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La Apuesta Capítulo 5

en Hetero: Infidelidad

Capítulo 5

Terminada nuestra cálida ducha, nos pusimos a estudiar con Fernanda, no fuese que la chica fracasara en la universidad por culpa mía, debo decir que noté que es muy inteligente y capta rápido, para cuando llegó mi familia a casa, estábamos por terminar.  Mis chicos entraron en tropel distrayéndonos de los últimos tópicos a desarrollar, seguidos de Maite que nuevamente me puso cara de pregunta, con la diferencia en que ahora le hice un leve gesto de afirmación, me sonrió y luego fue a la cocina para calentar el almuerzo. Fernanda no quiso quedarse, pues tenía unos compromisos con sus amigas, ¿tal vez para contarles que ya no era virgen?

Luego del almuerzo mi mujercita me invitó a tomar una siesta con el fin de que le contara todo y ver el video de seguridad desde mi laptop, nunca la había visto tan adepta a la “cotilla”. Estábamos tendidos en la cama cuando a instancias de ella le narré todo y vimos la grabación. La verdad que la sesión de sexo con mi sobrina se vio mejor que las otras tomadas por mi móvil, las que sin ser malas, no estaba tomadas desde dos ángulos diferentes.

La visión de mi sobrina envergada por mí, me fue calentando gradualmente y sin más comencé a acariciar a Maite yendo más allá de la mera muestra de afecto usuales entre nosotros, primero sus suaves piernas, luego llegué a su culo de ensueño; me solacé amasando sus nalgas para después pasar a su Monte de Venus donde con mi mano completa le amasaba sus labios mayores por sobre las bragas. Maite se fue entusiasmando con mis descaradas caricias y sin poder resistir más, llevó una mano a mi paquete y comenzó a sobarme la verga por sobre el pantalón cuando me dijo

  • Cierra la puerta y fóllame…..
  • ¿Estás caliente como yo?
  • Sí, quiero que me folles más que a la zorrita de Fernanda.

Me levanté de la cama y cerré la puerta con pestillo; aclaro que nunca hacemos el amor con los niños despiertos, menos de día; es más, usualmente esperamos estar seguros que duermen para comenzar los preámbulos de hacer el amor. Para cuando me giré en dirección a la cama, mi Maite ya estaba sin bragas y con las piernas abiertas, por lo que sin dudar, saqué mi amiguito y me puse entre sus piernas, estaba en eso cuando ya ella lucía sus tetazas destapadas, ¡que gloriosa visión!.... Sin esperar mucho se la enterré hasta el tope, ella gimió silenciosamente, todo era con absoluto sigilo, (pienso que ella al igual que yo, no quería ser sorprendida follando por nuestros hijos). La tome de las caderas y comencé un frenético mete saca, queríamos hacerlo “rapidito” en posición de misionero, solo para sacarnos la calentura, ella movía sus caderas y levantaba su culo para profundizar mis estocadas, ¡me tenía al límite de explotar!, se lo dije pero no aminoró para nada sus movimientos, solo me miraba amasando sus tetas y por primera vez la vi comiéndose sus pezones, era increíble, las tiene grandes pero nunca creí posible que le alcanzaran para eso, al ver tal cosa me corrí en su interior sin remedio, creo que solo al tercer o cuarto lechazo ella también se corrió, nos tendimos uno al lado del otro y me dijo.

  • Ahhh…..Me corrí como una burra y creo que tú también.
  • Claudio: Sí amorcito, pero creo que estamos llevando esta apuesta muy lejos.
  • Maite: ¿Por qué dices eso?
  • Claudio: Para comenzar estoy caliente todo el día. Me he cogido a nuestra concuñada, luego a nuestra sobrina su hija, antes a tu amiga y a mi secretaria, y no llevamos dos semanas,…. Ahora también te he follado con nuestros hijos dando vuelta por casa y digo follado y no hacer el amor como usualmente lo hacemos…
  • Maite: Tal vez tengas razón, pero me ha gustado algunas cosas….
  • Claudio: ¿Cómo qué?
  • Maite: Eso de dominar a tu secretaria me pone caliente, que te follaras a tu sobrinita en la sala y verte en la televisión aún más,…. también que en algunas oportunidades me folles con rudeza, me hace sentir deseada…. En fin no veo todo tan malo, además con todo el intenso entrenamiento que has tenido, te has convertido en un estupendo amante, y todo en menos de dos semanas, jejeje
  • Claudio: ¿Eso piensas?
  • Maite: Sí ¿y tú?
  • Claudio: La verdad es que no lo había pensado así, aún cuando todo lo que me has dicho es verdad, pero me inquieta los cambios que he experimentado
  • Maite: A mí también, pero he notado que el sexo entre nosotros es maravilloso, incluso cuando simplemente follamos,…. Claro que me preocupa que al follar a las otras furcias te encapriches
  • Claudio: Espero que no me suceda pues reconozco que follarlas es… ¿no sé cómo decirlo?....
  • Maite: Dilo por su nombre, “rico”, ¿excitante? Eso de tener a las hembras que has querido ensartadas en tu verga creo que es     “lo máximo”
  • Claudio: Disfrutas que yo las tenga ensartadas a mi antojo.
  • Maite: Sí, me gusta que mi macho las tenga dominadas y yo pueda someterlas a mi antojo,…..además me encanta que me cuando quiera ese tipo de placer me lo des.
  • Claudio: Maite, cada vez creo más que no te conocía realmente…. Me sorprendes.
  • Maite: ¿Para mal o para bien?
  • Claudio: Para bien, estoy enamorado de ti y en eso no cambiaré,….solo que la situación es “rara”, pues te has convertido en una verdadera sorpresa en algunos sentidos
  • Maite: ¿Pero te gusta?
  • Claudio: Sí,… me gusta, reconocí finalmente.

El poco tiempo que me quedaba para salir de viaje con Mary lo pasé empacando para la semana en Alemania. Eso de tener que asistir a reuniones formales y otros menesteres siempre me ha complicado, especialmente llevar tenidas formales es un lio, pero todo sea por los negocios; a eso se suma que pasado el medio día, Andrés y Ana nos llamaron para invitarnos a cenar, intentamos que Fernanda se quedara con los chicos pero tenía un compromiso previo y no pudo ser. Finalmente, en forma extraordinaria y luego de algunos ruegos de mi Maite, Berta se ofreció amablemente a quedarse con los niños, el dialogo que escuché fue algo así.

  • Maite: Berta querida amiga, tú me salvaras….
  • Berta: Para que soy buena amiga (yo pensé para el sexo y sonreí mientras escuchaba).
  • Maite: Es que nos salió un compromiso con Claudio y no tenemos con quien dejar a los niños en casa…..tú podrías venir a cuidarlos….si es que no tienes servicio o un crimen que resolver, jejeje….tanto yo como Claudio te lo compensaremos….
  • Berta: Claro que puedo Maite, tú sabes que adoro a los niños, y si la compensación es la adecuada, quedaré feliz de ayudarlos con esto, (pensé: quiere que le diéramos duro ¿los dos?)
  • Maite: Te aseguro que no te arrepentirás y quedarás muy satisfecha de nuestro agradecimiento.
  • Berta: Así espero, tu ya me conoces como soy…. ¿a qué hora voy?
  • Maite: Un poco antes de las 19:00 horas, así quedas al tanto de lo que debes hacer.
  • Berta: Ahí estaré, nos vemos
  • Maite: Nos vemos, dijo colgando.
  • Claudio: Si entendí bien, ¿yo seré la paga de nuestra niñera?
  • Maite: Tal vez, depende de cómo se porte Berta y tú esta noche, jajaja.

Nuestra inusual niñera llegó puntualmente, todos la saludamos como de costumbre, con la salvedad que cuando íbamos entrando ella disimuladamente me acarició la verga. Que les puedo decir, di un respingo que claramente notó mi Maite que estaba más que atenta a los movimientos de su amiga, por lo que le dijo:

  • Oye aún no haces el trabajo y ya estás reclamando la paga, jajaja, (increíblemente mi mujercita se lo tomaba con humor)
  • Berta: Sabes que los cuidaré bien, solo estaba viendo si la paga valía la pena, jajaja.
  • Maite: Bueno, ya conoces la casa, puedes usar nuestro cuarto cuando ya ellos estén acostados, pues están más cerca que la sala, si deseas algo de merendar la nevera es tuya, sabes nuestros teléfonos y aquí te dejamos la dirección de mi hermano Andrés y su teléfono.
  • Berta: Vayan tranquilos que yo me encargo

Luego del pequeño incidente, nos marchamos a la cena, afortunadamente no era formal, solo familia, llegando a la casa de Andrés, descubrimos que también estaba Raúl con Carla, Paola con su marido y su suegra doña Florencia. Parecía que Andrés estaba dándome un mensaje o me facilitaba la apuesta, era extraño, pero en fin la velada se inició muy alegre y simpática, disfrutábamos además de un magnífico aperitivo. Las risas y los chascarros que contaba Raúl tenían más que contento a todos, en un momento me dieron ganas de ir a aliviar mi vejiga y me dirigí al baño de visitas, en el preciso instante en que ya aliviado iba a salir , abro la puerta y soy empujado al interior por Carla.

  • Claudio: ¿Pero qué haces?
  • Carla: Necesitaba hablarte a solas... y algo más, dijo acariciándome el entrepiernas.
  • Claudio: Pero los demás están en la sala…. Es una locura.
  • Carla: La locura fue cuando hicimos el amor….
  • Claudio: Carlita te quiero pero no te amo, solo fue sexo….
  • Carla: Muy satisfactorio por lo demás,…. en cuanto a amor lo tengo claro, amo a mi marido pero si él me engaña es justo que yo haga lo mismo, dijo sacando mi endurecida verga del pantalón
  • Claudio: Okey, está bien pero eso no quita que están en la sala.
  • Carla: Pero quiero que me des una rápida,…. el  cornudo de mi marido no toca a la cornuda de su mujer…..
  • Claudio: Pero…. Alcancé a decir cuando ella se sienta en el inodoro y comienza a mamarme la verga….
  • Carla: Quiero ser tu amante….dijo sacándose la verga de la boca y bajándose las bragas.
  • Claudio: Pero no creo que eso sea bueno…..
  • Carla: Lo será, dijo sentándome en el inodoro y ensartándose mi verga quedando a horcajadas.
  • Claudio: Es una locura…
  • Carla: Pero muy buena…. No sabes cómo me llenas mi querido amante…
  • Claudio: Okey…. Seremos amantes, pero sin compromisos, si alguna vez deseas acostarte con otro me lo dices y se acaba quedando tan amigos como siempre, le repliqué mientras ella cabalgaba sobre mí.

Me cabalgó unos tres a cuatro minutos, yo me solazaba con su culo y le besaba el cuello y le daba mordisquitos a su orejas, mientras ella suspiraba y gemía a mi oído, la verdad es que tener a Carla en mis brazos mientras su marido estaba a pasos de nosotros me daba mucho morbo, lo que me sorprendió, pues yo no era así. Cuando los gemidos se intensificaron, le ayudé a aumentar la velocidad de los embates y nos corrimos como burros, ella se mordió la mano para no chillar de placer.

Nos levantamos satisfechos del inodoro y ella se puso sus bragas y salió rápidamente, esperé un minuto y salí, cuando llegué a la sala Raúl me dijo algunas pesadeces, me preguntó si estaba enfermito del estómago y si el baño había quedado aún operativo, no supe que contestarle, solo sonreí y le seguí la corriente. Raúl siguió con su show, situación que continuó durante la cena, que fue “bien regada” de muy buen vino, a la hora de los bajativos, creo que todos estábamos más que contentos, cuando en eso me llama Andrés para enseñarme algo, aduciendo que eran temas de trabajo necesarios para mi viaje del día siguiente:

  • Perdónenme pero debo llevarme a Claudio unos minutos para conversar del viaje que realizará mañana
  • Raúl: Hermanito eres un aguafiestas, si te lo llevas no podremos burlarnos de él, jajaja.
  • Andrés: Solo serán unos minutos, nada más…. Después puedes seguir, jajaja
  • Claudio: No me extrañen mucho, les alcancé a decir antes de ir al privado de mi cuñado.

Entrando me hizo sentarme frente a su computador para mostrarme a su nueva filmación donde claramente se veía como ensartaba a la secretaria de Raúl, la cual mostraba una cara de goce indescriptible, las escenas de sexo eran convincentes, ahora realmente se había follado a la secretaria acordada.

  • Bien Andrés, es tu tercer objetivo cumplido
  • Andrés: Gracias por reconocerlo…. ¿y tu cuando te tiraras la primera?
  • Claudio: Ya lo hice, mira le dije enseñándole en mi móvil como ensartaba a Berta.
  • Andrés: El León Cordero por fin rugió, jajaja….y la tenias loca de placer, te felicito hombre, por un momento pensé que el desafío de vencerte en algo sería demasiado fácil,….solo te quedan seis.
  • Claudio: Y a ti tres, pero faltando un poco más de dos semanas….aún tengo tiempo
  • Andrés: Si pero a ti con suerte te quedarán diez días después de tu viaje, jajaja, no creo que alcances a follarte a mi mujer, jajaja.
  • Claudio: Para llegar a la meta se debe saber llegar.
  • Andrés: No creo en la fabula de la liebre y la tortuga.

Solo lo miré y no quise decirle que íbamos empatados y dentro del viaje pretendía conquistar el cuarto objetivo, regresamos a los bajativos y me senté al lado de Paola, la cual estaba lejos de su gigantesco marido, conversé animadamente con ella y Maite, la verdad es que no la conocía realmente, en esas conversación supe que era psicóloga, que su marido la celaba permanentemente, tanto que hacía escapadas a juntarse con sus amigas a la hora de almuerzo pues de otra forma no las vería. Me relató cómo su marido se había enfurecido con un colega de la oficina que se había mostrado demasiado atento con ella y lo mandó al hospital, además de muchos detalles como cuáles eran sus flores favoritas, que música le gustaba, sorprendentemente le gustaba casi lo mismo que a mí y otros detalles. Finalmente cerca de la media noche ella se fue con su maridito.

Dado que la cena estaba en su culminación también decidimos irnos, sobre todo que al otro día debía viajar, sería corto el vuelo pero yo llego siempre temprano a los vuelos. Casi al irnos Raúl preocupado de su suegra, que también es la de Andrés, me preguntó si entre Maite y yo podíamos llevarla en su auto para qué no se fuese sola. El principal motivo es que estaba un poco más que alegre, a sugerencia de Maite me fui conduciendo su coche seguida de ella en el nuestro, doña Florencia se despidió de Maite diciendo

  • Eres una tonta por dejar que tu marido me lleva a casa, en una de esas se queda a dormir, jajaja, (doña Florencia realmente estaba desinhibida y alegre)
  • Maite: No se preocupe doña Florencia los voy a seguir, no tendrá tiempo de nada, jajaja.

Doña Florencia se sentó a mi lado de lo más locuaz, me dijo que estaba de maravillas y que desde hacía mucho tiempo que no lo pasaba tan bien y que desde hacía más tiempo aún, no era llevada a casa por un joven tan guapo.

  • Gracias doña Florencia, la verdad es que me alaga pese a no ser tan joven, ya que tenemos poca diferencia de edad... y el placer es mío de escoltar tan bella señora.
  • Doña Florencia: Gracias además de guapo eres un caballero con el don de la palabra, pero algo mentirosillo no soy tan bella como antes (Pensé: cualquier cosa que le diga ella lo encontrará estupendo)
  • Claudio: Perdóneme doña Florencia usted es una mujer preciosa y cada día más, pues está como los bellos racimos de uva ya dorados antes de la cosecha, que luego se convertiran en el mejor de los vinos, además hoy su cara está adornada por una angelical risa que no veía hace tiempo.
  • Doña Florencia: ¿En serio crees que soy tan bella?
  • Claudio: Por supuesto doña Florencia, si no estuviera casado y mi esposa no me estuviese siguiendo, la llevaría al río y….quién sabe lo que le pasaría.
  • Doña Florencia: Dime Flor o Florencia, el doña me avejenta y como tú dices tenemos casi la misma edad, jajaja.
  • Claudio: Gracias Flor, tal como lo dice tu nombre eres una lindura madura como me gustan.
  • Doña Florencia: Eres un lisonjero, pero gracias…. ¿tú mujer aún nos sigue?
  • Claudio: Lamentablemente para mis intenciones de ir al río…sí, pero podemos dejar el término de esta conversación para la vuelta de mi viaje… ¿qué le parece?
  • Doña Florencia: Me encantaría

Estacioné su auto en la cochera y salí a la calle donde me aguardaba Maite, la que tan solo subir al coche me preguntó

  • ¿Cómo te fue?
  • Claudio: Bastante bien, dejamos una conversación pendiente que creo será fructífera.
  • Maite: ¿En serio?
  • Claudio: Sí, con esto estamos adelantando en el plan.
  • Maite: Sí además con esta inesperada invitación hemos conocido algo más a Paola y a tu regreso podernos tener un plan.
  • Claudio: Sí así lo espero, tu eres la estratega.

Llegamos pasada la media noche, la casa estaba en silencio, solo se veía una luz en nuestro cuarto, de seguro era Berta que nos esperaba, aparentemente sin novedad, Maite se sacó los zapatos para evitar que sus tacones sonaran al entrar, se volvió a mí y me besó con pasión, avanzamos un poco más entre besos y risitas, indudablemente mi mujercita quería “guerra” y yo estaba dispuesto a enfrentarla, tanto que me había tomado una de las pastillitas azules al salir de casa de Andrés, que para este caso me sería muy útil. Entrando a nuestro cuarto, vimos a Berta casi desnuda, solo vestía unas mínimas bragas que le tapaban solo la rajita del coño y nos saluda

  • Hola, que bueno que llegaran, ya estaba que me caía de sueño…
  • Maite: Y no encontraste un pijama….
  • Berta: Pensé que no era necesario, ya que para mi recompensa por ser buena niña no se necesita…
  • Maite: Okey, te mereces la recompensa, pero será en mi presencia…
  • Berta: Por mí no hay problema incluso si quieres participar serás bienvenida.

Si bien ya estaba prevenido del tipo de recompensa que quería, me impactó el desparpajo con que nos esperaba y más me impactó que mi Maite no pusiera trabas o cortapisa alguna; es más mi mujercita me abrió la camisa dejando mi torso desnudo y comenzó a “comerme mis tetillas”, cosa que nunca antes me había hecho. Berta gateó sobre la cama y liberó a mi verga más que tiesa y se la tragó casi de un golpe, le subí la falda a mi mujer y le comencé a sobar el culo y hasta donde alcanzaba del coño

Cuando Berta soltó mi verga le dije que besara a Maite, así lo hizo, las hice ponerse a las dos en un sesenta y nueve quedando Berta sobre Maite, le apunté mi verga y la penetré con dureza, ella gimió pero siguió comiéndole el coño a Maite, en realidad se estaba ganando la paga con creces, ambas además de comerse el coño mutuamente se amasaban sus impresionantes tetas, que manera de calentarme, le di a Berta hasta que se corrió, fruto tanto de mi verga como de la boca de mi Maite.

Luego seguí con mi Maite que se merecía llegara al cielo y algo más, pasaron varios minutos donde Berta era el lujurioso testigo de cómo yo envergaba a mi esposa, luego de correrme en las entrañas de mi corazón, decidí que debía complacer a la visitante. La puse en cuatro patas y la enculé, ella nuevamente se agitó al llegar mi verga hasta el fondo de su anito apretándola. Por otro lado mientras la cabalgaba a Berta, mí querida Maite le amasaba las tetas, tanto que le pregunté por su fijación por ellas, a lo cual mi mujercita me dijo:

  • Siempre encontré que Berta tenía mejores tetas que yo, desde la academia que se la envidiaba, ahora que las tengo a mi disposición logré sacarme el “antojo de amasarlas y comerlas”
  • Ah entiendo, ¿quieres que me corran en ellas?
  • Sí, me encantaría, así gozaría el doble comiéndolas y tragando tu semilla.

Cuando me estaba por correr, saqué mi verga y le dije a Berta que recibiera mi leche en sus tetas, mi esposa, también me pidió su cuota, me derramé casi muriéndome de cansancio, pero las dejé contentas a las dos, de pronto no solo mi mujercita comía de mi leche en las tetas de Berta, si no que ella también lo hacía. La intensa jornada fue terminando lentamente, estábamos agotados, por lo que nos quedamos dormidos entre juegos eróticos. Al amanecer Berta se despertó y me montó mientras Maite aún estaba desperezándose, creo que es una ninfómana, o de no serlo, es casi una; pero finalmente quedó satisfecha con su pago, mi Maite se comió mi corrida y la compartió con Berta, era alucinante como se comportaban como unas verdaderas putas.

Nos duchamos los tres juntos antes de que los niños fuesen a despertar, las caricias y juegos eróticos siguieron entre las risas y comentarios morbosos de mis dos mujeres, ahora pensaba que no sé si podría dejar de follar con Berta. Nos levantamos a desayunar al rato apareció en primer nene madrugador, o sea el menor que fue “llenado de arrumacos” por Maite y Berta.

Ya cerca de ir al aeropuerto, Berta se marchó, me despedí de la familia siendo incentivado por mi Maite para que no me dejara vencer por su hermano Andrés, que este viaje era la oportunidad de seducir a Mary. La intenté tranquilizar al respecto, pese a no tener idea de como comportarme con ella, como buen español, improvisaría.

Recogí a mi “objetivo”, perdón a Mary, su familia salió a despedirse aún cuando su “maridito” casi inexpresivo la despidió de la puerta con un muy frio adiós con la mano levantada. Al respecto, creo Andrés, mi rival se despediría con más afecto de mí; pero siempre hay gente rara en el mundo. Ayudé a Mary con su pesada maleta, casi quedo sin fuerzas al levantarla.

  • Claudio: Solo vamos hasta el jueves en la tarde, jejeje.
  • Mary: Una dama debe estar preparada para todo, además traje ropa abrigada y botas ya que el norte de Alemania es Frío, jejeje.
  • Claudio: Okey, tu ganas…. Pero cada uno traslada su maleta, jajaja.
  • Mary: Oye ¿donde dejaste tu galanura?
  • Claudio: Tienes razón, yo llevo tu maleta y tú la mía.
  • Mary: Tú deberías llevar las dos….
  • Claudio: Las llevaría las dos solo si estuviésemos en la misma habitación de otra forma no me dan las fuerzas, jajaja
  • Mary: ¿¡Te gustaría!!?, pero lamentablemente no te conviene, soy muy mandona además no sé guardar secretos y terminaría contándole a Maite, jajaja
  • Claudio: Tienes razón, no vale la pena cambiar una mandona por otra, además podrías contar los secretos familiares, jajaja.

Así nuestro viaje comenzó en forma distendida, ella es realmente “amorosa”, simpática y alegre, tal como me gustan las personas, en efecto para mí no solo es la belleza física que como sabemos es efímera, la interior siempre es importante.

Llegamos al aeropuerto con bastante antelación, dejé el auto en custodia y luego embarcamos las maletas y la invité a esperar la salida del vuelo al salón V.I.P. del aeropuerto, conversamos como si fuéramos de paseo, o como si fuéramos en una aventura, realmente todo fue agradable hasta el momento del despegue. Nos sentamos en asientos contiguos, viajábamos en clase turista para abaratar costos del proyecto, además el viaje era dentro de Europa, al momento de que el piloto avisó que estábamos próximos a despegar y las sobrecargos hicieron el último chequeo de seguridad, la cara de Mary cambió radicalmente, se puso lívida y su cuerpo rígido.

  • Claudio:¿Te pasa algo?
  • Mary: ¡Es que le tengo miedo a los aviones!!!.... y en especial al momento de los despegues y aterrizajes.
  • Claudio: No deberías ver “May Day Catástrofes Aéreas”….
  • Mary: Ayyy… No las menciones tonto, que ya estoy asustada.
  • Claudio: Ten mi mano si en algo te ayuda dije tendiéndosela.
  • Mary: Gracias…. Dijo asiéndola con fuerza y cerrando los ojos.
  • Claudio: De nada, alcancé a decir cuando el piloto inició el rodaje hacia la pista activa.

Al momento de entrar a la pista de despegue y aplicar toda la potencia  a los motores Mary apretó mi mano con todas sus fuerzas tomándome del brazo y aplastándose contra mí, yo por mi parte le tome la otra mano suavemente y la intentaba calmar. Como a los 10.000 pies Mary ya estaba un poco más relajada, y comenzó a conversar nuevamente.

  • Mary: Me encontraras ridícula pero siempre le he tenido miedo a volar.
  • Claudio: Bueno a mucha gente le pasa, afortunadamente te subes a un avión, si no hubiésemos tenido un muy largo viaje en tren, jejeje,
  • Mary: Mira que buena idea, para la próxima vez lo hacemos así.
  • Claudio: Oye….lo dije en broma, que tardaríamos casi un día este viaje si lo hacemos en tren
  • Pero iríais con una acompañante bastante más relajada, jajaja

El vuelo de casi tres horas fue de lo más ameno, a la altura de crucero, Mary volvía a ser Mary, lo cual me gusta, pues como les mencioné ella es casi mi alma gemela, un poco antes de aterrizar sin decirme nada me tomó la mano, se colgó de mi brazo apretándolo con todas sus fuerzas y cerró los ojos, parecía una niña desvalida, la encontraba la mar de ¿tierna?... en realidad aún no sé como definir la sensación.

Una vez en tierra su natural alegría retornó nuevamente, estaba arrastrando las maletas cuando apareció el chofer de cortesía de la fábrica con el típico cartel identificando a los viajeros, ella apuró el paso casi como lo haría una niña emocionada por descubrir un nuevo mundo y conversó en alemán con el sujeto que le sonrió y le conversó de quizás que cosa hasta que llegamos al hotel.

Mientras nos registrábamos en el hotel, pensaba que feliz me hubiese hecho, el que por azar o como parte del plan hubiésemos quedados en el mismo cuarto, pero la realidad es que no estábamos ni siquiera en el mismo piso.

Como era tarde cenamos en un restaurante bastante bueno del mismo hotel, algo caro, pero yo estaba cansado y creo que Mary también, al terminar la cena en que cruzamos muy pocas palabras la dejé en la puerta de su habitación dándole un beso de buenas noches dirigido a la mejilla, pero ella al girar su cabeza hacia mí, casi fue un tierno piquito, ella se puso roja como tomate, revelando que pese a lo accidental del ósculo, lo sintió.

Dormí como un bendito, solo el despertador interrumpió mi profundo sueño, sin siquiera habernos coordinado muy bien, bajamos al mismo tiempo, tanto que coincidimos en el ascensor rumbo al desayuno. Nos saludamos de besos en las mejillas, pero no pasó lo que me hubiese gustado que pasara, en todo caso me alegró verla radiante, de alguna manera ella es capaz de alegrar incluso a los ogros (con la excepción de su marido). A eso de las 08:30 nos recogió el mismo sujeto del día anterior, nuevamente fui excluido de la conversación al no entender nada de alemán.

Llegamos un poco antes de las 09:00 horas nos estaban esperando en la puerta toda la plana mayor de la empresa lo que me agradó profundamente, los saludé en mi mejor inglés a cada uno, presentando a Mary como mi asistente y traductora del alemán, cosa que agradó mucho al presidente del directorio que se fue con Mary al salón de juntas.

La negociación inicial con todo el directorio fue de lo más cordial, pues de alguna forma ya el acuerdo estaba hecho, pasada una hora, solo quedamos los que veríamos los detalles del acuerdo y que finalmente prepararíamos el borrador del contrato. Solo paramos para un Lunch con el directorio en un comedor de la empresa muy bonito, en forma casi natural los diálogos se dividieron entre los que hablaban solo alemán con los que hablábamos solo inglés, de alguna forma Mary cautivó al Director un alemán de unos 80 años que al término del almuerzo me felicitó por mi asistente y nos invitó a cenar con su esposa a un afamado restaurante junto al gerente general y su mujer.

La primera jornada de trabajo terminó a eso de las 16:00 horas, lo que nos dio tiempo de pasear por la ciudad, al poco andar el frío comenzó a mermar nuestras ganas de estar a la intemperie. Mary tenía muchísima razón, por lo que al poco andar me dice:

  • ¡Tengo frio!, mira dice echando vaho por la boca y colocando sus frías manos en mis ya heladas mejillas, para luego pasarlas por mi cuello, ocasionándome escalofríos.
  • Claudio: Oye no seas mala dije riendo y evitando que sus gélidas manos me torturaran
  • Mary: No soy mala, solo traviesa, jejeje.
  • Claudio: Bueno mi traviesa, te invito ahí, indicándole una cafetería a unos pasos de nosotros.
  • Maite: Sí vamos, dijo saliendo disparada a su interior sin esperarme.

Después de nuestro gélido paseo regresamos al hotel para cambiarnos y esperar al conductor que nos recogería, en esta oportunidad tuve que esperar en el lobby a Mary, que se demoró tanto que el conductor que era el mismo me saludó y nos quedamos esperándola mudos por la barrera idiomática, hasta que ella hizo su aparición, se veía preciosa en su elegante vestido negro, tanto que yo y el chofer le dijimos lo bien que lucía.

La cena con los alemanes fue distendida e incluso entretenida, afortunadamente nos favorecía que no hubiese cambio de hora y que nuestros anfitriones al ser mucho mayores que nosotros, se cansaron antes; por lo que la velada terminó temprano. Regresamos sin contratiempos, por lo que al llegar al hotel le invité una copa antes de ir a dormir, lo que aceptó con su acostumbrada naturalidad, conversamos otro rato de lo pasado en el día y lo que nos esperaba a l siguiente, ella se notaba que estaba como encantada con lo que hacíamos.

Terminada la copa la fui a dejar a la puerta de su habitación, nuevamente nos despedimos de besos, pero el último fue un “cuasi piquito”, esta vez podría apostar que no fue accidental, pero no me atreví a nada más, dándonos las buenas noches sin más.

Ya en mi cuarto llamé a Maite para saber cómo estaba ella y los niños, ustedes pensaran que todos mis pensamientos eran para Maite, no, están equivocados, Maite siempre está en mis pensamientos, al hablar con ella supe que todos estaba bien, pero ella hizo la pregunta que le inquietaba desde que le conté lo de la apuesta:

  • ¿Cómo te va con Mary?
  • Creo que bien,… hoy al despedirnos nos dimos un “cuasi piquito”
  • ¿Qué?
  • Que casi nos besamos tiernamente…. O algo parecido.
  • Nunca dejas de sorprenderme corazón. Para ser tan pardillo en estas lides, eres un Casanova, se te da en forma natural, jejeje.
  • Exageras, pero parece que tengo ese…. “no sé qué”, jajaja
  • Bien continúa así, tal vez ganemos la apuesta o no perdamos mucho con ella.
  • Pondré mi mayor esfuerzo en ello corazón.
  • Así lo espero, buenas noches mi amor y sueña conmigo.
  • Soñaré contigo corazón, sabes que siempre estás en mis pensamientos.

Luego de esa conversación con mi Maite, pasé la noche soñando como un bendito, no sé que sueños fueron, pero como no me pasaba desde adolescente, desperté muy entusiasmado. Casi como un rayo me levanté contento y con deseos de ver a Mary. Llegué a desayunar pero ella aún no llegaba….pienso que el primer día solo fue para impresionarme o simplemente ya se acomodó al “horario alemán” donde pese a tener la misma hora que nosotros, no tenía que levantarse para corretear a la familia para que salieran a la hora de casa, ni preparar desayuno.

A los quince minutos apareció tan bella y radiante como siempre, me levanté para saludarla, pero esta vez mi segundo beso fue dirigido descaradamente a su boca, me estaba arriesgando más de lo que mi arraigada prudencia me recomendaba, pero bien dice el dicho “quien no se arriesga no cruza el río”, el “piquito” fue solo un instante pero causó el mismo efecto que los anteriores, Mary se puso colorada y se sentó en silencio que poco después rompió preguntándome:

  • ¿Me quisiste dar un beso?
  • Sí, no lo puede evitar… amaneciste muy linda y me alegras el día, dije esbozando una sonrisa.
  • Para ser tan sinvergüenza y descarado hablas bonito… hasta me siento alagada, jejeje.

Desayunamos hablando del trabajo y la agenda que teníamos por delante, indudablemente iba a ser un largo día probablemente terminaríamos pasada las seis. En esta conversación no volvimos a tocar el tema del beso. Nos pasaron a buscar como de “costumbre”, nuevamente nuestro chofer conversó animadamente con ella sin molestarse en dirigirme la palabra comprendiendo que no podíamos entendernos. Al bajarnos y un poco antes de entrar le dije:

  • Me voy a poner celoso del chofer….
  • ¿Por qué?.....
  • Porque te habla y no sé si te está diciendo que atractivos tiene la ciudad o te está invitando a salir o haciendo propuestas indecentes.
  • Jajaja, eres un loco….jajaja. te aseguro que es una buena persona casada con tres niños y me cuenta sus experiencias con ellos y yo le cuento de las tres mías, solo eso,….. ni mi marido se pone tan celoso.
  • Tal vez sea porque no tiene la sangre ibérica que circula por mis venas… soy así… algo machista, inseguro y no sé qué más.
  • No te veo así, puede que tengas algo machista pero en la medida justa para sentirme alagada con tus tonterías, en cuanto a inseguro… no lo veo para nada, es más cuando hablas admiro tu desplante, la solidez de tus argumentos… en fin para nada inseguro, en cuanto a “no sé qué más”, aún no lo averiguo del todo, pero eres amable, simpático, cariñoso y educado…
  • Gracias, me elevas mi ego y me haces sentir bien.

No pudimos seguir conversando pues entramos a la empresa y luego de la recepción, nos dirigimos con los respectivos encargados del proyecto de contrato a trabajar, prolongando nuestros afanes hasta la hora de almuerzo, donde fuimos a un comedor general autoservicio. Luego de un breve descanso para refrescarnos y otros menesteres seguimos con el trabajo, a las 17:45 terminamos la jornada satisfechos de nuestros avances.

Ya de regreso al hotel decidimos darnos un pequeño descanso para salir más tarde a cenar a un lugar llamado “Skyline Bar 20up”, que tiene una vista espectacular, lo pasamos muy bien, era algo caro pero valía la pena, la conversación se centró solo en nosotros, en ella se fue develando que su matrimonio se sostenía por las niñas, ya que su “maridito”, no la tomaba en cuenta y la trataba casi como un mueble, según ella debía de tener a otra en alguna parte, pues antes no era así. Yo por mi parte, solo pude decir la verdad, mi matrimonio era feliz, quiero a Maite con locura, y que hasta hace poco nuestra relación era monógama.

  • ¿Cómo es eso de que hasta hace poco la relación era monógama?
  • Claudio: Me da un poco de vergüenza, pero te lo diré… en verdad contigo se me hace imposible mentirte. Maite y yo hemos experimentado sexo con otras personas.
  • ¿En serio?... ¿se ponen cuernos?
  • No, creo que no nos ponemos cuernos, porque son actividades consentidas, en la que incluso en un par de veces hemos estado los dos con alguien.
  • ¡No te creo!.... ¿En serio?
  • Sí, en serio…
  • ¿Y ha sido hombre mujer hombre?
  • No, mujer hombre mujer…..
  • ¿Por qué?....
  • Porque a tu prima le molan las chicas más que los hombres, incluso creo que yo soy la excepción…
  • ¡No te creo!....
  • Sí pero somos felices a nuestra manera.
  • ¿Y a ti?
  • A mí me gustan solo las mujeres, claro que no ando por la vida buscando aventuras, no soy de esos “aquí te pillo, aquí te follo”
  • No se dice así…..
  • ¿Qué?
  • Eso de “aquí te pillo, aquí te mato”, jajaja, tu dijiste “follo”.
  • Ah, bueno para el caso es eso es lo mismo, jejeje.
  • ¿Y con cuantas has follado además de Maite”
  • ¿En mi vida?
  • No hombre, a contar de que han abierto sus horizontes….
  • Solo a cuatro….
  • ¿Cuántas con Maite?…
  • La mitad, pero la otra mitad con la anuencia de Maite.
  • ¿En serio?....eres todo un galán, nunca me lo hubiese imaginado, jejeje.
  • No lo digas así que me da vergüenza….
  • ¿Y quieres que yo sea tu quinta?
  • ¿Estás de broma?
  • No, creo que por lo que nos ha pasado la pregunta es correcta.
  • Sí, claro que me gustas, siempre me has gustado.
  • Por tu sinceridad lo haría contigo, pero lo haría solo si llamas a Maite en mi presencia,…además con el parlante del móvil abierto, y le pides autorización para follarme.
  • ¿Estás jugando conmigo?
  • La verdad es que no, pese a que aún lo encuentro increíble, y nunca pensé hacer esto de “cornamentar a mi marido”.
  • No se dice “cornamentar a mi marido”…. Se dice poner los cuernos…
  • Ya lo sé pardillo, pero para el caso es igual, jajaja….
  • Lo dices en serio (no sé por qué todos piensan en mí como un pardillo).
  • Sí que te quede claro que no pienso traicionar a mi prima preferida, por lo que solo sería con su anuencia.
  • Bueno, en ese caso la llamaré….
  • Pero hoy no, es muy tarde, mañana….y no me digas que no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy, jajaja
  • Bueno, no lo diré, será como tú dices, puedo esperar, “todo sea por una buena causa”.
  • Eres increíble….dijo meneando su cabeza.
  • ¿Por qué dices eso?
  • Otro me hubiese intentado convencer de ahora y aquí.
  • Tal vez soy atípico.
  • Claro que lo eres

Después de la magnífica cena y una copa de bajativo regresamos al hotel, como siempre la fui a dejar a su cuarto, le di el primer beso en la mejilla cuando ella me toma de las solapas y me besa en los labios diciéndome:

  • Es solo un adelanto, buenas noches.
  • Buenas noches Mary.

Llegué excitado a mi habitación cuanto deseaba estar con Mary, pero recordé lo que me decía mi padre, la paciencia del cazador da sus frutos, los resultados actuando con prisa suelen ser mas malos que buenos, llamé a Maite que la encontré media dormida y le conté todo, ella no lo podía creer, pero me felicitó por ser como soy, así ambos nos dormimos siendo optimistas de ganar la apuesta. Al otro día me llama Andrés justo antes de bajar a desayunar para decirme

  • Hola cuñado me he tirado a la cuarta, jajaja.
  • ¿En serio?
  • Sí te mando una muestra del video.
  • ¿Cuál fue?
  • Merche nuestra amiga del Tenis, ella sabe de tomar la raquetas y las pelotas, jajaja
  • Eres un bestia, jajaja.
  • ¿Y tu como vas?
  • Bien, ya lo sabrás, aún falta.
  • Okey muy bien, sigue disfrutando de Alemania.

El jodido cabrón de Andrés, no podía callar sus conquistas, de pronto me llegó el bendito video, donde claramente se ve a Merche empalada en el orto por mi cuñado mientras se pasa la raqueta por la rajita del coño, parecía película porno de bajo presupuesto, en fin iba una chica por arriba de mí.

Como en los días anteriores el desayuno y la jornada de trabajo siguió su curso sin mayores cambios, lo único distinto es que el borrador del acuerdo estaba listo para ser revisado por los abogados de las partes, la pesada jornada terminó a eso de las cuatro de la tarde, tanto Mary como yo estábamos felices. Por su parte los alemanes nos invitaron a cenar como broche de oro del trabajo realizado, en cambio yo lo único en que pensaba que quería follar a Mary, la invitación era a las 19:30 y llegamos al hotel a eso de las 17:00 horas, tan solo al entrar le dije a Mary

  • Llamemos a Maite.
  • ¿Tan necesitado estas?, jajaja
  • Algo así.
  • Está bien, vamos a mi habitación y la llamamos desde allí.

Llamé a Maite, el primer llamado no resultó, pues no contestaba, el segundo llamado me contestó y me dejó en espera, no lo podía creer, debía esperar ante la mirada divertida de Mary, hasta que al final ella me llamó, activé el parlante del móvil y escuchamos.

  • Maite: Perdón corazón estaba ocupada con los niños, ahora sí, dime…
  • Claudio: Hola corazón, estoy con Mary para que me autorices a Follarla.
  • Mary: Hola Maite, ¿cómo estás?
  • Maite: No tan bien como tú que te va a follar mi marido.
  • Mary: ¿En serio lo autorizas?
  • Maite: Sí con solo una condición…
  • Claudio: ¿Cuál?
  • Maite: Dejes el móvil encendido.
  • Claudio: Pero va a salir carísimo….
  • Mary: Pero yo lo valgo, jajaja.
  • Maite: Sí mi pardillo, ella los vale, comiencen cuando quieran, ya me puse el manos libres.

Mi mujercita me autorizaba a follarme a su prima, claro que tenía que presenciarlo desde lejos, me acerqué a Mary para besarla cuando ella me detiene…..

  • Mary: Para que no salga tan caro, cambiemos a Skype.
  • Claudio: ¿Qué?
  • Mary: Que Maite nos vea por la laptop, jejeje.
  • Maite; Buena idea primita, así veré como te da duro por el culito que tienes, jejeje.
  • Claudio: Bueno, dije resignado

Preparamos todo lo necesario, lo que encontré contrario a todo lo romántico que me considero, pero si mi cuarto objetivo lo quería así, así lo haría, comenzamos a besarnos ante insistentes instrucciones de Maite que pedía que nos agacháramos para que ella pudiera vernos bien, lo encontraba de lo más raro, pero así lo intentamos hacer. Nuestras ropas comenzaron a volar en la medida que nos calentábamos, en una de esas miré la pantalla para ver a Maite y la vi como se sobaba las tetas que ya tenía al aire, cosa que me calentó más de los usual y arrancándole el sujetador a Mary le comencé a comer sus tetitas, las tenía coronadas con unos pezones pequeños encerrados en una areolas adecuadas al conjunto. Ella suspiraba al ritmo de mis caricias, me fijé que de vez en cuando miraba la pantalla para ver a mi Maite, para luego acentuar sus caricias.

Mi calentura ya no tenía límites, por lo que le saqué sus bragas y la tendí para dedicarme a comerle el coño, cuando alcancé a su clítoris, ella comenzó a gemir como loca, por lo que no le di tregua hasta que se corrió mientras con mis manos en su culo me ayudaba a profundizar mis incursiones con mi lengua. Debo reconocer que mi boca ya me dolía por el esfuerzo, pero mi objetivo se estaba cumpliendo, me incorporé situándome entre sus piernas para suavemente meter mi endurecida verga. Maite estaba más que atenta y se notaba que se masturbaba el coño mientras se comía una de sus portentosas tetas, el morbo que yo sentía era indescriptible, tanto que estaba a punto de correrme, en eso Mary comenzó a berrear que se corría al instante que Maite lo hacía a cientos de kilómetros de distancia. Finalmente no pude más y descargué mi leche en su maravillosos coñito, los tres quedamos en silencio con la respiración agitada.

Estuvimos derrengados los dos sobre la cama al igual que mi amada Maite en nuestra cama, Mary con su cabeza en mi hombro no decía nada, solo respiraba profundamente a mi lado mientras acariciaba mi pecho, yo por mi parte la abrazaba con uno de mis brazos atrayéndola a mi lado. Mi cuarto objetivo había sido logrado pero no había gravado ningún video, por lo que era como si no fuera nada, mi palabra obviamente no valdría como prueba, de pronto me urgía grabarla pero ¿Cómo se lo decía?, preferí postergar el tema para otra ocasión, por lo que me levanté ya que debía de ir a cambiarme a mi habitación para la cena, por lo que me vestí en silencio anunciando tanto a Mary como a Maite mis intenciones.

Una vez en mi cuarto llamé a Maite y le dije el pequeño detalle que nos faltó, ella incrédula me dijo:

  • Pardillo mío no te preocupes tu mujercita grabó todo el episodio en la laptop, por lo que lo editaré y te lo mandaré a tu móvil.
  • Gracias corazón, ¿no sé qué haría sin ti?
  • Perder la apuesta y nuestro patrimonio, jajaja

Cenamos con los alemanes celebrando nuestro avance en la preparación del contrato, la velada fue muy entretenida, como al parecer era costumbre de ellos la velada terminó bastante temprano, a eso de las 22:00 horas ya estábamos terminando, durante la cena Mary no dejó de mirarme, era como si quisiera decirme algo o darme una explicación, yo intentaba conversar con la mirada como diciéndole que estuviera calmada pero ella insistentemente me miraba, tanto que al despedirme el Director de la empresa me dijo en su poco inglés que sabía:

  • Director: Su asistente está enamorada de usted, cuidado….jejeje.
  • Claudio: Gracias…..dije sorprendido

Regresamos al hotel teniendo hasta el siguiente día al medio día libres, llamé a casa desde el auto mientras el conductor conversaba animadamente con Mary y coordinaba nuestra ida al aeropuerto pasado el medio día, Maite me tranquilizó y contó que los niños estaban bien y durmiendo y que ella felizmente satisfecha y que dormiría temprano pues mañana tendría una noche muy movida conmigo, que se la debía. Al llegar al hotel nos despedimos del conductor y entramos al lobby donde Mary me dijo.

  • Debemos hablar.
  • Claudio: ¿De qué? dije haciéndome el desentendido.
  • Mary: De lo que ha sucedido en la tarde…
  • Claudio: Bien, ¿te apetece una copa en el bar?

Nos sentamos en silencio en una de las mesitas lejanas a la barra y a los demás parroquianos, solo iniciamos nuestro dialogo cuando el mesero nos sirvió los cocteles solicitados:

  • Tú dirás, le dije
  • Mary: Lo que pasó entre los dos…. No debió pasar, pese a la anuencia de Maite.
  • Claudio: ¿Eso es lo que piensas? porque para mí fue maravilloso.
  • Mary: Es que engañé a mi marido, con el que tengo tres hijas…. Yo no soy así.
  • Claudio: ¿Así como?
  • Mary: Una zorra…. Una mujerzuela, ¿no sé?...puta.
  • Claudio: No eres ninguna de ellas, eres una mujer maravillosa, si te hubiese conocido antes de Maite tal vez tus maravillosas hijas serían mías, siempre me has cautivado….
  • Maite: Pero eso no quita que sea casada y no sea correcto lo que hicimos.
  • Claudio: Maite, perdona que te lo diga, hace mucho tiempo que pienso que tu marido no te merece y que solo estás con él porque tienes a tus hijas.
  • Mary: pero sigue siendo mi marido… por la ley y la iglesia.
  • Claudio: ¿Cuántas veces te ha llamado desde que llegaste?
  • Mary: Ninguna, pero yo he llamado a casa.
  • Claudio: ¿Y cuántas veces habló más de un minuto contigo?... Mira, si me fuera posible, te tendría a mi lado para el resto de mi vida.
  • Mary: ¿Pero Maite?
  • Claudio: Junto con Maite, ella creo que sería feliz de compartirme contigo.
  • Mary: Eso es lo que piensas tú, pero que diría ella de esta afirmación tuya.
  • Claudio: Podemos preguntarle cuando volvamos….
  • Mary: ¿Harías eso?
  • Claudio: Sí, sin dudarlo, así que relájate y subamos que quiero hacerte el amor hasta que ya no puedas más, jejeje.
  • Mary: No deberíamos…..
  • Claudio: No sea tonta disfruta que tenemos hasta mañana

Pagamos la consumición y nos montamos en el primer ascensor que pudimos, no estaba vacío, pero no me corté ni un poco al tomarla en mis brazos y darle un tórrido beso de tornillo que puso algo incómodos a la pareja de ancianos que iban con nosotros, bajamos en el piso del cuarto de Mary y nos fuimos besando cada paso hasta entrar. Una vez adentro, casi como adolescentes la fui desnudando hasta llegar a la cama, solo distante unos pasos cuando ella con sus tetas al aire y solo cubierta por las bragas y las medias me dice:

  • ¿No llamarás a Maite?
  • No esta noche será solo de los dos

Acto seguido, le comencé a comer sus puntiagudas tetitas, atrayéndola hacia mi dura verga tomándola del culito respingón que adorna su espalda, ella metió mano dentro de mi pantalón y comenzó a sobarme la verga (la notaba contenta y liberada), creo que no miento si les digo que la recorrí entera con mi verga y mi boca, la extasié varias veces, corriéndonos como burros durante casi toda la noche, su cuerpo fue tan mío que quería que nos fundiéramos como unos solo.

Ella por su parte se apropió de mi verga pasándosela por todos lados, si siquiera decirle, se la pasó por las orejas, los ojos, la nariz, la boca las tetas su ombligo, su coño y su anito, estaba tan entregada a mí que me dijo:

  • Amor quiero entregarte lo único virgen que me queda
  • ¿Qué? atiné a decir.
  • Quiero que me culees.
  • Pero si nunca lo has recibido por ahí te va a doler.
  • No me importa….. dame por el culo, quiero ser tuya por completo.

Dado lo pedido la puse en cuatro patas y me coloque detrás de ella, sabiendo que mi incursión podía ser dolorosa sabiendo que mi pequeña Mary tenía todo acorde a su tamaño, obré con prudencia y procedí comerme su ojete pasando mi lengua, junto con humedecer su coñito con mis dedos, el que no tardo en mojarse otra vez. Aprovechando los flujos vaginales que empapaban mis dedos, acaricié su anito buscando dilatarlo lo más posible, Mary suspiraba y me decía:

  • ¿Qué haces?... ¿Ya me la vas a meter?
  • Tranquila, relájate y disfrutarás... solo estoy ampliando la entrada... le dije amasando con suavidad su culito, y funciono, porque la sentí menos tensa.

Después moje con saliva mi dedo índice y lo empuje al interior de su perfecto orto. Al principio me costó un poco pues al sentir la invasión contrajo su esfínter, apretando sus nalgas para repeler el ataque de mi dedo que exploraba su último territorio virgen. Mis lamidas y caricias la hicieron relajarse nuevamente y con algo más de presión por fin se abrió su cuevita….

  • Ahh... es….. es difícil, dijo al sentirse invadida.
  • Si no quieres podemos parar… podemos hacerlo de la manera tradicional.
  • No, dame, quiero que mi culito sea tuyo, dijo decidida.

Comencé a mover mi dedo simulando el acto sexual manteniéndolo constantemente lubricado con mi baba, mientras con la otra mano le acariciaba su rajita del coño, lo movía adelante y atrás en un suave mete saca hasta llegar al tope de la extensión de mi dedo. Poco a poco su anito se fue relajando y aceptaba al intruso con mayor facilidad, por lo que me atreví a meter un segundo dedo que fue recibido con un pequeño gemido, muestra del dolor que le causaba, por lo que nuevamente apretó sus nalgas y me costó varias caricias que se relajara para continuar con mi dura tarea.

Seguí con el mete saca de mis dedos hasta que ya entraban con facilidad de su estrecho orto. Las maniobras de mis dedos estaban surtiendo efecto, tanto que ella comenzó a acompasar mis movimientos como estando deseosa de algo más, eso me calentó aún más de lo que estaba. Obnubilado por la excitación de culearme el delicioso orto de Mary, no lo pensé más y cambiando mis dedos por mi verga la situé en posición para la gran incursión; sentí en mi glande como sus nalgas me rozaban aprisionándolo, casi me corro de inmediato, pero me resistí como pude, ella me miró ansiosa

  • ¿Ya me lo piensas meter?...
  • Sí, ya no pienso en nada más que en metértela completa…
  • Se suave no olvides que soy virgen de ahí….
  • No te preocupes, seré suave... dije intentando calmarla.

Sin perder más tiempo comencé a presionar la entrada de su ano con mi verga, ayudándome con ambas manos en sus caderas, sin dejar de escupir baba mientras entraba en el estrecho pasadizo, ella gemía casi en silencio. Su estrecho anito seguí evitando mi invasión, solo tenía la punta de mi verga en la entrada y ella apretaba sin dilatarse.

Otra vez desistí de presionar su anito, por lo que volví a meterle los dedos, uno inicialmente, luego el segundo, luego uno solo y después en vez de dos le metí mi verga hasta lograr entra con mi glande decidido a perforar su virgen orto...

  • Ahhh... es muy grande... no sé si entrará, ayyy,... se quejaba.
  • Tranquila está entrando, ya metí lo más ancho.

Una vez calmada, pese a la natural resistencia logré avanzar un poco más pese a que por mis empujones se estaba acercando a la cabecera del la cama, pero no había otra solución, seguí empujando hasta después de unos cuantos empellones más logré tenerla totalmente ensartada por su culito. Finalmente había entrado, me mantuve unos instantes quieto para que se acostumbrara a mi verga, cuando creí prudente inicié un suave mete saca. Metía y sacaba hasta la altura del glande sentía como se iba relajando su orto y mis acometidas eran más fáciles, ella como pudo metió una mano en su coñito y comenzó a masturbarse mientras yo la culeaba. Mary cansada recostó su cabeza contra la cama, y afirmándose con una mano para no pegarse en el respaldo de la cama resistía como podía mis acometidas.

  • ¡¡Ay!!!... más suave que es muy gruesaaa,….
  • ¿Pero te gusta?
  • Mmmm sí solo que…. más suave.
  • Bien. ¿Así está bien?, le pregunté aminorando el ritmo de mis estocadas
  • Mmmm sí, sigueee….sí dame…..

Poco a poco fue encendiendo en el placer que se auto-infería, yo fui acelerando más y más mis estocadas, podía sentir que ya no había resistencia, lo que me causaba un profundo placer, de pronto me di cuenta que levanto su trasero abriendo con ambas manos los cachetes para permitir que entrara toda mi verga diciéndome:

  • Mmm, ahora sí ¡Métemela hasta el fondo! Mmm….sí párteme el culo…
  • ¿Estás segura?... al escucharla por primera vez exigiendo algo así.
  • Sí, ahhh…lo peor ¡ya paso!... me dijo tal vez gozando por primera vez en todo el proceso de la entrega de su culito.

Ambos comenzamos a relajarnos y a disfrutar de la culeada, era maravilloso sentir su orto recién inaugurado por mi verga, claro que se resistía a mis acometidas pero era delicioso, la fricción hacia que me excitara más y más.

  • Ayy, no te vuelvas loco, se suave,... más despacio... más despacio... que me vas a reventar.
  • Perdón corazón, es que me calientas demasiado…

El morboso sonido de sus redondas nalgas rebotando en mi pubis, me calentaba cada vez más, pero intentaba conservar la calma, mi verga entraba y salía, su orto ya se amoldaba a ella y ofrecía menos resistencia, sus quejidos se fueron distanciando, solo de vez en cuando se le escapaba algún gemido, pero indudablemente estaba gozando su entrega total. Finalmente ya no pude más y descargué todo en su fino culito y ella por fin descansó….Creo que no logró correrse, pero sus ojos claros despedían un brillo de felicidad.

Después de esa hermosa entrega, en recompensa le comí el coño hasta que se corrió como burra, lo merecía, su ofrecimiento había sido algo muy significativo para ambos. Luego nos quedamos dormidos hasta eso de las 09:00, nos duchamos juntos entre caricias y besos, la volvía follar entre las gotas de agua y el vapor que nos envolvía, todo fue perfecto. No vestimos y bajamos casi corriendo para alcanzar a desayunar, justo dentro del horario que las camareras tuvieron a bien extender unos minutillos al vernos tan acaramelados (creo que pensaron que éramos novios), para luego hacer nuestras maletas y volver a casa.

El retorno fue tranquilo, volvimos a nuestros papeles sociales normales, yo un hambre casado con Maite y ella una mujer casada con el idiota de su marido, recogimos el auto y la pasé a dejar a su casa, saludé a su familia mientras le bajaba su equipaje del coche, saludé a sus hijas son de edades similares a los chicos míos, por un instante me vi con una “gran familia” de dos esposas y seis hijos… una locura

Llegué a casa, los míos me esperaban ansiosos por lo prolongado de mi ausencia, a mis hijos les traje los consabidos chocolates, algunas camisetas deportivas y a mi Maite unas cucharillas que colecciona y otras cosas, todos me recibieron con exultante alegría, a veces pienso que es por los regalos, pero en fin los niños son así. Tarde en la noche al acostarnos con Maite ella me interrogó de todos los detalles, incluso le dije de mi idea de tener a Mary y sus hijas en nuestro techo a lo cual Maite me dijo:

  • ¡Ostias!!!... Parece que mi primita te dejó maravillado.
  • Tal vez un poco, ella siempre la he encontrado muy maja.
  • Afortunadamente para ti, yo también, no me molestaría que viviera con nosotros, claro que siendo yo tu amante principal.
  • Eso sería sin dudarlo, acepté.
  • Pero antes de ver ese asunto debemos ver nuestros siguientes movimientos.
  • Estoy de acuerdo, además que estamos empatados con Andrés.
  • Pero ahora hazme el amor mi amito pardillo, me dijo, que estoy caliente desde que te follaste a Mary ante mis ojos, jejeje
  • Encantado amada mía, jejeje

Pasamos la noche recorriendo nuestros cuerpos con pasión, no hubo ninguna parte de mi Maite vedada para mí, su obsesión y calentura por lo acontecido con Mary fue tal que me pidió que repitiera todo, que la “follara como a ella”, tal como lo había hecho con su prima preferida. Así, lo hice, demás está decir que nos pasamos la noche de lo más movida, siendo una sesión maravillosa de sexo, con la sola excepción de que al terminar me pegó en el brazo con algo de furia diciéndome:

  • ¡Dime que no le hiciste el amor pardillo cabrón!!!.
  • ¿¡¡¡Qué!!!?
  • Lo que me hiciste a mí y a ella fue hacer el amor….. ¿estás enamorado de ella?
  • La mujer que amo eres tú Maite, a las otras las puedo desear, querer de alguna forma, pero solo te amo a ti.
  • Te salvaste, pero te advierto, si te enamoras de ella te corto los cojones. Entendido.
  • Sí totalmente.

Continuará.

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