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Dos Amigas Descontroladas

en Amor filial

Esta historia que voy a narrar, sucedió en la ciudad de Punta Cana, República Dominicana en el mes de mayo de 2.017.

A un reconocido hotel del lugar, más precisamente ubicado en la playa Cabeza de Toro, llegaron dos mujeres jóvenes, de treinta y tantos años, ambas de nacionalidad argentina. Una de ellas, Laura recientemente divorciada y con Florencia, su hija; la otra estaba soltera y de nombre Cristina.

Laura con un carácter muy simpático mediría 1,75 mts, de tez blanca, con una cabellera abundante de color rubia y ondulada que le llegaba a la mitad de su pequeña espalda, ojos claros, delgada, con un rostro muy bonito, labios carnosos, una cintura muy estrecha estrecha, un culo de campeonato y unas tetas operadas impresionantes de talla 120, redondas y turgentes que desafiaban la ley de gravedad y eran la atracción de la zona.

Cristina, de igual estatura que su amiga, pero con un pelo moreno y lacio hasta los hombros, ojos cafés, nariz respingada, tetas normales de talla 90, caderona, piernas prominentes, estaba divorciada desde hace años y posee un temperamento dominante.

Hacía más de un año que Laura había encontrado a su marido con otra mujer, ocasionándole una tremenda depresión porque estaba profundamente enamorada de él. Su amiga fue un pilar importante para que supere la pena de la separación y levante su autoestima le sugirió y convenció de hacerse una cirugía plástica para aumentar el tamaño de sus pequeños senos.

Con los implantes, no sólo cambió el aspecto físico de ella, sino también su carácter, de ser una mujer normal y casi sumisa, se convirtió en una loba come hombres.

El viaje fue un regalo de Cristina para festejar que había salido una semana atrás el divorcio de Laura.

De ahora en adelante, para una mejor narrativa seguiré desarrollando la historia con los ojos de la pequeña Florencia.

Desde que mis papás se separaron, mi mamá se acercó mucho a Cristina y ella llenó la cabeza en contra de mi papá, siempre tenia algo nuevo contra él y si no era algo nuevo lo repetía. La verdad es que a mí no me caía nada bien ella y menos cuando la convenció de agrandarse los senos.

Cuando mami me contó que Cristina nos invitaba a ir 10 días a República Dominicana no me alegré para nada.

Debo decir que cuando llegamos a Punta Cana, quedé fascinada con el hotel y con las playas que eran fantásticas, llenas de palmeras, arena blanca, mar color esmeralda y sol a pleno.

Desde que llegamos, nos instalamos en la playa a tomar sol, mami y Cristina lo hacían en reposeras que ubicaron cerquita de la orilla del mar y a mi me dejaron en un camastro de playa que estaba resguardado del sol por una palapa.

Mamá me llenó de protector solar y me dijo que no me expusiera mucho al sol, que si deseaba beber algo se lo pida al valet de playa. Esto mucho no me gustó, yo pensé que ibamos a estar juntas pero ella me dejó medio de lado, pasaba más tiempo con su amiga que conmigo.

Cristina se había puesto una bikini de dos piezas, una tanga blanca con un corpiño sin tirantes color naranja. Cuando mamá se estaba probando trajes de baño se dió cuenta que todos le quedaban pequeños, porque eran los que usaba antes de los implantes mamarios, después de la cirugía se olvido de comprar nuevos, acordes al tamaño de sus senos.

Los sujetadores apenas le cubrían las tetas y no quería salir vestida así a la playa, decía que parecía una vedette. Cristina la tranquilizó y le dijo que no sea tonta, que le quedaban muy bien y que todos los hombres se la iban a querer comer con los ojos, que deje de ser la mojigata que fue cuando estaba casada porque los hombres no valoran ese tipo de mujeres y para muestra basta un botón, que recuerde como le fue con mi papá, que se marchó con la primer atorranta que se le cruzó.

Luego de mucho esfuerzo, mamá aceptó salir a la playa con una tanga tipo brasilera, que mostraba un pequeño triangulito en forma de “V” en la parte superior de sus glúteos, dejando la parte inferior completamente expuesta y un corpiño anudado en su cuello y espalda que era desbordado ampliamente por los voluminosos pechos, ambas piezas de color negro a lunares blancos.

Extrañamente a mami no le daba vergüenza exhibir su cola prácticamente desnuda, sino sus pechos, por ello salió envuelta con un pareo floreado, que la tapaba desde la altura de las axilas hasta la mitad de sus nalgas. Demás está decir que ni bien se acomodó en la reposera, dejó a un lado el pareo y tomó sol boca abajo; Pasaban los minutos y no se daba vuelta.

Por la playa pasaban constantemente vendedores ambulantes, todos negros y en su mayoría altos.

Uno de ellos vendía grandes caracoles marinos cantando “No money no horny, horny no phony” una y otra vez, provocando que no pase desapercibido. Y saludaba a los presentes de una manera graciosa “Whats up Jennifer López” a las mujeres y a los hombres “Whats up Ben Affleck”.

Me acerqué a mi mamá para alcanzarle una botella de agua fría que me había pedido y escuché a Cristina decirle:

- ¿Lau ya fijaste como te esta mirando ese negrazo?

- Siii… estaba mirando que tiene un aire a Neymar

- Ay nena… mirá que tenés cosas que mirarle y justo eso te vas a fijar?

- ¿Qué decís?

- Que de panza tiene una tabla de lavar y debajo de la bermuda parece que tiene un péndulo jajajaja

- ¿Te parece? jijijiji

- Me parece que si usa lo que tiene entre las piernas en lugar de caracoles, pesca tiburones jajaja

- Mirá que sos loca jajajaja

El tipo pasó cerca de ellas pero siguió su camino sin detenerse. Al rato largo mami tomó coraje y se dió vuelta para broncearse pareja, como el sol venía de frente, sus grandes y paradas tetas le hacían sombra en la cara y tubo que subir el respaldo para solucionarlo.

Ella se dió cuenta que atraía la mirada de todos los hombres y atinó a taparse con el pareo, pero su amiga le ganó de mano y lo alejó de su alcance.

- Ni se te ocurra nena, disfrutá que sos la protagonista de la playa.

No terminó de decir esto Cristina, que enseguida tenía al lado a Francisco, el valet de la playa preguntándole con cara de baboso a mamá si quería beber algo fresco. Ellas pidieron dos cervezas y un juguito para mí, y el chico fue corriendo a buscar el pedido.

- ¿Viste? Aprovechalas y usalas para conseguir lo que quieras, podés levantarte al tipo que quieras, recordá que las vacaciones no solamente son para tomar sol…

Los vendedores playeros se acercaban a mamá con la excusa de venderle desde excursiones hasta artesanías y la piropeaban de arriba abajo. Ella al principio se la notaba incómoda y los cortaba secamente, pero con el pasar de los minutos y de los vendedores, casi todos jóvenes, se fue soltando y hablaba algunos minutos con ellos y hasta bromeaba con algunos.

Como a la hora se escuchó de lejos “No money no horny...” y las dos recorrían con sus miradas la playa tratando de localizar al vendedor de caracoles. Un matrimonio a unos metros de donde estábamos nosotras lo llamaron para que les muestre su mercancía pero él al ver a mamá, los plantó y se acercó a ella diciendo:

- ¿Qué pasa mi reina? ¿Quieres ver lo que tengo?

Causando una risa nerviosa en las dos. Cristina le respondió:

- Lo que tenés parece que viene muuuuy bien…

- ¿Es que ustedes no están acostumbradas a ver estas cosas tan grandes?, ¿De dónde son?

- De Argentina

- Pues allá habrá cosas pequeñas, pero acá la naturaleza se porta bien con nosotros y nos lo da así de grandes… los caracoles

- Ahhh… ¿De caracoles estábamos hablando? jijiji

- Eres rápida chica, ¿Cómo te llamas?

- Cristina y mi amiga Laura

- Me parece que Laura habrá nacido acá, porque tiene unas bubis enormes jajajaja

Ese comentario hizo sonrojar a mamá y haciéndome una seña con un brazo me envió al camastro, no quería ella que yo escuche esa conversación de adultos. Hice que me alejaba pero permanecí a una distancia que me dejaba escuchar lo que decían.

Los otros dos continuaron hablando en doble sentido con la atenta atención de mi madre que no emitía palabra. En un momento el negro se sentó en la reposera a los pies de mi madre expresando:

- Disculpen pero es cansador esto de coger conchas… Uy, que descuido el mío, es cierto que ustedes los argentinos llaman concha a otra cosa jajaja… aunque las dos conchas al ser cogidas cansan jajajajaja…

- Pero una es más divertida que la otra… jijijiji

- Eso no te lo voy a negar jajajaja… ¿Tu amiga siempre es tan callada?

- No, es que la debes intimidar… ella estuvo casada años con un boludo importante y no esta acostumbrada a tener a su lado un hombre como vos…

- ¡¡¡¿¿¿Cristina, que decís???!!!

- Al fin te conozco la voz Laura, y es más linda que la de una sirena. El guardia del hotel me está haciendo señas que me vaya, a ellos no les gusta que nosotros nos quedemos hablando con ustedes mucho tiempo. ¿Ven esa lancha blanca con una franja negra y roja? (Dijo señalando al mulle que estaba al lado de nuestra playa, a unos 50 metros aproximadamente).

- Si, la vemos (Contestó Cristina).

- Esa es mi lancha, si quieren cuando cae el sol las llevo a recorrer las playas… a unos minutos de aquí está la Natural Beach que es una playa casi virgen muy bonita… las espero.

Sin esperar la respuesta de ellas, el negro se levantó para continuar la venta de los caracoles, pero al ponerse de pie fue muy evidente la tremenda erección que tenía, era como si guardara en las bermudas un tubo de pelotas de tenis, dejando boquiabiertas a mamá y a Cristina, también a las mujeres que estaba alrededor de ellas que inmediatamente le hacían señas al vendedor fingiendo que estaban interesadas en los caracoles.

El negro de cara era parecido a Neymar, pero su actitud y su aspecto no me gustaban, era muy alto, mediría casi 190 mts, muy musculoso, los abdominales se le marcaban, y en los brazos parecía que tenía rocas de tan duros y grandes que se veían, su piel era negra azabache y el blanco de sus dientes se destacaba, a pesar que le faltaban algunos. Pero vuelvo a decir que tenía algo que no sé describir, tal vez era su mirada, que me decía que le quería hacer daño a mamá y eso me causaba miedo.

En las horas que transcurrieron hasta que llegue la puesta de sol, ellas discutían si aceptar o no la invitación.

- ¿Lau por qué no querés ir? ¿Qué te da miedo?

- Que es un desconocido

- Pero si dijo que se llama Juan… alguien que te dice su nombre no es un desconocido…

- Vos sabes muy bien lo que quiero decir

- Pasa que estuviste mucho tiempo sin salir con nadie, ya es hora que te diviertas… además siempre tuvimos nosotras la fantasía de estar con un negro y este es el lugar ideal de cumplirla... ¿Por qué te pensás que elegí este lugar para venir de vacaciones? Ademas varias agencias te cobran u$s 50 el paseo en lancha para recorrer las playas, aceptemos la invitación que es gratis… nadie nos obliga a nada… vayamos y veamos que onda… a mí el negro me gusta, si a vos no te gusta, haceme compañía a mí…

- ¿Te gusta?

- Claro, si es un semental… pero no creo que se le haya puesto así de grande por mí… no dejaba de mirarte las gomas jajajajajaja

- Ufff, era enorme eso…

- Ahh turrita, te haces la mosca muerta pero bien que lo miraste, dejá de joder y vamos.

- ¿Vamos con Flopy?

- No sé… me parecé que no da… la podemos dejar acá en la playa al cuidado del valet, no creo que tardemos mucho.

Luego de la deliberación, mamá vino hacia mí, volviéndose a poner el pareo en el camino y me dijo:

- Flor, con la tía Cristina vamos a ir a dar una vueltita en lancha que nos invitaron…

- ¿Puedo ir mami?

- No mi amor, es muy peligroso, vos esperanos acá en el camastro y cuidá las cosas, Cristina fue a hablar con el valet para que te eche un ojo y cualquier cosa que necesites se la pidas, nosotras vamos y enseguida venimos, ¿Te parece mi corazoncito?

- Esta bien…

Sinceramente respondí a regañadientes.

Mientras caminaban hasta el muelle, a Cristina se la veía entusiasmada en cambio mi madre tenía cara de duda.

Tardaron en regresar casi una hora y me sorprendió observar a mamá sin el pareo y con una sonrisa dibujada en su rostro, además tenia un llamativo moretón sobre el seno izquierdo. Mientras Cristina se enderezaba la tanga mami me saludó:

- Hola amorcito ¿Cómo te portaste?

- Bien má…

- Por ser una nena tan buena te traje este hermoso caracol

- Gracias mami, pero ¿Qué te pasó en el pecho?

- Ehhh, me caí al agua y me mordió un pez…

- ¿Un pez? Una enorme anaconda negra le mordió la teta a tu mamá jajajajajaja (Dijo Cristina)

- ¿Hijita, te acordás que te mencioné que era peligroso pasear en lancha? Menos mal que no te dejé ir...

- Si nos asustó a nosotros la anaconda imaginate si la veía Flopy, iba a soñar con esa enorme cabeza hasta los 48 años jajajajaja

- Cris dejá de decir esas cosas frente a mi hija

- Pero si digo la verdad ¿O a caso no te asustaste cuando la sacó y viste esa cosa gigante con las venas gruesas y esa cabeza que parecía un hongo?.. aunque pensándolo bien vos Laura más que asustarte, te mojaste jajajaja

- Me mojé porque me caía al agua… (Me dijo mamá con ojos saltones y tapándole la boca a su amiga con una mano).

El resto de la tarde ellas estuvieron muy inquietas, como yo cuando al día siguiente tengo que rendir un examen al cual no estudié.

Nos hospedábamos en dos habitaciones contiguas unidas por una puerta que mamá dejaba abierta. A pesar que yo quería estar con mamá, me ubicaron en un cuarto y ellas permanecieron juntas en el otro con dos camas queen size. Por la noche, ya acostadas, desde mi camita individual las escuché murmurar y reírse hasta altas horas de la madrugada.

Al siguiente día nos levantamos muy temprano a desayunar para aprovechar la playa y pasadas las 10 hs volvimos a escuchar el cantito ♪♫♪...no money no horny, horny no phony...♫♫♪ y rápidamente mami sacó su rouge del bolso y se pintó nuevamente los labios y Cristina sacaba pecho y se acomodaba el cabello.

Cuando el negro ladino llegó hasta donde estábamos, ellas se levantaron de las reposeras y él sujetándolas por la cintura las saludó:

- Whats up Jennifer López and Christina Aguilera? The most horny and cute women on this beach…

El desgraciado se tomabaatribuciones que no le correspondía, no entendía como ellas se dejaban manosear por ese sucio hombre sin llamar a la seguridad de a playa.

Cuando esa bestia se percató de mi presencia, despegó sus cochinas manos del cuerpo de ellas y se sacó la tela bajo su gorra que le servía para cubrirse del sol; Pude darme cuenta que se trataba del pareo de mamá, el cual se llevó a su nariz y aspiró profundamente clavándole la mirada a mami:

- Tengo que seguir trabajando, pero si quieren nos vemos luego

- Dale, cuando caiga el sol te esperamos acá (dijo Cristina)

La tarde transcurrió entre tragos para ellas y jugos para mí, no me gustaba para nada la idea que volviera ese tipo a encontrarse con mamá.

Como a eso de las 17:00 hs Cristina dijo que mejor fuéramos a la piscina, mi alma dió un brinco de alegría ¿Acaso se habrían olvidado de la cita? Todo hacía parecer que si, nos acomodamos en unas reposeras que le daban sombras unas palmeras y al tiempo que la amiga de mamá tomaba sol, nosotras jugamos en la piscina. Cuando la puesta de sol estaba llegando, Cristina le dijo a mamá que fuera a la playa a ver a Neymar y que ella se quedaba a hacerme compañía.

Mamá agarró la toalla de playa y salió corriendo a la playa como si llegar tarde le significara media falta.

Yo quería salir de la piscina pero Cristina no me sacaba los ojos, no sé si para cuidarme o para que no me entrometiera en los asuntos de ellas.

Tuvieron que pasar más de 40 minutos para que mami regresara, se la veía contenta y ni bien se acercó hasta donde nos encontrábamos se puso a cuchichear con su amiga, como dos colegialas.

Lo único que pude escuchar es que luego de cenar se volverían a ver.

Ni bien subimos a nuestra habitación me mandaron a bañarme, al entrar al baño, abrí la ducha pero caminé hasta la puerta para pegar mi oreja y escuchar de que hablaban. Mamá le contaba a su amiga que arregló con el negro que antes de media noche se iban a encontrar en la playa cerca del muelle, la idea consistía en distraer al guardia de seguridad para poder introducirlo a Neymar al hotel para tomar unas copas y después ver.

Cristina estaba encantada con la idea, le sugirió a mamá que me acueste temprano, así podían bajar las dos para estar con el negro.

Obviamente luego de cenar volvimos a la habitación y fingiendo estar cansadas me acostaron en mi habitación y ellas cerraron la puerta que dividía nuestras habitación. Me hice la dormida y esperé a ver que pasaba.

Como a la hora, mami abrió la puerta para asegurarse que estaba dormida, se acercó a mi cama y me llamó por mi nombre, como no respondí, me besó en la frente y regresó a la habitación con su amiga para arreglarse, por suerte la puerta estaba entornada y me permitió espiar tomando los recaudos para que no me pescaran.

Cristina se vistió con unas bermudas muy ajustadas de color arena, una musculosa rosa de tirantes y havaianas, mami con un jeans tiro bajo gastado ajustado y una remera negra que a su amiga no le gustó para nada, se la hizo sacar al igual que el corpiño y le ordenó que se pusiera una blusa de manga larga tipo torera de hilo blanco abotonada por delante, que terminaba por arriba de su ombligo, como la prenda era de Cristina a mami no le cerraba, solo le abotonaba los dos botones inferiores, dejando a la vista un más que amplio escote, además llevaba sandalias veraniegas blancas con plataforma de corcho; Ambas estaban muy maquilladas y perfumadas, parecían dos come-hombres. Salieron sin hacer ruido.

A pesar de mis ganas de ir tras ellas, preferí quedarme en mi habitación.

Transcurrieron varias horas y estaba muy preocupadas por ellas, cuando creí que no pasarían en el hotel la noche, escuche risas estridentes en el pasillo, y reconocí a voz de mamá pidiendo silencio antes de abrir la puerta. Entorné casi cerrando la puerta que separaba nuestras habitaciones y volví a mi cama.

Se los escuchaba alegres y borrachos.

- Calma mis ladies que hay negrito para todas jajaja

- ¿Vas a poder con dos mujeres? Mirá que mi amiga desde que se separó no estuvo con nadie y tiene hambre acumulado jejejeje (dijo Cristina en referencia a mamá)

- Soy un semental, sólo con mi esposa tengo seis hijos… y con otras señoras algunos más jajajaja.

- Dejá de hablar y desnudate, no perdamos más tiempo que la tengo mojada.

- ¡¡¡Shhhhh!!! Por favor hablen bajo que mi hija está durmiendo.

A pesar de que me moría de ganas por ver que pasaba detrás de la puerta, me daba mucho miedo. Cuando las palabras callaron, los sonidos guturales tomaron su lugar.

Escuchaba besos sonoros, como chupones y lamentos (años más tarde supe que eran gemidos). Permanecí en mi cama hasta que escuché:

- ¡Ahhhhhh! Así negrito mío dame más que lo necesito… mmmm… ¿Te gustan mis tetas?.. son tuyas… comémelas… asiiiiiiiiiii

Esa voz era la de mi madre y eso fue lo que me hizo saltar de la cama, y cubierta por el manto de la obscuridad de mi habitación, asomarme por la puerta entornada.

No daba crédito a lo que mis ojos observaban, mamá estaba sentada sobre Neymar, ambos desnudos y enfrentados, las manos de ellas estaban apoyadas en los marcados hombros del negro y su torso inclinado para adelante de manera que sus tetas quedaban apoyadas en la cara de él, quien las mamaba desesperadamente como un becerro hambriento.

Cristina estaba sentada al lado de ellos pero del otro lado del sofá, mirándolos, también desnuda, con las piernas abiertas masturbándose con una de sus manos y con la otra sobándose los pechos. Con una de sus largas piernas pateó un flanco del torso masculino arias veces, logrando que el negro estire su brazo en dirección a ella y dos de sus huesudos dedos penetraran la vagina de ella.

Cada tanto sacaba sus empapados dedos y los chupaba, hasta que en una ocasión lo llevó a la boca de mamá y ella le pasó su lengua como si fuese un apetitoso helado. Al ver esto, Cristina se levantó y besó asfixiantemente a su amiga. Mamita respondió al beso sin dejar de cabalgar.

Las manos de él se perdían en las cuatro tetas que tenía a su antojo.

Pasado no sé cuanto tiempo, Cristina la empujó logrando que ese falo negro saliese del lugar de donde nací y que mami cayera de espalda sobre el sofá, e inmediatamente la cara de Cristina se situó entre las piernas de mamá, quien convulsionaba como poseída por el diablo.

Neymar sonreía sarcásticamente y no dejaba de pajearse.

Seguidamente Cristina se acomodó de tal manera que la entrepiernas de ellas se frotaban frenéticamente, en una posición como de tijera.

Nunca imaginé que dos mujeres pudiesen amarse como un hombre y una mujer.

A pesar del desenfrenó de ellas, no me pareció violento, más bien sensual y atrayente.

Mi mamá se sujetaba de una de las piernas de Cristina recorriéndole con su lengua la pantorrilla, a lo cual su amiga correspondió llevándose uno de los bellos pies de Laura a su boca.

Lamentablemente ese hermoso hechizo que me provocaba de ver a mami con su amiga, se rompió al intervenir Neymar, quien situó a Cristina boca abajo y la penetró con su tremenda pija. Mamá era el colchón de su amiga y lejos de quejarse por el peso de ella, volvió a besarla con pasión.

El negro arremetía con sus violentas penetraciones como queriendo romper la vagina de Cristina, quien soportaba estoicamente como esa descomunal cosa gorda y larga se perdía una y otra vez en su interior.

El sofá soportaba el peso de los tres cuerpos, las dos mujeres besándose con sus bocas bien abierta y frotando sus cuerpos. Cristina en el medio del sandwich carnal con su culo bien en pompa entregando su vagina para que la rellenen de carne.

Tras largos minutos Neymar no pudo contenerse más y sacando su tremenda verga de las profundidades de la amiga de mamá, apuntó hacia las mujeres y acabó copiosamente mojándolas con los chorros interminables de semen. Ellas ni se dieron cuenta de eso y continuaron amándose.

El negro se levantó, hurgó entre sus cosas, sacó una botella, sirvió tres vasos y las compartió con ellas que no paraban de reír.

- ¡My ladies, let's drink! Esto es mamajuana, la viagra líquida caribeña jajajaja… una bebida afrodisíaca.

- ¿Pero que contiene, droga? (preguntó temerosa mi mamá)

- Noooo, no tengas miedo, es ron y vino mezclados con miel, palo brasil y otras cosas de acá… quita todos los males del mundo, a los hombres nos da vigor y a las mujeres las pone cachondas jajaja...

Todos estaban completamente desnudos, las turgentes tetas de mamá brillaban por el sudor, estaban tentadoras y mientras bebían las manos libres de Cristina y Neymar, las acariciaban y se perdían por todo el cuerpo de ella.

Al parecer esa bebida debería ser apetecible, porque el contenido de la botella desaparecía con premura.

Cristina sujetó una mano de mamá y la posó sobre el falo viril que ya estaba muy duro y la impulsaba a masturbarlo. Al principio su amiga la guiaba, pero fue soltándose y su mano corría la piel de esa verga venosa hacia atrás y adelante de manera enérgica.

La cabeza de Cristina se hizo lugar entre las piernas de mamá para lamerle la concha. El hombre disfrutaba de la paja y se entretenía estrujando las ubres que de pequeña me alimentaron.

En un momento Neymar con sus fuertes levantó por la fina cintura a mi madre y la acomodó sobre su pija, la clavada no tuvo dificultad a pesar del gran tamaño de la cabeza de esa verga porque la vagina estaba bien lubricada gracias a la gran cantidad de saliva que había dejado su amiga.

Cristina con un rol dominante sujetaba por las axilas a su amiga levantándola y bajándola, para que las penetraciones fueran más profundas. Ella cerraba sus ojos y se dejaba hacer, sólo apoyaba sus manos en los hombros de él para no caerse.

Los gemidos de ella rebotaban en todas las paredes.

El negro inclinó su cuerpo para adelante y la tiró al suelo, quedando ella de espaldas al piso con el tipo enterrado entre sus piernas.

Cristina incentivaba al hombre diciéndole:

- Dale negro de mierda, cogete a esa trola, rompela, que se hace la santa y es una terrible puta… mirá como le gusta que le des pija… hace unas horas no quería saber nada y ahora te esta rodeando con las piernas para que se la metas hasta el útero…

El tipo estaba dejando el alma con cada mete-saca y mami se tapaba la boca con sus dos manos para que no se escuchen sus gritos, supongo que consciente que su hija estaba en la habitación de al lado supuestamente durmiendo.

Cuando las embestidas se hicieron más lentas pero profundas, mamá dejó de taparse la boca y apoyando sus manos en la cola de él, lo atraía más hacia su cuerpo, logrando que estuvieran más pegados.

Neymar emitió un fuerte sonido gutural y mami dejó de rodearlo con sus piernas para abrirlas a más no poder.

- mmm… uhhhhhh… ¿Te viniste? ohhh nooooo, puta madre no estoy tomando nada… deja de eyacular la puta que te parió que me vas a dejar en cinta… noooooooohhh… (dijo mamá apenada).

Cuando el negro la desmontó logré observar bastante cantidad de un líquido blanco escurriendo de la vagina de mami.

El hombre se volteó de espaldas y como una leona hambrienta que salta sobre una gacela, Cristina se arrojó a limpiarle los rastros de semen que quedaban en esa pija morcillona.

Mamá como incrédula hundía sus dedos en su vulva, para comprobar la gran cantidad de leche que le había dejado dentro.

Grumos de semen blancos estaban prendidos de los pendejos ondulados de esos huevos gordos, contrastando con lo negra de la piel. Esto no pasaba desapercibido para la lengua de Cristina que los limpiaba con gusto.

Tras dejar limpia la verga quiso seguir con la vagina de su amiga, pero apenas mamá percibió la punta de la lengua entrar en su concha, apartó la Cabeza de su entrepiernas.

- Esto es una locura… no puedo creer lo que acaba de suceder… ustedes si quieren sigan pero yo me voy al cuarto de mi nena.

Corrí hasta mi cama de dos plazas y me acosté entrecerrando mis ojos para no perderme ningún detalle, a los dos minutos entró mamá apenas tapada con una bata entreabierta, la luz del exterior que entraba por el ventanal me ayudaba a ver las marcas de mordiscos en sus tetas. Ella se acercó hasta mi cama para cerciorarse que estaba dormida y me acarició la cabeza.

Su vagina estaba muy cerca de mi cara y sentía el horrible olor que emanaba de esos labios irritados y abiertos, todavía con restos de semen. Acto seguido ella se desplomó a mi lado boca abajo, con su cara en dirección a la mía, de su boca salía un nauseabundo olor a alcohol.

Yo no sabía que hacer, por miedo permanecí inmóvil largo rato.

Habrá pasado como media hora hasta que escuché fuertes gemidos. Estaba muy inquieta, la curiosidad me mataba, quería ver que estaba pasando en la habitación de al lado, pero no me animaba con mamá casi desmayada a mi lado.

A los gemidos se le sumó un sonido de “PLAFF PLAFF PLAFF” similar a cuando los testículos del negro golpeaban contra la pelvis de mi madre, señal inequívoca que Cristina y Neymar estarían cogiendo.

A pesar que la ansiedad me desbordaba, cerré mis ojos y por suerte pude dormirme.

No sé cuanto habrá pasado hasta que unos movimientos en mi cama me despertó, pensé que sería mami llamándome a desayunar y que ya por fin todo pasó, pero estaba muy equivocada…

Apenas abrí algo mis ojos, pude notar que estaba amaneciendo y que mamá seguía casi inconsciente a mi lado, los movimientos en la cama que me despertaron eran causados por Neymar, que se encontraba arrodillado entre las piernas de mami y le estaba levantando la bata, dejando al descubierto el pomposo culo de ella.

Las manos huesudas del negro le abrieron los cachetes y con su pija bien erecta apuntó al ano, antes de penetrarlo dejó caer una gran escupida mojando el cerrado esfinter anal y su glande.

Sin importarle que yo estuviera en a misma cama que ellos y a pocos centímetros, con un movimiento brusco le introdujo la cabeza de la pija.

- ¡¡¡AAAAAAAAAAYYYYYYYY!!! (gritó sobresaltada mi madre).

- Shhhhh, no grite mi reina que va a despertar a su princesita… relaje ese culito para que no le duela…

- Dejame hijo de puta, salí de acá…

- ¿No habrás creído que me iba a ir sin hacer mías estas nalgas o sí? Jajajajaja…

- Andate que mi hija esta acá al lado, por favor andate

- Me importa una mierda, si se despierta es por tu culpa… haz todo el ruido que quieras si pretendes que tu niña vea a la puta de su madre entregar el fondillo a este negro jajajaja… te aseguro que no se le olvidará en su vida jajajajaja…

A pesar de algunos intentos por soltarse, a ella no le quedó otra que disminuir su resistencia, esperar que todo pase rápido y rezar para que yo no a vea… Si supiera que yo era testigo con platea preferencial del abuso del cual era víctima.

La pija de él se enterró en ella y la cara de mamá se incrustó en la mullida almohada para acallar su dolor.

La cama se zarandeaba de un lado al otro y los puños de ella estrujaban la sábana.

- Auhhhhhhhhh, uggggh, ah ah ah ahhhhhhhhhh… ufffffff… auuuuuu

- Pareces una perrita mi reina… aullando para que su machote la singue…

Él le abría más los cachetes del culo con las manos y le hacía sentir toda su virilidad con cada embestida.

Las gordas pelotas de Neymar se estrellaban en la pelvis de ella.

La culiada era violenta.

Ella para que no le duela tanto y facilitarle la entrada a ese taladro de carne negra, se apoyaba en sus codos y elevaba la cola, dejándome ver como sus grandes tetas con los pezones erectos se bamboleaban al compás de cada acometida.

La cara de mamá estaba casi pegada contra la mía, ella tenía los ojos en blanco y la boca abierta exhalando un aliento cálido que bañaba mi rostro.

El negro se la sacaba casi por completo y se la enterraba con fuerza, yo también podía sentir el golpe de la penetración.

Con los movimientos de la cogida mi cuerpo se fue acercando al de ellos, la rodilla de él tocaba una de mis piernas e inconscientemente mamá aferró con una de sus manos mi muñeca apretándola con fuerza.

Dejaron de ser dos los cuerpos en contacto sexual para ser tres, esto me permitió vivir con más claridad el ataque anal que mami soportaba.

Las uñas de mamá se clavaban en mi piel, tuve que aguantarme y morderme el labio inferior para evitar quejarme y que se den cuenta que estaba presenciando lo que pasaba a mi lado.

Mamá dejó de sujetarme cuando el violador de su ano se desplomó sobre la espalda de ella, pero sin dejar de penetrarla ni por un segundo.

Con uno de sus fuertes brazos él me corrió a la otra punta de la cama, para que no esté tan cerca de ellos, más por su comodidad que por pensar en mí. La distancia me permitió verlos con mejor claridad.

Con el peso del cuerpo del él sobre su espalda, ella dejó de sostenerse en sus codos y pegó su torso a la cama, estirando sus brazos para sujetarse de los barrotes del respaldo de la cama y levantando su cabeza cada tanto en búsqueda de una bocanada de aire.

Neymar le mordía los hombros y el cuello haciéndola gritar.

Las piernas de él estaban a cada lado de ella y las prominentes nalgas eran ultrajadas una y otra vez sin piedad.

Ella sin lograr despegar los muslos del colchón, subía y bajaba sus piernas pegándole patadas a la cama en cada embestida. Cada vez que elevaba las piernas, as plantas de sus pies chocaban contra el culo de él.

Me hizo gracia ver el inmaculado esmalte rojo de las uñas de sus pies al tiempo que su culo era mancillado.

Con cada vaivén los talones de ella le golpeaban el culo al negro.

Escurriendo los minutos las penetraciones dejaron de ser tan seguidas pero no menos bruscas. Al disminuir el ritmo, el cuerpo de ella acompañaba los movimientos de él.

Cada tanto se escuchaba una sonora cachetada a los glúteos de ella.

Neymar anunciando que estaba por acabar, decidió dar por terminada la rotura anal, le sacó la verga del culo y la hizo dar vuelta, acostándola de espaldas, sujetándola por los tobillos la obligó a que abra de par en par sus piernas y con su descomunal pija impregnada de mierda y sangre, la cogió vaginalmente.

Cuando las manos ya no sostuvieron los tobillos, fue mi propia madre quien continuó con la amplitud máxima de sus piernas y Neymar aprovechó para pellizcarle los pezones.

Cansada por los embates apoyó sus piernas en los hombros de él y mientras la garchaba, ella le acariciaba el pecho.

- Por favor no me acabes adentro, no puedo correr ese riesgo…

- Descuida mi reina aaaaaaahh ah ahhh.

Apretándole las tetas siguió bombeándola.

En un momento la cara del negro se desfiguró y ella le rogó que eyacule fuera, él haciéndole caso sacó su verga y agarrándosela por la base apuntó al vientre de mamá, pero en un momento se dejó caer sobre ella pesadamente, enterrándosela hasta el fondo.

Mami no se podía mover porque estaba inmovilizada bajo el cuerpo del negro.

- Nooooooooooooooo… hijo de puta noooooohhh… la mierda que te parió… escoria… aghhhhh

- Mi reina buscona te vas a llevar un lindo souvenir de Punta Cana para que nunca te olvides de mí jajajajaja… AAAAAAAhhhhhhhhhhhh

Diciendo esto último vació sus huevos dentro de la concha de mamá.

Al igual que ella yo no pude contener mi sorpresa y cuando atiné a levantarme ella me tapó con la sábana.

- Noooo Florenciaaaahh, ni se te ocurraggg levantarteeee… quedate acostadaaaaa…

- ¿Qué pasa mamá? ¿Por qué está Neymar acá?

- Seguí durmiendooohh… que yo después te explicooooooo

 

Ya han pasado varios meses de nuestro viaje a República Dominicana y ella todavía no ha podido explicarme que hacía ese hombre en mi habitación desnudo y por que ella está embarazada.

Al parecer dentro de poco voy a tener un hermanito negro.

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Gus Becker & Marcel Milord ®

 

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Saludos!

 

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