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UNA NOCHE EN LA DISCO (Saray) 1ª Parte

en Dominación

UNA COCHE EN LA DISCO

SARAY

                Ella era una de las madres que acudieron a la cena del AMPA del colegio de su hijo, esta vez el final de la fiestas sería distinto, ella no lo sabía, pero aquella noche su vida cambiaria al igual que dos días atrás, cuando su jefe decidió ascenderla de puesto, paso de ser una secretaria a responsable de producción del conglomerado, un trabajo de mucha responsabilidad, su vida sería distinta desde ese instante, aunque ella no sabía cuánto.

                Comenzamos la narración de ese noche tan especial en la vida de Saray.

                - Bueno chicas la cena estuvo de lo mas morbosa, dijo Saray, mientras entraban en la discoteca, ahora toca tomar un par de copas y disfrutar de la noche.

Saray hablaba de la reunión que tuvieron hacia dos días con el jefe, en la que para sorpresa de todos, despidió a todos los jefes de sección y ascendió a todas las secretaria a esos puestos claves en la central, ella como secretaria de producción, ahora era directora de producción, sabía que estaba preparada, tenía varios másteres, dominaba cinco idiomas con fluidez, era hiperactiva, pero nunca se esperaba llegar tan joven y de esa forma a este puesto.

Casi todas sus compañeras eran secretarias en la central, todas tenían algo que celebrar, Julia ascendió a Dirección de  Recursos Humanos, Luna que ya era Directora Seguridad, ahora tenía más responsabilidad, Marisa ascendió a Directora Logística, Begoña Dirección de Compras, Concha a la Dirección de Investigación, Desarrollo, Innovación y Aplicación, uno de los departamentos más importantes, de las otras madres, Josefa era la propietaria de una de la mejor boutique de la ciudad, Maribel trabajaba en la mansión del jefe, también ascendida a Ama de llaves, y total que todas tenían algo que celebrar, y como veis todas lo han celebrado a su manera.

                Todas entraron como una manada de mujeres hambrientas, la mayoría de ellas tenían un vida marital monótona, aburrida, la mayoría de sus maridos eran unos pusilánimes, cuya única afición era la caza o el futbol a lo que dedicaba la mayor parte de su tiempo, en fin que su vida sexual no era muy activa, total que entre la cena erótica y las copas, todas estaban un poco salidas, nada más entrar encontraron un sitio donde se podían sentar todas, llego el camarero, pidieron de beber y se pusieron a hablar, la primera fue Maribel.

                - Vamos chicas que el jefe me dio el día para que lo disfrutara al máximo, (solo ella entendía el significado de esas palabras, el amo le dio permiso para ser activa sexualmente, y la verdad que después de las experiencias de estos dos últimos días estaba súper cachonda, no sabía lo que deseaba, pero deseaba sexo), o sea que vamos a desbocarnos.

Estaban todas discutiendo cuando se acerco el camarero con sus pedidos y una botella de champan en una cubitera, el camarero la dejo encima de la mesa y les indico que era de parte de dos caballeros que estaban en la barra, todas se giraron a ver quiénes eran esos dos hombres misteriosos, y vieron  que dos hombre maduros levantaban su copas en su dirección ellas para corresponderles levantaron las suyas y con un gesto le dieron las gracias, Julia nos propuso acercarnos a la pareja de maduros, para excitarles un poco y de paso ver como estaba el ambiente en la pista, todas nos levantamos y fuimos a la pista, al poco de estar bailando y hablando con los dos señores, al cabo de un rato Julia se quedo charlando con aquellos dos hombres, mientras las demás nos dispersábamos por el resto de la pista, Begoña se quedo con un grupo de jovencitos, en los que se notaba estaba en su ambiente, esa faceta de Begoña me desconcertó, por otro lado Josefa y Concha se pusieron a bailar con un grupo de chicas muy guapas, Maribel, Marisa y Luna se volvieron al sofá, mientras yo me daba una vuelta por la pista a ver si algo la emocionaba o la excitaba, ella notaba que esa noche tenía que ser muy especial, que su cuerpo necesitaba una buena recompensa por toda una vida de sacrificios, sacrificio de niña para ser la mejor estudiante, sacrificio en su juventud para ser la mejor universitaria, sacrificio en su madurez como mujer para ser la mejor esposa, madre, empleada y sobre todo, sacrificio de no poder disfrutar de la belleza de la vida, toda su vida fue un sacrificio hasta dos días atrás, cuando su jefe la ascendió al puesto que ella mas anhelaba, toda su vida de sacrificio, ahora era un directivo de la central, era una mujer  con poder, con capacidad de decidir sobre temas importantes para la comunidad, era la directora de producción, era la responsable de que todos los productos que salieran de cualquiera de las fabricas del conglomerado, debía ser aprobada por ella o alguno de sus subalternos, se sentía dichosa, feliz, todos su sacrificios eran recompensados, estaba pensando en los siguientes pasos a dar, cuando sin darse cuenta estaba ante una puerta flanqueada por un fornido segurata, este hablo por el interfono, ella no escucho las palabras que se decían pero el hombre le cedió la entrada, ella no sabía qué hacer si entrar y adentrarse en un nuevo mundo o quedarse donde estaba y seguir tranquilamente con su nueva vida, pero su curiosidad era muy fuerte, franqueo la puerta y lo que encontró dentro le llevo a pensar que estaba en el infierno por todos lados se observaba todo tipo de depravación, sodomía, masoquismo sadismo, necrofilia, lesbianismo, homosexuales, dominación, ella no se ruborizaba, más bien le gustaban las escenas que miraba, la excitaban, a cada nuevo descubrimiento una nueva sacudida a su cerebro pidiéndole más experiencias nuevas, noto una mano poderosa que la sujetaba del brazo, se dio la vuelta con la intención de sacudirle una bofetada a la persona que la sujetaba, pero se quedo helada, la persona que la sujetaba era su jefe, no ese hijo de puta que habían despedido, no ese ya no podía molestarla, el que la miraba a los ojos era el verdadero jefe, la persona que le ascendió hace dos días a un puesto de máxima confianza, ese hombre tan joven que podía ser su hermano pequeño, pero ese joven tenía un carácter increíble, un poder de convicción que asustaba, unas dotes de mando que te obligaba a obedecer ciegamente, tenía una inteligencia y una visión de futuro que todas las personas de la central admirábamos, venia con la intención de modernizar todas las fabricas, de cambiar todas las cúpulas, de poner cada zona en manos de gente con ambición generalmente mujeres bien preparadas, se comentaba que dos de sus mejores mujeres serian las encargadas de seleccionar a los candidatos a esos puestos por todo el mundo, también se decía que tenía unos gustos un tanto extraños que tenían relación con la dominación, a Saray le pareció ver esa situación, cuando en la reunión donde despidió a los directivos, se rumoreaba que llego con una mujer con una correa al cuello, sujetada por una cuerda, ese hombre estaba delante de ella con una sonrisa en su boca, ella se la devolvió.

                - Yo a ti te conozco, eres Saray la nueva responsable de producción, tenía intención de hablar contigo un día de estos, pero podemos aprovechar que está aquí para realizar esa entrevista, le parece bien señora.

                - Es tan buen sitio como un despacho, lo único que me gustaría que fuera un poco mas intima la reunión.

El comenzó a caminar, ella le seguía a una distancia de dos pasos, ella observaba como todos se rendían a sus pies, que lo adoraban, pero no una adoración satánica, más bien una adoración espiritual, llegamos a otra puerta entramos, el jefe se sentó en un sofá y la invito que se sentara a su lado, aunque mas bien no era una súplica, era una orden, ella así lo entendió, se acerco se sentó en el sofá lo más cerca del  que pudo y se dejo hacer, el acerco su boca a su oído.

                Veras Saray, sabes que tengo unos gustos especiales, pero también soy un hombre abierto a probar nuevas experiencias, soy sumamente liberal, soy bisexual, pero de todas las experiencias sexuales la que realmente me gusta y por la que vivo es la sumisión, soy muy dominante, me gusta tener todo controlado, me gusta que las personas más cercanas a mi sean mías, pero mías en todos los aspectos de su vida, todas tienen que entregarse a mí por propia voluntad, ahora hablaremos tranquilamente, tendremos esa entrevista, pero en lugar de en un despacho frio, en un ambiente más libertino, ¿Te parece bien?

                - Si jefe, este sitio tiene algo que me atrae, tanta libertad, tanta sexualidad, además vengo de una cena donde hemos bebido y visto  un espectáculo un poco picante, y estoy sumamente sensible, además usted me atrae, no sé decirle si de una manera física o más íntimamente, pero creo que esta noche lo sabré, estoy dispuesta a someterme a sus preguntas  y le prometo que le  contestare con toda sinceridad.

                - Bien, Saray, en primer lugar, deseo que te entregues a mí de forma absoluta, en todos los aspectos de tu vida, deseo que entiendas que esta entrega es voluntaria, que si te niegas, no perderás tu empleo, pero sí  que mi confianza en ti no será la misma, se que quiero tu respuesta demasiado rápido, pero tengo mucho trabajo por hacer y en poco tiempo, por lo que las respuestas tienen que ser rápidas y seguras, es por ello que te pregunto.

                - Saray ¿Te entregaras a mí totalmente?

                - Si jefe.

                - Bien, ahora ya tenemos el primer matiz, a partir de ahora el tratamiento que me darás cambia, me llamaras Amo o Señor y siempre acabaras todas las frases con alguna de esas palabras. ¿Lo entiendes?

                - Si amo.

                - Saray, ¿Estas dispuesta a obedecer las órdenes que te dé, sin ponerlas en duda y con diligencia?

                - Si mi amo

Conforme salían las palabras de Saray su ritmo cardiaco se aceleraba, notaba como su ropa interior ya de por si mojada, se mojaba mas, sus pezones le dolían de los duros que los tenia, se sentía bien, sabía que ella era esa persona que le estaba contestando a su amo, ¡AMO!, que bien le sonaba cuando salía de su boca, se sentía llena, sabía que por fin se cumpliría su sueño desde la niñez, tener un hombre que la dominara, que la sometiera, que la ordenara, que toda su preocupación seria obedecerle, servirle y si lo deseaba satisfacerle sexualmente, estaba tan excitada que antes  de que el amo le formulara la siguiente pregunta, se corrió.

El amo lo noto, la abrazo.

                - Bien esclava, desahógate, libera  tus pasiones, descubre lo que siempre supiste, que eres una esclava, que te gusta ser dominada por un hombre, pues aunque joven para ti, tengo suficiente experiencia en saber cuando una persona es sumisa o no, y te puedo asegurar que eres sumisa, pues durante toda tu vida has estado esperando este momento.

                - Gracias amo, esta sumisa te pide perdón por correrse sin tu  consentimiento, pero la excitación me pudo.

                - Tranquila perrita mía, te educare de manera que sepas aguantas tus deseos, que sepas resistir los castigos, que seas una verdadera sumisa, de momento términos la entrevista y luego te usare un rato, pues eres muy guapa y hoy estoy excitado, pues algunas cosa ya están funcionando como yo lo deseo.

                - Saray estas dispuesta a entregarme a tu familia, para que la eduque en mis creencias y que el día de mañana me sirvan como me vas a servir tu.

                - Mi amo, pondré a tus pies a cada uno de los miembros de mi familia si eso deseáis, pero debo informaros que mi marido es un calzonazos y mi hijo aun es joven.

                - Eso ya lo sé puta, solo quiero educarlo, para que si tiene cualidades el día de mañana ocupe tu lugar, sobre tu marido algún día le daré uso, sé que es un pusilánime carente de carácter, pero alguna utilidad tendrá para mí.

                - Amo disponer de mí y mis pertenencias como deseéis, desde instante soy vuestra.

                - Tu amo desea que te levantes  te desnudes.

Saray se levanto como si tuviera un resorte, se despojo de la ropa lentamente y se quedo en ropa interior.

                - Acércate esclava, tu señor  quiere tocarte.

Saray se acerco, puso su cuerpo lo más cerca posible del hombre que tenía enfrente y espero a que la usara, si esa era la palabra que tenía en su cabeza, ser usada, ser usada como si fuera un muebles un electrodoméstico, se sentía una pieza más del engranaje de piezas de su amo, solo deseaba encajar, solo deseaba en ese momento ser suya de la forma que él quisiera.

Noto unos manos que recorrían su vientre, que rozaban cada centímetro de su piel, también noto otra mano que recorrían sus piernas que subían desde su rodilla, así con una mano en su vientre y sus rodillas, sentía otra vez necesidad de tener un nuevo orgasmo, pero quería demostrarle al amo que era capaz de aguantar sus instintos sexuales.

                - Mi amo, esta zorra desea correrse, pero si usted lo desea se aguantara hasta que mi amo quiera que me corra.

                - Bien, eso me gusta, pero una cosa no volverás a hablarme salvo que yo te lo ordene y si aguántate las ganas de correrte, quiero saber cuál es tu límite actual.

El comenzó a acariciarla de nuevo, sus manos empezaron a subir por sus piernas hasta llegar al comienzo de sus braguitas, de un tirón se las rompió y noto como Saray se agitaba, se notaba que estaba excitada, pues las braguitas nada mas caer al suelo, comenzaron a llenarlo de liquido, una vez quitada las bragas, comenzó a subir las manos que tenía sobre su vientre y comenzó también a subirla hasta que de un tirón le arranco el sujetador, el miro unos pechos grandes, exuberantes, con unos pezones negruzcos, que parecía que querían salir de los pechos, estaban tan rígidos que cuando el amo los toco Saray emitió un grito de dolor.

                - Valla la putita tiene los pezoncitos duros, bueno los pedazos pezones, los tienes sumamente grandes, me gustan seguro que soportaran un gran peso, sabes Saray no puedo aguantar más, quiero saber cuánto peso soportan.

Abrió un armario, saco una pieza  que parecía una percha de colgar la ropa, llevaba unas pinzas ajustables con una argolla en el centro, se acerco a Saray midió la distocia entre los pezones y ajusto las pinzas, le coloco una pinza en cada pezón y soltó la percha, esta al ser metálica y algo pesada bajo un poco la altura de los pechos de Saray, pero esta resistió y n emitió ningún grito, al amo le agrado su aptitud, saco del armario un maletín, cerro el armario y se volvió a situar al lado de ella, abrió el maletín y dentro estaban ordenados unas pesas que iban desde los 250 gramos, hasta los 750 gramos.

                - Saray estas pesas se colocan en la argolla y ejercen fuerza sobre tus pezones, lo que el amo quiere de ti es que aguantes  lo máximo posible el dolor que te produce y si sientes placer el amo te da permiso para correrte, pero me tienes que avisar un segundo antes de correrte, lo entiendes.

                - Mi amo su puta aguantara todo lo que pueda y placer ya siento desde que me has puesto la pinza, deseo aguantar un poco más, si al amo no le importa.

                - Bien, tu aptitud me gusta, comenzaremos por el peso más ligero.

El cogió una pesa de 250 gramos y la sujeto a la argolla de la percha y lo soltó lentamente.

Saray sintió una pequeña punzada de dolor en su cerebro, pero la sensación de placer era superior, sus pezones se estiraron ligeramente, el amo estaba atento a si podían desgarrarse, pero observo que aguantaban bien, saco del maletín otra pesa de 250 gramos y la sujeto a la primera, ya era medio kilo lo que aguantaban los dos pechos de Saray, aquí ella emitió un pequeño grito, pero era difícil saber si era de dolor o de placer.

                - Bien mi esclava, resistes bien el dolor, no tengas miedo, un amo jamás dejara que tus pezones se desgarren, yo te cuidare y cuando crea que tus pechos corren peligro, dejare el castigo, no quiero hacerte un daño que no se pueda reparar.

El termino de hablar y le  saco las dos pesas, las guardo en el maletín y cogió una de 500 gramos, la volvió a sujetar en la argolla, Saray ni se inmuto, solo se notaba que gozaba, pues su coño no paraba de emitir flujos, el amo saco del maletín una pesa de 250 gramos y la sujeto a la pesa de 500 aquí ella se agacho un poco cuando noto el peso, pero enseguida se irguió.

Saray notaba el peso sobre sus pechos, sentía el dolor, pero también sentía que su cuerpo reaccionaba con placer al castigo, que sus piernas le flaqueaban de la sensación de excitación que tenia, en ese instante cuando sus pechos aguantaban 750 gramos de peso, tuvo un fuerte orgasmo se corrió, como nunca en su vida, se dejo caer de rodillas, levanto la cabeza, vio la cara de su amo, era de satisfacción, de placer, Saray sabía que estaba gozando y que a su amo le gustaba  que ella gozara, lentamente se puso de nuevo en pie, el amo saco del maletín una pinza.

                Saray, esta pinza la voy a colocar en tus labios vaginales, después te colocare un peso de 250 gramos, pero quiero que aguantes y resistas la tentación de caer de rodillas, tu amo quiere que permanezcas de pie.

                - Mi amo, esta tu puta aguantara de pie todo el tiempo que su amo desee, y soportara todo el peso que el amo tenga a bien colocarle en sus pechos y en su coño, esta sumisa desea volver a ver la cara de satisfacción que vio hace un momento en su cara, a esta perra le gusta cuando su amo goza al castigarme.

                - Bien comencemos a poner las pinzas.

El acerco su boca a la de Saray le beso suavemente los labios y se agacho ligeramente, le unió los dos labios vaginales y los sujeto con la pinza, saco una pesa de 500 gramos y la sujeto a la pinza, lentamente con suavidad fue soltándola, fijándose en la cara de Saray y también en sus labios vaginales, no quería rasgarlos de ninguna manera, no quería revivir la sensación que sintió cuando vio a tres de sus sumisa llenas de vendas en los pechos, después de que se desgarraran los pechos entre ellas, fue soltando el peso muy lentamente, Saray le miraba a la cara y se notaba que no tenía miedo que le excitaba ese juego, cuando el amo dejo caer el peso, Saray durante un segundo doblo las piernas, pero enseguida se puso recta, aguanto el dolor durante un segundo y cuando se fue esa sensación, noto como su cuerpo flotaba, como la invadía una sensación nueva, jamás sintió el placer que estaba sintiendo en ese momento, quería resistirse pero sabía que no podía, que su cerebro no aguantaba más, que sus piernas no aguantarían mas, que su coño estaba a punto de estallar que sus labios deseaban abrirse y gritar, si gritar de placer de puro placer, sentía que en su vida fue tan feliz, que aquella situación era la  que llevaba esperando desde niña, y estallo, abrió la boca exhalo una bocanada de aire y grito, grito  como una loca, la invadía el placer, la locura, el éxtasis, su cuerpo no aguantaba más.

                - Amo deseo correrme, pero también deseo caer de rodillas a sus pies, demostrarle lo feliz que soy, permítame arrodillarme, correrme a sus pies, mi cuerpo está deseando servirle.

                - Bien puta, dale rienda suelta a tus deseos más ocultos, córrete, grita.

Al escuchar estas últimas palabras de su amo, se dejo caer de rodillas y cuando estas tocaron el suelo, la inercia hizo que los pesos que tenía en los pechos y el coño, le dieran un fuerte tirón, ese fue el ultimo detonante del intenso orgasmo que tuvo, no resistió mas, se dejo llevar por sus deseos, grito como una loca, se dejo caer al suelo, entre temblores, se sentía libre, sus órganos genitales no paraban de mojarse, sus labios se secaban del placer, miraba desde el suelo a su amo, a su nuevo señor, en los más profundo de su cerebro sabia que delante de aquel hombre seria una perrita, una mujer entregada, y de nuevo un nuevo orgasmo le recorrió todo su cuerpo, era una maquina de orgasmos, tenia uno tras otro, el solo hecho de notar los pesos le llevaba a un nuevo orgasmo de repente sintió que alguien la levantaba del suelo, la abrazaba y la depositaba con ternura en el sofá, abrió de nuevo los ojos y se encontró con los del, este la miraba con excitación, con satisfacción.

                - Bien niña, me has demostrado que lo que pensaba de ti cuando leí el informe que me preparo Desiré, no mentía, en el trabajo eres exigente contigo misma y con las personas que te rodean, pero lo que realmente buscas es una persona que te domine, que te de ese placer que sentías cuando tus hermanas te daban ordenes, buscas esa figura paterna que nunca tuviste, ese es el motivo de todos tus esfuerzos, ser la mejor, buscar la perfección en todo lo que haces, ese es el motivo por el que te quiero en la central, llevando ese departamento tan importante, pero también ese es el motivo por el que estas aquí, yo seré para ti esa figura que nunca tuviste, seré ese hombre dominante, ese padre que te eduque, que te lleve por el camino de la sumisión, te llevare a ser una mujer realizada, a ser tu misma, pero ahora tenemos más cosas que hacer, vístete, pero no te pongas la ropa interior, solo vestirás la ropa interior que yo te mande y cuando yo te lo ordene, ahora obedece, vístete y acompáñame.

                - Si mí amo.

Saray se levanto a duras penas, tenía las piernas todas mojadas, se iba a vestir  cuando noto que aun tenia puesto las pesas, se quedo mirando para el amo, este se las quito con suavidad, las deposito en el maletín, le saco la percha y depositándola en el maletín de nuevo lo cerro, y lo devolvió a su sitio, mientras el guardaba todo, Saray termino de vestirse, se coloco al lado de su amo.

                - Saray como esclava mía y en ciertos lugares te comportaras como lo que eres una de mis perritas, es por lo que llevaras un collar con una correa, de momento te pondrás esta, luego tendrás una personalizada para distinguirte del resto de mis sumisas y sumisos.

El la obligo a ponerse de espaldas le coloco el collar, le añillo la correa y la obligo a ponerse a cuatro patas, de esa manera salieron del despacho, ella se sentía dichosa, miraba a la gente desde esa postura y le gustaba, se sentía realmente un perrita, caminaron durante un rato en medio de la gente, llegaron a una nueva puerta, el amo la franqueo, dentro vio a un hombre de pie y una mujer que estaba de rodillas, el hombre que estaba de pie miro al amo y dijo-

                - Buenas noches mi amo.

Y Saray se corrió.

                CONTINUARA