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Prologo

en Dominación

Prologo

            En primer lugar indicar que toda mi vida he tenido un fuerte carácter, siempre he sido dominante, incluso en mi infancia.

            Soy hijo único mi madre me tuvo siendo muy joven (14 años), producto de una violación, ella es de familia pudiente y muy católica, por lo que la obligaron a tenerme en lugar de abortar, cosa de lo que me alegro, prácticamente me cuidaron mis abuelos, pues mi madre una vez que me tubo, fue enviada a un internado hasta la mayoría de edad, que volvió a casa, decir que mis abuelos eran dos personas de un fuerte carácter es quedarse corto, por lo que mi educación fue exigente y con fuerza, realice mis estudios en los mejores colegios y las mejores universidades de Europa, tengo 4 carreras, domino varios idiomas, acabando mis estudios a la edad de 20 años, pues tenía una memoria superdotada y una capacidad de análisis superior a cualquiera, actualmente dirijo el conglomerado de empresas de mis abuelos, pues los dos fallecieron de distintas enfermedades en un margen corto de tiempo, nombrándome en su testamento heredero de todos sus bienes. Actualmente tengo 50 años, estoy casado y tengo una hija de 30 años.

            Tal como os dije soy muy dominante, pero desde muy joven, a los siete años lograba que mis profesores se amoldaran a mis deseos y acabaran realizando lo que yo deseaba. Los empleados de la casa de mis abuelos, cumplían mis órdenes sin poner ninguna pega, aunque lo solicitado fuera de lo más extraño, con ambos, profesoras y empleadas, empecé a desarrollar mis poderes de dominación.

            Deciros que mi forma de dominación es sofisticada y total, sumisión psíquica y mental, y dando órdenes concretas y claras  consigo lo que deseo, sin que la otra persona oponga ninguna resistencia y que además obtenga placer en obedecer.

            Mi pubertad apareció muy pronto, sobre los 10 años, lo asumí como una cosa normal dado mi carácter y pronto descubrí que lo podía utilizar en mi beneficio, además deseaba tener una vida sexual plena y dominante, donde toda persona que yo deseara, se ofrecieran a mi por su propia decisión, solo a través de mis gestos y palabras.

            A partir de ese momento empecé a mejorar mi poder de dominación con pequeñas órdenes a mis profesoras y alguna empleada de la casa, no eran órdenes para dominarlas, sino para practicar mis dotes dominativas.

            Os daré unos pequeños ejemplos: en secundaria con 10 años tenía una profesora muy reservada, vestía de forma sencilla y recatada, respetuosa con los alumnos pero a su vez exigente, y a mí como un chico de gran inteligencia me exigía mas que a los demás, eso no me molestaba, pues por muy difícil que fuera la tarea lo solucionaba con prostituid, es aquí donde empezó su juego con ella.

            A través de una serie de comentarios y algunas órdenes sin estridencia, logre que se transformara en una mujer hermosa, cambiándole la forma de vestir con ropa más abierta y sensual sin llegar a ser estridente, este primer ejercicio de dominio fue de total satisfacción para mí.

            En casa teníamos una empleada un poco provocativa, cosa que no le gustaba a mis abuelos, pero la soportaban porque era hija de una intima amiga de mi abuela, yo les dije no os preocupéis yo arreglare este problema con discreción y sin escándalos.

            Con unos pequeños gestos y unas palabras al oído fue suficiente, se puso el uniforme como las demás empleadas, trataba a sus compañeros con respeto y lo más importante para mi mis abuelos quedaron contentos.

            Cuando cumplí los doce años mi poder de dominación era excepcionalmente fuerte, podía conseguir lo que quisiera de cualquier persona, y mi lívido era de lo más fuerte.

            Mi primera experiencia de dominación sexual fue a los 15 años. Con esa edad y por medicación de mis abuelos, estaba en la universidad terminando el último curso de Economía y dirección de empresas, una de las profesoras era una mujer de 45 años, de nombre Helena, con un fuerte carácter que tenia totalmente dominada a sus clases, pues era sumamente exigente y no perdonaba el mas mínimo error, a mi por supuesto no era capaz de asustar pues siempre cumplía sobradamente sus expectativas académicas  y  me dispuse a demostrarla quien realmente mandaba en su vida, ella era viuda, tenía un cuerpo hermoso de cintura fina y muslos proporcionados, pechos correctos ni muy grandes ni muy pequeños y unas piernas largas y estilizadas.

            A través de ciertas frases y preguntas conseguí que me contratara como corrector de exámenes de los curso de 1º y 2º de carrera, esto implicaba que al terminar las clases tenía que acudir a su despacho a corregir exámenes, generalmente me encontraba solo en el despacho.

            Una tarde a última hora me encontraba en el despacho corrigiendo unos sencillos exámenes, cuando entro Helena echa un basilisco, echando pestes de los nuevos alumnos, que si eran unos maleducados, que si no prestaban atención, etc...

            Viéndola en esa actitud, me dije que esa la oportunidad de demostrar mis dotes de dominación.

Me levante y caminando hacia ella le fui diciendo que se calmara que no merecía la pena enfadarse por esos alumnos que sabía de sobra que acabarían entrando por el aro, lentamente ella empezó a relajarse y soltar sus tensiones, poco a poco se fue acercando a mí y cuando estaba a mi altura, acerque mi boca a su oreja y lentamente le dije que se quitara la cazadora y se fuera desnudando poco a poco, se aparto y me miro con extrañeza, pero volver a ordenárselo, pero esta vez de forma tajante, ella se desabrocho la chaqueta, dejándola caerla al suelo, se hecho un par de pasos hacia atrás y lentamente se fue desabrochándose la blusa, , no llevaba sujetador y realmente no tenia porque llevarlo sus senos turgentes y firmes con unos pezones erectos y unas aureolas rosáceas, me dio la blusa y la deposite con cuidado encima de la mesa del despacho y con un gesto le indique que continuara, se separo un par de pasos más y empezó a quitarse el cinturón de la falda lo dejo caer lentamente y empezó a desabrocharse los botones, resbalándole la falda a través de sus medias lentamente que llevaba un hermoso liguero y un tanga de color negro, estando así desnuda se mostraba una mujer sensual, atractiva y sobre todo deseosa de ser usada.

            Una vez desnuda se cubrió los pechos con una mano y con la otra se cubrió el pubis, eso me enfado.

Que haces Helena.

Me cubro, me da pudor.

Levantando el tono de voz.

 Helena eres mía, me perteneces y si te digo que te desnudes es para observar tu cuerpo y hacer con él lo que quiera, lo comprendes.

Asintió con la cabeza y dejo caer sus brazos, bajando la cabeza, completamente entregada, en cuanto me muestro su cuerpo veo que sus pezones están totalmente erectos y duros, por sus piernas resbalan unas gotas de líquido que emana de su coño, esto me excita y decido pasar a la acción.

Helena ponte de rodillas, ella obediente se arrodilla y levanta la cara hacia mí.

Me saco la polla y la acerco a su cara, ella intenta atraparla con su boca.

                Pero que hacer, no muevas el cuerpo hasta que yo te lo diga, y le doy una pequeña bofetada en la cara, ella no dice nada, se queda quieta.

Lo que tú mandes.

Como dices, y le doy otra bofetada, esta vez un poco más fuerte, ella me mira con cara de no entender nada, yo entonces me acerco a su cara y suavemente le susurro.

Cuál es el tratamiento que se le debe dar a un amo o señor, ella sonríe y recibe el mensaje, se pone más derecha, mostrando sus pechos duros y derechos con sus pezones cada vez más duros y su cara de placer empieza a aflorar poco a poco.

                Te gusta ser una fulana para mí.

            Me vuelve loca estoy cachonda como una perra en celo, mi amo.

Le vuelvo a acercar la polla a su cara, pero esta vez ella no se mueve, se queda quieta, pero su cara empieza a colorearse, y de su coño empieza a emanar líquido.

                Abre la boca, le ordeno, ella abre la boca y saca la lengua intentando lamer mi polla de 20 cm., entonces empiezo un juego de acerca y aleja, le acerco la polla, rozando su lengua y cuando ella cree que ya es suya la alejo, así estoy un buen rato.

            ¿Quieres comérmela? Zorra.

                Si mi amo, estoy loca por meterme tu hermosa polla en mi boca, lamerla y chuparte para darte placer mi amo y señor.

            Le acerco la polla y ella se la traga entera, pasándome su lengua por el glande, me succiona, me la chupa con la ganas, yo me empiezo a empalmar mas y ella abre mas la boca para que le entre toda.

            Acaríciate el coño, mastúrbate mientras me la chupas, esclava.

                Ella baja su mano, aparta el tanga y empieza a tocarse con ganas, noto que su cuerpo cimbrea y sigue comiéndome la polla.

            De repente aparto mi polla de su boca, ella se me queda mirando y con cara de suplica.

            Que pasa mi amo, lo hago mal, si es así castígame y ensáñame como lo deseas, soy tuya y solo deseo hacerte feliz, te ruego que no me prives del placer de chupártela.

                No lo haces muy bien pero por hoy es suficiente, quiero que aprendas que eres totalmente mía y que tu cuerpo me pertenece deja de masturbarte, vístete y sigamos corrigiendo exámenes, hoy no quiero terminar de usarte.

                Por favor mi amo no me dejes así, permíteme por lo menos que me corra, estoy súper cachonda y siento como el coño me arde, déjame córreme para que veas lo puta que soy.

            Está bien tienes 3 minutos para correrte, si transcurrido ese tiempo no te corres, paras te vistes y te vas y espero que no te vuelvas a tocar hasta que yo te lo ordene.

                Ella me mira con fervor y empieza a frotar su clítoris con fuerza, jadea. Se mueve y en menos de dos minutos tiene un orgasmo exagerado, noto como baja por sus piernas cantidad de líquido. Se acerca la mano a la boca y la chupa con pasión mientras me mira.

Se aparta a un lado se viste, coge sus cosas, y se dispone a marchar.

Gracias mi amo he tenido el mejor orgasmo de mi vida, soy tuyo desde hoy hasta el final de mis días o cuando tu lo desees.

Me acerco a ella le doy un fuerte beso, le meto la lengua lo máximo que puedo. Ella se retuerce de nuevo, el suelto y le digo.

            Veo que comprendes tu futuro, ahora márchate, por la noche te llamare para darte algunas órdenes e indicarte como tienes que vestirte a partir de hoy.

            Abre la puerta y se va.

            Yo me subo la cremallera y vuelvo a mis exámenes.

Continuara