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El uniforme de tito Diego ,capítulo 14.

en Sexo con maduros

La jornada del comandante Don Diego fue de lo más ...  diferente  .

Durante el trayecto, el joven chófer , que era un alumno de la Academia, no le quitaba ojo a la entrepierna del oficial que iba sentado a su lado ; había escuchado hablar , como todo el mundo en la Academia, de los calzoncillos del comandante y  su enorme paquete , y precisamente cuando esta mañana le habían asignado ir a recogerle, se acordó y esperaba con cierto morbo verle vestido con el uniforme ; cuando le vio salir del portal, se quedó anonadado , mientras bajaba los escalones , como a cada paso se perfilaba su contenido : mientras bajaba una pierna , la polla ( porque no había lugar a dudas de que debía ser su miembro ) , se proyectaba hacia arriba , marcándose justo al lado de la cremallera , acompañada del testículo contrario a la pierna que doblaba , ya que si era la pierna izquierda, el testículo izquierdo se borraba bajo el pliegue que hacia la tela sobre la ingle, para dibujarse de aquella manera tan evidente el pollón que poseía y el huevazo derecho, adjetivos que resultaban totalmente adecuados a la magnitud de lo expuesto .

El ya había visto a otros compañeros que gustaban de marcar paquete y hasta se pedían tallas más bajas que las suyas para repegarse bien los pantalones , ya que presumían de ello y comentaban que las tías se volvían locas al verlos tan ajustados ; pero aquello de Don Diego superaba todo lo que había visto con creces …juraría que no llevaba calzoncillos …o quizá lo holgados que le quedaban los suyos ( según le habían contado , hasta se le veían los huevos algunas veces de lado ) , hacía que dieran esa impresión …el caso es que el oficial parecía no darse cuenta , o no le daba la más mínima importancia .

Al salir del portal y presentarse ante su subordinado, le respondió con un taconazo , juntando las botas y las piernas tras ponerse firme , quedando en una posición que parecía ofrecer su enorme bulto a quien quisiera tocarlo ; él le respondió con el mismo saludo ,y se descubrió , avergonzado, que se estaba empalmando ante aquella visión y aquellos pensamientos ;menos mal que su pantalón de cadete era bastante ancho y disimulaba la erección .Y ahora lo tenía sentado a su lado , con aquellas botazas tan altas y brillantes , el ajustadísimo pantalón que marcaba aquellos muslos , y entre ellos, aquella tremenda protuberancia que emergía bajo el cinturón dorado con el emblema de la Benemérita .El había tenido alguna aventura homoerótica con algún compañero de habitación, mientras hablaban de tías, por supuesto ,pero en este momento estaba tan turbado, que sólo pensaba en poder ver o incluso rozar aquel portento que poseía el maduro comandante .Era como si su mitad homosexual se despertase cual Mr Hyde , barriendo de un plumazo su heterosexualidad .

-          Y qué , cadete, qué tal van las cosas ,¿está contento de haber elegido esta especialidad? , lo digo porque a veces es bastante duro estar a pie de asfalto ..-le dijo Don Diego cortando en seco sus pensamientos .

-          Ah ,si, estoy  muy contento – dijo el conductor, intentando de que no se le notase su distracción y no mirar a aquello que tanto le llamaba la atención – me encanta la Academia, mis compañeros y mis instructores .

-          ¿ la lleva bien entonces el capitán Díaz? – preguntó Don Diego ,mirándole .

-          Yo creo que sí, mi comandante-respondió , un poco extrañado por la pregunta y la alusión al instructor jefe - ¿ conoce usted al capitán?

-          Uy , ya lo creo que le conozco- dijo el comandante , y le pareció que lo decía con un poso de enfado – estuvo anoche en casa de mi sobrina ….cenando con nosotros .

-          Ah, entonces sí que debe de conocerle bien - respondió el cadete , pero no dejaba de percibir cierto deje de incomodidad en su interlocutor y compañero de coche – es un poco serio y seco, pero creo es un buen oficial – siguió, esperando de esta manera congraciarse con el comandante .

-          Si, lo es , y como buen oficial debajo tiene una manera de ser muy sorprendente , que se adapta muy bien a las circunstancias….- y recordó todo el episodio de ayer, especialmente cuando el capitán comenzó a magrearle los huevos …joder, lo recordaba con placer y se estaba empalmando ; sus huevos comenzaron a quejarse de nuevo , ya que el descanso no había sido suficiente tras la maratoniana sesión de ayer, pero la que también se quejó fue su polla , y no por cansancio, sino porque la sensible piel de su glande acababa de dejar la protección del prepucio y sintió directamente la áspera tela del pantalón de montar, en lugar del suave algodón de la camiseta de tirantes , que con tanto cuidado había colocado sobre sus nobles atributos , buscando que no fuera como el tacto que obtendría de sus gastados calzoncillos , pero aquello casi le dolía en aquella zona tan sensible de su anatomía .Se miró y además apreció , alarmado, cómo el motivo de sus desdichas y placeres se perfilaba bajo la verde tela , por lo que intentó , mediante un pellizco , ponerla a buen recaudo , pero la ausencia de sus apreciados slips y el ajustadísimo espacio en el que se estaba moviendo su viril miembro , provocaron el efecto contrario , pues la tela , hecha para poder resistir incluso una caída de la moto , no estaba pensada para llevar los pantalones sin ropa interior, pero el roce le estaba resultando terriblemente placentero …y además el cadete lo estaba viendo con los ojos que se salían de las órbitas …joder, esta Academia estaba llena de sorpresas …

-          Cla…claro que sí, mi comandante – acertó a decir el cadete, nervioso ante la visión de aquel movimiento en la entrepierna del oficial ( estaba claro que tenía una erección ) , y por ver que su poseedor se había dado cuenta de su mirada, a juzgar por la manera de mirarle y porque tomó su teresiana y se la puso directamente sobre el paquete. Además, estaba rojo como un tomate y eso le hacía extrañamente atractivo ….él mismo tenía ya una erección que a duras penas disimulaba su ancho pantalón de bolsillos .

Don Diego se había percatado de ese detalle, ya que de forma refleja se había fijado en su chófer, y juraría que también estaba empalmado ….joder, él lo estaba al acordarse del puñetero capitán , sus magreos, su polla y la manera de tirarse a su sobrina , pero el cadete….igual también le gustaba el capitán Díaz . Uf, se le pasó por la cabeza la imagen del capitán y el cadete cambiándose en el vestuario , y le resultó tremendamente excitante ….¿ qué le estaba ocurriendo?

Llegaron a la Academia con aquel empalme mutuo, y ambos se fueron apaciguando al entrar en el recinto , quizá por la marcialidad del guardia de la puerta que les abrió la barrera .El coche atravesó la entrada y el cadete lo llevó hasta el edificio donde se hallaban los vestuarios y el garaje .Don Diego se apeó y se dirigió hacia el despacho del sargento que tenía la planilla del día .

-          Buenos días , mi comandante – dijo el sargento, cuadrándose y dando un sonoro taconazo con sus botas .Era bajito y regordete , pero no por ello llevaba menos ajustados los pantalones …ceñidos hasta reventar casi ….se sintió confortado ante aquella visión, porque iba un poco avergonzado por llevar los pantalones sin calzoncillos , tras las miradas del cadete .

-          Buenos días, sargento – respondió Don Diego con el mismo gesto. Advirtió que el sargento lo miraba de arriba abajo y asentía apreciativamente.

-          Ya veo que ha aprendido a llevar bien nuestro uniforme, señor ; no todo el mundo sabe hacerlo , hay que saber transmitir autoridad con él , si señor ….Pues hablando de ello, me parece que le va a tocar salir de servicio con los cadetes, mi comandante …es la tradición , justo cuando se les entrega el diploma y el nuevo uniforme ; espero que tomen nota y aprendan de usted ¡¡¡

-          Gracias, sargento – dijo Don Diego, relajado – no sabia que hoy precisamente ….

-          Si, comandante , así es – tronó detrás suyo la voz del capitán Díaz ; venía vestido de paisano , y se dirigía a los vestuarios – ya veo que usted viene ya vestido de casa – y se cuadró , mientras sonreía  de manera ladina mientras miraba cómo le quedaban sus pantalones a su compañero de trabajo ….y de juegos sexuales …

-          Buenos días, capitán – dijo Don Diego , cuadrándose de nuevo – creo que tiene algo que devolver ….

-          Por supuesto, comandante – dijo Don Félix, fijándose en el tremendo paquete que mostraba su subordinado con sus pantalones puestos ….¿ llevarìa también sus slips? Ello le hizo comenzar a empalmarse bajo sus pantalones de pinzas, bajo cuya tela , los prestados calzoncillos del comandante  ( que no había podido resistir la tentación de ponerse esta mañana ) guardaban celosamente sus partes privadas .Se fue hacia los vestuarios, ya que de lo contrario temía correrse allí mismo delante del sargento y el comandante, ya que el notar el roce de su polla con el dondieguino algodón lo estaba poniendo a mil- ahora nos vemos, que voy a cambiarme y ponerme el uniforme …-y le dirigió otra mirada llena de ironía .

-          Venga, comandante, pase a tomarse un café a la cantina, que le da tiempo- le dijo el sargento a Don Diego ,y le acompañó al local , que estaba muy animado entre cadetes y oficiales. Los primeros estaban felices , con sus botas de montar nuevas, y el olor a cuero lo llenaba todo. Comenzaban a hacer apuestas a ver cuál de los oficiales les haría el fuelle de las botas , toda una tradición y rito iniciático.

Don Félix llegó a los vestuarios , aliviado al ver que estaba solo y nadie iba a verlo con semejante erección , ya que los cadetes estaban ya en la cantina, esperando su bautismo de botas , a la espera de coger unas pinzas y darle la forma al fuelle ; era como darle la vara de mago a los cadetes , y les hacía bastante ilusión .

El único cadete que no había llegado todavía a la cantina era el que había traído  a Don Diego , debido al retraso en recogerlo, y estaba cambiándose para ponerse los flamantes pantalones de montar , cuando se percató de la presencia del instructor jefe ; se asustó ante la posibilidad de que le reprendiera por la tardanza , y se quedó quieto, esperando .Desde su taquilla, podia verle sin que notase su presencia .

Don Félix comenzó a silbar , y se desabrochó la camisa , quitándosela y mostrándole al cadete lo bien conformado que tenía su torso para sus 50 y muchos años ; también tenia fama de ligón y putero , y había escuchado que dejaba a las tías bastante satisfechas ; procedió a ponerse la camisa reglamentaria  verde , y desabrocharse el cinturón , y de un golpe, dejó caer los pantalones al suelo, tras desabrocharse el botón y bajarse la cremallera .El cadete esperó  ver al instructor jefe  en paños menores , divertido .Le habían dicho que gustaba de usar slips de Hugo Boss ó Calvin Klein .

Pero lo que no esperaba era verlo con aquellos calzoncillos , entre celeste y blanco, que le quedaban enormes , de marca indefinida ,bastante gastados , y que hicieron bailar sus imponentes atributos a cada movimiento de su cuerpo , porque sujetar, lo que era sujetar , lo hacían más bien poco ; y tapar, a duras penas, porque ahora que lo estaba viendo de perfil , mientras trasteaba en su taquilla, observó cómo destacaba la oscuridad de su vello púbico , junto a la blancura de su huevo izquierdo ; la tela apenas cubría el lugar donde reposaba , a juzgar por como protuía , la polla( que además tiraba del fino algodón con la evidencia de una erección bien dura ) , y lo mismo ocurría con el culo , ese culo que era famoso en la academia ,porque decían que ni el Bruce Willis ni el Kevin Costner tenían nada que envidiarle , y lo que podía ver ahora realmente confirmaba  la afirmación .La verdad es que aquellos calzoncillos los lucía casi como un taparrabos más bien, y le recordaba la descripción que hacían de los que usaba Don Diego …

Y otra vez el cadete estaba comenzando a empalmarse , justo ahora que le estaban esperando sus compañeros e instructores para darle el diploma…, cuando Don Félix alzó la pierna para meterse la pernera del pantalón, y le mostró, al doblarse el amplio slip, el esplendor de sus nobles partes , dejándole completamente anonadado; nunca había visto un hombre con semejante aparato, y su inexperta polla la tenía completamente erecta bajo el slip ( que sí era de Calvin Klein ) , al ver al representante de la autoridad más suprema para él en ese momento con su oficial virilidad al aire .Subió la otra pierna, y comenzó a subirse los pantalones ; al intentar subirse la cremallera, gritó.

-          ¡¡¡Joder , me he pillado un huevo ¡¡¡Me cago en los calzoncillos del comandante …- y se bajó los pantalones y los calzoncillos de un tirón, quedando completamente desnudo de la cintura para abajo , dejándolos a la altura de sus tobillos.

El cadete se quedó atónito ….¡¡¡eran los calzoncillos de Don Diego ¡¡¡…y el capitán Díaz los llevaba puestos …y ahora le mostraba su madura y esplendida desnudez para su deleite…

Y el oficial, dueño legitimo de aquella prenda, justo acababa de entrar en los vestuarios , pues el café le había provocado unas ganas tremendas de mear ; los urinarios se encontraban al otro lado de la zona de taquillas , y se apostó en uno de ellos , ajeno completamente a la presencia de los otros beneméritos .Se bajó la cremallera , y al hacerlo , se pilló uno de los pelos de su pubis , teniendo en cuenta que , de de forma refleja , pensaba en buscar el ojal de su slip , dando un pequeño respingo al darse cuenta de que no lo llevaba y su polla y huevos iban a pelo con el pantalón….reconoció que era una sensación extraña pero placentera , que le provocó un agradable cosquilleo en sus huevos , libres bajo la tela  ;una vez que la polla la tuvo  libre entre la abierta cremallera , comenzó a mear , aliviado, lanzando un fuerte chorro de orina que hizo volver la cabeza a sus compañeros de vestuario , y ambos contuvieron el aliento al ver la figura del comandante Don Diego , de pie, abierto de piernas , con sus altas y brillantes botas , sus fuertes muslos y tremendo culo embutidos en el ajustado pantalón , su ancha espalda, y su blanca cabellera , peinada hacia atrás , y mirando hacia abajo, de modo que dejaba ver cómo su cabello era casi negro cerca de su nuca ; los brazos los tenía hacia delante , sujetando su polla meona.

Don Félix lo observó, provocándole una erección completísima al verlo en aquella postura tan viril y propia de un Guardia Civil , pero en el caso de Don Diego transmitía tanta potencia , tanta virilidad , que hasta sus firmes cimientos heterosexuales se estaban tambaleando ante la maravillosa visión , añadiendo el hecho de que el objeto de su admiración no sabía de su contemplación ….entre las piernas veía el dorado chorro de orina que caía en la cerámica del blanco urinario , y su caudal le provocó cierta envidia: el, a sus años, ya notaba la presencia de la próstata y su chorro no era tan potente …

El cadete, por su parte , creía iba a correrse en cualquier momento ante aquella escena digna de dioses : Don Félix , el severo instructor, con su camisa abierta  , desnudo de la cintura para abajo ,con sus calcetas blancas ,los pantalones  y los calzoncillos de Don Diego bajados en sus tobillos , y toda su oficial virilidad en erección, emergiendo de una mata de vello negro como el carbón, con dos enormes huevos que colgaban en caída libre entre las separadas piernas , embobado mirando a aquel delicioso oficial  apostado meando , que justo ahora se colocaba las manos en la cintura, mientras no dejaba de mear y levantaba la cabeza , mientras suspiraba ….el que tuvo que reprimir un gemido de puro gusto fue el cadete , que no tuvo más remedio que bajarse sus Calvin Klein para dejar al aire su polla, que tenía la sensación de reventar en cualquier momento .

Don Diego seguía meando en aquel instante eterno y maravilloso, y el chorro comenzó a disminuir; las manos abandonaron la cintura y de nuevo agachó la cabeza y se cogió la polla , comenzando entonces la sacudida que acompañaba a toda buena meada ; el imaginarse a su subordinado sacudiéndose aquella preciosa herramienta , que él había tenido el privilegio de ver , provocó tal excitación que tenía la sensación de que al más mínimo roce , se correría sin remedio ; mientras Don Diego seguía sacudiéndosela, el cadete se sentía completamente entregado , y se resistía al impulso de acercarse al urinario para poder ver por el mismo , aquella maravilla de la que todos hablaban , y que había hecho que hasta el viril y autoritario Don Félix se rindiera a sus encantos , hasta el punto de usar sus slips, en un acto de fetichismo que nunca se hubiese imaginado en aquel macho benemérito.

En esto que el objeto de su perversa admiración terminó la meada , exprimiendo las últimas gotas de su adorado miembro , ajeno a toda la tormenta que estaba desatando en el vestuario , y se la metió  , olvidando de nuevo la ausencia de sus calzoncillos, de modo que al subirse la cremallera, de nuevo se pilló otro de sus vellos, y esta vez le provocó un grito de dolor :

-          Auuu , coño- dijo el inocente comandante, ajeno a que sus palabras iban a ser oídas por sus inesperados testigos  – me cago en los pantalones del capitán , qué ajustados son, y sin mis calzoncillos  ¡¡¡¡

El susodicho quedó a punto del orgasmo al nombrarle , con aquel grito tan viril , y el cadete no salía de su asombro: Don Diego estaba usando los pantalones del capitán, efectivamente sin calzoncillos, los cuales llevaba el capitán ….estaba casi mareado por el placer ante tanto morbo

y ello hizo que trastabillase y se cayese, junto con las botas , perdiendo el equilibrio , formando un estruendo espantoso.

-          ¿Quien anda ahí? – dijo Don Diego ,asomándose al pasillo - Ah, es usted , cadete ….- y le vio en el suelo , junto  a sus botas - ¿ se ha hecho daño, necesita que le ayude?- dijo, acercándose.

-          No, no, mi comandante , sólo he tropezado- se apresuró a decir , ya que nada deseaba más que tenerlo cerca , pero fue capaz de controlarse y evitar la que sin duda sería una corrida tremenda en su presencia ;se aseguró de que su tiesa polla quedaba entre sus piernas , oculta a su admirado oficial – es la falta de costumbre – y sonrió como pudo.

-          Como quiera – le dijo Don Diego, sonriendo a su vez – pero para que no tarde mucho, que hay que hacer el fuelle a las botas , déjeme que le ayude ….- y le tomó por el brazo y el hombro ,agachándose ,mostrándole cómo se dibujaba en la verde tela su paquetón, y surgía , como una deliciosa flor, una húmeda mancha justo donde se guardaba su viril miembro , ya que por mucho que se la hubiera sacudido, algunas gotas venían a empapar el elastano del pantalón de servicio ; su polla, embutida ente sus piernas , no  pudo más , y al hacer el esfuerzo de levantarse , ayudado por su admiradísimo superior ,comenzó a eyacular a borbotones , junto a un orgasmo como no recordaba haberlo tenido igual .Intentó disimular el gesto, pero era tan difícil, que el solicito maduro se dio cuenta que algo le pasaba.

-          Pero, cadete, ¿le hago daño?- dijo Don Diego, preocupado ante la expresión que estaba poniendo el joven guardia , el cual , mientras sentía la caliente manaza en su hombro creía estar en el mismo paraíso.

-          No….es sólo….un poco de dolor, es muscu….lar ¡¡¡¡- acertó a decir casi babeando de gusto el futuro servidor de la ley .

-          ¿Está usted seguro , cadete? Igual hay que llevarle a enfermería …- dijo Don Diego mientras  miraba la extraña postura del veinteañero, que hacia todos los esfuerzos por ocultar su polla entre los muslos.

-          Si…si,cla….claro, mi comandante ….ya puedo yo solo ¡¡

-          De acuerdo, le esperamos en la sala …si veo que tarda ,enviaré a alguien ….

-          Gra…gracias , mi comandante ….- dijo el cadete, mientras Don Diego se volvía finalmente ; el se puso de pie , dejando al aire la maltrecha polla, la cual , al verse libre y ver al delicioso oficial marcharse , moviendo aquel hermosísimo culo, emitió un chorro final de leche que , tras describir una curva digna de un problema de física y balística , fue a depositarse en el talón de la bota derecha de su querido oficial .

El que por supuesto que también se dio cuenta de su presencia fue el capitán , que se acercó , fulminándolo con la mirada ; venía tan ofuscado que aún llevaba los pantalones y los calzoncillos por los tobillos, haciendo que anduviese de forma cómica , aparte de traer el enhiesto miembro asomando entre los faldones de la camisa .

-          ¿qué hace usted aquí ,escondido?-le espetó ,furibundo .

-          Pues igual que usted, mi capitán – acertó a decir, rojo como un tomate , el cadete , que además no quitaba ojo de la enorme polla del oficial .Se sintió terriblemente avergonzado ante la posibilidad de que hubiese visto el episodio anterior.

-          Yo estoy poniéndome el uniforme ….- comenzó Don Félix , que también alcanzó el color púrpura debido a la vergüenza al percibir el ensimismamiento del cadete hacia su miembro, y se agarró el faldón de la camisa para ocultarla.

Y en  esto que algo ocurrió que precipitó todo : el faldón de la camisa de Don Félix rozó por un instante la punta de su tiesísima polla , y comenzó a correrse a borbotones, emitiendo tal cantidad de semen , y con tanta fuerza , que un trallazo fue a parar directamente al urinario que había usado  Don Diego ; el cadete , que no se podía creer lo que estaba viendo, recibió además otro disparo de la polla de Don Félix, recibiendo el caliente semen justo en su expuesto escroto, y de ahí a emular a su instructor ( como buen alumno que era ) , comenzó a sentir otro  orgasmo ,mientras observaba a Don Félix corriéndose ( el cual  se mordía con fuerza el puño  para no gritar de puro gusto) , y su polla comenzó a su vez a arrojar su abundante corrida por todos lados, llevándose las piernas  de Don Félix varias  de las expresiones de su placer, alcanzando una de ella al tacón de la bota izquierda del capitán ,que permanecían al lado de su usuario , esperando ser usadas.

-          Mi….mi ….capitán ….- balbuceó el cadete , que se había puesto de forma refleja de firmes , terminando de correrse y jadeando de gusto.

-          Di…diga, cadete… - dijo el capitán , exhausto , completamente entregado al orgasmo mutuo que había provocado la visión del comandante .

-          Habrá que ir …a la ceremonia….- dijo el cadete, intentando no hacer mención al asunto que les había llevado a esta situación.

Y Don Félix  asintió; se quitó los pantalones y los calzoncillos, y , para sorpresa y deleite del cadete , se colocó los pantalones a pelo , lo que le llamó poderosamente la atención .

-          Es culpa de mi mujer- dijo el capitán antes de que le preguntase-creo que los lavó con agua caliente y se han quedado grandes …- dijo mientras tomaba los calzoncillos de Don Diego y los echaba a la papelera – ya aprenderá que a veces es mejor ir sin ropa interior para que el uniforme siente mejor – y le guiñó un ojo .

-          Por supuesto ,mi capitán - contestó el cadete, que no dudó , mientras Don Félix se daba la vuelta , en rescatar la preciada prenda de la papelera , y se la guardó rápidamente en el bolsillo de sus pantalones .

Y tras terminar de vestirse , llegaron por fin al salón ; el cadete , feliz de tener en su poder los magníficos calzoncillos de Don Diego , el cual departía alegre con los compañeros ; advirtió que el calzado del comandante mostraba una zona blanquecina, y entonces reconoció que era su  leche ,que  había caído en la brillante bota del inocente oficial , y se estaba ya licuando , resbalando hacia el suelo…..llegó Don Félix y le ocurría lo mismo en la suya .

Aquello le hizo sentirse especialmente poderoso :haber sido capaz de mancillar el esplendor de las botas de sus admirados oficiales con su semen , y ninguno de ellos se había dado cuenta.

-          Que bien se te ve , Miguel – le dijo un compañero suyo – pareces muy feliz.

-          Es que lo estoy , Nacho, lo estoy …- le contestó Miguel , sonriente.

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