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Como todas las noches Supergalán entró al chat para platicar con Muñequita

Supergalán: Hola Muñequita ¿cómo has estado hoy?

Muñequita: Muy bien, gracias y tú

Supergalán: También. Todo el día pensando en ti.

Muñequita: Igual yo. Sabes, estoy nerviosa

Supergalán: No tienes nada que temer, sólo relájate y disfrútalo

Muñequita: Mmm...de acuerdo ¿Comenzamos?

Supergalán: Me acerco a ti y te doy un beso, suave y dulce. Tú cierras los ojos y te dejas llevar.

Muñequita: Siento tu lengua recorrer mi boca, y nuestras lenguas se entrelazan

Supergalán: Mis manos recorren tus hombros, y los voy bajando muy lentamente hasta llegar a tus pechos, los cuales amaso suavemente

Muñequita: Mis pezones responden con rapidez, poniéndose erectos

Supergalán: Siento tus pezones a través de tu ropa. Mis manos no pierden el tiempo y comienzan a desabrochar tus botones, uno a uno hasta que tu blusa queda totalmente abierta, y entonces te la quito.

Muñequita: Veo cómo tu mirada se dirige a mis pechos que aun se encuentran atrapados en mi sujetador

Supergalán: Con pericia te lo desabrocho y tus pechos quedan ante mi, como un codiciado manjar. Mi boca vuela presurosa y comienzo a devorar tus blancos montes

Muñequita: Mis pezones sienten el paso de tu lengua por encima.

Supergalán: Mis dientes aprisionan uno de ellos y le dan una mordida

Muñequita: ¡Ay! No tan fuerte, amor

Supergalán: Disculpa. Me dirijo hacia tu otro pecho mientras mi mano soba tu herido pezón. Esta vez tengo cuidado de no lastimarte.

Muñequita: Mis manos desabrochan tu camisa y te la quito. Junto mis pezones con los tuyos y nos frotamos.

Supergalán: Te desabrocho la falda y dejo que caiga al suelo. Lo mismo hago con tus medias y tus minúsculas braguitas.

Muñequita: Yo también te dejo encuerado y nuestros sexos se tocan. Tu pene ya está erecto, listo para la acción

Supergalán: Cierro los ojos cuando tú te hincas frente a mi y engulles mi verga. Siento cómo tu lengua recorre, primero, mi glande para pasar luego al resto de mi miembro.

Muñequita: Traviesa, mi lengua recorre cada centímetro de la piel de tu pene. Oigo que lanzas un suspiro de placer cuando me meto tus huevos a la boca.

Supergalán: Eres una malvada. Tu lengua latiguea mis huevos mientras tu mano me masturba.

Muñequita: Siento que podrías estallar en cualquier momento, por lo que me paro y me recuesto en la cama, con las piernas abiertas.

Supergalán: La vista de tu sexo depilado me vuelve loco. Me coloco entre tus piernas y me hundo en la humedad de tu vagina. Mi boca besa tus labios vaginales y mi lengua te penetra.

Muñequita: Siento cómo tu lengua alcanza mi clítoris y comienza a estimularlo. Una y otra vez pasas tu instrumento lingual sobre mi botoncito de placer.

Supergalán: Mi lengua experta te recorre dándote oleadas de placer. Cada vez que paro tú me insistes en seguir, pegando tu pubis contra mi cara.

Muñequita: Un espasmo recorre mi cuerpo y empiezo a jadear como loca

Supergalán: Tus gritos de placer se deben de escuchar por toda la casa. Torrentes de fluido llegan a mi boca y yo los chupo fascinado.

Muñequita: El orgasmo acaba, y poco a poco mi cuerpo se va relajando. Pero aun no estoy satisfecha. Te jalo para que quedes encima de mi y entre mis piernas

Supergalán: Dirijo mi pene hasta la entrada de tu vagina y lo voy introduciendo poco a poco

Muñequita: Siento que las paredes de mi vagina se van abriendo para dar paso a tu enorme miembro

Supergalán: Jeje, gracias, pero no es tan grande. El chiste es saber moverlo.

Muñequita: Yo lo siento enorme, ocupa toda mi conchita. Siento cómo lo metes y lo vuelves a sacar. Cada arremetida me pone más caliente.

Supergalán: Mi verga va tomando vigor con cada embestida que te doy. Siento tu respiración jadeante y veo en tus ojos la lujuria

Muñequita: Me siento como gata en celo. Me encantaría gritarte que me cojas, que soy tu puta, pero podrían oirnos tus padres, que están en la habitación contigua

Supergalán: Me susurras al oído que te la meta hasta adentro, que eres mi puta y que sólo yo te hago sentir mujer

Muñequita: CÓJEME CABRÓN, DALE ESA VERGOTA A TU PUTA VICIOSA

Supergalán: Tu cara se ha descompuesto y podría jurar que estás poseída, pero en realidad está teniendo un orgasmo, al igual que yo

Muñequita: Ya lo veía venir. Las venas de tu pene se habían ensanchado, y ahora estás escupiendo tu leche en mi cuevita.

Supergalán: Te lleno de leche todo tu agujerito y me tumbo a tu lado. Te agachas hasta mi pene y lo limpias con tu lengua. Mi pene responde a tus caricias y se vuelve a levantar

Muñequita: Me pones de rodillas y te colocas detrás de mi.

Supergalán: No adivinas mis intenciones hasta que te meto mi pene en tu culo

Muñequita: ¡Ayyy! Me duele

Supergalán: Si te tranquilizas lo disfrutarás

Muñequita: Me relajo un poco pero aun me duele. Cada embestida me hace ver estrellas, pero tu mano entra en mi vagina en búsqueda de mi clítoris, y lo encuentra

Supergalán: Estás demasiado apretada y mi miembro lucha por abrirse camino, sin embargo mis dedos provocan maravillas en tu conchita, por lo que mueves las caderas hacia atrás y hacia delante, clavándote, con cada vaivén, más profundamente mi instrumento.

Muñequita: Lo siento dentro de mi y empiezo a gemir, ya no de dolor sino de placer. Lo apretado de mi culo provoca una mayor fricción con tu pene y no tardas en llenarme mi culito de semen

Supergalán: Eyaculo otra vez dentro de ti y tú te corres en un abundante orgasmo. Mis dedos quedan empapados de tus jugos.

Muñequita: Sales de mi y nos volvemos a besar. Me dirijo al baño para limpiarme y arreglarme. Nos vestimos y salimos de tu cuarto.

Supergalán: Antes de salir me cercioro de que mis padres no hayan oído nada. Sales sigilosa y llegamos a la cocina. Me das un beso apasionado y te vas.

Muñequita: Te miro a los ojos y te doy las gracias por esta experiencia encantadora. Gracia Supergalán , por todo. Mañana a la misma hora

Supergalán: Fue maravilloso Muñequita, mañana hablamos para ver cuándo lo repetimos.

Ambos se despiden entre besos, abrazos y promesas de amor eterno. Cada uno, por su lado, apaga la computadora, recordando esta maravillosa relación que sólo es separada por dos fríos monitores. Muñequita se va a la cama ilusionada con este amor, aunque temerosa de que un día Supergalán le pida que se vean en vivo. Claro que esto no va a suceder y ella vivirá engañada, ya que Supergalán no es alto, musculoso y guapo sino flaco, chaparro y calvo, aunque Muñequita tampoco es güerita ni tiene una tetas de miedo, es más, ni siquiera es mujer.