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El arte de mamar 4 (final)

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El Arte de mamar 4 (final).

En la vida de un hombre se pueden enmarcar tres etapas divinas: A los veinte la vida arranca; prepara la tranca. A los cuarenta la vida mengua; prepara la lengua. A los sesenta todo esfuerzo es nulo; prepara el culo. Pero la lengua nos puede dar dividendos maravillosos y ¿Por qué esperar tanto para comenzar a darle uso, si podemos utilarla desde jóvenes?

Esto no es propiamente un relato, son consejos sacados de mi modesta experiencia y como no soy egoísta, creo que debo compartirlos con mis lectores. No vayan a creer que me siento un experto en eso de mamar, pero tengo mi ¨don¨. También he estado rebuscando por internet cosas que pueden ser interesante y con todos esos condimentos me he dispuesto a escribir esto como un final de esta zaga. No tomes estas líneas como un dogma que hay que cumplir a rajatabla, tómalo como una guía para la acción, agrégale tu originalidad y ponle tu toque personal.

En mi largo andar por la vida he tenido sexo con más de una persona, no me considero promiscuo, venga para ser sincero he estado con Vicente y otros veinte. Bueno, lo que pasa es que la vida tiene muchos días y cuando uno pasa de los cuarenta, sin darse cuenta ya empieza a perder la cuenta. Lo cierto es que en esta ¨Viña del Señor¨, y es lo que viene al caso, me he encontrado con muchas gentes que me han dejado desconcertado con lo poco que aprovechan el sexo.

El concepto de que follar es saber usar bien la polla, el culo y la lengua está muy generalizado y encontrarse a una persona que sepa excitar a un macho, explotar su sensibilidad y elevarlo a la gloria no es todo lo frecuente que debiera ser. El cuerpo humano tiene infinitas posibilidades, todo el cuerpo humano es una zona erógena, pero hay partes que destacan más que otras, que son diferentes según la persona, por eso vale la pena explorar, descubrir y explotar al máximo nuestros descubrimientos.

Las caricias son el arma por excelencia para esta exploración y nuestra observación del placer provocado el mejor instrumento para confirmar la medida del éxito de nuestros descubrimientos. Todos sabemos que los puntos más explosivos del hombre son la polla, el culo y la lengua. Pero si vamos a mamar, ¿Por qué empezar por meternos la polla en la boca y chupar? ¿Por qué no somos más inteligentes y con nuestras caricias vamos dando placer y provocando el deseo de más? Si empezamos por lo máximo: ¿Qué queda para después?

Si quieres dar una mamada acojonante, histórica, de antología, de libro. Tienes que actuar con inteligencia, ir poco a poco en escalada, dosificar el placer para que el mamado explote de deseo.

A mi me gusta empezar, cuando se puede por bañar al tío. Llevarlo al baño y allí desnudarlo poco a poco, cuando le dejas el pecho libre es bueno acariciar sus vellos, suavemente, tratar de que nuestras manos no toquen su piel sino sus vellos. Ya en ese momento tengo la boca llena de saliva y la lengua deseosa de entrar en acción, pero me aguanto. Continúo con mis caricias, por sus hombros, por su cuello, por la cabeza. Luego con mis manos continúo las caricias bajando por el vientre, con mis dedos trato de acercarme a su pene, pero no lo toco. En ese momento le quito el pantalón y lo dejo en calzoncillos ante mi. Cuando le retiro los pantalones de los pies aprovecho para acariciar sus piernas y sus muslos, la parte interna de los muslos es muy sensible y merece ser acariciada con dulzura. Por detrás de las rodillas se siente mucho placer. Vas a ver como su polla empieza a querer escapar del calzoncillo, algunos hasta ves como empiezan a mojar la tela.

En ese estado es bueno pararte frente a él, abrazarlo y besarlo y luego inmediatamente le quitas el calzoncillo y ese tío ya está deseando ser mamado. Pero todavía no debes empezar, pues lo vas a bañar primero. Claro que no hay que ser extremista en esto, le puedes besar sus entrepiernas, los huevos e incluso darle una chupadita a la cabeza de la polla. Entonces te quitas tu ropa rápido, lo introduces en la bañera, preparas el agua hasta que esté tibia y comienzas a mojar todo su cuerpo con agua tibia. Te mojas tu también y cuando estén ambos mojados puedes de nuevo acariciar su pecho, sus huevos y su polla. Ya es el momento de empezar a usar el gel o jabón, ni se te ocurra utilizar una esponja o toallita para enjabonar, solo debes usar tus manos y ¿Por donde empezar a enjabonar a ese macho alfa deseoso? Pues por los huevos, por la polla. Pero cuando lo enjabones deléitate con su polla por unos segundos y cuando la tenga dura como un palo comienza a enjabonar su pecho, cuando llegues a las tetillas también debes recrearte con ellas, vas a ver como muchos a estas alturas las tienen duras como un palo y un ligero pellizco los hace enloquecer de placer. Luego te dedicas a su espalda y con tus manos mientras enjabonas, acaricias.

Luego recréate enjabonándole las nalgas y como el que no quiere las cosas deja que uno de tus dedos acaricie la entrada de su esfínter. Pero no seas grosero, no le metas el dedo en el culo sin más, puedes con tu dedo rozarle el culo, incluso tratar de entrar algo, pero cuando llegues con la punta del dedo a la entrada del culete acaricia y déjalo así. (Ojo, hay tíos que no les gusta que les trasteen el culo y lo más indicado en estos casos es saltarse esta parte). Después te agachas y con tus manos enjabonas sus muslos, sus piernas y sus pies. Restriega bien cada uno de sus dedos del pie y si no tiene muchas cosquillas también debes masajearle las plantas de ambos pies. Finalmente solo te resta enjabonar su cabeza, su cuello, sus orejas y su cara. Te cuidado no le caiga jabón en los ojos, porque entonces la cagastes.

Ahora, con el macho alfa enjabonado totalmente, antes de aclarar con agua su cuerpo vuelves a acariciarlo de nuevo. Ahí te dejo que te des gusto y no te reprimas, acaricia sus huevos, su polla y sus nalgas y sobre todo con suavidad acaricia su culo enjabonado que se muestra propicio a ser penetrado. Si él lo desea deja que te enjabone y haga contigo lo mismo que tu hicisteis con él. Puedes incluso dejar que introduzca su polla entre tus piernas y que deseoso te embista. Pero cuidado, muchas veces un macho excitado como este, te mete una brava y te da una enculada descomunal y arruina tu plan de mamarlo.

Ahora, cuando el tío está que arde por todos sus poros, cuando no has dejado de acariciar ni uno solo centímetro de su piel es el momento de enfriarlo un poco aclarando con agua la enjabonadura y luego secarlo con cuidado. Mientras lo seca, vas a ver como se relaja un poco, eso lo notas porque su polla pierde un poco de tensión. En ese momento puedes aprovechar, besarle los huevos e incluso mamarselos, succionarlos y retenerlos suavemente dentro de tu boca. Eso de nuevo lo vuelve a poner en combate. Ahora es el momento de llevártelo a la cama y así desnudo acostarlo boca arriba, poner una luz tenue en la habitación incluso si puede ser, de color rojo (excita). Y ahora comienzas de nuevo a acariciar con tus manos, los vellos del pecho, el ombligo, los huevos y en ese momento hace su entrada triunfal la lengua.

La lengua puede empezar a actuar en los huevos, puedes empezar dándole unos cortos besos cariñosos, pero enseguida tu lengua debe acariciar la piel que recubre los huevos de forma avariciosa, eso si desde el comienzo no escatimes en mojarlo con una generosa y abundante cantidad de saliva. Ahora no despegues tu lengua de su piel, deja que tu lengua juegue con sus huevos, siente como su respiración se vuelve entrecortada, muchos hasta cierran los ojos, sus pollas se les ponen duras a más no poder, pero con tu lengua ensalivada continúa saboreando su piel, no importa que algún que otro vello de él se te meta en la garganta, sigue chupándole la piel por donde tenga vellos, que tu lengua lujuriosa y glotona no pare de dar placer al macho. Si acaso puedes darle una pequeña chupada a la cabeza de la polla, siente como expresa su placer, pero una sola, porque te has propuesto enloquecerlo de deseo.

Ahora disfruta su ombligo, dale lengua, chúpaselo, siente como los músculos de su vientre se contraen y su polla hace movimientos pendulares deseosos. Pero aún no le toca disfrutar. Sus pechos aún no han sido saboreados por tu lengua. Mientras chupas su ombligo tus manos pueden acariciar los vellos de su pecho y sus tetillas. Luego sube con tu lengua por el centro de su pecho y lame primero alrededor de las tetillas y luego dedícate con lujuria a una de ellas. Con la legua bien mojada acariciala y luego se glotón y trata de meterte en la boca toda la tetilla, máma como cuando niño mamabas la teta de tu madre y luego vete a la otra y hazla gozar de igual manera. Este es el momento de lamerle los sobacos, dale lengua implacablemente, aprovecha que lo has acabado de bañar y no tiene desodorante puesto, lo que da buen olor pero un sabor desagradable. Puedes ahora bajar, darle lengua al ombligo y darle otra pequeña chupada a la cabeza de la polla y de nuevo mámale los huevos. Después vuelve a subir, ahora puedes darle lengua a la parte del vientre que no tiene vellos, subir a una de sus tetillas y mamarla y finalmente comienza a darle lengua a su cuello.

Con el cuello sé implacable, dale lengua por todo los lados, pero no lo chupes, no vaya a ser que lo dejes marcado y te den de ostias. Ahora le toca a la boca, roza con tus labios los suyos y si su lengua se lanza deja que entre en tu boca y chúpasela con la pasión que dentro de poco le vas a chupar la polla. A estas alturas el tío te ha pedido muchas veces que le mames la polla y lo debes tener desesperado, así que cuando te lo vuelva a pedir dile que no se desespere, que lo vas a mamar y bien mamado, pero que te deje seguir acariciándolo un poco más.

Ahora puedes besarle los párpados de los ojos y si puedes ponlo boca abajo y dale lengua por toda su espalda. Con tu lengua llega a las entre nalgas y deja que tu lengua lujuriosa busque la entrada de su culo, juguetea con él, llénaselo de saliva e incluso trata de meterle la punta de la lengua. (vuelvo advertir, si el tío no le gusta que le trasteen el culo salta esta parte no vaya a ser que te suenen otra ostia y la hayas cagado). Cuando tengas su culo en su boca gózalo, ensalívaselo, sóplaselo. Con tus manos ábrele bien las piernas para que su culo quede mejor al alcance de tu boca. Luego con tu legua trata de llega a sus huevos y no dejes de lamer con lujuria sus entre piernas.

Ahora de nuevo ponlo boca arriba y comienza a mamar sus huevos y cada cierto tiempo dale una chupada a la cabeza de la polla, ahora sé más placentero y has la chupada más larga, pero una sola y vuelve a los huevos o al ombligo. Repite esto dos o tres veces y cuando vayas a la polla en vez de una dale dos o tres chupadas seguidas, Recuerda que a estas alturas le debes tener todas las zonas con vellos mojadas con abundante saliva. Oirás como te exige que no lo sigas desesperando, que acabes de empezar a mamarlo, que no puede más. Verás como con sus manos impide que tu boca suelte a su polla y en ese momento comienzas a mamar con pasión. Succiona la cabeza de la polla, juguetea con tu lengua su glande y de forma glotona trata de tragarte toda su tranca porque sino lo haces vas a ver que con sus manos te la mete de todas forma hasta los más profundo de tu garganta y poco le va a importar tus arqueadas o las lágrimas que salgan de tus ojos. Mama con pasión y siente como su polla empieza a rugir. Es el momento, si puedes de tratar de sacarte ese aparato de la boca y decirle que te deje tomar un poco de aire.

Vas a ver que tiene su polla mojada con una mezcla de tu saliva y sus líquidos preseminales. Si notas que su polla se balancea excitada puedes juguetear con tu lengua, de modo que cada vez que se acerca a tu boca la chupas. Normalmente los tíos entran en ese juego y puedes hacerle eso varias veces pero después sin que te lo pidan y sin previo aviso te mandas a mamar de la forma más lujuriosa que puedas, este es el momento de dar lo mejor que haya en ti. Si desea atragantarte con su polla hasta los cojones, complácelo. Y por muy grande que la tenga mama con pasión. A estas alturas el tío está listo para disparar y debes estar atento para evitar que se corra en tu boca, trata de mamarlo hasta el último momento y cuando tu boca suelte la polla ten listas tus manos para agarrársela y que se corra mientras tus manos continúan pajeándolo. En ocasiones en tío se quiere correr en tu boca y te está acariciando con sus manos tu cabeza y cuando te percatas que se va a correr te das cuenta que es tarde y no te la puedes sacar de la boca. En ese momento estás perdido, va a descargar su leche en tu boca y debes aceptar el reto, mama entonces con más pasión, demuéstrale que si se quiere correr en tu boca se lo vas a permitir, pero eso tiene un precio: abrázalo con fuerza con tus manos por la cintura para que no se pueda escapar, cuando empiece a descargar los chorros de su leche en tu boca trágala para que puedas seguir respirando y cuando veas que se ha corrido y quiere sacártela de tu boca, no dejes que se escape, continúa mamando, la polla mezclada con saliva y leche se pone extremadamente sensible y vas a lograr que se estremezcan todos los músculos de su cuerpo. Muchos tíos se acobardan al sentir tanto placer y te ruegan que les suelte la polla, pero la sueltas un poco mientras lo mantienes sujeto con tus brazos y le vuelves a dar chupadas cada vez que se repone de un estremecimiento. Si el tío es cojonudo va a disfrutar este placer salvaje. Pídele que te de hasta la última gota de leche que tenga en sus huevos. Te jurará que no tiene más, pero le vas a seguir dando chupadas aisladas cada vez que termina de estremecerse hasta que notas que está totalmente descojonado. Verás como te dicen que les has dado la más tremenda mamada que recuerdan.

Si pudisteis sacarte la polla de la boca antes de que se corriera, de todas formas con tus manos embarradas de leche lo puedes seguir pajeando con iguales resultados, lo vas a seguir estremeciéndose de placer, en este caso cada vez que se estremezca acaricia sus huevos con tu mano embarrada en leche y vuélvelo a pajear hasta que veas como su leche se va poniendo pegajosa y su polla se va quedando desfallecida. Algunos tíos cuando se le hace esto se quedan dormidos profundamente y cuando se despiertan te hacen lamerle y limpiarle los huevos con la misma lengua que le sacasteis la leche.

Si el tío no es reacio a que le trastees en culo, debes ir dilantandoselo con el dedo desde que le mamasteis el culo. Y cuando comienzas la mamada de forma feroz, con un dedo, preferiblemente el índice de la mano derecha, debes acariciarle la próstata suavemente. Le intercalas feroces secciones de mamada de polla con acojonantes chupadas de huevos, pero siempre mantén el culo penetrado con tu dedo y con movimientos circulares que terminen presionando suavemente su próstata. Cuando le estés chupando los huevos, como te queda libre la mano izquierda, cuando mamas huevos lo pajeas con esa mano y cuando mamas polla le acaricias el pecho. Esta triple estimulación es el placer más salvaje que se le puede dar a un macho y cuando esté al borde de correrse hazlo rabiar de placer, suspende la mamada de polla y huevos y sigue trabajándolo solo con el dedo en el culo. Cuando suelte el primer chorro de leche apodérate de su polla con tus manos o con tu boca y sigue las instrucciones de los dos párrafos anteriores a este.

Claro que muchas veces no puedes seguir estas recomendaciones al pie de la letra, porque los pones de tal forma que interrumpen tu mamada y te dan las enculadas más salvajes que te puedas recordar. En estos casos, siempre hay la posibilidad de hablar con el tío y decirle que su mamada se ha quedado a medio camino y que la próxima vez te permita mamarlo como Dios manda.