Sentí perfectamente su pija en mi pierna y ya no sólo no me disgustó sino que me encantó sentir eso durito sobre mí.
Estaba verdaderamente increíble; era realmente una mujercita en plena adolescencia, morenita con todos los atributos de la feminidad; vestía un bañador de dos piezas y sonreía de la manera más cautivadora y maravillosa.
Al principio me miraba con recelo pero me fui ganando su cariño.
ada instante que esté lúcido lo dedicaré a venerar, a adorar a mi pequeña.
Estoy de regreso en mi país después de casi cinco años de ausencia, sumamente nerviosa porque después de tanto tiempo voy a ver nuevamente a mi papi.
Sorpresivamente sentí que la sábana que me cubría era deslizada lentamente hacia mis pies, dejando al descubierto mi cuerpo desnudo.
La niña inició con él un especial acercamiento, pero no sabía cómo interpretarlo, por eso solicitaba mi consejo.
Me emocionaba la espera de su reacción cuando me viera convertida en una chica en el umbral de la adolescencia...
Agregó que estaba tan hermosa que en ese mismo momento se casaría conmigo si yo tuviera algunos añitos más de edad.
Repentinamente vino un aguacero; corrimos a meternos debajo de la casa y entramos en una bodega que daba al lado del cuarto de la sirvienta.
Princesa, nadie pensaría que tuvieras esos pensamientos a tus doce añitos...
Noté que yo provocaba mucho el interés de los ojos varoniles, especialmente de papá...
El primer hombre de mi vida fue mi propio padre.
En la compu y sobre las piernas de mi papi.
Desde muy corta edad me acostumbré a despedir y a recibir a mi papi con un tierno beso en los labios.
¿Cómo no ser vasallo de aquella criaturita encantadora, suculenta y bella?
Cuando recibí la fotografía de mi ahijada de 12 años, no lo podía creer...