde solo unas horas antes me había tirado a su madre –¡qué morbo!– comencé a comerle el conejito, pensé en esa palabra y no en coñito pues me pareció más tierno, sonreí silenciosamente, ella apretaba sus piernas en mi cabeza y con sus manos conducía el deleite que le propinaba en su intimidad, suspiraba y gemía. Empleé todos mis nuevos conocimientos a fondo, rodeando con mi lengua el “botoncito mágico” sin dejar de saborear sus labios menores, además, le chupé y lamí su ralo monte de Venus haciéndola delirar de placer, pronto un orgasmo se presentó en Ani, por lo que cuando ya mi verga estaba totalmente preparada para esta nueva misión, me la enfundé en un condón de los que compré, así me preparaba para la que consideraba como la más sublime acción de amor que un chico puede emprender.

Esperé unos momentos acariciándole su cara y su pelo antes de continuar entregándole todo mi cariño, cuando creí prudente le separé sus piernas y puse mi forrada verga al frente de la anhelada conchita y sin siquiera pedir permiso, comencé a empujarla hacia el interior de mi amada, ella me miraba con ternura acariciándome hasta donde alcanzaba, me  ayudó tomando mis caderas para acompañar el suave pero continuo movimiento, cuando mi ariete derribó la barrera del himen, vi un asomo de agudo dolor mezclado con afiebrado placer, el leve gesto de dolor en la cara de Ani me preocupó, por lo que le pregunté:

  • ¿Estás bien?
  • ¡Mmmmm!! Sí, me dolió un poco pero sigue ya se me pasará.

Continué con la perforación del apretado coñito hasta completar el recorrido y topar mi pelvis con su Monte de Venus, luego comencé un suave movimiento de mete saca viendo como la afiebrada pasión superaba el dolor, ahora Ani acompañaba el movimiento cada vez más rápido e intenso, luego cuando el orgasmo ya la llamaba al cielo, comenzó a sobarse las tetas, –¡qué espectáculo más ardiente!– yo corría como un caballo desbocado comenzando a acelerar el ritmo hasta que Ani nuevamente gritó muy fuerte:

  • ¡Me corro!… ¡mi amor me corro!, en ese momento de tanto cariño y pasión descargué mi leche en el condón, sintiendo las contracciones de su apretada conchita en mi verga, era como si quisiera estrujarla.
  • Mmmmm…..¡Shiito!…, no grites, a esta hora despertarás a todos.
  • Es que me…. Corrii dijo con un tono casi de disculpa.
  • Yo también me corrí corazón pero intenta controlarte, ella lo abrazó y besó con la verga aún en su interior.
  • Es que fue fantástico, no sé porque mis amigas decían que fue la peor experiencia de su vida.
  • Porque yo soy fantástico dije socarronamente…¡ay!, dije luego de recibir un leve golpe en el brazo
  • Eres un creído.
  • Si porque tengo a la mujer más bella, mientras le mostraba una gran sonrisa y me tendía a su lado

Pasamos un par de horas acariciándonos y disfrutando uno del otro hasta volver a dormirnos, ella no quiso que la penetrara nuevamente pues aún le dolía un poco, se podría decir que la experiencia fue más que satisfactoria para los dos. Avanzada la mañana ambos más recuperados hicimos un nuevo 69, ahora se nos daba de maravillas y luego nos duchamos para ir a desayunar, mientras me vestía ella me preguntó.

  • ¿Vas a continuar tirándote a las otras?
  • ¿Pero qué pregunta es esa?
  • Una de la que quiero tener respuesta.
  • No, si tú lo deseas.
  • Me gustaría tenerte solo para mí, pero creo que no puedo ser egoísta con mi madre y las otras parientes, solo debes prometerme que yo seré tu único amor.
  • Lo prometo.
  • Bien estas autorizado a partiles el coño a todas y cada una de ellas, jajajaj, pero después me lo debes contar.
  • ¿Contar?
  • Sí, con todo detalle.
  • ¿En serio?
  • Sí, soy algo morbosa ¿y qué?
  • Jajaja…..Tus deseos son órdenes mi ama.
  • Así me gusta, pero yo soy más que tu ama,… soy tu único amor.

Pronto fuimos a desayunar, nuestras otras “parientas” ya no estaban, de hecho habían salido a caminar y comprar a una feria artesanal cercana, solo estaba Silvia la que cocinaba y apenas entrarnos  nos miró a los dos y preguntó:

  • ¿Cómo estuvo todo?
  • Maravilloso mamá, contestó Ani con una cara feliz y total naturalidad
  • Qué bueno mi niña, si así lo fue, estoy feliz por ti.
  • Gracias mamá, ahh…se me olvidaba, cuando tengas necesidad puedes pedirle a Claudio que te lo haga.
  • ¿Qué me haga qué?
  • Bueno ya sabes el amor, nadie lo sabrá por mí y por lo que me contó, sé que también necesitas que te den un poco.
  • Pero…pero mi niña ¿de dónde sacaste eso?
  • No finjas mamá, Claudio me ha contado todo, entre él y yo no hay secretos, como también sé que se tiró a tía María, es más, lo autoricé a que se las tire a todas siempre que me lo cuente.
  • Pero que dices Ani….intentó interrumpir Claudio.
  • La verdad de lo que hablamos
  • Hay mi niña, no debes decirme esas barbaridades.
  • ¿Por qué si siempre me has dicho que diga la verdad?
  • Pero hay verdades que no se deben de decir a golpe.
  • Bueno puedes que tengas razón.
  • En cuanto a ti jovencito, ¿Cómo es eso de que también te tiraste a mi cuñada María?
  • Sí, ella también lo necesitaba y creo que más que tu madrina.
  • Jajajaja…Mira con la mosquita muerta.

 Continuara.......

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