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CORNUDO adaptándose.

en Hetero: Infidelidad

Seguía intercambiando mail con la mujer del tatuaje, pero ya me estaba cansando, era muy cerrada y así era un rollo. Se lo dije y estuvimos bastantes días sin decirnos nada, estaba claro que no le gusto y se enfadó. Pero es que me gusta más mandar que me manden. Con lo que se refiere a mis vecinos, todo perfecto desde que Toño y yo nos hicimos más amigos. Maikel y yo llegamos a un acuerdo económico y acepte colaborar con él, serian dos o tres días a la semana, siempre por la tarde. Nela me dio la dirección y al día siguiente fui a su casa, ya que el estudio y la vivienda estaban juntos.

El edificio era muy viejo o antiguo, como se quiera decir. En la planta baja estaba el estudio. La vivienda estaba en el último piso. El ascensor era minúsculo, se veía que lo habían colocado en el único hueco en el que cabía, porque originalmente no debía de tener ascensor. En cierta forma era bastante tétrico. Al llegar a la planta había dos viviendas, con unas puertas grandes, antiguas pero muy bonitas. Me recibieron y alucine con la vivienda. Estaba toda reformada, se veía amplia, sobre todo por los techos tan altos que tenía. Estaba decorada con gusto y tenía un aire moderno. El otro estudio, donde no entraban clientes, era justo la puerta de enfrente. Fuimos y estaba decorado de la misma manera.

Poco a poco él se fue abriendo más a mí, que yo a él. Con Nela su mujer coincidía poco, normalmente cuando entraba a decir que se iba a correr o al gimnasio. Lo que me llevo a distanciarme más de ella y tener más confianza con Maikel. Lo que si me di cuenta, era la perfecta unión que tenían entre los dos, lo que me dejo claro, que ella era mujer fiel y que no había nada que rascar.

Después de algún que otro “fracaso” decidí de nuevo volver la mirada a mis vecinas. Cuando digo lo de fracaso, me refiero evidentemente a algún NO que me dieron y a alguna relación que no resulto lo gratificante que me hubiera gustado. Llegando a mi casa vi en una terraza próxima a mi domicilio a Julia tomando un café granizado y me pare con ella. Estábamos sentados hablando de forma, que ella y yo nos entendiéramos, pero que no lo pudiera hacer ningún “oído” indiscreto. Subiendo de tono la conversación.

+ Tenemos que quedar ya, que te tengo muchas ganas.

+ Jaja, no te andas por las ramas. Yo también lo quiero, pero es que Carlos va liadísimo por trabajo, estoy deseando que tenga un respiro y entonces, ya me entiendes. Te recuerdo que tenemos que ser tres, no podemos ser dos. Que a eso me he comprometido.

+ También podemos ser tres, solo tendríamos que invitar a una de tus amigas.

+ Jaja, ahora sí que estás loco. Yo con otra mujer, tú has perdido la cabeza.

+ Con lo buena que estas, me extraña que ninguna mujer te haya tirado los trastos y estoy convencido con lo caliente que eres, que aunque luego te hayas dicho que no, algún pensamiento de habrá rondado, ¿a qué no me equivoco?

+ Jaja, a ti te lo voy a decir.

+ Como ya me lo has dicho sin decir. Cual de todas o cuales, te gustan más, que esto no quiere decir nada.

+ No te voy a responder a eso, que tú tienes mucho peligro.

+ No me digas que ahora te cortas, que te da miedo.

+ Vale te contesto pero si antes me contestas sinceramente a una pregunta que me ronda en la cabeza, ¿Cómo te defines o como te gustan las relaciones sexuales?

+ No tengo ningún problema. Me gustan más las mujeres maduras, me gustan las mujeres que tiene pareja, me gusta dominar, me gusta el bondage suave, me gusta el morbo y me gusta hacer gozar. Como ves muchos “me” pero con el fin de que el “me” se traduzca en dar el mayor placer a la mujer. Nada de rutina, nada de aburrimiento.

+ Me ha quedado claro, pero ¿Por qué con matrimonios?

+ Habías dicho una pregunta y ya son dos, pero te contestare, porque la respuesta la tienes tu misma. Como te gusta follar más, tu sola con tu marido o follar delante de tu marido. A mí me gusta más con el marido, ver la cara de los dos.

+ Tienes razón. Creo que las mujeres que más me podrían y digo podrían atraer, son Ofelia y Tania. Aunque si te soy sincera hay una que no conoces que es la que más papeletas podría tener y es una cuñada mía.

+ ¿Una hermana de Carlos?

+ No pongas esa cara y no lo preguntes así, jaja, es su hermana pequeña, que tiene 12 años menos que él.

+ Es que me llamo la atención. Nunca la he visto por aquí y si la he visto no sé quién es.

+ Viene poco, porque esta fuera. Pero cuando viene lo hace aquí. Esta soltera y yo creo que es lesbiana, aunque en la familia nadie quiere tocar el tema. Aunque las parejas que se la conocen han sido siempre hombres.

+ Entonces porque dices lo de lesbiana.

+ No sé, por su manera de mirarme, me pone “nerviosa” aunque reconozco que puede ser que me excite un poco.

+ ¿Y esta buena?

+ Buenísima.

+ Pero a lo que íbamos, ¿Por qué no quedamos con Ofelia o Tania?

+ Se te va la cabeza. Aparte de que no tendría nada con ninguna de ellas, tú te crees que les iba a decir, oye vente que lo vamos a pasar los tres bien, no ves que no.

Durante bastante rato estuvimos hablando de lo mismo y sus negativas tan rotundas al principio, fueron más livianas al final, todo acompañado de risas y que a Julia le gustaban, porque decía que conmigo se reía mucho, que lograba hacerla reír como nadie. Cualquier persona que este leyendo esto, se imaginara que desde ese mismo momento empecé a pensar cómo hacer que otra dijera que sí, porque Julia aunque no lo supiera estaba dispuesta. La pena que no estuviera su cuñada, porque con esa estaba asegurado el éxito. Esa conversación me hizo olvidar totalmente a Nela y también a la mujer del tatuaje. De Tania y Ofelia, a la que veía con mejor predisposición era a Ofelia, así que tenía que tantearla.

No deje pasar el tiempo, esa misma noche me puse a wasapear con Ofelia. Algo que hacíamos habitualmente, al principio con conversaciones triviales y luego con conversaciones “obscenas” y “escabrosas”. Esa noche desvié la conversación al asunto que me interesaba, a las relaciones bisexuales y me reconoció sin ningún problema, que en momentos de tensión sexual, si se había dado el piquito con alguna mujer pero que hasta ahí y antes de que pudiera preguntarla me dijo, “y no llegamos a más porque nunca se ha dado, porque no sé lo que hubiera hecho, en frio desde luego que no hubiéramos llegado a nada” es respuesta me gustó mucho. No me equivocaba Ofelia era la indicada. Por lo que inicie una conversación más intensa.

+ Pues justo hoy hemos hablado de ti, una amiga nuestra y yo.

+ ¿De mí? ¿De que habéis hablado?

+ Pues de este tema y a mi pregunta de tener algo con otra mujer, que con quien seria, me dijo que tú.

+ Jaja, tengo por ahí una fan y yo sin enterarme. ¿Quién es?

+ Ahhh, eso no se dice. Salvo que me digas tú, con quien no te importaría.

+ Eso no vale, venga dime quien fue.

+ Primero contéstame tu. Y no vale decirme que nunca lo has pensado.

+ Eso no te lo diré, porque la mente es libre y va por donde quiere aunque yo quiera otra cosa. Y si, alguna vez me ha venido alguna por la cabeza. Pero es que las dos que más me podrían poner no las conoces, bueno a una puede que la conozcas de vista a la otra no.

+ Vamos por pasos, ¿No hay ninguna de las que conocemos los dos?

+ En mi ranking la 3ª seria Julia y la 4ª Charo. Ahora te toca a ti.

+ ¿Y quién es la 1ª y la 2ª?

+ Jaja, la 1ª es para la cuñada de Julia que no la conoces, porque desde que estas aquí, no ha venido y la 2ª es para la hija de Sara y de Marcos.

+ La cuñada de Julia debe ser la leche, tiene que estar más que buena, porque ya me lo habían dicho y quien es la hija de ese tal Marcos y Sara, que no sé quiénes son.

+ Pues son los del ático, la hija se llama Karina, una morenita alta, muy guapa.

+ Ya sé quiénes son, pero esa cría, que está muy buena, que puede tener ¿16 años? Como máximo.

+ Jaja, que va este año cumplió 18.

+ Pues no los aparenta y eso que está desarrollada, pero la carita es de eso, 14, 15 o 16 años.

+ Y la cuñada de julia es que es simplemente arrebatadora, tiene una mirada que, me pierde. Pero bueno, ¿con quién hablaste de mí?

+ Con Julia y antes de que digas nada, ¿no te apetecería intentarlo? Que ella dice que es inmune a nada de eso.

+ Es que es un cortazo, así de pronto, no es un palo. Me cae muy bien, nos llevamos muy bien, reconozco que esta super bien pero, lo veo muy complicado. Que una cosa es pensar y otra bien distinta el llevarlo a la realidad.

Me gusto la conversación, porque en ningún momento hubo una negativa tajante y ya estaba en su mente. Karina la chica que dijo Ofelia, en verdad era una preciosidad, alta, morena, una melena hasta la cintura, muy buen cuerpo, culo perfecto y respingón, tetas grandes sin ser exageradas, ojos oscuros, reservada, había coincidido con ella un par de veces en el ascensor y nuca logre sacarle nada más allá del saludo. Esa mañana me la había cogido libre, porque tenía que hacer papeleo. Acabe antes de lo que pensaba y regrese a mi casa a dejar toda la documentación. Al entrar me encontré con Valle. Venia cargada con bolsas de la compra y me ofrecí a ayudarla, cogiéndole varias bolsas.

Estaba más caliente que el queso de un san Jacobo. Parecía que no había pasado nada entre nosotros, me baje con ella en su planta, aunque la mía estaba más arriba y la acompañe hasta la puerta. Una vez que la abrió, me dio las gracias y me metí con ella en la casa. Se quedo sin saber que decir o que hacer, con mi pie empuje la puerta y se cerró. Dejé las bolsas y la atraje hacia mí. Nos besamos con toda la calentura del mundo. Nos pegamos bien el uno al otro y ella noto mi rabo todo duro. Valle después de ese gran morreo, con voz entrecortada me dijo, “no puede ser, no está bien, le he jurado a Toño que esto no pasaría si no estaba el o con conocimiento de él, se lo he jurado y per jurado”, me lo decía seguro esperando que fuera yo el que cortara esa situación, agarre su mano la lleve a mi rabo y le pregunte, “¿de verdad quieres que me marche?” ella pasaba su mano por encima de mi pantalón, recorriendo toda la longitud de mi rabo diciéndome, “buffff, es lo mejor, se lo he jurado, madre mía, que gorda que esta, es lo que más me gusta, lo gorda que la tienes, pero no, no podemos” nos volvimos a morrear y la apoye contra la pared sin dejar de besarnos.

“Ya se me ha ocurrido cómo hacer para que no rompas tu juramento. Dame tu móvil” le dije, ella busco en su bolso y me lo dio diciéndome, “¿Para qué lo quieres? ¿Qué vas a hacer?” y nos fuimos para su habitación. Esta muy nerviosa, pero su excitación se veía en su mirada. Dejé el móvil sobre la cómoda y sin hablar me puse a desnudar, ella tardo un poco más pero al final hizo lo mismo. La empuje suavemente sobre su cama, le abrí las piernas con determinación, sin dejar de mirarla fijamente a los ojos, me agaché y empecé a mordisquear y lamer sus muslos, ella apretaba sus labios o se mordía el labio inferior, trataba inútilmente de no decir nada, pero al final sus gemidos empezaban a salir solos.

Seguía mirándola y ya no miraba, sus ojos estaban cerrados, movía su cabeza a ratos y su respiración fue en aumento. Puso una mano en mi cabeza y apretó, deje que se corriera y lo hizo entre gemidos y contorsiones. Eso no me hizo parar, ahora se lo comía de forma más salvaje y ella me pedía que parara que estaba muy sensible, me trato de quitar, de zafarse, no lo permití y al rato estaba más cachonda que antes, gimiendo con mucha más fuerza. La diferencia es que esta vez no deje que se corriera y se puso “rabiosa” la hice girarse y quedar boca abajo, con su pedazo de culo en primer plano. Agarre mi rabo duro como el acero y se lo pase varias veces por toda su raja, me excitaba ver como levantaba su culo para sentirlo más. Le dije que se pusiera las dos almohadas debajo, mientras lo hacía buscaba el número de su marido en el móvil. Una vez que lo encontré le dije, “no voy a permitir follarte y que rompas tu juramento, ahora le vas a pedir permiso a Toño” esta vez sí que se revolvió, pero estaba prácticamente encima de ella y no se podía escapar y con voz enfadada me dijo, “no fastidies, no llames, que se lía, me estas cortando todo el rollo, directamente me lo has cortado”.

Puse mi rabo en la entrada de su empapado coño, un simple movimiento y entraría todo. Al notarlo, se le bajaron los enfados y me dijo con más suavidad, “dale, no te pares pero deja el móvil” me agache y en su oído le dije, “tu marido ya tiene asumido que es un cornudo y si no, lo asumirá hoy, lo vamos a poner cachondo ya verás” y antes de que pudiera decir nada, le di a llamar, puse el altavoz y se oía el tono de llamada, ella volvía a intentar quitarse, pero no había manera. Se quedo quieta cuando oyó a Toño que decía.

+ Dime, ¿ha pasado algo?

+ No, que estaba aburrida y me he dicho llámale. (En ese momento, metí mi rabo de un golpe) ¡AAUUGGG! (le salió sin poder evitarlo, con un suspiro fuerte)

+ ¡VALLE! ¿Qué pasa? ¿Qué es lo que sucede? (su voz era furiosa)

+ Nada que estoy muy caliente, me estoy haciendo un dedo, buffff, como estoy. (Hasta yo la hubiera creído, así que empecé a follarla con más ímpetu y sin hacer ruido)

+ Que zorra que eres, me llamas al curro para ponerme cachondo, ahora te llamo. (se cortó la llamada)

Seguí follándola, con más ganas le decía, “que puta que eres, te ha gustado notarlo cachondo, ¿a que sí?” y ella me dio por respuesta un inmenso SI. Continué diciéndole, “ya verás cómo se pondrá cuando sepa que te estoy follando y cuando oiga como te follo el culo” Valle con voz temblorosa por la excitación me respondía, “de todo eso nada, seguirás sin hacer ruido y lo del culo, OL VI DA TE” y suena el móvil, cuando Valle estaba a punto de correrse.

+ ¿No te quedaste bien anoche? Que zorra que eres, seguro que pensando en tu “novio” y su pollón.

+ Si, lo has acertado.

+ Seguro que te gustaría que estuviera ahí, follándote en nuestra cama, ¿a que si zorrón?

+ SIIIIIIIIIIIIII.

+ ¿Qué piensas que te hace?

+ Me tiene tumbada boca abajo y me clava su dura polla hasta el fondo. Ahora la saca casi toda y la vuelve a meter con mucha potencia. Siente como me roza, como me llena. (Estaba contándole lo que realmente le hacía, así que me agache sobre ella y metí por debajo una de mis manos, agarrando uno de sus pezones, pensaba “castigarla” hasta que me pidiera que parara porque le hacía daño)

+ Sigue zorra, que me tienes la polla más dura que ayer noche, como sabes ponerme y dime lo que me decías anoche, llámame igual.

+ No, que no me gusta.

+ Pues ayer bien que te gustaba, hazlo, que estoy muy cachondo. Y sigue contándome.

+ Ahora me ha cogido uno de mis duros pezones, el muy salvaje tira de él, lo aprieta, Aaahhh, me hace daño, pero me gusta.

+ Joder, lo que me gustaría que estuviera ahí dándote caña.

+ Eres un cornudo. Te gusta ser un cornudo. ¿Te gustaría ser aún más cornudo?

+ ¡SI! Sabes que sí.

+ Pues lo eres. Porque me está follando ahora mismo, en nuestra cama. Además dice que me quiere follar el culo.

+ Ya me gustaría que fuera verdad, pero lo del culo lo tendría difícil, porque a mí solo me dejas meter la “cabecita” fíjate lo que sería la suya, que es cabezona. Pero sigue como antes, cuéntame, que lo de decir que está ahí no te sale bien, entre otras cosas porque estará currando. Volvamos a lo de antes.

+ Que es verdad, me está follando. Te estamos haciendo CORNUDO. Que ha sido cosa de él que te llamara para no romper mi juramento.

+ Venga Valle, volvamos a lo nuestro.

+ Pelayo, dile al cornudo algo. (Me limite a guardar silencio) Cabrón ahora no te quedes callado. (Seguía callado)

+ Pones mucho empeño pero lo haces fatal.

+ Si le dices algo, te dejare que seas el primero follándome plenamente el culo. Seré toda tuya, estaré a tu disposición cuando quieras. ¿estás de acuerdo cornudo?

+ Vale sí, pero volvamos a lo nuestro.

+ Vale si, no. Dile que mi culo y yo somos de él.

+ Pelayo su culo es tuyo y ella.

Me habían logrado poner cachondo al máximo, no me había visto en otra igual. Era el momento de entrar en juego, “me alegro de que lo permitas, aunque me hubiera follado su culo igual, es una puta encantadora, que te voy a contar a ti y no te enfades que eso de ser cornudo es divertido y cuando me haya follado varias veces su culo, tu rabo entrara muy fácilmente” ahora no se le oía solo se oían los gemidos de Valle que se había puesto como una moto. Se corrió Valle y a continuación pudimos oír cómo se corría su marido. Seguía penetrándola con fuerza y preparado para follarme ese culazo. Valle de nuevo estaba otra vez en marcha, meneaba su cuerpo como si fuera una lombriz. Toño dijo, “por favor, por favor no la folles el culo” y mi respuesta fue tajante, “el culo es mío y me lo follare no hay marcha atrás” y me respondió, “si, si me parece bien, solo que quiero verlo, esperar a esta tarde o esta noche” le conteste que por una vez le dejaría la decisión a Valle y esta dijo, “si lo quieres así, que sepas que serás un puto además de cornudo y tú me entiendes” se oyó un lacónico “SI” y eso provoco que Valle se volviera a correr. Apago el móvil, me pidió que me tumbara y se sentó encima mía, follándome con cara de vicio y masturbándose a la vez.

Mientras lo hacia sus tetas adquirían un movimiento muy sugestivo, ella me decía, “eres un pervertido, me estas emputeciendo desde el mismo día que te vi por primera vez, sacas de mi hasta lo que no conocía, eres un chico malo” y le costaba hablar estaba otra vez camino de correrse y en esta ocasión lo haríamos los dos juntos, porque estaba que reventaba, fue decirle que ya y ella empezó a contonearse y correrse conmigo, terminamos resoplando y con la respiración muy acelerada. Me estaba vistiendo y le dije a Valle, que les esperaba esta noche en mi casa. Prefería que fuera en mi casa, porque todavía no me fiaba mucho de Toño y no quería problemas, porque en caliente el tío se comportaba bien, pero en frio, no lo tenía muy claro, aunque esa noche sería el momento crucial de todo.

Estaba adormilado en casa cuando me llamaron por teléfono. Eran los caseros de mi piso. La conversación se inició con mucha suavidad y tacto por parte de ellos, lo que me decía que algo “gordo” me tenían que decir. Me preguntaron si había tenido algún problema con los vecinos y mi contestación fue que no, porque era verdad. Fue cuando me comentaron de un vecino que decía lo contrario, según ese vecino todo tipo de “tropelías” les dije que quien dijera eso mentía y ellos me dijeron que se quedaban más tranquilos y me decían que me reenviarían el mail que les había mandado el susodicho vecino. Abrí mi correo y leí el mail. Me ponían “guapo” quien fuera, porque no tenía ni la más remota idea de quien se trataba. Lo más fuerte que decía que me había sobrepasado con varias vecinas y que con su mujer había sido bastante grosero y chabacano. Mi nombre como tal no se mencionaba en concreto, porque solo decían su inquilino. Sería cuestión de saber quién era.

Estando leyendo el mail, en el chat me saludaban. Era la mujer misteriosa. No tenía nada que hablar con ella, ni mucho ni poco. Porque no veía que eso pudiera tener continuidad, porque no la veía muy predispuesta. Pero como tampoco tenía mucho más que hacer, la salude. La respuesta me descoloco.

+ Hola, soy el marido.

+ Ah, ¿Y?

+ Le caes muy bien a mi mujer y se ve que ha congeniado contigo, pero como se ve que te has “enfadado” se ha quedado un poco frustrada. Y aquí estoy para ver si puedo hacer algo para solucionarlo.

+ No ha sido un enfado, es que he visto que es muy cerrada, lo que me lleva a pensar que ni ella es para mí ni yo para ella. No me gusta que me manden, soy más de mandar, ¿me entiendes?

+ Claro que te entiendo, por eso estoy ahora chateando contigo. ¿Cómo lo podemos solucionar?

+ Pues para empezar, cuéntame de que vais, que queréis, que experiencia tenéis, todas esas cosas.

+ Para que veas que vamos en serio, iré directo al grano. Ahora te hablaré de mi en concreto, quiero, deseo, tengo la necesidad de ver y oír a mi mujer “chillando” gozando en brazos de un verdadero macho, de esos llamados alfa, que este super dotado, que sea muy buen amante, que sepa tratarla según cada momento, que la domine, que nos domine. Contigo lo vi más cercano ese momento, sobre todo porque que veía que contigo se iba compenetrando.

+ Si pero lo mismo ella no quiere, no se decide. ¿Habéis tenido alguna experiencia anterior aunque no llegarais al final?

+ Con el que más lejos ha llegado ha sido contigo. Le gustaba hablar contigo, se siente cómoda. Te diré de ella que es muy caliente, excesivamente caliente. Lo que pasa es que se queda insatisfecha cuando le hago el amor, lo sé, se lo noto. Desde que habla contigo, me lo ha reconocido, aunque dice que le da igual, que no le da importancia.

+ Se mejor amante, ahora en internet hay muchos sitios donde buscar para por lo menos intentar ser mejor amante.

+ Mira cada uno tiene que saber cuáles son sus límites. Soy buena persona y eso lo llevo hasta la cama. Soy blando y poco dotado, muy poco. Cuando vemos una película porno, en las escenas que sale un hombre bien dotado y que trata con cierta “dureza” a la mujer, veo como le brillan los ojos. He intentado alguna vez, por ejemplo tirarle de su melena o decir alguna soez, pero no me sale.

+ Eso se puede lograr con practica y tiempo. Lo de poco dotado es muy subjetivo, según con quien te compares.

+ Seguiré siendo sincero, con generosidad y según el momento, me mide entre 10 y 11 ctms. De largo y en erección, de grosor unos 5 o 6 ctms. Seamos sinceros, ¿Es una mierda o no es una mierda? No puede satisfacer a ninguna mujer como debe.

+ No sé qué decirte.

+ Te he mandado una foto para que veas que no te miento. (Vi la foto y no estaba en erección, se veía muy pequeñita, una putada tener ese tamaño o por lo menos así lo pensé)

+ Si te creo.

+ Todo eso me ha llevado a pedirla que metamos a alguien en nuestro matrimonio. Por nuestra posición no podemos ir a ningún sitio de esos que hay y tampoco con nadie conocido y como tú eres de fuera y vienes asiduamente por aquí, eres el candidato ideal, siempre y cuando en verdad seas como has dicho. Por eso me gustaría saber o mejor dicho ver si estas bien dotado.

+ Déjame pensarlo.

+ Para que veas que si estoy convencido te doy mi número de móvil, 6……… pero por el WhatsApp de estos temas no hablaremos, por aquí sí. (Estuve un rato pensándolo y al final me decidí, me toque un poco el rabo y se puso en condiciones y le mande la foto, pero antes le llame por el móvil y la conversación continuo por teléfono)

+ ¿Como quieres que te llame?

+ De momento de ninguna manera.

+ Te acabo de enviar una foto.

+ ¿Es una broma? ¿Todo eso es tuyo? ¿No te dedicaras al cine porno? Porque ganas a muchos. Que envidia, unos tanto y otros tan poco.

+ Bueno y ahora mándame alguna foto de tu mujer, no hace falta que enseñe la cara, lo entiendo. (Me envió 3 fotos y en una de ellas se podía ver el tatuaje perfectamente)

+ Que te parece, se sinceró.

+ Tiene un cuerpo muy bien cuidado, unos pechos preciosos y un culo para “reventárselo” ¿He sido sincero?

+ Jaja, muy sincero. (Su voz denotaba excitación)

+ Seguiré siendo sincero y lo hare con una pregunta, ¿no habrás sido tu solo, con el que he estado chateando todo el tiempo?

+ Te juro que no y para que veas que no te miento, esta noche alguien hablara contigo.

+ Esta noche lo mismo no me pilláis.

Quise dejar en ese punto la conversación porque tenías mis dudas. La continuaríamos si me las quitaba de mi cabeza. De todas maneras mientras hacía cosas estaba pendiente por si se producía esa llamada que em pudiera sacar de dudas y cuando sonó el móvil, no era ella, era Toño preguntándome si me venía bien que vinieran ya y mi respuesta fue, “claro que podéis venir, pero antes de que vengáis, que mi puta venga como le corresponde” y él me dijo que no quedaría defraudado.

A los pocos minutos llamaron a la puerta. Abrí y no me gustó mucho. Ella venia con una chaqueta larga de punto y nada más entrar se la quito. Venía con una blusa ajustadísima de color blanco, que trasparentaba la oscuridad de sus empitonados pezones y una falda más que corta. Le agarre una mano, la levante para que se girara y se le veía las cachas del culo por detrás. Después de hacer el giro nos dimos un morreo. Me pregunto, “¿así te gusta, así estoy bien?” Le dije que perfecta y ella me respondió, “pues lo ha elegido todo el cornudo, antes de que tu dijeras nada” aproveche para meter mi mano entre sus muslos y la muy puta no traía nada debajo, a excepción de un abundante empapamiento. Y cuando le pregunte por eso, me dijo que llevaba toda la tarde super cachonda, que necesitaba a un hombre de verdad y una polla autentica, venia totalmente desaforada.

Tenía la bebida preparada, solo había que poner el hielo quien quisiera. Aunque si me la hubiera empezado a follar en se momento, ninguno de los dos hubiera protestado. Una vez que se sentaron, que cada uno lo hizo en un sitio distinto, creo que esperando que cuando me sentara lo hiciera junto a ella. Pero no lo hice así, me senté junto a Toño. Ella dabas pequeños sorbos y miraba con lujuria, deseo, con mucha excitación. Yo me acariciaba como quien no quiere la cosa el rabo, que tenía levantado como si de una carpa se tratase mi pantalón. Noto como mi pasotismo la va poniendo más nerviosa y eso me excita más. Ya hemos esperado demasiado, me acerco a ella, que se pone en “tensión” acaricio sus tetas por encima de la blusa y cuando menos se lo espera le dio un tirón, saltando todos los botones y dejando sus tetas al aire.

Aprieto sus pezones, haciéndole escapar un leve quejido y mucha excitación. “¿Tienes el culo preparado?” le pregunto y ella con la voz tomada me responde, “No, pero estoy dispuesta y espero que sepas lo que vas a hacer, porque ese cabrón que está ahí, siempre que lo ha intentado me ha hecho mucho daño, que es un bestia” y le digo, “por eso no te preocupes, que serás tú la que me pidas que lo haga y también me pedirás que te meta todo el rabo” ya no me respondía, estaba como en otro mundo con mis caricias. Su coño estaba totalmente encharcado, sus líquidos salían como si de un rio se tratase. Cuando notaba que estaba muy cerca de correrse me paraba y ella se “cabreaba” y Toño miraba empalmado sin decir nada, en todo ese tiempo lo único que había hecho, fue desabrocharse el pantalón y sacarse el rabo.

La hice levantarse y como hice con su blusa hice con la falda, de tres tirones la rompí. Mientras me mordía los labios. Le dije que había llegado el momento y me confeso al oído que Toño le había ayudado a prepararse, se había puesto hasta un enema para estar limpita, como decía ella. La puse a cuatro patas sobre el sillón. La altura perfecta y ella preguntaba si no iba a prepáraselo. No le respondí, lo único que hice fue azotarle el culo, pero muy suavemente, a Toño le ordene que cogiera un frasco que había junto a él, era un lubricante neutro, le hice que se acercara y le dije que se lo fuera metiendo en el culo de su mujer. Le recalque que poco a poco, sin prisas pero bien lubricado y me pregunto, “¿Cómo sabré cuando está bien lubricado?”y sonriéndole le respondí, “cuando la puta de tu mujer te lo haga saber”

Me di la vuelta al sillón quedando de cara a ella, me desnude y acerque mi rabo a su boca. Antes de que Toño empezase le dije que primero le comiera el culo y luego empezara a lubricárselo. Se quedó cortado, me di cuenta de que nunca lo había hecho por lo que le dije, “alguna vez tiene que ser la primera, machote, así que empieza, que hoy habrá más primeras veces”y se puso a hacerlo. Seguro que lo hacía bien, porque Valle empezó a resoplar. Acerque más mi rabo y empezó a lamerlo con muchas ganas. Volví a apretar sus pezones y ella se ponía más cachonda aún. Le pedí a Toño que me pusiera un poco de lubricante en la mano y una vez que me lo puso, me lo repartí entre las dos. Ahora sería mejor. Cogía sus pezones estiraba de ellos y por el lubricante acaban escapándose de mis dedos, lo que provocaba fuertes gemidos en Valle.

Lo que es muy importante es que hay que hacer al marido participar, de una manera u otra, que no se sienta discriminado, invisible. Por eso cuando Valle se sacó el rabo y dijo, “no aguanto más, el cornudo ha hecho su trabajo, mi culito es todo tuyo, enséñale como se estrena un culito”, ahora sí que estaba preparada, lo deseaba y eso era lo mejor. Hice a Toño que se acercara y ante el asombro de los dos le ordené que preparara mi rabo con el lubricante para follarme el culo de su mujer. No podría decir si dudo, si lo hizo fue milésimas de segundo, porque se agacho y empezó a untarme el rabo, lo hacía suavemente y Valle nos dijo, “no me lo esperaba, es increíble ver a él machote de mi marido enganchado a una polla, es mucho más que un cornudo, uufffff, como me pone verlo así”y en ese mismo momento le dije, “pues prepárate que muy pronto, te estará comiendo el coño una mujer y tu comiéndoselo también” soltó un sonoro NO.

En ese momento le di una leve bofetada, la cogí del cuello y la morree diciéndole que haría lo que yo le ordenase, ya no dijo nada, acepto sumisamente. Hice que Toño siguiera participando y ya que su deseo era verlo, le dije que separase las nalgas de su mujer. Lo primero que pude comprobar, es que nos habíamos pasado con el lubricante, resbalaba todo. Agarre bien mi rabo, lo coloque en la entrada del ano y al hacerlo ella se puso en tensión. La mejor manera para evitar eso, es azotar en condiciones el culo. Esta vez no sería tan suavemente como antes, lo hice con más dureza y en el momento de sus “quejas” donde me llamaba, “animal, burro, bestia, cabrón” logré meter el principio de mi rabo. Dio un gritito seco. Seguí con los azotes, pero más moderado. Ella no se movía y yo tampoco.

Toño estaba alucinado, fui poco a poco metiéndoselo, lentamente, sin precipitarme. No hay mayor placer, que “estrenar” un culo, sobre todo si es de una madura. Pero lo que más pone sea o no la primera vez, es hacerlo delante de su marido, de su pareja. Mi rabo estaba muy apretado dentro de su culo, se notaba perfectamente el calor que daba a mi rabo. Ya que daba poco y se lo dije, ella ante la estupefacción de su marido dijo, adelante todo tuyo y se agarró fuerte al respaldo, sabía lo que quería decir y sin hacerlo de forma violenta, se lo metí de una sola vez. Respiro con mucha fuerza y Toño se acercó a ella. Me volví a parar y su marido le pregunto, “¿te duele mucho? ¿estas mal?” y ella casi sin que se le entendiese, le contesto “no puedo describírtelo, amor, es algo, algo, fuera de serie, como se nota, como lo siento” mientras empecé a follarlo a mayor ritmo y ya no se quejaba. Él le decía, “me alegro de que te guste” lo dijo con una voz que se notaba su excitación y ella de forma rápida le replico, “olvídate de que me lo vas a hacer tú, de momento solo el me lo hará, que te quede claro”, creí que se molestaría, pero todo lo contrario, porque le dijo haciéndose una paja, “que puta que eres” y ella le dijo, “si lo soy, pero no soy tu puta, soy la PUTA de el”

Estábamos los tres muy cachondos, la primera en correrse fue Valle y lo hizo de forma más bestial que otras veces, sus sacudidas fueron tremendas, lo que provocó que mi rabo entrara y saliera con cierta fuerza, lo único que paso con eso es que se puso otra vez a punto. La corrida de su marido la dio de lleno en un costado y me corrí dentro de su culo, al hacerlo ella grito de gusto y se volvió a correr. Le saqué el rabo despacio y ella solo dijo al salir, que sensación. Paramos un momento a darnos un respiro y fue cuando Toño al mirar la hora dijo, “coño, son las 3 y 19 de la madrugada. Nos tenemos que ir, que tengo que descansar que mañana hay que trabajar” le dije que no fuera agonías, que podíamos seguir un poco más, Valle me dio la razón pero él seguía con el NO y NO. Hasta que le propuse, “Toño también te puedes ir tú y nosotros continuar. Total, ella no tiene que salir a la calle, ni tan siquiera del portal. No tiene por qué enterarse nadie” la cara de él era de no saber qué decir, hasta que su mujer hablo. “Tiene razón, nadie se va a enterar y antes de que digas nada, si es por los niños, diles que con los que salíamos, la mujer se puso mala y me he quedado con ella o cualquier otro rollo”

Al final los deje solos y los oí hablar, me esperaba algún reproche de él, pero lo único que le oí fue que luego se lo tendría que contar con todo lujo de detalles y la respuesta de Valle, que la hizo acompañada de una sonrisa fue, “si mi cornudín, desde luego amor, no me guardare ningún detalle” fue irse y nosotros nos fuimos para mi cama. Estuvimos follando toda la noche y mientras me follaba una y otra vez su culo, ella me decía con voz cachonda, “¿con que mujer has pensado que tengo que estar? Que seguro que ya lo tienes pensado, que eres un hijo de puta, me pegas, me azotas, haces de mi lo que quieres y de mi marido ya no te digo” mi respuesta fue azotarla y contestarle, “todavía no se con quién, aunque será una de las que tú conoces, pero te dejare a ti la última palabra”

Tuvimos que acabar cuando me sonó la alarma, tenía que ducharme para ir a trabajar. Mientras me duchaba, Valle me sorprendió preparando el desayuno. Mientras desayunábamos me decía que era todo una locura, pero una locura maravillosa que se sentía más viva.

+ Pero sigo sin ver lo de hacerlo con otra mujer. Porque mientras te duchabas de las que conozco no veo a ninguna.

+ ¿Cuál sería tu ideal de mujer?

+ Es que es difícil porque todavía no se si seré capaz. Al margen de esto, de ser, pues me gustaría una que fuera a ser posible más joven que yo.

+ Tampoco te veías follando con otro y mucho menos con que tu marido fuera tan dócil. ¿O no?

+ Jaja, que fino que te has vuelto, te ha quedado muy bien eso de dócil en vez de cornudo. Pero es verdad.

+ Y quien te iba a decir que te iban a follar el culo.

+ También es verdad y mucho menos con semejante “monstruo” y que sepas que me lo has dejado, “destrozadito”

Le dije que se podía duchar en mi casa y echarse un poco o irse a la suya que hiciese lo que quisiera. Nos dimos un buen morreo y la deje en mi casa.

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