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LA REESTRUTURACION,Hasta pronto Helena 2ª parte

en Dominación

LA REESTRUCTURACION

Hasta Pronto Helena

2ª parte final

                El amo estuvo todo el día en su despacho enfrascado en la planificación, tenía que ser concienzudo, no podía dejar nada al azar, por lo que se olvido de todo lo que no fuera necesario para su ardua tarea, solo se levanto dos veces al baño y una a hacerse un bocadillo y coger un agua en la nevera.

                Eran las diez de la noche cuando decidió que lo principal estaba hecho por lo que decidió entretenerse un poco con las dos zorras que dejo en su habitación, se levanto, estiro su cuerpo entumecido de tantas horas sentado, y subió a la habitación.

                Nada más entrar noto que algo no iba bien, no escuchaba ningún ruido, nervioso se metió en el baño y vio que esas dos cerdas se habían quedado dormidas, su cara se torno en ira, no podía consentir que dos sumisas no cumplieran sus ordenes, aunque llevaran una noche sin dormir, aunque la postura fuera incomoda, fuese lo que fuese tenían que soportarlo, para eso se habían comprometido, nadie las obligo, eran suyas por su propia voluntad, salió del baño sabiendo lo que tenía que hacer con ellas, no le gustaba el castigo corporal, pero sabía  que no podía ser compasivo, que tenía que demostrar su fuerza, que tenían que saber lo que era ser una sumisa, una esclava, y ellas por lo que se ve necesitaban algo mas para saberlo.

Bajo al salón abrió su armario de juguetes, cogió una fusta corta, dos juegos de esposas, los consoladores más grandes, un trípode y subió, mientras subía pensó en Ana, la pobre sufriría cuando viera a Helena marcada, pero no podía permitir esa desobediencia, llego a su habitación dejo todo encima de la cama excepto la fusta, entro en el baño y su enfado aumento al darse cuenta que los bidones de agua estaban prácticamente llenos, que el grifo estaba apagado, que en el suelo a su lado estaba una manta, no se pudo aguantar más y empezó a darles con la fusta.

                Despertaros so putas, como me desobedecéis de esta manera, sois unas zorras de mierda, tengo ganas de meteros a las dos en un burdel y que os follen todos los hombres totalmente gratis, aun no comprendéis que sois mías, vuestros cuerpos y vuestras mentes son mías, os doy unas simples ordenes y no sois capaces de cumplirlas.

                El movía la fusta y pegaba sin ver en donde ni a quien le daba, no se detenía, estaba cada vez mas furioso, no hacía más que pensar en la confianza que deposito en Helena y las confianzas que le dio y ella le respondía así, ella tampoco fue capaz de preparar a Lucia para él.

                Ellas entre gritos y sollozos suplicaban.

                Amo, por favor no sigas, me equivoque, me venció el cansancio, soy débil, necesito que me castigues, pero amo para, gritaba Helena.

                Amo esta sumisa esclava, pide perdón por ofenderte, suplica que no sigas pegándole, castígala de otra manera, gritaba Lucia.

                Esto enfado mas al amo.

                Arrastraros como  dos víboras que sois, salir del baño, esto es solo el comienzo de vuestro castigo y callaros, dejar de gemir, gritar y llorar, comportaros como dos putas esclavas que sois y asumir vuestro castigo, que cojones os pasa, la culpa es mía por daros tanta libertad, os tenía que atar mas en corto, castigaros mas.

                Ellas salieron del baño arrastrándose, se callaron, dejaron de llorar y gemir, aceptaron con resignación lo que ocurriera a partir de ese momento, siguieron arrastrándose, al llegar al centro de la habitación el paro de azotarlas y vio los daños que les causo a sus zorras, ninguna de las dos por suerte tenían marcas en la cara, pero el resto de sus cuerpos estaban totalmente marcados, los pechos, la espalda, el vientre, las nalgas, las piernas, por todos lados se miraban marcas de la fusta.

                Esto lo que me obligáis a hacer cuando no sois obedientes, seréis castigadas, preparar los trípodes.

                Las dos se levantaron cogiendo cada una un trípode, lo montaron y se volvieron a tirar al suelo.

                Poneros de rodillas y las manos a la espalda, os voy a poner las esposas, y luego un consolador uno en vuestro coño de mierda y otro en el culo, os subiréis al trípode, conectare los consoladores y me iré, no quiero gemidos ni orgasmos, lo entendéis zorras.

                Si mi amo, esta zorra sabe que se ha comportado mal y desea ser  castigada como se merece, todo lo que me hagas será poco castigo por mi desobediencia, deseo sufrir para ti, mi señor.

            Mi amo, esta puta sabe que no aprendido lo suficiente para satisfacerte, que no haya estado a la altura de tus deseos, castígame, márcame, soy toda tuya, ponme a prueba de nuevo, deseo ser tuya, mi vida no sería nada sin tus órdenes.

            Ambas se arrodillaron, se pusieron las manos en la espalda, el amo les inserto lo más  profundo posible los consoladores, los puso a la máxima potencia, ellas se levantaron, se colocaron cada una en su trípode, el amo las ato con fuerza.

                Dejo la puerta de la habitación abierta, bajo al despacho, la situación se le hacía incomoda, no le gustaba pegar a sus esclavas, ni marcarlas, ni añillarlas, pero también sabía que no podía ser inflexible, tenía que llamar a Ana, para informarla.

                Decidió llamarla, y que viniera a casa, periferia contárselo en persona y comentar con ella los planes que tenia, marco el número de la casa de Ana.

                Buenas noches jefe, quiere alguna cosa.

            Veras Ana quiero  que te acerques a  casa un momento deseo hablar contigo sobre los planes que tengo para vosotras, puedes venir ahora.

            Claro jefe, déjeme que me vista y en diez minutos estoy ay.

            Mientras esperaba la llegada de Ana, subió a la habitación y observo a las dos zorras montadas sobre los trípodes con los consoladores puestos y totalmente calladas, a pesar de que los consoladores estaban al máximo, no se movían, se quedo más tranquilo, bajo de nuevo, y justo en ese momento noto la puerta del garaje, se acerco a las escaleras y recibió a Ana, la condujo al despacho la invito a sentarse, el también se sentó.

            Veras Ana, Helena y lucia me han desobedecido, no han cumplido mis deseos y no me ha quedado más remedio que castigarlas duramente, ahora están en mi habitación, cumpliendo una orden mía.

                Jefe me está asustando, están bien las dos, tan mal se portaron.

            Ana si el castigo a sido muy duro, de verdad que me dolió mucho castigarlas así, las he tenido que fustigar, cosa que no me gusta, están un poco marcadas, pero al ser con una fusta pequeña las marcas le desaparecerán en unos días.

                Luego la veras, ahora vamos  a hablar de vuestro futuro, sabes que he tomado el control de las empresas, pues aquí entráis vosotras, Helena esta doctorada en gestión y dirección de empresa y tú tienes un fuerte carácter, necesito cambiar la dirección de todas las empresas y  quiero que vosotras dos realicéis ese trabajo, necesito que jubiléis a todos los directivos y los sustituías por mujeres bien preparadas que quiera avanzar hacia el futuro,  que sean fieles a la empresa y no tengan miedo a los retos, vosotras os encargareis de la selección de esas mujeres, una vez que las seleccionéis, vendrán a la ciudad para que terminen su formación y yo pueda conocerlas y en su caso someterlas, para que sean fieles a mi también, mientras ellas están preparándose, deseo que las dos dirijáis esa empresa hasta que os mande a la mujer ya preparada, y así con cada una de mis fabricas, viajareis mucho cosa que a ti te gusta, tu tomaras decisiones difíciles, pues quiero que seas tú quien despida a los directivos rebeldes y que me selecciones las mujeres más preparadas, mientras Helena te ayudara a encauzar las empresas, también tengo que pedirte un favor, se que te va a costar mucho cumplirlo pero es necesario que lo hagas, Ana estas dispuesta a asumir este reto.

                Ana le miraba con cara de sorpresa, no se imaginaba que el jefe tuviera tanta  confianza en ella, se sentía alagada y a la vez asustada por tanta responsabilidad.

            Jefe me alaga con su propuesta y claro que estoy dispuesta a aceptarlo, le aseguro que no le defraudare, trabajaremos duro para cumplir sus objetivos, no tenga miedo le aseguro que las mujeres que elija para usted serán las más preparadas y también jóvenes, pues deseara que estén muchos años trabajando para el conglomerado, dé por hecho su solicitud, sea la que sea.

                Creo que te no te va a gustar, pero creo que será bueno para las dos y también para mi, esta es mi petición, una vez al mes tendrá que castigar a Helena, sé que es duro pero si no lo haces se volverá loca, ella necesita el castigo tanto como necesita tu amor, si no quieres hacerlo lo entenderé y no pasara nada, la propuesta seguirá en pie, pero te aseguro que si no lo haces tarde o temprano Helena sufrirá.

            Se que me costara, pero sé que es necesario, por lo que ya lo tenía pensado, amo a Helena y sé que necesita ser castigada de vez en cuando, jefe no tema seguirá siendo para usted tan sumisa como ahora, incluso más, vera hasta tenía pensado escribirle un libro en el que plasmar alguna de nuestras experiencias y grabarle los castigos, y cuando desee y quiera castigarla, solo tiene que pedírmelo y yo cumpliré sus órdenes.

                No esperaba menos de ti, se que eres inteligente y comprendes las necesidades de Helena, con respeto a lo del libro me parece bien, pero no te consideres obligada, escribe lo que te parezca bien, ahora espera aquí un momento subiré a la habitación, te bajare a Helena te la llevaras a casa cuidaras sus heridas y a no nos volveremos a ver hasta que yo lo decida, os quedareis aquí las dos para empezar por las empresas de esta zona, trazaros vosotras mismas un plan y mándamelo por correo, mátenme informado, yo mañana me llevare a Lucia a la ciudad, pues tengo mucho trabajo por hacer.

                El amo subió a su habitación desato a Helena, la llevo al baño le ordeno  que se duchara a conciencia, que se vistiera con un buen vestido y que bajara al terminar.

                Ni siquiera miro a Lucia, le quito los consoladores y las esposas a Helena y bajo, le entrego a Ana unos documentos con los requisitos de las candidatas y las indemnizaciones de los directivos, Ana estaba terminando de guardar los documentos, cuando apareció Helena, estaba radiante, apenas se le notaban las marcas, miro al amo y este con una seña le ordeno que se acercara.

                Helena te irás a vivir  con Ana, ella te pondrá al corriente de lo que quiero de las dos, espero que seáis felices, pero  que no se te olvide que sigues siendo mi sumisa, no creo que t e vuelva a usar, tengo mucho respeto por Ana me ha sido fiel durante muchos años y nunca me defraudo, iros pues y cumplir vuestro trabajo.

                Las dos lloraban de alegría.

                Gracias jefe por confiar en nosotras.

            Amo espero saber cumplir tus deseos, se que seré feliz con Ana y solo deseo que sepas perdonarme por esta mala noche, siempre seré tuya.

            Ana cogía a Helena de la mano la beso y se marcharon, antes de bajar al garaje Ana se giro y con una sonrisa de despidió del jefe, se notaba que era feliz.

                En cuanto se fueron las dos, el subió a la habitación, soltó a Lucia, la llevo al baño la lavo con cuidado y la llevo de nuevo a la habitación cogió del botiquín unas gasas y un pomada para las quemaduras y empezó a curarla.

                Lucia hemos empezado con mal pie, pero yo sé que puedo educarte para que seas la mejor sumisa, la esclava mas servicial y  que soportaras todas las vejaciones que te inflija.

                O mi amo seré tuya toda mi vida, estoy dispuesta a aguantar todo lo que me hagas, deseo complacerte en cada una de tus ordenes, quiero aprender ser cada vez mas puta para ti, mas puta si tu lo deseas, solo pensare en ti mi amo.

            El termino de hacerle la cura, la tumbo en la cama, se  desnudo y se acostó a su lado, acariciándola se quedaron dormidos, en la cara de Lucia se dibujaba una sonrisa de placer.