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Infidelidad: Epílogo

en Hetero: Infidelidad

En un principio pensé en publicar este relato como un relato más, pero una buena amiga me convenció para publicarlo como epilogo al relato Infidelidad: Causa o Consecuencia.

Introducción:

Mientras mi mujer esta de vacaciones en casa de su madre, Caty, una amiga de mi mujer de cuando estudiaba en la universidad, viene a pasar unos días, dos semanas. El motivo es un cursillo en una localidad cercana, la idea de que se quedase en casa fue de mi mujer. Durante la semana no sucedió nada, aunque la tensión sexual era evidente, fue el sábado por la mañana cuando exploto.

El final de Infidelidad: Causa o Consecuencia:

La excitación de ambos iba en aumento, cuando de pronto sonó el timbre de la puerta.

-          ¿Quién coño será? Pues se va a joder porque no pienso abrirle – dije.

Volví a la carga, chupándole los pezones.

-          Deja que llame, no pares - dijo ante la insistencia del timbre.

Y el timbre volvió a sonar, hubo un instante de silencio. La persona que estaba en la puerta empezó a hablar con alguien, se les escuchaba, no entendía lo que decía; pero si se escucho claramente el nombre de Caty.

-          ¡MIERDA!, esa voz la conozco es mi marido - dijo Caty.

-          ¿Tu marido? Que coño hace aquí.

Caty se había levantado y se puso a escuchar, nuevamente la voz sonó llamando precisamente a Caty.

-          Si, es mi marido.

Caty corrió a su habitación y yo me puse el bañador y una camiseta, como la puerta de entrada, donde estaba Edu, caía justo debajo de la puerta del balcón de la habitación, me asome al balcón.

-          ¿Quién es? - pregunte.

-          Soy Edu, no se si te acuerdas de mi – dijo.

-          Claro que me acuerdo de ti, Caty debe de estar fuera, ahora bajo - aunque había engordado lo reconocí.

Salí de la habitación, Caty se estaba vistiendo en su habitación, con la puerta abierta.

-          Si no haces ruido, puedes salir por la puerta del patio y hacer como que vienes de fuera - le dije.

La puerta del patio da a la puerta del patio de los vecinos, que estaban de vacaciones.

-          ¿La llave donde esta?

-          En el llavero de la cocina, también está la llave de los vecinos...

-          Vale.

Se había puesto las bragas y un pantalón de chándal, aun estaba desnuda de la cintura para arriba, enseñando sus pechos.

-          ¡ÑAM! - dije imitando un mordisco.

-          ¿Y eso?”.

-          Un mordisco a esas preciosas tetas.

-          ¡PAYASO!

Baje al salón comedor, le abrí la puerta a Edu, entro miro a todos los sitios.

-          ¿No esta Caty?

-          Realmente no lo sé, estaba en el baño. Siéntate, la esperaremos, no creo que tarde mucho.

Se sentó en el sofá.

-          ¿Que haces aquí? - le pregunte.

-          No se si Caty te ha contado algo.

-          ¿Que me tiene que contar?

-          Nuestro matrimonio esta pasando por horas bajas.

-          Si algo me dijo mi mujer.

-          Fue tu mujer, la que me dijo donde estaba.

Mi mujer como siempre, no se podía estar callada.

Seguimos hablando entonces...

-          ¿Te has acostado con ella? - pregunto de pronto.

-          No, es una amiga de mi mujer.

-          Lo cierto es que no seria extraño, desde que me operaron no he podido… comprendes.

-          ¿Cuanto hace de eso?

-          Hace ya 7 años.

Era comprensible lo caliente que estaba Caty.

Estuvimos hablando algo más de un cuarto de hora, cuando sonó el timbre de la puerta. Fui a abrir, era Caty.

-          He salido a hacer footing, he olvidado la llave - dijo Caty, como si no supiera nada.

-          Tienes una sorpresa.

Caty al ver a su marido reacciono haciéndose la sorprendida.

-          ¿Que haces tu aquí?

-          Tenia que verte - Edu.

-          Será mejor que me vaya - dije.

-          No lo que haremos será irnos nosotros a un hotel - dijo Caty.

-          Pero porque. Os podéis quedar los dos, la habitación de arriba la cama se convierte en doble.

-           No lo comprendes iremos a un hotel y cogeremos habitaciones separadas, ¿Has traído equipaje? - dijo Caty preguntando a su marido.

-          Si lo tengo en el coche - dijo Edu.

-          Recogeré mi ropa y nos iremos a un hotel.

-          No hace falta, Caty te quedas en la habitación que estas, y tú, Edu, te vas a la del tercer piso - dije.

-          Lo veo bien, voy a por mis maletas - dijo Edu.

Salió Edu de la casa en busca de sus maletas. Quedando Caty conmigo.

-          ¿Por qué no has dejado que nos fuésemos a un hotel? Con cualquier excusa habría vuelto y estaríamos solos.

-          Es mejor así, si tenemos oportunidad la aprovecharemos.

-          ¿Y si no la tenemos? - dijo Caty.

Le iba a contestar cuando llego Edu.

-          Deja que te ayudo - le dije, acompañándolo a la habitación del tercero.

-          Gracias no puedo hacer grandes esfuerzos.

Bajamos al salón, allí nos esperaba Caty.

-          Tenemos que hablar - le dijo Caty a Edu.

-          Mientras vosotros habláis, yo iré a dar una vuelta.

Salí de la casa. Fui a dar una vuelta, entre en un bar y me tome una cerveza, cuando volví estaba sola Caty.

-          “Te estaba esperando” me dijo.

-          “¿Y Edu?” pregunte.

-          “Ha ido a despejarse, nosotros tenemos algo pendiente” dijo acercándose a mi.

-          “No se si es buena idea, ¿Y si viene tu marido?” pregunte.

-          “No te preocupes de él, te espero en la habitación” dijo dirigiéndose a la su habitación.

Espere unos minutos para seguirla, cuando llegue a la habitación Caty estaba desnuda sobre la cama, con las rodillas flexionadas y abiertas dejándome ver su coño. Me acerque a ella, me desnude, le acaricie las pechos pellizque sus pezones, soltó un gemido, acerque mi boca y mientras le chupaba los pezones con la mano acaricie su vientre, ella se estremeció al contacto de mi mano, seguí bajando hasta colar mi mano en su entrepierna, con el dedo índice y en círculos acariciaba su clítoris, Caty gemía y se mordía el labio inferior, con el dedo pulgar seguí acariciando su clítoris y con los otros dedos acariciaba sus labios vaginales, para terminar metiéndolos en la vagina. Sus jadeos aumentaron.

-          “Métemela, la quiero dentro de mi” dijo entre jadeos.

-          “¿No te gusta, lo que te estoy haciendo?” dije pero no pare.

-          “Si, mucho, pero durante los últimos siete años es lo que me ha estado haciendo Edu, de ti quiero algo mas” dijo estremeciéndose.

-          “No te preocupes, tendrás mucho mas” dije.

Caty estaba a punto de llegar al orgasmo, con la mano izquierda le acariciaba y pellizcaba su pezón derecho, con la boca mordisqueaba y chupaba su pezón izquierdo, y con hasta tres dedos de la mano derecha recorría su vagina.

-          “Ya, estoy  llegando, mas rápido me corro” dijo con dificultad Caty.

Le cogí por las piernas se las separe mas, y encare mi polla a la entrada de su vagina, un pequeño empujón y se la metí, Caty dio un grito definitivamente había alcanzado el orgasmo al sentir mi polla en su interior. Pero no pare seguí, cogí su pierna izquierda y la puse sobre mi hombro derecho, y su pierna derecha en mi hombro izquierdo, la cogí de los muslos y apreté.

-          “Oh, si mas fuerte, así” dijo gritando.

Seguí empujando, mi polla recorría una y otra vez su vagina, arrancándole gemidos, solté su pierna derecha de mi hombro izquierdo, y seguí penetrándola hasta que alcanzo otro orgasmo.

-          “Sigue, ahora te toca correrte a ti, quiero sentir tu leche dentro de mi” dijo Caty

Hice que se diera la vuelta, se pusiera a cuatro patas, con mi polla estuve un rato acariciando su clítoris y sus labios vaginales, hasta que la cogí por la cintura y se la metí, hasta que mis testículos toparon con sus nalgas, Caty seguía jadeando, seguí con mis embestidas, ella mientas se acariciaba el clítoris, con lo que el tercer orgasmo llego pronto y casi inmediatamente me corrí, mi leche inundo su vagina.

Me deje caer sobre ella aplastando mi cuerpo contra el suyo, unos minutos después  me colocaba a su lado, seguí jugueteando con sus pechos y pezones.

-          “Hacia siete años que no tenia un orgasmo, con una polla dentro” dijo.

-          “Pero no lo has intentado” dije.

-          “Con Edu por su operación es difícil” dijo.

-          “Pero, ¿Y con otros?” le dije.

-          “La verdad es que ha habido varios que me han tirado los tejos, pero hasta esta semana aquí no había tenido esa necesidad, y sobretodo anoche” me confeso.

-          “Te confesare que cuando te vi en la estación se me puso dura, y desde ese momento creo que cada vez que te veía se me ponía dura” le dije.

-          “Me lo imagino...” sonrió “... sobretodo el lunes cuando nos cruzamos en el pasillo, yo me había quitado el sujetador ¿No?” dijo con una sonrisa malévola.

-          “Que puta estas hecha” le dije.

-          “A mi marido nada de esto, si te pregunta no le digas nada, una cosa es que lo imagine y otra que se entere” dijo.

-          “Ya me lo pregunto, cuando llego” le dije.

-          “¡Si!, pues ya sabes nada de nada” recalco.

-          “Tendremos que ser cuidadosos” dije.

-          “Edu estará hoy, sábado, y mañana, domingo, por la tarde se marchará. Hasta ese momento no haremos nada” dijo

-          “Y lo de ahora ¿Por qué?” le pregunte.

-          “Eso ha sido un calentón”

-          “Y tu a mi mujer ni...” dije señalándome con el pulgar la falange del dedo índice.

-          “Por supuesto, acabo de ganar un amante, no quiero perder una amiga” dijo riendo.

Me levante y me fui al baño a ducharme. Tenía una semana por delante para conocer mas afondo a Caty.

Epílogo:

Edu había vuelto a la casa, podía imaginar que algo habría pasado entre su mujer, Caty, y yo, aunque siempre tendría la duda. Salimos a comer, las miradas de Edu hacia su mujer y hacia mí eran constantes, como si quisiera interceptar alguna mirada entre nosotros. Pero tal como habíamos hablado entre Caty y yo, no debería suceder nada ni dar pie a nada. Incluso por la noche Caty no se puso el pijama de las noches anteriores, sino un pijama mas recatado.

Por la mañana, al salir de mi habitación estuve tentado en entrar en la de Caty, pero sabía que aquella misma tarde estaríamos solos. Así que baje al salón, puse la televisión, unos minutos después llegaba Edu, iba cargado con churros.

-          He salido a desayunar y he visto que vendían churros en la plaza y he comprado algunos, para desayunar aquí - dijo Edu.

-          Si es un buen desayuno, son churros grandes.

Pensé a la que si que le gustaría comerse un buen churro seria a Caty.

-          Voy a despertar a Caty - dijo.

Y subió a buscar a Caty, minutos después escuche decir a Caty:

- Estate quieto, no es el lugar ni el momento, la semana que viene cuando estemos en casa hablaremos.

Y poco después baja Edu.

-          Ahora baja Caty, se esta arreglando.

Cuando bajo Caty me dejo boquiabierto, llevaba puesto un pareo a la cintura, y la parte superior del bikini, un bikini que parecía algunas tallas más pequeñas, tapaba muy poco.

Escuche decir a Edu:

-          No crees que deberías taparte un poco.

Caty simplemente se encogió de hombros, se sentó a la mesa, cogió un churro y comenzó a juguetear con el, me puso frenético.

-          Después de desayunar nos iremos a la playa - dijo Caty.

-          Por mi no hay inconveniente - dije, sonriendo.

-          Vale, voy a cambiarme - dijo Edu, subiendo las escaleras.

Caty miro como se iba Edu, se puso un churro entre las tetas.

-          Mira que bien queda el churro entre mis dos tetas.

-          Si queda muy bien, también cuando te lo metes en la boca.

-          Como así…

Se metió y saco el churro lentamente de la boca y lamiéndolo de punta a punta con la lengua.

Sentí como mi polla se hinchaba y pedía salir del bañador, Caty miro a las escaleras se me acerco, metió su mano bajo mi bañador y me agarro la polla.

-          Que rica, esta tarde veremos si sigue así.

-          Si te vistes así, seguro que si.

Sentimos como bajaba Edu, Caty volvió a sentarse.

-          Ya estoy listo, nos vamos - dijo Edu.

-          Ir vosotros delante, ya os alcanzare - dije.

Vi como se iban los dos, subí al baño, al entrar vi sobre el lavabo unas bragas de Caty, recordé que eran las que llevaba Caty el día anterior, las olí, mientras lo hacia me masturbe pensando en Caty, imaginándomela desnuda, hasta que termine corriéndome.

Mas tarde me reuní con ellos en la playa, en un chiringuito, tapeamos y nos tumbamos en la arena. Caty era el centro de las miradas de los vecinos de arena, tanto hombres como mujeres, sobretodo cuando se metió en el agua, al salir el bikini parecía trasparente.

A las cinco, nos fuimos a casa para que Edu pudiera marchar y no saliera muy tarde, mientras Edu preparaba la maleta Caty se ducho, se puso el chándal.

Eran las siete cuando Edu se marcho, Caty lo acompaño hasta el garaje, mientras yo me duche. Cuando baje al salón llegaba Caty, me senté en el sofá. Caty se puso frente a mí.

-          Ya se ha marchado, estamos solos - dijo Caty.

Seguidamente se sentó encima de mí, abriéndose de piernas, poniéndose de rodillas sobre el sofá. Se quito la chaqueta del chándal, la camiseta que llevaba ponía FUCK ME.

-          Te gusta lo que pone - dijo señalando la leyenda de la camiseta.

-          Me gusta más lo que hay debajo.

Caty se subió la camiseta, al no llevar sujetador los pechos quedaron al aire. Yo tenia mis manos en su espalda para que no cayera hacia tras, mordisquee y chupe sus pezones.

-          Te he de confesar, que yo nunca he sido así - dijo.

-          ¿Que no has sido cómo?

-          Como te diría, tan lanzada, tan… tan PUTA… para que te hagas una idea, mi primer novio, fue un compañero del colegio, con 12 años, imagínate con esa edad ya me diferenciaba de mis amigas por estas dos (se señalo las tetas), estuvimos saliendo hasta los 17 u 18 años cuando me fui a la universidad, lo máximo que hicimos fue besarnos y algunos tocamientos sin llegar a la penetración, cuando a los tres meses volví por Navidad estaba saliendo con una antigua amiga mía, que estaba embarazada. Durante la universidad me volqué en los estudios, salí con algunos chicos pero nada de nada, fue el ultimo año, con 23 años, cuando conocí a Edu, durante todo el año estuvimos tonteando, posiblemente no habría llegado a nada pero al terminar la universidad mi primer trabajo fue de recepcionista en la clínica que trabajaba Edu de enfermero. Volvimos a retomar nuestra relación y el final de año tras unas copas de mas lo hice con Edu, fue el primero y hasta este sábado el único.

-          Quieres decir que yo…

-          Si, eso mismo solo me he acostado con Edu, y contigo, es que han sido siete años de sequía - dijo quitándose por completo la camiseta.

Se dejo resbalar, hasta quedar de rodillas en el suelo, entre mis piernas. Me bajo el bañador que llevaba puesto, metió mi polla entre sus tetas, y comenzó a moverlas, sentí como mi polla se hinchaba mas si era posible.

-          ¿Te gusta? - me pregunto.

-          Si mucho, me pone a cien.

-          Sabes hay una cosa que me gusta mucho, pero que a Edu no le hacia mucha gracia.

-          ¿Y qué es? Siempre he dicho el amante esta para hacer lo que el marido no se atreve.

-          Seguro, puede que no te guste.

-          Entre amantes debe haber cierta permisibilidad y reciprocidad.

Caty no dijo nada mas, dejo de presionar mi polla con sus tetas, para bajar un poco mas y quedar su cara frente a mi polla, con una mano cogió mi polla y con la otra mis testículos, y lentamente fue lamiendo la punta para terminar metiéndose mi polla en la boca. Sus labios recorrían una y otra vez el tronco de mi falo, puse mis manos en su cabeza para manejar el ritmo, tras un buen rato jugando con mi polla sentí que me iba a correr.

-          Me corro, termina con la mano

Se separo de mi polla y me miro.

-          ¿Por qué? No te gusta que lo haga con la boca.

-          ¡Pero la leche…!

-          Eso es lo que me gusta, la leche calentita.

Volvió a la carga, metiéndose nuevamente la polla en la boca. El ritmo fue en ascenso, unos minutos después mi leche pasaba a su boca, no desperdicio ni una gota, incluso relamió todo el falo para que no quedase ni rastro de semen, pero bien lubricada.

Como mi polla aun tenía buen tamaño, Caty se quito las zapatillas y el pantalón del chándal, sorpresa no llevaba bragas, volvió a la posición inicial, sentada sobre mi abierta de piernas. Restregó su coño sobre mi polla, no hacia falta que mi polla estuviera lubricada pues su coño lo estaba y mucho.

-          Estoy muy cachonda, ves lo húmedo que esta mi coño.

Mientras se sentaba muy despacio sobre mi falo, haciendo que la penetración fuera  lenta y excitante, para terminar con toda la polla dentro de su vagina, y aplastando sus pechos sobre mi cara, para que volviese a chupar sus pezones. Caty mas que gemir lo que hacia era gritar, intente taparle la boca, pues debido a la proximidad de la calle seguro que la escucharían los transeúntes, lo que hizo fue morderme la mano.

Moviendo todo su cuerpo, hacia delante y hacia tras, a derecha e izquierda y en círculos, sin llegar a levantarse, pronto jadeo y grito nuevamente.

-          Si ya llego, un poco mas, si, si.

Repetía una y otra vez, hasta que alcanzo el orgasmo, y relajo todo su cuerpo.

Por mi parte quede exhausto, la mamada que me hizo con anterioridad me había dejado seco. Cuando por fin se levanto, mi polla ya estaba flácida, se la quedo mirando.

-          Pobrecita, esta mustia, quieres que la acaricie.

-          ¡Nooooooooo! Déjala descansar luego más.

Caty sonrió, recogió su ropa y se fue escaleras arriba, sentí el agua correr, síntoma que estaba en el baño. No se el tiempo que transcurrió, pues yo me quede medio adormilado, me desperté al sentir que una mano volvía a cogerme la polla, y esta reaccionaba poniéndose otra vez rígida.

-          ¿Salimos a dar una vuelta, a cenar, o nos quedamos aquí y cenamos lo que sea? - dijo mirando mi polla.

-          ¡Salimos, salimos!

Me puse de pie, subiéndome el bañador.

Caty iba impresionante, con una falda corta, ajustada, marcando nalgas, síntoma que se había puesto un tanga, y un top que escasamente cubría sus pechos y marcaba sus pezones.

-          Me cambio y bajo en seguida – dije.

Entre en el baño, para ducharme, era increíble volvía a tener la polla lista para revista, así que decidí que la ducha fuese casi fría. Tras la ducha me vestí, me puse un slip que marcaban paquete, unos pantalones bermudas y una camiseta, y unas zapatillas de deporte. Y baje al salón, allí me esperaba Caty viendo la televisión. Fuimos a cenar a un bar-restaurante, durante la cena, por debajo de la mesa nos metimos mano, yo acariciaba sus muslos, su entrepierna incluso me atreví a meter mi mano bajo su tanga y acariciar su clítoris, ella por su parte agarraba mi paquete y lo estrujaba, lo hacíamos con gran disimulo, pues yo era conocido en el bar. La calentura que teníamos sumado a que al día siguiente yo debía ir a trabajar y Caty debía ir al curso, hizo que volviéramos pronto a casa.

Nada mas entrar en casa, se me engancho al cuello, acerco su boca a mi oído.

-          Quiero sentirte dentro otra vez - me dijo, mordisqueándome la oreja.

-          Ve subiendo, yo cierro aquí y te sigo.

-          ¿En tu cama o en la mía?

-          Donde quieras.

Se marcho subiendo las escaleras, moviendo su culo. Rápidamente revise todas las puertas y ventanas, cerrándolas aislar el ruido del exterior, y del interior; y fui hacia mi habitación, por el camino me desnude, quería darle una sorpresa, aunque la sorpresa me la dio ella a mi, estaba desnuda sobre la cama, con las piernas abiertas acariciándose el clítoris, gimiendo, había empezado la fiesta sin mi.

-          No he podido esperar, lo necesitaba.

No dije nada, simplemente me introduje entre sus piernas, con las manos separe sus muslos, metí la cabeza delante de mi tenia su coñito, pidiendo que me lo comiese, y eso hice primero acaricie su clítoris con mi lengua, para seguidamente der lengüetazos sobre sus labios vaginales. Termine por introducir dos dedos en su vagina mientras chupaba su clítoris y le daba pequeños mordiscos, que le hacían gritar de dolor-placer, ella se acariciaba los pechos y se pellizcaba los pezones, pronto sentí como se estremecía.

-          Estoy llegando, métemela, métemela, quiero sentirla dentro - repetía al borde del éxtasis del orgasmo.

Pero yo ni caso, seguí comiéndole el coño. De pronto, tras un grito, se relajo, había alcanzado un primer orgasmo y aun no se la había metido. Pero solo fue un instante, volvió a gemir, y pedir que se la metiera.

Sin sacar los dos dedos que tenia metidos en su vagina, fui subiendo lamiendo su cuerpo lentamente, primero su monte de venus, siguiendo por su vientre, el canalillo de sus pechos, me entretuve en chupar y mordisquear sus pezones, seguí por el cuello hasta llegar a su boca, entonces mi polla entro lentamente, rozando las paredes vaginales. Sus jadeos quedaban amortiguados, al igual que su grito, al sentir mi polla totalmente dentro, al sellar su boca con la mía, nuestras lenguas se buscaba. Todo sucedía vertiginosamente, ella entrelazo sus piernas en mi espalda, haciendo que la penetración fuera mas profunda si era posible, unos minutos después el ritmo aumento, los movimientos eran más bruscos.

-          Increíble, estoy a punto de llegar otra vez, no pares - dijo.

Y yo no pare seguí moviéndome, hice que aflojara sus piernas de mi espalda, cogí su pierna izquierda y la puse sobre mi hombro derecho y seguí empujando, unos segundos después alcanzaba su segundo orgasmo. Afloje un poco los movimientos, me quite su pierna de mi hombro, y saque mi polla de su vagina.

-          Ya esta, no vas a seguir hasta correrte, quiero sentir tu leche en mi interior - dijo aun jadeando.

-          Ahora te toca a ti arriba - solo le dije eso, y me coloque boca arriba a su lado.

Ella se levanto se puso de rodillas, pasando una por encima de mi cuerpo, quedando una rodilla a cada lado sentándose sobre mi vientre, sentí la humedad de su coño en mi barriga, metí la mano por debajo y acaricie su clítoris, ella se levanto un poco, lo suficiente para que yo agarrara mi polla y la situase en la entrada de su vagina, y se dejo caer lentamente haciendo que mi polla entrase, al principio la cogí por la cintura para que su penetración fuera lenta, una vez que toco tope le agarre los pechos, pellizque sus pezones, ella se movía hacia delante y hacia tras, y en círculos, de vez en cuando metía la mano, me tocaba la polla e introducía un dedo o dos en la vagina acompañando a mi polla, y acariciándole el clítoris.

Estaba apunto de correrme.

-          Me falta poco, estoy a punto - dije.

-          Y yo también - dijo Caty dejando se caer sobre mi.

En ese momento me corrí, ella al sentir mi leche en su vagina alcanzo un nuevo orgasmo. Seguí con movimientos pélvicos empujando.

-          Para no sigas que me vas a reventar deja para otro día-  dijo levantándose y dejándose caer a mi lado.

La observe, tumbada boca arriba, sus pechos subían y bajaban con su respiración lenta, me tenían hipnotizado, mirándolos me quede dormido.

Me desperté, mire a mi lado, estaba Caty, estirada en la cama como quedamos la noche anterior desnudos, mire a la mesita.

-          MIERDA, es tarde - dije.

Me levante de golpe, Caty se movió en la cama.

-          Quédate un poco mas, ¿No quieres…?

-          Ya me gustaría, mira la hora.

-          ¡Joder!, llegamos tarde.

Rápidamente nos vestimos y salimos corriendo, lleve a Caty a su curso, y yo me fui al trabajo, llegue algo tarde.

Estuve algo distraído en el trabajo, pensando en lo sucedido el fin de semana, deseando volver a casa y volver a ver a Caty. A las tres del medio día salí del trabajo, me fui a casa, estuve tentado de ir a buscar a Caty, pero no lo hice. Llegue a casa puse la televisión, era un aburrimiento, decidí curiosear nuevamente en la habitación de Caty, no buscaba nada en concreto, revisaba el armario y sus maletas, en una de estas me fije en un pequeño bolso, en un principio pensé en un neceser, pero el suyo estaba en el baño, decidí abrirlo, ¡sorpresa! dentro había un vibrador con sus complementos, lo acaricie, lo olí, el pensar que aquel instrumento lo había tenido Caty dentro, me excitaba. Comprendí que una mujer que se había pasado los últimos 7 años con deficiencia sexual era un buen sistema para quedar satisfecha.

Volví al salón, y me senté en el sofá, me quede medio adormilado, hasta que sentí la puerta, no podía ser Caty ella debía llegar sobre las 7 de la tarde, y eran las 5. Me levante, era Caty.

-          No podía aguantar mas - dijo Caty, cerrando la puerta tras de si.

-          ¿En el curso?

-          Si era un tostón, me he saltado la última clase.

Caty se engancho a mi cuello y busco mi boca con la suya, y nuestras lenguas se abrazaron. Se separo de mí.

-          Esta noche haré yo la cena, voy a cambiarme, para ir a comprar - dijo subiendo a la habitación.

Subí tras ella, Caty se desnudo delante mío, sin ningún pudor, se giro dándome la espalda, la agarre por la cintura y la atraje hacia mi, mi paquete abultado tocaba su espalda. Mis manos se posaron en sus pechos, le bese el cuello, dio un respingo, su cuerpo tembló.

-          Es temprano para ir a comprar - dije.

-          ¿Qué sugieres?

Mi mano derecha dejo de sobar su pecho derecho, y fue a buscar su entrepierna y la acaricie tocando levemente su clítoris, lo suficiente para que gimiese.

-          Fóllame, estoy muy cachonda, quiero sentirte dentro como nunca he sentido a nadie.

-          ¿Ni a nada?

-          ¿Qué quieres decir? - dijo entre jadeos.

-          He visto tu juguetito.

-          ¿Mi juguetito? A que te refieres.

-          Al vibrador que tienes en la bolsa.

-          Ese fue un regalo de Edu, aunque ya he tenido unos cuantos, como te he dicho mi relación sexual con  Edu es muy limitada. ¡Si esos aparatitos hablasen!

-          Dirían: sigue no pares, mas adentro, que rico, ábrete más de piernas para que entre mejor, y otras cosas por el estilo.

Caty sonrió, se separo de mí, se acerco a la bolsa y saco el vibrador.

-          Sabes, hay una cosa que desde que tuve el primero quise hacer, es mi fantasía. –

-          ¿A que lo adivino?

Caty se tumbo en la cama, abierta de piernas, comenzó a jugar con el vibrador, a pasárselo por la entrepierna.

-          Uuuh, que rico, ¿Cuál es mi fantasía?

-          Tener una polla en la boca, mientras te folla la polla de plástico.

-          No, eso ya lo hacia con Edu, prueba otra vez, no vas por mal camino

Me acerque a Caty, le acaricie los pechos, y mordisquee sus pezones, la excitación de ambos iba en aumento, me volví a separar de ella y me desnude.

-          Seguro que tiene que ver con ser follada a la vez con la polla de plástico y la de carne.

Me acerque a ella, a su entrepierna, mientras el vibrador entraba y salía, yo acaricié su clítoris y sus labios vaginales, Caty gritaba de placer. Me cogió la polla la acaricio, se me puso mas gorda, así que decidí que era el momento de penetrarla, saque el vibrador de su vagina, estaba bien lubricado y le metí mi polla.

-          Vas hacer que se cumpla mi fantasía - me dijo Caty.

-          Si, gírate, ponte a cuatro patas.

Caty sin pensarlo se separo de mí y se puso sobre la cama a cuatro patas, la cogí por la cintura, puse mi polla delante de su vagina y se la metí. Con el vibrador empecé a jugar con su culo, lo pasaba alrededor del esfínter, poco a poco este fue dilatando permitiéndome meterle un dedo, después dos y por ultimo el vibrador, Caty daba gritos, estaba como loca, alcanzo su primer orgasmo.

-          Quiero que me la metas por el culo - dijo entre jadeos.

-          Si ya te lo estoy metiendo.

-          No, quiero que me metas ¡TU POLLA! Dame el vibrador.

Y la obedecí, le di el vibrador, aunque el ano lo tenia dilatado le metí la polla lentamente, arrancándole gritos de placer, mientras ella se metía el vibrador por la vagina.

Caty alcanzo un nuevo orgasmo, yo no pare seguí aumentando el ritmo, y el alcance de la penetración, mis testículos rozaban con su mano que agarraba el vibrador.

-          Córrete, quiero sentir tu leche caliente en mi culo.

-          Ya estoy a punto.

Unos segundos después me corría, sentía como mi leche salía e inundaba su ano, ella siguió dándole al vibrador hasta que alcanzo otro orgasmo, antes de que yo sacara mi polla  de su culo.

Me deje caer a un lado y me quede dormido. Me desperté al sentir como se cerraba la puerta de la calle, en un principio pensé que era Caty que había salido, pero no era así, era que Caty volvía de hacer la compra.

-          Te ha dado tiempo de ir a comprar – dije.

-          Si pero no gracias a ti.

-          Lo siento.

-          Yo no. Ha sido fantástico. Esta noche lo repetimos.

Caty se metió en la cocina y preparo la cena.

Y aquella noche lo repetimos, y la siguiente. Fueron cuatro noches pues el viernes la lleve a coger el tren de vuelta a casa y yo a recoger a mi mujer, nos despedimos con un hasta la próxima.

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