¡Lucía, Ángeles y Fran se van al cine!... Pedro quiere que Lucía conozca a su hijo, pues el chico parece que tiene un problema y le pide consejo a Lucía.
Ángeles le hace una excitante confesión a Lucía sobre un hecho fortuito que le ha ocurrido con su hijo Fran, y que después la ha hecho sentirse culpable...
Lucía continúa con sus andanzas entre Fran y su madre, pero su mejor cliente Pedro, tampoco se olvida de ella y le tiene preparada una sorpresa para su próximo encuentro...
Las amigas y vecinas continúan intimando cuando Ángeles hace una confesión a Luisa que no se esperaba, y ésta la anima ha hacer aquello que ni siquiera Ángeles se ha atrevido a insinuar...
Lucía sigue interesada por Fran, el muchacho despierta mucha ternura en ella. Para su asombro Fran le cuenta que tiene una buena amiga, que se dedica a jugar con él durante el trabajo, ocultos en los jardines que están cuidando...
Soy puta, de eso no hay duda, y como dicen por ahí: y mi coño lo disfruta. A qué negarlo, nunca me gustó mucho estudiar, llegué a la universidad y necesitaba dinero, pues con la asignación que me daban mis padres no me llegaba para mis juergas...
Isabel llega a casa en plena tormenta y le pide a Raquel que se quede con ella para acompañarla esa noche, ya que le dan miedo rayos, truenos y relámpagos que iluminan el negro cielo en esa tarde de viernes...
Raquel tenía una nueva ilusión, su paciente, con esa rara cualidad que tenía, siendo capaz de empalmarse aun estando en su estado de coma, tan intrigante, con aquella mirada perdida.
Raquel era una enfermera recién titulada en busca de trabajo, su primer trabajo, con la ilusión de toda universitaria que termina se topó con las dificultades de la vida real. Pero a veces la vida también nos depara gratas sorpresas...
Toda historia debe tener un final, he aquí el de ésta: Ismael siempre recordará aquel verano, mientras viva, los recuerdos perdurarán en su memoria, los recuerdos de aquel caluroso verano...
Aquella tarde quedé en encontrarme con mi tía Marta en su cuarto por la noche, por fin lo haríamos, pero tuve una genial idea que se volvió en mi contra...
Mi abuelo y yo emprendemos un viaje exótico a la Cabo Verde, allí conoceremos a Cesária, una antigua amiga de mi abuelo, de los tiempos en que era capitán de barco.
La madre de Patri resultó ser una hembra caliente y sensual que llegó a sorprenderme gratamente, pero esto puso celosa a mi tía Marta.
Nos las prometíamos muy felices ese fin de semana con nuestras madres, ya habíamos conseguido unos primeros y placenteros roces, ahora queríamos más pero... llegó la abuela y todo se paró, ¿o tal vez no?
Mi primo y yo seguimos intentando conseguir acercarnos cada uno a nuestros objetivos, yo a su madre y él a la mía, ¿lo conseguiremos?...
Ismael comienza a conocer a su familia de acogida, y como no a enamorarse de Marta, su tía. Aunque a veces las cosas que nos ocurren no son como nosotros esperábamos...
Ismael sigue obsesionado con su nuevo objetivo, cazar a su madre y a Elisa montándoselo juntas... su sueño, poder participar.
Recuerdo una tarde de aquel verano, en la que como tantas otras estábamos disfrutando de la solitaria piscina de aquella urbanización semi-desierta...
A la mañana siguiente, tras follarse a su madre, Ismael se siente culpable y se pregunta: ¿a partir de ahora qué?...
Por fin llegaron las vacaciones, por fin los días libres para hacer lo que te viniese en gana, por fin pasar horas y horas frente a la videoconsola para acabar ese juego que durante el curso se te resistía, por fin llego el verano, el cálido verano, el caliente verano que no podré olvidar.
Cuando ya se creían perdidos en el paraiso, unos salvajes vienen de improviso a la isla, estando de nuevo en peligro sus vidas.
Inés y sus hijos continúan tratando de subsistir en la isla desierta.
Los salvajes vuelven a la ísla y nuevas sorpresan esperan a los tres náufragos con su llegada.
En medio del caribe, una isla desierta donde la desgracia lleva a una madre y sus dos hijos, allí se instalarán y allí tratarán de sobrevivir.
Anne avanza en su relación con Marta, aunque a veces las cosas no son como esperábamos. Por suerte su abuelo sigue ahí apoyándola...