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Donde caben 2 ...

en Hetero: Infidelidad

Al inicio del verano, después de unos meses de inactividad, la empresa donde había trabajado unos meses atrás decidido volver a contratarme, aunque no sabia si seria como la otra vez por unos meses o definitivamente, ni tampoco si seria en la mismas oficinas, o en otras pues la empresa disponía de oficinas por toda España.

Resulto que el contrato seria en esta ocasión por tres meses, pero casi garantizándome la renovación de otros tres meses. Y el emplazamiento era diferente, la suerte para mi era que la empresa disponía de pisos para sus empleados que llegaban de fuera, y yo era uno de ellos, en esta ocasión debía compartir el piso con un compañero de oficina, David.

David tenia 25 años, tres mas que yo, llevaba en la empresa tres años, acababan de hacerlo fijo, posiblemente seria destinado a otra oficina y yo debería ocupar su lugar. La convivencia con él, después de tres semanas, era normal.

David era una persona de hábitos; le gustaba el deporte, el sábado por la mañana iba con sus amigos a jugar a futbol, después se iban a comer. Los domingos salía temprano para ir de excursión a las poblaciones cercanas. No era trasnochador, una noche salió de cena y volvió pronto. Intento implicarme en sus actividades; pero a mi si que me gustaba salir por noche de fiesta, y las mañanas eran para descansar.

Aquel viernes se me acerco.

-         José Antonio, tengo que decirte algo, mi novia… – dijo quedándose algo parado.

-         ¡Tu novia! – dije, recordando que en su mesita de noche tenia una fotografía de una joven muy guapa, nunca me había dicho quien era, a mi me pareció que era la fotografía que llevaban los marcos cuando se compran.

-         Si mi novia, es verdad que no te he dicho que tengo novia, nos conocimos a principio de año, en una fiesta, es alemana, y vive en Alemania, viene a pasar una temporada. Pensamos en alquilar otro piso; pero en el que estamos es lo suficientemente grande para los tres.

Era cierto, el piso que compartíamos tenia dos habitaciones grandes y una mas pequeña que utilizábamos de trastero, y como dice el dicho “Donde comen dos comen tres”.

-         ¿Que problema tienes?

-         Ninguno era solo decirte que vivirá con nosotros, tengo que ir a buscarla al aeropuerto esta tarde.

-         Vale.

Aquella tarde David se fue a buscar a su novia, estuve esperando para conocerla, me tenia intrigado si seria tan guapa como parecía en la foto. Pero tardaban mas de la cuenta y yo había quedado con unos conocidos para ir a cenar y tomar unas copas, sobre las nueve decidí que ya había esperado demasiado y me marche.

Al terminar la cena estuve tentado de ir al piso, pero me imagine que no estarían para presentaciones. Así que alargue la fiesta tanto como pude. Pasaban de las cuatro cuando llegue, intente hacer el mínimo ruido posible, no tarde en quedarme dormido.

Por la mañana un ruido me despertó, aun tenia la cabeza algo espesa de la noche anterior. Mire el reloj, eran las nueve, demasiado temprano, me levante y fui hacia el origen del ruido, la cocina. Allí se encontraba la mujer de la fotografía de la habitación de David,  una rubia con un cuerpo escultural, en definitiva una mujer de portada de revista, impresionante.

Se sorprendió al verme.

-         Ya despierto, anoche tu llegar tarde, yo ser novia de David, Antje.

-         Encantado, soy José Antonio – dije acercándome a ella, nos dimos dos besos -  estuve de fiesta.

Me fije detenidamente en ella, solo mirarla me excito, llevaba puesta una camiseta de David, algo grande, aunque ella al ser alta, de largo le cubría poco, dejando a la vista unas piernas largas, unos muslos bien contorneados y parte de sus braguitas de color beige claro, se le marcaban los pezones. Según la postura que cogiese a través de la manga se le veían las tetas. Yo tampoco llevaba mucha mas ropa, solo los pantalones cortos del pijama.

-         ¿Hubo ñaca-ñaca?

Aquella pregunta me dejo perplejo, sin palabras, simplemente encogí los hombros.

-         ¡Oh! No tener suerte. ¿Tu querer tomar algo?

-         No, suelo tomar algo mas tarde, después de ducharme – replique rápidamente.

-         Te vas a duchar, yo también, podemos hacerlo juntos.

Nuevamente me quede sin palabras sorprendido, con dificultad pregunte.

-         ¿Y David?

-         El jugar futbol.

-         Si los sábados se va a jugar a futbol – dije sonriendo - que dirá David de ducharnos juntos.

-         El no enterar – dijo poniéndose el dedo en los labios – yo contar un secreto.

-         ¡Cuenta! – dije con expectación.

Ella se acerco a mi, a menos de un palmo, sus pechos casi me tocaban.

-         A mi gustar ñaca-ñaca por la mañana, y David no ñaca-ñaca por la mañana.

Trague saliva, ella se acerco mas aun pegando su cuerpo al mío.

-         ¿Tu gustar yo?

-         Pues claro, como no me vas a gustar.

-         Entonces a ti gustar ñaca-ñaca conmigo.

Aquello era surrealista, pensé en cualquier momento aparece David y se carcajea de la broma. Pero la cosa estaba subiendo de tono y David no aparecía.

-         Tu venir – dijo, separándose de mi y cogiéndome de la mano

Yo me deje llevar, esperando que apareciera David. Entramos en la habitación de David, la cama aun estaba sin hacer. Antje, se quito la camiseta, quedando solo con las bragas.

-         A ti gustar ¿Brustwarze?

-         ¿Brosvarz....?

Sonrió, se toco el pezón.

-         ¡Ah! Pezón.

-         Tu chupar, a mi gustar.

No me lo tubo que repetir, agarre sus tetas con mis manos, las estruje; dio un gemido de dolor, acerque mi boca a un pezón, lo chupe, lo mordisquee, sus gemidos fueron en aumento, se dejo caer sobre la cama arrastrándome tras ella. En ese momento, tal y como estaba la situación, pensé si David no ha aparecido ya, no aparecerá.

Seguí chupando sus pezones, estaba tan excitado que pensé que mi polla iba a reventar. Ella gemía de placer.

-         Tu desnudar, yo querer ver tu... – dijo metiendo su mano por debajo del pantalón del pijama, cogiéndome la polla.

-         ¡Ah! La polla

-         Eso po-lla.

Me quite el pantalón dejando al descubierto mi tranca. Seguí jugando con sus pezones, mientras ella acariciaba una y otra vez mi polla cada vez mas grande y dura. Baje mi mano por su cuerpo, acariciando su vientre, llegando al borde superior de sus braguitas, introduciendo mi mano bajo ellas, al principio pensé que tenia depilado el monte de venus, pero no lo tenia totalmente. Cuando mis dedos tocaron su rajita, el clítoris y los labios vaginales, su cuerpo se estremeció, soltó mi polla.

-         Ya ñaca-ñaca, meter tu polla.

De un tirón le quite las braguitas, rompiéndolas.

-         Bruto – dijo simulando enfado.

-         Te voy a follar.

-         Si, tu follar a mi.

Nuevamente metí mi mano entre sus piernas, acaricie su clítoris, introduje dos dedos en su vagina, jadeaba cada vez mas rápido, apretó sus piernas apresándome la mano, no por ello deje de acariciar su clítoris con el dedo pulgar, y con los dedos índice y corazón acariciar los labios vaginales, e introducirlos en su vagina.

-         Follar ya - dijo gimiendo de placer.

De pronto sentí como su cuerpo se arqueo, se estremeció, alcanzando su primer orgasmo. Se relajo, abriéndose de piernas, aproveche para colocarme entre ellas, le agarre de los muslos, acerque mi polla a la entrada de su vagina, acariciando su clítoris, un pequeño empujón le metí la polla, cada vez mas a dentro hasta que estuvo totalmente dentro, me deje caer sobre ella, agarrando sus pechos. A cada empujón mío los gemidos eran mas fuertes hasta que alcanzo un nuevo orgasmo.

Me deje caer a su lado, y seguí acariciando sus pechos.

-         Muy bien, repetir, tu no... terminar, tu polla no... – dijo haciendo el ruido de escupir.

-         Leche, no ha escupido leche.

-         ¡Leche!

-         Milk, leche beber y leche... – me señale la polla – parecido.

-         ¡Ah! A mi gustar dos leches, de beber y de follar – dijo riendo

Se deslizo hacia los pies, me acaricio la polla y comenzó a chuparla, no se le daba mal.

-         A ti gustar.

-         Siiiiii, y a ti.

-         Mucho, mas ñaca-ñaca, follar.

-         Tu arriba, ¿Si?

-         Tu caballo poderoso, yo die reiterin.

-         Yo semental, tu amazona.

-         Amazona.

Se puso de rodillas sobre la cama, paso una pierna sobre mi cuerpo quedando ella sobre mi, puse mi polla encarada a su vagina, ella lentamente fue bajando hasta llegar abajo, quedando mi polla totalmente dentro.

-         ¡Ah! Bien, caballo.

La cogí por la cintura, ella se movía arriba-abajo, adelante-atrás, en círculos, tras un rato sentí que sus movimientos se hacían mas rápidos, yo estaba a punto de llegar, se dejo caer sobre mi, la abrace, seguí empujando con movimientos de cadera, ella alcanzo otro orgasmo y unos segundos era yo el que alcanzaba el clímax, me corría, saliendo mi leche.

-         Yaaa, sentir leche caliente dentro.

Ella quiso separarse pero se lo impedí, la seguí abrazando y seguí empujando durante un rato, hasta que mi polla perdió volumen, ella se dejo caer a mi lado.

-         Magnifico, en Alemania mucho frio, follar rápido, aquí no frio David follar bien. Ahora mucho calor, follar muy bien, ¿Ducha?.

Sonreí.

-         ¿En Alemania mucho ñaca-ñaca?

-         No mucho, mucho en España con David y contigo, ahora ducha.

-         Si ducha.

Nos metimos en la ducha, yo la enjabone, acariciando todo su cuerpo, mi polla volvió a endurecerse.

-         Tu preparado otra vez.

-         Si. ¿Y Tu?

-         Cansada, anoche tu no follar, yo si follar.

-         Entonces mejor lo dejamos.

Antje, se quedo en silencio, como pensando.

-         Yo cansada, tu polla limpia.

No dijo nada mas, simplemente se agacho, me cogió la polla con las manos, la movió lentamente, rítmicamente, yo me agarre donde pude. Se la metió en la boca, me hizo una gran mamada.

-         Estoy a punto voy a llegar.

Antje paro me miro.

-         ¡Leche! Que rica.

-         Si leche rica.

Me deje ir, y mi polla comenzó a escupir leche, aunque en esta ocasión poca. Quedando toda ella en su boca.

Terminamos de ducharnos, nos vestimos. Yo fui a comprar a un supermercado cercano mientras ella ordenaba su ropa. No tarde mucho, cuando volví Antje estaba viendo la televisión.

-         Ya estoy de vuelta.

Antje sonrió. Se levanto, se acerco y me beso.

-         ¿Qué pasara ahora?

-         Pasar nada, yo novia de David. Tu contento, yo contenta y David contento.

Me habría gustado seguir hablando, pero sentimos abrir la puerta yo aun tenia las bolsas de la compra en las manos, era David. Antje se acerco a el.

-         Ya os conocéis.

-         Si, esta mañana nosotros conocer bien.

Trague saliva pensando en lo sucedido por la mañana.

-         Si, cuando la vi imagine seria tu novia.

-         El mucho amable, hacer feliz a mi.

Cualquiera que la oyese pensaría mal, y acertaría; pero a David simplemente le hizo gracia y rio, terminamos todos riendo.

-         Vamos a comer fuera invito yo – dijo David.

Mientras Antje se cambiaba, hablamos David y Yo.

-         ¿Que te ha parecido Antje?.

-         Lo poco que he hablado con ella parece simpática – realmente había hablado poco con ella.

-         Pues en la cama es una fiera – me dijo en voz baja.

Pensé “Me lo vas a decir a mi”.

-         ¡Si! Pues haber si me la dejas que estoy a dos velas – intente bromear.

En eso salió Antje.

-         ¿Dejar? ¿Velas?

-         Son cosas del trabajo – dijo David.

-         Vamos – dijo Antje.

Salimos a comer, durante el trayecto hablamos David y yo, quedando Antje algo descolgada.

En los siguientes días, no tuve oportunidad de quedarme a solas con Antje, pues David había cambiado sus hábitos para contentar a su novia, se pasaba mas horas en la habitación con Antje, que fuera de ella. Pero el miércoles por la tarde en el trabajo.

-         José Antonio, te tengo que pedir un favor, tengo esta noche una cena con unos amigos, y no se que hacer con Antje.

-         Llévatela a la cena.

-         No puede ser, estos amigos no saben nada de ella, y prefiero que sigan sin saberlo.

-         ¿Por qué? Es una buena oportunidad para presentarla.

-         No puede ser, entre ellos hay una chica que me interesa.

-         Y Antje.

-         Entre tu y yo, Antje es buena para la cama, pero no la veo como mi futura mujer.

-         Bueno un día puedo hacer una excepción – dije, pensando mas en Antje.

-         Gracias, te debo una.

-         Ya me la cobrare.

Aquella noche nada mas salir David por la puerta, Antje se me acerco.

-         ¿Por qué tu no ir con David?

-         La cena es particular de el.

-         El decir que ser cena empresa, y tu no ir.

-         No a mi me a tocado quedarme.

-         Bien, entonces tu y yo mucho ñaca-ñaca.

La cogí por la cintura, la atraje hacia mi. Aquella noche habría mucho ñaca-ñaca.

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