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Como cambió Mi Vida: Capítulo 8

en Grandes Relatos

Capítulo 8: Consolando a Doña Montserrat y aclarando las relaciones en casa.

Salí luego de llamar a mamá y avisarle mis intenciones, pero en vez de ir al Dojo a ver a mi único amigo, decidí ir a visitar a doña Montserrat, ya que su hija no iba a estar en casa, apostando a verme a solas con ella y bajar la calentura que persistía desde el altercado con Ani, creía que podía involucrarme con ella, pues no me podían castigar dos veces por el mismo crimen, eso lo leí en alguna parte, ¡estoy seguro! Una vez en el lugar toqué el timbre y para mi asombro salió un hombre de unos 45 años y me dijo:

  • Padre de Montse: ¿Si que deseas?, me preguntó el padre de Montse y el marido de doña Montserrat.
  • Claudio: Ehh…vengo a ver a Montse dije como escusa.
  • Padre de Montse: No está, ¿quién eres para decirle cuando vuelva?
  • Doña Montserrat: Hola Claudio, ¿cómo estás?, pasa a servirte un refresco que hace mucho calor ahí afuera, dijo apareciendo detrás de su marido.
  • Padre de Montse: ¿Lo conoces?
  • Doña Montserrat: Sí querido, deja pasar al joven que es el hermano de Juan el novio de Montse.
  • Padre de Montse: Si entiendo… pasa.

Una vez adentro me hacen pasar a la cocina, donde doña Montserrat le dice a su marido:

  • Doña Montserrat: Querido termina de leer tú periódico en la sala que ya te llevo un refresco.
  • Padre de Montse: Gracias querida, eh tú ayuda a mi esposa, me dice sonriendo el esposo de doña Montserrat.
  • Claudio: Por supuesto señor.
  • Doña Montserrat: Ay hombre deja al chico tranquilo que es solo un amigo de tu hija.
  • Padre de Montse: Pero es el hermano de su novio….
  • Doña Montserrat: Ya sal de aquí, a la sala y no regreses.

Luego de salir su esposo, doña Montserrat, se vuelve y me encara diciéndome en voz baja:

  • Doña Montserrat: ¿Qué haces aquí?, no te dije que yo te llamaría cuando pudieses venir
  • Claudio: Es que como Montse salió con mis parientes, yo pensé que estarías sola y necesitando compañía.
  • Doña Montserrat: Pues ya puedes ver que está mi marido que regresó de su viaje.
  • Claudio: Perdone doña Montserrat, no lo haré más y me iré de inmediato.
  • Doña Montserrat: No, tómate el refresco antes.

Me acerqué y le di un beso el que sorprendió a doña Montserrat que intentó sin mucha fuerza resistir mi sorpresivo asedio, luego la miré a los ojos y ella me dijo:

  • Doña Montserrat: ¿Qué haces?, nos puede sorprender, dijo en voz baja, espera aquí, le iré a dejar el refresco a mi marido.
  • Claudio: Está bien.

Al cabo de un rato, volvió doña Montserrat y acercándose a mí me besa, fue un beso tórrido, introduciendo su lengua en mi boca sin ninguna timidez; al sentir su pasión, reaccioné tomándola por su delicioso culo apretándola contra mí, iniciando un intenso morreo, mi temperatura que ya era alta, se elevó aún más y le levanté el vestido para meter mis manos bajo sus bragas, quería tocarle la suave pie de los maravillosos cachetes de su mágico culo, ¡que curvas posee doña Montserrat!

  • Doña Montserrat: Para, para, para, que nos puede sorprender, me dice aún pegada a mí.
  • Claudio: ¿No está leyendo el diario en vez de hacerte el amor?
  • Doña Montserrat: Aún así, el está en el otro cuarto y puede sorprendernos.
  • Claudio: La volví a besar bajándole las bragas hasta las rodillas y le digo; sácatelas.

Ella me obedeció y se las sacó con algo de apuro y temor a ser descubierta, las tomé metiéndolas en el bolsillo de mi pantalón, ella sonrió pícaramente y continuamos el morreo, mis manos recorrían su culo amasándoselo, mientras le pegaba mi verga contra su delicioso coñito, no contento con eso, subí mis manos para sobarle las exquisitas tetas por sobre el vestido y le dije:

  • Claudio: Sácate el sujetador
  • Doña Montserrat: Estás loco ya te pasé mis bragas, se me notarán las tetas si me saco el sujetador.
  • Claudio: Eso quiero,…quiero que se te noten los pezones y tus gloriosas tetas mientras te paseas delante de tu marido y yo te miro a la cara.
  • Doña Montserrat: Eres un guarro, degenerado y cochino, me respondió desabrochándose el sujetador y sacándoselo con el vestido aún puesto.
  • Claudio: Así,… muy bien, le digo masajeándole las tetas sobre el vestido notando como crecen sus pezones, los que se le erizan como escarpias. Bien vamos.
  • Doña Montserrat: Querido te venimos a acompañar mientras nos tomamos el refresco, le dice doña Montserrat a su marido.
  • Padre de Montse: Solo por un rato, ya que quiero pasar por la oficina para ver como están las cosas después de tan largo viaje.
  • Doña Montserrat: ¿Pero si recién llegaste, no puedes esperar a mañana?
  • Padre de Montse: Solo iré un rato, regresaré en un par de horas; además, te dejo en buena compañía, levantándose para marcharse.
  • Doña Montserrat: ¿Quieres algo más antes de salir querido?
  • Padre de Montse: Mmm, sí, me apetece un café con galletas cariño.
  • Doña Montserrat: Encantada, pero debo calentar agua; me acompañas Claudio que quiero saber más de tu hermano.
  • Padre de Montse: Deja de interrogar tanto al chico, que se te va aburrir y no querrá regresar nunca más.
  • Doña Montserrat: Dudo que se aburra, y si querrá regresar a ver a su amiga, además no lo estoy interrogando, solo conversamos, dijo doña Montserrat con cierta ironía y sarcasmo.

Nuevamente en la cocina con doña Montserrat colocamos agua en el hervidor y ella la pone a calentar mientras me agacho detrás de ella y le paso la lengua por el canal que forman los cachetes del culo hasta llagar al ojete donde me detengo, paralelamente acaricio las piernas y le sobo el hermoso culo, aplicando todos mis conocimientos para calentar a una hembra, ella nota mi pasión, respondiendo con profundos suspiros y en un susurro me dice;

  • Doña Montserrat: No hagas eso que nos pueden pillar…ay Dios no lo hagas que es peligroso
  • Claudio: Es que tu culito es maravilloso, contesté dándole besos y lamidas a cada cachete del culo de mi Montserrat.
  • Doña Montserrat: Mmmmm….Tengo que preparar la tasa para servir el café y sacar las galletas, piedad por favor.
  • Claudio: Bueno digo levantándome cuando desde la sala su marido grita.
  • Padre de Montse: Te falta mucho querida.
  • Doña Montserrat: Solo que hierva el agua en unos pocos minutos cielo, contestó con el corazón desbocado por el susto.

La situación me pone muy morboso y como si no hubiese nadie me coloco detrás de doña Montserrat que está ocupada con los preparativos para su marido, me saco la verga con calma, la ensalivo con dedicación y parsimonia, luego se la meto por el culo a mi infiel amante. Ella da un respingo y le dice en voz baja:

  • Doña Montserrat: Ayyy…que me haces, mi marido está a solo pasos de aquí ufff.
  • Claudio: Nada que no te guste, contesté, iniciando un mete saca mientras le comienzo a “dedear” en el clítoris.
  • Doña Montserrat: Ufff….se más suave si no voy a gritar y nos descubrirán.
  • Claudio: Bien, mi querida Montserrat.

Cuando el pito de la tetera comienza a sonar, le saque mi verga del hermoso culo y a doña Montserrat me dice:

  • Doña Montserrat: Para que ya está listo, no podemos demorar.
  • Claudio: Te ayudo en otra cosa querida.
  • Doña Montserrat: No creo, ya me has ayudado bastante, me dice sirviendo el café y llevando las galletas a su marido en una bandeja
  • Doña Montserrat: Aquí están cariño, le dice doña Montserrat.
  • Padre de Montse: Gracias querida, no sé qué haría sin ti.

Todos nos sentamos y comentamos cosas sobre Montse y Juan, además de las preguntas sobre mis estudios y que quería ser en el futuro. Creo que llevamos una conversación bastante amena hasta que el marido de Montserrat decide marcharse. Una vez en la puerta de casa, doña Montserrat y yo nos despedimos del esposo, mientras subrepticiamente le agarro el culo a doña Montserrat, la que se despedía con el típico adiós con la mano destinado a su “maridito”, una vez cerrada la puerta, volví a besarla con renovada pasión, ella suspira y se deja hacer.

  • Doña Montserrat: Eres un bribón guarro, mira tú que agarrarme el culo delante de mi marido.
  • Claudio: Es que está muy bueno, pero la pregunta del millón
  • Doña Montserrat: ¿Cuál?
  • Claudio: ¿Te gustó?
  • Doña Montserrat: Sí, fue muy morboso, pensaba que en cualquier momento se daba cuenta.

Continué besándola y le desabroche el vestido dejándolo caer al suelo para comerle las benditas tetas, mientras hacía eso, ella hacía un gran esfuerzo por sacarme la verga, la que ya en todo su esplendor estaba más que dispuesta a cubrir sus necesidades. Comencé a pasarela por la rajita del coñito; a lo que doña Montserrat ya muy caliente desde que la había enculado estando su marido a unos pocos pasos, quería tenerla adentro de ella. Doña Montserrat estaba como poseída de la lujuria, solo se dejaba hacer, pronto comenzó a pedirme que la envergara.

  • Doña Montserrat: Me siento muy caliente, creo que soy muy puta. Por favor métemela en el coñito que tengo deseo de ti.
  • Claudio: Bueno límpiame la verga y vamos al sofá para estar más cómodos.
  • Doña Montserrat: Pásame mis bragas.
  • Claudio: No entiendo para qué, pero toma aquí están.

Doña Montserrat, escupió sobre mi erecta verga y la limpió con sus bragas, luego se sentó en el sofá, me tomó del culo para meterse la verga casi completa en la boca, iniciando una mamada con más pasión que técnica, todo con el fin de dejar al “amiguito” muy limpio

  • Claudio: Maravilloso, ahora te la voy a meter en el coño.
  • Doña Montserrat: Siéntate para montarte y me puedas comer las tetas
  • Claudio: Muy bien, ahí va.

Sin más dilación, le introduje mi verga de un solo envión, cuando llegué hasta el fondo del coñito de doña Montserrat, aunque creo que ella fue la que se envergó en realidad, al sentirse llena de mí, solo atina a gemir apretando su pecho contra mi cara, casi asfixiándome, al intentar respirar se dio cuenta de mi pequeña dificultad, cuando me soltó un poco, inicié un frenético mete saca. Saboreaba el exquisito cuerpo tanto con mi boca como con mis manos; doña Montserrat, gritaba como nunca animándome para hacerla correrse. Estaba totalmente frenética, sus palabras ya no eran las gentiles y educadas que pronunciaba delante de su familia o conocidos, ahora eran mucho más atrevidas, a sus gritos unió sus caricias en mi pecho y la solicitud de que la tomara por el culo para profundizar mis estocadas, de alguna manera intenta tomar el control de la situación, marcándome el ritmo de las penetraciones; de pronto me pide que le coma las tetas más fuerte y le chupe los pezones fiereza. La mujer de refinados modales y suave trato quería que la tratara más duro, debo confesar que no tenía tanta experiencia como para saber cómo tratarla, no me esperaba el salvajismo que me pedía; intenté ser lo más rudo posible y satisfacer sus necesidades aplicando mis rudimentarios conocimientos, a pesar de lo salvaje de los movimientos de doña Montserrat estaba eufórica, tanta era su energía que tenía que afirmarla de donde podía para que mi verga no se saliera por los violentos rebotes que daba, esta desconocida versión de doña Montserrat, era la más puta de todas, solo se calmó cuando llegó a alcanzar el anhelado orgasmo que buscaba, no sé si fue uno largo o varios seguidos, pero su coño ordeñaba mi verga en trenes de contracciones vaginales, casi al final solté toda mi simiente en su interior, ni siquiera me pregunté si era bueno o malo hacerlo así. Ambos quedamos derrengados en el sofá, ella no se salió de encima de mí, de hecho quedo a horcajadas, por lo que sentía como su corrida llegaba a mi ingle y resbalaba por mis piernas, comencé a acariciar su pelo y darle besos en su oreja y cabeza, ella respiraba agitada y suspiraba de vez en cuando hasta que me dice al oído:

  • Doña Montserrat: No sé porque me vuelves loca y me dejo que hagas lo que quieres conmigo.
  • Claudio: Será porque soy simpático y un ameno conversador, dije sonriendo mientras jugaba con uno de sus pezones.
  • Doña Montserrat: Jajaja,…sí, eso mismo, dijo besándome.
  • Claudio: Creo que nos falta algo importante.
  • Doña Montserrat: ¿Qué cosa?
  • Claudio: Ya verás….siéntate a mi lado

Me incorporé sentándola en el sofá y parándome a su lado comencé a pasarle mi semi-erecta verga por la cara, ella me miraba incrédula, primero las orejas, luego los ojos, sin olvidar su nariz y la boca dejando que la saboree unos instantes, para luego bajarla hasta sus tetas; a esas alturas ya tenía mi verga totalmente dura. Nuevamente estaba que hervía de lujuria, continué pasándosela por toda las enormes masas de carne, apretando mi glande contra cada pezón, ella le daba lametones a mi verga, por lo que la puse en el seno de sus tetas, encerrándola para iniciar una cubana que dejé inconclusa para recorrer su ombligo donde me deleité al ver su cara como mientras miraba a mi amiguito. Doña Montserrat era toda lujuria y deseo, la tenía como quería, ¡muy caliente!

  • Claudio: Montserrat ponte en cuatro para finalizar lo que dejamos inconcluso en la cocina, espera que me pondré un condón.
  • Doña Montserrat: Sin condón esta vez quiero sentirla por completo en mi culo.
  • Claudio: Okey, pero no te acostumbres
  • Doña Montserrat: No, no me acostumbraré.
  • Claudio: Eres una mentirosa.
  • Doña Montserrat: Veras que no soy fácil de acostumbrar, me tienes que dar muchas veces…..¡mmmmm ahhhhh!

Le puse mi verga a la entrada del anito, y en un movimiento lento pero continuo se la metí, ella suspiraba y gemía, podía sentir como entraba mi amiguito descubierto centímetro a centímetro por su orto, hasta a tocar con mi ingle los gloriosos cachetes de Montserrat, ¡era estar en la gloria!, su anito era cálido y estrecho, lo sentía apretar mi verga como su fuera una prensa con forma de mi verga; una vez acostumbrado inicié nuevamente un lento mete saca, tomándola de las caderas sin dejar de masajear su culo de vez en cuando; no podía dejar de pensar en lo maravilloso que era su culo y lo estrecho que sentía su orto, ¡mmmm que placer me causaba! , luego de un buen rato, ya no podía más y por primera vez me corrí gritando a los cuatro vientos, creo que le llené el delicioso ojete con mi leche.

  • Doña Montserrat: ¿Como estuvo tú corrida campeón?
  • Claudio: Muy buena pero no te corriste conmigo.
  • Doña Montserrat: Esta vez no alcancé, pero me alegra que la hayas disfrutado, es un regalo mío, en compensación a lo que me has dado estos días.
  • Claudio: Solo te he dado por el culo, dije intentando bromear, pero cuando quieras te haré otro regalito.
  • Doña Montserrat: Jajaja,…pero que bruto eres, me refiero a que necesitaba sexo y tú no solo me lo diste, sino que descubriste el buen sexo para mí.
  • Claudio: Bien ahora el regalito

Me senté en el suelo entre las piernas de doña Montserrat que aún está en cuatro patas y tomándole los dos cachetes del culo inicié una profunda comida de coño que la hace delirar, si antes estaba caliente ahora estaba que se derretía. Pronto doña Montserrat inició un movimiento pélvico que simula el coito y deja que mi lengua se adentre en su rajita y tome el control de su clítoris, como nunca pensé que fuera posible, ella no solo gemía, si no que volvía a decir palabras soeces y cachondas, pasado unos pocos minutos, volvió a estallar en un nuevo orgasmo, más intenso si eso fuese posible.

Algo más tarde ambos nos duchamos entre caricias sin repetir nada carnal, realmente estábamos satisfechos de sexo y caricias, claro que debo confesar que no me cansaba de contemplar lo bella que es doña Montserrat, pero la prudencia la llamó a terreno y me dijo que debía de irme, de otra forma deberíamos explicar lo inexplicable, a la salida nos dimos unos cuantos besos de despedida, nuevamente debo confesar que ella embriagaba mis sentidos y mi locura por ella me impedía marchar a casa; finalmente salí en medio de risas y cariñosos empujones. Llegando a mi casa al atardecer, aún recordando mi recorrido por todos los agujeros del cuerpo de doña Montserrat.

Al llegar, descubrí que mis parientes aun no estaban en casa, por lo que me dediqué a ver televisión, en todo caso de haber estado ellas en casa, pensaba que no las podría haber atacado a ninguna, ya que me encontraba totalmente agotado. Casi al anochecer, o sea bastante más tarde, todas ellas fueron llegando y nos juntamos a cenar, las miradas de mis chicas o sea Isa y Ani eran de una indisimulada indiferencia, en tanto tía Dani y mamá si bien estaban cansadas, comenzaron a conversar animadamente de lo hecho en el día, hasta que de pronto Ani suelta:

  • Ani: Claudio me ha confesado que se las está “Tirando”
  • Dani: ¡Qué dices niña!
  • Ani: Que Isa y yo sabemos que Claudio ha tenido sexo contigo mamá y con tía Julia.
  • Dani: Es que…intenta contestar.
  • Claudio: ¡Pero que dices¡ ¿Cómo le hablas así a tu madre?
  • Ani: Con la verdad.
  • Isa: Sí, que has tenido sexo con ambas ¿o crees que eso no debiésemos discutirlo? dijo con gran naturalidad.
  • Julia: Pero…que vergüenza.
  • Isa: Será una vergüenza pero debemos discutirlo mamá.
  • Dani: Si creo que debemos discutirlo.
  • Ani: Si, y debemos ser sinceros, no como tu mamá, que sabías que Claudio era mi casi novio, y te lo “tiras” en casa como si nada.
  • Dani: Hija nunca fue mi intención, fue antes desaberlo….me sentía
  • Ani: ¿Caliente?,… ¿muy necesitada de verga?
  • Claudio: Cállate Ani, yo la tenté y si quieres ser mi novia, tienes que aceptar que yo soy fogoso y continuaré haciendo esto con todas.
  • Ani: No me callaré y quiero que se aclare esta situación.
  • Julia: Ani, cálmate veamos cómo podemos arreglar todo.
  • Claudio: No las ataques, ellas no son culpables, el único culpable…..
  • Ani: Yo no te culpo solo a ti Claudio, ni a mamá o Julia, por lo que no digas nada, como tampoco tu mamá, ni tía tú Julia. Creo que Isa y yo lo entendemos y no tenemos nada que reprocharles, aun que me hubiese gustado que me lo dijeras cuando te confesé que estaba enamorada de esta pardillo degenerado dijo Ani mirándome.
  • Julia: Déjanos explicarte, intentó decir mamá.
  • Isa: Mamá no tienes nada que explicar, es más, nos alegra que las haga felices a ambas, pues se les ve contentas y animadas.
  • Ani: Sí, lo único que queremos es un trato igualitario por parte de Claudio, para que nos desvirgue a Isa y a mí, y luego todas podamos disfrutar de él.
  • Dani y Julia: ¡¿Eso quieren?!, dijeron casi al unísono
  • Isa: Si eso queremos. Si ustedes tiran con él, nosotras también.
  • Dani: Pero son vírgenes, ¿no quieren esperar al indicado?
  • Isa: Claudio es el indicado.
  • Dani: Bueno si así lo quieren yo estoy de acuerdo, ¿no sé tú Julia?
  • Julia: Bueno… creo que es justo y no puedo oponerme, solo resta preguntarle al afectado.
  • Claudio: Para mí no es problema, si me tienen paciencia y no muero en el intento.
  • Isa: Claro podemos turnarnos para no agotarte demasiado, dijo con toda soltura.
  • Ani: ¿Pero qué pasará con la madre de Montserrat? me preguntó.
  • Julia: ¡La madre de Montserrat también!, Jesús Santo!!!
  • Ani: Si también.
  • Dani: Jajaja….tenemos un sátiro en casa.
  • Julia: Creo que si puedes con todas nosotras y con ella también, no podemos negarnos a que sea feliz
  • Claudio: Las tendré a todas locas por mi amiguito dije con indisimulada vanidad
  • Isa: No te creo.
    • Claudio: Isa, debes creer lo que escuchaste, pues continuaré tirándomelas cuantas veces pueda, a las cinco.
    • Ani: Lo veo imposible, somos mucha carne para tan poco gato, jajaja
    • Claudio: Hoy mismo lo haré contigo e Isa, ya que ustedes serán mis novias, tú la oficial e Isa por ser mi hermana la no oficial.
    • Ani: ¿Estás loco?, ¿te crees capaz?
    • Claudio: No estoy loco y sí me creo capaz y para demostrártelo quiero hacerte mía hoy mismo, luego de haberme tirado a la mamá de Montse hasta por las orejas esta misma tarde, dije algo picado mi amor propio.
    • Ani: Aún no te he perdonado, ¿cómo lo harías? ¿me vas a violar?
    • Claudio: Bueno no quiero ser violento contigo en tu primera vez y si no quieres, solo lo haré con Isa.
    • Ani: ¿Quién dijo que no quiero?
    • Isa: Y quién dijo que yo quiero
    • Claudio: Para no dar más rodeos y ser más claro, quiero que vayas al dormitorio de tu madre; te pongas linda por que hoy poseeré tu virginidad, de otra forma, no seré tu novio y solo serás mi prima.
    • Claudio: En cuanto a ti Isa, una vez que termine de desvirgar a Ani, iré por ti para hacer lo mismo.
    • Claudio: En cuanto a ustedes, dije mirando a Dani y mamá, acuéstense en las camas que están libres y mañana todos hablaremos de los turnos y demás temas que tenemos que coordinar, ¿está claro?
    • Julia y Dani: Si, dijeron las mayores, bastante sorprendidas por mis órdenes.
    • Claudio: ¿Y ustedes que están esperando? les dije a Isa y Ani.

Las dos aludidas, se levantaron con risitas y salieron de la sala hablando algo que no les escuché. Al rato y aun con la adrenalina a tope, pensé en lo sucedido, con la esperanza de poder controlar la situación sin provocar un quiebre familiar o mi colapso físico y mental, nunca había sopesado la tremenda empresa que debía encarar. Cuando estaba aun cavilando acerca de mis alternativas, se asomaron Ani e Isa, diciéndome:

  • Isa: ¿Puede ser que estemos las dos cuando procedas a desvirgarnos?, dijo girándose para mostrar los atuendos que vestían ambas.
  • Ani: ¿Qué te parece nuestras picardías?
  • Claudio: Si por supuesto….y se ven preciosas.

Solo puedo decir que quedé impactado por la belleza de mis chicas, ambas vestían traslúcidos “baby-doll” que resaltaban sus hermosos cuerpos y dejaban contemplar lo rotundo y maravillosos que eran sus partes privadas, de solo verlas deseaba poseerlas.

  • Ani: Me los pasó mi madre, para que nuestra primera noche contigo fuera especial.
  • Isa: A mí también.
  • Claudio: Muy buena elección, entonces “vamos a lo que vinimos”.

Así mis dos chicas entraron al cuarto de Dani, seguidas por mí, que las admiraba lo linda y atractivas que se veían en los “baby-doll” que vestían, especialmente el culo de Ani que era un exquisito manjar. Una vez en el interior las detuve y comencé a besarlas alternadamente, amasándoles el culo y atrayéndolas a mí, pegando sus coñitos a mis caderas, además alternaba mis caricias con todas las partes de sus angelicales cuerpos que estaba a mi alcance; las espaldas, sus tetas, las conchitas, su pero, ¡o sea todo!!! Ellas se dejaban toquetear y sobar, haciendo lo propio conmigo, nos comenzamos a desnudar, ellas se ayudaron para sacarme mi camiseta y pantalones, para luego liberar mi “amiguito”, yo les solté los sujetadores liberando sus tetas juntándolas para comerlas, en ese momento ellas dedicaron sus caricias a mi entrepiernas sobándome con pasión, especialmente a mi verga que dejaron dura como el hierro, cualquiera podría haber pensado que era imposible por haber tenido sexo solo unas pocas horas atrás con doña Montserrat, pero mi mundo había cambiado y mi edad junto a la belleza de mis chicas lo hacía posible. Con el mayor entusiasmo, comencé a masturbarlas frotándoles el coñito dedicando especial interés al clítoris los que con mis dedos humedecidos por mi saliva y el abundante flujo vaginal que comenzaba lubricarlas, ocasionaba profundos suspiros y largas gemidos, solo puedo decir ¡qué gusto!!! En esos instantes de sublime placer pensaba ¿Cómo podía ser que el hasta hace solo un mes fuese un pardillo, hoy fuera casi un profesional del sexo?, ¿Cómo podía calentarlas tan rápido?, ¿sería que tenía un instinto de reproducción híper-desarrollado en mi? .En fin, ellas estaban en el cielo disfrutando de cómo las acariciaba y las llevaba al edén del sexo.

Luego de un rato, acosté a Isa en la cama, y le dije a Ani que le chupara el coñito, viendo esta sensual y caliente exhibición, me acomodé para chuparle el coñito a Ani, mis dos chicas en todo momento se dejaban hacer y siguieron mis instrucciones sin ninguna oposición; aun cuando nunca habían hecho tal cosa, claro que pude notar que Isa sentía algo de rechazo por lo indicado, pero al rato, bajo el continuo aunque inexperto trabajo de Ani, comenzó a sentirse en las nubes, lo sabía por sus interminables gemidos y suspiros. Ani por su parte aprendía de mí el arte de la comida de coño, no soy el mejor maestro pero cada cosa que yo hacía se lo aplicaba a Isa con gran esmero, buscando darle las mismas sensaciones que sentía y que la tenían al borde del orgasmo:

  • Ani: ¿Ay Isa te hice daño?, te sale algo de sangre de tu coño
  • Isa: Ehh, no, es que…yo aún estoy con algo de regla, no sigas creo que no es grato comer los resto de mi regla…..que vergüenza
  • Ani: Pero primita, hay cariño y espacio para las dos, además de que no me da asco y tu conchita está muy buena
  • Isa: Claudio no es que no quiera, pero creo que Ani se merece que consumes a solas tu amor por ella, por lo tanto disfrútenlo y tengan una buena noche.
  • Ani: ¿Te vas?
  • Isa: Tranquila, ya me tocará a mí, dijo retirándose.

Ante tal declaración no forcé la situación y continué con la “delicada” tarea de sacarle un orgasmo a Ani, finalmente lo conseguí después de besar y chupar sus labios mayores mientras “dedeaba” su clítoris, Ani solo suspiraba y gemía hasta que se corrió gritando mi nombre.

  • Ani: Por favor métemela que ardo en deseos de sentirte adentro.
  • Claudio: Espera que me pongo un condón.
  • Ani: No es necesario, estoy tomado anticonceptivos que me dio Isa desde que partimos con nuestros jueguitos, métemela sin protección me dijo como una gatita en celo.
  • Claudio: En ese caso separa bien las piernas que te voy a penetrar.
  • Ani: Se buenito conmigo.

Efectivamente así lo hice, la penetré como si ella fuera el ser más delicado del mundo, pasando a llevar su himen en un movimiento delicado pero continuo, vi su mueca de dolor, pero acto seguido me sonrió, seguí la penetración hasta el fondo llenándola de verga, comenzó a suspirar y a agitar su respiración mientras iniciaba un suave mete saca, le besé cada ojo y luego en la boca con dulzura, todo esto hizo que Ani que ya estaba muy caliente y llena de su flujo vaginal de la corrida anterior, gritara en voz baja diciendo:

  • Ani: Ahhh, te amo Claudito, ahhh
  • Claudio: Te hice daño Ani.
  • Ani: Nooo solo me dolió un poco, pero sigue así….sigue…mmmm.
  • Claudio: Que delicia mi amor, eres la mujer más linda del mundo.
  • Ani: Dame más, sigue… mentirosoooo.

Mi calentura y sus gemidos y caricias me incitaron a que acelerara mi mete saca que sin llegar a ser furibundo, era intenso, sin pausas, buscando despertar las sensaciones más profundas de mi juvenil novia, mi verga llenaba totalmente el apretado coñito de Ani, que ya no se quejaba y podía notar en sus reacciones que cada vez se acercaba más al ansiado orgasmo.

  • Ani: Que delicia mi amor, dame más quiero más, como eres de rico…mmm.
  • Claudio: Si mi corazón, quiero que vayamos juntos al cielo, respondía con pasión.

No sé cuanto rato duró, pero sé que fueron largos minutos de pasión, que para ella solo fue solo un instante, su virginidad se fue acompañada de un anhelado y demoledor orgasmo, creo que para ambos fue mágico, llegamos a nuestras corridas casi al unísono, cosa extraña en mi, pues con las otras usualmente los alcanzaba después de hacerlas correrse, rara vez coincidíamos a plenitud. Mi explosión en su interior fue tremenda, sentía cada una de las espasmódicas convulsiones de su vagina, ella me ordeñaba mi amiguito sin parar, hasta dejarlo seco. Ambos nos quedamos abrazados laxos por el natural cansancio hasta quedarnos prontamente dormidos.

No sé qué hora sería, creo que cerca de la media noche, desperté sintiendo el hermoso cuerpo de Ani a mi lado, por lo que comencé a acariciarla por todas partes, dándole cientos de besos por todo su cuerpo mientras mi “Bella Durmiente”, seguía soñando con su amado, o sea yo, hasta que despertó sintiendo que mis caricias la elevaban hasta el cielo y la calentaban como si estuviera en el infierno, me sonrió aún entre sueños y respondió con gran pasión las caricias que le daba, subiendo su cuerpo sobre el mío, dispuesta a iniciar un nuevo encuentro, me besaba con pasión y pasaba su lengua por mi cara y los pezones de una forma que nunca nadie lo había hecho, debo confesar que era algo extraño para mí, pero a la vez muy excitante, luego colocándose a horcajadas sobre tomó mi enhiesta verga y me montó, se la metió completa y comenzó a cabalgarme, sorprendido le pregunté.

  • Claudio: ¿No te molesta tu conchita?
  • Ani: Algo, mmmm…pero sentirte dentro de mi es algo maravillosos, cercano a la gloria, es muy rico, ahhh.
  • Claudio: ¿Te está gustando Ani?
  • Ani: Mmmm….sí cada una de tus caricias me derriten y sentirte dentro es indescriptible, incluso cuando rompiste mi himen fue lindo, dolió pero lindo….mmm como me llenas….eres maravilloso, ahhh.
  • Claudio: Yo también lo he disfrutado mucho amorcito, sigue así que está muy bueno todo, le dije mientras le apretaba sus tetas y jugaba con los pezones que estaban tan erectos como mi verga.

Pasado algunos minutos Ani lanzó un gran alarido que no pudo contener y que anunciaba un orgasmo descomunal, yo seguí bombeándola, creo que le provoqué un verdadero enjambre de orgasmos como nunca ella había sentido en su vida, así fue que descubrimos que era multiorgásmica y yo por primera me asusté teniendo sexo, sus gemidos y suspiros eran desenfrenados, le miraba y le decía:

  • Claudio: ¿Estás bien corazón?
  • Ani: ¡Ahhh…ahhh, si….si….ahhhh!!!
  • Dani: Que te pasa entró diciendo Dani a su hija.
  • Claudio: Ehh…nada…..está bien.
  • Dani: ¡Como que está bien si sentí ese feroz grito!.
  • Ani: Ay mamá….ahh… que inoportuna…ahh, es-es-estoy en lo mejor de todo lo que he sentido en mi vida y ahh…. en..en-entras preguntando eso.
  • Dani: Pero es que el grito me despertó y pensé que algo les había pasado.
  • Julia: ¿Qué pasa? Entró preguntando mamá junto a Isabel.
  • Ani: Es que fue…, tremendo y…ahh…no me pude controlar, fue…todo y nada, solo que subí al cielo y ustedes me acaban de bajar de el.
  • Julia: Jajaja,…perdónanos…jajaja…es que tu grito en medio de la noche fue tremendo y pensamos que te estaban matando, jajaja….
  • Dani: Además quien va a pensar que están dale que suene a esta hora, jajaja.
  • Julia: Claudio se mas suave con ella y no la hagas gritar así.
  • Claudio: Pero mamá…yo no….
  • Isa: Tranquilo, jajaja….solo no la mates con tu verga, jajaja
  • Julia: Tranquilo solo es una broma de lo envidiosas que somos, ya que ninguna podía gritar así antes, siempre nos conteníamos…jejeje.
  • Dani: Bueno mañana nos cuentas todo Ani, jejeje
  • Julia: Si vamos a dormir y trátala bien hijo, que te tiene que durar toda tu vida.
  • Claudio: La he tratado como a una princesa mamá.
  • Julia: Si a nosotras nos puedes tratar como a reinas y a…
  • Dani: Ay Julia a nosotras nos puede tratar como las zorras que somos….Jajaja
  • Julia: Sí Dani, somos harto putas, jajaja, pero Claudito cuando te toque con Isabel la trataras como princesa, dijo mientras salieron del cuarto entre risas.
  • Ani: Ay qué vergüenza, ¿fui muy alharaca?
  • Claudio: Un poco pero como dijo mamá, es solo envidia.

Nos dormimos abrazados nuevamente, Ani estaba agotada y satisfecha de sus orgasmo múltiple, por lo que no supimos nada hasta la mañana siguiente, cuando aún medio dormido siento que se apoderan de mi verga, claro que como es habitual en mí, ya estaba erecta y dura como una roca, sentí como unos labios la rozan en el frenillo y la besan en la punta, no quería abrir mis ojos simulando estar dormido, todos mis sentidos estaban concentrados en mi glande, casi derramo lo poco de leche que me quedaba cuando Ani abre su boca y comienzan a envolverla con suavidad, alternando esta acción con lamidas al tronco de mi virilidad por toda su extensión, ¡qué delicia!!!, abro por fin los ojos y veo a mi amada que se dedica con pasión a mi amiguito, le acaricio el pelo y ella mirándome con ojos de gata en celo me dice:

  • Ani: ¿Te gusta mi dulce despertar?
  • Claudio: Mmm si corazón, ¿disfrutando de tu paleta?
  • Ani: Si amorcito, te estoy recompensando por una noche maravillosa.
  • Claudio: Gracias pero no es necesario, yo también tuve una noche maravillosa.
  • Ani: La verdad es que tenía deseos de tenerla toda para mí y pensé que te gustaría.
  • Claudio: Mmme encanta, sigue así

Continué acariciando la rubia cabeza de mi amada Ani, dejando entrever que ella me está haciendo una deliciosa mamada, de todo mi gusto y placer, a pesar de que se nota su inexperiencia en tales lides. Luego tomándola de la barbilla, le insinúo que se levante para besarla, ella obediente acerca su cara a la mía y tomándola por su lindo culo la aprieto contra mi pecho, puedo sentir como esas maravillosas tetas se arrastran por mi pecho, casi podría decir que sus duros pezones hacían verdaderos surcos de pasión sobre mí, era tal la sensaciones que vivían en ella, que sus vellitos se erizaba de los sensible que tenía cada centímetro de piel; luego acomodé mi verga en el espacio que forman las piernas y pubis de Ani, para continuar cepillando su rajita, lo que elevó nuestra temperatura, podía sentir su flujo vaginal que humedecía mi verga, hasta que Ani me dice:

  • Ani: Métemela.
  • Claudio: ¿Estás segura?, puede que te duela alguna parte por lo de ayer.
  • Ani: Estoy segura, métemela, quiero sentirla adentro.
  • Claudio: Ponte en la cama boca arriba y acomoda las almohadas bajo tu cola…. Bien ahora abre bien las piernas.
  • Ani: ¡Ahhh!!!.... dijo cuando le metí mi verga en un movimiento suave pero continuo  hasta llegar a topar con mis bolas en su culo.
  • Claudio: ¿Te dolió?
  • Ani: Mmmm….Noo, sigue, que está muy bueno
  • Claudio: Ahora veras lo que es bueno dije sabiendo que ella estaba totalmente entregada al placer que le daba, además con lo de anoche y la experiencia obtenida con mis otras tres amantes me creía el mejor amante del mundo.

Comencé un suave mete saca mientras le tomaba los tobillos para abrir más sus piernas quería que fuese el máximo posible, al verla con su carita de gatita caliente comencé a taladrarla con pasión, mientras sus ojos se encendían de una afiebrada lujuria, debo decir que Ani era un libro abierto que reflejaba sus emociones con claridad, su cara de goce y pasión eran un poema para mi alma, ¡que linda era!!! La maravillosa visión que tenía enfrente me alentó a poseer a Ani con mayor pasión si cabe, diciéndole a cada instante lo hermosa, maravillosa que era y lo bien que le hacía sentir a mi verga en su cálida conchita; solo quería fusionarme con mi prima para llegar a ser uno solo con ella. Tanta pasión nos llevó a los dos a un orgasmo espectacular, que se vio prolongado por la sucesión de orgasmos que alcanzaba Ani mientras yo derramaba mi leche en chorros espasmódicos en su interior. Tal fue la intensidad de aquello, que Ani volvió a gritar casi sin control mi nombre, pero a diferencia de lo acontecido en la media noche, ahora no apareció nadie en el cuarto de Dani, probablemente seguras de que nada grave acontecía.

Ambos nos duchamos juntos, estábamos tan agotados que si bien nos tocamos y acariciamos con dulzura durante todo el rato, nuestra pasión estaba agotada, no teníamos fuerza para un nuevo desafío, por lo que nos limitamos a disfrutar el mero contacto entre nosotros, no puedo soslayar que su piel es suave como la seda.

  • Ani: Claudio, a contar de ahora eres oficialmente mi novio, por lo que te deberás ir acostumbrando a tenerme cerca, me dijo Ani mientras me acariciaban.
  • Claudio: ¿Pero podré atender a las parientes? le pregunté casi con timidez.
  • Ani: Si tontito, como las voy a privar de que las hagas tan felices como a mí.
  • Claudio: En ese caso no tengo problemas dije distraídamente.

Salimos de la ducha y nos secamos mutuamente, los besos se sucedían pero nada más, una vez vestidos fuimos a la cocina a desayunar, pese a que no era muy tarde, nos encontramos con todas las parientes, que nos aplaudieron cuando entramos, diciéndonos:

  • Isa: Ani, no podemos negar que se divirtieron.
  • Julia: Si todas quedamos enteradas de que lo pasaron bien anoche y hoy en la mañana.
  • Isa: Como verán me despertaron y de hecho ya me levanté por causa de ustedes, dijo la que siempre había sido la más remolona de la familia.
  • Ani: Tendrán que acostúmbrate, pues cuando llego al cielo no me puedo controlar.
  • Julia: Así que ahora solo queda una virgen en la familia.
  • Ani: Si solo se considera las que estamos aquí es cierto, pero pueden ser dos, porque creo que Flo todavía lo es.
  • Claudio: Bueno eso tiene arreglo dije con una sonrisa, jejeje.
  • Isa: Jajaja,…recién te tiraste a Ani y ya piensas en Flo y en mí, dijo con una irreverencia desacostumbrada en ella.
  • Claudio: Nunca he dejado de pensar en ti Isa, a penas estés bien de tu periodo, te voy a dar hasta que grites igual que Ani, repliqué.
  • Isa: Eso está por verse…jejeje.
  • Ani: ¿Puedo mirar, y tal vez participar?, dijo con picardía.
  • Isa: No porque a la que le toca soy yo, los dejé tranquilos así que el siguiente turno es solo para mí.
  • Ani: Oye que eres mala conmigo, si no hubieses tenido la regla de seguro ahora no serías virgen.
  • Isa: Tienes razón, te dejaré participar un poco.
  • Julia: Hablando de turnos, creo que tenemos que decidir algo al respecto, acotó acostumbrada a administrar la empresa.
  • Dani: Es cierto, si no el muchacho y su amiguito pueden colapsar con tanta carne que tienen por delante, jajaja.
  • Julia: Yo propongo que de lunes a viernes nos atienda alternadamente a cada una de nosotras cuatro y si cuando llegue se nos une Flo, sería un día cada una en un calendario en que nos anotemos para no pelear, dijo con toda seriedad.
  • Claudio: Y ¿qué pasará con los sábados y domingos?, ¿me las podré tirar?
  • Ani: Eres un bruto, a nosotras nos haces el amor, a doña Montserrat te la tiras.
  • Dani: Sí, a nosotras nos haces el amor, aun que puede que de vez en cuando te pidamos que nos trates como putas, jejeje
  • Julia: Ay Dani, tu siempre tan irreverente, no somos tan putas, jajaja
  • Isa: Creo que eso quedará a tu criterio, si quieres hacerlo con alguna en especial, podrás hacerlo sin que le vaya a molestar a alguna de nosotras.
  • Claudio: ¿Y sí dentro de los días de la semana me quiero beneficiar a alguna más podré?
  • Julia: Siempre y cuando cumplas con tus obligaciones que son muy simples, tirarnos a todas por parejo, terminó diciendo.
  • Julia: ¿Estamos todos de acuerdo?, preguntó, asintiendo todos.
  • Ani: ¿A quién le toca hoy? preguntó con un lápiz y el calendario que había en la cocina.
  • Julia: A mí, dijo
  • Isa: Luego yo, que espero estar bien.
  • Dani: Luego yo y después tú Ani, para que descanses un poco.
  • Ani: Bueno ya estamos anotadas.
  • Ani: ¿Pero a qué hora lo haremos?
  • Claudio: A la hora que se de, o si no en la noche al acostarnos.
  • Julia me parece bien ¿y a ustedes?

Todas asintieron quedando el calendario a firme, el resto del día la familia siguió con sus actividades, unas trabajando, Isa entrenando y yo de paseo con Ani, la cual quería exhibirme a todo el mundo. Fue en este paseo que nos encontramos con Montse y Biocha

  • Ani: Hola chicas, les presento a mi novio.
  • Montse: ¿Novio? Pero si lo conocemos y es tu primo.
  • Ani: Pero ahora es mi novio.
  • Biocha: ¡En serio!!!
  • Ani: Si, es enserio. ¿Pero en que están ustedes ahora?
  • Montse: Pensábamos comprar un poco de lencería para nuestros novios ausentes.
  • Ani: ¿Desde cuándo tan liberales?, ¿le has dado la pasada a Francisco Biocha?
  • Biocha: No, pero nada es eterno.
  • Ani: ¿Qué les perece que vayamos juntas?
  • Montse: Pero qué buena idea, claro que podemos ir juntas.
  • Biocha: Pero Claudio se va aburrir.
  • Ani: No si lo entretenemos modelándole lo que compremos, respondió.
  • Biocha: ¿Y lo dejas que mire a otras chicas?
  • Ani: Claro, ya sabe lo que tiene en casa y creo que son pocas las que me pueden superar y siempre puedo cortarle su amiguito si me traiciona.
  • Claudio: Jajaja, esta conversación va por mal camino, mejor vamos.
  • Biocha: Jajaja, si vamos

 Continuará.....

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