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Como Cambió Mi Vida Capítulo 23

en Grandes Relatos

Capítulo 23: Una nueva realidad en casa.

Volví casi al anochecer, después de haber pensado en mi futuro inmediato, el cual no era muy claro, es más, llegaría a una casa donde las chicas que consideraba mías, me habían reemplazado por otros hombres… no sé como estarían, ¿indiferentes?, ¿nerviosas?, o tal vez hostiles, no podía imaginar qué situación me estaría esperando, pero lo que más me preocupaba era como sería la reacción de las adultas, en especial con tía Dani.

Al llegar abrí la puerta lo más silenciosamente posible (nuevamente tenía mis llaves), fue un alivio cuando advertí que la sala estaba vacía. Me parecía bueno, pues así no tendría más dramas o peleas que soportar; me dirigí presuroso a mi cuarto a dejar mi equipaje y lavarme para ir a la cama, en ese minuto apareció mamá en el corredor saludándome con ternura

  • Hola mi niño, que bueno verte, ¿te gustó esquiar?
  • Claudio: Hola mamá, me encantó, claro que pasé tragando nieve un buen rato, jejeje
  • Mamá Julia: Lo bueno es que te gustó y te divertiste con la nieve.
  • Claudio: Sí mamá, pero mañana hablamos…. Estoy cansado y quiero acostarme.
  • Mamá Julia: Isa me contó todo…. ¿Cómo te sientes?
  • Claudio: Creo que bien, me di cuenta que son unas zorras y así las trataré de ahora en adelante… ¿qué más puedo hacer?
  • Mamá Julia: Que bueno que lo asumas así, ¡estás madurando rápido! (dijo con un aire doctoral), lo que es muy bueno para enfrentar la vida. ¡Ah… se me olvidaba!, tu padre llamó y me dijo que te podías quedar conmigo todo el tiempo que queramos, con la condición de que lo visites algunos fines de semana, ¿¡no te parece maravilloso!? (dijo radiando felicidad)
  • Claudio: ¡Estupendo mamá!, claro que tendré que ir a buscar mi ropa y otras cosas.
  • Mamá: Puedes ir mañana domingo y te regresas en un taxi, yo no te acompaño… por motivos obvios.
  • Claudio: Sí, así lo haré.
  • Mamá Julia: ¿Quieres dormir conmigo o con Isa?
  • Claudio: ¿Solo dormir?, jejeje
  • Mamá Julia: lo que tú quieras, ¿pero no estabas cansado?

Le respondí con una mirada pícara y me dirigí a mi cuarto (pensando que la compañía de mamá me animaría y haría olvidar mis tribulaciones), eso evitaría encuentros indeseados, quería evitar una pelea con tía Dani o sus hijas; aún debía de asimilar o tragar que mis primas eran unas furcias. Al entra me sorprendió encontrarme con Isa durmiendo en mi cama, se veía preciosa como siempre, y pese a que no quería despertarla, estaba deseoso de ponerme pijama y acostarme con mamá, pero ella abrió los ojos u sus azul mirar se clavó en mí diciéndome:

  • ¿Llegaste bien?
  • Claudio: Sí, ¿pero qué haces aquí?
  • Isa: Te esperaba
  • Claudio: Aquí me tienes, “vivito y coleando”.
  • Isa: ¿Me quieres hacer el amor?
  • Claudio: Mmm me encantaría, pero Mamá me pidió lo mismo…
  • Isa: Ah, es que yo…. deseaba estar contigo…
  • Claudio: Pero podemos estar los tres, así será un encuentro familiar, jejeje

Dejé mi mochila y bolso a un lado y me senté en la cama para besar tiernamente a mi Isa, estaba en eso cuando entró mamá, vistiendo un conjunto que apenas tapaba su linda humanidad, dejando ver lo necesario para que mi libidinosa imaginación completara lo que no se veía de sus generosas curvas; al vernos nos dice:

  • Mmm, veo que alguien me ganó el “¿quién vive?”, jejeje
  • Isa: Pero podemos estar los tres… ¿!no es cierto corazón ¡?
  • Claudio: Claro…
  • Mamá Julia: ¿Nos follarías en orden?
  • Claudio: Eh… no lo sé, podemos ir haciéndolo juntos… como un trío...
  • Mamá: Eres un degenerado (dijo a modo de reproche pero agregó)… en todo caso me gusta la idea de que nos folles juntas a las dos.

Me levanté para besar y abrazar a mamá, sentí la calidez de su cuerpo a través de mi ropa, ella me comenzó a sacar mi camisa. Estaba en eso cuando sentí la tibieza de las tetas de Isa en mi espalda, la miré de reojo (mi verga ya estaba a medio camino de una gran erección), con una mano le sobé su culito endurecido por el voleibol. Isa sin mayor invitación y empinándose, besó a mamá con un piquito, mi verga ya estaba totalmente dura.  Mamá con sus cálidas manos bajó la cremallera de mi pantalón y con la ayuda de Isa que liberaba mi cinturón, la liberan disputando con sus manos la posesión de mi hombría; instintivamente mis manos se van al culo de mamá, mientras Isa me da besitos en el cuello y comienza a acariciar mi culo dejando la verga a merced de mamá.

  • Mamá Julia: Bueno ¿te gusta lo que tienes en tus manos? – me pregunta dejando caer sus picardías mostrando toda su desnudez.
  • Claudio: ¡Mamá, en encanta! Respondo apretando su culo con pasión.
  • Mamá Julia: Gracias Claudito. Sabía que te iba a gustar, ahora mira a Isa.
  • Claudio: ¡Cielos eres una Diosa hermanita! – dije mirando con lujuria su precioso cuerpo y angelical cara.
  • Mamá Julia: Muy bien cariño – ahora cómenos las tetas a mí y a tu hermana –dándome un beso suave en los labios.

Las dos se paran frente a mí mirándome deseosas de ser poseídas por mí (aún hoy no lo puedo creer), yo solo atino a juntar sus tetas; las de mi madre grandes y algo caídas, pero suculentas a niveles increíbles; las de mi Isa con una forma y lozanía cercana a la perfección, pese a no ser tan grandes como la de su progenitora (las dos tienen unos manjares con claras virtudes en sus formas). Las acaricio con suavidad y comienzo a besarlas, luego a chuparlas para casi literalmente comerlas con fruición, ¡qué maravilla!

Dado que ellas en su afán de ayudarme me estrechan casi asfixiándome, por lo que debo salir de ellas de cuando en cuando para respirar; claro que yo me deleito extasiado, apretándolas con las manos, paseando mi cara, chupándolas con avidez. Luego con la excitación por las nubes, las tomo por el culo y comienzo a acariciarlas por todos lados: paso mis manos por esos cachetes perfectos, firmes, redondos, duros (mamá sorprendentemente aún tiene un culo firme)… hundo los dedos por los redonditos ortos,… los paseo por los perineos y hasta donde alcanzo,… por las abultadas rajitas del coño, sin dejar en ningún momento de libar sus alucinantes mamas.

Tenerlas desnudas y así de pegadas es sencillamente maravilloso, comienzo a acariciarlas con mi verga, en unas contorsiones difíciles de explicar, todo con el fin de pasar mi glande por las húmedas rajitas, no sabía cómo las dejaría contentas a las dos, pero lo intentaba. Estaba en ese titánico afán que creía tarea imposible de cumplir, cuando mamá llegó en mi ayuda.

  • Isa, ¡espera!,… cuando me acueste haremos un sesenta y nueve, para que Claudito  te envergue, luego cambiamos.
  • Isa: Bueno mamá, pero si quieres te la mete a ti primero….
  • Mamá Julia: No, que te la meta a ti primero, todo sea para ti mi niña.

Entonces siguiendo las indicaciones de mamá, nos unimos en  este “extraño abrazo” sobre la cama. Ellas intercambiaron casi de inmediato suaves caricias con sus lenguas en las rajitas, mientras yo me posicionaba por detrás de Isa y le sobaba su prieto culito.

Este cuadro me quedará grabado para toda la vida. Sé que no son lesbianas, pero noto que saben perfectamente darse caricias entre ellas; como en la mejor película lésbica que haya visto jamás. Sus cuerpos llamados a la lujuria y al pecado de la carne son embriagadores; no puedo dejar de admirar como rozan piel con piel, teta con tripa, mano con muslo, una excitante maravilla de visión. Quedo absorto contemplándolas cuando Isa me habla y regreso a la realidad, le acaricio a Isa su culo lentamente, no me puedo resistir de poner mi boca en su abultada rajita y,… le doy una suave comida de orto que prontamente logra incrementar sus jadeos y suspiros.

Finalmente me pongo en posición y comienzo a meter mi verga lentamente en ese maravilloso culo, Isa complacida me mira y con sus ojos y da su anuencia, pero tengo una idea algo diferente a lo que creo ella espera, pero antes tengo la precaución de que mamá me ensalive mi verga con su boca… Asimismo yo también contribuyo dejando caer saliva, Isa se impacienta y me pide que se la meta, cumpliendo con sus deseos meto mi verga, pero contrario a sus deseos se la comienzo a meter en su orto.

Dio un respingo pero mamá la sujetó de los hombros y ella no pudo escapar de mi acometida; creo que no esperaba que le partiría el culo, pero no pude evitarlo... Los gemidos no se hicieron esperar, me costó pero llegué hasta el fondo de mi Isa, no recordaba si a ella le había roto el culo antes -creo que no- la verdad que ya no me importaba; ya estaba adentro. Sentía la estrechez de su esfínter, la sensación de  cómo me apretaba mi  verga es casi indescriptible. Pese a sus protestas, comencé un cadencioso mete y saca mientras mamá alternaba su comida de coños con caricias orales a mis cojones, ¡yo estaba que me derretía!

De pronto noté que Isa se tensaba y con ahogados gemidos y suspiros subieron de tono, lo que me dio a entender que se corría irremediablemente; mis caricias a su culo y tetas solo acentuaron la corrida que le sacamos entre mamá y yo. Casi como en cámara lenta ella se derrumbó sobre el cuerpo de mamá, desenvergándose sin yo poder evitarlo, pero mamá decidida a darnos en el gusto, se tragó mi tranca, la misma que instantes antes habían estado en el anito de Isa, creo que eso es la muestra de cariño o calentura más grande vivida en toda mi existencia.

Mientras mamá me hacía un felatio, le amasé sus enormes tetas sin miramientos, hasta correrme en su boca, no sé cómo no la ahogué, me salían interminables descargas de mi leche, las que se tragó sin chistar terminando con una pícara sonrisa en la cara, pese a que la única que no se había corrido era ella. Pensando en mi no tan santa madre con mis últimas fuerzas, le comí el coño hasta saciarla, sus gemidos y el morbo de que Isa me ayudara comiéndole las tetas fue además de increíble un cierre perfecto de este inusual trío, pero de pronto mi hermanita algo exaltada nos dijo en voz baja:

  • Isa: ¿Notaron que alguien nos miró?
  • Mamá Julia: No… ¿quién?, respondió en el mismo tono.
  • Isa: No lo sé, pero vi un ojo que nos miraba desde la oscuridad.
  • Claudio: ¿No estarías alucinando mientras te corrías?, jejeje, dije sin moderar mi el volumen de mi voz
  • Isa: No, ya me había corrido, y sé lo que vi.
  • Mamá Julia: Debe haber sido una de las chicas, ¡bien por ella!, vio algo bueno.
  • Isa: También pudo ser tía Dani
  • Mamá Julia: Si hubiese sido Dani, se mete en la cama con nosotros, jejeje.

Luego alternadamente y por unas más, les hice el amor a mis mujeres; sacándoles un par orgásmicas corridas a cada una, hasta que en algún instante de descanso y sin darme cuenta me dormí junto a ellas. Amanecimos en la misma cama, algo acalambrados por efecto de lo pequeño de ella, lo que nos impedía movernos mucho.

Esa mañana, como algo inusual para un domingo, mamá se levantó temprano para ir a trabajar a su oficina; según ella debía ir a dirigir su imperio y preparar despachos muy importantes para salir de la incómoda situación económica que nos obligaba a vivir hacinados en una casa a todas luces pequeña para la cantidad de moradores. Pese a mis caricias, ella se levantó decidida a salir, por lo que solo logré poder acompañarla a ducharse; jugamos un poco en la regadera y nos acariciamos sin llegar a nada más, pues me dijo que con lo de la noche anterior estaba más que tranquila y contenta. Me conminó a  que me fuera a la cama y me follara a Isa a su salud.

Salimos del cuarto de baño, recogió un par de prendas de mi habitación y la vi salir en dirección a la que ahora comparte con tía Dani (las cosas han ido cambiando, ahora las adultas comparten cuarto, como también Ani y Flo otro quedando Isa en el cuarto de invitados y yo en el de Francisco). Nuevamente me acosté con Isa, a la que no quise molestar pues dormía plácidamente. Así pasaron un par de horas de aburrimiento para mí, hasta que por fin ella despertó. Como estaba con modorra, la comencé a revivir como antaño, por lo que comenzamos a jugar a los toqueteos típicos de jóvenes, los que fueron en aumento hasta que terminamos haciendo el amor una vez más. Como adivinaran, nuevamente me engolosiné con su anito, a lo que ella me dijo:

  • Oye, en clases te dije que lo único razonable de ser envergado son los agujeros por donde entra algo, o sea la vagina y en casos excepcionales la boca.
  • Claudio: Es que tienes un culito muy rico, redondo durito, un manjar de los dioses…
  • Isa: ¡Uhhmm!, ya sé que como soy tu Diosa, pero que  te guste tanto mi culito es una exageración - dijo con un dejo de complacencia y orgullo -  pero no es natural ni saludable.
  • Claudio: Me encanta como todo lo tuyo y no será natural, pero ahora está hecho a mi medida, jejeje.
  • Isa: Solo por ser tú, te dejaré usarlo, pero sabes que prefiero que me la metas por mi vagina.
  • Claudio: Por el coñito mujer, por el coñito, jejeje.
  • Isa: Bueno por mi coñito, jejeje.

A eso de las 10:00 nos levantamos y nos duchamos juntos, nuevamente lo pasé bien en esos menesteres, creo que si sigo así seré el adolescente más limpio de la ciudad. Estábamos felices, hasta que mientras le comía las tetas a Isa, una vez más, entró Flo al cuarto de baño diciendo que se meaba y que lo sentía pero los otros estaban ocupados. Lo único que atinamos fue a decirle que no tirara de la cadenilla del wáter hasta que saliéramos de la ducha, a causa de que el agua se calentaba para “pelar pollos” cuando se hacía eso (problemas de casa antigua), lo que ella aceptó sin mayor comentario. Yo continué con mi comida de tetas y jugueteos sexuales con Isa, por lo que Flo no dejó de mirarnos como gato ante la carnicería (en este caso gata),… no le hicimos caso, hasta que Isa algo incómoda me detuvo y le preguntó.

  • ¿Necesitas algo?
  • Flo: Perdón no quise incomodarte… es que pensaba…
  • Isa: Ni lo pienses, el está conmigo y no quiere follarte… no después de cómo te has portado.
  • Flo: Pero me puede perdonar y recomenzar, dijo mientras se limpiaba la rajita del coño después de mear.
  • Isa: Te dio una nueva oportunidad y la desaprovechaste, los siento…

Lo tragicómico de todo esto, es que conversaban como si yo no existiera… Para Isa el tema estaba zanjado, y ella ya me tenía como suyo, cosa que me alagaba, pero también me molestaba, ya que si bien ella era una Diosa, no soy un objeto o esclavo que se posee.

Por otro lado pensé (si Flo me hubiese encontrado solo…. Tal vez me la hubiese follado). Y digo tal vez, porque está condenadamente buena, sus curvas y encantos son dignos de la mejor puta, y follarse a una puta uno lo hace por necesidad o placer, y no necesariamente por cariño.  Luego del corte dado por Isa, Flo se levantó del wáter y jaló de la cadenilla con la consiguiente quemada de los dos (he descubierto que las mujeres son vengativas aún siendo ellas las culpables).

Algo más tarde llegamos a la cocina a desayunar, por fin vi a tía Dani, la cual estaba en bata preparando una tortilla de huevos con chorizo que me encanta, me saludó con un abrazo y un tórrido beso, cosa que me dejó un poco descolocado, agregando:

  • Llegó mi sobrinito predilecto, ¿quieres tortilla?
  • Claudio: Gracias…. Bueno
  • Isa: Buenos días tía Dani, ¿alcanza para mí?
  • Tía Dani: No, pero te puede hacer una, en el refrigerador hay huevos y en el mesón chorizo…

Sí antes estaba extrañado, ahora más, pues tía Dani no era así, siempre nos brindaba todo lo que tenía sin reparos y en otro instante le hubiese regalado la tortilla a Isa. Me sentí mal por mi solicitud y le di la mitad de lo que me dio tía Dani a mi Isa. En ese instante llegó Ani, diciendo en voz alta ¡buenos días a todos!, la saludamos y se sentó, tía Dani le dio la otra mitad de tortilla y se preparó una para ella. Evidentemente la crisis estaba desatada, nadie en la mesa hablaba y como a los dos minutos llegó Flo; el hielo era para enfriar el trópico, nadie decía nada y las caras eran de muerte. Tan seria era para mí la situación que me sentí en la obligación de hablar y decir algo, pues la cosa pintaba para mal.

  • Tía Dani, primas… ¡no sé qué les pasa conmigo!, pero me gustaría que me lo dijeran y así superar la situación, ya que vivimos juntos y debemos hacerlo en armonía (ese rapto de madurez me salió del corazón).
  • Ani: Sabes perfectamente lo que nos sucede…
  • Claudio: No, no lo sé….
  • Flo: Nos odias por lo que hicimos.
  • Claudio: Ustedes no me han hecho nada…
  • Isa: ¿Cómo que nada?
  • Tía Dani: Claudio, lo que te haya dicho tu hermana no es del todo cierto.
  • Claudio: No las odio, nunca las odiaría,… además, Isa no me ha dicho nada.
  • Tía Dani: Isa te dijo que te pusieron los cuernos… nuevamente
  • Claudio: Lo que tus hijas hicieron no me lo contó nadie, pues las vi… No se cuales fueron sus motivaciones, pero Isa no creo que las haya inducido a hacerlo.
  • Tía Dani: ¿Isa no te vino con el cuento de tus primas follando?
  • Claudio: No, pues yo las vi haciéndolo con sus amigos y como me di cuenta que no son nada más que mis parientes y no tenemos lazos formales, no puedo enojarme, y creo que Isa tampoco.
  • Ani: Pero nos hiciste a un lado….
  • Claudio: No, es más, después de mi descubrimiento a una de ustedes dos me la follé en el refugio, y no la rechacé.
  • Isa: ¿¡¡Que hiciste!!? me dijo con furia.
  • Claudio: Que a una de las dos me la follé cuando se metió en mi cama, pensé que el chico que la había follado antes no la dejó satisfecha y necesitaba verga… solo eso
  • Tía Dani: ¿¡¡Cuál de ustedes fue follada por Claudio!!? Dijo también en un tono de enojo.
  • Ani: Fui yo… es que.
  • Tía Dani: Nada de “es que”, me vienes con cuentos y ahora descubro que me mentiste…

La discusión madre hijas siguió, yo me tomé el desayuno rápidamente al igual que Isa y desaparecimos de la cocina, es más, nos vestimos y salimos a pasear. Estábamos de paseo cuando se nos ocurrió ir a la empresa de mamá a darle una sorpresa, pensamos que podríamos almorzar juntos, lejos del mal ambiente que ahora reinaba en casa.

El trayecto en autobús es largo, pero nos fuimos jugando como un buen par de novios, la poca gente que circulaba ese domingo por la mañana nos miraba con beneplácito, tal vez pensando que éramos dos jóvenes enamorados normales (creo que nadie se imagina que somos hermanos, pese a nuestro parecido).

El guardia del recinto, don Julián, que conocemos desde la niñez nos franqueó el paso, iba a llamar a mamá, pero le pedimos que no lo hiciera, pues queríamos darle una sorpresa, continuamos hasta llegar a la entrada de la oficina donde estaba la secretaria doña Mercedes una mujer de una edad similar a la de mamá, viuda desde muy joven y que si bien no era una belleza como mamá, tenía buen ver y un culo que invitaba a mirarlo, ella nos impidió el paso diciendo:

  • Mercedes: Hola chicos,…. no pueden pasar su madre está ocupada.
  • Nosotros: Hola Mercedes dijimos casi al unísono e Isa agregó…
  • Isa: Vamos Mercedes que le daremos una sorpresa y abrió la puerta sin llamar.

La sorpresa la llevamos nosotros, pues al abrir la puerta, vimos a mamá estaba con papá, y no precisamente conversando sobre nosotros o trabajando por el posicionamiento de la empresa en el mundo o simplemente discutiendo por ni custodia. La realidad era que mamá estaba encima de su escritorio con la falda subida y papá le estaba comiendo el coño. Tanto Isa como yo, quedamos paralizados por la impresión, nos pusimos colorados y cerramos la puerta de inmediato, cuando al poco rato escuchamos a mamá:

  • Vengan los dos entren…
  • Isa: Perdón mamá, dijo al entrar primero… te… te queríamos dar una sorpresa.
  • Mamá Julia: Y vaya que nos la dieron a mí y a su padre, jejeje
  • Claudio: Es que… pensábamos recogerte para ir a almorzar y dejaras el trabajo para el lunes… perdón (una de las pesadillas de todo adolescente se había materializado, ver a los padre fornicando), pero…
  • Mamá Julia: Bueno… verán con su padre estábamos…. Conversando sobre ustedes...
  • Papá: Miren chicos, la verdad es que cometí un error al irme de casa y bueno…
  • Mamá Julia: Pensábamos con su padre ver si nos dábamos otra oportunidad.
  • Isa: ¿¡Estás loca!?... ¿quién te dice que no volverá a ponerte los cuernos?
  • Papá: Oye mocosa no es forma de hablar con tu madre….
  • Mamá Julia: Tu padre ha prometido cambiar.
  • Isa: ¿Cambiar o cambiarte?
  • Claudio: ¿Qué pasará con Paula?
  • Papá: ¡No te metas en esto!, aún no tienes edad para opinar.
  • Isa: No has contestado si seguirás con tu amante…
  • Papá: me niego a seguir siendo interrogado por unos “pendejos”, me voy…
  • Mamá Julia: ¡No te vayas!… conversemos….
  • Papá: ¡No julia!, solo hablaré cuando estemos solos sin estos mocosos sin respeto.

No podía creer que mamá estuviese a punto de volver a caer en las redes de papá, es cierto que su amor o cariño no se había terminado, pero estaba seguro que papá estaba buscando dinero para sus gastos, y mamá ya tenía algo ahorrado después de rescatar a la empresa de la casi bancarrota. En fin nuestro padre se marchó dando un innecesario golpe de puerta, haciéndose el ofendido. Mamá lloraba…

  • Isa: Calma mamá… no llores.
  • Claudio: Sí mamá, no llores, nos tienes a nosotros y si requieres algo te podemos ayudar.
  • Doña Mercedes: Perdón señora Julia, no alcancé a detenerlos…dijo asomándose.
  • Mamá Julia: Te creo Mercedes…. Snif, snif, no pasa nada…
  • Doña Mercedes: Es que ustedes no saben que es estar al borde del colapso por estrés (dijo a modo de reproche), deben comprender a su madre, el estar sin el apoyo de un hombre fuerte como es el padre de ustedes, es difícil.
  • Isa: ¿¡Papá también te comía el coño Mercedes!?
  • Doña Mercedes: ¿¡Cómo dices eso Isa!?
  • Claudio: No, Isa, ella le debe haber comido la verga a papá…
  • Doña Mercedes: Ehh, pero que dices…
  • Isa: Vamos Mercedes, que no creo que seas una santa.
  • Mercedes: Pero que dicen chicos, volvió a repetir roja como un tomate.
  • Claudio: Creo que la verdad si no lo hubieses negado, jejeje
  • Isa: Tu también te ves estresada Mercedes, jejeje…. Tal vez….
  • Mamá Julia: Terminen, no sean sin respeto con Mercedes que es muy leal a la empresa

Efectivamente terminamos este acalorado diálogo, especialmente debido al respeto a mamá y las consideraciones que teníamos con Mercedes desde mi más tierna infancia, pero el trauma fue muy fuerte, y si bien mamá descendió un peldaño del pedestal de donde la tenía al involucrarse nuevamente con papá; comprendí que el trabajo podía causarle mucho estrés y que una forma de botarlo era con sexo…. y papá aparentemente era más que bueno en ello (le pasó a un presidente de los EE.UU. y le puede pasar a cualquiera), por lo que luego de la gran sorpresa, le dije a mamá:

  • Mamá, cuando quieras botar el estrés me lo dices y yo te ayudo.
  • Mamá Julia: Gracias mi niño, pero no te tenía aquí y llegó tu padre...
  • Isa: Nos llamas y vendremos, si no que tu secretaria te coma el coño, ¡pero joder con papá no! (volvió a subir el tono Isa, que aún estaba muy alterada), ¡por favor!, ya bastante lágrimas nos ha sacado.
  • Claudio: Mercedes también la puedo ayudar si hace falta.
  • Mercedes: La verdad es que no necesito de tu ayuda o de cualquier otro hombre...
  • Isa: No los necesitas para votar el estrés como mamá.
  • Mercedes: La verdad es que me van mejor las mujeres. En todo caso Claudito, gracias por el ofrecimiento, respondió aún más roja.
  • Isa: En ese caso podemos ayudarlas a las dos a botar el estrés, jejeje
  • Claudio: ¿En serio Isa?, pregunté asombrado por lo osada declaración de mi otrora tímida hermana.
  • Isa: Anoche descubrí que las otras opciones no son malas si se hacen con cariño… claro que prefiero tu verga, pero una comida de coño no está mal. Jejeje

Dejamos que mamá se compusiese de su llanto y Mercedes aún con la mirada avergonzada cerrara la oficina, luego marchamos en silencio a buscar nuestro almuerzo; lo único que saqué en limpio de este nuevo descubrimiento; es que los seres humanos nos podemos comportar como putas y/o putos si las circunstancias nos lo imponen o la ocasión se da, mamá Julia lo demostró… ¿podría considerarla mía?, ¿o es como mis primas?... (¡Una puta más necesitada de mucha verga!)

Sin poder quitarme la imagen de cómo papá le comía el coño, almorzamos en un pequeño restaurante a pocas calles de la empresa, era un local de solo cuatro mesas en una salita al lado de la caja y unos cuantos cuadros antiguos, casi como una casa familiar. El almuerzo fue distendido, hablamos de todo y nada, pero mis pensamientos no dejaban de volver a las escabrosas escenas que presencie en este último tiempo (ver a los padres follar aún para mí era traumático).

Regresamos a casa, en realidad mamá e Isa, pues en el trayecto mamá me dejó frente a la casa de papá, con el fin de recoger mis cosas, obviamente sin entrar, lo que me ahorró un viaje en bus y a ellas una larga espera en el coche (mi retorno sería en taxi, para poder llevar el par de maletas que tenía en esa vivienda).

Pese a lo vivido un par de horas antes, y adivinando que su acercamiento a mamá era por dinero, aún no sabía el motivo de cambio de actitud de papá con respecto a mí, pero no tardaría en descubrirlo… Llamé a la puerta (no quería encontrarme con alguna sorpresa como las que ya había encontrado una horas antes), a los pocos segundos me abrieron; era Paula con los ojos llorosos, cosa que me sorprendió, por lo que solo atiné a decir:

  • Buenas tardes…. ¿estás bien?
  • Paula: Hola Claudito…. No mucho…. snif, snif, buahhh
  • Claudio: Corazón no llores, dime ¿qué te pasa?
  • Paula: Ah, snif, snif… ¡tu papá tiene una amante!, ¡me está cambiando por otra!, buahhh.
  • Claudio: Vamos Papá siempre fue un idiota, pero no creo que cambie a una belleza como tú, se me ocurrió decir a modo de consuelo. Es más, me es imposible creer que te cambie ¡tan así como así!  (pese haberlo visto comiendo el coño de mamá), sería un imbécil, ¡yo no te cambiaría!
  • Paula: Pero ya no me toma en cuenta como antes, el sexo es casi por obligación y pelea por todo, ahhhh, buahhh.
  • Claudio: Eso es raro, no será que está estresado por algo, por ejemplo los negocios, piensa que ahora está comenzando todo de nuevo… de otra forma no encuentro motivos….
  • Paula: No lo sé, mis amigas dicen que todo indica que me está cambiando, snif, snif…
  • Claudio: Vamos calma, no creo que sea como dicen ellas, tal vez es solo cansancio y preocupaciones…

La abracé y ella se cobijó en mis brazos, no podía decirle que papá estaba cortejando a mamá y probablemente ya trataba de dejarla, buscando cambiar cariño por dinero, a diferencia de cuando a ella la escogió, dejando a mamá cambiando cariño por juventud… Le acaricié sus negros cabellos, la apretujé contra mi pecho, sentí sus enorme tetas presionar mi cuerpo, la verdad es que mi verga rápidamente se endureció, no podía evitarlo pese a que la situación no lo aconsejaba, ella al sentir mi excitación me miró a la cara un poco incrédula.

  • Claudio: Vamos Paula que el sentir tus pechos en el mía me provocan ese efecto, perdón.
  • Paula: A tu padre ahora no le provoco eso...  ¡buahhh!....
  • Claudio: Vamos no llores,… no seas negativa, en todo caso si no tienes al padre puedes tener al hijo, jajaja (intenté ser gracioso)
  • Paula: ¡Oye!, mi situación es penosa… no tengo a nadie… si tu padre me abandona no sé qué será de mí, snif, snif.
  • Claudio: Siempre podrás contar conmigo…

Cuando por fin Paula estaba más calmada, la dejé en la sala tomando un té, mientras yo hacía mis maletas, como no soy muy experto en el tema, las llené con la mayor cantidad de cosas pero igual me sobró ropa, por lo que seleccioné lo que me llevaría de inmediato y dejaría lo que no usaría hasta el verano, estaba en eso cuando ella entró, pese a los ojos aún irritados por el llanto, se veía bastante mejor que cuando llegué, sin media palabras me abrazó, no fue un abrazo sexual como los que le doy cuando intento seducirla, era diferente, algo así como cuando uno quiere consolar a un amigo.

  • Claudio: ¿Estás más tranquila?
  • Paula: Sí, gracias… necesitaba descargar mi pena, perdóname, no quería pasártelas a ti, que eres apenas un chiquillo… gracias, no sé como compensarte…
  • Claudio: Se me ocurren muchas maneras pero no quiero aprovecharme de ti, jejeje
  • Paula: ¿Eh?,  ¡ahhh!  Eres un salido…. Pero adorable, jejeje (descubriendo mi doble sentido)
  • Claudio: Gracias por lo de adorable, pero quiero mi recompensa, jejeje.

Paula me tomó la cara con ambas manos y me besó con fiereza inusitada, nuestras lenguas se cruzaron buscando profundizar más el beso si ello era posible, nos separamos casi sin aliento, diciéndome:

  • ¿Está bien con ese beso?
  • Claudio: Mmm yo pensaba más algo como esto dije tomándola por su culo y apretándola contra mi verga que de hinchaba apresuradamente…
  • Paula: Eres un degenerado pero adorable, sabes subirle el ago a una chica apenada, jejeje, dijo volviéndome a besar.

Nos magreábamos con pasional ternura, mis manos recorrían el voluptuoso cuerpo de Paula por sobre sus ropas, apretaba sus nalgas, sus tremendas tetas, acariciaba su espalda, estaba decidido a hacerla mía cuando se siente la puerta de calle abrirse…

  • ¡Ahhh!, debe ser tu papá….
  • Claudio: Sí debe ser él.

Efectivamente era él, cuando entró a mi cuarto no saludó con frialdad a los dos, la verdad es que era entendible después de nuestro altercado solo unas horas antes, por lo cual cerrando las maletas decidí marcharme y no tentar mi suerte, porque quería estar al lado de mamá e Isa. Antes de salir, Paula me dijo que agradecía mi apoyo y que la visitara cada vez que pasara por el barrio, que contaba conmigo.

Llegué a casa con mi equipaje a eso de las 19:00 horas bastante preocupado por la situación de papá, mamá y Paula, no deseaba que mis padres se reconciliaran, sobre todo adivinando que papá estaba interesado en mamá por la recuperación económica de la empresa. Al llegar estaban todos incluyendo los militares que estaban terminando de empacar para volver a su escuela, cenamos como si nada hubiese pasado en nuestras vidas los últimos días, lo único raro que notaron es que Ani estaba fría conmigo, pero nada más, luego tomaron sus cosas y se fueron una vez más a su escuela, quedando la otrora feliz familia en una casa que se hacía demasiado pequeña para tanto sentimiento encontrado.

Continuará

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