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El rodaje de mi primera peli porno

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El rodaje de mi primera peli porno.

Estas ideas entraron en mi cabeza entre copa y copa. Estaba en uno de esos bares de hombres solos a los que acostumbro a asistir. En la barra unos conversaban amigablemente con el tío que tenían más cerca y otros no hablaban, pero miraban y con su mirada intentaban atraer la atención de alguien lejos, en el otro lado de la barra. Incluso había alguno que como un ventilador movía su cabeza de un lado para otro buscando algo. Una música fuerte en realidad no dejaba escuchar las conversaciones. Como se pueden imaginar estaba en un bar gay del casco histórico de Sevilla, una ciudad que me mantiene secuestrado desde que llegué aquí. No se si por sus encantos o por el encanto de sus hombres. Pienso que es más por lo segundo, sin que esto pueda desmeritar para nada este encantador y alegre sitio enclavado en las márgenes del río Guadalquivir.

Yo no hablaba con nadie, en realidad no había encontrado a nadie con la que me interesara compartir. Luego me estaba dedicando a mirar la película porno que tenían en la tele del bar. La peli estaba aburrida. Las escenas eran las de siempre. Actores pornos con poca originalidad que repetían las mismas actuaciones de mete y saca que tanto he visto. Nada nuevo, nada que despertara el morbo. En realidad me puse a pensar que los actores no tenían la culpa de actuaciones tan aburridas. La culpa la tenían los productores de estas cosas, como en realidad siempre se venden, no se preocupan mucho porque en ellas también haya arte.

Solté la lengua y comencé a despotricar en voz alta y de inmediato surgió una animada conversación con el tío que estaba cerca de mi en la barra. ¿Cómo es posible que el productor no corte esa escena, como puede permitir que su actor se masturbe después de follarse al tío con una polla casi media muerta. Eso no da morbo. Mi interlocutor soltó una carcajada y eso desató mi imaginación. Llovieron críticas abundantes, no solo sobre aquella peli que estábamos viendo, sino contra otras tantas. Nuestra conversación fue dejando en claro que el mercado necesitaba mejores cosas y sin darnos cuenta nos vimos diseñando un guión que de verdad nos estaba poniendo.

¿Qué más les voy a decir? Del bar nos fuimos caminando por las estrechas calles de Sevilla. Hablamos de muchas cosas. Una de ellas fue del cambio climático. A mi me parecía una barrabasada que se preocuparan tanto por un par de grados más, o porque se descongelara el Antártico y el mar subiera un par de metros su nivel, venga, es cierto que se podría perder alguna que otra playa, pero de seguro aparecían otras y en el lugar en que estábamos de seguro que ni nos enteraríamos. A mi me preocupaba más, aunque en realidad creo que me alegraba, el aumento de la población gay. De verdad que cada vez veo a más gente en este mundillo y si las cosas siguen así, este cambio es más amenazante que el climático, porque puede provocar que se extinga nuestra especie humana en un fantástico Guadalquibear.

Finalmente pasó, lo que siempre pasa en estos casos y terminamos en la cama, en mi casa y por pudor no les cuento, solo les digo que fue fantástico. Amanecimos juntos, era domingo y desayunamos en casa. Luego sexo normalito, desnudos por toda la casa, sin cosas extrañas que desconozco, pienso que también pasaron las cosas aburridas de las que habíamos hablado la noche anterior, pero que cuando uno está en la escena suenan de otra forma.

Y luego, volvió la conversación de la noche anterior, la que nos llevó a ligar y de nuevo empezamos a retomar el tema. Bueno, si criticábamos aquello, ¿Cómo era lo que nos gustaría ver en una peli? Queríamos ver algo original, que nos sorprendiera, que nos excitara y que al final nos pusiera a tope, como si nunca nos hubiera pasado. Así surgió la idea de que para ver una cosa así, tendríamos que rodarla nosotros. Y así comenzamos a darle riendas sueltas a la imaginación y a diseñar la peli de nuestros sueños. Todavía no se nos había metido en la cabeza la idea de rodarla nosotros, pero al fin llegó y de inició nos pareció buena.

Pero rodar una película porno no es una cosa sencilla. Se necesita una sala de rodaje privada, necesitamos camarógrafos, hacer un guión y finalmente contratar actores. Tendríamos que hacer un casting, una selección y muchas cosas y para eso hacia falta el poderoso señor ¨don dinero¨ y lo más importante, cuando la hiciéramos tendríamos que comercializarla para pagar los gastos. Bueno, la idea era como para dejarla casi desde el inicio. Pero ustedes saben como son estas cosas, ya habíamos diseñado un esquema del argumento (bueno estas cosas en realidad no tienen mucho argumento) y solo pensar en ellas nos ponía y nos llevaba de nuevo a la cama.

Pasaron los días y cada vez tomaba más fuerza la idea y así decidimos dar el paso para contratar a los actores. No queríamos tíos del mundillo, primero porque cobraban mucho y segundo porque restaba fuerza al proyecto que teníamos entre manos. Así que nos fuimos a la oficina de empleo más cercana, aprovechando que en esta época de crisis hay mucho desempleo y que unos de los sectores con más parados es el de la construcción, esperábamos encontrar lo que queríamos. Como es lógico pensar, no se nos ocurrió la idea de solicitar a nuestros candidatos en la oficina, la oficina la usaríamos como un lugar de captura. Nos apostaríamos en su exterior y así veríamos desfilar ante nuestros ojos a los tíos que vienen en busca de ofertas de empleo y aquel que cumpliera nuestros requisitos pues lo abordaríamos, le diríamos que estábamos buscando extras para el rodaje de una peli que se estaba llevando a cabo y que nuestros aspirantes podrían participar en alguna que otra escena de sexo.

Por la puerta de la oficina desfilaban tíos y más tíos, nos interesaban aquellos de aspecto bastante varonil, barba cerrada, brazos y pecho velludos, músculos fuertes naturales, de esos que da el trabajo y sobre todo de atractivos (no dejábamos de observar si marcaban o no generoso paquete entre sus piernas). Así escogimos a 10 tíos que de inicio llamaríamos a un casting.

Para el casting escogimos la casa de mi amigo, es una casa grande de dos plantas que está ubicada en un pueblo cercano de Sevilla, San Lucas. Tiene un amplio jardín, muros que le dan privacidad, en su parte tracera tiene una hermosa piscina y una casa bar que se prestaba muy bien para nuestro proyecto. A los candidatos los ubicamos cómodamente en la zona de la piscina y los llamábamos de uno en uno para hacer las pruebas de selección.

Los candidatos entraban con un poco de corte, por eso creábamos un ambiente distendido para que fueran perdiendo tensión y se comportaran de forma natural. El verdadero guión del filme lo manteníamos en absoluto secreto mi amigo y yo. Les decíamos que las escenas de sexo iban a ser naturales, sin esquemas prefijados y que se requería mucho de su iniciativa. Teníamos a dos chicas (prostitutas) contratadas que hacían que los candidatos entraran en calor. Ellos entraban, se sentaban en el sofá y una de las chicas se le acercaba a sonsacarlos y entre besos y caricias les iban desnudando, mientras los fotógrafos tomaban múltiples imágenes donde se iban observando los cuerpos varoniles de los candidatos. Importaba mucho sus reacciones rápidas, pues queríamos no solo tíos de hermosos cuerpos de hombre, sino que tuvieran una polla generosa y con ganas de dar caña. (eso era muy importante). Las chicas los toqueteaban, los besaban, pero ellos tenían la instrucción de no actuar, sino solo dejarse hacer y reaccionar. Por eso la prueba más complicada era conocer su sensibilidad anal. Muy delicadamente, cuando los ponían como un tren una de sus manos acariciaba delicadamente la entrada del esfínter con un dedo ensalivado y nosotros observábamos como reaccionaba su polla al estímulo.

De los 10 candidatos iniciales nos quedamos con tres finalistas. Despedimos con cortesía al resto y nos quedamos un rato charlando con los seleccionados en el salón del chalet. Teníamos a los tres desnudos y podíamos observar a estos tres ejemplares de machos de forma completa. Juan era un tío de piel tostada por el sol, de unos brazos velludos y fuertes, muy hermosos y con abundante vello en el pecho y en el vientre, en la espalda ni un solo pelo y una polla de museo: grande y sobre todo gorda en su base, como para hacer las delicias de cualquiera. Reaccionaba a los estímulos casi de inmediato y lo más interesante era que se le empinaba dura por encima de su ombligo. Antonio también era albañil y también velludo, pero su polla además de ser hermosa estaba cubierta con piel, de forma que cuando se empalmaba se podía ver poco a poco como la cabeza trataba de salir de su escondite, dando un deseo ardiente de extraerla con la lengua. José tenía vellos en los brazos, pero en el pecho no tan abundante como Antonio, pero sus tetillas eran muy provocativas, cuando estaba empalmado se le ponían duras y cuando uno de los cámaras se las acarició para probar sus reacciones vimos como su polla se movía deseosa de forma pendular.

Les dijimos que eran los finalistas y que en la próxima sesión escogeríamos al que definitivamente rodaría el filme como actor principal. Luego cuando yo y mi amigo nos quedamos solos, estábamos como enloquecidos con estos tres machos, ni de coña íbamos a dejar a ninguno fuera, pues de solo verlos nos poníamos a tope, tanto que después de deleitarnos con sus fotos y con las escenas de video que teníamos tomadas en el casting, terminamos enroscados en la cama y follamos apasionadamente y nuestro sexo era interminable.

Así llegó el día del rodaje. Trabajaríamos con los tres seleccionados y con una de las chicas. La chica interpretaría a la esposa de un guardia civil que estaba en su casa en espera de que un fontanero viniera a poner fin al salidero que tenía el fregadero de su cocina. Escogimos a Antonio para interpretar el papel del fontanero, luego le tomamos video de su llegada a la casa en camioneta y vestido de un mono azul. La chica lo recibió con mucha discreción y lo condujo al sitio de la cocina donde tenía la avería. Como Antonio era del oficio interpretó el trabajo de reparación con mucho realismo, trabajó de verdad y sudó de forma natural, la idea de que pronto se estaría follando a la chica lo ponía como un tren, se desabrochó algunos botones del mono hasta el más cercano al ombligo y asomó un pecho velludo y a uno se le iban los ojos por ver que había más abajo. Por eso cuando ella lo invitó a ducharse en el baño de la planta superior ya estaba empalmado a tope.

La chica desnudó a aquel ejemplar y no solo lo duchó, sino que restregó por todo su cuerpo el gel de baño, ella estaba desnuda con el en la bañera y no solo le acarició muchas veces el ano con sus dedos, cosa que a él se le veía que realmente no le agradaba, pero que lo ponía a mil. Finalmente le aclaró con agua el jabón y lo secó meticulosamente por todo su cuerpo, no dejando que su polla perdiera potencia con las chupadas continuas. Finalmente Antonio y la chica se fueron a la cama y ella comenzó a darle una mamada de antología y muy sutilmente le sujetó sus manos a la cabecera de la cama con un par de esposas. Así, Antonio estaba totalmente a su merced, ella continuó haciéndolo disfrutar con sus caricias y su mamada a los huevos que hacían que Antonio se retorciera de placer. La grabación de la peli iba a toda ostia, ambos actuaban con descaro, como si no estuvieran presentes los técnicos del rodaje. Pronto Antonio tenía sus ojos cubiertos con un antifaz y no veía para nada a la chica que lo tenía en la gloria. Era el momento de entrar en escena a un protagonista que guardábamos en celoso secreto: al caníbal.

El caníbal era un tío extremadamente hermoso y bien dotado, famoso por sus mamadas de culo en una de las más importantes saunas de Sevilla. Y entraría en escena de forma sorpresiva para Antonio que estaba empalmado de la mamada y las caricias que le daba la chica, que en estos momentos se dedicaba a acariciar su pecho y darle besos en el cuello. Por eso cuando el caníbal se acercó y comenzó a acariciar las nalgas de Antonio, éste fue percatándose poco a poco de que había entrado alguien en escena. El caníbal puso una almohada por debajo de la cintura de Antonio para dejar su culo más al alcance de su boca y comenzó con su lengua a acariciar su esfínter. Antonio resoplaba de placer, saltaba, se estremecía y pronto se enteró de quien le mamaba el culo era un hombre porque la barba de un día del caníbal le arañaba.

Ahora la chica ya no estaba cerca de él, y el caníbal era quien lo estaba mamando, Antonio se percata en ese momento de que tiene sus manos inmovilizadas y que un macho está disfrutando de su sexo. Antonio comienza a protestar, mientras el caníbal continúa mamándole el culo, los huevos y la polla. Aunque en definitiva esté sintiendo placer, le aterra la realidad de verse totalmente indefenso y a disposición de lo que pudiera pasar de ahora en adelante y comienza a protestar pero de nada vale, siente que además del caníbal que le está dando lengua por todo el pecho, sus piernas están siendo sujetadas por otras personas.

Antonio trata de oponerse con todas sus fuerzas pero de nada vale, insulta y grita, pero nadie que lo pueda socorrer escucha y el caníbal sigue con su trabajo imperturbablemente. En un par de ocasiones le da unas buenas nalgadas y le dice que mejor le va con dejarse dar por el culo, porque de todas forma lo va a estrenar y continúa mamandole el culo y resoplando dentro de él. Antomio protesta continuamente pero su cuerpo le traiciona y por el placer que siente y continúa empalmado. Entonces siente como el caníbal sustituye la lengua que acaricia su culo por unos dedos gordos, lubricados y lujuriosos que van acariciándole el culo al tiempo que con la boca le sigue trabajando la polla.

El caníbal va dilatando el culo de Antonio, ya casi no hace esfuerzo por escapar porque se da cuenta de lo inútil, de que está perdido. Cuando tiene su culo dilatado y cuando tres de los gruesos dedos del caníbal se dan gusto dentro de su culo, Juan le quita el antifaz a Antonio, el de la aterradora polla de base gruesa, que viendo la escena está tan empalmado como el caníbal y que era uno de los que le estaba sujetando las piernas. Ahora Antonio se percata de que la habitación está llena de espejos, incluso en el techo sobre la cama, por lo que va a poder ver la forma en que lo van a desvirgar. Aunque de nada le vale trata de luchar con todas sus fuerzas. El caníbal tiene en la entrada de su culo virgen a la cabeza de su aterradora polla y poco a poco va jugueteando con el agujero que producto del lubricante y su dilatación no se esfuerza en impedir la entrada del feroz aparato del caníbal en sus entrañas.

El caníbal lo penetra en tres pasos, primero su gorda cabeza abre las puertas de su esfínter, luego con un movimiento de caderas ayudado por sus fuertes manos entra hasta la mitad de su polla, unos segundos de tensión y de una embestida brutal que hace que Antonio lance un grito desgarrador le empala al tope y restriega sus huevos triunfador contra las nalgas respingonas de Antonio, mientras Juan acaricia la cabeza de Antonio que está maldiciendo la hora en que nació.

Le escena es de morbo a tope. El caníbal sonríe de placer y lujuria por la enculada que le va a propinar a Antonio, Antonio tiene una cara de terror indescriptible y Juan con una toalla le seca el copioso sudor del cuerpo de Antonio y le acaricia como para que tenga conformidad. Y comienzan las embestidas del caníbal, que a un ritmo lento pero sin detenerse le saca la polla casi totalmente del culo de Antonio y vuelve de inmediato a ocupar todo el espacio liberado. Antonio cierra puños, gime, suda, le salen lágrimas y continúa sintiendo la follada profunda de la que está siendo objeto y ve como continúan la filmación con varias cámaras, una se regodea en su rostro aterrado, otra en la satisfacción del caníbal y otra cámara toma escenas de la polla que está desvirgando a Antonio.

Cuando Antonio cree que el tormento va a menor, pues la costumbre le va llevando a la resignación, el ritmo del caníbal aumenta violentamente. Antonio siente que sus piernas pierden fuerzas, su maldita polla se empalma y está al borde de disparar, pero el caníbal mantiene su frenético ritmo y empieza a convulsionar, todos sus músculos se tensan, aprieta con fuerza la cintura de Antonio que siente como los chorros de leche caliente del caníbal queman sus entrañas, mientras en caníbal le mordisquea las tetillas y comienza a acariciar a Antonio con ternura. Antonio casi agradece que esta historia esté terminando.

Pero ahora siente que Juan entra con su polla por el agujero que ha abandonado el caníbal y comienza a follárselo sin contemplación, siente más cuando pensaba que todo había terminado porque la gruesa base de la polla de Juan lo enloquece y lo martiriza, porque es como si lo fuera a reventar y el muy hijo de puta cada vez que lo empala hasta al final mueve su cintura de forma que la gruesa base abre el culo de Antonio hasta lo imposible y así continuó hasta que acabó descargando su leche en el maltrecho culo de Antonio.

José, mi amigo y yo estábamos empalmados por la escena, por eso yo empecé a acariciar primero sus tetillas y luego continué dándole lengua implacablemente, mientras mi amigo le mamaba los huevos y la polla. El tío estaba disfrutando de lo lindo y de pronto yo y mi amigo comenzamos a darle una mamada a dúo. Cuando uno disfrutaba de la polla el otro se saciaba con sus huevos o con su culo y él se la pasaba en grande. Cuando mi amigo empezó a mamarlo, yo con mis manos le sujetaba su cabeza y obligaba que se metiera hasta la campanilla aquel tremendo trozo de carne y finalmente cuando la polla de José disparó su leche lo hizo dentro de la boca de mi amigo que saboreó hasta la última gota, mientras aferrado a mi polla terminaba pajeandome deliciosamente.

El rodaje de todas las escenas terminó y ahora quedaba el trabajo final de corte y edición y como es lógico soltar a Antonio, lo que nos hizo primero hacer un trabajo de doma, pues estaba en un estado en que podía darnos algún problema, por eso decidimos mantenerlo amarrado y fui yo quien empezó a darle lengua por su pecho, me deleité dándole lengua a su ombligo y viendo como comenzaba a empalmarse, le besé los huevos y fui dándole lengua por todo el tronco de la polla, desde la base hasta llegar a la cabeza recubierta por su piel. Allí adentro estaba dura, deseando ser acariciada. Antonio se veía que estaba disfrutando y mi amigo lo acariciaba mientras yo lo mamaba con placer. Cuando mi boca lujuriosa pudo extraer de su escondite a la cabeza de su polla los gemidos de Antonio eran de placer y por eso mi amigo comenzó a besarlo en la boca, sus lenguas se restregaban, Antonio estaba a pleno disfrute y por eso Juan le soltó las manos mientras mi mamada continuaba a toda profundidad. Antonio sudaba copiosamente, sus músculos del vientre se contraían y su polla se estremecía cada vez que mi boca llena de saliva la succionaba con lujuria. Pronto las contracciones de todo su cuerpo presagiaban su corrida, su polla rugía en mi boca, sus gemidos de placer aumentaron de intensidad y pronto empecé a sentir como su leche inundaba mi boca. Mi amigo continuaba besándolo y de paso lo sujetaba, mientras yo continuaba chupándo su polla recién corrida, a cada nueva chupada Antonio se estremecía, suplicaba para que no siguieran y yo le decía que todavía te quedan algunas gotas de leche en los huevos y quiero dejarlos vacíos y de nuevo volvía a chupar a aquella polla aún más sensible y Antonio volvía a estremecerse, aferrándose con fuerzas a mi amigo. Cuando le solté la polla, Antonio quedó extenuado y de tanto placer se quedó dormido como un ángel.

Que más le puedo decir, ahora teníamos la peli que queríamos y no fue difícil hacer el trabajo de comercialización y porque no, nuestros artistas estaban en disposición de hacer el nuevo rodaje, pero no nos íbamos a dejar llevar por el afán de lucro, teníamos que trabajar de nuevo un guión que mereciera la pena y que mostrara algo novedoso y sobre todo natural.