NOTA:

Estimado lector/a: El motivo de esta nota es aclarar ciertos puntos sobre el texto que te dispones a leer:

1)   Publico este escrito, que no relato, en esta categoría como complemento al titulado De niña a mujer: “Engañada y vendida por diversión” y el siguiente, que como podréis ver, forman parte de una serie de varios capítulos.

2)   Como esta serie hace un recorrido por la vida del personaje principal, para entender el conjunto hay que leer todos y así situar el escrito en su contexto adecuado, es decir: A partir del relato mencionado anteriormente.

3)   No es en absoluto un escrito triste (aunque pueda dar esa impresión). En realidad lo escribí como una especie de auto ayuda o desahogo: Todos hemos tenido alguna vez esos momentos en que guardamos algo que solo compartimos con el papel o el ordenador y que no queremos o no nos atrevemos a confiar a nadie.

4)   Han pasado casi cinco años desde que lo escribí y por tanto no expresa un sentimiento o pensamiento actual. Desde entonces las cosas han cambiado y la situación es bien distinta. Solo siguiendo la serie “De niña a mujer” puede verse la evolución de la protagonista. De hecho, este escrito va incluido en una serie titulada: “Aires de cambio”, lo cual anuncia una esperanza o ilusión.

5)   El formato de texto puede desentonar un poco con el contenido, la razón es que ahora mis sentimientos son más positivos y con este formato expreso en cierto modo mi positividad.

6)   Si lo publico aquí, aparte del relato al que corresponde, es por la sencilla razón de que no quiero quitar “Sal y picante” o morbo, como prefieras, al relato con el que va relacionado. De todas formas, el que lo prefiera puede leerlo de forma independiente teniendo en cuenta estas aclaraciones.

¡Gracias Raymundo! Gracias por tu comentario hermoso, positivo y muy esclarecedor. Gracias a él me he dado cuenta del error cometido al no incluir esta aclaración con el escrito. Es por ello que lo he eliminado y publicado de nuevo. No pretendo deprimir a nadie y por supuesto que yo no lo estoy.

Gracias por la atención prestada. Luz

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Aires de Cambio: “Una vida mejor”

Diciembre de 2.007 

Y así, después de un tiempo, un día como cualquier otro se decidió a cambiar. Que nadie busque un "¿porqué?". Sin saber muy bien cómo, se prometió y comprometió a devorar cada noche como si fuera su última cena y disfrutar cada instante como si fuera el que nunca volvería a vivir.

Y descubrió que, en su nuevo mundo, lo único que realmente le importaba ganar o perder era a un buen amigo. Aprendió que lo más difícil no era llegar a la cima, sino nunca dejar de disfrutar del camino ni dejar de caminar.

Descubrió que el amor no era un simple estado, sino una forma de vida. Y aprendió que los sueños solamente se hacen realidad si de verdad creía, vivía y luchaba por ellos.

   Desde aquel día ya no durmió para descansar, sólo para soñar. Soñaba en cualquier momento, en cualquier lugar y le encantaba despertar para poder seguir soñando. Tal era su dedicación que, a veces, entornaba los ojos y soñaba que soñaba. ¡Dulces sueños son los que se viven con los ojos abiertos! ¡Dulce muerte es la que acaricia, con inmaculados dientes, los labios de quien sueña!

¿Es soñar casualidad o destino? Darwin diría que, si alguna vez vivió un hombre o una mujer que no soñó, probablemente desapareció de la faz de la tierra sin dejar recuerdos de su existencia ni descendencia. Sus genes simplemente se extinguieron...o quizás duermen, aletargados, en el interior de cada una de nuestras células...

   Dicen que el código genético humano es, en un 68%, equivalente al de la mosca del vinagre... conozco a más de uno que se parece mucho más que eso al díptero... al menos en la calle y antes de desayunar...pero eso es otra historia.

Como acostumbraba, haciendo gala de unas exquisitas malas costumbres, sin anunciarse y vistiendo un oscuro e inmaculado silencio, cayó la noche sobre todas y cada una de las almas de aquel maldito universo en el que yo había sido condenada a existir.

Casi apática y rutinariamente, como siempre recordaba haberlo hecho desde que me habían concedido el privilegio de conservar los días del pasado en la memoria, decidí encender el último cigarrillo antes de dejarme llevar al infierno de los sueños, aquel tenebroso lugar donde no existían sentimientos ni pasión, donde sólo vivía y perduraba la enmascarada y frenética sinrazón de la lógica, el olvido y la distancia. "Este es el último, lo juro", me dije por enésima vez, creyendo mi propio engaño mientras presionaba la cabeza de una mugrienta cerilla de madera sobre la rugosa y descorchada pared.

Como cada noche, mientras escuchaba el crepitar de la llama al consumir las primeras hebras de tabaco, mis pies, cual autómatas, me llevaron hasta la ventana, la única que comunicaba este sórdido cajón que algunos llamaban dormitorio con el exterior. Aspiré con evidente deleite la primera bocanada de humo al tiempo que entornaba los ojos. "Bendito veneno... dulce ruleta, tierna muerte", murmuré sin apenas mover los labios al tiempo que contenía el aliento.

El paisaje no difería en nada del que mis ojos estaban ya acostumbrados a mirar sin ver: millares de puntos de luz que esparcidos ordenadamente ocupaban todo mi campo de visión y llegaban hasta donde nadie se había atrevido nunca a viajar, a la “Tierra del Destino” como la llamaban los ancianos y eruditos del lugar.

Pensé en lo que me deparaban las próximas horas y, como cada noche, un sudor frío invadió mi cuerpo y mi alma. "No creo que pueda soportar esto mucho tiempo más", recuerdo que pensé...

Me es tan difícil hablar...soy una de aquellos que nacieron para ser “hombres”, que educados y manejados inteligentemente, son simples bestezuelas ávidas de buena mesa, ávidas de buen vestir, ávidas de buen placer, ávidas de mala literatura, ávidas de malas películas, ávidas de....¿DE QUÉ?.

Todos trabajamos por "UNA VIDA MEJOR", nos han envuelto en una tupida red de confort y mentiras a unos, los más afortunados; y, en una tupida red e impotencia y miserias a otros, pero todos estamos atrapados, somos borregos bien alimentados en un redil insalvable para cualquier borrego medio. ¿Cuántos hombres hay en el mundo? ¿Sólo es hombre aquel que se proyecta mas allá de la red, aquel que es capaz de abandonar este mundo y enfila sus pasos a la carretera que conduce a la luz; aquel que rompe las pesadas cadenas que le unen a la mayoría y abandona todo y a todos para buscar un mundo construido por seres sensibles y habitado por seres sensibles, por hombres en una palabra?

Os está hablando una que sigue forcejeando con tan terribles cadenas...fuera todo es luz... ¿Es esto lo que soñábamoslos jóvenes?...ya sé, tenéis familia. ¿No comprendéis ahora que hay cadenas?..¿Que no sois libres? ¡Escapaos todos a la vez!..Pero no, esto sigue siendo uno de mis forcejeos inútiles, mañana volveré a ser borrego...mañana será otro día...