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Día a día más cornudo y FELIZ.

en Hetero: Infidelidad

Después de estar follando toda la noche con la insaciable Valle, llegue al trabajo derrotado, pero mereció la pena estar toda la noche en vela. No es que sea muy dormilón, pero por lo menos tengo que pegar una cabezada, aunque sea nada más un par de horas. Mis ojos me pesaban, la mañana desde el primer momento se me hacía muy pesada. Le dije a un compañero que me cubriera y me fui al archivo a dar una pequeña cabezada. Y lo dicho, dos horas que me sentaron muy bien. Hubo mucho cachondeo cuando aparecí, comentarios de todo tipo y estilo, pero tocaba aguantarse. Me despeje tanto que además de empezar a sacar el trabajo que tenía que hacer, empezaba a pensar en la mujer que nos podría acompañar a Valle y a mí. La conclusión, podían ser varias o ninguna, lo que me hacía volver a la casilla de salida.

A las 12 de al mediodía en punto, me sonó el móvil. Era el hombre con el que hable el día anterior. No pensaba hacerle mucho caso, pero nada más saludarme me dijo, “espera que alguien quiere decirte algo” unos segundos de silencio y una voz suave, melodiosa me dijo, “buenos días, ya me ha dicho mi marido que le causaste buena impresión, de momento” le devolví el saludo y le pregunte a ella la impresión que le había causado a ella, esos días que habíamos chateado, me respondió muy segura, algo que me gusto, “si hubiera sido una impresión negativa, no estaríamos hablando, ¿no crees? Pero ahora te pregunto yo, ¿siempre utilizas un lenguaje tan, tan… excesivo?” la verdad que no la entendía, porque recordaba que con ella siempre había sido muy cauteloso y por eso le pregunte a que se refería, diciéndome, “por ejemplo a eso de reventar, ya me entiendes”, me aguante una carcajada y le respondí, “en parte es cierto, en momentos muy puntuales, me dejo llevar y sí, soy bastante lenguaraz” no me respondió y me dijo que me pasaba a su marido. Quería quedar a comer o a tomar algo él y yo solos, si me venía bien ese día. Acepte y quedamos cerca de mi trabajo a mi salida, le dije que era lo que tardaría en llegar.

Me quede pensando entre esas dos personas, la conversación con él reflejaba que era una persona culta, educada, con dominio del lenguaje. Ella aunque hable menos con ella y sumado a las veces que chateamos, que fueron muchas, me dio la misma sensación. Pensaba en tomarnos unos pinchos y en cuanto pudiera irme a echar una siesta que falta me hacía. No lo he dicho antes, pero le dije como iría vestido y él me dijo como iría él. Al llegar al sitio y nada más entrar un hombre levanto la mano y me hizo una señal. Llevaba la ropa que había dicho. Al sentarme y ya sin rodeos le dije mi nombre real. Él me dijo que se llamaba Vicent. Pelo muy cuidado, canoso tirando ya a blanco. No era ni gordo ni delgado, normal. Aire distinguido, un punto marcial, me inclinaba a que podía ser hasta militar.

+      Ya te he dicho que me llamo Vicent y tengo 55 años. Este cierto “secretismo” es porque si se supiera en mi ambiente todo esto, sería un terremoto. Por eso mi mujer me ha querido que primero nos conociéramos tu y yo. Supongo que ahora te harás muchas preguntas o te habrás hecho muchas.

+      Te equivocas, solo me hice una pregunta que ya obtuve contestación. Era si había una mujer en verdad detrás o no y esta mañana he salido de dudas.

+      No puede ser que no tengas más preguntas y mucho menos un hombre tan joven. (Me gustaba, no me había llamado chaval, ni jovencito)

+      Siento desilusionarte, pero no, no tengo ninguna pregunta. Salvo, que vayamos a quedar, que entonces lo mismo si te hiciera alguna sobre tu mujer, pero si no, para que preguntar por ella.  

+      Me estas dejando asombrando y no es fácil conseguirlo. ¿No te preguntas porque quiero hacer esto? ¿Por qué le he insistido a mi mujer? ¿No has pensado que soy lo mismo un pervertido por querer ver a mi mujer…?

+      Pues a todo no. Me podías hacer casi las mismas preguntas a mí y si me las hicieras te contestaria que, vivo mi vida como quiero, sin complejos y sin juzgar a nadie. Me da igual lo que se supone que opinan el resto de la sociedad, que por cierto son muy hipócritas en lo que se refiere al sexo. (Le estaba hablando y le miraba porque sabía que le conocía de algo, pero no llegaba a ubicarlo y de la playa no podía ser porque estaba blanquísimo)

+      ¿Tu no quieres tener una pareja como todo el mundo?      ¿No tienes esa necesidad? ¿Por qué con parejas? Ves las preguntas que no se te ocurren a ti se me ocurren a mí.

+      Jeje, no, no tengo la necesidad, aunque no me cierro a nada. He tenido pareja y me lo paso mejor, estando con una pareja, es totalmente distinto.

+      Que te gusta hacer en concreto a la mujer de la pareja.

+      Es algo que tengo muy claro, si me siento cómodo con la pareja, sobre todo con la mujer. No me obsesiono con que tenga muchos orgasmos, en llegar y meter, no, esa no es mi forma de actuar.

+      ¿Entonces?

+      El que una mujer tenga uno o más orgasmos, debe de ser la consecuencia de todos los preliminares que hay que tener antes de, tomarse su tiempo y en el caso de una pareja, hay que lograr que el marido sienta cada gemido de su mujer, que lo disfrute de igual manera, haciéndolo participar de diversas maneras, según se vaya viendo.

+      Tengo muchos más años que tú y nunca lo había visto de esa manera. Me llama la atención, que en ningún momento hayas criticado o menospreciado al hombre.

+      Porque yo he descubierto mi sexualidad de una manera, otros como tú, la descubren siendo un cornudo consentido y no pasa nada. Se puede ser feliz y tener éxito en la vida siéndolo. No por ser cornudo, la vida tiene que ser triste y ser un fracasado.

+      Te oigo hablar con total serenidad y mientras lo haces te miro y me da la sensación de conocerte. ¿Nos conocemos de algo?

+      Pues que sepa, no. (No quise decirle que a mí me pasaba lo mismo)

+      Ahora si te hare una pregunta. ¿Qué le vas a decir a tu mujer? Y se sinceró por favor.

+      Creía que saldría sin tenerlo claro, pero ya te digo que le diré que no perdamos el tiempo y que quedemos, para saber si ella quiere, bueno y si luego tú quieres también.

+      Pues adelantemos situaciones. En el caso de que sea si, el hotel lo reserváis vosotros o lo reservo yo. A mí me da igual.

+      Ese es un gran problema. Lo del hotel nos corta mucho, da igual de la manera que sea. Y como tú no vives aquí, pues no sabemos cómo hacerlo.

+      Hombre se me ocurre una idea, tengo un amigo que me podría dejar su piso.

+      Es que ese es el gran escollo. Mi mujer no se fía de los pisos por si nos grabaran, te darás cuenta.

+      Pues poco recorrido tiene, porque al aire libre sería una locura, salvo que vayamos a vuestra casa.

+      A esa conclusión llegue con todas las pegas que veía mi mujer, no le hace mucha gracia, pero por lo menos no dijo que no.

+      Lo más importante como es ella. ¿Es tímida? ¿Le cuesta hacer las cosas? Con sinceridad ¿Es un muermo?

+      Que va, Adriana es una mujer muy simpática, divertida, abierta, guapa y atractiva, objeto de deseo de muchos, que me doy cuenta como la miran, amigos y no amigos. Lo más importante es fogosa hasta hartarse, lo que pasa que por desgracia no ha podido sacar todo, ya sabes el porqué. He metido la pata que he dicho su nombre. Olvidadlo si al final quedamos, tu no lo sabes.

+      Ya se 3 cosas de ella, que es castaña, que tiene 38 años y se llama Adriana.

+      Jaja, es morena no es castaña, no tiene 38 tiene 40, pero si se lo cuentas sobre todo lo de la edad, muero. El anuncio lo escribí y lo publiqué yo.  

+      Llega el momento de marcharnos, ya me llamaras diciendo lo que hay. Oye antes de irnos, lo del lenguaje o vocabulario, ¿le molesta, que dijo?

+      No sé si le molestara, sinceramente no lo sé. Cada vez que lo he intentado yo, me ha dicho siempre que lo dejara que no me pegaba. Cuando hablo contigo de ello, no sé lo que le dijiste, pero no sé si era mi excitación, pero le vi un brillo distinto en sus ojos, aunque de manera muy fugaz.

Cuando me quede solo, mis pensamientos no fueron a nada de la conversación, fueron a saber de qué conocía o donde había visto a Vicent. Al llegar a mi casa, había varios vecinos que me esperaban y me comentaron lo que ya me habían dicho mis caseros. Al final me aclararon quienes eran y seguía sin saber, pero estaba dispuesto a ir a su casa para saber de qué iban. Todos me aconsejaron que no, que podía ser peor, que eran unos vecinos que ya habían denunciado por varias chorradas a otros vecinos y que había gente que les apoyaba. Según me contaban yo alucinaba cada vez más. Habían llegado al extremo de recoger firmas para hacer que me echaran.  

Fue cuando un vecino saco su móvil y en una foto me enseñó a la familia en cuestión. Si los conocía de vista pero nada más, cuando nos habíamos cruzado en los jardines y zonas comunes nos habíamos saludado correctamente y nada más.  Lo que decían a todo el que los quisiera oír, es que no paraba de subir a mi casa a gente, hacer muchísimo ruido de todo tipo, desde música, pataleos, sexo y todo lo que se les ocurría, además de que no paraba de follar por cualquier sitio de las zonas comunes, hasta por el garaje, que no tenía plaza ni llaves.

Un vecino me conto que a él le denuncio por su perro y que le clavaron una multa. Hasta que una vecina que es abogada me dijo que era yo el que podía denunciarlo, que me adelantara. Al final me convenció o me deje convencer, porque me dijo que no me cobraría mis honorarios. En ese momento se puso manos a la obra. Sabía que tanto apoyo era para ir contra esa pareja y que no les partieran la cara a ellos, metafóricamente hablando. Al decir que si, se fueron todos hablando y con cara de contentos. Me metí en el ascensor y se metieron 3 chicas jóvenes conmigo, entre ellas la famosa Karina, que aunque decían que tenía 18, no los aparentaban. Cuando una de ellas me pregunta, “así que tú eres el follador del barrio, ¿a tantas te has trajinado?” las otras dos le dicen que se corte, pero lo dicen con complicidad y partiéndose de risa, las tres muy valientes. Me limito a no contestar y vuelve a la carga, “seguro que no es para tanto, mucho chau chau, pero al final nada de nada, ¿verdad?” se para el ascensor y me toca bajarme, salgo del ascensor, me doy la vuelta y sujeto la puerta para que no se cierre, las miro con intensidad y con una sonrisa malévola para decirles, “tienes toda la razón, con niñas como vosotras ni chau chau ni nada, que no me aguantarías un combate ni las tres juntas”, cara de rabia, de enojo, mala leche, así las deje cuando me fui a mi casa.

Si no me equivocaba, como antes de subir había dicho que me cambiaba e iría a la terraza, supuse que las tres “niñatas” estarían enrabietadas esperándome para ver cómo se sacaban la espina. Estaba cambiándome cuando pensé que no era bueno abrir frentes cabreando a la gente, porque ya estaban algunos ánimos alterados. Me dije que tenía que ser comedido, por ello me cogí un libro y me subí para leerlo con tranquilidad. Acerté a medias. Ya que cuando llegue a la terraza de las tres estaba solo Karina con un chico de unos 18 o 20 años. Por las carantoñas que se hacían deduje que sería pareja o un rollete. No dejaba de mirar y vi cómo le decía algo a su acompañante y se acercó a mí, me hice como si no la viera hasta que llego a donde estaba.

+      Perdona que te moleste, sé que no ha estado bien lo de mi amiga, ni lo de nosotras riéndonos y te pido disculpas, pero reconoce que tú tampoco has estado muy bien.

+      ¿Por qué no he estado bien?

+      Por lo de niñas y lo otro. Que no soy ninguna niña, que ya tengo 18.

+      Pues aparentas menos, que eso tampoco es malo y que te llamen niña tampoco, no lo tomes como una ofensa y como dices por lo “otro” es simplemente una opinión. Que lo mismo puedo estar equivocado. Y tu novio mira para aquí con desagrado. Se le ve un buen chico, no le hagas pasar un mal trago hablando conmigo.

+      ¿Es que te da miedo hablar conmigo?

+      Miedo ninguno. Lo que te he dicho lo he dicho en serio, porque hacerle pasar un mal trago a tu novio. Solo puedo decirte que si quieres hablar y con tranquilidad, ya que tienes 18, puedes pasar por mi casa si es que no te da miedo.

Se fue enfadada y moviendo de forma espectacular es culo respingón que marcaba con sus pantalones elásticos y ajustados. Me marche para mi casa viendo cómo me clavaba una mirada de “odio” pero me dio igual. Me puse una bebida fresca y continúe leyendo el libro en mi casa. Encendí una lampara porque iba oscureciendo y sonó un timbrazo corto. Fui a ver quién era, miré por la mirilla y vi que era Erika, colocándose el pelo de forma nerviosa. Tarde un poco en abrir y cuando lo hice me limite a decir, “si te has atrevido” me aparte para que pudiera pasar, entro y al cerrar la puerta, ella puso sus brazos en jarras y muy altanera me dijo, “ya estoy aquí, ves como no te tengo miedo y ¿ahora qué?” no pude aguantarme la risa, porque la veía muy nerviosa aunque intentara hacerse la dura. “En vez de reírte podías contestarme” me dijo y le respondí, “pero a que quieres que te conteste” estaba claro que se esperaba cualquier respuesta menos esa. Ahora con cierto punto de cabreo me dijo, “¿y eso que tenías que decirme?”una vez más me arme de paciencia para decirle, “me limite a decirte si querías hablar de algo, que vinieras, nada más dije eso. Ahora si lo que quieres oír es que estas muy buena, que tienes un buen polvazo y el resto me lo reservo, pues ya te lo he dicho” me insistió de forma chulesca que no me reservase nada.

No quise seguir perdiendo el tiempo, le soltaría una buena andanada y vería como respondía. “Pues ya que quieres que no me guarde nada, te lo diré. Se te ve que serás si no lo eres ya una buena zorra y que el pobre o afortunado de tu novio, llevara buenos cuernos si no los lleva ya”no hubo respuesta pero si una reacción de querer darme una bofetada, casi me da, porque no me lo esperaba, agarre su mano en el último momento y la lleve a su espalda, quedando los dos pegados de frente y en ese momento quise darle un buen morreo, pero la tía me mordió el labio, aunque al final correspondió a mi morreo y de qué manera. Apenas la había tocado y su respiración iba muy acelerada. Agarre su culo con mis dos manos y estaba bien durito. Metí mis manos por dentro del pantalón y lo hice sin ningún esfuerzo, porque el pantalón al ser elástico daba de si perfectamente. Parecía que no llevaba ropa interior, pero si llevaba un tanga muy pequeño. La hice apoyarse en el mueble de la entrada, bajé su pantalón dejando un culo perfecto al descubierto. Me agache y mordisqueaba sus nalgas mientras mis dedos apartaban su tanga y tocaba su húmedo coño, que no tenía ni un pelo. A pesar de ser alta, su coño se sentía muy apretado, daba la sensación de que había follado poco y me confeso en ese momento que solo lo había hecho con su novio y poco.

Me puse de pie y empecé a comerle el cuello, mientras pajeaba su clítoris, me gustaba como se movía, se dejaba hacer y en nada me aviso de que llegaba, fue verdad porque se corrió de una forma especial, lo hizo como sorbiendo el aire a bocanadas fuertes y cuando se corría, lo soltó de golpe, teniendo que tapar su boca, porque si pasara alguien por el descansillo hubiera oído el escándalo. Se dio la vuelta sin subirse el pantalón, me morreo con mucha pasión y por primera vez me empezó a tocar mi rabo, por encima del pantalón. Me miro con mucha pasión y me dijo, “me gusta lo que estoy tocando, se ve muy, muy interesante, llévame a tu cama” nos fuimos a mi cama y nos desnudamos, era bestial el desnudo de Karina, pero más bestial era su mirada, daba “miedo” porque se le veía muchas ganas.

Una vez tumbados le empecé a comer el coño, ella trataba de colocarse de tal manera que quedáramos haciendo el 69, pero yo lo evitaba. Tenía una sorpresa para ella. No llevaba ni 5 minutos comiéndole el coño, cuando empezó a hacer los mismos “ruidos” de antes y se corrió sin que nadie le tapara la boca, que exageración. Estaba visto era tocarla y ponerse a tope. Quería que la follara y lo quería ya. Este era mi momento, sabía que se escandalizaría o algo similar.

+       Ya que eres “mayor” te follare cuando le estés comiendo el coño a otra mujer.

+       Vale, sin problemas, ¿en cuál de mis amigas te has fijado? ¿a cuál prefieres? (El que se quedó cortado fui yo, porque me esperaba todas las pegas del mundo, intenté reponerme y que no se me notara que me cogió por sorpresa)

+       Pues no sé. ¿Cuál de las dos es mejor?

+       Las dos son muy buenas.

+       Así que os lo montáis las tres. Seguro que más que con tu novio.

+       Las tres juntas no. Porque ninguna sabe que me he acostado con la otra y si lo he hecho más con ellas, nos conocemos desde niñas y mis primeras experiencias fueron así. Pero dime, ¿con quién quieres?

+       No había pensado en ellas, lo que no quita que algo se pueda hacer, había pensado en otra persona.

+       ¿La conozco?

+       El grado de conocimiento no lo sé, pero de vista seguro.

+       Pues Valle, nuestra vecina.

+       ¡¡¿VAAALLE?!! ¿Sera una broma?

+       Ninguna broma, no sé porque te pones así.

+       TÍO, es que es mi madrina y Toño mi padrino. No me digas que… MADRE MIA. Si Toño se enterase, se armaría una buena.

+       No tiene por qué enterarse. (No quise comentarle nada más que lo necesario) Ahora olvídate que son tus padrinos, ¿Qué dices?

+       Que me parece una locura. Es que son como si fueran mis tíos. No lo sé, me he quedado alucinada.

Me levanté de la cama y con toda tranquilidad me puse a vestirme. Ella me miraba sin saber que decir y antes de que pudiera decir nada le dije yo, “si en algún momento cambias de opinión me mandas un wasap o me llamas”entonces se puso a vestirse ella, estaba desconcertada. Antes de marcharse, la di un suave beso diciéndola al oído, “tarde o temprano aceptaras y te enseñare mucho más” ella lacónicamente me dijo, “no creo, es que tengo novio también, no sé” y le dije, “te follare hasta delante de tu novio y él te lo pedirá” ahora no me dijo nada, me miro como si estuviese loco. Apunté mi número y se lo di. Estaba seguro de que llamaría, le echaba una semana, porque era una mujer muy ardiente.

Otra vez me volvió a sorprender, estaba ya acostado y me sonó el móvil. Era Erika, apenas se la oía, hablaba entre susurros y me decía nerviosa, “Si tu estas seguro y lo tienes todo controlado, adelante, pero eso sí, yo no empiezo nada y a mi madrina no le digas nada de mí, de que lo sé, de que me lo has propuesto, que salga de ella” le dije que no se preocupara y que muy pronto, tendría noticias mías. Quiso saber más o menos cuando seria y mi respuesta fue que lo mismo la avisaba en el mismo día. No me contesto y dejamos de hablar. En ese mismo momento le mando un wasap a Valle, diciéndole que al día siguiente estuviera tomando café en la cafetería que solíamos ir a las 3 y media, que le tenía una sorpresa.  

Por la mañana después de desayunar encendí el móvil y tenía varios wasap de Valle preguntando por la sorpresa y el resto de la mañana igual. No le conteste a ninguno, quise dejarla en ascuas y ver su cara cuando se lo dijera. Al terminar de trabajar fui a la cafetería, me tomaría algo de comer y hablaría con Valle. Estaba sentada en un extremo, separa de las mesas ocupadas, hicimos como si el encuentro fuera casual y me senté con ella.

+       Como te gusta hacerme rabiar. No me has contestado a ningún mensaje de los que te he mandado. Pues dime la sorpresa.

+       Ya he encontrado la candidata para que te “estrenes”

+       ¿En lo que hablamos?

+       Si, en eso.

+       Ya te dije que no estaba muy convencida. Ya sabes todo lo que te dije, no me voy a repetir.

+       Te escuché bien y he encontrado a la persona perfecta y como decías, jovencita.

+       Te temo. No sé si preguntártelo, ¿amiga tuya o conocida nuestra?

+       Conocida nuestra.

+       ¿Quién? O ¿Qué edad?

+       El quien luego y la edad, jovencita y si te vale de algo, físicamente de 10. Fíate de mi gusto.

+       Jaja, como no me voy a fiar de tu gusto. Es obvio que me tengo que fiar.

+       KARINA. (Le solté de golpe)

+       ¡¡¿KARINA??!! (Alucino como Karina cuando se lo dije)

+       Estas loco. (Me hablaba ahora en voz baja, como temiendo que alguien nos oyera) Es mi ahijada, mi sobrina, bueno como si lo fuera. Es muy jovencita.

+       Déjate de rollos, que somos adultos, ¿Te gusta o no te gusta?

+       Claro que me gusta, como no va a gustar una mujer así. No se trata de eso, tú sabes el lio que se formaría si la niña lo cuenta, que hemos tratado de llevarla al “huerto”, no es que me tenga que ir de aquí, me tengo que ir de España.

+       Y si te digo que el “trabajo” ya está hecho, entonces, ¿Qué dirías? (Se quedo pensativa)

+       ¿Cómo de hecho?

+       Totalmente hecho. Lo único que quiere que tu no lo sepas y que sea como si la sedujésemos.

+       Madre mía, madre mía, esto es pasar todos los limites. (Suspiro, me miro…) ¿Cómo se desarrollaría todo y dónde? Porque lo tendrás todo pensado ya.

+       Había pensado en mi casa, que buscara una excusa con sus padres.

+       Por el día es complicado. Aunque este viernes sus padres se van a una boda en Palma de Mallorca. La dejan sola y se supone que come y cena en mi casa. Por la noche se va a dormir a su casa, pero ya le han dicho que tiene que estar localizable, porque la llamaran al teléfono fijo.

+       Así tampoco se podrá, salvo que vayamos a su casa.

+       En su casa imposible. Se me ocurre otra cosa. Yo llamaría a su madre diciéndole que cena en mi casa y se queda con nosotros, para que se queden tranquilos. Ya me las arreglara para estar solos este fin de semana y a Toño que se esconda en una habitación. ¿Qué te parece?

+       Me parece muy bien, pero haría un cambio. Dejaría que Toño estuviese presente, por lo menos un rato, que disfrute de algo. Que seguro que Karina se pondrá muy cachonda.

+       No creo que Toño acepte. Porque la niña lo mira como si fuera un dios. Se le caería su mito.

+       Se le caerá de todas maneras, aunque ignore que él es un cornudo consentido. Mira más fácil. En cuanto lo veas se lo cuentas y que decida si quiere estar o no. Nada más lo sepas me dices que ha dicho.

+       Vale. Aunque no acabo de verlo, es que parece tan inocente.

+       Que sorpresa te vas a llevar con la que llamas niña.

Esperaba un wasap en cualquier momento diciéndome algo y no me mando ninguno, me llamo directamente. “Ha aceptado y encantado, sin ningún reparo en nada. Cada vez alucino más con este marido mío, se ha metido de lleno en su papel de cornudo y casi lo disfruta más que yo me eche a reír y le pregunte de sopetón, “¿Y mi puta como esta?” sin reprocharme nada me dijo, “pues tu puta cachonda perdida e increíblemente esperando al viernes, estoy mojadisima, es que entre el cornudo y el pervertidor, me tenéis todo el día igual” y ahí lo dejamos.

Del que no había sabido nada era de Vicent, el chat estaba en blanco y el móvil igual. El mismo viernes por la tarde me llamo Vicente y sorprendentemente quería quedar esa misma noche, le dije que me sería imposible y me dijo que ese fin de semana era el indicado, me hice un poco de rogar y al final quedamos al día siguiente por la noche. Quedamos en que me confirmaría el lugar de la cena, yo prefería que fuera una copa, pero el insistió que mejor una cena y luego ver como se desarrollaba todo y así quedamos.

Al llegar a casa de Toño y Valle, ya estaba Karina con una mirada que reflejaba confusión. Al verla le di dos besos, que casi se los daba en la boca, se puso muy tensa. Toño fue a por unas copas y ella me dijo, “córtate, que esta Toño y no se mosquee, otra vez será, porque tampoco creo que mi madrina este para tonterías” me hacía gracia. Entonces dije que no había saludado a Valle y me acerque a la cocina, metí mi mano por debajo de su falda y estaba más que preparada, confesándome que estaba excitada desde el ultimo día y que Toño no había logrado quitarle la calentura, a pesar de haber estado todo el día “dale que te pego”.

Cuando regrese al salón quien se fue a la cocina fue Karina y cuando nos quedamos solos, Toño me dijo, “por mi empezábamos ya, estoy loco por veros, que calentón más grande que llevo” sonreí y le dije que no había que tener prisas. Por lo que me había contado Valle y por la manera de actuar de Toño, por el estaríamos todo el día su mujer y yo follando, se había convertido en un toro desbocado. Le había cogido el gusto y era como si se hubiese liberado de algo. No lo había dicho, pero Karina iba vestida de una manera espectacular, se había vestido así, porque Valle le había dicho de ir a cenar porque estaba sola, ya que a Toño le había salido un compromiso y no estaría, que vendría un vecino y por no estar sola con él. Ese vecino era yo y le había dicho a Karina que se vistiera muy llamativa para que fuera todo mejor con Valle. La sorpresa se la llevo según me conto Valle, cuando vio que Toño estaba. Había ido con un pantalón corto de vestir pero que parecía más un pantalón deportivo, que dejaba ver parte de sus nalgas y por delante marcaba la raja de su coño y no llevaba sujetador, lo que se notaba en cualquier movimiento, por eso estaba todo el tiempo con los brazos cruzados. Valle tampoco se quedó atrás, pero más discreta, aunque se le notaban mucho más sus tetas y sus pezones.

La cena fue una cena como otras muchas, al principio Karina un poco cortada, pero a mitad de ella y viendo que no sucedía nada extraño, se relajó y estuvo participativa. Se levanto a hablar con sus padres cuando llamaron y Toño y yo, miramos su culo respingón, mordiéndose el labio inferior Toño mirándome y soltando un buffff, Valle nos llamó “guarros”gesticulando. Terminada la cena quisimos ayudar Karina y yo a recoger la mesa y Valle, dijo, “nada de eso, luego o mañana se recogerá, ahora vamos a tomar una copa y a relajarnos” y acto seguido Toño nos preguntaba que queríamos tomar, diciéndonos todos los tipo de bebidas que tenían.

Todo iba sobre ruedas, aunque la más nerviosa en esos momentos era Valle y aunque lo disimulaba se le notaba. La conversación la desviaron Valle y Toño hacia el baile. Afirmando Valle que Toño era muy soso y que nunca bailaba. Karina dijo que a su chico le pasaba igual, que no había manera y al decir eso, Valle aprovecho para generalizar y decir que a todos los hombres les pasaba lo mismo. Les dije con firmeza, “no metáis a todos en el mismo saco, no es que se un perfecto bailarín, pero yo, lo bailo todo” entonces Valle se levantó muy decidida y dijo que eso lo veríamos ahora, siendo animada por Karina. Puso música lenta y quería que bailara con ella. Me excuse diciendo que así no valía que no estaba el sitio ambientado. Las dos mujeres se metían conmigo diciéndome que eran excusas. Hasta que Toño nos dijo que él tenía la solución.

Salió del salón y oíamos como trasteaba en algún sitio, al rato apareció con una bombilla de color rojo, venia limpiándola y diciendo que esperaba que funcionase. Se fue hacia una lampara de pie, cambio una de las que había, vio que funcionaba y aflojo las otras, pasando luego a apagar el resto de las luces, me guardare mi opinión de lo que parecía el salón tan rojo. Las mujeres dijeron que ahora estaba pillado. Me levanté y me puse a bailar con Valle. No perdí el tiempo, desde el primer momento bien pegados. Entre medias de nosotros no pasaba ni una hoja de papel.

Luego invite a Karina a bailar, que lo hizo después de insistir un poco. Estaba totalmente empalmado y cuando la apreté hacia mí, lo noto enseguida. Cuando sus padrinos no tenían la vista de su culo, aproveche para tocarlo bien, no costaba nada, ya que la mitad lo tenía al descubierto. Karina, teniendo los dientes apretados me decía al oído y susurrando, “¿Qué haces? Para que se van a dar cuenta” así estuve bastante rato y según paso el tiempo, empecé a sentir como ella se pegaba bien. Aun así guardaba las formas. Se levanto Valle y se puso a bailar conmigo, aproveche para decirle que le dijera a Toño que desapareciera un rato. Bailamos una par de canciones y al momento Toño se levantó y salió del salón. Era mi momento, me acerque y quise morrear a Karina, que me hizo la cobra, pero otra vez lo intente y le metí la lengua hasta la campanilla. Al notar jugando su lengua con la mía, hice una señal a Valle que vino junto a nosotros y se quedó parada muy nerviosa. Pare de besar a Karina y empecé a morrear a Valle, que estaba desaforada.

Incomprensiblemente Toño venia antes de lo pensado y Karina al oírlo dijo, “el tío, el tío” y se sentó a toda prisa. Miré a Toño con rabia y aunque no vi la cara de Valle imagino que igual. Tenía que hacer algo, porque vi a Valle que se había quedado sin saber qué hacer. Me senté junto a Karina y veía a Toño y Valle sentados juntos y perdidos. Había que romper ese silencio, ese momento de desconcierto. Lo tenía claro, la única duda era si hacerlo suavemente o de forma clara y directa. Karina se levantó y se fue al baño, me levante detrás y espere a que saliera, cuando lo hizo la bese, ella me aparto como pudo y muy bajito me dijo, “es una situación muy morbosa, pero mejor vamos a tu casa o a la mía, si no estuviera Toño, podría ser posible, pero al final se va a dar cuenta y va a arder todo”, como la vi muy nerviosa, le dije, “está bien, pero nos tomamos una copa más y sin prisa nos marchamos” la respuesta de ella fue darme un beso apasionado.

Me quede un momento en el aseo y los oía hablar con normalidad, hasta que oí como Valle le decía que bailara con ella, que el soso no quería. Esperaba encontrarlas muy animadas, al entrar las vi bailando pero de lo más normalito. La única variación es que Toño se había cambiado de sitio, dejando el sillón grande libre, me pareció muy y más acertado, que se sentó en medio, impidiendo casi que nadie se pudiera sentar con él. Hice una seña a Valle para que pararan de bailar y en cuanto termino la canción que sonaba dejo de bailar. Se vinieron a sentar junto a mí, me moví para quedar en medio de las dos. Pasé un brazo por detrás de Valle y aunque ella estaba de acuerdo, la vi algo remisa. Por eso empecé a rozar una de sus tetas, me gustaba sentir como le gustaba. Ahora vendría el momento crucial.

Empuje con mi brazo a Valle, lo hacía suavemente y ella entendió perfectamente. Miraba a Toño, que estaba ya cachondo perdido, expectante. A Karina la miraba de reojo y cuando vio que su madrina empezaba a desabrochar mi pantalón, se quedó pasmada, atontada y miraba a Toño. Tenía cara de no creerse lo que veía. Pero no decía nada. Mi rabo ya estaba fuera y bien empalmado. Valle dejo caer saliva sobre la palma de su mano, hasta eso lo hizo morboso. Luego se puso a acariciar mi rabo, muy lentamente, mirándome a mí y a su ahijada. Luego se agacho y lamio mi rabo, también lentamente y recreándose, hasta que se lo metió en su boca. Mire a Toño que se había sacado su rabo y se hacia una paja sin prisas.

Karina embobada y perpleja no sabía qué hacer, pase un brazo por detrás de ella, la acariciaba, no quería obligarla a nada, quería que la iniciativa partiera de ella. Con mi otra mano, le di unos toques a Valle, para que hiciera algo con Karina. Lo entendió perfectamente. Se saco el rabo de la boca, sin soltarlo de su mano, continuando bajando y subiendo la mano. Ahora la miraba a ella y muy dulcemente le dijo, “vamos nena, prueba ahora tu un poco que sé que lo estas deseando” y ella no contestaba, miraba con gran excitación y miro hacia donde estaba Toño, como preguntándose qué pasaba. Valle miro a donde ella miraba y vio a Toño paseándose y con una sonrisa le contesto, “no te preocupes por tu tío, que es un cornudo y ya verás lo dócil que es”, ahí sí que muy levemente empuje un poco y ella se agacho poniéndose a comer mi rabo. Valle acariciaba su melena y me sonreía hasta que dijo, “cornudo vaya zorrita que tenemos, no veas como se come el rabo y parecía una mosquita muerta”

Le dije a Valle que desnudase a Karina y me llamo la atención, lo rápida que fue en hacerlo, tardo menos y nada en dejarla desnuda. Pero no se atrevió a hacer nada con ella. Ni la acaricio, ni la beso ni nada. Karina ya había perdido cualquier atisbo de timidez, me agarraba el rabo con mucha fuerza y lo tragaba con glotonería. Veía a Valle como la miraba se le salían los ojos de sus orbitas. Ahora empezó a acariciar el pelo de su sobrina, empezó haciéndolo con “ternura” para luego hacerlo con mucha sensualidad y erotismo. Nos morreamos ella y yo, para luego hacer que se pusiera con Karina y entre las dos me empezaron a pasar sus lenguas por mi rabo.  Las hice levantarse después de un ratito, besando primero a una y luego a la otra, para hacer que nos besáramos los tres a la vez y fue la primera vez que sus lenguas se tocaron. Al acabar de besarnos Valle dijo que en ese sitio era muy incómodo hacer nada y nos fuimos para su habitación.

Quitamos toda la ropa de la cama dejando únicamente la sabana y nos tumbamos los tres, a mí me colocaron en el medio y empezó como una “lucha” entre ellas, para hacerse conmigo. Karina le dijo algo en el oído a Valle, algo que no pude oír. Valle dirigió su mirada a donde estaba su marido y le dijo, “lo siento cornudo, a la niña le corta que estés mirando, vete fuera, anda, cuando salgas cierra la puerta”. La cara de Toño se trasformo en una cara de decepción y cuando vi que se iba a ir dije, “aquí el que manda soy yo, nada de irse, que hoy limpiara algún coño lleno de mi leche”, nadie protesto. Me gustaba ver sus caras, caras de obediencia, me ponía mas caliente de lo que estaba.

Mientras Valle se dedicaba completamente a mi rabo, yo metía mano a Karina y nos besábamos. Estaba muy mojada y cachonda. Le susurre, “vamos zorrita que sepa la puta de tu tía, la ahijada tan cachonda que tiene y que tu tío se la pele mas que un mono viéndote” me sonrió con picardía y se coloco entre las piernas de Valle, que al notarla quiso apartarla, pero la “niña” sabia lo que se hacía. En segundos dominaba a Valle, hacia que abriera sus piernas y recibia la lengua de su sobrina entre ellas. Se medio incorporo, según Karina le iba haciendo, ella tenia la mirada perdida, apretaba sus labios, los mordía, abría la boca, no paraba de gesticular y mientras hacia todo eso, apretaba con distintas intensidades mi rabo. Me costó, pero me aparte de Valle, que no había manera de que soltase mi rabo. Me puse un condón y agarrando a Karina por detrás, fui hundiéndole mi rabo, una promesa era una promesa. Valle se coloco mejor para que su sobrina tuviera mas facilidad.

Oía también los gemidos roncos de Toño, pero no lo veía, me daba igual. Prefería ver a Valle que estaba como loca y cuando se corrió lo hizo de forma exagerada. Estaba follando a Karina con mucha intensidad y Valle que se había echado a un lado, se masturbaba mirándonos. Hice un pequeño alto, para colocarnos mejor, “obligué” a Valle a colocarse debajo de Karina, en la posición del 69, aunque ella decía que no sabia si seria capaz, nos miramos Karina y yo y nos sonreímos. Deje se colocarán bien y fui a follarme a Karina de nuevo, cuando me dijo que me quitara el preservativo, que ella se cuidaba. No hizo falta que yo me lo quitara, lo hizo muy hábilmente Valle y sin soltarme el rabo, se lo coloco a su sobrina en la entrada del coño.

Valle se acoplo enseguida, la que no se veía capaz. Karina decía, “para no querer y no saber lo comes de lujo, tiita” su voz denotaba una calentura muy alta. Valle puteaba a su sobrina, porque provocaba que sacara el rabo, se lo metía un rato en la boca y lo volvía a colocar, mientras Karina le decía, “zorra, cabrona, mala puta…” todo lo que se le ocurría por quitarle el rabo. Estábamos los tres muy cachondos y follando con desesperación, cuando siento una lengua en mi culo y no podía ser otro que Toño. Valle se dio perfecta cuanta y dijo, “mira tú tío, además de cornudo es un puto, le esta comiendo el culo a nuestro macho” y aunque le costo hablar, Karina dijo, “pues tendremos que comprar una polla de látex para desvirgar al cornudo de tu marido, ¿no te parece tiita? Y Valle justo antes de correrse dijo que por supuesto, volviéndose a correr y Karina se corrió detrás de ella, para a continuación correrme yo dentro de ella, fue como las fichas de dominó.  

Saque mi rabo todo chorreando de la corrida de Karina y de la mía. Me sorprendió Karina, que se tumbo junto a valle y dijo, “vamos cornudo límpiale la polla” acto seguido Toño me dejo el rabo super limpio y entonces quien hablo esta vez fue Valle, “no has acabado tu trabajo, limpia la leche de la niña” y se puso a lamer el coño de Karina, que hizo que se tumbara y se sentó en su boca, porque decía que así le llenaría más. Las dos se fueron al baño y se quedaron un rato allí, mientras oíamos que hablaban sin entender lo que decían, salvo las risas. Toño aprovecho para hablarme.  

+             No me arrepiento de nada, me lo paso como nunca y tengo la polla desollada de todas las pajas que me he hecho.

+             Me alegro de que te lo estés pasando tan bien, porque yo me lo paso genial.

+             Me gustaría pedirte una cosa.

+             Tu dirás.

+             Me pondría muy cachondo viendo a mi mujer follada por dos, pero con dos buenas pollas, como la tuya.

+             Y ya puestos, ¿Por qué no tres? Una para cada agujero.

+             Eso sería el no va más, pero ¿sería fácil encontrar unas pollas grandes como la tuya? 

+             Cuando te he dicho lo de tres era broma. Primero porque tu mujer tendrá que decir algo y segundo, habría que encontrar alguien de mucha confianza y yo en particular, ahora mismo no conozco a nadie que reúna esos requisitos.

+             Si tu se lo impones ella tragaría. Lo sabes.

Dejamos de hablar porque regresaban las dos mujeres. Venían con una sonrisa de oreja a oreja. Se tumbaron conmigo e hicieron a Toño quitarse de la cama. Me empezaron a tontear y no pararon hasta que mi rabo no estuvo de nuevo en pie de guerra. Se miraron con complicidad entre ellas y Valle cogió una de mis manos y la llevo hacia su entrepierna, creía que quería que le tocara el coño, pero no, la llevo hasta el culo y me di cuenta de que lo tenia bien lubricado diciéndome, “la niña me lo ha preparado, porque dice que no es posible meter todo eso por aquí, ¿se lo demostramos?” ni me moleste en contestarla. Solo le dije que se colocara y a Karina le dije, “metete ahora tu debajo, que vas a tener una visión perfecta de como reviento el culo de la puta de tu madrina y ves haciéndote una idea, de que el tuyo será mío de la misma forma, pero antes mira como el cornudo de tu padrino, me prepara el rabo y como me ofrece el culo de su mujer”, Toño vino raudo y veloz y ante la mirada fija de su ahijada, me untaba el rabo de lubricante. Karina se coloco debajo y pudo terminar de ver, como Toño abría las nalgas de Valle.  

Empece poco a poco a follarme su culo, no veía la cara de Karina pero seguro que estaría asombrada además de super cachonda. Mi rabo entraba y salía perfectamente, Valle cambio las “quejas” de antes, por gemidos constantes. La notaba muy excitada, no solo porque me la estaba follando, también por el buen “trabajo” que estaría haciendo Karina con su coño. Quise poner un poco más de excitación y le dije, “zorra, sabes que el cornudo de tu marido me ha pedido, casi suplicado, que busqué a un tío o dos más, para que te follemos por todos los sitios a la vez” los gemidos de Valle fueron espectaculares y con voz muy cachonda respondió, “lo que tu digas, lo que tu prepares me vendrá bien” y poco después se corrió, pero sus gemidos los tapo comiéndole el coño a Karina y logrando sacarle un orgasmo sublime. Saque mi rabo y antes de irme a lavar, me corri en las caras de ellas.

Me fui vistiendo y Karina hizo lo mismo, nos despedimos con la intención de irnos cada uno a nuestra casa, pero al final los dos seguíamos con ganas y nos fuimos a su casa. Me llamo la atención su habitación, nunca había visto tanto peluche juntos. Estuvimos follando hasta muy tarde. Cuando nos relajamos me confeso, que jamás había estado tan excitada, que lo de sus padrinos le había provocado una calentura fuera de lo normal, porque nunca se imagino algo así y sobre todo con Toño, porque siempre lo había visto muy hombre y muy serio. Al oír eso me puse serio y le dije, “dos cosas tienes que tener presente, tu tío no es menos hombre por todo esto y fuera de las 4 paredes tienes que seguir teniéndole el mismo respeto o más, eso es fundamental, no te vayas a equivocar. Lo segundo, que vayas preparándote como quieras el culo, porque la próxima vez, solos o acompañados será mío”, una vez mas me sorprendió, “deseo que me lo hagas, pero me gustaría que estuviese Valle, seguro que será todo tuyo y serás el primero”            

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