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IRENE, una mujer peculiar 4ª parte

en Dominación

IRENE

Una ciega distinta

La palma de la mano

 

Iban pasando los días e Irene aprendía con velocidad, logró encontrar unas pinzas que le gustaran a su amo y poco a poco acostumbró a sus pezones a soportar el dolor, cada vez soportaba más tiempo el contacto de sus pezones con las pinzas, y cada vez sentía más placer al aplicarlas, ella no entendía la causa de tanto placer, pero gozaba con ese sufrimiento,  cierto díahablando con su amose lo preguntó.

                - Mi amo, esta sucia perra se atreve a preguntarle el por qué siento tanto placer cuando me ordena aplicarme las pinzas.

                - Sientes tanto placer por dos razones, una porque te lo  ordena tu amo y deseas locamente complacerle y otra por que tú también deseas sentir el dolor, tu subconsciente te dice que a través del dolor llegarás al placer y te convences deello.

Irene  comprendía lo que le explicaba su amo, pero era tal el placer que sentía al escuchar su voz que se planteaba cómo un hombre que le llevaba tantos años ejercía tanta influencia en ella, sabía que se había entregado por libre decisión, que su amo jamás la obligaba a hacer nada que ella no deseara, que hasta ese momento todo lo que su amo le proponía le terminaba por proporcionarle placer, un placer intenso, un placer que jamás sintiera, sabía que su amo la cuidaba y la guiaba lentamente en el  maravilloso mundo de la sumisión y era por ello que estaba dispuesta a entregarse totalmente a él.

                - Mi amo, esta su sierva desea comentarle algo.

                - Dime mi zorrita.

                - Esta puta desea seguir aprendiendo de su amo y desea a su vez que su amo sepa que le pertenece totalmente, soy su puta, su sierva, su zorra, soy todo lo que mi amo desee que sea, y me entregaré a mi amo y a las personas que desee, le pertenezco, mi amo y disponga de mí como tenga a bien.

                - Me gusta, mi bella puta que me demuestres tu sumisión, pero aun me gusta más tu ofrecimiento a entregarte a quien yo decida, pues estate segura que tendremos que buscarte a alguna mujer u hombre al que te entregues por mi orden, no puedes permanecer virgen por mucho tiempo, y deseo que tu virginidad sea entregada a una persona de mi confianza, tú me ayudarás a buscar a esa persona, te dejaré que elijas el sexo y quien será, pero a  esa persona tendré que conocerla y adiestrarla en cómo te debe de tratar y como te dará el placer que yo desee, será como si te hiciera el amor, pero por mediación de un tercero, sé que a lo mejor no te agrada, pero estate segura que si lo hacemos como yo deseo lo gozarás, sentirás un gran placer y serás feliz, tu amo solo desea lo mejor para su sumisa.

Irene se quedó pensativa, se preguntaba ¿Por qué su amo deseaba entregar su virginidad a otra persona?, ¿Por qué deseaba que fuera feliz con otra persona?, no lo entendía y deseaba preguntárselo, pero entendía que no era el momento adecuado, lo dejaría para más adelante, tenía claro que aún no sabía todo de la sumisión, que estaba en bragas, que tendría que aprender más de su señor, y ella era una esponja que  deseaba ser adiestrada.

                - Mi amo, esta sumisa desea seguir siendo adiestrada en la sumisión, cree que ya está preparada para el siguiente paso, es más lo desea, desea complacer a su señor, aprendiendo rápido, para que así mi amo disfrute más de su perra, sé que aún tengo que soportar más dolor con las pinzas, pero estese seguro mi amo que esta su sumisa soportara  todo el dolor que el amo desee infringirle, pues le gusta y le agrada ser educada en el dolor, pues de ese dolor esta zorra obtiene un placer que jamás sintió, deseo ser sometida en todos los aspectos, mi ser le pertenece, mi señor, además de mi cuerpo y mi vida está en sus manos, disponga de mí como desee.

                -Mi querida Irene, te estarás preguntando por mis decisiones, el porqué de muchas cosas que te acabo de decir y tú no lo entiendes, sé que tienes una mente privilegiada, pero ay cosas que no puedes entender aún, estás en tus primeros pasos como esclava y a tu amo le queda mucho por enseñarte, tienes que comprender que yo soy una persona mayor, que algunos placeres me será difícil proporcionarte, sé que me tienes en un pedestal, pero físicamente estoy desgastado, mi salud no es tan fuerte como hace unos años y sexualmente no soy lo que se dice una máquina, es por ello que deseo que tu primera vez sea tan especial que la recuerdes toda tu vida, es una sola vez, y como te dije al principio “un amo siempre mira por sus sumisas” y en tu caso más, pues eres una excelente sumisa y te mereces lo mejor y tu amo sabe lo que es lo mejor para ti, tu amo te entregará a la persona adecuada, sea hombre o mujer, estate segura que ese día será especial para los tres, yo en la distancia disfrutaré contigo y la persona que elija para ti, pero ese día no es hoy, vamos pues con tu educación.

                - Sí mi amo, como le he dicho soy suya y cualquier decisión que tome la acataré como lo sumisa suya que soy.

                - Bien, ya sé que con las pinzas as mejorado mucho, ahora viene la parte de los azotes, las palmadas, las fustas, otra parte importante de tu educación, es por ello que tu amo desea saber si tendréis un matamosquitos en casa, sino tenéis algo parecido me valdrá, una espátula plana también me vale, y si no usaremos la palma de la mano, eso es, la palma de tu mano me vale.

                - Mi amo, no sé si tendremos matamosquitos o algo similar, pero la palma de mi mano está a su disposición, la usaremos como mi señor mejor desee, mi amo sabe que puede usar cualquier parte de esta puta como mejor desee, solo estoy aquí para servirle.

                - Bien, ahora quiero que te desnudes, que me enseñes ese pedazo de coño que tienes y empieces a acariciarte.

Irene obedeció, se desnudó totalmente, bajó la Cam de manera que quedara su coño a la vista de su amo y comenzó a acariciarse, lo hacía tal como se lo enseñara su señor, empezando suavemente, para ir aumentando el ritmo paulatinamente, siempre esperando las órdenes de su amo.

                - ¿Asíle gusta a mi amo?

                - Sí puta, asíestá bien, ahora tu amo desea que empieces a darte palmadas en el coño, quiero que las primeras sean muy suaves, casi una caricia y según te vaya indicando aumentes la fuerza de las palmadas, ¿lo entiendes, puta?

                - Sí mi amo.

Irene comenzó a darse palmadas en el coño al ritmo que le marcaba su amo y señor, al principio notaba como una suave caricia, pero conforme el amo le ordenaba aumentar el nivel del castigo, más se excitaba, le gustaba la sensación que le producía golpearse el clítoris con la palma de su mano, era una sensación nueva para ella, pero le resultaba gratificante, el amo le iba indicando cuando debía golpearse y con qué intensidad, ella seguía el ritmo que su amo le indicaba, a cada palmada sentía más placer, notaba como su coño empezaba a mojarse, como del interior de su cuerpo salían los flujos de su placer, el amo le ordenaba que se diera con más fuerza y ella obedecía ciegamente, le gustaba recibir las órdenes de su señor, no entendía como su vida había cambiado tanto, se sentía otra, su vida interior había mejorado, a pesar de la contradicción se sentía más segura de sí misma, amaba ser dominada, pero ser dominada por aquel hombre, un desconocido que entró en su vida por  una pregunta, pero que ahora no sería capaz de pasar un solo día sin escuchar su voz o recibir sus mensajes, lo primero que hacía por las mañanas era encender su móvil para escuchar los mensajes de aquel hombre, sabía que la reconfortaba, que le ayudaba a sentirse mejor, a que su día fuera más productivo, notaba que aquella voz la tenía dominada, que le agradaba escucharla, que sus órdenes, que sus ejercicios como él los llamaba le gustaban que la hacían cada día mejor sumisa y más mujer, solo deseaba complacer a aquel hombre, sabía  que les separaba un océano, pero cada vez que se comunicaba con él, lo sentía a su lado, que eran sus manos la que la golpeaban el coño, que era su boca la que la besaba, que era su polla la que se metía en la boca y que era todo su ser la que la dominaba, se sentía feliz, muy feliz, hacía mucho tiempo que no se notaba tan dichosa, tan llena.

                - Mi amo, estoy muy cachonda, me vuelve loca este ejercicio, deseo correrme para usted, si me lo permite, estoy loca por recibir sus órdenes, solo deseo satisfacerle, ser suya totalmente, me entregaré a quien mi amo desee, sea hombre, mujer, a quien me mande, solo pienso en usted, en cómo me poseerá cuando este con usted, cuando sus verdaderas manos recorran mi cuerpo, cuando su polla entre en mi boca, deseo tanto tenerlo dentro de mí, oh mi amo, lo deseo, esta su humilde puta solo desea servirle el resto de mi vida, oh mi señor, esta puta, solo desea ser suya  y de quien me ordene, soy su más fiel esclava, me encanta que me trate como lo puta que soy, me gusta sentirme como una perra delante de usted, ordéneme lo que desee, que yo lo cumpliré.

                - Bien puta, quiero que ahora te masturbes, sé que deseas correrte, pero tu amo aún quiere que aguantes un poco más, que sigas disfrutando de tu cuerpo, eso hace feliz a tu señor, mastúrbate zorra, quiero ver tu cara de puta, esa cara que pones cuando estás caliente, cuando solo deseas sentir la polla de tu amo cerca de ti, sigue tocándote zorra, no pares, ahora quiero que pienses en esa amiga tuya de toda la vida, en cómo te besa, en cómo te acaricia el coño, en cómo te mete un dedo dentro de ti.

Irene se quedó un segundo petrificada, sentía las palabras de su amo, como le decía que era su mejor amiga la que la poseía y le agradaba, no podía comprender como su amo sabía que en algunos de sus sueños calientes se imaginaba follando con ella, con esa gran amiga, la que le ayudó a pasar tantas crisis, la que quería tanto, pero sí, era verdad, muchas veces cuando se tocaba pensaba en ella, en como serían sus besos, sus caricias, sus manos sobre su cuerpo, sobre sus pechos, como la acariciara, se sentía una puta, una puta que deseaba ser follada por su mejor amiga, con la que dormía casi todas las noches, le excitaba esa idea, pero sabía que solo era un sueño, o no, y si su amo le ordenara que la sedujera, que se acostara con ella, sería capaz de obedecer, sabía que su amiga tenía una novia, una nueva compañera, pero si su amo se lo pedía, estaba tan excitada que casi se corre sin permiso de su amo, pero hizo un iíprobo esfuerzo para no correrse.

                - Mi amo, me gusta lo que me dice, siento como ella me toca, me besa, como su lengua entra en mi boca y se junta con la mía, como su mano acaricia mis pezones, como baja lentamente por mi vientre hasta llegar a mi coño, como sus dedos buscan mi clítoris, como lo acaricia, como abandona mi boca y empieza a lamerme los pezones, oh mi amo, deseo tanto correrme para usted, estoy tan caliente, esta puta hacía tiempo que no se sentía tan excitada, y todo gracias a usted mi señor, esta zorra está tan excitada que ahora mismo se entregaría a quien usted me ordenara, estoy tan caliente que me duele el coño, oh mi amo, que feliz me siento de servirle de ser su puta, su perra, su todo, o mi amo, cuanto deseo estar a su lado y que me folle, que me meta esa polla en cualquiera de mis agujeros, en chupársela, en mamársela hasta que se vacíe dentro de mi boca, para poder beberme su semen, para dejarle la polla totalmente limpia de líquido, se la mamaría de nuevo para ponérsela otra vez dura y que me penetrara, sentirla dentro de mi coño, oh mi amo, permita a esta puta correrse, se lo suplico, me muero por correrme para usted.

                - Bien puta, córrete, pero quiero que pienses que te corres con mi polla dentro de ti.

Irene sintió como su cuerpo se tensaba y que un increíble orgasmo salía de su cerebro, recorría todo su cuerpo y llegaba a su coño, explotando en una cascada de felicidad, se corrió como nunca en su vida, se corrió con ansia, tuvo un orgasmo tan profundo que se dejó llevar.

                - oh mi amo, que placer, que gusto, oh mi amo, me estoy corriendo como nunca en mi vida, siento que su polla permanece dentro de mí, me gustaría que se corriera dentro de ella, córrase mi amo, mi coño desea recibir su leche, lléneme de su semen, inúndeme de usted, oh mi amo, me estoy poniendo otra vez caliente, dígame algo, por dios.

                - Puta, siente como mi polla te taladra ese coño de perra, estás tan caliente que pareces una perra en celo, deseas mi zumo de vida, pues tómalo, siéntelo dentro de ti.

El amo se corrió también, sintió un fuerte orgasmo, dejó que el semen fluyera a través de sus piernas, se encontraba a gusto, esa puta sabía como calentarlo, hacía tiempo que no tenía un orgasmo así, esa puta sabía cómo hacerlo feliz, se daba cuenta que tenía una buena perra delante.

                - Bien puta, has logrado que tu amo tenga un buen orgasmo, tu amo te felicita, hacía tiempo que no tenía un orgasmo así, eres una buena esclava, sabes cómo mantener el clima.

                - Mi amo, esta su puta se siente alagada por sus palabras, se siente feliz de ser la causante de su gran orgasmo, se siente dichosa de proporcionarle tal placer, también indicarle que esta puta a tenido otro orgasmo al sentir sus palabras.