Capítulo 19

Los días pasaron, cálidos y dulces dejaron un recuerdo imborrable en mi. Mi primo siguió beneficiándose madre o tal vez era mi madre la que se lo beneficiaba a él, no está del todo claro, eso si ambos sacaron provecho de sus ardientes encuentros a escondidas en la noche. Yo me centré en mi tía con la que me deleité en polvos tranquilos unas veces y brutales otras, de forma que tampoco eché de menos a la madre de Patri, y a decir verdad, ella se ve que tampoco a mi pues desde la noche que lo hicimos en la playa no volvió a acercarse a mi, en fin, supongo que le bastó con aquel polvo furtivo.

En mi memoria, con el paso de los años, aquél verano sigue vívido como si hubiese sido ayer. Las sensaciones vienen a mi mente, aún soy capaz de recordar el olor de cada sexo en mi pituitaria, su sabor en mi lengua y la forma que tenía cada una de hacerme deliciosas mamadas: mi madre, Elisa, mi tía Marta, la madre de Patri y como no mi querida Luisa, la eché mucho de menos desde el día de su precipitada marcha.

Revivo en mis recuerdos sus coños, sus formas, sus labios, sus diferentes texturas, unos rapados, otros con más pelito, el de Luisa al natural pero sin bello excesivo, ¿qué dulce era en sus caricias y qué natural su comportamiento al recibir las mías? Sin duda de ella es de quien guardo un más grato recuerdo, pero tampoco me olvido de las demás. De la primera vez que penetré a mi madre, de mis sentimientos de culpa hacia ella, de lo bien que lo encajó al día siguiente, consiguiendo que mi sentimiento de culpa se esfumase con su naturalidad y cariño hacia mí. Creo que nunca le he dado las gracias por todo el cariño que me dio en aquel verano y en tantos otros días con sus correspondientes noches. Especialmente cuando el verano acabó y el otoño tiñó de ocre el parque al que huí cuando Elisa, la madre de Luisa me dio aquella bofetada. Es increíble la cantidad de recuerdos que somos capaces de atesorar con el paso de los años, y por alguna razón, por algún motivo que no llegamos a comprender siempre prevalecen los buenos sobre los no tan buenos, debe ser que cierto el dicho de que ・gtiempos pasados siempre fueron mejores・h.

A mi memoria viene el recuerdo del maravilloso polvo furtivo que eché con Luisa y con su madre cerca de la autovía, detrás de aquellos álamos, tras permanecer largos minutos en el atasco, con nuestros cuerpos sudorosos y calientes deseando entregarse a las pasiones de la vida, al goce del sexo, al disfrute del amor recién descubierto. Qué bien follaba Elisa, toda una experta, mujer liberada. Cuantas cosas me enseñó respecto al sexo, cuantas cosas descubrí con ella y con su hija.

Luego llegaron mi tía Marta y mi querido primo Adrián, creo que si no llega a ser por ellos hubiese entrado en profunda depresión tras la precipitada partida de Luisa y su madre. Con ellos pasamos unas estupendas vacaciones mi madre y yo. Ya en los últimos días parecía que ninguno de nosotros quería hablar de despedida pero lo inevitable debía de llegar y la vuelta a casa estaba próxima...

Aquella tarde estaba conversando con mi tía, tumbados en una toalla mientras mi madre y mi primo habían ido a dar un paseo por la orilla.

\Oye tía, recuerdas cuando te lo hicimos los dos y tú no lo sabías ・\le dije yo rememorando aquella noche.

\¡Oh sí, qué excitada estaba! Me llevé un susto de muerte al ver a mi hijo allí y pensar que me había estado follando ・\confesó ella reviviendo el momento justo en que se dio la vuelta y descubrió el pastel.

\Pero reconoce que te gustó cuando lo hacía.

\Bueno, yo pensaba que eras tú y estaba tan cachonda aquella noche, hacía ya años que no follaba... ・\confesó ella mordiéndose el labio inferior.

\Entonces sí que te gustó. Oye, ¿y por qué no lo repetimos antes de que nos marchemos? ・\le propuse yo sin tapujos.

・\No sé Ismael aquella noche me enfadé tanto porque me dio mucha vergüenza que mi hijo me follase ・\insistió ella.

・\Eso son sólo prejuicios frente al tabú del incesto Marta ・\le dije yo intentando convencerla.

\No estoy segura Ismael, la verdad es que no se si lo haría de nuevo sabiéndolo de antemano.

\Yo creo que es cuestión de probar ・\añadí.

Mientras conversábamos estábamos tumbados boca abajo en las toallas, yo jugueteaba con su culo mientras ella, avergonzada por estar en la playa con más gente próxima a nosotros, me apartaba la mano. Remoloneaba con mis manos entre sus muslos y a ella le producían cosquillas mis juegos, pero la vergüenza le podía y evitaba tal descaro. Hasta que decidió levantarse y escaparse de mi abrazo, saliendo disparada al agua e invitándome a hacer lo mismo.

Yo estaba todo empalmado bajo la toalla, así que dudé un segundo sobre qué hacer, luego pensé: ・gbueno el bañador no me está tan ajustado no se me notará・h, me levanté y salí disparado a su lado. Ella, mientras me acercaba me miró de cintura para abajo y sonrió satisfecha; creo que se me notaba más de lo que yo pensaba. Ya daba igual, estaba hecho.

Nos metimos en el agua y seguimos con nuestros juegos amorosos. Luego llegaron mi madre y mi primo que como cada tarde nos traían helados así que los invitamos a bañarse mientras nos los comíamos en el agua. Estábamos formando un corrillo, con nuestros helados de palito en la mano, sonrientes y animados. Se me ocurrió una idea así que le pedí probar su helado a Marta, ella me lo ofreció sin dudar, entonces lo chupé despacio. Ella al principio no lo cogió pero no tardó mucho en darse cuenta de mi insinuación. Luego le ofrecí el mío y ella procedió de manera más sensual, lo chupó deleitándose con su lengua.

A estas alturas ya nos permitíamos ciertas licencias aunque mi madre y mi primo estuviesen presentes. A ellos les gustó la idea y nos imitaron. En el jueguecito me acerqué a mi tía y con la mano bajo el agua comencé a acariciar su culo, desde atrás se la metí entre los cachetes y busqué su raja buceando entre ellos. Estaba excitada y sus jugos se mezclaron con el agua de mar entre mis dedos.

Yo creo que mi primo me observaba y me copiaba, pues lo descubrí cara a mi madre con la mano también bajo el agua. Ya estábamos los cuatro emparejados, cara a cara, mi tía se subió con sus piernas a mi cintura y me abrazó con ellas bajo el agua, formando una pinza, frotándose con mi polla, que bajo el agua aguantaba dura como una estaca. Hasta llegamos a darnos algún morreo que otro acabándonos los helados. Nuestra pareja clon hacía lo propio. Pienso que el hacerlo en grupo hasta nos daba más morbo.

Cuando se cansaron de estar en el agua mi primo y yo por razones obvias nos quedamos un rato más a que se nos pasara el sofocón.

・\Oye primo, ¿tú te atreverías a follar con tu madre?

\¿Cómo? ¿Con mi madre? ¡Tú estás loco! ¿No recuerdas cómo se puso la última vez? ・\replicó al instante.

\Hoy lo he estado hablando con ella y creo que si lo volvemos a intentar seguro que traga ・\agregué.

\¿Tú crees? ・\preguntó interesado de repente.

\Bueno yo pienso que sí, imagínatelo... cuando nos vayamos tendrás alguien con quien hacer el amor y ella lo mismo. Ya no estaréis más ・gsolos・h, os tendréis el uno al otro ・\le esplique buscando su deseo.

\Pues la verdad es que tienes razón, eso no estaría mal para cuando nos quedemos de nuevo sólos. ¿Pero y tu madre?

\No sé podemos emborracharla ・\sugerí yo provocando nuestras risas.

Al salir del agua nos secamos y nos fuimos a duchar al piso. Aquella noche volvimos a salir a cenar, ya era nuestra penúltima noche con ellos y yo pienso que todos estábamos un poco tristes. Comimos, bebimos y nos emborrachamos un poco, pero lo pasamos fenomenal.

De vuelta por el paseo marítimo íbamos agarrados, pero no por parejas sino mi madre y mi tía delante y mi primo y yo detrás. Yo no le dije que cuando llegásemos tendríamos que acostar a mi madre y preparar a la suya para la ・gacción・h, él rió y replicó que ya que estábamos porqué no formábamos una orgía como los romanos y lo hacíamos los cuatro juntos, con intercambio de parejas incluido. La verdad es que su idea era tan buena que descarté la mía, me apetecía montarme un ・gcuarteto・h, las posibilidades mejoraban por momentos.

Al llegar al portal nuestras madres nos dijeron que hacía mucho calor, que por qué no nos sentábamos en la playa un ratito al fresco, todos aceptamos. Mi tía se ofreció a subir por unas toallas para no hacerlo directamente sobre la arena y todos nos fuimos junto a la orilla.

Nos tumbamos los cuatro casi pegados, lo hicimos premeditadamente yo yunto a mi tía, y mi primo entre mi madre y la suya. Estuvimos un rato descansando y poco a poco nuestras manos comenzaron a explorarse. No recuerdo lo que decíamos pero se que no parábamos de reír.

Me puse de costado y cogiendo la mano de mi primo se la puse encima del coño de su madre, ella me miró incrédula pero no se atrevió a quitarla de allí. Mi primo también se extrañó, pero la dejó igualmente sobre él. Como no hacían nada puse la mía encima y froté la suya contra el chocho materno.

En la penumbra vi a mi madre recostada junto a mi primo, cogiéndole la polla y acariciándosela suavemente mientras ésta se desperezaba y endurecía en su mano. Él, tenía una mano entre los muslos de mi madre y la otra encima del coño de la suya mientras yo se la frotaba por encima de las bragas.

Decidí progresar un poco más y le aparté las bragas hundiéndole un poco los dedos entre los suaves labios carnosos de mi tía, antes de hacerlo los palpé y me aseguré de que estaban como yo pensaba, muy mojados y húmedos.

La excitación era máxima en el ambiente. Mi madre optó por girarse un poco más y comenzar a chuparle la polla a mi primo. Entonces yo le indiqué a mi tía que se levantase e intenté colocarla encima de su cara para que él le comiese el coño a ella. Pero cuando vio lo que intentaba hacer se negó, así que terminé sacándome la polla y dándosela a comer a ella poniéndola de rodillas. Curiosamente aunque se negó a mis pretensiones, no se libró de que mi primo extendiera su mano y le tocara todo lo que quiso bajo su vestido.

Me arrodille junto a ella y la tumbé de nuevo junto a mi primo, comenzando a comerle el coño, le hice una señal a mi primo para que le diese relevo a mi madre, de forma que las tumbamos juntas y abriendo sus muslos nos dedicamos a comerles los coños respectivamente. En un momento dado avisé a mi primo y le dije que me cambiara el sitio.

La sorpresa fue general, pero creo que ninguna se atrevió a rechazar lo que les ofrecíamos a estas alturas. De forma que degustamos los coños maternos, cada uno con el su querida madre.

Sin que ellas lo notaran yo eché mano a la polla de mi primo y comencé a masturbarlo, él se sintió agradecido y decidió que lo menos que podía hacer era corresponderme del mismo modo. Así que la escena en esos momentos era deliciosa, con nuestras madres abiertas de piernas, cogiendo nuestras cabezas mientras se retorcían de gusto con nuestras lenguas en sus coños y mi primo yo yo cogiendo nuestras vergas sin que lo notasen, dando rienda suelta a nuestros instintos.

Cuando nos cansamos de comer coño le di una palmadita en el culo y le hice señas para que me cambiase el sitio. Le dije que pusiera a mi madre a cuatro patas y yo hice lo mismo con la suya y comenzamos a follarlas por detrás, despacito, pues no teníamos ninguna prisa.

Como antes ya hiciéramos le indiqué que me cambiase el sitio de nuevo y esta vez hubo alguna protesta por parte de mi tía, yo le susurré que no pasaba nada y la retuve en su posición. Ayudando a mi primo le abrí los cachetes del culo y él la ensartó con su polla, comenzando a follarla. Le sugerí que lo hiciera con más ganas y éste arremetió con fuerza aferrándose a su culo. Vi como mi madre permanecía junto a mi tía y le acariciaba la espalda melosamente animándola en su particular trance, era la segunda vez que era follada por la polla ・gfilial・h de su hijo. Como ya estaba todo en orden me ocupé de mi madre que pacientemente esperaba su turno y lo cierto es que ya hacía tiempo que no entraba en tan íntima oquedad suya, qué deliciosa sensación nos envolvió, una vez más juntos...

Follé a mi madre con ternura y cariño, ella me recompensó con caricias hacia mis testículos que me estimularon aún más. Mientras lo hacíamos nos sorprendió cómo mi tía se levantaba y tomando las riendas decidía tirarse encima de mi primo para follarlo ella ahora. Clavándose su polla comenzó a cabalgar sobre su cintura como una loca, el pobre primo no resistió tanto empuje y pronto se corrió. Ella siguió cabalgándolo hasta que también alcanzó su clímax, finalmente cayó derrotada sobre él.

Yo por mi parte seguí follando a mi madre hasta que esta se corrió, aunque no se porqué en mi caso me costó hacerlo y tras intentarlo un rato lo conseguí finalmente aunque fue raro porque no me gustó tanto como otras veces, no sé que me pasó a lo mejor fue el alcohol.

Cansados nos subimos al piso y nos acostamos, quedándonos dormidos casi con la ropa puesta...

Capítulo 20

Aún era temprano, cuando me desperté. Fui al baño y allí me encontré con mi primo. Ambos íbamos a lo mismo así que hicimos nuestros respectivos pises desperezándonos. Ambos sonreímos y comentamos lo bien que había estado la orgía.

Me fijé en la polla de mi primo, aún estaba morcillona después de tanto placer y envites, él también me estaba mirando cuando decidí cogérsela y suavemente comenzar a meneársela. Él sonrió y también me la cogió a mi.

\Vaya primo, aún la tienes dispuesta, ¿eh? ・\le dije al notar que se le endurecía rápidamente.

\Tú también primo ・\replicó.

Sin saber muy bien por qué lo abracé y junté mi polla con la suya, restregando nuestros cuerpos respectivamente. Él también me cogió por la cintura y me siguió en mis tocamientos. Lo agarré del culo y lo apreté hacia mi, por un momento vi su boca y sus labios pero me dio asco besarlo, aunque ese pensamiento cruzara por mi mente, lo rechacé. Pero su polla me apeteció en aquél momento así que me arrodillé y se la chupé, la introduje en mi boca sin pensarlo dos veces y disfruté de ella en mi interior. Aunque la había secado con trozo de papel higiénico aún sabía algo a pipí, no me importó, se la chupé con pasión y a la vez con delicadeza. Por supuesto qué él se dejó hacer y disfrutó mientras me sujetaba la cabeza.

Cuando me incorporé el fue a chuparme también la polla pero lo detuve.

\No, eso no es lo que quiero ・\le dije.

\¿Entonces pídemelo lo que desees y lo haré para ti? ・\contestó.

\Te quiero a ti ・\repliqué llanamente.

Estaba atormentado pero en mi cabeza una idea me daba vueltas, así que sin decir nada más. Cogí a mi primo y lo puse de espaldas, le cogí el culo y lo apreté contra mi polla, colocándola entre sus piernas. Ésta chocó con sus huevos, tenían tan poco bello y estaban tan suaves que la sensación me agradó, creo que a él también. Entonces lo abracé fuerte y le cogí la polla masturbándolo.

\¡Para para! ¡Que me voy a correr! -exclamó.

Entonces hice que se pusiera arrodillado sobre la tapa del váter y buscando en la ducha no me fue difícil encontrar un bote de aceite hidratante. Me embadurné la polla y se lo eché también a él por su culo, sus huevos y su pene dándole un suave masaje, estaba tan dura y tiesa como la mía. No dijo nada, ya sabía lo que quería y al parecer estaba dispuesto a dármelo.

Cuando lo intenté la primera vez no entró casi nada, creo que mi primo no estaba preparado así que probé un poco con el dedo y lo masturbé con la otra mano mientras lo hacía. Volvía a intentarlo y esta vez mi polla entró un poco más en su culo. Con lo poco que había entrado hicimos un pequeño vaivén para ver si lo conseguíamos pero no hubo manera.

\Estoy incómodo aquí, vayamos a la cama y sigamos allí ・\me pidió.

En la cama volvimos a intentarlo, él se puso sumisamente a cuatro patas y yo me coloqué detrás suyo. Volvía a lubricar mi polla y su culo y lo intenté de nuevo, esta vez con más fuerza y conseguí meterla hasta la mitad. Aguanté un poco en esa posición y descubrí como poquito a poquito entraba, comencé un ligero vaivén y seguí hasta que entró hasta el fondo. Entonces como un poseso empujé con fuerza y comencé a follarlo agarrándolo por sus caderas. Él apretó los puños y protestó, entonces yo me contuve y lo hice despacio a partir de ese momento. Decidí excitarlo y cogiendo su polla desde atrás lo masturbé suavemente, esto le agradó y dejó de quejarse. Seguimos follando un rato más. Cuando estaba a punto volví a acelerar y me corrí en su culo con un latigazo de placer que me recorrió toda la espalda, desde los huevos hasta la nuca.

Caí rendido en la cama y cuando me recuperé le pregunté si quería intentarlo ahora conmigo, él me dijo que no, pero que le gustaría que se la chupase hasta correrse. Cumplí sus órdenes y con deleite le hice disfrutar de una buena mamada, se lo merecía después de lo que había hecho por mí, así que cuando su semen brotó seguí chupándosela pues sabía que esto multiplicaría su placer. No me gustó su sabor, pero bueno, me limité a seguir con pasión mi mamada y me lo tragué sin pensar en lo que era...

Aún hoy recuerdo aquel polvo homosexual, ya nada sería igual para nosotros, seguimos llevándonos tan bien como antes incluso mejor diría yo. Tras nuestra marcha, nos llamábamos todas las semanas para comentar cómo nos iba. Por supuesto que seguimos siendo heterosexuales, pues sólo con mi primo llegué a ese grado de intimidad tal que me invitó a caer en la tentación e la homosexualidad. Luego llegaría otros veranos y seguimos viéndonos y practicando sexo entre nosotros a escondidas. Teníamos novias también y disfrutábamos con ellas, incluso conseguimos follarnos a alguna entre los dos, ellas se sorprendían al principio pero cuando se metían en faena se daban cuenta del placer multiplicado por dos mozalbetes como nosotros.

Ya han pasado 20 años desde aquel verano, hoy cumplo treinta y seis. Para mi fiesta de cumpleaños mi mujer, mi querida Luisa ha preparado una tarta especial. Qué dulce es, desde aquel verano me quedé tan prendado de ella, de su bondad y dulzura que nunca conseguí nada igual de otra mujer, así que acabé casándome con ella. Esta noche cenaremos, nos comeremos la tarta y luego le haré el amor, como a ella le gusta... despacio y con cariño.

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Nota del autor: Querido lect@r, este relato es el más largo que he escrito y he conseguido lo que yo quería, ponerle un final, como toda historia debe tener. Si has llegado hasta este punto tras leer la historia completa te doy las gracias y espero que te haya gustado y hayas disfrutado con ella tanto como yo escribiéndola.